viernes, 30 de junio de 2023

¿Cuál es el mejor?

-Mateo te digo que mi trasero se ve mejor que el tuyo-
Decía Andrés  mientras movía sus caderas y ponía su mano en la cintura, él era quien poseía el sensual cuerpo de la chica con falda rosa y medias blancas.
-Ni lo sueñes amigo, ¿Qué no ves todo esto? Mi trasero es mucho mejor que el tuyo y la ropa interior es muy reveladora-
Respondió Mateo, su amigo quien poseía a la hermosa chica de a lado quien levantaba su negra falda para revelar sus sexys bragas negras a juego con las medias del mismo color.
Esta era una platica usual para ambos, como era costumbre para estos amigos se acababan de meter a un par de cuerpos de chicas aleatorias para pasar un buen rato.
Mateo venía de una familia descendiente de magos por lo que sabía muchos hechizos, con el tiempo conoció a Andrés quien se volvió su mejor amigo y la única persona que sabía de sus poderes.
Cuando le contó esto Andrés, entre muchas preguntas quería saber si era posible cambiar de cuerpos temporalmente a lo que Mateo dijo que sí, por lo que no tardo en tener la idea de poseer el cuerpo de chicas bien dotadas para tomarse fotos sensuales y mandarlas a sus teléfonos sin que ellas supieran. Tendrían fotos sexys y de cualquier tipo que quisieran cada que quisieran, una oportunidad única gracias a esos poderes.
Mateo no dudo en aceptar y al menos una vez al mes ambos chicos eligen chicas al azar para poseer, jugar con sus cuerpos, toman fotos provocativas cada uno de lo mejor que tenían sus presas; lencerías, pechos, culos o lo que fuera y luego las envían a sus celulares para usarlas después.
En esta ocasión los culos de ambas eran su mayor atracción y mientras se seguían tomando fotos de sus traseros y ropa interior frente al espejo, estos chicos seguirían discutiendo cual de los dos culos era el mejor haciéndolo resaltar lo más posible en cada fotografía.
Créditos a quien correspondan.

miércoles, 28 de junio de 2023

Tareas domesticas

Llevaba años de casado con mi mujer, siendo el fuerte hombre de la casa que ordenaba mucho a mi esposa, lo que creía era trabajo de mujer como lavar, limpiar, hacerme de comer y claro que satisfacerme sexualmente, lo típico de un hombre machista debo de admitir.
Muchas veces mi esposa estaba en desacuerdo con mi forma de ser pero siempre me imponía para demostrarle quien mandaba, y así fue por muchos años hasta que un día quise forzarla a tener relaciones cuando ella no quería. Recuerdo que gritamos y discutimos pero todo acabo cuando ella gritó unas palabras que no entendí y antes de darme cuenta yo estaba en su cuerpo.
Era algo ridículo, no había forma de que yo estuviera en su cuerpo. Sin embargo empecé a tocarlo y pellizcarme sin otro resultado que parecer cada vez más real el intercambio de cuerpos.
Mi esposa no tardo en explicarme que era un hechizo que aprendió y que de ninguna forma iba a revertir, que ahora ella estaría viviendo como el hombre fuerte y que por mi bien tendría que aprender a hacer todas las tareas domesticas de la casa sino quería que todas las noches tuviéramos sexo como yo solía obligarla.
Rotundamente me negué y quise intimidarla pero con mi nuevo cuerpo no hubo forma, incluso soltó una risa ante mi intento que fue detenido sin problema para ganarme la experiencia de experimentar el sexo por primera vez como una mujer, cosa totalmente forzada y que no pude evitar. No puedo evitar decirlo, muy muy en el fondo sentí un poco de placer pero al ser todo tan repentino y a la fuerza fue sumamente humillante, lloré como nunca mientras y después de que me usaba para satisfacerse dejándome en la cama cuando terminó, aunque hubo un detalle que me mencionó y de inmediato me hizo abrir los ojos, ni siquiera uso toda su fuerza y menos golpeado a diferencia de como hacía yo.
Todo eso me dio a entender mi nueva posición y que mi mujer, o más bien, mi marido no dudarían en tener sexo a la fuerza así que solo me quedaba aceptarlo; aprender a usar tacones, maquillajes, los días difíciles que venían cada mes y aprender a usar todas sus ropas intimas y de vestir sin mencionar todas las labores domesticas que nunca había hecho en todo mi matrimonio.
No podía darme el lujo de estropear todo pero sin duda muchas veces arruine un montón de cosas y cada que mi marido llegaba sabía lo que me esperaba, ser cargada a la fuerza hasta la cama o en casos extremos en ese mismo lugar donde lo veía, para que me arrancará toda la ropa y me follará como un animal. Lo peor de todo fue que en poco tiempo me volví bastante sumisa e incluso disfrutaba un poco de tener relaciones, por dios, incluso llegué al punto de masturbarme pensando en como sería hacer el amor con él y no follar que es lo que hacía, no obstante había mucha brusquedad de por medio y esa oportunidad aún estaría bastante lejos de ser real.
Al principio pensé que sería cosa sencilla pero todo era muy difícil y sin duda eran lecciones que no olvidaría fácilmente por la venganza que tenía mi esposo contra mi después de tanto tiempo, era el mejor recordatorio que él me podía dar. Desde arreglarme hasta estar con prisas, cuidando que la comida no se queme y servírsela a mi marido para que no se moleste, que la lavadora no esté con la ropa mal puesta o el detergente equivocado sin mencionar toda la limpieza del resto del hogar pero sin duda lo que más odiaba era limpiar la tina; no solo por ser difícil sino que también tenía que usar un vestido corto pero sexy que antes usaba mi esposa para limpiar o arruinar alguna de mis otras ropas que molestaría a mi marido que las pagaba.
Mi trasero quedaba totalmente a la vista cuando me agachaba para limpiar bien, remarcándose mis bragas negras y los resortes de los elásticos y las medias. Eso antes me excitaba mucho y en algunas ocasiones llegué a cogerme a mi esposa cuando la veía en cuatro limpiando la tina de esa forma y tal parece que ahora yo sufriré el mismo destino o eso me daba a entender la mirada llena de lujuria de mi marido que llegó temprano y no escuche, ahora lo veo acercarse quitándose su ropa y realmente no me quiero levantar, no se si por miedo o porque puede que esta vez sea gentil conmigo, ahora puedo disfrutar más del sexo, sobre todo cuando paso mucho tiempo sin él y fantaseo en la ocasión donde sea lindo y gentil conmigo, pensar en eso solo me calienta y pone ansiosa.
Con tantas cosas en mi cabeza ni noté que levante mis caderas para su inminente llegada en cuanto se desnudará, puede que hoy sea el día, ya he aprendido a hacer bien todas mis tareas domesticas así que podría recompensarme con una noche de pasión que yo nunca le pude dar.
Créditos a quien correspondan.

