Mostrando las entradas con la etiqueta Marca/sello Tg o de control. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Marca/sello Tg o de control. Mostrar todas las entradas

martes, 18 de junio de 2024

Tatuaje tg

Joder, pero si fui una idiota todo este tiempo, de haber tenido una idea de que todo esto es lo que me pasaría, habría dejado de resistirme hace mucho tiempo.
Mi mejor amigo, Marcus, es un tipo enorme que se dedica a poner tatuajes a todo el que así lo quiera; desde una pequeña flor o dedicatoria en alguna parte del cuerpo, hasta tatuajes tan grandes y completos que parecen una obra de arte cubriendo todo el brazo, espalda o parte del cuerpo de la persona.
Sin embargo, de entre todas sus opciones, había un tipo de tatuaje mucho más caro que el resto y que muy pocas personas llegaban a solicitar, por no decir que yo nunca había visto que coloque alguno de esos tatuajes a nadie, los que llama, tatuajes Tg.
Básicamente son tatuajes comunes y corrientes tal como el resto, su única y vital diferencia del resto es que estos tatuajes logran hacer que tú cuerpo cambie de sexo, así que si eres hombre y te haces un tatuaje de estos, terminas como una mujer con un excelente tatuaje y viceversa, si eres una mujer terminas como un hombre con un buen tatuaje que puedas presumir.
Sonaba algo absurdo, incluso discutí con mi amigo para que me dijera que es lo que hacía tan especial a esos tatuajes, ya que no había forma de que con algo de tinta cambiaría por completo el cuerpo de una persona.
Fueron meses donde discutimos el tema, o más bien, yo discutía el tema y buscaba la verdad mientras mi amigo se reía y juraba que decía la verdad, lo cual me llevo a una sola alternativa para averiguarlo.
Fue así que decidí hacerme uno de esos dichosos Tatuajes Tg, cosa que mi amigo dudó en hacer y de lo cual intento convencerme aún más de que yo cambiaría de opinión, por desgracia ya estaba decidido en hacerme una de esas cosas. Su último intento de persuadirme fue decir que el cambio de sexos es permanente, y quitar el tatuaje o hacer otro no me volvería a la normalidad, algo que respondí de forma sencilla al amenazar con denunciar su tienda por discriminación.
Está por demás decir que el ambiente se volvió muy tenso y que nuestra amistad pudo llegar a un punto de inflexión, pero ante tal amenaza, mi amigo solo suspiró y bajó la persiana de su tienda para poder hacerme el tatuaje que le pedí.
Hay personas que piensan muy detalladamente sus tatuajes y el significado de cada uno, por mi parte, solo pensé que unas flores en mi brazo se verían bien fuera hombre o mujer, lo que más me importaba era acabar con la broma de mal gusto que hizo mi amigo.
Me quite la camiseta, me recosté en su silla y después de que él limpiará mi brazo, comenzó a tatuarme; sentir la aguja entrar cada vez en mi cuerpo y como dejaba la tinta en mi piel era algo doloroso, adormeciendo todo mi cuerpo en una cálida sensación que me generaba ganas de irme a dormir... y también ganas de estar en los brazos de alguien.
