Mostrando las entradas con la etiqueta Reencarnación. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Reencarnación. Mostrar todas las entradas

jueves, 6 de marzo de 2025

Adelena

-¡Te va otro cliente, Adelena!-
    Oía gritar a mi jefe, escuchando a su vez como los pasos de un hombre nervioso se acercaba hasta mi cuarto privado; complexión delgada, cabello largo, sin barba o algún rasgo que demuestre ser peculiar, un cliente más del montón que a menos que venga todos los días yo olvidaré en cuanto se marche de aquí; nada fuera de lo habitual, pero no por ello lo hace menos desagradable para mi.
-Oh, qué mujer, su cuerpo es tan lascivo y sexy, no puedo esperar más a que-
-Guarda silencio, escoria. No tienes derecho de hablarme. Tirate al piso-
    Contesté con desprecio en cuanto oí los comentarios sobre mi cuerpo, que sin importar lo muy acertados que fueran no eran mi culpa, cuando reencarne en este lugar no pedí ser una mujer, menos ser una tan alta y fuerte en comparación del promedio, por lo que sumando eso al diminuto atuendo que estoy usando para "mi trabajo" en este lugar, no puedo negar que tengo una imagen sexy y provocativa para toda la clientela, una bola de pervertidos atraídos por mi físico, por mi atuendo y por mi personalidad.
    Al despertarme en este extraño cuerpo, en un mundo aún más extraño, no me enteraba de nada; ni de que ocurría en este sitio, ni como o porque terminé aquí, y menos podía entender como es que acaba convertido en una mujer alta, poderosa y con un látigo en mano para defenderse de las adversidades de este lugar.
    Desperté en medio de un bosque con poca ropa y ese látigo con el cual me abrí paso ante las criaturas de fantasía que se ponían en mi camino, la mayoría eran criaturas inofensivas que se iban apenas me defendía. Sin embargo, el cansancio y el hambre eran mayores cada día, hasta pensé que podría morir de hambre o de fatiga si no encontraba una forma de volver a la normalidad, o al menos una forma de cuidar de las necesidades de mi nuevo cuerpo.
    Cuando pensé que todo estaba por terminar al no poder ahuyentar a una chica slime, mi suerte cambió con la repentina llegada de un hombre que no solo me salvó del peligro, también me dio comida y donde dormir para recuperar mis fuerzas, algo que agradecí mucho en aquel momento.
    En cuanto recuperé un poco de mis fuerzas pude hablar con ese sujeto, quien me hablaba sobre vivir aventuras, criaturas mágicas, un rey demonio y muchas cosas dignas de la mejor serie de fantasía, y que lejos de seguir siendo fantasía para mi, ahora eran parte de mi realidad en este mundo al cual no me quería enfrentar.
    Le explique al hombre que yo solo era un hombre común y corriente, que no era una aventurera o algo por el estilo, que solo quería recuperar la vida que ya conocía, y que estaría muy agradecido si él podía hacer algo para ayudarme.
    Para mi sorpresa, el hombre me creyó con mucha facilidad, incluso me dijo que no era raro oír de reencarnaciones, transformaciones o toda clase de cambios provenientes de la magia y las maldiciones, por lo que mi caso era uno más en este lugar. No obstante, tal como sucedía con muchos "reencarnados", volver a su cuerpo y a su mundo no era tan sencillo, y que a consciencia de ese hombre, él no conocía nada que haya sido capaz de volver a la normalidad, por lo que no podría ayudarme tanto como me gustaría.
    Lo único que podía hacer por mi era cuidarme unos días más para que yo siguiera mi camino, o por el contrario, volverme una más de sus empleadas. Resulta que ese hombre era un aventurero retirado, que no tuvo mejor idea que ganarse la vida con una especie de burdel para todo tipo de especies y criaturas en este lugar, por lo que si yo no quería arriesgarme la vida en aventuras, él podría darme trabajo en su lugar para ganarme la vida en un trabajo para el que nunca hay descanso.
    Tuve que pensarlo bastante en realidad, hacer ese tipo de trabajos no me generaba ninguna emoción o placer, pero morir a manos de alguna criaturas extraña de este lugar era mucho peor. Incluso si ahora yo era mujer, no quería ser sometida y sumisa noche tras noche, lo cual despertó una idea retorcida por parte del antiguo héroe, y es que gracias a mi físico poderoso, gran altura, cuerpo definido y el látigo que me había protegido estos días, el viejo aventurero me sugirió volverme una dominatrix en su burdel.
    Me quede un poco asqueado ante la idea, aunque no sería sometido, eso de someter a hombres pervertidos tampoco me hacía ilusión, hacerlo con otros hombres no estaba en mis planes ni en esta ni en la anterior ni en mi futura vida, pero por desgracia ese hombre era demasiado bueno con sus palabras. El antiguo aventurero supo endulzarme el oído, supo que decir y encontró la manera de motivarme, darle una oportunidad a esto, decir cuanto ganaría noche con noche al cubrir este trabajo donde solo debía azotar con mi látigo a algunos sujetos que deseaban ser castigados y humillados de forma física y verbal. Aún recuerdo algunas de sus palabras exactas a las que todavía no encuentro como refutar puesto que él tenía toda la razón: "Te pagarán por ser cruel y despiadada cuando estés con ellos, y sin importar que les hagas, cada vez te irá mejor."
    Esas palabras junto con el hecho de tener donde vivir y comer fueron todo lo que hizo falta para que aceptará este trabajo, al menos por ahora.
    Ha pasado un mes desde que empecé a trabajar, y aunque casi acabó con el dueño cuando me obligó a ponerme este ridículo, lascivo y apretado traje, debo admitir que es todo un éxito.
    En cuestión de días se esparció el rumor de que al fin había una dominatrix en este poblado, misma que no dudaba en mostrar su repulsión, castigar y dar órdenes en privado a todos sus clientes, siendo especialmente dura con los hombres pervertidos que día con día iban a visitarla. 
    Recuerdo que los primeros días tenía miedo de poder lastimar a los clientes o que se tomarán a mal lo que sea que fuera a decirles. Sin embargo, para mi asco y desgracia, cada cosa que yo hacía solo hacía que los clientes estuvieran más pervertidos y satisfechos conmigo, ¡Estaban como locos! Y sin importar cuanto intentará ser más dura con ellos, todos y cada uno de ellos solo pedía que fuera aún más lejos, un montón de causas perdidas ante las que me tuve que rendir y cumplir con sus más lascivos deseos.
    Sin embargo, y sin importar que hago esto día con día, de verdad que me cuesta creer como es que hay personas que disfrutan de todo esto. En este lugar y en muchos más hay súcubus, slimes, elfas, chicas vaca y todo tipo de razas para cumplir con todo tipo de deseos, y entre todas las posibilidades, Adelena la dominatrix ya se ha labrado un nombre al cumplir con cientos de fetiches y deseos a los clientes de estos lares.
    Supongo que es un poco más sencillo para mi cuando trabajo con mujeres, supongo que disfruto un poco más de jugar con estas pervertidas, las mujeres me siguen pareciendo muy atractivas aunque ahora yo sea una de ellas, pero sin importar lo lindas que sean, hay momentos en este lugar donde se vuelven locas, unas asquerosas pervertidas que solo yo puedo dominar, tal como sucede con hombres y criaturas mágicas a las que yo pongo en su lugar. Algo que no me hace sentir precisamente orgullosa o contenta.
    Al pensar en esto justo estoy trabajando con un cliente medio desnudo, aunque yo no puedo presumir de tener mucha ropa que me cubra, mi cliente esta tirado a mis pies, emocionado y salivando en cuanto sacudí mi látigo para castigarle, algo que solo lo hizo estar aún más ansioso por su supuesto castigo.
-Pobrecito. De verdad que me das asco, eres repugnante-
    Dije viéndolo con lástima y siendo sincero desde el fondo de mi corazón, teniendo una respuesta igual o más sincera que la mía de su parte.
-¡Sí! Lo sé muy bien, por eso merezco un castigo,¡Castigue me!-
    Di un pequeño suspiro y puntapié al tipo que sintió el golpe por mis duros tacones, aceptando eso como una pequeña nimiedad en comparación de su castigo principal.
-Tú no me das órdenes, las doy yo y me aseguraré de que lo entiendas-
    Con un triste suspiro más y algo de sudor recorriendo mi cuerpo por los sucesivos clientes, estaba listo para despachar a uno más hasta que aprendiera su lección o a mí me dejará de parecer repugnante, lo que sea que fuera a pasar primero en las próximas 3 horas que dura la sesión.
Créditos a quien correspondan.