lunes, 26 de junio de 2023

Por el bien de la tribu

Mi tribu siempre ha sido especial, somos descendientes directos de los nativos de estas tierras y por siglos nos hemos podido enorgullecer de decir que la sangre pura que portamos no se ha mezclado con otras aldeas, seguimos siendo puros y totalmente pertenecientes a la tribu como hace miles de años, algo que pensamos mantener durante mucho tiempo más.
Sin embargo, un pequeño problema surgió desde ya hace unos años y es que las mujeres han nacido en menor medida; quizás uno de cada 10 bebés es mujer y aunque al comienzo no se le dio tanta importancia, ahora que hay muchos más hombres que mujeres se volvió alarmante. No solo por el deseo de tener una pareja y posteriormente una familia, si no que también la tasa reproductiva se iría para abajo y solo quedaría perder nuestro linaje y mezclarnos con otras personas o esperar hasta que ya no hubiera más de nosotros.
La gente, nosotros, tomamos una decisión y fue directo al problema, ya que al parecer hace mucho tiempo nuestros antepasados tuvieron el mismo problema y para ello dejaron amuletos que harían posible el cambiar de sexo para poder seguir con nuestro linaje puro todo el tiempo que sea necesario.
La situación era tan desesperada que no hubo de otra y muchos hombres se sometieron a dicho proceso de forma voluntaria u obligatoria, tomando alguno de los amuletos y viviendo una nueva vida donde serían mujeres tras ponérselo.
Yo fui uno de los que les tocó hacer tal sacrificio, que a decir verdad no quería hacerlo pero no debía oponerme a este bien mayor, y al ponerme el amuleto como un collar sentí como de golpe tenía pechos, caderas más anchas, largos cabellos y otros cambios dejándome como una nueva mujer del clan con sangre pura y lista para cumplir mi misión.
Uno de los hombres más fuertes de la tribu no perdió el tiempo y me reclamó como suya al tener uno de los cuerpo más hermosos que se habían visto desde hace muchos años, lo que llenaba de esperanzas al pueblo de que nuestros hijos y más importante, nuestras hijas, puedan ser muy importantes en los años por venir para nuestra gente.
Obviamente no podía negarme a todo esto, yo tendría que enamorarme, y aunque pensé que sería lo más difícil que jamás he hecho, la realidad ha sido completamente diferente.
Él me estaba haciendo toda una chica, me hacía sentir toda una mujer, su cuerpo masculino y varonil era perfecto para mi delicado cuerpo de mujer, con besos, caricias, abrazos y un espectacular sexo, me había enamorado por completo.
El sexo es lo mejor, si como un hombre se sentía bien, como una mujer va mucho más allá, es una sensación que ni siquiera puedo expresar y que nunca voy a olvidar, en especial si mi esposo me lo sigue haciendo con tanta dedicación como ahora: todo se siente muy bien, el amuleto rebota con mis pechos ante cada embestida y yo sueltos sonidos de alegría y placer ante cada movimiento que recibo.
Sin dudar, ser mujer y tener que cargar con un bebé no es algo que me había imaginado nunca en mi vida pero esto es por el bien de la tribu y no hay de otra, esta es mi nueva vida y seré cogida cuántas veces sea necesario para que nuestra sangre pura siga intacta dando tantos hijos e hijas saludables como me sea posible, sin duda, es la labor más digna para la que puedo servir.
Créditos a quien correspondan.

sábado, 24 de junio de 2023

Elección perfecta

Por alguna razón termine en este cuerpo. Venía de regreso de la escuela cuando una fuerte lluvia se soltó a lo que no hice tanto caso, solo me hizo correr un poco para llegar más rápido a mi casa con el fin de darme un baño.
Recuerdo entrar a la ducha y comenzar a desnudarme, luego paso esto, justo al bajar la mirada me di cuenta que tenía enormes pechos sostenidos por un bikini rojo con negro, todo digno de una modelo.
Al mirar en frente tenía un espejo y no podía ver mi cuerpo, solo el cuerpo de esta chica en bikini que parecía estar buscando uno adecuado para cualquiera que fuera su motivo. Yo me moví un poco viendo como la chica hacía lo mismo, ladear la cabeza, luego movía las manos, después tocar mis sensibles pechos, ajustarme el bikini y empezar a modelar para mí mismo dentro de mi ducha. Lo cual no tenían mucho sentido pero que no me estaba cuestionando, simplemente me estaba dejando llevar y disfrutando de la situación.
Era raro, por alguna razón me estaba gustando demasiado, verme así y todo ello así que probarme otro bikini no sería tan malo.
El siguiente era algo peculiar pero sexy con un rojo llamativo, lo sujeto por mi cuello y dejaba más descubiertas las partes bajas de los pechos mientras que la braga podía sentirla más ancha pero ajustada, aún así creo que me probaré otro para estar seguro de tomar la elección perfecta.
El tercero me gusta mucho, el color blanco siempre me ha gustado pero este traje no es tan atrevido ya que la parte plisada de arriba cubre los pechos, me parece lindo a decir verdad aunque usa tanga y es bastante más pequeña y apretada. 
En definitiva este será el último, desde que lo vi supe que el azul celeste luciría excelente además no es tan escotado y con el pareo puedo cubrir casi por completo mis piernas ¿Será necesario llevar la tanga? Es decir si no me quito el pareo ni notarían que me hace falta, aunque si se me cae o algo falla podré estar en serios problemas.
Rayos, en lugar de tratar de averiguar qué me sucedió para terminar en el cuerpo de está chica, estoy buscando el bikini perfecto para esta chica y eso de "perfecto" según yo, puede que tengamos gustos diferentes y mi criterio sea el más inadecuado para ella. Pero es inevitable, por alguna razón es muy absorbente esto y si no encuentro cómo regresar a mi cuerpo lo más seguro es que yo tenga que usar esto. Así que lo haré con cuidado, probándome los que sean necesarios y hasta quizás llevar más de uno, todo terminará bajo mis gustos ¿Pero cuál sería el perfecto?¿Que otras opciones habrá? Sin importar el tiempo, no me iría hasta estar satisfecha y ya luego, mucho, mucho después, me voy a preocupar por mi situación.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 22 de junio de 2023

