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sábado, 5 de abril de 2025

Una hermosa boda

-Mira, Cristina, lo atrape en la boda ¿No es maravilloso?-
    Preguntaba la joven de cabello oscuro recortado, lanzando sobre su cabeza el ramo de flores blancas para volver a atraparlo, tal como hizo cuando la novia le dio la espalda a sus amigas y lanzó el ramo de su boda como símbolo de buena suerte, o mala también, representando que esa persona que atrapara el ramo sería la próxima en unirse en sagrado matrimonio, y este caso según la tradición sería el turno de Dalia.
-Te dije que no me llames así, cambiaste mi aspecto para la boda y me hiciste usar este vestido, pero te recuerdo que soy un hombre y que soy tu novio, ¿No es así, Dalia?-
-No te quejes tanto, te ves hermosa como yo, ese vestido y tacones te favorecen-
    Explicó con una amable sonrisa la joven con el ramo blanco en sus manos, haciendo así que "su novia" suspire y se relaje, siendo imposible para Cristina seguir enojada con su novia cuando era tan amable y cariñosa como siempre.
-¿Se supone que eso fue un cumplido? Tuvimos que buscar cosas más pequeñas porque mi cuerpo es más pequeño que el tuyo, y aun con eso debo levantar un poco el vestido para caminar, por no mencionar que los tacones me están matando y ya ni hablar de la ropa interior ¿Me recuerdas porque vine de esta forma, Dalia?-
-Porque mi amiga necesitaba un par más de damas de honor. A mi me lo pidió en su momento, pero de último momento necesitábamos una chica más, así que te sugerí a ti, o mejor dicho a Cristina, tu linda y pequeña versión femenina que me encanta y dan ganas de abrazar durante todo el día-
    En ese momento la encantadora joven de cabello corto y vestido rosa intentó besar y abrazar a su pareja que llevaba puesto un elegante vestido azul, pero por desgracia las buenas intenciones de Dalia, no fueron correspondidas por Cristina, quien sin dudar puso su mano en la cara de la chica para evitar sus besos y sus abrazos.
-Muy graciosa, Dalia. Espero que disfrutes de verme así este día, porque no pienso volver a hacerlo nunca, no seré de nuevo una chica ni una dama de honor en una boda... y ten cuidado, lanzaste el ramo muy alto-
-Me parece bien, Cristie, aunque debo decir que no tengo prisa por mirarte, la medicina que tomaste dura todo un mes, no conseguí la versión de unas horas así que te di la de todo el mes-
-Espera ¿Que?-
    La joven de cabello peinado en una coleta había levantado las manos y la cara para ver donde caía el ramo de su pareja, teniendo una enorme revelación cuando Dalia confesó que la medicina que él tomó para ser una chica tenía efectos prolongados, pensó que sería una chica unos cuantos días cuando mucho, y que su novia de repente revelará que él se quedaría como mujer por todo un mes lo había tomado por sorpresa.
    El chico sabía que la intención de su novia no era mala, ella era un amor de persona aunque muy despreocupada y distraída, seguro que ni ella misma había pensado en las consecuencias de convertir a su novio en chica por tanto tiempo, centrándose solamente en ayudar a su amiga para su boda, y notando las consecuencias de sus decisiones más adelante.
    Sin embargo, antes de que Charlie pudiera decirle a su novia que había cometido un error al darle esa medicina feminizadora, ambos pusieron toda su atención en el ramo de flores blancas con el que estaba jugando Dalia.
    Dalia estaba lanzando y atrapando el ramo de la novia, repitiendo sus lanzamientos cada vez más alto hasta que perdió el ramo de vista por un momento, en consecuencia ambas chicas miraron al cielo e intentaron atraparlo, terminando por golpearse entre ellas, con Dalia cayendo sobre Cristina y llamando la atención de todos en la iglesia en el proceso.
Créditos a quien correspondan.
-Eso me dolió, hasta se me salió un tacón-
    Se quejó el chico transformado en dama de honor, tendido en el suelo con su novia encima de él, hundiendo su rostro su regazo.
-A mí también me dolió, cielo…quiero llorar...abrázame…-
    Pidió la joven con una voz ahogada por el vestido y muslos en su cara, tratando de abrazar por la cintura a su pareja ansiosa por el problema en que se estaban metiendo frente a todos en la fiesta.
-No hagas un escándalo, Dalia todo el mundo está…-
    Antes de terminar su frase, el ramo blanco cayó en manos de Cristina, quien también se dio cuenta que era tarde para no llamar la atención, incluso los novios los estaban viendo, soltando comentarios por la escena que hacían las chicas en plena boda.
-¡Eso es amor! ¡Es el destino!-
-Se ven preciosas juntas y Dalia le dijo "cielo" a la chica, eso debe significar que son pareja-
-¿Crees que habrá otra boda pronto? Sería lindo asistir a una boda de chicas-
-Deja eso, ¡Imagina que se casen ahora mismo y celebremos una doble boda! ¡Apoyo a esas chicas!-
-Si esto es obra del señor, no me importaría unir a esta joven pareja en sagrado matrimonio en este preciso momento-
    Y así fue como desde los invitados hasta los novios y el mismísimo padre a cargo de la boda religiosa, sacaron ideas rápidas y conclusiones aún más veloces por aquella escena que no sólo hizo sonrojar a las dos damas de honor, sino también las obligo a pensar cómo responder a la situación.
-Están hablando de nosotras ¿Verdad?-
    Preguntó Dalia sin levantarse de las piernas de su amada.
-Es verdad-
    Respondió la amada con el ramo en las manos.
-Supongo que si quieres podemos hacerlo ¡pero yo seré el hombre en la relación! A menos que tú quieras serlo, me gustaría cuidarte como Cristina un poco más de tiempo y-
    Un muy discreto y rápido movimiento de Cristina hizo callar a Dalia, quien sin dudar sintió el golpe en su cabeza.
-Cállate y no te levantes, no quiero quedarme así ni casarme de esta forma-
    Sin embargo, esas precisas palabras, hicieron que la nada asusta Dalia, se diera cuenta de un detalle muy importante.
-Espera ¿Entonces si quieres casarte conmigo?-
-¡Por supuesto que quiero casarme contigo! ¡Te amo mucho, Dalia! Pero no pensé que usaría un vestido de novia el día de mi boda o que ni siquiera planeáramos nosotros la boda-
-Bueno, podemos planear quién será la madre, tú podrías serlo si quieres pero-
    Un golpe seco se escuchó por parte de la sonrojada Cristina, ella golpeó a Dalia con el ramo en la cabeza una vez más, solo que lejos de calmarla la situación, empeoró el alboroto al hacer llorar a la de vestido rosa.
-¿¡Por qué me pegaste!? ¡Solo te dije que si querías que fuera tu esposa y tuviéramos hijos!-
-¡No grites ni saques las cosas de contexto, yo-
-¡Dalia ya le pregunto!-
    Se escuchó gritar a la novia recién casada seguida del escándalo de la multitud aplaudiendo por presencia la inusual proposición de matrimonio, la cual fue acompañada de vítores, aplausos y la ronca voz del padre de la iglesia.
-¡Estupendo! Y como nadie se opone, las declaró unidas en santo matrimonio-
    Una vez más, y como hace bien poco, las campanadas sonaron con fuerza y el arroz cayó sobre la pareja que ya no eran novios o amigas o damas de honor, ahora eran esposas, mujer y mujer.
-¿Es oficial? Entonces, cuidaré de ti Cristina, y tú puedes lanzar el ramo está vez si quieres-
    ¿Ya? ¿De verdad ya estaban casadas? Todo paso tan rápido que no hubo forma de oponerse, y dado que no había nada más que hacer, con toda la cara roja Charlie, ahora como Cristina, suspiró.
-Dalia, te amo, pero nos casaremos apropiadamente cuando vuelva a ser hombre y no te acompañaré nunca a ninguna fiesta en la vida ¿Entendido?-
-Entendido, pero ¿Podemos ir a esta fiesta?-
    Cristina miró alrededor, viendo a la novia planear compartir su mesa y fiesta con su amiga, a los invitados aplaudir, a los niños levantar el arroz del suelo para volver a lanzarlo, hasta los más religiosos se veían contentos por la pareja de chicas que en apenas unos minutos ya se habían casado frente a cientos de personas.
-Créeme que no es que tengamos otra opción, después de todo creo que también nos robamos el momento de tu amiga-
-No te preocupes, ella no se molestará, de hecho sería lindo tenerla como una dama de honor en nuestra boda, ¿Qué tal si-
-Dalia, no es el momento. Solo parate y vayamos a la fiesta-
-Sipi-
    Y así, en el mismo día que se volvió mujer para ayudar a su novia siendo una dama de honor, ahora también Charlie se unió en sagrado matrimonio con su amada pareja a la cual ayudaría a levantarse para ir a celebrar esta doble boda en la que nunca imaginó participar.
Créditos a quien correspondan.

