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martes, 1 de abril de 2025

Consecuencias de la tormenta

    No sé como es que las cosas se calentaron tanto que llegamos a este punto, pero una vez aquí no creo que podamos parar, tampoco es que lo queramos, solo que la mera idea de hacer lo que estamos apunto de hacer sigue siendo un tanto extraña como provocadora y sobre todo, está muy lejos de detenerse.
    Hace rato estábamos en la sala de estar, mi padre, madre y yo hablando de tonterías y el día a día después de la comida, donde para variar no hubo discusiones salvo que tan fuerte sería la tormenta eléctrica de la que llevaban hablando todo el día, y que con una fuerte lluvia anunciaba su inminente llegada, misma que nos hizo permanecer a todos juntos en la sala de estar escuchando la radio.
    Al poco tiempo de iniciar la lluvia, los truenos se escucharon, la luz se fue y dentro de la inmensa oscuridad, un imponente trueno cayó para cambiar nuestras vidas de una forma más literal de la que jamás pensé.
    Lo último que yo recuerdo es oír como un trueno caía muy cerca, luego perdí la conciencia para despertar no en mi cuerpo sino en el de mi propia madre; me sentía tan débil y confundida, pequeña e indefensa, solo llevaba una blusa sin manga y una falda que poco me resguardan del frío en aumento debido al clima fuera de casa.
    A los pocos minutos de que yo desperté en el cuerpo de mi madre, despertó mi padre, o al menos eso era lo que creía. De lo que estaba extrañamente segura era del atractivo y varonil cuerpo de mi padre que de solo mirarlo de cerca me hizo estremecer, pero en ese cuerpo no estaba él. 
    Mi mamá por alguna razón se quedó con el cuerpo de mi padre, me lo hizo saber cuando vio su propio cuerpo moverse, o sea verme a mi controlando su cuerpo. Por lo que si yo estaba en el cuerpo de mamá, y mamá estaba en el cuerpo de papá, por lógica, papá estaba en mi cuerpo y de alguna forma nos las arreglamos para cambiar de cuerpo y por muy ridículo que suene, lo único extraño que recordamos antes de estar en el cuerpo del otro, es haber oído caer un rayo.
    El pánico nos invadió y la ignorancia no ayudaba, estábamos en una situación que no queríamos en cuerpos familiares, pero a la vez tan desconocidos para los otros.
    Nuestra única opción era estar calmados y al principio lo estábamos logrando, pero todos notamos en nosotros mismos un extraño instinto o sentimiento que no se podía ignorar. Al menos yo puedo decirlo, yo deseaba.. mi cuerpo deseaba estar con mi padre, me sentía tan confundida y caliente que sin importar el resto de cosas que estaban pasando, yo quería tener sexo, dando muchas insinuaciones que rozaban en lo descarado hacia el cuerpo de mi padre, donde mamá no sabía cómo reaccionar ante la idea de tener sexo de un modo tan distinto "con su pareja de toda la vida".
    Mi padre fue quien sin dudar aceptó, él seguía siendo un hombre y sin vergüenza alguna dijo que estaba muy excitado y que no podía soportarlo durante más tiempo, y que yo, "como la única mujer" tenía que hacer algo al respecto, una responsabilidad que con gusto asumiría.
    Luego de eso me besó haciéndome sentir por las nubes, a lo que él cuerpo de mamá humedeció y se dejó llevar por la situación rozando más y más el cuerpo contra papá.
-¿Qué creen que hacen ustedes 2? ¡Ya basta! No puedo creer que-
-¿Lo hagamos sin ti?-
    Me atreví a responder a mamá que se quejaba por lo que veía, sin embargo yo podía ver su deseo y excitación así que lo más oportuno que se me ocurrió hacer fue invitarla dándole los mismos tratos que a mi padre.
    Fue cuestión de segundos para que una cosa llevara a otra y luego a otra hasta que termine sin mi falda ni tacones, recibiendo un montón de caricias en mis senos mientras mamá me besaba usando el cuerpo de papá y yo atendía ambos miembros con cada una de mis manos.
Créditos a quien correspondan.
-No puedo creer lo que estamos por hacer, ¿Estás segura de aguantar esto? Digo ¿Seguro? Ni siquiera yo he tenido a dos hombres a la vez-
    Decía mamá aun intentando retroceder sin mucho éxito, ya que ni dejaba de besarme ni tampoco de acariciarme.