No quería prestarle mucha atención, pero mi cuerpo se sentía cada vez más somnoliento y caliente, tanto que deje de pensar y de preocuparme por el tatuaje, solo me quede quieto sobre la silla con la cabeza llena de pensamientos indebidos de mi estando con varios hombres.
Cuando reaccione, mi tatuaje ya estaba terminado al igual que mi cambio de sexo; mi cabello se volvió de un rojo intenso, con pechos grandes y una cintura delgada; además del más claro y evidente cambio en mi entrepierna, dejando una linda y rosada vagina donde antes estaba mi pene.
No podía creer el cambio tan evidente que había sufrido mi cuerpo, y antes de poder hacer algo, mi nuevo cuerpo ya se estaba arrojando a los brazos de mi amigo que hizo el tatuaje; sin dudar le empecé a restregar mi nueva feminidad, abrazándolo con pasión e intentando besarlo por todo el cuerpo; él era alto y musculoso, con un olor asombroso y cientos de cosas más que nunca antes habían cruzado por mi cabeza, pero que ahora que puedo verlas, no puedo ignorarlas ni dejarlo ir, quiero que me haga suya, algo que pedí a gritos de forma descarada.
Para mi total sorpresa, mi amigo aceptó de inmediato, de una forma que parecía estar acostumbrado a esta situación, como si supiera que algo como esto pasaría, y que aún si era su amigo y que hasta hace pocos minutos yo era un hombre no le importó para tomarme como a una mujer.
Me hubiera gustado pensar el porqué de esa situación pero no podía, no podía pensar en otra cosa que no fuera hacerlo con mi amigo, quien se desnudo y tomó asiento en el sofá para que lo hiciéramos y que yo tuviera mi primera vez como mujer.
Con tan solo ver su enorme pene, mi vagina estaba más que lista, y aunque no tenía experiencia, hice lo mejor que pude para sentarme encima suya y comenzar a sacudir las caderas como loca, a la par que mi amigo me sujetaba y azotaba el culo para seguir con mi primera vez como mujer.
No puedo decidir que es más impresionante, si el enorme tamaño de la verga de Marcus, o el hecho de que aún siendo mi primera vez teniendo sexo como mujer estaba cabalgando casi por completo a esa bestia que me hacía temblar de pies a cabeza.
Todo gracias a este bello tatuaje Tg que me convirtió en mujer y desde ahora, la íntima amiga de Marcus puesto que con nuestra primera vez teniendo sexo llegamos a un acuerdo placentero para ambas partes.
En lugar de pagar con dinero los tatuajes que me convirtieron en esta bella mujer, decidimos que puedo pagar con mi cuerpo durante los siguientes 3 meses por 3 veces a la semana de este tipo de encuentros.
Me pareció divertido y más que perfecto aceptar esta propuesta donde más que un simple tatuaje, también se volvería un grabado en mi piel como signo de propiedad de mi atractivo y vigoroso Marcus, quien no planea dejarme descansar durante los próximos meses hasta dejarme bien llena con su semen en mi vagina, boca, cuerpo, trasero y cualquier sitio mío que él quiera marcar.
No tienen idea de cómo disfrutaré esta nueva vida que dio inicio por un tatuaje muy especial. 
Créditos a quien correspondan.

