-Después de tanto te percataste, ¿No es verdad?-
Me decía mi hermana mayor con la sonrisa más cínica y burlona que podía darme cuando finalmente me di cuenta de lo que estaba haciendo. Ella no era mi hermana mayor, era ella mi hermanito menor.
-Te lo advertí una infinidad de veces, hermanita, y nunca me hiciste caso. Ahora tendrás que vivir las consecuencias de tus actos, después de todo, no esperabas que fuera tu obediente mascota por el resto de mi vida, ¿Verdad? ¿Verdad? Te estoy hablando, si no respondes me levantaré para jalarte las orejas-
Quería responderle a sus burlonas palabras pero simplemente las palabras no me salían de la boca, no podía creerlo, o mejor dicho no quería creerlo, puesto que ver mi propio cuerpo delante mío, y a mi verme en tan pequeña forma, solo significaba que mi hermano no estaba jugando, y en serio tenía la capacidad de cumplir su amenaza.
Mi nombre es Noelia, mi edad 25 años, mi estatura es 1.67 cm, mi color favorito es el verde, y lo que más amo es molestar a mi hermano. Él se llama Leo, tiene 12 años, y ya que nuestros padres siempre salen de viaje por su trabajo, yo he tenido que cuidar de mi hermano durante años, lo que ha sido bastante problemático para los dos.
Básicamente nos molestábamos el uno al otro cada que podíamos, con la pequeña diferencia de que yo siempre me las arreglaba para hacer queda mal a mi hermano frente a papá y mamá, ellos no dudaban de mi palabra, así que cada que podía no solo le gastaba bromas crueles a mi hermano, también hacía otras travesuras de las que él no se enteraba hasta que yo iba con mamá y papá a acusarlo para que a él le cayera la bronca y su respectivo castigo.
Mi hermano menor me pidió que dejará de hacer eso, que una cosa eran nuestras peleas y bromas de hermanos, y otra cosa muy distinta era que yo le culpará de todo y lo castigaran sin cuestionar. Algo de lo que me reí e ignoré.
Eso empezó a fastidiar mucho a mi hermano, quien siempre me decía que lo dejara de hacer o me iba a arrepentir, algo a lo que nunca le hice caso y como la hermana mayor que soy, lo seguía haciendo más y más travesuras que provocaban castigos peores en cada ocasión.
La gota que derramó el vaso, fue cuando dejé un rayón en el auto de papá, algo de lo cual lo culpe a mi hermano diciendo que él fue el responsable cuando estaba jugando. Mi hermano me imploró que dijera la verdad, me dijo que el castigo de papá era terrible y que haría lo que fuera si decía la verdad.
Por primera vez pensé en que esto era serio, papá nunca había estado tan enojado y mi hermano en serio se veía preocupado. Sin embargo, tenía miedo de esas consecuencias por lo que dije que yo vi a mi hermano hacerlo.
Lo último que recuerdo es a papá arrastrando a mi hermano consigo hacía su habitación, no sin antes oír a mi hermano jurar que se vengaría, algo que creo que hizo hace mucho tiempo y solo soy consciente hasta ahora.
-Leo, tomaste mi cuerpo, ¿Cómo? ¿Desde hace cuanto?-
Pregunte al oír mi nueva voz, la voz de mi hermano menor.
-Tranquila, hermanita, solo llevo 5 o 6.... meses en tu cuerpo, el tiempo suficiente para que el intercambio se haya vuelto permanente-
Decía mi antiguo cuerpo sentado a la orilla del mar.
Vestía un bikini ajustado de franjas azules y blancas, con una pequeña sudadera blanca que se quitó cuando comenzamos a hablar y un sombrero de playa que la cubre del sol, sin impedirme ver su sádica y burlona sonrisa que me dedicaba. ¿Así es como me veía yo cuando me burlaba y lo humillaba? Por alguna razón, siento que esa cruel sonrisa es mucho peor ahora que yo estoy en el pequeño cuerpo de mi hermano Leo.
-¿Qué dices? ¿¡Cómo que llevo 5 o 6 meses en tu cuerpo y tú en el mío!?¡No juegues con eso!-
Reclame de forma nerviosa y angustiada desde el cuerpo de mi hermano, algo que contrastaba con la calma y malicia que se veía en mi cuerpo de chica.
-Lo que oyes, así que dime, ¿Qué es lo último que recuerdas? Si me dices eso seguiré respondiendo lo que quieras, por no decir que será muy útil para las dos-
Lo pensé unos momentos antes de intentar recordar lo ocurrido, mis memorias eran borrosas y desordenadas, viendo cosas que nunca había vivido desde la perspectiva de mi hermano menor.
-Recuerdo que papá y mamá llegaron a casa diciendo que iríamos de vacaciones durante dos semanas a la playa, era justo lo que quería e intenté hacer que te dejarán atrás como parte de tu castigo pero no lo logré....no recuerdo mas hasta ahora, que me veo en tu cuerpo, y a ti te veo en el mío-
Explique sin ser capaz de recordar que habían pasado todos estos meses donde estuve en el cuerpo de mi hermano menor.