La llegada de una Diosa

Yo, el gran dios Anubis, morí hace cientos de miles de años, o mejor dicho se me condenó a un estado en el que vivo entre los muertos para que lleguen a la duat.
Pero tras miles de siglos de espera, el tiempo que debía permanecer en esa forma, finalmente ha terminado y podré ir al mundo de los vivos para ser un dios oculto entre los humanos.
Para lograrlo hacia falta un ritual que solamente mis siervos más leales podían realizar para traerme a sus tierras y así protegerlos. Ciertamente con el pasar del tiempo el número de creyentes había disminuido, pero quienes se quedaron a mí lado tendrían una recompensa eterna por su gran muestra de lealtad.
Podía oír a la perfección que estaban haciendo y como lo hacían, no había una mejor manera de llevarlo a cabo que la que mis siervos estaban haciendo pero...Sin importar lo exacto que fue hecho su ritual desperté con una presión extraña en todo el cuerpo que no tarde en descubrir de que se trataba.
-¿Qué es esto? ¡El ritual debía traerme en mi forma humana masculina, no como una niña que se esta desarrollando! ¡Tuve que esperar más de 6000 años para llegar y el ritual no fue hecho a la perfección!¡Esto es una deshonra!-
Yo me sorprendí y lleve mi mano hasta la garganta, tanto la palma de mi mano como la piel de mi delgado cuello, eran agradables y muy suaves. No obstante, también hacían mucho más notorio el cambio que he vivido.
-Esa voz aguda... es mía. No lo puedo creer-
Me gustaría estar más enojado pero no podía, simplemente estaba asombrado, yo mismo estaba supervisando que hicieran el ritual de invocación tal como necesitaba y así fue, por lo que mis siervos no tenían la culpa de mi estado actual que era algo denigrante; nunca antes había adquirido una forma femenina y tener una tan joven pero con atributos enormes no era poca cosa para mí...por ahora, después de todo una deidad como yo no debería tener problemas al adaptarse a este pequeño cuerpo. Simplemente estoy experimentando lo que mis siervos llaman "sorpresa" al tener este tipo de cuerpo tan distante del esperado.
Mis ropas eran las misma de siempre pero adaptadas a este cuerpo de fémina: con un taparrabos atrás y adelante para las intimidades del cuerpo, seguido de un ligado de cuero por toda mi piel para sostener las prendas entre sí, aunque era molesto al poder sentir como las ligas de cuero se hundían en las carnes de este cuerpo pero era mejor a dejarme desnuda en partes como mis pechos, los cuales hablando de ellos son enormes y apenas estaban cubiertos en parte por accesorios de oro, similar a las prendas de mis brazos, el cabello lo tenía atado en una coleta y en mi cabeza sobre salían mis orejas caninas que siempre me habían distinguido, cosa que ahora no fue la excepción.
-Por los dioses, Anubis, nuestro Señor ¿Qué le sucedió? Nosotros no lo hicimos, suplico que no nos castigue-
Decía con pánico el sacerdote que realizó todo al verme y escuchando murmureos alrededor de quienes presenciaron mi llegada, claramente consternados por como lo hice.
-No fue culpa suya leal creyente, alguien conspiró en contra, pero necesitaré que un grupo de los mejores guerreros partan a investigar ¿De acuerdo? También necesito que vayan a los otros templos para conocer la situación de los demás, varios llegaríamos a estas tierras hoy y quiero conocer si se encuentran en una situación similar a la mía-
Mi voz ya no era tan grave como antes pero seguía siendo tan imponente como para hacer que el sacerdote obedeciera la orden de inmediato, algo que sinceramente me reconfortó. Sería la máxima falta de respeto que al verme como una joven humana, se negarán a obedecerme.
-Todo listo, si todo marcha bien volverán en algunos días... Pero por ahora ¿Qué hay de usted? -
Me preguntaba aquel leal sacerdote que cumplió mis ordenes sin rechistar.
-Es una excelente pregunta, sacerdote... No quisiera que me vieran de esta forma, mi pueblo y yo no esperábamos vernos después de tanto tiempo bajo este aspecto-
Después de todo, una bella mujer lista para fecundar no era la imagen que quería dar para la deidad que represento.
-Si me lo permite, ha pasado mucho tiempo y sus fieles esperan por verlo, siendo un hombre fue tratado como un dios y ahora como mujer que es, será tratada como una diosa, nuestra lealtad no cambiará. Sé que soy palabras muy arrogantes las que digo, y no soy quien para darle órdenes a alguien como usted, señor Anubis. Solo intento decir, que siempre le seremos leal sin importar con que aspecto nos deleite-
La respuesta del sacerdote me dejó pensando, él de inmediato se arrodillo a mis espaldas y poco a poco, la gente detrás de él que contemplaban mi llegada también lo hacían.
Una ligera sonrisa se esbozo en mi rostro, felicidad y orgullo es lo que sentía por su acto.
-Mi pueblo, no han dejado de crecer ni de sorprenderme, como su deidad, siempre estarán bajo mi cuidado y serán bien recompensado por su devoción-
Dije con algo de orgullo, creo que demasiado por como se escucha mi nueva voz.
Ellos tienen razón, yo soy una deidad que no tiene una sola representación, por mucho tiempo tuve el aspecto de un hombre y ahora ser una doncella me sorprende pero mis leales súbditos esperaron mucho tiempo mi llegada y hoy finalmente tienen la llegada de una diosa, que nunca los va a defraudar.
Créditos a quien correspondan.