lunes, 20 de enero de 2025

El beso

-Nico ¿Qué has hecho?-
-Te bese, Camie-
-Es obvio que me besaste aun siento tus labios y la saliva sobre los míos... pero ¿Por qué?-
-Porque creo que me gustas-
    Me respondió con su lenta y pausada forma de hablar, dándome ganas de que la tierra me tragara por lo vergonzoso y sorprendente que resultó este momento construido desde el repentino atrevimiento de Nico.
    Hace ya unos días mi amiga Nico pidió un deseo lanzando una moneda a un pozo de deseos que encontró de casualidad en su camino a casa, ella no es muy buena socializando y por esa razón al encontrarse el pozo de los deseos, Nico pidió tener una mejor amiga en quien confiar, una chica muy linda con quien llevarse, alguien para salir de compras, maquillarse juntas y hacer todas esas cosas que nunca había logrado ya que no tenía una amiga tan cercana ni el valor de hacer esto con alguien más. Yo era su amigo, pero como un chico, había cosas que ella no se sentía tan cómoda de intentar hacer conmigo.
    Ese mismo día, Nico y yo salimos a ver una película, una muy buena por cierto, pero que terminó por ser completamente opacada por lo que descubrimos una vez que las luces de la sala se encendieron.
-Carlos ¿Qué te paso?-
    Me pregunto mi querida amiga con una expresión llena de sorpresa y tratando de bajar la voz después de haber gritado mi nombre.
-¿Cómo que “que” me paso? ¿De qué estás-
    Cuando respondí a Nico me di cuenta que mi voz era tan dulce y aguda como la de una chica, para luego bajar la mirada y ver mi cuerpo; tenía falda y el resto del uniforme escolar femenino, pechos pequeños y cabello castaño. Sin tener idea de porqué me pasó esto, descubrí como mi cuerpo se volvió el de una chica, pero antes de que pudiera entender algo, Nico se me adelantó.
-Fue mi culpa….no debí de pedir ese deseo….-
    Apenas estaba soportando la sorpresa de verme a mi mismo como una estudiante cuando Nico dijo eso en voz baja y empezó a llorar como si ella fuera quien me hizo esto o como si hubiera lastimado a alguien en el proceso, por lo que dejando mis preocupaciones de lado, decidí acariciar su cabeza y abrazarla para que se calmara y me dijera todo lo que sucedió.
-En conclusión: según tú, puede ser que me volví una chica por tu deseo de tener una nueva mejor amiga. Nico, eres tan tonta cuando quieres, perfectamente podría presentarte algunas amigas o acompañarte a hablar con quienes quisieras, pero tuviste que pedir este deseo... lo cual realmente no creo que haya sido malo, ni que te haga responsable de lo que me sucedió. Seguro debe haber alguna otra explicación-
-Lo siento mucho, Camie-
-¿Camie?-
-Sí... pensé que sería algo raro llamarte Carlos mientras seas una chica y fue lo primero que se me ocurrió... perdón por eso también-
    Intentando comprender la culpa que sentía mi amiga y que la situación que estábamos pasando era complicada, solo suspiré y decidí aceptar el nombre que ella me eligió.
-Esta bien, Nico. Soy Camie por ahora, pero tengo que volver a la normalidad, ¿Lo entiendes?-
    Ella de nuevo al borde de las lágrimas me respondió subiendo y bajando la cabeza para decirme que sí. La tonta y torpe Nico no lo hizo con malicia, sé que ella tiene buen corazón pero su timidez no la hace destacar tanto como a ambos nos gustaría. Y por esa misma razón, después de tomar mucho valor, fue que decidí hacer un pequeño favor a mi amiga antes de buscar la forma de volver a la normalidad.
-Pero como el pozo no se va ir a ningún lado y el deseo parece ser reversible ¿No te gustaría que fuera tu mejor amiga por unos días?-
    Los ojos llorosos de Nico se llenaron ahora de confusión, sin ser capaz de creer mis palabas hasta que las repetí para ella.
-¿Perdón?-
-Lo que oíste, Nico, ¿Te gustaría que me quede unos días como una chica para ser tu mejor amiga?-
-¡Gracias!, ¡gracias!, ¡gracias!, ¡gracias!-
    La respuesta de Nico fue inmediata, ella estaba muy contenta, con una sonrisa inmensa que se hizo presente en ella mientras me abrazaba y aceptaba mi oferta para cumplir con su deseo de tener una mejor amiga aunque sea por unos días.
    Debo decir que fue un reto al comienzo, todo eso de andar con falda o ir al baño de niñas me tenía por sorpresa, pero ir de un lado a otro con mi amiga me mantenía distraído o más bien distraída de la mayoría de retos que podía implicar vivir como una chica.
    Después del cine me llevó a una manicura donde pudimos hablar por mucho tiempo, luego me buscó algo de ropa de acuerdo a sus gustos y me explico como usarla para estos días como chica, fuimos a comer a su sitio favorito, luego a los juegos y finalmente me quedé a dormir en su casa, me presentó a su madre como su nueva amiga, quien se sintió muy feliz de ver a su hija con una amiga tan cercana y que no fue problema para la mamá de Nico abrirme las puertas de su casa y tener una pijamada de chicas, la primera para mi como una mujer, y la primera pijamada en la que Nico ha participado. 
    Los días pasaron de forma rápida y divertida, y fue exactamente igual de maravilloso para ella como el primer día que me convertí en chica. No puedo negar que yo también me estaba divirtiendo con toda está experiencia, pero no pensaba quedarme así por el resto de mi vida.
    Así que un día mientras hablábamos en el cuarto de Nico, le dije que fue muy divertido todo esto de ser mejores amigas, pero era tiempo de buscar el pozo de los deseos para volver a la normalidad. Para ese momento pensé y me preparé para las posibles reacciones de Nico ante mi deseo de volver a la normalidad; pensé que ella se pondría triste, que lloraría, que pediría que me quede como mujer un poco más e incluso que se mostrará agradecida y me acompañará al pozo sin causar alguna escena; sin embargo, nada de lo que pensé pudo prepararme para la verdadera reacción de Nico, quien se pondría de rodillas ante mi, que me tomaría de la barbilla y de un momento a otro, ella decidiera darme un enorme beso en el que nuestros suaves labios se unían a la par que su lengua entraba en mi boca explorando todos los rincones que esta tenía. No estoy muy seguro de si mi cuerpo se entregó a ese beso o fui yo quien no quiso terminarlo, pero nuestra unión duró varios segundos hasta que quedamos sin aliento, siendo Nico quien nos separó dejando un hilo de saliva que iba desde mi boca hasta su lengua. 
    Con toda la vergüenza del mundo por lo que ella hizo, le pregunté porqué lo hizo, y una respuesta obvia pero increíble para mí fue la que salió de sus labios. 
-N-no es verdad, no puedo gustarte, se supone que soy tu amigo-
-Lo siento, ni yo lo entiendo mucho, creo que estoy un poco confundida. Siendo Carlos eres maravilloso y me gustaría tenerte siempre a mi lado, eres mi querido y más especial amigo, pero me siento atraída por Camie, quiero que este conmigo siempre, quiero que sea más que una amiga para mi incluso si mi amistad con Carlos se arruina en el proceso-
-Vamos, Nico. No puedes estar hablando en serio-
    Le dije para intentar convencerla de que todo lo que siente lo está malinterpretado y que la situación en verdad estaba llegando muy lejos.
-No lo sé, es la primera vez que siento esto por alguien pero es por ti, Camie. Sé que mi deseo es muy egoísta, y aunque me duela estoy dispuesta a que vuelvas a ser Carlos si eso te hace feliz pero ¿Podrías pensar sobre quedarte así para mi? Han pasado días y nunca te has quejado en lo absoluto de nada, creo que también te gusta ser mujer. No te obligaré a quedarte de esta forma si no es lo que quieres, solo te pido que lo pienses, si en serio quieres ser Carlos te doy las gracias y lo aceptaré, pero si quieres quedarte como Camie y llegar más lejos también sería muy feliz cuidando de ti-
    Ella no lloró, no tartamudeo, su voz no temblaba ni parecía nerviosa. En definitiva Nico estaba avergonzada, pero estaba llena de determinación al confesar su sentimientos de una forma para la que nunca me pude preparar, y que al haber oído, sinceramente me cuesta mucho trabajo saber como responder.
-Nico, yo no sé qué decirte. Me tomaste por sorpresa con ese secreto... pero te prometo que lo pensaré con una condición-
-¿Cuál condición?-
    El silencio lleno la habitación por un momento, después de pensarlo tampoco me creía la condición que yo quería poner para pensar en el deseo de Nico. Sin embargo, estuviera mal o no, fue la condición que decidí poner para este asunto.
-Un beso, quiero que me des otro beso para estar segura de lo que siento, nunca pensé que con lo tímida que eres pudieras hacerlo tan bien y quiero volver a sentir tus labios con los míos. Quiero otro beso-
    Repetí sintiendo mis mejillas arder un poco y mirando como una cálida sonrisa aparecía en el rostro de mi amiga.
-Si con eso consigo enamorar a la princesa y que se quede conmigo, lo acepto-
-¡No te pongas exagerada o me iré en este momento!-
-Lo siento, lo siento, es solo que sonaste justo como una princesa que caerá enamorada con el beso de su verdadero amor, sería super romántico que eso sucediera-
    Su explicación solo me hizo sentir aún más apenada por toda la situación, y Nico solo sonrió un poco más al preguntarme.
-¿Estas lista?-
    Asentí con la cabeza ante su pregunta, viendo como cada vez más mi pequeña amiga se acercaba a mis labios uniéndolos con una extraña mezcla de cautela y atrevimiento que me hacía temblar al sentir como jugaba su lengua con la mía, mientras nuestros labios se unían y con este mar de sensaciones, sentimientos, dudas y confusiones debo ponerme a pensar en qué es lo que quiero hacer ahora con mi vida a partir de ahora y si quiero volver a ser su amigo Carlos, o si vale la pena quedarme como Camie y volverme algo más que una amiga para Nico.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 16 de enero de 2025