-No lo pienses demasiado, querida. Solo es por esta ocasión y que no podemos controlarnos, será una nueva experiencia que podemos recordar una vez volvamos a la normalidad-
    Comentó papá en mi cuerpo para apaciguar las dudas de mamá.
-No lo sé, yo-
-Serás la primera-
-¿La primera?-
-Sí, no querías hacerlo con 2 a la vez, tú vas primero, además es el cuerpo de papá, eso debe hacerlo un poco menos raro así que adelante, subamos a su habitación y gracias a la tormenta no debemos preocuparnos ni la luz ni por el ruido-
    Aumente las caricias en mi mano derecha, ambos miembros estaban duros y calientes en cada una de mis manos y aunque siento como el mío es más grande que el de papá, quiero tener dentro al de papá cuanto antes, quizás es porque son pareja o que este cuerpo ya lo conoce, pero fuera por lo que fuera quería hacerlo al momento y con unas últimas caricias, besos y mordiscos, ambos hombres me llevaron en brazos hasta el piso de arriba donde tan pronto como mamá se recostó en la cama, yo me fui encima de ella para montar y sacudir mis caderas como toda un experta.
-Ah… No..no puedo creer que así me veía cuando lo hacía con tu padre, me veo tan indecente e impaciente, moriría de vergüenza al verme de esta forma.... pero ahora solo puedo desear que lo hagas aún más rápido... eres increíble-
    Me halagaba mamá dando un par de nalgadas en mi temporal trasero, lo cual solo me encendían más en los movimientos y pequeños brincos que hacía sobre ella, colocando mis manos en su pecho para un mejor momento.
-Gracias… No es un cumplido que imagine tener pero me hace feliz saber que te sientes tan bien como yo-
-No olvides que luego sigo yo, estoy seguro de que conmigo y tu cuerpo joven te haré gemir incluso más fuerte-
-¡Cariño, no digas eso!-
    Papá se mantenía entretenido por cuenta propia, viendo la escena que hacíamos los otros dos, dándole vergüenza a mamá pero un montón de emoción al verme sometida por un guapo, atractivo y fuerte hombre.
-Jaja..ah...estaré encantada de que me domines, papi-
-ah lo mismo digo, "mami", así que date prisa-
Créditos a quien correspondan.
    Con una sonrisa de complicidad entre "los hombres" de la casa seguimos con nuestra ilícita aventura por horas sin descanso, o al menos para mí, que tan pronto hacía tener un orgasmo a uno de ellos, el otro empezaba a cogerme como nunca imaginé.
    Nuestra transformación, cambio de cuerpos, o como sea que se le quiera llamar a lo que nos sucedió nunca se revirtió y lejos de rehusarnos a esto, cada uno se fue metiendo más y más en su nuevo papel, incluso me atrevo a decir que mamá y papá ya olvidaron quienes eran antes en realidad.
    Papá dentro de mi cuerpo fue quien la tuvo más sencilla, no cambio de sexo y sólo se hizo más joven, él sigue con mis estudios y deportes estando cada vez más cerca de graduarse para empezar a hacer de nuevo su vida, no me sorprendería que se fuera a un departamento o consiguiera novia, para ambas cosas solo es cuestión de tiempo.
    Mamá en el cuerpo de papá se lleno de ocupaciones, trabajos de aquí allá sin parar, papá trabaja en una compañía enorme pero es el único sustento para la familia así que mamá no tuvo de otra que aprender lo antes posible todo lo que hacía mi padre, volviéndose bastante buena en realidad y acostumbrándose más y más a su nueva vida, creo que estaba cansada de ser un ama de casas y tener tantas actividades otra vez la reanimó un montón por lo que ni una sola vez la he escuchado quejarse de ser el hombre de la casa.
    Yo por mi parte no tenía idea de cuánto podía agotarme el sexo, pasándome factura a la mañana siguiente con un dolor en el trasero y la espalda que no me dejaba ni mover a gusto, pero que fue disminuyendo con los días posteriores. Como mencioné, mamá no trabajaba más que cuidando de la casa y aunque yo no siempre lo hacía, cuando era chico más de una vez le ayudaba, así que más que nada fue extender mis conocimientos en cocina, limpieza además de cuidados femeninos que por la edad de mamá ya eran muchos, esas se volvieron mis cosas del día a día y ahora con mayor conocimiento y lucidez creo que esa vez durante la tormenta fueron los días previos a entrar en la menopausia con la que ahora tengo que lidiar tomando unas cuantas pastillas para las hormonas de vez en cuando, y aunque aún sigo teniendo esos deseos de sexo, hoy día están mucho más controlados.