viernes, 28 de febrero de 2025

MonsterMotel

-Oye, encanto ¿No quieres pasar un rato lindo conmigo? Te aseguro que no te arrepentirás-
    Le decía con un tono seductor al guapo y atractivo hombre de quien me sujetaba, abrazando con pasión y deseo su brazo para estar muy cerca de él, lo suficiente para que el hombre pudiera sentir mis pechos restregarse sobre su brazo y su cuerpo, abordando al joven de una manera descarada a la que casi no ponía resistencia mientras cambiaba la ruta que él estaba siguiendo para que ahora caminará conmigo hacía mi nuevo local donde tanto trabajo como soy la dueña.
-No estoy seguro, preciosa. Hay rumores de una chica alta y fuerte que domina a quien sea que le pongan y yo-
-Venga~ no seas tímido, corazón. No hay nada que ella pueda hacer que yo no haga mejor, ¿O acaso no te gustan mis pechos? No hay problema, puedo hacerlos más grandes o más pequeños según tus preferencias. Además, si lo que quieres es que una chica mala te azote, puedo hacer crecer mi cola para marcarte como solo mío, ¿Qué me dices?~
    Me separé de mi potencial cliente para inclinarme un poco y que así él pudiera deleitarse mirando mis pechos por el pronunciado escote de mi atuendo, un atuendo que parecía lencería encantadora, pero no lo era, ¿Verdad?
    Lo importante era que gracias a mi revelador y ajustado atuendo, solo tenía que moverme un poco y tocar mis pechos de vez en cuando para dar una escena aún más provocadora para mi cliente, a quien le daba un poco más de irresistible espectáculo al mover mi cola y mis caderas, haciendo así que el hombre pusiera cada vez menos resistencia a la idea de venir conmigo en lugar de con la competencia.
-Sí, es verdad. Supongo que estar contigo puede ser más divertido-
-No puede, cariño. Te prometo que lo será-
    Con malicia y determinación convencí a mi nuevo cliente de buscar mis servicios personales dentro de mi recién inaugurado establecimiento, el cual gozaba de una popularidad cada vez mayor gracias a mis chicas, y por supuesto que gracias a mi.
-De acuerdo, vayamos a tu lugar-
-¡Excelente elección, guapo~! Te prometo que no te arrepentirás.  Puedes pedirme o hacerme absolutamente todo lo que quieras, y yo estaré feliz de complacer hasta el más mínimo de tus deseos. No hay reto demasiado grande para mi, cariño~Así que no hay necesidad de ser cuidadoso-
    Aunque hizo su mejor esfuerzo en no demostrarlo, se veía el entusiasmos del hombre al oír que podía hacer conmigo todo lo que quisiera, una oferta que ni el más puro de los hombres podría rechazar.
-¿Estas segura de eso? ¿De verdad se puede lo que sea?-
-Por supuesto, cariño~ Puedes hacerme lo que sea y yo estaré muy contenta de satisfacer tus deseos. Estoy tan segura de que puedo hacerte feliz, que te volverás mi cliente habitual antes de darte cuenta~ Sería lindo de tu parte que también traigas a tus amigos, por cada uno les daré una recompensa especial~ 
    Justo como esperaba, mi nuevo cliente se estremeció con emoción ante mi propuesta, una a la que ya no se pudo resistir y aceleró un poco el paso para llegar a mi lugar de trabajo.
-Oye, solo para confirmar, ¿Eres una de las chicas de ese nuevo lugar? El MonsterMotel-
    Al oír la pregunta, no pude contener mi alegría y expresarla con una maliciosa sonrisa en la que sobresalían mis colmillos al mismo tiempo que mi cola con punta de corazón se comenzaba a sacudir.
-¡Así es, cariño~! Y me hace muy feliz que el nombre de mi motel comience a ser reconocido. Somos un poco nuevas en el negocio, pero te garantizo que todas mis chicas son excepcionales, y por supuesto que yo como la dueña del lugar soy la mejor~ 
    Con mi confesión el apuesto hombre no pudo ocultar su sorpresa, algo que me pareció tan divertido como emocionante, un buen juego previo a la diversión que nos esperaba.
-¿¡La misma dueña trabaja en ese sitio!?-
-Hay que poner el ejemplo, ¿No lo crees~? Para ser la jefa debo demostrar que estoy a la altura de este puesto, y cuando lleguemos a mi habitación no tendré problemas en demostrártelo a ti también, cariño~ ¿O prefieres comenzar aquí mismo?-
    Sin perder más tiempo y sin importarme que estuviéramos en un camino transitado, comencé a bajar los tirantes de mi ropa, mostrando algo más que mi escote ante mi sonrojado cliente que se apresuró en cubrirme antes de que alguien nos descubriera, algo que solo aumentó la emoción que tenía.
-¿Tan grande y todavía te da vergüenza~?-
    El hombre realmente se veía algo avergonzado, así que acaricie su mejilla, misma a la que le di un beso y le explique un pequeño detalle que se estaba olvidando.
 -Además, cariño~ Te daré un amable recordatorio: "Mi sitio" es muy especial, es una experiencia única con muchas criaturas que te atenderemos de la mejor y más atenta durante tu estadía, para eso están los moteles, ¿cierto? Solo somos unas chicas monstruo muy trabajadoras y hogareñas con nuestros clientes, para que cada que lo necesiten, puedan descansar un rato con nosotras~
    Parece que había dejado a mi hombre sin palabras, ya sea por avergonzarlo hace un momento, por mis indirectas muy directas, o por emocionarlo demasiado al hablarle del humilde hotel que dirijo con un montón de "chicas" tan especiales como yo.
-Venga~ Como será tú primera visita, te daré una ronda gratis~ Una súcubo  de alto rango como yo siempre tiene ánimos y energía para todo lo que quieran darme~ 
    Sin poder contener mis deseos por un momento, me acerque al pecho del hombre para restregarle mis pechos, abrazar su cintura y lamer su cuello hasta llegar a sus labios donde di un par de veces hasta separarme de él y comenzar a caminar hacía mi posada. 
-¿No se supone que las súcubos son criaturas malvadas?-
 -En absoluto, corazón~¿Por que le haría daño a alguien tan guapo? Además de tu dinero, yo solo tomó un poco de tu energía, la suficiente para que puedas mantenerte vigorizo y concentrado todo el día sin tener que preocuparte de que al caer la noche quieras "relajarte" por tu cuenta~ Nosotras solo nos llevamos lo que es negativo para ustedes, y que para las de mi especie es de lo mejor, ambos salimos ganando, ¿No crees~?-
    La explicación fue suficiente para que mi cliente me siguiera el paso muy de cerca, sin quitar la mirada de mis mejores rasgos los cuales son un deleite para hombres y mujeres por igual.
-Entonces eso es lo que hace... y tú eres una gran súcubo...-
-Agradezco los cumplidos, pero puedes llamarme Mistra~ y será un placer darte la bienvenida a mi motel~Si te doy un buen servicio, espero volver a tener tu visita~ 
-¡Quedo a su completo servicio, señorita Mistra!-
    Cuando dijo eso, el hombre dejó de resistirse a mis encantos y me cargó en sus brazos, algo que solo me emocionó aún más y demostré al abrazarlo de vuelta y juguetear con mi cola que tocaba todos los lugares que podía de mi ansioso cliente.
    Hace algún tiempo nunca podría haberme imaginado estar viviendo está situación en la que soy dueña y trabajadora de un distinguido lugar en crecimiento. Pero si nos remontamos aún más atrás, tampoco pude haber imaginado que después de morir yo reencarnaría en un mundo mágico como una criatura de fantasía, una desenfrenada súcubo que no podía hacerle frente a sus hormonas y a sus deseos por tener hombres en sus brazos cada noche. Ni siquiera pude procesar todo lo que me había sucedido y como terminé siendo una chica monstruo, cuando mi cuerpo ya había "sacado la energía" de un par de aventureros inexpertos que encontré en mi camino, dejando los vestigios de mi hombría pasada para tener encuentros fortuitos con hombres y mujeres por igual.
    Pase los primeros meses en este mundo acostumbrándome a mi cuerpo de súcubo, aceptando y disfrutando de las necesidades que tenía, mejorando cada noche hasta el punto que ningún viajero o aventurero se podría imaginar que la insaciable súcubo del bosque alguna vez fue un hombre.
    Fueron algunos meses muy intensos, pero eso fue hace mucho tiempo, y una vez que pude controlar mejor mi cuerpo y mis deseos, pude comenzar a hacer una nueva vida en este mundo mágico y de fantasía.
    El viaje fue largo, y puede que en algún momento me siente a reflexionar a consciencia como llegué hasta este punto en el que decidí asentarme y dirigir un motel lleno de chicas monstruo con las mismas necesidades que yo, y por supuesto con una historia de origen muy similar a la mía. Todavía no entiendo si solo fue suerte, cosa del destino, o si de alguna manera soy capaz de encontrar a chicas que han vivido una situación parecida a la mía y que buscan una nueva forma de comenzar su vida en este lugar.
    Sea como sea, la realidad es que nuestro motel está siendo todo un éxito con el cual podemos ayudar a los viajeros, aventureros y ciudadanos mientras ellos nos ayudan a nosotros a tener dinero, una vida tranquila, y por supuesto que también nos ayudan con la parte más importante al ser quienes logran satisfacer la mayoría de nuestros deseos, que como chicas monstruo, son bastantes más altos que los de las mujeres humanas.
    Ahora como Mistra, soy una súcubo poderosa y dueña de un motel de chicas monstruo con un gran deseo de hacer felices a nuestros clientes, logrando "relajar" a hombres y mujeres por igual durante todo el día y toda la noche, especialmente durante la noche.
    De solo recordar la noche anterior me emocionó aún más, y con algo de suerte mi nuevo cliente será capaz de satisfacer mis deseos mientras yo hago lo mismo con los suyos, ¡Ya no puedo esperar más! Y a unos cuantos metros de mi posada, me deleito con la idea de todo lo que mi caballero me hará.
Créditos a quien correspondan.