Promesa por promesa

-¿En serio tengo que hacer esto, Cristina?-
    Le pregunte a mi novia al salir del vestidor usando justo lo que ella me eligió.
-Por supuesto ¿O tiene algo de malo hacer esto por tu novia?-
    Puse los ojos en blanco ante la pregunta de mi novia, sin poder contener mis ganas de responder de una forma sarcástica ante su pregunta tan fuera de lugar, casi parecía que se burlaba de mi, por lo que yo respondí con el mismo ánimo burlón.
-No, para nada. Transformar a tu novio en una chica asiática para vestirlo con una especie de traje ajustado de gimnasia que se le mete al trasero para así llevarlo a la feria es muy normal, justo mi amigo lo hizo ayer con su novia-
-Ok, entendí muy claro y fuerte tu sarcasmo pero no es para tanto ¿O sí? Además, siempre tuve una fantasía con el cambio de cuerpo y te amo mucho, así que no había nadie más a quien le confiaría mi secreto, ni tampoco podía imaginar a otra persona que no seas tú para ayudarme a cumplir con mi más íntima fantasía. Y por último, espero que no hayas olvidado que esto es una promesa mutua, por lo que si tú haces algo por mi, yo haré algo por ti, una promesa por otra promesa, ¿Recuerdas?-
    A pesar de mi incomoda situación al ser mujer y usar un atuendo como el que llevo puesto, la sinceridad con la que hablaba mi novia junto a su bella sonrisa hacían muy difícil para mi seguir molesto con ella. Debo darle ese reconocimiento, ella de verdad confía en mi al revelar ese secreto y pedirme que cumpliera con su fantasía, prometiendo que ella haría algo igual de valioso para mi más adelante. Me gustaría decir que con esta promesa sacaría ventaja de mi novia, pero la verdad es que si puedo hacerla feliz, es motivo suficiente para intentarlo, así que incluso si es algo extraño para mi ser una mujer y vestir con lo que ella me eligió, es algo que haré para poder verla sonreír.
-Vale, si lo pones de esa manera no suena tan mal. Más tarde me pondré a pensar en que haré contigo a cambio de esta enorme petición, pero por ahora ¿Qué harás tú conmigo, Cristina?-
    Intentando ignorar la incomodidad que me hacía sentir el atuendo que llevaba puesto, quería saber que quería hacer conmigo mi novia. 
    En cuanto acepté convertirme en mujer temporalmente, ella dijo que se encargaría de todo; consiguió una medicina que transformaría mi cuerpo por algunas horas, y una vez que los efectos se hicieron presentes, ella me vistió y me arrastró hasta uno de sus sitios preferidos, un pequeño parque donde había diferentes juegos y atracciones, por lo que era como una pequeña feria gratuita para la comunidad que a veces hacía fila por usar los juegos, o como en días como hoy, apenas hay personas por los alrededores.
    Que no hubiera personas hizo más fácil las cosas para mi, aunque seguía sintiéndome avergonzado al menos estaba a solas con mi novia sin que más personas me vieran en está penosa situación o con un atuendo de lo más llamativo.
    Con todo el esfuerzo que mi novia puso a transformarme en chica y cumplir con su fantasía, esperaba un plan elaborado, una extravagante experiencia o incluso esperaba algo más íntimo de chica a chica, después de todo ni ella usa uno de los atuendos que ahora yo llevo puesto simplemente para pasar el rato. Por lo que, con eso en mente, los verdaderos planes de mi novia me tomaron por sorpresa.
-Solo quiero tener una cita contigo en esta forma, cariño. Sé que puede ser muy raro, pero solo quiero que actúes como una chica mientras estamos de paseo, y quizás oír como te sientes también sería algo lindo de tu parte-
-Ok...¿Con respecto a que debo decir como me siento?-
    Pregunte sin entender por completo cual era el objetivo de mi novia en toda está situación.
-A todo lo que puedas pensar o sentir con tu nuevo cuerpo, Cristie-
-Así que "Cristie" será mi nombre de mujer.... Esta bien, me siento extraña con un cabello tan largo, sé que es corto para muchas mujeres pero al menos para mi es el cabello más largo que he tenido-
    Le respondí a mi novia mientras tocaba con cuidado mi nuevo cabello largo y oscuro que apenas llegaba hasta mis hombros. Al estar tocando mi cabello, más ideas llegaron a mi cabeza, y aún si era vergonzoso decirlas, por mi novia lo intentaría.
-La sensación del maquillaje en mi cara también es nueva, nunca antes me había maquillado y supongo que no es tan malo como pensé, el proceso es lento pero si te gustó hacerlo, valió la pena. De lo que no me siento tan seguro es sobre el atuendo que me hiciste vestir, Cristina, ¿De verdad no hay problema en que use algo así en la calle? Me siento bastante desnuda, más que ropa parece un traje de baño, y aunque está algo ajustado de la parte del pecho, no se compara a lo apretado que se siente en mi trasero o a la sensación de tener las caderas y las piernas casi desnudas ante quien se cruce en el camino-
-Cristie, tus piernas son muy bonitas, deberías presumirlas tanto como puedas y con tu trasero debo admitir que luce encantador, tanto que quisiera tocarlo un poco más de lo debido, ¿Sabes?-
    La sinceridad de mi novia me hizo suspirar, pues por muy buenas intenciones que tuviera, no dejaba de ser vergonzoso hablar de "mujer a mujer".
-Al menos no hagas nada pervertido aquí, sé que no hay nadie cerca pero estoy segura de que nos meteremos en problemas si hacemos algo tan explícito y nos descubren-
-Seguramente, y no quiero que mi amada fantasía se vuelva una pesadilla por un error tonto de nuestra parte. Así que me conformo con que luzcas muy linda para mi, Cristie y disfrutemos nuestra pequeña visita a la feria, tal como la primera cita que me trajiste aquí-
    Cuando Cristina dijo eso, la vergüenza que yo sentía desapareció un momento, enfocándome por completo en un detalle encantador.
-¿En serio lo recuerdas?-
-¡Por supuesto!, ¿Qué clase de novia no recordaría su primera cita? Por esa razón este es de mis lugares favoritos, y por esa misma razón estoy muy feliz de poder visitar este lugar contigo, aunque sea un poco distinta. Ahora este lugar es un poco más especial para mi, al poder tener dos primeras citas contigo, ¿No es genial?-
    En esos momentos y con la preciosa sonrisa de mi novia, la vergüenza quedo en segundo plano, las preocupaciones se esfumaron y la emoción me invadió un poco más, al pensar que tal como decía mi novia, este lugar ahora era un poco más especial para los dos.
    Al principio pensé que mi novia solo sacó su lado más fetichista conmigo, y quizás sí que lo hizo, pero ahora también veo su lado encantador del cual me enamore, por el cual sigo con ella y por el cual acepte cumplir con su extraña petición. 
    Ahora poco me importa la promesa que pueda pedirle a cambio a mi novia por cumplir su petición, todo lo que me interesa ahora es poder pasar un lindo día en la feria con mi novia, hacer su fantasía realidad y llevarnos una hermosa experiencia juntas tal como la primera vez que visitamos este lugar.
Créditos a quien correspondan.

