Mostrando las entradas con la etiqueta Stepford. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Stepford. Mostrar todas las entradas

sábado, 11 de enero de 2025

Tiempo de prueba

    Estaba desesperado, pero sobre todo estaba profundamente arrepentido. Por cumplir con mi capricho no sabía el enorme problema en el que me estaba metiendo ni lo horrible que era mi idea de robar un cuerpo de una linda chica asiática como las que siempre fantasee, pensé que ser una mujer sería maravilloso por lo que al tener la oportunidad, no dude en tomarla.
    Durante un viaje que hice en ese continente, una vieja mujer afuera de un templo me obsequio un amuleto mágico con el cual yo podría poseer por completo el cuerpo de la persona, mientras que la pobre víctima se quedaba atrapada para siempre dentro de mi cuerpo. Lo único malo con este supuesto objeto mágico es que yo no podía escoger libremente a la persona que quisiera robarle el cuerpo, sería cuestión de suerte, por lo que incluso si cambiaba de cuerpo, nada me garantizaba que sería un cuerpo que me agradará.
    Aún así decidí intentar usar ese objeto, y para evitar problemas con la persona que se quede atrapada en mi cuerpo, tome la decisión de usar el objeto justo antes de comenzar mi vuelo de regreso a casa. Una vez que el avión cerró sus puertas y se nos informó que el viaje comenzaría para volver a mi país, utilicé el objeto, dejando al azar el cuerpo que a partir de ese momento se volvería mío pero asegurándome de que sea quien sea que se quede con mi cuerpo, no pueda hacer nada para intentar recuperar su vida o interponerse en mis planes.
    Por fortuna, mi plan funcionó tal como lo imagine; el objeto mágico sirvió de verdad y yo me quede en el país asiático como una bella mujer de este lugar; por desgracia mi suerte y mi plan solo sirvieron hasta ese momento, y aunque pude cambiar de cuerpos con una hermosa joven asiática, después de eso  todo fue en picada.
    El cuerpo del cual me apodere no estaba nada mal; tenía una larga cabellera castaña, con pechos grandes para las mujeres de este país, delgada, con baja estatura y una linda cara; para ser honesto el cuerpo que ahora era mío era bastante promedio en la mujeres de este país, pero eso no le restaba importancia a la fascinante oportunidad de volverme una mujer como siempre desee. Sin embargo, de inmediato me di cuenta que su linda carita era lo único bueno que tenía esta mujer.
    Después de darme cuenta que el intercambio de cuerpos realmente funcionó, me di cuenta que estaba sentada en una plaza con un pequeño bolso para dormir y otro bolso con escazas cosas personales, además estaba rodeada de chicos y chicas por igual en la misma situación, apenas dejando espacio para que las personas pudieran transitar por la zona.
    Había escuchado de este tipo de personas alguna vez, pero no pensé que yo me convertiría en una de ellas al tener el cuerpo que siempre soñé.
    Al parecer esta joven no tenía dinero, no tenía familia, no tenía amigos y tampoco tenía ni quería un trabajo, literalmente ella era una cara bonita que decidió vivir en las calles hasta que alguien se digne en escogerla para sacarla de este lugar y darle un hogar. Suena absurdo, pero es lo que ella decidió hacer tal como todas las personas que viven en este lugar; desde chicos que escaparon de casa, hasta chicas dispuestas a volverse esposas o novias dedicadas a hacer feliz a quien decida mantenerlas, tal como eligió hacer esta chica, y tal como tuve que hacer yo al quedarme atrapado con su vida.
    Vivir en las calles hasta que alguien me recoja no estaba en mis planes al volverme mujer, pero con cada día que pasaba la situación solo parecía peor para mi, y aunque la compañía no era tan mala, no me apunté a nada de esto cuando decidí intercambiar de cuerpos.
    Sin más remedio, tuve que comenzar a esforzarme en estar lo más linda posible y coquetear de forma muy directa con quienes pasaba para intentar que me eligieran y así cambiar mi destino. Por desgracia, mis intentos de coquetear con las mujeres que pasaban por aquí fue un rotundo fracaso, ninguna mujer quería estar con otra mujer, muchas veces ni siquiera volteaban a verme, por lo que de la peor manera posible entendí que mi objetivo no podía ser estar con otra mujer, y que si de verdad quería salir de esta situación, tendría que conseguirme a un hombre.