martes, 20 de junio de 2023

Un intercambio agobiante

-¿Otra vez? ¿Ya tengo otra llamada de la pesada de mi tía? 5 minutos, solo quiero que me deje tranquilo 5 minutos-
Decía con una paciencia cada vez más corta mientras más sonaba el teléfono de mi tía pasando de llamadas a mensajes sin parar. Tal como ahora, qué al no contestar la llamada de mi tía, ella no deja de enviar mensajes para asegurarse de lo que estoy haciendo a cada momento, algo que me resulta molesto cuando menos.
-Tía, no puedo responder a las llamadas, estoy en el gimnasio tal como me lo ordenó. Y antes de que me lo diga, no estoy hablando con nadie, no he entrado al baño de chicas ni mucho menos estoy explorando su cuerpo-
Un largo suspiro salió de mis labios después de enviar una nota de voz que en cuestión de segundos fue respondido en mensajes de texto con más indicaciones que solo me agobiaban.
-Estoy usando sus leggins azules y el sostén deportivo... Me siento algo raro pero no he tenido problemas, espero seguir así, ya casi termino su rutina-
Respondí una vez mediante una nota de voz, qué fue respondida de inmediato una vez más. Creo que mis notas de voz duran más tiempo que el tiempo que mi tía tardan en contestarme, lo cual hace mi día aun más agobiante, intercambiar de cuerpos con ella fue lo peor.
Mi tía Frida es una hermosa y soltera mujer en sus 30 años, tiene un bue trabajo, un lindo departamento, un cuerpo de ensueño y el dinero suficiente para comprarse los caprichos qué quiera. Sin duda ella era mi primera y mejor opción para intercambiar de cuerpos conmigo, su sobrino José de 16 años.
El intercambio fue a la perfección, fui a su casa y sin mentiras o engaños, hice un hechizo qué cambio nuestros cuerpos durante 24 horas.
Yo estaba muy contento de tener su cuerpo, pensaba irme de fiesta, manejar su auto y comprar lo que quisiera, ser una mujer adulta por completo.
Sin embargo, mi tía desde mi cuerpo supo detenerme al amenazarme con romper con mi novia y arruinar mi reputación en la escuela, familia y amigos.
Nunca me había parado a pensar en que mi tía se iba oponer tan fuerte a que yo me divirtiera con su cuerpo incluso si ella estaba atrapada en mi cuerpo pero, si yo abusaba de su cuerpo y de su vida, ella haría lo mismo con la mía, algo que sinceramente me derrotó.
Estaba listo para quedarme en su casa las próximas 24 horas pero no conforme con no dejarme hacer lo que yo quiera, mi tía me obligó a hacer todas sus labores del día, yo me quise negar pero con la misma amenaza qué hizo antes, fue suficiente para convencerme de obedecer y llevar a cabo su rutina del día.
Desde entonces han pasado cerca de 6 horas en las que estoy altamente monitoreado por mi tía, quien no deja de mandar mensajes, hacer llamadas y pedir evidencias de que no estoy haciendo nada inapropiado con su cuerpo. Tal como ahora, qué me obligó a ir al gimnasio con su cuerpo, pero sus constantes llamadas y mensajes no dejan de interrumpir la rutina qué debo hacer.
-¿Qué me falta? Un par de maquinas y cardio, debería terminar en menos de 30 minutos y después iré a su casa en autobús...Digo, si no me dejaste usar tu auto, al menos pudiste darme dinero para un taxi-
Una vez más, mi tía no perdió tiempo al responder, diciendo que no pondría en riesgo la vida de ambos y su auto por mi capricho y que ir en autobús era lo más seguro, además parte del castigo.
Así seguí hablando con ella varios minutos, al punto que mejor me hice a un lado para quien quiera use las máquinas y yo no esté estorbando.
La conversación con mi tía no llegaba a nada bueno para mi, pude negociar qué este incidente sería un secreto siempre y cuando hiciera toda su rutina diaria bien, algo que hasta ahora estoy logrando aun si ella no para de interrumpir; es bastante molesto pero si con ello me libro de más problemas, no tengo de otra más que soportarlo.
-¿Qué? ¿Otra vez? Es muy raro tomarme fotos así pero vale, si eso quieres lo haré-
Un ligero suspiro combinado con vergüenza escapó de mis labios mientras intentaba dar una buena pose frente a la cámara y el espejo.
Yo nunca me tomaba fotos pero ahora, mi tía vigila donde estoy y como me veo mediante fotos. Como resultado, en esta últimas 6 horas me he tomado más fotos que en los últimos 6 meses.
Pero no tengo más opciones, debo obedecer por completo a mi tía hasta que se revierta el intercambio, y una de las tantas cosas que tengo que obedecer es llevar su día tal como ella lo haría, y todo eso que no paro de repetir. Demonios, de tanto oír su sermón y que es lo que debo de hacer, yo mismo no dejo de repetirlo.
-Listo, ¿Ya? Me viste y no tengo nada de malo, tía. Así que, por favor, déjame terminar tu rutina qué aun tengo muchas cosas que hacer fuera del gimnasio, ¿si?-
Yo pedí con amabilidad justo después de mandarle la foto.
Su respuesta fue decir que me veo muy bien en su cuerpo, y que tengo 15 minutos para terminar de usar las maquinas, otros 15 minutos de cardio y 5 minutos más para tomarme una foto y regresar a casa.
No puedo decir que es un buen trato pero sí puedo decir que pudo ser mucho peor.
Es inútil pelear con ella, discutir solo me quitara más tiempo, así que me daré prisa con su rutina diaria del gimnasio para volver a su casa y, ¿Quién sabe? Tal vez mi tía se apiade de mi y me deje disfrutar su cuerpo, o cuando menos, me deje descansar de su agotador día a día.
Créditos a quien correspondan.