lunes, 27 de enero de 2025

La elegida de dios

    La luz resplandecía tanto que me dejaría cegada apenas salir de mi camerino desde el cual podía escuchar los ensordecedores gritos del público y los invitados, todo el pueblo me estaba esperando con aplausos, gritos y música para mi ansiado momento, porque incluso si yo solo era una herramienta, era la herramienta elegida por nuestro dios.
    Hoy finalmente es la ceremonia para venerar a nuestro más sagrado dios, el pueblo se ha reunido, hay un banquete gigantesco para todos, los músicos no dejan de tocar para que la gente baile y cante con alegría, mientras otros tantos del pueblo preparan los rituales tradicionales, todos métodos distintos pero muy apreciados por nuestra vanagloriada deidad. Sin embargo, si tuviera que destacar una labor para esta festividad, una tradición que es la favorita tanto del pueblo como de nuestro dios, sin dudar y sin presumir, esa sería mi labor.
    Cuando se me dio una segunda oportunidad de vivir, no imaginé que sería así, en un mundo de fantasía, llena de lujos, joyas y riquezas con la gloria y el mejor de los destinos si es que me esforzaba en conseguirlo, aunque para ello el primer gran esfuerzo que tenía que hacer era olvidarme de la vida que alguna vez tuve como hombre para enfocarme por completo en conocer la religión de este mundo, y en volverme una bailarina perfecta que respete hasta el más mínimo detalle de la danza, para que el día que nos visite nuestra máxima deidad, pueda sentirse orgullosa por mi dedicación a seguir las reglas que él no has dado.
    Supongo que sería exagerado llamarme a mi misma "monja", porque yo tengo reglas mucho más flexibles que ellas, pero sin duda he tenido que dedicar mucho tiempo de mi día a día en aprender al pie de la letra todas las creencias que hay en este lugar, usando mi "tiempo libre" para seguir fortaleciendo todas estas ideas que ahora conozco como la palma de mi mano.
    Además, lo que más me diferencia de una monja o una mujer dedicada plenamente a la iglesia, es que mi labor es mantener las danzas tradicionales que nuestras deidades disfrutaban, por lo que además de aprender las sagradas escrituras, también tuve que trabajar mi cuerpo para cumplir a la perfección con todas esas danzas que han pasado de generación en generación, siendo ahora mi turno de preservar esa cultura, y ser bendecida con la buena fortuna de que nuestra deidad venga en persona a observar mi danza, un hito histórico para nosotros, en el que después de nuestro dios, yo seré una pieza fundamental de este suceso.
    He dedicado toda mi vida para este momento, con mi piel blanca y pura por donde se me vea, con un traje ceremonial diseñado para está ocasión; de un rojo carmesí que solo se puede conseguir con magia, y portando adornos de oro y rubíes que solo los mejores herreros pueden forjar con los botines conseguidos por los aventureros más experimentados; mi cabello corto y oscuro estaba impecable, sostenido por una variante de tiara que solo la "doncella bailarina de los dioses" es digna de portar; me veía impresionante o al menos eso es lo que todos los de la iglesia me decían al mirarme, y que esperaba mi belleza y habilidades fueran dignas de la aprobación de nuestro poderoso y querido dios.
    Para haber sido un chico común de otro mundo, tengo que decir que la nueva vida no ha sido mala conmigo, hasta en los últimos momentos de mi anterior vida ese ser fue amable conmigo. No puedo recodar mucho de lo que pasó, solo sé que me morí de una forma injusta a palabras de ese ser, el mismo que me concedió otra oportunidad de vida en un mundo paralelo lleno de magia y criaturas de fantasía, en una época distinta a la que conocía para empezar de cero una nueva vida.
    Bajo la bendición de ese ser, yo "desperté" en un nuevo cuerpo, el de una pequeña niña huérfana al cuidado de la iglesia y que parecía estar destinada a cumplir con una profecía y así convertirme en la doncella bailarina de los dioses. Según las monjas y los sacerdotes con quienes he hablado, ellos me encontraron en las puerta de la iglesia tras ser abandonada, encontrando mi llegada y mi apariencia idénticas a las mencionadas en una profecía:
"La niña elegida será dejada en la iglesia
Es un regalo de nuestro Dios como muestra de amor
La niña crecerá y una doncella se volverá 
Bailando con fervor para nuestro protector" 
    Esa profecía la conozco desde que tengo memoria en este mundo, recordarla me hace sonreír en toda ocasión, esos versos los llevó en el corazón, y este día donde finalmente pueda ver a nuestro dios, quizás sea el día donde me de cuenta que él fue quien me trajo a este nuevo mundo, por lo que no solo sería una historia de nuestra religión, sería una verdadera profecía para la cual él me eligió.
    Las monjas y devotas de la iglesia me cuidaron y enseñaron de todo lo que sé, lo cual fue una verdadera bendición que me ayudó a conocer este mundo, el conocimiento de aquí, su basta cultura y su profunda devoción hacía su dios, mismo que podría ser el responsable de que yo tuviera esta segunda oportunidad de vida.
    Algunos días las lecciones eran muy duras, además que fue todo un proceso la maduración de mi cuerpo femenino, pero de nuevo, con ayuda de mi familia de la iglesia pude superar todo problema y salir del templo sagrado de vez en cuando para conocer más allá de los libros y las lecciones este mundo tan maravilloso.
    En la ciudad era muy respetada, después de todo soy la niña de la profecía y ahora como una jovencita cumplo con mi deber sagrado ante todos en el pueblo que siempre se alegra de verme llegar.
    Es curioso como no siento vergüenza o algo lascivo en usar estos atuendos, mis ropas ceremoniales son dignas de un disfraz muy rebuscado o atrevido en mi antiguo mundo, pero aquí es todo lo contrario, es un orgullo poder vestir lo que llevo yo y hasta el hombre más problemático me muestra un gran respeto al usar esto, no hay malicia, solo admiración, y naturalmente yo debo de estar a la altura de la situación.
    Han pasado 15 años desde que este se volvió mi cuerpo y este mundo mi nuevo hogar y todo gracias a esa deidad que me dio esta maravillosa oportunidad. 
    Desde el fondo de mi corazón no creo que me haya traído con esta intención de usarme, lo siento más bien como un gesto amable sin intenciones ocultas de su parte, e incluso si las hubiera es el Dios a quien fielmente creo y sirvo, no me quejaría si tuviera otro propósito planeado para mí, más bien lo aceptaría con orgullo feliz de complacer a mi salvador. 
    Pero hasta que mi Dios vuelva a verme, ahora como su leal servidora y me pida hacer algo para él, que él tenga un propósito más para mí, hasta que ese día llegué yo bailare las hermosas danzas que he aprendido y perfeccionado por años como un humilde homenaje para él y todo el pueblo que creemos ciegamente en él. 
    Ahí está. Finalmente mi señal llegó, el padre acabó con su rezo y recitó la profecía que marcaba el momento de mi aparición, salí con los pies desnudos, sacudiendo con gracia los adornos de oro y tela que llevaba en mi cuerpo, asemejando las colas y alas del legendario fénix que vuelve de la muerte, tal como hice yo.
    Las personas aplaudían y gritaban con euforia al mirarme danzar, un hermoso acto se extendió por minutos llenos de alegría y pasión hasta que una campana marcó el silencio total. Tal como lo esperaba, una fuerte luz me iluminó hasta el punto de cegarme un momento frente a todo el pueblo, pero con solo dar unos pasos hacía adelante, aquel rayo de luz que pasaba por el ventanal no hacía más que resaltar mi imagen digna de ser la elegida de Dios.
    A pesar de la creciente emoción de hace unos momentos, todos seguíamos en silencio, una generosa muestra de respeto para nuestra deidad, quien finalmente me dio su aprobación para seguir con la danza cuando todas las campanas del pueblo sonaron y las aves volaron, indicando de paso que ya se hacía presente frente a todos nosotros. En ese momento estaba ansiosa por conocerlo, ver su rostro una vez más y después de muchos años, descubrir si ese dios fue el mismo que me salvó para tener una nueva vida en este lugar.
    Sin embargo, hacer eso solo sería un acto egoísta de mi parte, yo tenía un deber por delante, y a pesar de todos los sentimientos que podía tener, en cuanto comenzaron a sonar las campanas en compañía de la música, yo retome mi humilde acto de devoción con la danza más preciosa para los presente del pueblo y esperando también, la presencia de nuestro todopoderoso señor.
    Mi danza continuará por unas horas más, además que al haber alcanzado la mayoría de edad en este reino, yo seré la encargada de dar el banquete y ceremonia de cierre a esta celebración, pero primero entregaré toda mi alma en los movimientos y rutinas que he aprendido durante tantos años, es mi prueba definitiva de cuanto amor le tengo a mi nueva vida como la elegida de dios, a quien espero finalmente darle las gracias cara a cara después de todo lo que él me regaló.
Créditos a quien correspondan.