domingo, 22 de octubre de 2023

No era una broma

-No...No, no puede ser cierto, ¿Acaso no era solo una broma? Espera, detente, debes detenerte, ¿Cómo anuló esta cosa?-
Me decía al ver como cambio tras cambio me ocurría frente al espejo sin saber como evitarlo.
Desde hace algunas semanas empezó a correr cierto rumor en mi universidad; decían que podías cambiar tu mente y cuerpo por completo si hacías un ritual frente al espejo.
No pensaba que aquellas tonterías fueran ciertas pero sí que me parecían divertidas, además que daba la casualidad que todo lo necesario para el dichoso ritual lo tenía en mi departamento.
Fue entonces que decidí hacerlo para pasar el rato, no perdía nada por hacerlo.
Los preparativos estaban listos y llegada la hora adecuada el ritual daría comienzo, eran varios pasos pero todos eran sumamente sencillos, aunque sí que había un par de cosas en todo esto que destacaban, destacaban los últimos dos pasos:
El primero era describir con detalle que quería cambiar, y en mi estúpida ignorancia me pareció divertido pedir volverme una preciosa chica que estuviera loca por mí, que me obedeciera y que solo pensara en mí. En pocas palabras ese fue el cambio que pedí.
El segundo y último de los pasos más importantes era ponerme un símbolo o tatuaje o algo así, en realidad no investigue bien que era, solo lo dibuje lo mejor posible justo en el centro de mi pecho y espere que algo pasara, o mejor dicho, espere que nada pasara. Así que el pánico se apoderó de mi cuando algo pasó.
Sentí un poco de comezón en los pectorales y me rasque. Momento después dos enormes pechos comenzaron a crecer tanto qué me costaba mantener el equilibrio y la espalda recta, al mismo tiempo que desaparecía de mi vista el suelo abajo de mí. 
Ni siquiera me estaban dando tiempo de procesar eso cuando sentí que me volvía más pequeño, con una cintura ridículamente delgada en comparación al resto de mi cuerpo que seguía cambiando, y que tal como pasó con mis pechos, ahora mi trasero creció de forma enorme, al igual que mis muslos se volvía más gruesos y mi entrepierna se volvió la de una chica. 
-¿¡Incluso cambió ahí abajo!? Esto es ridículo, debo pararlo pero ¿Cómo? ¿Podré interrumpirlo?-
Al decirme eso, con esa última pregunta me di cuenta que mi voz estaba cambiando a una mucho más suave y dulce. 
Lleve mis manos hasta mi garganta y tuve la mala suerte de picarme con algo, frente al espejo pude ver que lo que me había picado era nada más y menos que mis propias uñas las cuales crecieron más de lo que nunca antes las había tenido. 
-Ouch, eso dolió, ¿Son uñas verdaderas? No tengo tiempo que perder, ¿Dónde quedó el marcador?-
Por el susto de ver como mi cuerpo cambiaba, había soltado el marcador que utilice para pintar mi pecho. Pensaba que si rallaba o hacía ver distinto aquel símbolo podría anular los efectos de este cambio en mi cuerpo. 
-Vamos, vamos, vamos. Estúpidos pechos, no me dejan ver nada, tampoco el cabello, ¿¡También el cabello!?-
Tuve que tirarme de rodillas al suelo para buscar el plumón que utilice, lo cual fue una odisea por los pesados pechos que tapaban mi vista, más el largo cabello azul que no paraba de crecer y me estorbaba tanto para ver como para moverme.
-¡Aquí esta!...Por favor, ¿Incluso mi rostro? No tengo idea de si llevo maquillaje y tinte de cabello o este es mi rostro al natural-
En cuanto me levante y acerque al espejo, no pude ignorar que toda mi cara se había vuelto la de una chica, la cual sin duda era la más bonita que había visto en mucho tiempo, lo único malo era que esa belleza en realidad era yo.
Quedé atontado por mi propia belleza y esos segundos me costaron bastante caro, pero no tan caro como haber tirado el marcador nuevamente, por culpa de mis nervios y largas uñas.
-¿Donde esta? ¿Donde...¡Ay! Que incómodo...o no tanto-
Una vez más de rodillas contra el suelo buscando el marcador, pude sentir una enorme presión en mis caderas y trasero, el cual apreté instintivamente y traté de aliviar.
-¿Hasta puede crearse ropa?-
Comente al darme cuenta que llevaba puestas unas bragas de encaje negro, las cuales me apretaban y presumían mi cuerpo, el cual también vestía un sostén a juego de las bragas. Ahora que lo pienso, quizás por el sostén es que mi espalda no pesa tanto como la última vez, lo cual me hizo soltar un suspiro lleno de alivio.
Pude tomar el marcador, lo destape y.
-Quiero ver mi cuerpo-
Me levante y me vi frente al espejo, acomodando un poco mi cabello y sonriendo por la lencería que tenía puesta.
-Con esto me veo preciosa, apuesto a que a mi amado le va encantar tanto como a mi pero, ¿Qué habrá estado haciendo en este lugar? Creo que hizo el ritual del cual había escuchado. Me ha dejado sorprendida, no pensaba que creyera en ese tonto ritual, es solo una mala broma que inventaron en el colegio-
Suspiré un poco al pensar que mi amado en verdad había intentado ese ritual mientras levantaba todo el desastre que había dejado en el baño para realizarlo.
-Me preguntó, si fuera verdad esa tontería, ¿Qué hubiera deseado? Supongo que podré preguntarle la próxima vez que lo vea. Claro, siempre y cuando lo recuerde para entonces y no comencé a devorarme a besos, aunque si justo eso hace, tampoco me quejaría-
Sí, cuando pensaba en la persona que tanto quería me sentía mucho más contenta, me moría por verlo de nuevo pero no tengo idea de hasta cuando eso suceda. Quizás valdría la pena hacer algo lindo por él la próxima vez que lo vea pero hasta entonces, tendré que encontrar la forma de pasarla a solas y estar satisfecha.
¿Debería probar hacer el ritual para que mi hombre amado solo tenga ojos para mí? No, él no creería en esta tontería así que yo tampoco lo haré y hasta que me reencuentre con el amor de mi vida, me esforzaré en ser la hermosa chica que él siempre deseo tener a su lado.
Créditos a quien correspondan.