martes, 17 de diciembre de 2024

El cumpleaños

    Cuando pedí este deseo por mi cumpleaños 21 no pensé que se fuera a volver realidad y es que no pensé que en verdad fuera posible transformarse en una chica asiática hermosa tal como lo soy ahora.
    Este increíble regalo se lo debo a mi amiga Melisa, ella siempre ha cuidado de mi y tenía ganas de hacer algo bonito por mi, por lo que no conforme con organizar mi fiesta de cumpleaños, ella también quería darme un regalo de cumpleaños que volviera este año y está fiesta la mejor para mi.
    Le dije a Melisa que ella ya estaba haciendo mucho por mi, que sea lo que sea que me regalará yo iba a apreciarlo, y que de hecho esperar un regalo además de la fiesta me parecía demasiado. No obstante, poco le importaron mis palabras a Melisa que no dejó de insistir por un regalo asombroso que yo quisiera para que ella me hiciera feliz. De verdad intente pensar algunas cosas pero todo parecía muy sencillo o cotidiano, hasta que en un tono bromista le sugerí que me a menos que pudiera convertirme en una linda chica para pasar el tiempo juntas, no se me ocurría ningún regalo u objeto especial para hacer más entrañable mi cumpleaños
    Por un momento pareció que Melisa estaba pensando seriamente en mi petición, así que me burle un poco e insistí en que solo era una broma, que no intentará alguna locura para el día de mi cumpleaños, pero ya era demasiado tarde. Cuando advertí a mi amiga que solo era una broma, ella me mostró una sonrisa, susurró unas palabras que no pude entender y después de dar un fuerte aplauso, mi cuerpo ya había cambiado.
    Después del aplauso que dio Melisa una enorme neblina me cubrió de pies a cabeza y en el momento que la neblina se disipo, mi cuerpo ahora idéntico al de una chica de acuerdo a mis preferencias. Era como si hubieran visto dentro de mi cabeza a mi tipo ideal de chica y en base a eso, mi cuerpo se había convertido en todo lo que me gustaba de una mujer.
Créditos a quien correspondan.
    Al ver mi cuerpo me di cuenta que llevaba unas zapatillas negras, junto a unas medias hasta los muslos con un estampado muy particular, me gustaba ver en las chicas pero ahora ser yo quien vestía algo así se sentía un poco penoso, en especial porque mis medias tenían el mismo estampado atrevido y sugerente que mi falda. Por fortuna el resto de mi ropa era más normal, una blusa de tirantes negra en la que apenas podían entrar mis pechos, los cuales a simple vista creo que son mucho más grandes que los pechos de mi mejor amiga. Por último me di cuenta de que mi rostro estaba bien maquillado, dándome una imagen linda y juvenil, acompañada de un peinado de dos coletas a mi nuevo cabello castaño y largo. 
    Me veía asombrosa, me sentía muy linda, y aunque era muy extraño llamarme a mi mismo "linda" en estos momentos podía soportar dicha vergüenza con tal de seguir mirando y disfrutando el aspecto que me había concedido Melisa.
    Mi querida amiga sonrió al ver lo contenta que yo estaba por mi nueva imagen, y mientras yo me veía en el espejo, ella me explicó que conocía de un hechizo capaz de convertirme en una mujer y que todos creyeran que yo siempre había sido una mujer. También me explico que no debía preocuparme, que el hechizo era temporal y más allá de unos días todo volvería a la normalidad, pero hasta que ese momento llegará, en lugar de ser Elías, yo sería Eli. Algo que en realidad me gustó.
    Sin darme la oportunidad de decir algo al respecto de mi cambio de cuerpo, Melisa me tomó de la mano y me arrastró fuera de casa para ir al sitio donde sería mi fiesta de cumpleaños.
    Al principio me daba vergüenza que las personas me viera, sentir sus miradas sobre de mi o escuchar las palabras que tuvieran para dedicarme, además tuve que detenerme en seco más de una ocasión cuando sentía mi falda levantarse por el viento o mis pechos sacudirse demasiado por lo rápido que nos movíamos, todo eso era muy vergonzoso a la vez que emocionante, por lo que sin importar como me sentía, decidí seguir avanzando y disfrutar del momento que Melisa me había preparado.
    De esa manera, con una mezcla de intensas emociones dentro de mi, Melisa y yo llegamos hasta el lugar donde ella había organizado mi fiesta de cumpleaños; había un montón de globos y de flores, además de lindas decoraciones, por no decir que había muchas personas invitadas a las que les tenía mucho aprecio, y que ellas correspondieron mis sentimientos al darme abrazos, darme obsequios y felicitando lo linda que me veía. Recibir elogios dirigidos a una chica era un poco raro para mi, además algunos regalos eran maquillaje o vestidos que de poco me servirían después de un par de días, celebrar mi cumpleaños como una chica era bastante diferente a mi experiencia como hombre, pero esa diferencia era tan encantadora que no me pude resistir a ser el centro de atención de una forma bien distinta a la que conocía.
    De esa manera las horas pasaron rápido mientras me divertía, bailar con tacones fue un interesante desafío, también bailar rodeada de chicas fue una experiencia única, tener a mis amigos, familia y regalos maravillosos estaban haciendo de este cumpleaños el mejor en mi vida. Y cuando creía que las cosas no podían mejorar, al anochecer Melisa dio el anuncio de que la piscina trasera estaba abierta, por lo que mi cumpleaños se había convertido en una fiesta acuática en la que todos íbamos a participar, incluida yo, ya que un regalo extra de Melisa para mi era un lindo traje de baño que estrenaría en ese mismo momento.
    Después de una visita rápida al baño, mi atuendo ahora era un ajustado traje de baño de una sola pieza, con un encantador tiro alto que me ayudaba a presumir de mi cintura y de mis piernas, con las medidas correctas para hacerlo ajustado y cómodo a la vez, y así poder nadar en la piscina sin dejar de verme maravillosa durante el resto de mi fiesta.
Créditos a quien correspondan.
    Al día siguiente desperté muy tarde pero con mucha energía, aun con mi cuerpo de chica y en compañía de mi amiga Melisa quien se quedó a dormir conmigo en mi habitación. 
    De nuevo nos cambiamos de ropa y juntas fuimos a la sala para desayunar algo mientras bebíamos y charlábamos de la asombrosa fiesta de cumpleaños y regalos que ella me preparó. 
-Vaya noche, siento que tengo resaca, ¿Qué ha de ti, Melisa?-
-No te preocupes, soy buena con el alcohol y tú también lo eres, que ahora seas chica no te ha quitado esa buena capacidad tuya, pero hablando de eso ¿Qué opinas de todo lo que viviste, Eli?¿Fue un buen cumpleaños-
    Me preguntó con una linda y arrogante sonrisa mi querida amiga, quien ya sabía cual era mi respuesta, pero no la detenía de forzarme a admitirlo.
-La noche se puso aún mejor que el día y no me voy a cansar de decir que ha sido la mejor fiesta de cumpleaños de toda mi vida. Muchas gracias, Melisa. Pusiste la vara de medir muy alta, ¿sabes? ahora no sé que podré regalarte cuando sea tu cumpleaños-
    Dije con alegría al recordar todo lo que ella hizo por mi, darme cuenta de lo difícil que sería darle un gran regalo a Melisa después de esto, y que en cuestión de unos días mi cuerpo volvería a la normalidad.
-Bueno, se me ocurre que para mi cumpleaños me gustaría mucho tener presente a mi mejor amiga y tener una noche de chicas. Quizás cuando sea mi cumpleaños puedas volver a convertirte en Eli para celebrar juntas, amiga, ¿podrías darme ese regalo?-
    Al escuchar la petición de mi amiga, no pude evitar mostrar una enorme sonrisa al pensar que podría volver a ser una chica hermosa como Melisa en el futuro cercano, después de todo en apenas un par de meses sería el cumpleaños de mi amiga, y si ella quería que Eli pasará su cumpleaños con ella, yo estaría encantada de ser mujer otra vez para darle una noche digna de recordar, tal como ella hizo para mi.
-Por supuesto, amiga. Será todo un placer volver a ser Eli y planear un cumpleaños digno para ti, prometo que será tan bueno que mi cumpleaños parecerá cosa pequeña a lado del tuyo-
-No hace falta que sea tan grande, mientras pueda estar contigo y solo contigo, será el mejor cumpleaños que pudiera desear-
    Una de las manos de Melisa se deslizó por mi muslo, cambiando el ambiente amigable en la habitación por uno más profundo y sincero que no había experimentado con ella pero que no necesitaba de más palabras o acciones para poder comprenderlo. Como un hombre no me había dado cuenta de ello, pero ahora que la situación entre las dos ha cambiado un poco, creo que me doy cuenta de cual es el verdadero regalo que desea Melisa, y que como su amiga Eli, o quizás algo más, estaré dispuesta a cumplir su deseo tal como ella cumplió con el mío.
Créditos a quien correspondan