martes, 21 de enero de 2025

Anastasia y Emilia

    Anastasia D. Loveheart es la hija mayor de su dinastía, con 21 años recién cumplidos no sólo es graduada de una prestigiosa universidad, sino que también tiene un posgrado y muy pronto será una jefa del área médica de hospitales en la ciudad, un hito cuando menos sorprendente. Su futuro es muy prometedor y sin aparentes distracciones, ya que el amor carnal no está en sus planes a futuro próximo ni tampoco ha demostrado alguna clase de interés en formar una familia, Anastasia ha rechazado múltiples matrimonios de gente exitosa y adinerada, argumentando en cada ocasión que ella no quiere que la reconozcan por ser la mujer de un hombre importante, ella quiera y será la mujer más importante de la que todos hablan y con quien más de alguno quisiera estar.
    A lado de la rubia Anastasia, se encuentra su mejor amiga y prácticamente hermana por todo el tiempo que han pasado juntas, ella es Emilia C. Woods una joven de 22 años con ligera altura, busto y notas más altas que su hermana no sanguínea. Emilia también es la hermana mayor de su dinastía y tiene una gran carrera en política, rumores dicen que si quisiera podría ser la próxima y más joven presidenta a nivel mundial, pero su vocación no está ahí, ella es mucho más feliz emitiendo leyes y juicios que ayuden a las personas para estar en un mundo mejor, dejando la presidencia como un ambicioso plan para el futuro lejano.
    Ambas jóvenes buscan y luchan por un mundo mejor, son el orgullo de sus familias con gran belleza, cerebro y valor, modelos que rozan en la perfección que se busca en el ser humano, y que no es una exageración llamarlas "genios de la época". Aunque también se debe señalar que este par de genios, no es la primera vez dominan en una época.
Créditos a quien correspondan.
    Ambas jóvenes prodigio viven juntas en un departamento privado desde que alcanzaron la mayoría de edad, el dinero no era problema y la responsabilidad mucho menos, ambas eran adultas que podían funcionar perfectamente sin supervisión de nadie más, cosa que era lo que más querían ya que tras tanta perfección había un secreto de las dos chicas que compartían entre ellas.
-Jajajaja que loco, no puedo creer que ese tipo creyera que podía salir contigo-
-No te burles de él, no es el primero ni el último que se enamora de mis encantos, pero igual que a todos "No estoy dispuesta a una relación porque mi trabajo es mucho más importante" jajajaja-
-¡Oye! Al menos los rechazas al momento, sería mucho peor ilusionarlos-
-Ni aunque quisiera podría hacer eso, nunca seré ese tipo de chica ¡Espera! Ni siquiera somos chicas-
    Las risas de ambas estallaron como nunca gracias al chiste que hizo la pelinegra durante la charla empezada por su amiga rubia que tan pronto como llegaron a su hogar y cerraron la puerta se empezaron a desnudar lanzando la falda y sostén mientras hablaban con una sorprendente naturalidad que contrastaba de forma abrupta con todo lo que ambas jóvenes representaban de cara al público. 
-De verdad que no me canso de imaginarlo, me siento mal por el chico pero ninguna podría tener un amorío con un hombre, puede que hayamos reencarnado como señoritas y nos portemos como unas damas, pero no tenemos ese gusto por los chicos-
    Decía entre risas Anastasia D. Loveheart, también conocida en su anterior vida como Bruce D. Loveheart, quien en realidad sería el tatarabuelo de la genio de cabello dorado.
-Ni que lo digas, no hay tiempo para chicos ni chicas si queremos cambiar el mundo, o cuando menos incrementa el legado de nuestras familias-
    Respondió entre carcajadas Emilia, quien hace muchos años fue Esteban C. Woods, el más destacado miembro de su familia e íntimo amigo de Bruce. 
    Este par de familias ricas tenían un gran secreto en su poder, el control de la hechicería. No lo usaban para tener suerte a su favor o maldecir a las personas, no lo consideraban justo en esos aspectos, pero sí que lo usaban para traer a la vida en cuerpo más jóvenes a los grandes y más destacados miembros que habían pasado a mejor vida o estaban a punto de hacerlo.
    Con un par de generaciones no tan destacadas en ningún aspecto importante, los Woods decidieron traer al mejor de ellos en la forma de una pequeña niña que sabía todo lo de su anterior vida, por lo que Esteban C. Woods reencarnaría en la primera niña de la siguiente generación.
    Siguiendo sus pasos, los Loveheart querían volverse aún más cercanos a los Woods, y no había mejor manera de cuidar su estrecha relación que preparando al muy anciano Bruce D. Loveheart para tomar control del próximo bebé de la familia, el cual no era otro que la joven Anastasia.
    Tal como lo habían planeado, ambas familias usaron sus respectivos dominios de las artes mágicas para traer al mundo a dos eminencias de sus respectivas familias, dándoles la oportunidad a Bruce y Esteban de volver a encontrarse en la vida, está vez ambos como chicas. De esa manera, con el pasar de los años Anastasia y Emilia se hicieron más unidas que en su vida previa, y se abrieron camino en el mundo moderno de una forma extremadamente fácil. 
    A ojos de toda la sociedad, ambas niñas eran unas genios asombrosas, unas prodigios de época, lo cual no era del todo cierto, puesto que esas aparentes niñas solo eran "genios" porque recordaban todo lo de sus vidas pasadas, expandiendo sus ya destacadas habilidades con los conocimientos y técnicas de la época actual mientras se adecuaban a la vida de mujer que les brindaba su nuevo cuerpo e identidad.
    Su enorme éxito de estas jóvenes se debe a ese pequeño secreto familiar que ambas chicas resguardan con mucha cautela, ocultándolo con recelo hasta de algunos miembros de la familia que no saben la verdad detrás de Anastasia y Emilia.
    No obstante de la vida ideal que han estado viviendo por más de 20 años, de vez en cuando Anastasia y Emilia no pueden evitar retomar sus viejos hábitos, comportándose como hombres y amigos de toda la vida solamente en la reforzada privacidad de su hogar. La menor de las preocupaciones de estas jóvenes es que algún pervertido vea sus pechos o sus indiscretas prendas íntimas, o que ellas por accidente revelen sus cuerpos más de los debidos ante algún vecino. Lo más importante para las mejores amigas es que nadie descubra su secreto, nadie debe saber quienes son en realidad, pero con tanta presión que las jóvenes cargan debido al peso de sus familias, es inevitable que muy de vez en cuando los hombres quieran descansar y ser hombres en la privacidad de su hogar.
-¿Qué harás, Emilia? ¿Tienes algún trabajo pendiente?-
-Para nada, terminé todo hasta dentro de 2 semanas, ¿Qué hay de ti?-
-Tampoco tengo nada, son mis días de descanso antes de volverme la jefa y una vez que lo sea, pocas personas podrán darme órdenes-
-Eso es genial, y más importante, eso nos deja libres por el resto del día ¿Estas de acuerdo en pedir comida a domicilio y ver una película o jugar algo, Anastasia?-
-Suena perfecto, quiero pizza y sabes que no soy muy fan de los videojuegos modernos como tú, pero si no tienes miedo a perder en damas chinas o ajedrez, aceptó una noche de juegos-
-Perdón, cuando yo nací no existían esas cosas, y cuando existieron, nunca tuvimos tiempo de probarlas. Así que ahora disfruto de las modernidades un poco más que tú, pero vale, te enseñaré porque soy la hermana mayor y te derrotaré en cualquier juego o videojuego-
-Sigue soñando, señorita Woods. Te dejaré en bancarrota antes de que puedas notarlo-
-Suenas muy confiada, señorita Loveheart. Así que ¿Apostamos? No la fortuna familiar, pero si podríamos apostar y quien pierda será quien pague la cena-
-Perfecto por mi, pediré un montón de cosas cuando me invites, pero antes quiero tomar un baño ¿Vienes?-
-Por supuesto, señorita-
    Así entre risas y juegos en privado, los hombres actúan como hombres cuando tienen la oportunidad dentro de casa, y una vez que salen del departamento, ambas señoritas se comportan tal como deberían hacerlo, como todas unas damas brillantes y encargadas de llevar en alto el apellido y estandarte de sus familias.
Créditos a quien correspondan.