domingo, 29 de mayo de 2022

Esposa de por vida

-Pobre y estúpida Anita, ¿O debería decir "amor"? Pensé que teníamos un trato, si tú te comportabas como una perra durante la visita al lugar para la fiesta, yo te quitaría el sello y no volveríamos a hablar de esto pero en su lugar decidiste pedir ayuda a gritos apenas te di la espalda y bueno, tienes que agradecer que no decidí humillarte en público, o no como imaginabas, fue mucho más hermoso ver como te arrodillabas a mitad de la fiesta para pedirme matrimonio, esposa mía-
-No puedo creer que me hicieras esto, llevo un mes viviendo como tu esposa y ni siquiera me tratas como tal, me obligaste a regalar casi toda mi ropa, solo usó lo que me das cuando debo de salir y sino tengo que andar en ropa interior, bikinis o ese traje de sirvienta-
-Pero eso te queda genial cuando limpias que es lo único que haces, limpiar y cocinar pero también te doy permiso de comprar en línea, incluso te puse esta piscina para que tengas algo que hacer todo el tiempo, por beneficios tiene casi los mismos que antes siempre y cuando me pidas permiso-
-¡Ni siquiera pudiste pagarla! ¡Usaste mi dinero para pagar la piscina!¡No es justo que te deba pedir permiso para gastar mis dinero!-
-Nada de eso, usé el dinero que tu hermano te regalaba por "trabajar" en la compañía pero ahora que eres ama de casa y me concediste tu puesto como subdirectora, yo ganó lo que tu ganabas sin hacer nada, ahora no harás nada y tendrás dinero desde la comodidad de tu hogar, ¿No es genial? Dame las gracias y modela un poco ese bikini para mí, Anita-
La marca en mi espalda se hizo notoria haciéndome obedecer sonriente como una tonta la orden, levantando el culo para enseñarle a mi forzado esposo lo bien cuidado que estaba mi cuerpo, de un lado, luego del otro, luego agachándome, dándome nalgadas, mostrando el busto y mandando besos hacía él. 
Mi cuerpo podría parecer feliz y que disfrutaba de esto pero yo no, solo que me resulta imposible salir de su castigo. 
Ese día de verdad que estaba actuando como una tonta perra por todo el jardín pero poco después de una hora, a lo lejos vi un hombre y traté de pedir ayuda a gritos, sin embargo apenas gritar pude oír como Rafael me silbó y gritó mi nombre haciéndome correr directo hacia él, haciéndome saber que se dio cuenta de lo que intenté y cumplió su promesa, en parte, extendiendo su sello o marca o tatuaje o lo que sea que me pusiera en la espalda dándome la orden de arrodillarme en la fiesta para pedirle matrimonio, darle mi puesto de trabajo y yo vivir felizmente como su esposa para la sorpresa de todos los presentes, incluso la mía. 
Creo que lo peor de todo, más allá de la humillación constante que él me recuerda al tratarme de esta manera, es que ni siquiera me trata como su esposa, por ratos muy pequeños me ha demostrado que es un gran ser humano a diferencia de mi pero no es tan bueno, al final y como dije, no me trata del todo como a su esposa. 
Es cierto, aun si solo tengo poca ropa, lencería y trajes de baño todo es de marcas más caras de las que antes utilice, además que una vez terminó mis quehaceres puedo controlar mi cuerpo en la propiedad que ahora es mi casa, puedo nadar, broncearme, ver la tele o lo que sea mientras esté aquí encerrada, eso si, una vez que mi esposo llega, mi cuerpo actúa por su cuenta para recibirlo en la casa, llenándolo de besos, mimos, cumplidos y abrazos por su arduo trabajo que yo nunca supe realizar.
Sin duda fue malo perder mi plena voluntad por este tatuaje grabado en mi piel que todos los días queda a la vista de Rafael pero tampoco fue lo peor del mundo, supongo que con el tiempo también me acostumbrare, quien sabe quizás hasta mi marido termine teniéndome cariño y cada vez me trate más como la reina que soy, sin trabajar, solo viéndome bonita y haciendo unas pequeñas tareas en el hogar. Si, en definitiva y si juego bien mis cartas, esta vida como esposa no será ni la mitad de mala como imagino Rafael, me portaré bien para ganarme una vida tan digna como la merezco al volverme su esposa de por vida.