domingo, 18 de junio de 2023

Recompensa especial

Cuando el virus RPG se empezó a trasmitir por los juego cambiando avatares u otras aspectos a mí me tocó una de las peores ¿O mejores partes?
Esa misma mañana que comenzó el virus yo había iniciado el juego con un personaje masculino lo más semejante a mí y entrado a una mazmorra que ni de broma podía completar sin ayuda por la dificultad de los monstruos, huyendo una y otra vez hasta quedar perdido en las profundidades del lugar.
No recuerdo cuánto tiempo pasó, fueron días los que estuve ahí y mi personaje se debilitaba cada vez más por lo que empezaba a dar por perdido todo y que no había de otra que iniciar de 0. 
Pero poco antes de que mi Hp llegará a 0 una aventurera apareció, con aspecto de kitsune plateada y un gran cuerpo que reflejaba el entrenamiento que llevaba dentro del juego.
Estaba a punto de agradecerle cuando entre ella y yo un gran letrero apareció diciendo "Felicidades, misión especial completada, aquí está tu recompensa".
Dicho eso un extraño objeto le fue entregado a la albina, quien leyó de que se trataba y sin más lo utilizó.
Tras confirmar que quería ocupar su recompensa especial por la misión que completó, una luz azul me rodeó de pies a cabeza, yo me sentía como en la interfaz de personalización de personaje pero yo no tenía ningún control lo que me limitaba a ver cómo estadísticas y demás valores cambiaban.
De "masculino" pase a "femenino" con raza "kitsune", de "guerrero" mi clase cambio a "sanadora" y lo más extraño fue que no aparecía como un "Jugador" en su lugar decía "Sierva de Kiss746".
Cuando la luz se despejó yo era otra, ahora era una kitsune como ella pero de color morado con pechos más grandes que ella y una diminuta armadura que más bien parecía lencería. 
Obviamente quise modificar mi aspecto de nuevo o salir del juego pero ambas cosas me fueron denegadas con el mensaje "Como sierva, debes servir a tu ama, cuando ella decida podrás actuar por tu cuenta".
Quise hablar con ella, que me explicara que es lo que había hecho pero no dijo ni una palabra, solo me veía de pies a cabeza hasta actividad de nuevo su menú, viendo mis movimientos y eligiendo con una sonrisa uno que nunca había visto "Restauración de súcubo".
De repente sentí como todo mi poder mágico se extendía a mi cuerpo haciéndome sentir caliente sin poder dejar de ver a la chica. Ella solamente reviso que no hubiera otro monstruo antes de quitarse la armadura y sentarse en una piedra. En cuanto ella hizo eso mi cuerpo actuó por su cuenta, fui a sentarme sobre sus piernas, abrazando estás mismas y dejando que sus pechos se tocaran con los míos. Mientras hago esto me siento muy cansada pero veo como heridas en el cuerpo de mi ama comienza a desvanecerse, creo que de esta forma la estoy curando, supongo que llegar hasta aquí para rescatarme no fue tarea fácil. 
Tal vez sea por el calor, los efectos de la magia o que simplemente me gusta cómo se siente este cuerpo con el de mi ama pero si ella me sigue protegiendo y yo la cuido de esta forma para seguir avanzando, creo que no me molestaría tanto volverme su sierva en esta aventura.
Créditos en la imagen.

viernes, 16 de junio de 2023

Muñeca en venta

Saúl era un chico torpe y descuidado que fue a una vieja tienda de antigüedades para matar el rato, todo bien al principio aunque la dueña del lugar no estaba muy conforme de que llevara tanto tiempo ahí sin comprar nada.
Todo quedó arruinado cuando por su culpa, un comprador tiro al suelo una preciosa muñeca de porcelana que de inmediato se quebró en mil pedazos. Él se quiso disculpar pero tanto el hombre como la dueña estaban furiosos, una disculpa no compensaba los miles de pesos que acababa de destruir. Pero no todo estaba perdido, la mujer se disculpó con el hombre y le pidió volviera mañana para mostrarle una nueva muñeca que estaría a la venta, la cual juraba él iba a amar al punto que olvidaría todo el problema con la muñeca que se rompió.
De mala gana el hombre aceptó y se fue, mientras Saúl seguía disculpándose con la señora que esperó a ver qué nadie estuviera para sacar unos polvos que sopló a la cara del chico y luego a los restos de la muñeca.
Desde ese instante Saúl se quedó petrificado sin poder hablar o moverse, viendo un poco como los restos de la muñeca empezaban a deshacerse y acercarse a él.
Sentía como el polvo se expandió por todo su cuerpo, cambiándolo por completo sin poder hacer nada al respecto, salvo esperar que aquel extraño momento terminará, sin ser consciente de que forma iba a terminar.
La dueña del lugar volvió con una bolsa de la cual primero saco un espejo para que Saúl pudiera verse. Ahora él era una réplica gigante, de carne y hueso de la muñeca que había destrozado.
La mujer luego le saco la ropa de chico para ponerle una tanga morada junto a una blusa corta, después la peinó y maquilló dejándola aún más detallada que la de porcelana.
Todo esto Saúl lo vivió y sintió sin forma de hacer nada, como era maquillado y vestido tal cual como con una muñeca, incluso recibiendo nalgadas que él podía sentir y sufrir por ellas sin hacer un solo ruido o mueca en forma de protesta.
Para terminar, la mujer le pegó una etiqueta justo en la nalga y la sentó en un lugar a la vista de todos.
Ahí se quedó toda la noche y al día siguiente tuvo que soportar que muchas personas lo vieran, tomarán fotos o que incluso algunos traviesos la tocaran para ver qué tan realista era la muñeca en venta.
Hasta que llegó el hombre de ayer, fascinado por aquella réplica mejorada de la muñeca de porcelana la cual compró sin dudarlo a pesar de un precio más elevado que el anterior.
Con la venta hecha la dueña entrego la mercancía al hombre y le hizo una confesión, originalmente la muñeca estaba pensada para ser una sexual y que llevaba varios conjuntos eróticos para cambiarla, de igual forma ella no juzgaba así que si quería probar que tan buena era en la cama la muñeca o simplemente quería cambiar su atuendo, era decisión del hombre, después de todo ella recupero lo invertido, él consiguió una muñeca mucho mejor que la destruida y Saúl debía alegrarse por conseguir ser vendida a un buen hombre que la cuidará como la muñeca que es.
Créditos a quien correspondan.

miércoles, 14 de junio de 2023

¿Celos hermanita?