lunes, 6 de enero de 2025

Chica vaca

    Maldición ¿Cómo es que pude terminar de esta forma tan patética? No soy más un hombre, ahora soy una chica. Peor aún, ni siquiera soy una chica ordinaria, soy una maldita chica vaca que no puede moverse libremente ni pensar por su propia cuenta, con este cuerpo y en esta manera todo lo que puedo hacer es obedecer a ese tonto granjero quien ahora es mi dueño, mismo que me obliga a salir de "paseo" para que todos sus clientes puedan verme. De esa manera todos los clientes sabrán de que clase de chica vaca salió esa leche, que por desgracia para mi, parece ser de las preferidas por todos en el pueblo debido a su sabor delicioso y cremoso cuando está recién exprimida. Ese es uno de los motivos por el cual el dueño me obliga a salir por todo el pueblo con él ofreciendo "mi producto", otros motivos por las cuales me arrastra con él es para castigarme e intentar disciplinarme a base de la humillación, algo que por desgracia a veces da mejores resultados de los que me gustaría reconocer.
    Todo esto sucedió tan de repente que todavía me cuesta creer que es la realidad, puesto que antes de que pudiera procesarlo, yo me había convertido en está extraña semi humana.
    Recuerdo que yo iba de regreso a mi departamento muy tarde por la noche, agotado de tanto trabajo y deseando poder empezar de nuevo en alguna otra compañía o empleo. Cuando de repente la inmensa oscuridad de la noche se iluminó por unas farolas por encima de mi cabeza, las cuales a su vez reflejaban algo muy brillante en el suelo.
    Al agacharme para recoger ese objeto brillante me sentí decepcionado al ver que solo era una tiara, que por muy brillante que fuera, no me parecía fuera algo valiosa ni mucho menos algo que de lo cual pudiera sacarle provecho. Por desgracia, esos pensamientos en contra de la tiara cambiaron de un momento a otro.
    Cuando me di cuenta que solo era una tiara para chicas, la arroje al suelo nuevamente y seguí con mi camino, o al menos esa era mi intención hasta que mi cuerpo se paralizó y todo se volvió aún más negro de lo que ya era.
    No me dolía el cuerpo ni un poco, pero de igual manera no podía mover ni una de mis extremidades ni aunque fuera un poco, estaba completamente paralizado en la oscuridad sin poder ver completamente lo que le ocurría a mi cuerpo y a mi ropa.
    En medio de la inmensa oscuridad pude ver un poco y sentir como mi ropa caía al suelo haciéndose añicos hasta quedar desnudo por completo, y en cuanto toda mi ropa desapareció, las cosas solo fueron a peor.
    Pude ver como mis caderas crecían, se estaban ensanchando y tomando una forma muy distinta a la que ya tenían, al mismo tiempo que mi trasero me hormigueaba, al igual que se ponía más redondo y más pesado, mucho más de lo que me gustaría imaginar. 
    En el momento que mi trasero y mis caderas dejaron de crecer pensé que todo había terminado, pero por desgracia no fue así, y aquel hormigueo en mi trasero se intensificó un poco más al sentir como algo me crecía en la parte más baja de la espalda antes de llegar a mi trasero. Cuando esa cosa terminó de salir de mi, pude sentir como se movía y como la punta tenía un poco de pelo que me hacía cosquillear los glúteos y los muslos.
    Luego los cambios comenzaron a presentarse en mis piernas, las cuales no solo se volvieron más pequeñas y de grandes muslos, también se volvieron extremamente débiles hasta el punto de no poder mantenerme de pie por mi mismo y hacerme caer de rodillas en esa noche fría y oscura.
    Después de que mis piernas, mi trasero y mi cintura se modelarán de una forma muy distinta a la mía, mis brazos le siguieron al perder mucho de su musculo hasta volverse pequeños brazos delgados y finos, dejándome sentir en mis diminutos hombros algo caía sobre ellos, ese "algo" no era otra cosa más que mi nuevo y largo cabello que no dejo de crecer hasta llegar a mis hombros donde pude apreciar el color albino que tenía y un enorme flequillo que podía cubrir mis ojos por completo para bloquearme la vista.
    A pesar de que no podía verlo, y a la fecha sigo sin poder verlo, estaba seguro que en esos momentos mi rostro también se transformó en un bastante distinto, con facciones más finas y suaves, que según las personas que me ven o hablan de mi, son facciones muy lindas y muy pervertidas cuando estoy siendo ordeñada. Un rumor horrible y humillante que suelo escuchar de mi, es que mis expresiones se vuelven más pervertidas cuando me ordeñan, y entre más lasciva sea mi expresión mejor sabor tendrá lo que produzco, algo que bajo ningún concepto me gustaría poner a prueba o descubrir la realidad.
    Otra cosa más que cambio en mi cuerpo y que no quiero averiguar cuanto fue que cambio, fue mi pecho, que con una creciente picazón en los pectorales, estos empezaron a aumentar más y más su tamaño, volviéndose muy grandes y suaves, con los pezones duros por el frío y sintiendo como la brisa nocturna pasaba sobre ellos haciéndolos sacudir de manera exagerada. No sé si es por su gran tamaño o alguna clase de rasgos extraño de mi nueva raza, pero el tamaño de mis pechos parece irreal al igual     que la formaba en que se mueven a cada "paso" que tengo que dar.
    Para el momento en que todo mi cuerpo se transformó en una forma femenina, de la nada comenzó a aparecerme "ropa" que poco o nada ayudaron a sentirme menos humillada o protegida del inmenso frío de la noche. El atuendo que en mi cuerpo apareció era cuando menos patético, constando solo de un par de calcetas largas y unos guantes que casi llegaban a mis hombros, ambos de color blanco con manchas negras por todos lados para imitar el aspecto más clásico de una vaca 
    Todavía acostumbrándome a la escaza ropa ajustada que apareció en mi cuerpo, sentí como algo más aparecía en mi cuerpo, era un poco duro y grueso, además con el viento emitía un sonido, por lo que entendí que ahora yo estaba utilizando un enorme y grueso collar con un aún más grande cencerro que siempre anuncia mis movimientos o cada paso que pueda dar.
    Por último, sentí aparecer algo más sobre mi cabeza, y aunque sigo sin poder ver que tengo puesto realmente, asumo que estoy utilizando la misma tiara que había desechado aquella noche oscura. Es un presentimiento que no puedo ignorar, y aunque de verdad me esfuerzo en no pensarlo, cada tanto vuelve a mi cabeza la idea de que esa tiara que encontré y tiré es la responsable de cambiar mi vida para siempre.
    Una vez que mi transformación terminó, y aunque no del todo, ya estaba en condiciones de mover mi cuerpo... estando de rodillas y apoyándome con las manos, pero incluso si era gateando, al menos ya podía moverme por mi cuenta.
    La oscuridad que parecía interminable de repente cambió, cegándome por un instante cuando una puerta se abrió y me mostró a quien en este mundo se convirtió en "mi amo", un apuesto y musculoso granjero que tras acariciar mi cabello, puso una cuerda en mi collar y me forzó a salir del oscuro establo donde yo aparecí, revelando para mi un mundo de fantasía lleno de criaturas fantásticas e historias maravillosas.
    Por desgracia, una vez más, esas cosas espectaculares no eran para mi, ya que al reencarnar en este mundo lo hice como una chica monstruo del tipo vaca, por lo cual mi mejor y único atributo es producir leche deliciosa que ayuda a crear pociones curativas y platillos muy sabrosos.
    Desde entonces no estoy muy segura de cuanto tiempo ha transcurrido, estimo que han pasado algunos meses debido, unos tres meses, y aún con todo ese tiempo viviendo como una chica vaca más del ganado, no he podido acostumbrarme a esta vida, y dudo mucho que algún día pueda aceptar esto como mi vida.
    Yo quiero volver a ser un humano, sé que me quejaba del trabajo pero lo que me sucedió me parece excesivo, yo no pedí nada de esto, y por muchos elogios que me hagan las personas del pueblo o el granjero, me rehusó completamente a aceptar que el resto de mis días voy a pasarlos como una chica vaca tetona que anda semi desnuda por todo el pueblo para ser ordeñada frente a todo el mundo.
    No quiero seguir saliendo desnudo cada mañana para que un montón de desconocidos vean mis tetas casi tocar el suelo o mis caderas balancearse, tampoco deseo que toque, azoten o acaricien mi cuerpo sin siquiera preguntarme, más de una vez han azotado mi trasero o jalado mi cola sin que pueda detenerlos, ya que apenas moverme o intentar hablar el granjero jala de mi correa para obligarme a estar en silencio mientras trabaja con mi cuerpo.
    Lo peor es el trabajo, odio que el granjero me toque y me ordeñe como si nada... sé que soy su pertenencia ahora, y también sé que discuto con el todo el tiempo por intentar escaparme o negarme a "trabajar", pero a pesar de todas esas protestas diarias y que le digo que no me ordeñe frente a todo el mundo. Cuando él pone sus manos en mis pechos para acariciarlos y después de preparar mi cuerpo tirar de mis pezones, no puedo evitar soltar un montón de gemidos, estremecerme, disfrutarlo, pedirle que sea más duro conmigo y finalmente comenzar a dejar salir la leche más cotizada por todos en el pueblo. Sin importar cuanto me intente negar, a la hora de la verdad no puedo evitar disfrutar demasiado ser ordeñada, es el placer más grande que he experimentado en ambas vidas, me pone la mente en blanco y me hace babear y sonreír mientras agradezco al granjero por ordeñarme y a los clientes por beber mi producto. Dándome la oportunidad de volver a pensar con claridad hasta varios minutos después y repetir el proceso, tal como sucede ahora.
    Esta mañana el granjero y yo salimos a nuestro recorrido habitual, y después de nuestra pelea habitual, y después de hacerme babear por todo el placer que me produce ser ordeñada, finalmente estoy volviendo a pensar con un poco más de claridad hasta antes de llegar con el siguiente cliente ansioso de beber mi leche deliciosa y especial.
    Al pensarlo, definitivamente no quiero quedarme con esta forma de vida en la que soy una chica monstruo de ganado, pero al dejarme llevar por el placer de ser ordeñada, pensar que puedo dejar de experimentar este placer es algo que de igual forma me aterra.
    Tarde o temprano, en algún momento en el futuro, encontraré la forma de recuperar mi vida y volver a la normalidad en mi mundo real, tal vez si logró escapar y hablar con alguna bruja o criatura mágica de este lugar puedan ayudarme, o si logro quitarme la tiara de la cabeza tal vez pueda volver a la vida que conocía, pero hasta que logré encontrar la forma de recuperar todo eso que perdí, no tengo más remedio que disfrutar y no perderme por completo en el inmenso placer que siento gracias a ser una chica vaca. Sé que será complicado, en especial porque con cada día el placer parece aumentar, pero si no sucumbo completamente al embriagante placer que me produce ser ordeñada para que todos en el pueblo puedan beber de mi deliciosa leche y jugar con mi cuerpo, si no me rindo ante todas esas cosas maravillosas, estoy segura de que en algún momento dejaré de ser una vaca lechera más en este mundo para volver a la normalidad.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 26 de diciembre de 2024