domingo, 22 de mayo de 2022

Perra por un día

-No puedo creer que te atrevieras a hacerme esto, Rafael, cuando mi hermano se entere te vas a-
-Cállate, él no se enterará porque tú nunca le dirás, perra-
-¿Cómo me llamaste?-
Pregunté con una inmensa furia dispuesta a matar a ese tonto que me llamó así, solo si tuviera control sobre mi cuerpo lo mataría. 
-Perra, te llame perra, porque las próximas horas justo eso serás, siempre fuiste una horrible persona conmigo y ahora con esa marca en la espalda me las pagarás-
-¿A qué te refieres?¿Cuál marca? ¿¡Me pusiste una maldita marca como a un animal!?-
-Puedes verlo como una marca o un tatuaje temporal pero que te hará obedecerme por las próximas horas, aunque puedo volver a marcarte para alargar el castigo, de ti depende cuanto tiempo te gustaría estar así, ahora quítate el abrigo, levanta la cola y de cuclillas-
Tan pronto como el idiota de Rafael me lo ordenó, mi cuerpo le obedeció, arrojando mi abrigo largo de piel al suelo para mostrar mi cuerpo que usaba un diminuto bikini en la parte de arriba, sujetado por una cadena a mi espalda y con una apretada minifalda que sino se rompía dejando al aire mi trasero, en definitiva sería muy apretada todo el tiempo, terminando mi conjunto con unos tacones tan caros que solo yo merecía usar pero que nunca imagine ensuciar en pasto y tierra, mucho menos usar en una posición tan incomoda como lo era estar de cuclillas. 
-Rafael, soy la hermana menor de tu jefe multimillonario ¿Estas seguro de lo que haces? Porque una vez tu cosa rara acabe no descansaré hasta que estés en la cárcel por como me has tratado-
Amenace con seguridad creyendo que con eso lograría detenerlo pero nada más lejos de la realidad, en lugar de ser liberada del hechizo, conseguí un fuerte golpe en la espalda que me dejó ardiendo y con ganas de gritar. 
-Perra mala, extendí tu castigo por una hora a ver si con eso te comportas ya que así como tú me amenazas yo lo puedo hacer, te recuerdo que te puedo dejar esta marca permanentemente y tu me obedecerás para siempre; perfectamente puedo ordenarte fingir estar enamorada de mí y así casarnos, volviéndote mi esposa y a mi parte de la fortuna que tu hermano ganó, después de todo solo eres un parásito que se aprovecha del cariño de su hermano, tú no terminaste la escuela y él te dio trabajo como subdirectora, puesto del cual abusas para tratar mal al resto de personas, en especial a mí por alguna razón ¿Al menos tienes una razón para tratarme así? Responde, Ana-
-No, no la tengo, solo me pareció divertido joder la vida a los demás y despedirlos si se quejaban con mi hermano-
Respondió mi cuerpo sin que yo quisiera una vez más a lo que oí un suspiro de Rafael. 
-Eso imaginé. Por eso aproveché este viaje de campo, ya que buscamos donde hacer una fiesta para los de la oficina yo fui el encargado de elegir el lugar pero como siempre, tuviste que llegar a joder todo para interferir y ese fue tu error, había buscado esta técnica de control de cuerpo por meses y sin duda dio resultados, cuando te toque antes de salir de la oficina te puse la marca y ahora estoy feliz con los resultados te pusiste hermosa tal como ordene y viniste sin nadie que te haga compañía a este lejano lugar donde ni tu hermano sabe que estás-