    Me tomó muchos días de dormir en las calles, comer lo que había, bañarme cuando pudiera y humillarme ante hombres y mujeres por una oportunidad de mejorar mi deprimente situación, la cual finalmente parecía tener un cambio para mejor cuando un apuesto hombre se me acerco.
    Ese hombre estaba dispuesto a pagar muy bien por mi compañía, y aunque el dinero era muy tentador, tuve que rechazarlo al decir que me gustaría algo más serio, lo cual llenó de intriga al apuesto caballero. No pensé que pudiera llegar tan lejos, así que no sabía muy bien como responder a sus preguntas, por lo que terminé diciendo que me gustaría convertirme en una esposa hogareña algún día y ser leal a mi marido, lo cual hizo sonreír al hombre y acariciar mi mejilla mientras decía que él estaba dispuesto a volver mi sueño realidad si me convertía en la esposa que él quería.
    Él estaba dispuesto a tomarme como su novia por unos días, si la cosa funcionaba podría extenderse más tiempo, y si las cosas mejoraban, estaría dispuesto a tomarme como su esposa, la idea era muy simple y directa, pero para llegar hasta una boda o tener un anillo, yo tendría que poner mucho esfuerzo de mi parte o de lo contrario él me devolvería a las calles para seguir buscando una buena esposa o una mujer buena con la que pasar el rato.
    Sin nada más que perder y una buena vida por ganar, decidí aceptar su oferta, yendo consigo a su casa donde mi tiempo de prueba como su novia comenzaría y determinaría si algún día podría volverme su esposa.
    No deje mi vida como hombre en otro país para volverme una asiática que se queda en casa haciendo tareas domésticas, pero dada mi situación no tenía otra alternativa, por lo que lavar y planchar la ropa, preparar la comida, tener limpia la casa y consentir a mi novio eran mis tareas de cada día, haciéndome sentir más como una sirvienta privada y no como su novia... algo de lo que nunca me he podido quejar, ni siquiera por los ridículos y humillantes atuendos que él me hace utilizar para cumplir con mis deberes de novia.
    Cuando vivía en las calles apenas tenía unos jeans desgastadas, algunas faldas y un par de vestidos, con maquillaje viejo y escaza ropa interior, por lo que ahora al tener "un hogar" y un armario lleno de ropa debería estar más agradecida... es solo que toda la ropa que tengo, en especial la ropa interior, no es más que lencería erótica y sensual para el deleite de mi novio...  también sé que es parte de mi trabajo, ser una chica linda y cuidar de la casa es todo lo que debo hacer ahora, pero incluso sabiendo eso, usar este tipo de ropa todo el tiempo cuando debo limpiar es cuando menos humillante para mi.
    Desde que llegué aquí tengo que usar toda clase de lencería; tangas, sostenes, medias de red, ligas, guantes largos, coordinados, faldas cortas, tacones altos y un largo más de cosas reveladoras a las que no terminó de acostumbrarme, en especial cuando mi novio llega y me encuentra en poca ropa, llenándome de halagos, besos y abrazos.
    Aún con todo el tiempo vistiendo estas cosas reveladoras no me siento segura, pero es utilizar esta ropa tan llamativa para mi novio o volver a las calles, por lo que la elección que debo tomar es bastante obvia.
    Han pasado algunos meses desde que ese dichoso objeto mágico me hizo cambiar de cuerpos, y aunque no hay ni rastros de ni anterior cuerpo tratando de encontrarme, no es que mi situación como mujer sea mucho mejor.
    Todavía no me acostumbro del todo a la ropa interior transparente y ajustada, y apenas salgo de casa si no es con mi novio, pero al menos he mejorado en todas mis labores dentro del hogar y mi pareja parece cada vez más contenta cuando está conmigo. No quiero ilusionarme o hacerme falsas esperanzas, pero parece que él se está enamorando de mi, por lo que dejar de ser su sirvienta para volverme su esposa o cambiar un poco la dinámica de nuestra relación es algo inminente, ya ansío que ese cambio llegue porque esto de limpiar la casa mientras estoy semi desnuda no es algo tan emocionante como lo parece. Supongo que mi novio sí que disfruta de verme así, pero estar así durante horas para él no me emociona tanto a mi.