-¿Celos, hermanita? Mis pechos son mucho más grandes que los tuyos, le gusto mucho más a los chicos que tú-
Dije mientras balanceaba mis grandes pechos frente a ella.
-¡Pero ni siquiera eres una chica, idiota!-
-Lo soy por hoy, así que acostúmbrate a verme así por todo el día, porque al menos yo lo disfrutaré-
A mi hermana mayor le rechinaban los dientes tras esa breve plática que teníamos en el mar de la playa que llegamos a visitar.
Ella llevaba unos meses planeando una salida a la playa con sus amigas, querían irse de vacaciones y sin duda yo quería ir, no solo por el mar, también por ver a todas las amigas de mi hermana en bikinis que seguramente se verían hermosas, por ser mayores que yo, al igual que mi hermana quien era un caso muy aparte.
Todas ellas a diferencia de mi hermana, sí que eran mujeres; tenían sexys cuerpos que llamaban la atención de quien estuviera cerca y que a su vez eran todo lo opuesto al de mi pequeña hermana con pocos pechos o curva alguna, parecía que la pubertad todavía ni le llegaba dejándole un aspecto muy infantil que contrastaba con su horrible carácter de una anciana malhumorada.
De una u otra forma yo iba a ir aunque ella no quisiera, así que tuve que planear algo. Tarde mucho pero conseguí los materiales necesarios según un libro de hechizos para hacer una pócima capaz de volverme mujer. El plan era volverme mujer, fingir ser la prima o algo de mi hermana y convencer a sus amigas de que pudiera ir con ellas, así no solo podría ir, también podría verlas desnudar, ir a lugares exclusivos de ellas y con algo más de confianza tocarlas un poco de manera "amistosa".
Fue difícil pero logre reunir todos los materiales y la noche anterior a el viaje de mi hermana tome la bebida, que de inmediato empezó a funcionar dando mejores resultados de los que jamás imagine al otorgarme un cuerpo mucho mejor que el de mi hermana, se podía comparar incluso con el de sus amigas así que definitivamente no tendría problema en unirme a ellas en cuanto a cualidades.
A la mañana siguiente cuando todas llegaron y mi hermana iba con su maleta hacía el coche donde irían salí corriendo con algo de mi ropa de chico que ahora me quedaba ajustada para hablarles a todas.
-¡Hermana!¿Porque no me dijiste que ya te ibas? Primero no me invitaste y ahora ni siquiera te despides, de verdad eres muy mala conmigo-
Me hice un poco la victima como ella solía hacer cuando peleábamos frente a alguien para ponerlos a su favor. Mi hermana estaba sin palabras ante la situación mientras que sus amigas hablaban entre ellas para luego dirigirse a nosotras.
-Liz no sabíamos que tenías una hermana tan linda, debiste haberla invitado desde hace mucho, si quieres puedes venir aunque no tengas listas tus cosas, allá podremos comprar tu traje de baño y todo lo que necesites-
Mencionó una de sus mejores amigas, que usaba una playera muy corta y escotada junto con unas bermudas de mezclilla que resaltaban sus cualidades.
-¿De verdad?¡Muchas gracias, chicas! Espero no ser una molestia así que ¿Seguras que puedo ir? ¡Que malos modales los míos! Soy Elizabeth, la hermana menor de Liz-
Todas sus amigas aceptaron, incluso mi hermana de mala gana que aún estaba incrédula de lo que había hecho y que no tuvo oportunidad de decirme nada en todo el día porque siempre estábamos juntas todas las chicas yendo de un lado a otro y ayudándome a comprarme un hermoso y sexy bikini de rayas blancas y azules para poder ir a la playa con ellas.
El rato fue pasando, jugando voley, caminando por ahí y dejando que el sol bronceará a unas de nuestras amigas a las que tuve el placer de ponerles el bronceador por todo el cuerpo, mientras que otras íbamos a nadar.
Después de todo este tiempo al fin mi hermana se libro de sus amigas como para preguntar un montón de cosas.
-Me las vas a pagar-
-Quizás luego pero hoy no así que ¿Por qué no nos divertimos un rato? Sí quieres puedes tocar mis pechos o algo así. Así sabrás que se siente tener pechos tan grandes-
En esos momentos desate la parte superior de mi traje sosteniéndolo únicamente con mis manos lo que le hizo ruborizar y enojar aún más a mi pequeña hermana.
-¡No puedo creer que digas eso!¡Sin duda eres el peor!-
-Te equivocas, ya te dije que por hoy soy la mejor, tengo mejor cuerpo que tú y así podría tener más chicos que tú, debo admitir que es extraño estar así en bikini pero me gusta, además ambas sabemos que si lo quisiera podría hacerlo, conseguir algún chico, incluso uno para ti así que ¿Qué dices?-
-¡Solo compórtate!¡Nada de chicos a cambio de poder ver a mis amigas desnudas o dormir juntas!¿Hecho?-
-Hecho pero ¿Qué hay de ti?¿También esta incluida mi hermanita?-
En ese momento la cargué y moleste un poco, ella inútilmente intentaba separarse pero ahora le resultaba imposible.
-¡Eres todo un pervertido!...pero si así lo quieres, también puedes incluirme en esas cosas...-
-Gracias hermanita, lo tendré en mente cuando el momento llegué-
Comenté con tono bromista y juguetón para soltarla, mi hermana si que parecía molesta pero ya se había rendido a mis condiciones aunque no tenía de otras desde un principio, aunque por ella seré bueno y no le causaré tantos problemas.
Estaba a punto de volver a la orilla cuando dio media vuelta para verme y gritarme aún más molesta.
-¡Y ponte tu traje de nuevo! No quiero que piensen que "mi hermana menor" es una pequeña exhibicionista-
En ese momento recordé que había dejado caer mi sostén al estar molestando a la pequeña gruñona, un ligero rubor se vio en mis mejillas que disimule con sacando la lengua y tomando las cintas del sostén para volver a atarlas.
-Entiendo, no quiero que te pongas celosa de que yo pueda hacerlo y atraer más miradas que tú, dejaré eso para el baño de la noche-
Echando aún más humo del que ya tenía acumulado, mi hermana siguió su camino para salir del mar, este era el mejor viaje de mi vida por tantos motivos pero creo que mis nuevas  amigas y mis grandes gemelas son lo principal.
Créditos a quien correspondan.