La ovejita

-Oh, ¿Mi ovejita ha engordado últimamente? Quizás debería ser más cuidadoso con su alimentación-
-A-amo...basta...-
-No te avergüences, me encanta que te veas así. Te hace ver aún mejor-
    Respondió mi amo besando mi mejilla mientras me abrazaba por detrás, aunque más bien sujetaba mis llantitas cerca de mis caderas que últimamente estaban creciendo y que me da mucha vergüenza tener a pesar de que el amo lo está disfrutando.
    Cuando reencarne en este mundo mágico no imaginé que sería de esta manera, pensé que tendría la vida de un valioso guerrero con increíble potencial para vencer a todas las fuerzas del mal que se avecinan a estas tierras y que me lo agradezcan con un banquete tras cada intento de conquista que yo rechazaría.
    Pero no, en su lugar desperté en una cama dentro de un pequeño corral, con pechos enormes y vistiendo ropas muy simples y cortas, despertando no sólo como una chica sino como una chica monstruo. No soy humana, al menos no del todo y los cuernos, orejas y cola de oveja en mi nuevo cuerpo femenino eran una excelente prueba de ello, no son de adorno, estas cosas demuestran que soy un buen espécimen de mi raza, ya que según mi amo, no a todas las chicas ovejas le crecen los cuernos tan largos como a mí.
    Por eso motivo el amo está algo encaprichado conmigo desde que llegué a este mundo; todo el tiempo me peina, me baña, cuida de mí y me alimenta, cosas que por ser una holgazán terminé por aceptar y viviendo ahora sus consecuencias al sentir como jugaba con las muestras de que tenía unos kilos de sobra.
    Aunque sé que tengo cierta responsabilidad, no todo mi cambio es mi culpa, no puedo salir del establo porque hay hombres lobo u otras bestias que en el mejor de los casos me matarían, en el peor me harían su hembra a la fuerza. Mi idea de ser el héroe de otro mundo se vio totalmente retorcida al reencarnar en otro mundo como una chica monstruo de una de las clases más bajas, y que sufren mucho viviendo por su cuenta, tal como me sucede ahora al vivir o depender del dueño de este establo.
-Que linda te ves tan rojita, ovejita. Apuesto que de venderte podría sacar 5 veces más de lo que gano normalmente-
-No...amo, me pondré a hacer ejercicio hasta recuperar mi figura pero no me venda...no quiero ser comida-
-Ahora que lo pienso en serio que te he consentido, se supone que te vendería apenas crecieras pero en su lugar te he cuidado mucho mucho más ¿Verdad?-
    Presionó mi pancita haciéndome gritar y estremecerme por completo aunque ni de broma me movería de ahí, es mi amo después de todo y está en su derecho de hacer conmigo lo que quiera.
-Sí, amo...perdone por ser una consentida-
-No te preocupes, me encanta así como eres, tan linda y tierna, incluso con esta figura me pareces más atractiva que antes-
-¿D-de verdad?-
    Muchas veces el granjero bromeaba conmigo o sobre mi, en especial desde mi cambio de una figura esbelta por una más llenita y regordeta, pero en está ocasión podía sentir algo de confianza en sus palabras y por muy vergonzoso que eso fuera, también me pude sentir un poco alagada de ser recibida tal como soy ahora.
-No harás ejercicio, o al menos no tanto para bajar mucho de peso y verte como antes, me gustas tal como estas así que nunca te venderé, seguiré dándote lo mismo para comer y te cuidaré como siempre. A cambio de eso, dejarás de ser una chica de ganado para ayudarme con las labores de la granja y a vigilar al resto de chicas monstruo, ¿te parece bien?-
-¿Esta seguro de eso, amo?-
-Por supuesto, con lo atenta que eres, pocas chicas se negarán a obedecerte. Por si no lo habías notado ya has hecho una gran reputación-
    Sus palabras me sorprendieron un poco, quiero decir, yo habló mucho con el resto de chicas monstruo, a veces les ayudó a resolver sus disputas, ser una intermediaria o hablar con el granjero sobre que les gustaría a ellas, nada más. Pensé que hacer eso era muy normal o que nadie lo notaría, pero si el granjero lo está diciendo, supongo que no he pasado tan desapercibida como lo imaginaba.
-V-vale, amo... Si esta seguro, podría ayudarle a cuidar del resto de chicas-
-Genial, ovejita. Desde ahora serás la segunda al mando aquí, así que cuida bien de todas y todos como yo cuido de ti-
    El granjero, mi amo, siguió jugando con mi cuerpo mientras yo ardía de vergüenza al sentir sus grandes manos sobre mi barriga y pensando que la vida como un guerrero que imaginé nunca sucedería, en especial ahora que he aceptado volverme una asistente del granjero para ayudar con el resto de chicas monstruo a las que ahora pertenezco.
    Si me detengo a pensarlo, supongo que puedo ayudar de una forma distinta a la que imaginé; puede que no defienda a grandes aldeas pero ahora como una asistente del granjero, tengo que cuidar a las chicas del establo, y en lugar de tener grandes tesoros por mis hazañas, tendré muchos mimos, ropa y alimento del querido amo que siempre cuida de mi... Aunque sigo creyendo que cuida mucho de mi, destacando la hora de comer, pero si al amo le gusta verme así, ¿Qué se le puede hacer?
    Sí, estoy segura que puedo hacerlo, aun con unos kilos de más el amo me adora y yo a él y esta segunda vida que me fue concedida en un mundo de fantasía, así que no puedo fallarle y cuidaré de todos como la segunda al mando que ahora soy.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 14 de noviembre de 2024

La antílope

-¡Oh! Ella es genial, tiene grandes cuernos, un cabello corto que no tape su vista además de un buen rabo y piernas sexys y poderosas, ¡Ella lo tiene todo!-
-Muchas gracias por decirlo, sus piernas se ven así porque es una gran atleta, es muy difícil que se canse y es más veloz que muchos de mis mejores caballos-
-¿En serio? Pero no sólo importa su eficacia, también importa su apariencia ¿Puedo tocar?-
-Adelante-