-Corrección, a ti te ves en tu cuerpo, y a mi en el mío, hermanito-
Su sonrisa desvergonzada era lo que más me molestaba, se reía de mi como si nada y por alguna razón, tenía el extraño sentimiento de que no era la primera vez que ocurría eso.
-Bueno, soy alguien de palabra y ya que respondiste, ahora yo responderé-
Su forma burlona de hablar, por un momento se volvió seria.
-Sé que teníamos nuestras diferencias, ambos éramos crueles el uno con el otro, pero fue un golpe realmente bajo que empezarás a involucrar a papá y mamá en todo esto. Lo peor fue cuando me culpaste del daño en el auto de papá, yo ni siquiera tengo edad para manejar y cuando le dije eso, solo empeoró mi castigo del cual me ahorraré los detalles, solo diré que te excediste con eso-
Me sentía avergonzada, agachando la cabeza y sin tener palabras para responder a mi hermano, pues yo misma sabía que lo que hice fue horrible, no había forma de negarlo o arreglarlo.
-Lo siento-
Susurré con timidez, algo que no pareció importarle mucho a mi hermano antes de que él siguiera hablando.
-Yo en serio quería venir a la playa, quería conocer el mar, y aún después de todo lo que me hiciste, también intentaste sabotear las vacaciones para mí. En ese momento me canse de ti, hermanita, y decidí cumplir mis amenazas de la mejor forma que se me ocurrió, ¿Sabías que la magia existe? Yo lo averigüe después de hacer un ritual de intercambio de cuerpos; solo necesite tomar un poco de tu cabello y la noche antes de nuestro viaje, realice el ritual; cuando desperté yo estaba en tu cuerpo y tú en el mío, con la ligera diferencia de que tú no eras consciente del intercambio-
-¿Qué quieres decir?-
-Oh, ¿Es mucha información para aceptarla?¿o simplemente eres menos lista en mi cuerpo? De cualquier forma, no es que puedas hacer nada para cambiarlo algo de esta situación; llevas medio año actuando como Leo y yo como una mejor Noelia de lo que tú jamás pudiste ser, por lo que estos últimos meses nuestra relación de hermanos ha mejorado tanto que papá y mamá no podrían estar más contentos-
Las palabras de mi hermano eran abrumadoras, era tanta información en muy poco tiempo, era difícil de creer que él decía la verdad y se lo hice saber.
-No puedo creer lo que dices-
Proteste con timidez, a lo que ella respondió haciendo aún más grande su sádica sonrisa.
-Tengo un montón de fotos como prueba: juntos en el mar, comiendo, bañándonos, ¿Ves este sombrero? Le pediste a mamá que me lo comprara la última vez que venimos porque pensaste que me vería muy linda con el, gracias, me gusta como se ve-
-Pero todo es una farsa, le diré a mamá y papá-
-¿Crees que me importa? Te recuerdo que ahora yo soy la hermana mayor perfecta, mamá y papá van a pensar que estas haciendo una travesura, y ahora que eres Leo, tú serás quien sufra de las consecuencias. De hecho, podría ponerme a llorar y decir que me rompe el corazón ver que mi hermano menor está volviendo a ser un niño mezquino conmigo, y que quizás papá haya tenido razón donde la única solución es mandarlo a colegio militar-
Su amenaza me hizo temblar, pensando en que si "mi hermana mayor" lloraba frente a papá y decía esas cosas, ahora que yo estaba en el cuerpo de Leo, estaría en un colegio militar hasta ser mayor de edad.
-No te saldrás con la tuya-
Le dije apretando el puño con impotencia y pensando alguna forma de volver a la normalidad, algo que mi antiguo cuerpo respondió con una fuerte risa para seguirme molestando.
-Pero sí ya me he salido con la mía, hermanito. El intercambio es permanente, y mientras tú estabas dormido, yo empecé a aprender un montón de cosas esenciales de mi vida-
-¿Cómo que?-
-Veamos, ¿Puedes decirme cuanto mido? En este cuerpo para ser exactos-
-....1.61-
-Noup, 1.67. Una más, ¿Cuál es mi apodo?-
-¡Lilia!-
-Noup, odio los apodos, nadie tiene un apodo conmigo. Por último, ¿Cuál es mi color favorito?-
-El verde-
-¡Que sorprende! No sabes nada de tu cuerpo, o más bien, no sabes nada de tu hermana mayor. Mi color favorito es el azul, por eso mi bikini es de este color, me veo tan linda y tan sexy, tu personalidad era horrible pero tenías un cuerpo que enamora, prometo que lo aprovecharé, Leo-
Mientras decía esas palabras, hizo rebotar sus pechos, ajustó la cintura de la parte baja para mostrar más su trasero y su blanca sudadera se la empezó a quitar para dejar al descubierto su espalda, todo con esa sonrisa llena de burla y arrogancia que me dedicaba cada vez que me molestaba. Por mucho que me molestara, ella seguía hablando, y solo me quedaba prestar atención a sus palabras para entender un poco más de lo que ocurría.
