-Vamos, hermanito. Tú prometiste que estudiarías con nosotras si hacíamos esto, Joseph y yo nos transformamos en estas jóvenes hermosas solo para ayudarte a concentrarte, así que ahora te toca a ti cumplir tu parte-
Decía la chica de cabellera castaña, abrigo negro, blusa blanca y mini falda oscura, con las piernas cruzadas y un libro de álgebra y geometría en su mano derecha.
-Es cierto, Ricky, un hombre cumple lo que promete, por algo me volví una chica y estoy usando esta ropa, créeme que usar tacones no es tan sencillo como parece, nuestra hermana me estuvo ayudando con esto desde la noche anterior solo para cumplir con mi promesa-
Agregaba la otra joven mujer, también de cabello castaño, muy parecida por a la primer chica; ella usa un abrigo blanco, una blusa roja junto a tacones y falda oscura con una mano apoyada en la barbilla y en la otra mano un libro de historia.
Ambas hermanas habían cambiado gran parte de su apariencia en las últimas horas por el bien de su hermano menor; el mayor es Joseph de 19 años, seguido de Susy de 17 y por último Ricky de 14 años.
Este último hermano tenía que presentar un examen muy importante que definiría su futuro, y de cierta forma también el nombre de la familia, la cual contaba con que los tres hermanos lograrán ingresar a una buena academia; Joseph y Susy lo habían logrado, y ambos eran perfectamente conscientes de que su hermanito Ricky era capaz de hacer lo mismo, sin embargo, Ricky era demasiado flojo como para hacerlo, haciendo dudar a sus hermanos mayores del destino de su familia en caso de que el hermano más joven fracasara.
El chico no estudiaba como era debido, se distraía con facilidad, ponía excusas sobre sus calificaciones y un sin fin más de pretextos que hacía o ponía para evitar el esfuerzo de estudiar para su examen.
El hermano y la hermana mayor preocupados por su hermano menor decidieron tomar medidas drásticas al respecto, implementando un programa de estudio algo extremo pero que funcionaría según lo que Susy imaginaba.
Ricky estaba pasando una época difícil, la pubertad puede ser complicada y todos los cambios que conlleva podrían distraerlo del examen u otras metas a largo plazo que podría tener. No obstante, esta misma y aparente debilidad, es lo que los hermanos mayores pensaban utilizar para hacer que el más joven estudie como es debido.
Joseph buscando en la habitación de su hermano menor se dio cuenta que este tenía un "poco" de fascinación por las mujeres mayores, no tan mayores como su madre pero sí mujeres que ya no estudien y que sean capaces de vivir por su propia cuenta, quizás un poco pervertido para su edad pero de nuevo creyeron que era normal y al final eso mismo es lo que usarían a su favor.
-¿Susy? ¿Joseph? ¿Qué hicieron? ¿Qué es lo que están planeado?-
-Verás hermanito, Joseph y yo usamos una pócima para convertirnos en mujeres algo mayores ¿Te gusta lo que ves? Imagino que sí, me atrevo a decir que nos parecemos a algunas chicas de tus revistas bajo el colchón, ¿Verdad?-
-Definitivamente, ni siquiera yo me he animado a tanto Ricky, pero tus gustos no nos interesan por ahora, por ahora tenemos una muy buena oferta para ti-
Hermano y hermana intercambiaban turnos para hablar mientras el menor de los tres no dejaba de mirar los espectaculares cuerpos de sus familiares.
-Exacto, como dice Joseph, tenemos una oferta para ti: Puedes tocar, ver, pedirnos hacer o que tú no hagas a nosotras, llámanos por otros nombres o sencillamente dinos "Sensei", puedes pedir todo lo que quieras de nosotras, siempre y cuando te lo ganes-
Dijo Susy, inclinándose un poco para facilitar la visión de su escote al menor que se sonrojó.
-¿Hablan en serio? ¿Qué quieren que haga a cambio de esto?-
Preguntó Ricky teniendo una respuesta de su hermano mayor que ahora se veía como una mujer mayor de 25 años.
-Sencillo, tienes que estudiar y tenemos toda un plan a seguir para ello: 1 examen aprobado es igual a una petición para Susy; cuando domines 1 tema me puedes pedir a mí lo que quieras; cuando termines 1 temario ambas haremos algo lindo para ti y si estudias por iniciativa propia o nos sorprendes usaremos la ropa que más quieras por todo 1 día; obviamente hagas lo que hagas no habrá nada de sexo, si de verdad quieres eso ahí hay un problema que deberíamos de hablar, pero si quieres explorar nuestros cuerpos con la vista o tus manos estaremos de acuerdo mientras aprendas algo a cambio. Exámenes, exposiciones, ejercicios, actividades, preguntas y respuestas, tenemos un sin fin de cosas para ponerte a estudiar y una vez demuestres tu progreso nosotras te compensaremos, muy sencillo ¿No?-
-Tenemos una semana para hacerte estudiar y que entres a la academia, no hacemos esto por obligación sino por cariño y preocupación que tenemos por nuestro hermanito, así que más te vale aceptar esta oferta. Incluso estábamos hablando que si llegas a superar nuestras puntuaciones en el examen, ambas nos quedamos con estos aspectos por todo un mes y haremos lo que nos digas, no te hagas de rogar Ricky y acepta nuestra generosa oferta-
-Si no la aceptas lo entendemos, Susy y yo volveremos a la normalidad con un antídoto que conseguimos, tú no entrarás a la escuela y yo dejaré de darte dinero porque no lo mereces, menos si lo gastas para esas revistas-
-Y yo me encargaré de tirar, quemar y regalar a tus amigos y amigas todas las revistas pornográficas que te he confiscado, ¿Cómo hiciste siendo menor de edad para comprar todo eso? Apuesto a que todo mundo recordará bien ese suceso, pero supongo que no hará falta que lo haga, ¿verdad?-
La dulce y hermosa hermana mayor dio un pequeño aplauso mirando con ternura a su hermano, Susy no amenazaba, ella cumplía con su palabra y con gusto tendría esa misma sonrisa mientras quemaba todo lo que Ricky había conseguido en los últimos años.
-¿No creen que es un poco extremista todo el plan que elaboraron?-
-Por supuesto, puedes cuestionar los métodos de tu linda hermana mayor pero no los resultados que mis tácticas pueden generar-
Dijo Susy respondiendo a la pregunta de Ricky, seguida justo después por Joseph.
-Lo mismo creí yo, pero estoy seguro de que dará resultados, así que ayúdanos a ayudarte y responde de una vez que no hay tiempo que perder ¿Vas a querer nuestra ayuda como tus profesoras o no?-
El joven lo pensó unos segundos, trago saliva y pronunció una respuesta que hizo sonreír a sus nuevas y crecidas hermanas mayores.
-Sí, maestras, por favor enséñenme-
-Muy bien dicho-
-Joseph tiene razón, es la mejor decisión, así que siéntate, tenemos mucho que hacer-
Ambas mujeres se separaron un poco del asiento que tenían en la cama, invitando al hermanito a sentarse entre ellas para así dar inicio a sus clases especiales para aprobar el examen, que serían las más intensas que nunca ha tenido a cambio de grandes beneficios.
Créditos a quien correspondan. |
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