martes, 3 de diciembre de 2024

Mi vida como... maestra sustituta

    Cuando mi hermana enfermó gravemente y me pidió que tomara su lugar dando clases en su universidad me pareció una locura, sobre todo la parte donde yo me convertiría en ella usando una especie de pendientes que al ponerme cambiarían mi sexo y me transformarían en una copia idéntica de ella. En el momento que ella me dijo su idea no creí en absoluto en ella, parecía una tontería, no había forma de que eso fuera posible, pero después de mirarme al espejo tras ponerme los pendientes, no había parte de mi cuerpo que no fuera completamente idéntico al cuerpo de mi hermana; ahora tenía el mismo largo cabello negro azabache, con las mismas facciones que ella, igualando su altura y hasta me pude percatar que tengo el mismo lunar que ella tiene en el trasero; me veía como una copia viviente de mi hermana, por no mencionar que también tenía muchas de sus habilidades; caminar en tacones, maquillarme y sus dotes como maestra eran algunas de las cosas que noté al poco tiempo de haberme convertido de pies a cabeza en mi hermana.
    A pesar de todos estos asombrosos beneficios, había una extraña sensación en mi cuerpo, como si hubiera algo malo o no me diera cuenta de algo importante después de convertirme en mi hermana. Sin embargo, pensé que solo eran imaginaciones mías que no podía controlar, y que lo mejor en ese caso sería ignorar esos pensamientos para no afectar mi "trabajo" como maestra en la universidad.
    Así que una vez acepté que los pendientes me transformaron en una copia idéntica de mi hermana, me puse la ropa que ella eligió; ropa interior sencilla pero vergonzosas, pantimedias negras, una falda ajustada y un saco del mismo color, junto con una blusa blanca, tacones oscuros y un repuesto de sus anteojos que ahora necesito para ver a la perfección. Incluso una desventaja como la mala visión de mi hermana fue copiada por los pendientes, y en consecuencia debía usar los lentes con la misma graduación que utiliza mi hermana.
    Después de vestirme y tener el visto bueno de mi hermana con mi apariencia, estaba listo para ir a la escuela e impartir las clases del día, notando una vez más lo natural que parecía todo esto para mí. Aunque al entrar a la universidad me sentí nervioso de que alguien descubriera que soy un impostor, eso nunca sucedió, pasando inadvertida por muchos estudiantes y recibiendo saludos de mis alumnos y otros profesores mientras caminaba hacía mi salón de clases. Mi cuerpo actuaba natural, casi por si solo, así que todo lo que tuve que hacer yo era seguir la corriente lo mejor posible para dar clases a unos jóvenes universitarios que son mucho más tranquilos de lo que podía haber imaginado, la mayoría prestaba atención a la clase y aunque podía escuchar a algunos hablar entre ellos o hablar sobre mí, preferí dejarlo pasar para evitar algún escándalo durante la lección.
    No es que me hiciera feliz, pero sé lo bella que es mi hermana y no me sorprendió que algunos de sus estudiantes murmuraran sobre ella y como desearían tener una oportunidad con ella. Sin embargo, lo que realmente me sorprendió es que estas intenciones no venían solo de los estudiantes masculinos, también había una joven en los primeros lugares del salón de clases quien en silencio no paraba de mirarme, en más de un momento parecía que estaba fantaseando y su mirada no era tan discreta como ella imaginaba, cada que yo me daba la espalda para escribir algo o pasaba de un lado a otro en el salón, podía sentir su intensa mirada sobre mi hasta volver a girar, momento donde ella se agachaba y fingía escribir algo en su libreta.
    Sabía que no debía hacer una escena, no tenía que montar un escandalo ni avergonzarla frente a la clase, pero a pesar de todos esos pensamientos, no me pude resistir a pedirle un momento a solas cuando terminó la última clase.
-Señorita Aiko Haruki-san ¿Podría explicarme a qué se debe su atención en mí, señorita? Si tiene un consejo para que pueda mejorar mi clase mejore estoy dispuesta a escucharlo. En especial si su consejo evita que este tan distraída como hoy lo estuvo usted durante todo el día-
    Mis palabras firmes pero amables sonaban como un sermón típico de mi hermana, cruzándome de brazos a una corta distancia de la estudiante que parecía cada vez más nerviosa y sonrojada por mi sola presencia.
-Lo siento mucho, Akeno-sensei. Tal vez estaba un poco distraída, pero intentaba prestar atención a la clase-
    Al escuchar esas palabras negué con la cabeza, viendo por completo a través de la mentira de ella y llamando de forma cuidadosa su atención una vez más.
-Disculpe, señorita. Considero que usted no estaba prestando atención a mi clase, me estaba prestando atención a mí, ¿Estoy en lo cierto?-
    Cuando dije esa pregunta, Aiko se sonrojó todavía más, agachando la cabeza y evadiendo mi mirada como si su vida dependiera de ello.
-De verdad lo siento, Akeno-sensei...¿Es que que?-
    Su voz temblaba, sujetaba sus manos como si estuviera rezando y evitaba aún más hacer un contacto visual. La chica se veía linda, pero sin duda se veía muy avergonzada, mucho más de lo que podía esperar, pensé que solo estaba nerviosa como cualquier alumno con temor a ser reprendido por su maestro, pero la reacción de Aiko era difícil de ignorar, parecía que saldría corriendo o se pondría a llorar en cualquier momento lo cual me preocupó.
-Esta bien, Haruki-san. No estoy molesta con usted, solo intente prestar más atención en la próxima clase, ¿de acuerdo? Es todo lo que quería decir, ya se puede retirar-
    Solo quería saber que sucedía con ella, no quería hacerla pasar un mal rato y mucho menos meter en problemas a mi hermana con una de sus alumnas. Lo mejor que pude pensar fue en una retirada para evadir el conflicto y ahora sí hacer como si nada hubiera pasado, yo estaba lista para retirarme, dándole la espalda a la chica para salir del salón de clases, cuando un fuerte agarre en mi muñeca me detuvo y me hizo girar para ver la cara de la estudiante.
-¡Lo siento mucho, maestra Akeno! Y-yo... y-yo no puedo dejar de prestarle atención a usted, p-porque... p-porque... ¡porque yo estoy enamorada de usted, Akeno-sensei!-
    El cambio tan repentino en la chica me dejó sin palabras, hasta hace unos momentos parecía al borde de las lágrimas, tan pequeña e indefensa como una niña pequeña. Y a pesar de eso, ahora estaba de pie, sujetando mi mano y mirándome a la cara mientras se confesaba a mi, o mejor dicho, se confesaba a mi hermana.