    Digamos que lo más complicado para mí fue perder tantos años de mi vida y aprender lo que mi cuerpo me pedía como los sostenes para mis pechos o la vanidad de usar tacones todo el tiempo.
    Fuera por lo que fuera mi adaptación ha sido la más lenta entre los tres, mi padre ahora actúa como mi hijo, mi mamá se volvió mi esposo y yo por momentos no terminó de aceptar mi posición como madre y esposa. Quiero decir, es muy lindo que me abrace por la cintura o me compre cosas bonitas, pero al final es mi madre quien hace estas cosas, me cuesta creer que dejó de verme como su hijo para verme como su esposa, pero así es como se ven las cosas, todo como consecuencias de la tormenta eléctrica de esa noche y todo lo que hicimos posterior a la misma.
    Quizás yo con el tiempo corra el mismo destino y una vez que me acostumbre o abrace esta forma de vida, también olvidé mi otra vida, olvidé que ni siquiera era mujer antes del incidente y que me convertí en mi propia madre, es algo raro como por momento pienso en todas estas cosas como ahora y en otros momentos me dejó llevar tan bien en mi nuevo lugar que tardó días en recordar quien soy, o era en realidad.
    Dudo mucho que recupere mi cuerpo en algún momento, puede que si otra tormenta con ese extraño tono violeta nos tira un rayo a todos en mi familia volvamos a nuestros cuerpos o solo cambiemos a otros nuevamente, pero hasta que ese momento llegue, y si es que llega, yo debo seguir viviendo el rol de madre en el que me han dejado tras la tormenta. 
Créditos a quien correspondan.

domingo, 7 de enero de 2024

El regalo de papá

-¡WOW!¡Muchas gracias, papá!¡Es el regalo que te pedí!¡Me encantan los disfraces de soldadito!-
Decía lleno de alegría Cristian, un niño de 7 años que desde hace 2 años, vive en el cuerpo de Cristina, una adolescente de 19 años.
Hace un par de años, un gran desastre de intercambio de cuerpos azotó todas partes del mundo, haciendo que las personas cambiaran de cuerpos al azar; ya sea de madre a hijo, de hija a padre, de tío a abuela, de vecino a vecino y de cualquier parte del mundo, millones de personas se vieron afectadas por el intercambio de cuerpos sin nada que hacer al respecto, más allá de aceptarlo y seguir con su vida.
Cristian en ese entonces tenía 5 años y vivía con su padre Cristopher de 49 años y su madre Melissa de 43 años. Sin embargo, una vez ocurrido el desastre de cambio de cuerpos, Melissa se había ido, Cristopher no cambió de cuerpos y su hijo Cristian ahora estaba en el cuerpo de una preciosa chica universitaria sin comprender que había sucedido.
Cristopher intentó de todo para recuperar el cuerpo de su hijo pero en estos dos años no ha conseguido ningún avance, y sobre su esposa Melissa tiene aún menos información e ideas de donde está o que sucedió con ella, por lo que Cristopher no tuvo de otra más que intentar seguir con su vida por el bien de su hijo que ahora luce unos 10 o 15 años mayor de su auténtica edad.
Desde entonces Cristian dejó de tener 5 años para tener 7, mientras que su cuerpo de 17 años ahora es de 19, lo cual ha generado situaciones bastante complicadas para el padre soltero que hace su mejor esfuerzo para cuidar de su hijo sin verlo con otras intenciones gracias a su cuerpo de adolescente. 