    Hasta ahora me mantuve en silencio escuchando la conversación de la ovejita consentida por el granjero y un cliente más que interesado en tenerme, algo que realmente no me desagradaba, por lo que de forma obediente me acerque al granjero y levanté un poco mi blusa para que él pudiera tocar todo lo que quisiera. Además de en mis piernas, parecía muy contento de mi vientre plano y marcado, se notaba su interés en mis capacidades físicas y mi excelente forma atlética, algo que se volvió normal para mi desde que comencé con este nuevo estilo de vida.
    ¿Cuándo fue que comencé con esto con exactitud? No lo recuerdo muy bien, pero yo diría que fue al poco tiempo de reencarna como una chica monstruo en este mundo de fantasía.
    Lo último que recuerdo de mi anterior vida es que yo era un chico algo ordinario, pero mi mayor característica era mi afición a los deportes, era bastante bueno por lo que puedo recordar. Por desgracia, recuerdo vagamente estar involucrado en un accidente de tránsito y lo siguiente que recuerdo, es haber despertado en este lugar.
    Desde el momento en que me desperté, lo hice en este cuerpo; era un cuerpo pequeño y de aspecto delgado, con la piel bronceada y que no solo no era un cuerpo de hombre, tampoco era un cuerpo completamente humano; yo había despertado en el cuerpo de una mujer, o al menos en parte mujer, puesto que mi nuevo cuerpo tenía rasgos de un animal; más tarde lo confirmaría, pero tenía rasgos de antílope o algo parecido a juzgas por los cuernos en mi cabeza, la pequeña cola esponjosa a mi espalda; la preferencia por hierbas en mi alimentación, además de unas piernas muy fuertes con las que podía correr a gran velocidad y saltar de maneras que nunca podría hacer sin ayuda de algún equipo deportivo.
    Todos estos cambios eran muchos y muy confusos para mi, despertarme como una semi-chica en un mundo digno de la fantasía no estaba en mis planes. Sin embargo, apenas me desperté, una linda chica oveja regordete me ayudó a acostumbrarme a todo esto. Yo nunca le dije algo sobre mi vida anterior, sobre la idea de haber reencarnado y traté de convencerla de que solo tenía problemas de memoria, algo que ella pareció aceptar pero no creer. De todas formas, ella siempre fue amable conmigo, me cuidado desde que llegué a este mundo y aunque siento que ella sospecha que hay algo raro en mi, nunca ha intentado presionarme para decirlo, limitándose a ayudarme a lidiar con esta forma de vivir.
    Esa linda y gordita chica oveja fue quien me confirmo que yo era una chica monstruo de clase antílope, y que si no tenía un sitio donde ir, ella podía ofrecerme vivir en la granja donde ella trabajaba. Fue sincera conmigo, y dijo que técnicamente yo tendría una vida como ganado, pero salvo algunas reglas, en dicha vida de ganado yo no tendría que preocuparme por nada más allá de entrenar y hacerme muy rápida, puesto que en este mundo mágico, parece que las carreras de antílopes son muy populares, por lo que si me esforzaba podía tener una vida maravillosa como chica monstruo al ser campeona de esas competencias.
    Tenía mis dudas sobre esa oferta tan generosa, parecía tan buena que debía ser una mentira, en especial porque según la chica oveja mi cuerpo tenía las condiciones perfectas para ser toda una promesa, algo que yo misma descubrí cuando tras solo calentar los músculos y esprintar un poco, ya había recorrido una distancia ridícula para cualquier atleta profesional. Por lo que sin nada que perder y mucho que ganar, acepte la oferta de la ovejita para unirme a su establo de chicas monstruo.
    Al principio era muy vergonzoso para mi no solo ser una chica, ser una chica monstruo que no sigue y no viste como las humanas normales, yendo muy ligera de ropa para no entorpecer mis entrenamientos. Había ocasiones donde humanos y monstruos se detenían a mirarme por un buen rato mientras calentaba o cuando ya estaba sudando, quedando a la vista de todos por casi todo mi entrenamiento sin poder hacer mucho al respecto.
    Con el tiempo pude acostumbrarme bastante a las miradas lascivas y de admiración por mi cuerpo, adaptarme y mejorar según las nuevas capacidades de mi cuerpo de chica monstruo, saludar a quienes se acercaban a echar un vistazo cuando entrenaba, y terminé por acostumbrarme a casi no usar ropa porque se sentía como una molestia cada que me movía. Entre todas las cosas nuevas, sin duda la mejor era ser cuidada y consentida por el granjero y la ovejita, puesto que a cambio de seguir entrenando duro para las competencias brutales de las chicas antílope, ellos se encargaban de cumplir hasta el más pequeño de mis caprichos, una atención a la que no me podía negar.
    Después de meses de arduo entrenamiento y de acostumbrarme a mi nueva vida, mi cuerpo se había moldeado por completo para cumplir con mi tarea, me había convertido en toda una chica dura lista para ganar cualquier competencia de quien deseará comprarme y valorarme.
    Ahora mismo, la ovejita que es la segunda al mando del granjero, esta terminando de cerrar un trato increible con el mejor postor; si él me compra pasaré a ser de su propiedad, y aunque será una lástima despedirme del granjero, la ovejita y las criaturas que conocí aquí mientras yo entrenaba día con día; no puedo negar que la idea de competir con otras chicas monstruo y ganarles es sumamente emocionante; podré tener mejores desafíos cada vez, dejaré de vivir en un corral para tener un mejor hogar y quizás me vuelta mucho más popular de lo que ya soy.
    Honestamente no había pensado en convertirme en un atleta en mi vida pasada, pero en está vida mágica donde he reencarnado como una chica monstruo, dedicar mi vida a las competencias para ganar, ser adora y ser super popular, es algo muy emocionante.
    Me distraje mucho en mis pensamientos, creo que el postor está decidido en comprarme, y eso me hace muy feliz porque yo estoy lista para dar lo mejor de mi y volverme toda una chica monstruo en este sorprendente mundo donde reencarne.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 15 de agosto de 2024