lunes, 12 de junio de 2023

Ya no puedo esperar

Llevaba largos meses sin estar en mi hogar, puse a mi trabajo por encima del resto de cosas, incluida la persona que más amaba, mi esposa. Ni siquiera ella era capaz de detenerme cuando me iba de viaje por meses para terminar los trabajos que fueran necesarios, solía decirme que la casa era solitaria sin mí y que ella me extrañaba mucho pero nunca le di la importancia que merecía, siempre decía que era algo muy importante y que no podía esperar pero que en cuanto volviera la pasaríamos increíble juntos, eso aunque a regañadientes le hacía sonreír mientras me despedía, ya que era verdad y al volver salíamos a pasear todo el tiempo, era romántico con ella y en la cama siempre terminaba pidiendo más aún si ella no podía continuar.
Pero todo esto cambio un día cuando despertamos en el cuerpo del otro, obviamente nos asustamos e intentamos averiguar que había sucedido por la noche, si este cambio se hizo mientras dormíamos o fuera lo que fuera que lo provocará pero hallar una solución. Sin embargo no pudimos encontrar ninguna clase de solución a este intercambio de cuerpos, y de pedir ayuda a alguien, lo más seguro es que pensarían que éramos un par de locos por lo que no hubo más remedio que aprender a llevar la vida de otro aún si era algo con lo que no estábamos del todo conformes. Simplemente no teníamos otra elección.
Tuve que pedir unas vacaciones en mi antiguo trabajo para que mi esposa se adaptará a mi cuerpo y aprendiera lo más básico de mi trabajo mientras que yo, bueno, tuve que aprender a hacer todas las tareas de un ama de casa tal como hacía mi mujer. y aunque no quiero desmeritar las labores de mi mujer, en comparación con las reglas, horarios y carga de trabajo en mi empleo, esto me resultaba más sencillo.
Mi esposa Regina me enseñó todo lo que no sabía acerca de su cuerpo y su cuidado, además de aprender a hacer algunas tareas domesticas con las que no estaba tan familiarizado cuando era hombre; incluso tuvimos que aprender a tomar nuestras nuevas posiciones y que yo ya no era un hombre sino una mujer y tenía que actuar tal como una, volviéndome con el tiempo en Regina no solo por su cuerpo o físico, también en sus comportamiento...y deseos.
Ella por su parte tuvo que hacer lo mismo, aprender a hacer mi trabajo y desenvolverse en el mismo para cuando las vacaciones terminarán. Después de todo no teníamos el dinero suficiente como para retirarnos y no trabajar más, esa era mi idea cuando era Rafael pero ahora no me corresponde esa decisión, como Regina tengo otra labor.
Pasamos semanas y cada vez se volvía más natural todo, siendo ella el hombre y yo la mujer aunque había algo que aún faltaba y era el sexo, aún no estábamos seguros de hacerlo por los nuevos roles así que lo dejamos pasar sin más durante un muy buen tiempo.
Finalmente, sus vacaciones terminaron y ese mismo día cuando volvió a trabajar me dijo que saldría de viaje por poco más de un año; esa noticia me hizo sentir devastada, en un año sin él no sabría que hacer. Entonces le pedí que se quedará, que buscará otro empleo e incluso le dije que yo podía buscar trabajo pero que se quedará conmigo. Él se negó a todo, me dijo que me había prometido cuidar de mí y que mientras él viviera y me amará yo no tendría porque trabajar, seguido de eso me abrazo con fuerzas a lo que respondí con unas lágrimas mientras le deseaba un buen viaje.
Desde entonces han pasado 5 meses; he hecho amigas en el vecindario y conseguido algunos pasatiempos. También he salido a fiestas o bares con mis amigas por la noche y en más de una ocasión algún hombre apuesto ha querido intentar ligar conmigo, acto que he rechazado con gentileza con cada uno, mis amigas no creen que de verdad le sea tan fiel a Rafael pero simplemente lo amo y solo con él podría tener sexo.
A pesar de ello mi cuerpo es quien más lo extraña, ya no puedo esperar, siento un hormigueo en todo mi abdomen además de ponerme muy caliente cuando pienso mucho en él y lo que podríamos hacer juntos por primera vez en nuestros nuevos cuerpos. Para ello todavía hace falta más de medio año y no me gustaría hacer alguna estupidez antes de que él vuelva pero mi cuerpo me vuelve loca, la única solución que encontré fue juguetes sexuales, fue sumamente vergonzoso comprarlos aún si nadie podía verme pero los necesitaba más que nunca.
Al caer la noche me desnude en mi habitación y saque los juguetes de sus empaques; un dildo semejante al tamaño del pene de mi esposo y un pequeño vibrador; tenía ciertas dudas de como usarlos pero al imaginar que ese dildo era el pene de Rafael me comencé a calentar, primero acaricie mis pechos con ambas manos haciendo pequeños círculos cerca de los pezones para calentarme aún más y al poco tiempo tome el vibrador y lo acerque a mi vagina lo que me hizo estremecer, como si una corriente eléctrica pasará ahí abajo que daba como resultado aún más humedad, deseo y placer.
Comencé a decir su nombre entre gemidos, acelerando las caricias que me daba hasta quedar sentada en el filo de la cama y ver lo que tenía aún costado, el dildo se veía más placentero que nunca y sin dudarlo abrí mis piernas para introducirlo poco a poco. Gritaba como loca, era un placer que nunca antes había experimentado y que seguramente se sentiría mejor con mi esposo, pero por ahora, estaría metiendo y sacando el juguete de mi vagina con una mano mientras con la otra acariciaba mis pechos. Sin duda, en estos momentos me estoy volviendo loca de placer, con esto me siento toda una mujer y casi no me puedo controlar, ya no puedo esperar a averiguar como es que sentirá tener uno de verdad y hacerlo de verdad con el hombre que amo. Ya no puedo esperar, ya no puedo esperar, cuando mi amado esposo vuelva de su viaje, estaré más que lista para recibirle como se merece.
Créditos a quien correspondan.