    De cualquier manera, las cosas no han ido ni de lejos como yo espere al volver mi sueño realidad, pero tampoco han sido tan malas como podrían ser, ya no vivo en las calles, tengo un lindo hogar, ropa preciosa y una persona que trabaja día con día para mantenerme a su lado. No era la vida que imaginé, pero puede mejorar, quizás una vez que terminé mi tiempo de prueba como su novia nuestra relación también vaya a mejorar, y una vez que ese momento llegué podré comenzar a disfrutar un poco más de mi vida como mujer. No obstante, hasta que ese momento llegué, debo seguir utilizando la lencería favorita de mi novio para tener limpia la casa y preparar su platillo favorito; mi estofado le encanta, y la lencería blanca es su adoración, seguro que con hacer todo bien un poco más de tiempo, toda nuestra relación va a mejorar y así dejaré de ser su novia para convertirme en su feliz y orgullosa esposa.
Créditos a quien correspondan.

viernes, 4 de octubre de 2024

Yo soy el postre

    Finalmente ha llegado el día de la boda de la pesada de mi prima, con su carácter nunca imagine que de verdad hubiera un hombre que la quisiera por el resto de su vida, pero aparentemente lo hay y por voluntad propia se quiere casar con ella, pobre de él al no tener idea de en qué se está metiendo pero mejor para mí, puede que con ella casada tenga que pasar menos tiempo viéndola y soportando su presencia.
    Aunque ahora que digo eso de verla menos tiempo me preguntó ¿Dónde se habrá metido esa mujer? Se supone que la ceremonia está a punto de empezar y ella ni siquiera aparece, puede ser que se haya acobardado y no quiera unirse en sagrado matrimonio, lo cual es una lástima por todo el escándalo que harán las dos familias al no tener a la novia de la boda el día de la boda.
-El pastel...creo que si toda su celebración se arruina el pastel será lo de menos, no creo que a nadie le importe que falte una rebanada en comparación a que hace falta la novia-
    Me decía para detener la búsqueda de mi prima Berenice y cortar sin preocuparme una rebanada de su delicioso pastel, se veía excelente y al probarlo era todavía mejor dándome una sensación que nunca antes había tenido en la boca o cualquier parte de mi cuerpo. 
-¿Hum?-
    Expresé con la boca llena de otro bocado de pastel, al ver como de mi pecho se alzaban dos pechos cada vez más enormes para formar un busto grande y femenino el cual decidí ignorar para seguir comiendo lo cual solo me empeoró la situación.
    Mi culo engordo en un momento, mi cuerpo adelgazo y se hizo más pequeño, mis facciones cambiaron, mi cabello creció y hasta mi ropa cambió, todo sucedió tan fácil y rápido como si fuera pan comido cambiar de sexo a una persona. 
    Este cambio instantáneo no me convirtió en cualquier persona, me convirtió justo en la desaparecida novia que usaba un hermoso y atrevido conjunto blanco; guantes y medias, con un apretado liguero que conectaba con mi cintura, ajustándose en el traje de encaje escotado que tenía puesto lleno de moños rosas y accesorios que asemejaba fresas y crema pastelera. 
-¿Qué me ha-
-¡Hija!, ¿Dónde estabas?, ¿Y porque andas con tu lencería?, ¡Tienes que ponerte ya el vestido!-
    Intenté decir a mi tía que era un malentendido, que yo en realidad era su primo Leonardo y que me había transformado en Berenice al comer del pastel pero en su lugar de mis labios salió otra respuesta. 