    ¿Cómo había pasado esto? Mi hermana es una persona muy seria y profesional, ella nunca intentaría algo con uno de sus estudiantes, incluso si ellos coqueteaban o se confesaban, ella rechazaría a cada chico en su camino, mi hermana nunca ha tenido problemas en rechazar los sentimientos de los hombre... oh, ya veo. Eso tiene sentido.
    Mientras yo procesaba el descubrimiento que acaba de hacer sobre mi hermana, mi cuerpo ya había tomado la iniciativa, tomando por sorpresa a la estudiante y a mi que no podía controlar del todo mi cuerpo transformado.
    Mi cuerpo puso una sonrisa, acarició la mejilla de la estudiante y de forma cuidadosa pero dominante la arrastró de vuelto a su asiento de clases en frente del resto del salón. La joven parecía muy sorprendida y no sé resistían a nada de lo que estaba sucediendo, mientras que yo estaba más que sorprendido pero no podía hacer algo para detener a mi cuerpo, pues tal como había estado sucediendo durante gran parte del día, mi cuerpo se movía de una forma tan natural e instintiva, que intentar hacer algo diferente era completamente rechazado por mi cuerpo, dejándome atrapado como un espectador de lo que estaba sucediendo.
-Akeno-sensei que esta-
-No digas ni una palabra, señorita Aiko, ¿Entendido? No interrumpas a tu maestra cuando está dando clases-
    La muchacha detuvo por completo sus palabras ante la forma segura y dominante de hablar que ahora usaba mi cuerpo, el cual sujetó el apuntador de madera para el pizarrón y lo colocó cuidadosamente sobre los labios de la joven Aiko, quien con una mirada llena de sumisión, estaba nerviosa pero lista de aceptar lo que sea que pudiera pasar con su docente.
-Por desgracia, Aiko-San. No puedo corresponder tus sentimientos, no mientras seas mi alumna. Aunque tu confesión fue encantadora, tengo que decir que no... de momento-
    Yo estaba sorprendido por las palabras que salían de mi boca, la estudiante también parecía muy sorprendida y lista para responder, algo que mi cuerpo evitó al seguir sosteniendo la vara sobre sus labios y acortar la distancia entre nosotras cuando una de mis piernas se colocó sobre la silla donde Aiko estaba sentada, moviendo de forma juguetona la falda de la universitaria en completo estado de sumisión.
-Ciertamente te tengo un cariño muy especial, ¿Cómo no voy a adorar a mi estudiante estrella? Sin embargo, voy a rechazar tus sentimientos hasta que te gradúes de esta escuela, y más te vale ser de las mejores en tu generación, no quieres decepcionarme, ¿o si?
    Podía sentir el aroma de Aiko mientras mi pierna se divertía al jugar con el borde de la falda ajena de una tímida chica que aceptaba todo lo que se le hiciera.
-No solo eres inteligente, eres toda una belleza que sabe ser discreta con su cuerpo, y espero puedas ser igual discreta que tú maestra si de verdad esto es lo que quieres. Ya no eres una niña, Aiko, pero estaremos en problemas si alguien nos descubre, así que tendrás que saber guardar muy bien tus sentimientos, y este secreto, ¿Estas dispuesta a ello, Aiko-chan?-
    Después de un montón de insinuaciones de lo más directas, finalmente retiré el apuntador de madera de los labios de la chica, una que estaba aún más roja que nunca, su rubor era exagerado en estos momentos e incluso al taparse la cara no podía ocultar lo apenada que se sentía, y que aún sintiéndose de esa manera, pudo dar una respuesta inmediata a lo que mi cuerpo preguntaba.
-Lo aceptó, maestra…. sea lo que sea que usted quiera, yo lo aceptaré, maestra. Y-yo... yo de verdad la amo Akeno-sensei, no solo por ser una mujer fuerte y hermosa, también estoy muy agradecida por todas las veces que me ha ayudado y ha sido amable conmigo. Me costó mucho aceptarlo, pero una vez que me di cuenta, no puedo evitar está emoción y estoy muy feliz de finalmente decirle como me siento, Akeno-sensei. Si es lo que debo hacer para estar con usted, ¡Me esforzaré en ser la mejor de mi generación! Y una vez que terminé la universidad, volveré a confesarme y pedirle que sea mi novia para siempre, Akeno-sensei-
    Esa declaración fue aún más asombrosa y sentimental que la anterior, mi cuerpo controlado por los deseos de mi hermana también se vio sorprendido por un momento, pero solo fue por un breve momento antes de volver a sonreír y mostrarse con la misma confianza dominante que tanto encantaba a la joven Aiko.
-Y-y-yo s-seré discreta, maestra, ¡Se lo prometo! Guardaré bien mis sentimientos hasta que los pueda corresponder... y guardaré con cariño para siempre todo lo que usted quiera darme, Akeno-sensei. Soy suya, amada profesora-
    Con una mirada suplicante en su rostro, la estudiante aceptaba con amor guardar todos los secretos que su maestra tuviera para ella, lo cual hizo que mi cuerpo reaccionará una vez más para poder otorgar un momento que la estudiante pudiera recordar firmemente hasta el lejano día en que ella completará sus estudios universitarios. Si antes no podía moverme o controlar mi cuerpo, la sensación ahora era mucho peor, incluso ser un espectador era difícil puesto que de forma instintiva mi cuerpo que copiaba a mi hermana, actuó.
Créditos a quien correspondan.
    Un mes ha pasado desde que empecé mi vida como maestra sustituta y puedo decir que no he tenido ni un solo momento descanso; mi hermana ha mejorado mucho su salud pero sigue necesitando cuidados que le doy y daré alrededor de otros 6 meses más, ella prácticamente se ha perdido el año escolar por culpa de su enfermedad, pero estará mejor el próximo ciclo escolar. Hasta entonces, yo soy la maestra Akeno y no encuentro momento para descansar entre los cuidados que doy a mi hermana, la preparación de mis clases, las evaluaciones parciales y por supuesto, la entrega de calificaciones finales. Puede que estoy haya comenzado como un cambio temporal, cosa de apenas unos días, pero mi transformación se ha prolongado por mucho más tiempo y eso ha traído muchos cambios en mi vida fingida como Akeno-sensei.