Cuidar de Cristian con un cuerpo más grande y lleno de energía ha sido agotador y su poco tiempo libre lo estaba usando en buscar cómo recuperar a su hijo y su esposa, por lo que en su poco tiempo a solas, las necesidades masculinas que su cuerpo tienen han sido bastante desatendidas, provocando así que poco a poco Cristopher deje de ver a su hijo como un niño y comience a verlo como una mujer, algo que por mucho que quiere evitar, simplemente le resulta muy difícil; Cristian sigue siendo un niño por lo que a veces quiere bañarse con papá, dormir junto a él o simplemente no quiere usar ropa de niña por lo que se la quita y está desnudo por la casa; cosas que pasaron de ser vergonzosas y molestas para el adulto, a provocar que ahora tenga más de un pensamiento que buscaba desesperadamente alejar de su cabeza cuando su hijo se portaba de esa manera tan íntima con él sin siquiera notarlo.
Tal como le ocurrió nuevamente con el deseo de su hijo, el niño quería un uniforme de militar para jugar a los soldaditos, y a falta de encontrar un atuendo mejor, Cristopher le compró un mameluco de militar a su hijo con el cual el cuerpo de la adolescente presume sus grandes muslos, su trasero y pechos apretados en el traje que junto a su constante movimiento, cada vez le cuesta más trabajo al padre pensar con la cabeza fría cada que estaba con su hijo.
-Me alegra que te guste tu disfraz, hijo. Luces preciosa… quiero decir, te ves muy guapo y varonil-
Por un momento, los verdaderos pensamientos de Cristopher hacía el cuerpo de Cristina salieron a flote, sin embargo, Cristian se ponía furioso cada que su padre le hablaba como una niña, así que el adulto de inmediato se tuvo que corregir por sus palabras.
-Hay que jugar a las trincheras, papá. Yo soy el general y tú el soldado en la retaguardia-
El niño se tiró al suelo, fingiendo que llevaba un arma en sus manos mientras se arrastraba frente a su padre que no respondió y desvió la mirada, haciendo así que el niño se levante y le cuestioné.
-¡Papá!¡Quiero jugar contigo a los soldados!¡Solo los hombres pueden ser los valientes soldados!-
Decía el niño mientras daba brincos llenos de frustración por la poca atención que le daba su padre, quien estaba mucho más concentrado y frustrado de lo que su hijo jamás podrá imaginar al ver que con cada salto los pechos y trasero de Cristina rebotaban.
-Hijo, ¿Llevas la ropa interior?-
-No, me apretaba mucho con el traje así que me la quite, ¡pero no cambies el tema!¡Quiero jugar a los soldados!-
De nuevo el chico comenzó a saltar a lo que su padre lo detuvo poniendo las manos en sus hombres y declarando.
-Está bien, juguemos a los soldados… pero yo soy el general-
-¿Por qué? Yo quiero ser el valiente general que va al frente de su batallón y tú vas detrás de mí como mi leal soldado-
-Pero las personas más viejas son los generales, hijo. Yo soy mayor que tú y tengo más experiencia, puedo ser el general que te guie a la victoria, así tú puedes aprender mucho más y ser un mejor general que yo-
La mentira blanca que dijo Cristopher le ganó los aplausos y asombro de su hijo que de inmediato encontró sentido a lo que su padre decía.
-No lo había pensado, ¡eso tiene sentido!¡entonces tú serás el general y yo tu cadete! Ya verás que cuando sea mayor, seré el mejor general, incluso más que tú, papá-
-Sí… sin duda estarás mejor de mayor, hij…o, hijo, serás un gran general algún día-
Y con esa última corrección a sus palabras antes de provocar más drama con su hijo, Cristopher lograba sobrevivir un día más a cría a su pequeño en el cuerpo de una hermosa adolescente, a punto de volverse toda una joven y preciosa adulta de la cual tendrá que cuidar aún más, sin ceder a sus deseos en el intento.
Créditos a quien correspondan.

sábado, 12 de agosto de 2023

El cumpleaños de Lucio y Lucía

Lucas es un joven adulto, con una muy buena posición económica, soltero y sin familia, era un adulto libre de las responsabilidades de ser padre de familia, ya que él a sus poco más de 30 años todavía no formaba una familia y estaba feliz de esa manera.
Su única familia cercana era su padre Lucio, un hombre viudo en sus 50 años, a quien cada tanto le daba regalos. Siendo este último regalo el más grande de todos hasta el momento.