-Perdón mamá, es que estoy muy nerviosa, hoy me volveré una esposa, una mujer casada y por absurdo que te parezca me sentí cómoda andando en mí lencería, es muy linda ¿No te parece?-
-Sí, es muy linda al igual que tú, con ese conjunto no dudo de que seas el postre de la luna de miel y que me des nietos pero eso en un futuro lejano, primero deberías disfrutar la vida a solas con tu esposo antes de tener hijos, aunque antes de eso hay que casarte y como dije, ya tenemos que ponerte el vestido. ¿Qué le paso al postre?-
-No tengo idea, quizás Leonardo habrá comido sin permiso y por eso se oculta, no podemos llevar el pastel de esta forma así que tendremos que conseguir otro de camino a la boda-
-Ese muchacho, no te preocupes, vamos al cuarto para ponerte aún más hermosa mientras tu padre y tía buscan como solucionar el desastre de Leonardo, seguramente podemos conseguir otro y luego castigar al irrespetuoso por sabotear tu gran día-
-No digas eso madre, hoy será el último día en que los vea en un largo tiempo, ya tendrá su merecido por el propio karma. Mejor hay que darnos prisa para la boda-
    Y con esas palabras saliendo de mi boca, usando la misma voz que mi prima, mi cuerpo transformado camino muy femenino hasta su habitación para hacer la lucha en ponerse el vestido de novia, dejándome atrapado sin voz ni voto en lo que aparentemente se volverá la noche de mi vida al casarme y tomar el lugar de mi prima en su boda. 
Créditos en la imagen.

lunes, 30 de septiembre de 2024

La elegida

-Por favor... por favor... no más... no puedo más-
    Decía de forma sumisa y suplicante la preciosa aspirante a modelo, siendo embestida vez tras vez por el hombre interesado en sus servicios.
-Claro que puedes, solo un poco más, jovencita. Ya casi quedo satisfecho de usar tu cuerpo.
    Sujetando desde atrás por las caderas a la chica, el hombre alto, musculoso y algo apuesto para su edad, también besaba el cuello de la joven, que aún si intentaba negarlo, disfrutaba del momento con aquel guapo hombre.
-En serio... ya no me interesa ser su modelo.... y tampoco... tampoco me interesa su otra extraña oferta-
    La sumisa respuesta de la chica iba acompañada de jadeos, algo que solo hizo sonreír al hombre que sin dudar dio una juguetona nalgada a la joven para murmurar cerca de su oído.
-Sin embargo, veo que sí te interesa mucho lo bien que te hago sentir, señorita. No te preocupes, tengo muchas experiencia con el cuerpo de una joven de tu edad, así que no tiene nada de malo que supliques por más-
    Ante esas palabras la modelo no pudo responder, el hombre tenía razón y de una manera sumamente precisa y placentera, la joven modelo estaba contenta, disfrutando por completo del sexo que tenía con aquel hombre maduro. El hombre era duro con ella, pero también muy seductor y tocaba todos sus puntos más delicados, provocando que la chica apenas pudiera mantenerse de pie al sostenerse de la pared.
-¿Cómo lo hace... señor?-
-¿"Hacer" que, señorita?-
    La joven se sonrojó un poco antes de responder.
-Ya sabe.... hacerlo tan bien...  mis novios nunca me habían hecho sentir como usted lo hace... debe ser un experto en hacer felices a las mujeres.... lo bien que me hace sentir vuelve muy tentadora su oferta y aceptar el trato que ofreció-
    Aquel hombre de cabello negro con algunas canas no podía sentirse más contento de escuchar esa respuesta, sintiéndose orgulloso que aún con su edad pudiera hacer babear de placer a las señoritas que encontraba en su camino, como la modelo que tiene ahora mismo, o las varias modelos más que poco a poco se han ido de su mansión en cuanto recuperaron el aliento.
-Muchas gracias, señorita. Tú tampoco lo haces mal, sin embargo, temó decir que alguien ya aceptó mi trato-
    Por un momento la mirada perdida en placer de la modelo se volvió una más alerta, tratando de mirar detrás de si misma para hablar con hombre con quien lo hacía.
-¿Alguien ya aceptó? Pero si todas las otras aspirantes a modelos se fueron, ¿Quién aceptó?-
    Una vez más el hombre solo sonrió, aumentando el ímpetu de sus embestidas para doblegar de inmediato en el placer a la última aspirante que restaba por estar completamente satisfecha.
-¿Acaso importa?, ¿No me digas que te estás arrepintiendo de tu decisión, señorita?-
-N-no.... no es eso... sigo... sigo sin creer que sea real... pero si lo es...-
    La joven de largo cabello oscuro, con un vestido desordenado y pensamientos aún más caóticos que su ropa, no pudo terminar de aclarar sus ideas puesto que su cuerpo le traicionó, llegando al clímax de su placer sin que pudiera controlarlo, soltando un largo gemido mientras su cuerpo se debilitaba y aquel maduro hombre la sostenía hasta dejarla descansar en una cama cercana.