    Recuerdo que los primeros días tan pronto como llegaba a casa me quitaba los pendientes y la ropa de mi hermana para volver a la normalidad, volver a ser hombre y sentirme cómodo en mi cuerpo verdadero. Sin embargo con el pasar de los días comencé a dejarme los pendientes en casa, incluso he dormido con ellos puestos, por lo que cada día me acostumbro más y más al cuerpo de mi hermana, y por ende a sus deseos. Mi hermana ha comentado algunas veces que ya parecemos gemelas viviendo en la misma casa y compartiendo la ropa, pero intento no prestarle mucho atención a esos comentarios que son más que verdaderos, desde hace días es como si solo vivieran dos mujeres en este lugar, algo que realmente no me desagrada.
    Mi día a día como maestra universitaria puede ser realmente agotador, y en casa lejos de relajarme, tengo más trabajo al cuidar de mi necesitada hermana, hay días que en cuanto llegó a la cama, caigo dormida hasta el siguiente día. Por fortuna, cuando no estoy tan agotada, tengo una forma muy buena de aliviar el estrés y relajarme en mi apretado día a día, en compañía de una persona que se ha vuelto cada vez más especial para mi.
-Me sorprende que compraras un uniforme de mi talla para usarlo después de la clase, mi adorable Aiko-chan tiene gustos peculiares, ¿no te avergüenza ser tan descarada con tu maestra?-
    Pregunté de forma juguetona para meterme un poco con ella mientras le modelaba el uniforme de la universidad que ella había comprado para mi. No pensé que a mi edad volvería a usar un uniforme escolar, menos uno de mujer, pero por tener contenta a mi linda estudiante, haría lo que fuera.
-No se burle de mi, maestra... S-solo pensé que sería muy lindo verla con el uniforme: usted es hermosa, y estoy segura de que muchos estudiantes pensarían que usted es una alumna más por lo joven y bella que es, Akeno-sensei.
-¿En serio? Yo diría que todos se darían cuenta, o al menos pensarían que me he quedado algunos años extra en la universidad-
    Respondí al tirar de su cabello para provocarla, dejándome ver como todo su cuerpo se estremecía, su rostro se sonrojaba y su mirada mostraba lo ansiosa que se sentía por compartir este momento donde la hice sentarse sobre mi regazo; sentir su piel desnuda contra la mía, nuestros muslos rozando de forma directa y nuestros pechos tan cerca los unos de los otros; todo era tan emocionante con ella, tenerla tan de cerca me encantaba, en especial cuando Aiko ponía esa expresión tan sumisa y suplicante de más del amor que yo le pudiera brindar; a su manera Aiko se volvió irresistible para mi, y aunque intento mantenerme fiel a nuestra promesa, en ocasiones es difícil que ambas podamos controlarnos.
    Aiko-chan, mi pequeña alumna estrella ha sido mi compañera leal todo este tiempo, ha cumplido su palabra y nadie sospecha nada de lo nuestro, ha vuelto a concentrarse en mi clase y sus ya buenas calificaciones están cerca de la perfección. Aiko ya era una de las mejores alumnas de la universidad, pero desde nuestro primer encuentro, no hay quien pueda competir con Aiko-chan, quien se ha coronado como la mejor estudiante de la universidad. Y como recompensa a sus arduos esfuerzos, muy de vez en cuando, tengo asesorías extras con ella donde "refuerzo" y "recompenso" toda su dedicación con cariño, con abrazos, con besos, con regalos e incluso pasando el tiempo juntas. A pesar de los deseos intensos que tenemos la una por la otra, hacemos lo posible para controlarnos en la escuela, rozando peligrosamente con romper nuestra promesa en más de una ocasión.
    Aiko es una chica buena, de corazón puro y que siempre intenta dar lo mejor, en todo este mes con ella me ha dejado claro que sus sentimientos son sinceros y que no dejará de esforzarse hasta el día en que podamos ser una pareja de manera oficial. Esa determinación me encanto, pasar el tiempo con ella es agradable, y aunque ahora soy capaz de controlar un poco mejor los deseos de mi cuerpo convertido, muchas veces decido seguir la corriente para pasar el rato con mi querida Aiko.
    Además de eso, aprendí que no debía dejarme engañar por ella, su cara es linda como muy pocas, es tímida y reservada, hacerla sonrojar es muy sencillo y claramente disfruta de ser dominada en cada ocasión. Sin embargo, su lado sumiso puede ser algo sorprendente a veces; la primera vez que le jale el cabello fue un accidente tonto de mi parte pero ella respondió con un gemido y una mirada suplicante en vez de enojarse o pedir que pare. Desde entonces me di cuenta que hay muchas cosas un poco subidas de tono que ella disfruta demasiado, por no decir que sus peticiones son apasionadas y no pueden ocultar en absoluto lo que ella desea, como ahora que me hizo vestirme de colegiala y acariciar su cuerpo mientras ella esta sobre mi regazo, provocando que me abrace con fuerzas mientras mueve sus caderas para restregar su cuerpo contra el mío, suplicando porque le hable de una manera dura para que ella ponga una expresión aún más sumisa en su cara y sea todavía más obediente de lo que ya es. Aiko es muy intensa, y eso me encanta de ella.
    Sin duda he comenzado a tener sentimientos reales por ella, ya no solo mi cuerpo la desea, yo también la quiero, y aunque tengo medio año para encontrar una solución a esto, probablemente me quede como mi hermana para hacer mi vida con Aiko. 
    Los detalles sobre el futuro no me parecen tan importantes por ahora, en estos momentos solo puedo pensar en mi linda Aiko, lo feliz que ella se ve por haber cumplido su capricho, lo emociona que esta al frotarse contra mi sentada en mi regazo y una creciente tentación de cumplir nuestra promesa un poco antes de lo previsto.
-Akeno-sensei... ¿No he sido una buena chica? Si quiere que le ruegue eso haré, pero dese prisa, por favor. No me haga esperar mucho tiempo-
    Maldición, estaba tan concentrada en mis pensamientos que Aiko ya casi llegaba a su límite, y por muy sumisa que ella sea, también dice lo que quiere, y en estos momentos me quiere a mí, pero incluso al morirse de ganar por estar conmigo, ella sabe que la maestra soy yo y quien pone las reglas soy yo. 
    Seré buena con ella, la mimaré un poco más que de costumbre, la dejaré de disfrutar verme con un uniforme idéntico al suyo y le daré una pequeña muestra del amor que siento por ella al corresponder sus deseos, dejándole en claro una vez más que todo lo que hacemos ahora no se podrá comparar al día que yo deje de ser su profesora para finalmente ser una amorosa pareja libre de restricción. Pero hasta que ese día llegué, ella tiene que dar las gracias a su maestra por todo lo que le puede dar.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 7 de marzo de 2024