Hace no mucho, una nueva agencia automovilística había llegado a la ciudad; la novedad de esta marca era diseñar autos con una Inteligencia Artificial qué se amolde a todas las características qué el conductor pueda querer; tipo de auto, asientos, estándar o automático, tamaño y muchas cosas más, era el auto perfecto para quien lo maneja, el cual incluía una pequeña sorpresa para su primer acompañante en el flamante vehículo. Por ello, con el cumpleaños de su padre a la vuelta de la esquina, Lucas decidió comprarle uno de estos novedosos y potentes autos para que lo usará como más quisiera.
Lucas insista en que el auto sería una sorpresa para su padre, así que hizo todo lo posible para que los gustos de su padre fueran plasmados en el nuevo automóvil qué se fabricaba, logrando un resultado qué sólo de verlo, le hacía sentir satisfecho.
Finalmente, llegó el ansiado día donde su padre cumplía años y donde Lucas entregaría el regalo usando una pequeña mentirita blanca con el mayor. El joven adulto, pidió a su padre, pasar a la agencia "por su nuevo automóvil"; el padre estaba muy contento y accedió a ir por el auto, sin tener idea que no era el auto nuevo de Lucas, era el auto de nuevo de un señor Lucio qué con inocencia quería ayudar a su hijo.
La agencia ya estaba al tanto de que alguien más pasaría por el auto, dándole las llaves al señor Lucio, a quien felicitaban y se mostraban sorprendidos por estar dispuesto a ser acompañante de su hijo. El señor no vio ningún problema, era eso y ya, ser el acompañante del auto de su hijo, algo a lo que los trabajadores de la agencia no dijeron nada pero dejó pensando sobre la situación al señor.
Para cuando el señor Lucio se dio cuenta de que algo estaba mal, ya era muy tarde.
El señor Lucio comenzó a manejar el auto, era bastante cómodo y aunque no era un modelo de sus favoritos y tuviera cosas que a él no le gustaban, se sentía contento por manejar el auto de su hijo.
Sin embargo, una característica más de esta peculiar agencia de automóviles, era darle al conductor una compañera perfecta; solo quien compra los autos de esta marca puede manejarlos, todo aquel o aquella que lo manejará sin ser el dueño, se convertía en una mujer de ensueños según los gustos del conductor. Y el señor Lucio, lo estaba viviendo. 
Eran cambios sutiles y apenas perceptibles, el hecho de estar manejando mantenía ocupado a la futura mujer de ensueño hasta que fuera demasiado tarde, para que una vez convertido en mujer, la persona tomará una nueva identidad, justo lo que estaba haciendo Lucía mientras conducía a casa de su novio, es decir, futuro novio. 
Para cuando el señor Lucio llego a casa, aquel padre jubilado ya no estaba. En su lugar, del asiento del conductor salió una bella mujer, perfecta bajo los ojos y gustos de su hijo Lucas. 
Una larga cabellera oscura, una mujer alta para el promedio, con una blusa rosada y ajustada qué dejaba ver que no había sostén en sus enormes pechos, la blusa era tan corta qué dejaba a la vista su linda cintura y su tierno ombligo, partes que contrastaban gracias a la blanca mini fada qué llegaba a mitad de sus bien dotados muslos, todo eso junto a un rostro de ensueño, y una naturaleza dócil, habían hecho al padre de Lucas, la mujer de sus sueños con el auto de sus sueños. 
Ahora solo hacia falta que Lucas llegará a la casa de su antiguo padre, ya no para celebrar el cumpleaños de Lucio, más bien, para celebrar el cumpleaños de Lucía, quien está perdidamente enamorada de su hijo, deseando tener una cita de ensueños con él y que finalmente le pida ser su novia... O quizás algo más. 
Aunque el noble plan de Lucas por sorprender a su padre era bien intencionado, aquel auto no fue diseñado para su padre, fue diseñado para Lucas gracias a la Inteligencia Artificial de la compañía. Misma inteligencia artificial qué va a sorprender a Lucas, cuando vea que la mujer con la que siempre desearía estar, sacada de sus más profundas fantasías, ahora estaba dispuesta a ser la copiloto de su auto y de una maravillosa vida junto a él.
Puede que sea el cumpleaños de Lucio y de Lucía, pero quien se lleva el mejor regalo de su vida será Lucas; con el inicio de su propia familia, con una casa propia qué antes era de su padre, acompañado de esposa perfecta y el mejor auto qué pudiera comprar haciendo así ese día uno sumamente especial para todos los integrantes de la familia.
Créditos a: Tanya Song