-¿No lo entiendes todavía? Mientras dormías yo aprendía todo sobre tu vida: gustos, disgustos, conocimientos, habilidades, recuerdos y todo, menos la horrible parte de fastidiar a mi hermano pequeño, ¿No entiendes? Soy más Noelia de lo que tú jamás podrás ser, al final tengo una larga vida como tu hermana mayor por delante mientras que tú ni siquiera eres capaz de recordar los últimos seis meses, pero lo harás, poco a poco te irás volviendo más como era yo, incluso podrás recordar que estas no son nuestras primeras vacaciones en la playa, es la tercera vez que venimos desde que intercambiamos cuerpos-
¿No eran nuestras primeras vacaciones? Tal vez ella estaba mintiendo para molestarme y asustarme más... pero de estar diciendo la verdad, me he perdido de muchas cosas estos meses, y los recuerdos que poco a poco empiezan a venir a mí no son mis recuerdos como Noelia, son los recuerdos y sentimientos que albergan el cuerpo de Leo, los cuales poco a poco estoy haciéndolos algo mío, o más bien su cuerpo y su mente me están convirtiendo más en mi hermano menor.
Por eso es tan difícil entender cosas que me dice, comienzo a olvidar lo que sabía como Noelia y solo tengo lo que sabe Leo, mis conocimientos disminuyeron tanto que por obvio que fuera, me costaba entender por completo todo lo que ella decía, y la razón de que su sonrisa me moleste tanto y la recuerde, es porque cada que podía, me burlaba así de él pero ahora yo soy quien siente la burla de aquella sonrisa llena de malicia.
-No quiero quedarme con tu vida-
-Es una lastima, porque lo harás. Yo estoy verdaderamente contenta con tu vida, tan contenta que te daré una última advertencia, tienes dos opciones; la primera es que al negarte tanto a ser Leo, todo tu ser como Noelia puede desaparecer, olvidarás por completo quien eras para volverte Leo no solo en cuerpo, también en mente, para ti nunca habrá ocurrido un intercambio de cuerpos o algo así, simplemente pensaras que toda tu vida has sido Leo y yo tu hermana mayor Noelia, con quien comenzaste a llevarte bien después de las primeras vacaciones en familia-
Esa opción era terrible, básicamente yo nunca existiría si eso pasaba, pero no sabia si la siguiente opción era peor, ¿Cómo lo podría ser? Me daba miedo averiguar.
-La segunda opción que tienes es simplemente actuar como te corresponde, en esta opción tú tendrás que vivir como Leo pero podrás recordar que alguna vez fuiste una horrible hermana mayor que acabo en esa segunda vida por su propia culpa, no podrás hacer nada para volver a ser Noelia, solo podrás recordar que alguna vez lo fuiste, tal como me ha pasado a mi con tu cuerpo-
Explico con tranquilidad una opción que tampoco me emocionaba tener que tomar.
-Por si no entendiste, hermanito. En ambas opciones vas a ser Leo de ahora en adelante, en una opción olvidarás que fuiste Noelia mientras que en la otra no, ¿Y te digo algo? Sinceramente no me importa cuál opción ocurra, ya que yo seré mejor hermana mayor de lo que tú jamás fuiste. Me pregunto si la vieja Noelia seguirá existiendo para ver como soy mejor que ella, apuesto a que será divertido-
Con esas palabras, mi hermana mayor daba por concluido el tema, dejándome a mi con un lio de emociones por que decisión iba a tomar para más adelante, ya que en estos momentos, mi hermana tenía una nueva petición.
-Ahora dame el bloqueador, o bien podrías ponerme bloqueador en la espalda, hermanito. Solo te recuerdo que hagas lo que hagas, la decisión es tuya, yo solo disfrutaré el resultado sea cual sea, estoy segura que tendré mi respuesta antes de que terminen nuestras vacaciones. Mucha suerte con tu decisión, Leo-
Créditos a quien correspondan. |
A su madre
ResponderBorrarTomaré su respuesta como un cumplido peculiar, así que gracias, 222.
Borrar-Nero.
Diablos me doy cuenta que no soy bueno comentando solo puedo decir que me gusto la historia ^^7
ResponderBorrarPor favor, 79don. No menosprecies tus esfuerzos.
BorrarMe hace muy feliz leer sus comentarios, con solo saber que les gustó la historia o algunas palabras bonitas, ya me hace muy feliz. Por el simple hecho de comentar, ya estas haciendo algo valioso para mí.
Si necesita un consejo, podría decirle que comente con honestidad; las cosas buenas y las cosas malas, de todo eso se aprende y me ayuda a seguir mejorando para este nuestro blog.
-Nero.