No debería

No, detente, esto está mal, yo no debería disfrutarlo pero el cuerpo de mi hermana no se quiere oponer, después de todo su novia es quien la está tocando y besando, es normal querer disfrutarlo, o llegar más lejos pero yo no soy su novia.
Mi nombre es Emiliano y mi hermana menor es Emilia, somos unos gemelos como cualquier otro par, que conforme su edad fue aumentando y la persona creciendo, su personalidad y gustos se fueron definiendo. Por poner un ejemplo de ello, que mi hermana guste de las chicas y no de los chicos.
Eso no tiene nada de malo, la apoyo y respeto su decisión, incluso he conocido a un par de sus novias, como la actual novia Camila.
Sin embargo ahora sí es un problema para mí, para ambos en realidad, de hecho para los 3 incluyendo a su novia.
Esta tarde mi hermana tenía una cita con su novia, iría a su casa mientras yo iba al cine en dirección opuesta, nada fuera de lo común para nosotros dos, donde lo más destacado fue que por las prisas mi hermana y yo chocamos dándonos un fuerte cabezazo; a ella no le importó mucho, se disculpó y salió corriendo mientras yo sobaba mi cabeza para tomar mis cosas e ir al cine.
Recuerdo llegar al cine, comprar mi boleto y palomitas, entrar a la función que estaba ansioso por mirar hasta que todo se puso borroso y confuso. 
La confusión que sentía crecía más a cada momento, y la enorme oscuridad del cine era cada momento más grande hasta que poco importaba la enorme pantalla, ni siquiera el brillo de la misma iluminaba mi visión.
Pensé que me había desmayado en el cine, mi primer idea al despertar fue ir al doctor, sin embargo tan pronto como recupere la consciencia, me di cuenta de que algo terriblemente inapropiado estaba pasando.
Me costaba respirar por una razón muy particular, alguien me estaba besando, pasando una de sus manos por mi cintura y la otra por mis nuevos pechos, llevándome hasta la pared donde mi cuerpo se rendía y dejaba que la otra chica hiciera todo lo que quisiera conmigo.
-Te había extrañado tanto, Emilia, me alegra tanto que al fin pudieras venir-
Me dijo Camila, la chica que me besaba apasionadamente contra la pared pensando que soy su novia; podía tener su cuerpo pero no era ella, y en ese momento donde nuestros labios se separaron la intente detener poniendo mis manos en sus hombros para alejarla, cosa que la sorprendió e hizo parar.
-¿Qué ocurre, Emi? ¿Estoy siendo muy dura?-
Me preguntó mientras se tomaba una pausa de su apasionada muestra de afecto, momento perfecto para poder hablar y donde palabras que no quería salieron de mi boca.
-No....solo quería tomar un poco de aire pero podemos continuar-
En cuanto dije eso, ella me volvió a besar con más pasión que antes, pasando su mano por debajo de la blusa y sostén, jugando directamente con uno de los duros pezones de mi hermana, quien sentía se humedecía en la parte de ahí abajo, buscando llegar aun más lejos con todo el acto que ambas estaban haciendo.
No debería, sé muy bien que no debería pero no puedo evitarlo, ni puedo controlarlo, a pesar de ser tan parecidos físicamente este cuerpo era cientos de veces más diferente al mío y parecía que Camila sabía justo lo que hacía para no dejarme salir de esta posición.
Todo en mi se estremeció al sentir la otra mano ajena bajar por la cintura hasta comenzar a meterse dentro de la ropa interior, no había duda de que ella se daría cuenta de cómo estaba, separando la unión de nuestros labios para preguntar.
-Emi, ¿Esta bien si lo hago? Te notó un poco tensa y me pareció mejor preguntar-
Esa era la oportunidad de oro que estaba buscando, todo se detuvo por completo y la chica estaba pidiendo permiso para llegar más lejos. Era el momento ideal para explicar que es lo que ocurría, pedir ayuda e ir a buscar mi propio cuerpo, pero al momento de abrir mi boca para hablar dije.
-No te preocupes, Cami, yo también quiero hacerlo así que por favor continua-
Seguido de esas palabras, separe un poco las piernas, dejando que Camila frotara su rodilla en mi zona de ahí abajo, provocando todavía más en mi el deseo que el cuerpo de mi hermana sentía en esos momentos.
De nuevo atacó con besos, tocando mis pechos, frotando la intimidad, no entiendo nada de lo que ocurre pero le pido perdón a ambas porque yo no me puedo negar. Solo pido que este momento acabe pronto y que pueda regresar a mi cuerpo, por que si su novia Camila me sigue tratando como hasta ahora, creo que algo en mi va a cambiar y quedarme como mi hermanita Emilia será lo que mas desee en el mundo, como lo hago ahora al disfrutar de este momento. 
Créditos a quien correspondan.