Acariciaba mi cabeza una y otra vez sin que pudiera golpearlo o escupirle, por mucho que lo odiaba estaba completamente a su voluntad con excepción de mi voz. 
-¿Que es lo que planeas? Ni se te ocurra abusar de mi o-
-¿¡Abusar de ti!? Para nada, me das mucho asco como para hacer algo así pero sin duda quiero cobrarme una venganza. Solo planeo llevarte de paseo, por las próximas 3 horas, es decir 4 horas por el nuevo sello, estarás bajo mi control y lo único que quiero es ver que te humilles como la perra que eres, mientras yo veo el lugar para la fiesta tu puedes jugar; corre en cuatro de un lugar a otro, bebe agua del piso o de las fuentes, revuélcate en la tierra y césped todo lo que quieras, lo más nefasto de ti es tu orgullo y justo ahí voy a pegarte, bruja-
-¿De verdad piensas que haré todo eso sin vengarme? Podrás humillarme unas horas pero yo lo haré el resto de tu vida-
Volví a amenazar consiguiendo risas burlona como respuesta. 
-De verdad eres una idiota, ¿Qué no entiendes que puedo extender la marca por el resto de tu vida, puedo hacerlo ahora o mejor aún, hacer que te desnudes y actúes como una perra en frente de tu hermano y toda la compañía ¿Eso te gustaría más? A mi me encantaría ver como te humilla frente a todos ya que con excepción de tu hermano, nadie te ayudaría por lo horrible que has sido con todos, estoy seguro de que en lugar de ayudar se burlaran, tomarán vídeos y todos en el mundo sabrán lo que hiciste ¿Te gusta más eso? A mi me encanta la idea, mejor hagámoslo-
Su mano me acarició con rapidez varias veces mientras se deslizaba a mi espada, justo donde tenía la marca para extenderla y cumplir su amenaza, aterrándome hasta la médula con miedo de verme tan humillada ante tantas personas, viéndome obligada a suplicar como nunca antes lo había hecho ni con mis padres o mi hermano.
-¡Por favor perdóname, no lo hagas! ¡No quiero que nadie me vea, lo que sea menos eso, seré tu perra todo el día pero por favor que nadie más me vea!-
Sentí como su mano tocaba el sello, llorando por no lograr que me tuviera piedad o al menos eso creí hasta que tocó mi trasero y habló. 
-Solo porque me encantó como suplicaste no te humillare delante de otros, en su lugar humíllate para mí por lo que resta del día actuando como una perra, si lo haces te prometo que no te haré actuar como perra en la fiesta de la compañía ¿Tenemos un trato, Anita?-
Preguntó palmeando con suavidad mi trasero una y otra vez, cosa que tenía que soportar por el bienestar de mi reputación aunque me hierva la sangre.
-Sí, es un trato-
-Vale, solo dime "amo" al final de la oración y dame las gracias por tocar tu inútil trasero, Anita-
Casi que rechino los dientes y lloró del coraje pero no tuve de otra más que cumplir la orden de aquel a quien mucho tiempo yo humille y ahora se vengaba. 
-Sí, es un trato amo y muchas gracias por tocar mi trasero-
-Buena niña, ahora ve a correr y jugar, disfruta de tu paseo mientras yo exploró el lugar-
Con una fuerte nalgada que casi me hace caer de cara, Rafael se fue a ver todo el enorme lugar dejándome a mi en una zona verde en la cual jugar, pasear, correr y demás como la perra que soy por hoy, pero mejor humillarme un solo día a manchar mi inigualable legado por el resto de mi vida....o quizás....