-Así es, señorita. Si su idea era correcta, acabas de hacerlo con la chica elegida para quedarse con la vida del señor Bruce-
    Las palabras del hombre demostraban una mezcla de placer y malicia que por desgracia no tuvieron respuesta.
-¿Me escuchaste, señorita?, ¿No?, Cielos, parece que soy demasiado buena con esto, todas las chicas han acabado tendidas y sin aliento, eso me gusta-
    El hombre abrió su billetera, sacando un par de billetes de grandes cantidades para dejarlos junto a la exhausta aspirante a modelo y decir.
-Gracias por tu participación, pero no has ganado. Puedes ducharte e irte a casa, señorita-
    Dando una última nalgada juguetona a la joven, el maduro hombre Bruce no perdió tiempo y se acomodó la ropa para salir rumbo a la habitación contigua de donde unos gemidos no dejaban de salir, lanzando una pregunta directa a la dueña de los gemidos antes de siquiera entrar a la habitación.
-Nada mal para mi primer día, ¿No es así, Bruce?-
Créditos a quien correspondan.
    En la habitación aledaña donde Bruce llevaba horas divirtiéndose con muchas hermosas señoritas, se encontraba una chica fisgona que veía con deseo y detalle todo lo que el hombre hacía con sus candidatas, dándose placer por si misma sin despegar el ojo de lo que las múltiples parejas hacían en la otra habitación.
-Por lo que veo tú también te estás divirtiendo, ¿Qué te parece mi cuerpo de chica, Bruce?-
    Preguntaba con orgullo la joven dentro del cuerpo del hombre maduro, observando como su cuerpo anterior, se apoyaba contra la pared mientras sus dedos se movían sin parar bajo su ropa interior.
-Por favor... llámame, Marieta... incluso si estamos solos... debes acostumbrarte a tu nueva vida, Bruce-
    La joven de largo cabello oscuro intentaba reprender a su compañero y ser la voz de la razón en esa situación. Por desgracia, al estar tan concentrada dándose placer a si misma, sus palabras apenas podían entenderse, y lejos sonar como un regaño o una llamada de atención, sonaban como una preciosa suplica para seguir disfrutando de lo que estaba haciendo.
-Esta bien, ¿Todo bien con mi... tu cuerpo, Marieta?-
    Una sonrisa apareció en el rostro de la joven, no se sabía si era una sonrisa de alegría por obedecer sus ordenes, o una sonrisa de satisfacción por el placer que sentía, pero sea como sea, esa preciosa y pervertida escena era algo que ninguno de los dos podría olvidar.
-Mucho mejor de lo que espere-
    Respondió sumido en el placer el anterior Bruce, un hombre en sus 50 años, excéntrico,  multimillonario y que ahora poseía el cuerpo de Marieta, una joven hermosa y sensual que había sido la valiente elegida para intercambiar de cuerpos con Bruce.
    El día anterior, Bruce había llevado hasta una parte de su mansión a muchas jovencitas de preciosos cuerpos, lindas caras y atractivos atributos al ofrecerles becas de modelaje a quienes aprobaran su entrevista. Las jóvenes no dudaron de su palabra, pues el bueno de Bruce a lo largo de los años se había hecho de una buena reputación como multimillonario, por lo que si las chicas no conseguían la beca, al menos obtendrían dinero o buen rato con el apuesto hombre.
    Para sorpresa de todas y cada una de las aspirantes a modelo, durante sus entrevistas había una pregunta que no sabían como responder, por no decir que sus respuestas eran erróneas y les hacían ganar un "suerte para la próxima" o "yo te llamo".
    Sin embargo, entre todas esas chicas había una que respondió mejor de lo que esperaba Bruce, esa chica se llamaba Marieta, cuyo mejor rasgo era una cintura de reloj de arena, cabello largo y con el resto de sus atributos aceptables para Bruce.