Un rumor sobre fantasmas

    En cierta escuela secundaria, de cierto país y en cierto lugar, había un rumor un particular.
    Muchas veces las escuelas tiene toda clase de rumores, mitos y leyendas; relaciones indebidas entre estudiantes y maestros, actividades ilícitas, seres maliciosos, la construcción de la escuela sobre un antiguo cementerio o algún sitio donde hubo tragedias, al igual que los rumores sobre la muerte de alguien dentro de la institución; toda escuela tiene sus rumores, mitos y leyendas, por desgracia, en este lugar no son historias, son hechos.
    Dentro de esta escuela secundaria, se tiene un rumor sobre fantasmas: acerca de un conserje llamado Sergio que murió trágicamente mientras limpiaba la escuela antes de marcharse; se dice que los fantasmas acabaron con el empleado, otros dices que Sergio padecía de alguna enfermedad o hay quienes simplemente se niegan a aceptar la verdad y quieren tratar la historia de Sergio como si fuera un mero rumor de los pasillos en la institución.
    Sin embargo, la historia de Sergio es real, aquel conserje murió hace más de 10 años, y después de tanto tiempo atrapado, finalmente podía "regresar", de una forma, digna del mejor cuento de ficción.
-¿Cuánto tiempo habrá pasado? Tengo mucho que aprender ahora que he vuelto a la vida-
    Se decía aquel hombre mayor en un cuerpo bastante diferente al que tenía la última vez.
-Lo siento mucho por está señorita, pero ahora me toca quedarme con su cuerpo-
    Está mañana comenzó un nuevo ciclo escolar en la escuela peculiar, donde Jenny, una bella estudiante de último año, sufriría de un destino que nadie podría anticipar.
    Cuando Sergio murió, su alma quedó atrapada en uno de los cientos de casilleros dentro de la escuela, y que por azares del destino, dicho casillero no había sido utilizado en los últimos 10 años. Por desgracia para Jenny, ella recibió aquel casillero maldito para su último año escolar, y en el momento que ella abrió su casillero, el alma de Sergio se apoderó del joven cuerpo de la estudiante.
    Ni siquiera Sergio entendía que sucedía, pero al ver que una vez más estaba vivo, y que ahora tenía un generoso cuerpo de mujer, no perdió la oportunidad de explorar su nuevo cuerpo al entrar en el cubículo más alejado de los baños más antiguos en toda la escuela.
-Carambolas, ¿Cómo está niña puede tener pechos tan grandes?, ¿Y cómo le permitieron entrar con maquillaje o una falda tan corta?, ¿Han cambiado tanto las cosas desde que yo morí?-
    Sergio estaba incrédulo de lo que sus nuevos ojos veían, pues ahora con el cuerpo de Jenny tenía una larga cabellera oscura, un rostro femenino y bien maquillado, dos pechos demasiado grandes para su edad junto a medidas que parecerían de ensueño para la época del antiguo conserje, que ahora usaba una mini falda y una blusa ajustada como su uniforme escolar femenino.
-En mis tiempos las estudiantes usaban falda hasta los tobillos, y cuando era conserje, las faldas más cortas eran por debajo de la rodilla, ¿Con está cosa podré agacharme sin que se vean mis calzones? Creo que ni siquiera debería correr para no mostrarlos-
    Por curiosidad y emoción, el hombre levantó su falda a cuadros, quedando sin aliento al darse cuenta de lo que llevaba bajo la falda.
-¿¡Que clase de calzones son estos!? Son más pequeños y ajustados de lo que nunca vi, ni siquiera las modelos de mi época utilizaban algo así-
    Bajo su pequeña falda, había una tanga de encaje con muchos detalles y accesorios, algo que nunca antes había visto el viejo hombre y que ahora no tenía más remedio que utilizar.
-Su sostén está bien, es normal, pero sus calzones... debería buscar algo más apropiado para su edad-
    Por un momento, Sergio estaba pensando en todos los cambios que debería hacer para su nueva vida, después de todo no pensaba dejar el cuerpo de Jenny, él se quedaría como la joven de secundaria, haciendo los cambios que considerará pertinentes.
-Un momento, Sergio.... ¿No será que tú estás equivocado?-
    La idea que el mismo hombre se decía dentro del cubículo del baño, explorando su cuerpo y pensando fue lo que más le hizo reflexionar.
-No sé cuanto tiempo ha pasado.... las cosas cambian, los tiempos cambian, y si usar estas cosas pervertidas ahora es normal, quizás debería acostumbrarme a eso-
    Ese pequeño momento de reflexión se extendió más y más, al mismo tiempo que Sergio pasaba sus nuevas manos con la manicura bien hecha, para estrujar sus nuevos pechos y su gran trasero.
-Si me visto y habló como lo hacía la chaviza de mi época podría ser sospechoso... debería fingir ser como la chaviza de hoy en día, ¡Tengo que ser joven otra vez para disfrutar de está vida!... y si para ello debo vestirme con ropa provocadora, supongo que debo verme y hablar como toda una jovenzuela provocadora-
    Se decía con una determinación e idea bastante inapropiada para los tiempos actuales, pero que en su vieja mente, actuar como "una chica fácil" era lo que debía hacer ahora para encajar con la juventud a la que ahora pertenece.
-Está decidido, para ser una señorita moderna debo vestirme de forma provocativa... no me interesan los hombres pero supongo que debería coquetear con algunos de ellos, ¡Y también con los maestros!.... En mis tiempos las mujeres no eran tan listas como los hombres, y sin importar el tiempo no creo que eso haya sido diferente.... será vergonzoso pero por mi bien, supongo que debo actuar un poco más idiota para parecer una chica autentica-
    Aquel prehistórico hombre, ahora como una hermosa adolescente suspiro.
-Pensé que lo más difícil sería verme como una chica fácil, pero será todavía más difícil fingir que soy idiota cuando en verdad soy un genio con asombrosas ideas-
    Se consolaba a si mismo aquel conserje determinado en cumplir con un rol en su nueva vida.
-Jenny, ese nombre estaba en el casillero de la chica: ahora yo soy Jenny y para disfrutar de volver a estar vivo, tendré que fingir ser una chica tonta como cualquier otra, será difícil pero como el hombre que soy, puedo encargarme de todo esto-
    Con un orgullo y determinación bastante extraños, el antiguo conserje volvía a ponerse su blusa para salir del baño de hombres, listo para hacer lo necesario y disfrutar de su nueva vida como una joven tonta, hermosa y sensual de la chaviza moderna, muy distinta a la que él vivió cuando pasó por su antigua vida.
Créditos a quien correspondan.