    La pregunta que Marieta supo responder fue "¿Te gustaría ser yo?", todas las demás chicas pedían una explicación a la pregunta, pensaban que era una broma o nerviosamente respondían que no. Por su parte, al oír esa pregunta Marieta sonrió de forma pervertida, diciendo que sería todo un honor convertirse en un apuesto y maduro multimillonario para gastar su dinero como más quisiera y pasar sus días cogiéndose a cuanta chica preciosa se encontrará en su camino. Bruce solo esperaba que alguna de esas chicas dijera que sí, pero la respuesta explícita y detallada que dio Marieta fue justo lo que necesitó para estar seguro de darle su cuerpo y su vida a la señorita.
    De esa forma Bruce y Marieta acordaron los detalles de su intercambio, cerrando el trato cuando el hombre entregó un extraño y antiguó medallón a la chica, que una vez que se lo colocó, hizo que ambos cambiar de cuerpos entre ellos. Una vez que su intercambio se completó, ambos fieles a su palabra comenzaron a aprovechar sus cuerpos al momento; con Bruce llamando de nuevo a cada chica a su oficina para darles un premio de consolación, mientras que en la habitación contigua Marieta observaba todo y se satisfacía con cada cosa que las parejas hacía.
    Después de horas donde cada uno sacó el máximo provecho de su cuerpo de forma inmediata, Bruce y Marita se van las caras nuevamente, aunque la joven parece tener un poco más de energía que su contraparte mayor.
-¿Ya terminaste o necesitas ayuda?-
    Preguntaba Bruce al ver a su anterior cuerpo que poco a poco dejaba de jugar con su cuerpo al estar contenta.
-Unos minutos más... ya casi estoy lista... ¿Quieres hablar de los detalles de nuestro acuerdo? Pensé que te tomaría más tiempo tomar esa decisión-
    Decía casi sin aliento la joven, haciendo sonreír a su pareja.
-Estaba segura... seguro desde que acepté el medallón, así que en cuanto termines quiero hablar del resto de nuestros acuerdos, Marieta-
Créditos a quien correspondan.
    Los meses pasaron desde el intercambio de cuerpos entre Bruce y Marieta, quienes tal como habían prometido, no solo asumieron la vida uno del otro, también unieron sus vidas en matrimonio para apoyarse y seguir sacando los máximos beneficios.
    Bruce ha seguido su vida como hombre de negocios, haciendo algunas apuestas inteligentes que dieron grandes beneficios a su empresa, además de empezar su proceso de retiro poco a poco en la empresa para dejar sus funciones y responsabilidad a alguien más mientras él sigue siendo el dueño de la empresa y quien mayor ganancia obtiene por la misma. Dirigir la empresa fue un poco difícil al comienzo, pero gracias a la ayuda y consejos que Marieta le dio, el trabajo se volvió mucho más sencillo, dándole más tiempo a la amorosa pareja para estar juntos.
    Una vez que Marieta dejó de ayudar a su marido con las cosas del trabajo, su marido decidió que lo mejor para ella era volverse un ama de casa linda y obediente, que nunca se viera en la necesidad de pensar en las cosas complejas de la vida, todo lo que Marieta tenía que pensar era en como verse bonita y como tener muy satisfecho a su marido, tal como decía su acuerdo.
    Marieta no quería estudiar ni tampoco quería tener que volver a trabajar en su empresa al menos por unos años, quería descansar y tener placer todos los días, además que alguien que no fuera ella tenía que encargarse de todas las cosas complejas que hubiera en su día a día. Bruce aceptó todas estas peticiones a cambio de volverse la mejor esposa trofeo que un hombre pudiera desear, y bajo esa premisa, la pareja tuvo una boda y una aún mejor luna de miel.
    Desde entonces Bruce deposita dinero en las cuentas de Marieta, compra todos sus caprichos, la nombró heredera de su empresa y se asegura de que ella no tenga que pensar ni mover un dedo por si misma más allá de como verse bonita, algo que incluso ha ido cambiando según los deseos de Bruce que elige como se debe de vestir ella, como debe de hablar y como lo debe satisfacer cada día a cada momento, mientras que la obediente y rubia Marieta ha abrazado por completo esa vida, haciendo feliz cada día a su amado esposo, y ella siendo la mujer más feliz del mundo, gracias a tener la vida resuelta por su marido para que ella pueda relajarse, no pensar y disfrutar de ser la más hermosa esposa trofeo que pueda existir.
Créditos a quien correspondan.