sábado, 10 de junio de 2023

No me mires

-¡Cielos! Y pensar que decías que simplemente exageraba todo porque era una ramera, que triste hermanito, no dejaré que lo olvides tan fácil así que al menos sonríe para la cámara-
-¡No puedo, no lo haré!¡Ni siquiera quiero mirarme!...Debo lucir perdido-
Decía con una temblorosa voz intentando agachar la mirada pero al hacerlo solo veía los enormes pechos de mi hermana, dejándome con la única opción de tapar mis ojos y parte de mi rostro con la mano.
-Perdida, estas en un cuerpo de mujer recibiendo placer de mujer que solo una mujer podría disfrutar ¿Será que te gusta tanto como para volverte una chica? En ese caso, sin duda estas perdida en el placer, señorita-
-Es imposible...esto me pasa por estar en tu cuerpo-
-Sí, sí, sí, quiero ver cuanto tiempo más aguantas así-
Respondía con arrogancia mi hermana intentando encontrar algún ángulo en que mi rostro, o mejor dicho, su rostro fuera visible por la cámara que tenía en las manos, cualquiera pensaría mal de esta situación y sí, puede estar mal pero en muchos sentidos.
Cuando llegué a mi casa unas horas antes de lo previsto esta noche, tomé por sorpresa a mi hermana junto con su novio quienes estaban por hacer el amor en la cocina, ella gemía de placer mientras ese sujeto acariciaba sus gigantescos pechos por detrás sin siquiera notar mi presencia hasta que les dije algo haciendo que se separarán para regañar a ambos pero en especial a mi hermana quien es la única que me importa.
-Sé que ya eres mayor pero nunca creí verte a punto de hacer el amor con tu novio en la cocina como si fueras una ramera-
-Kevin se que lo que hice esta mal pero no puedo controlar mis hormonas a veces, además no te da derecho de llamarme así-
-Claro que me lo da, solo las rameras se pondrían tan calientes como para querer coger en cualquier parte, tal como estabas por hacer-
Sé que estaba siendo algo duro con Susana pero era mi hermana y verla así me dolió mucho, no pensaba bien las cosas y hablaba de puro coraje. Por su expresión diría que estaba enojada y frustrada por lo que decía pero de repente empezó a hablar de cosas sin sentido para mí.
-Hagamos una apuesta, cambiemos de cuerpo y veamos como te va controlándote, si lo haces mejor que yo terminaré con mi novio y haré todo lo que me pidas por un mes-
-Además de caliente eres tonta, eso es imposible de hacer-
-Tengo una manera así que dime ¿Aceptas o tienes miedo, hermanito?-
Al decir eso estiró su mano para estrecharla con la mía, sabía que solo me estaba provocando para aceptar pero aún así quería saber que rayos estaba hablando por lo que estreche su mano. Justo en el momento que ambas se unieron sentí una descarga eléctrica por todo el cuerpo y ahora podía verme, en verdad cambie de cuerpo con mi hermana que ahora parecía muy confiada en mi cuerpo viendo como yo no salía de la sorpresa que algo así fuera real.
-¿Cómo lo hiciste, Susana? No es posible que este en tu cuerpo ¿Desde cuando sabes hacer esto?-
Tenía muchas preguntas que no estaban siendo respondidas por mi hermana, ella con toda la calma del mundo estaba contando con los dedos como si esperará que algo sucediera.
De golpe entendí todo, mi cuerpo o mejor dicho el cuerpo de mi hermana comenzaba a arder, sentía calor en todas partes y no podía dejar de presionar mis piernas para juntarlas con fuerza por un extraño hormigueo en su zona intima.
-Veo que comenzaste a sentir las hormonas ¿Cómo te sientes?-
-Horrible...tú cuerpo me pide...no, me ordena placer-
-¿Verdad que es difícil? Pero por supuesto, solo soy una estúpida ramera como lo eres tú ahora ¿No?-
No tuve palabras para responder sin decir que estaba centrado en soportar esto, la primer idea que tuve fue quitarme la ropa que estaba usando mi hermana para quedar solo con su blusa de tirantes pero no fue de ayuda y Susana solo se burlaba más de mi situación.
-Vaya, ni siquiera dudaste en desnudarme Kevin, eso esta tan mal en tantas formas ¿Qué se siente estar desnudo en el cuerpo de tu hermana mayor mientras te ven? ¿Te calienta más?-
No lo había pensado pero era así, me sentía aún más caliente que antes y bajar la mirada para ver los enormes senos de mi hermana o alguna otra parte desnuda no me ayudaba en lo absoluto.
Mi punto de quiebre fue el contacto, no mío sino él del novio de mi hermana quien se había quedado ahí todo el tiempo, tenía tantas cosas en mente que ni siquiera lo recordaba y ahora tal como había hecho con mi hermana se quedó detrás de mi para empezar a masajear mis senos y caderas a lo que de inmediato empecé a gemir.
Soy un caos por ahora; estoy sudando y babeando de placer mientras intento reprimir los gemidos que salen de mi sin mucho éxito, el cuerpo de mi hermana no deja de estremecerse ante cada caricia sin mencionar que empecé a humedecerme ahí abajo. Todo eso siendo grabado en celular  por mi hermana dentro de mi cuerpo.
-¡Yo me rindo! Es imposible, no entiendo como puedes soportar esto, me retracto de cada una de mis palabras pero por favor déjame volver a mi cuerpo-
-Eso quería oír pero antes de regresar debes pagar la apuesta...yo dije que daría si perdía pero ya que tú no respondiste nada ¡Tú castigo es quedarte en mi cuerpo hasta que mi novio te haga terminar! Nada de sexo por supuesto pero no regresarás aquí hasta que tengas un orgasmo grabado ¿Estas de acuerdo?-
-¡Sí, lo que sea! pero por favor no grabes mi rostro, no quiero verme así-
-Umm, lo haré solo si te llamas por como te estás portando ahora, ¿Cuál era la palabra que utilizaste? No la recuerdo muy bien-
Con todo mi orgullo destrozado no tenía más de otra que responder de inmediato para que todo esto acabará pronto o al menos antes de volverme loco.
-¡Ramera! Actuó como una ramera pero por favor....-
-Ok hermanito, así me gusta pero ahora solo disfruta de tu castigo hasta que termine la apuesta-
Aún con eso abrí un poco los dedos que cubrían mis ojos para ver, creo que en verdad no me esta grabando el rostro pero el resto de cuerpo sí, seguramente el vídeo será para nunca dejarme olvidar del día que me convertí en una ramera y con esa idea solo pudo volver a taparme la cara aceptando mi cruel y placentero destino.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 8 de junio de 2023

Ser los de siempre

-Vamos... Por favor, cierra... Debe ser una broma, no hay forma de que mi talla cambiará en una semana...estoy segura de que se encogió o algo así-
Decía la pelirroja, antes llamado Lance pero conocido ahora como Lacey. Él junto a sus amigos vivían en un pequeño departamento compartido donde había una regla por encima de las otras entre todos ellos, era extraña ya que comenzó como una broma pero terminó por volverse algo realmente importante y parte de su rutina. 
Al no cooperar con la renta, limpieza o cuidado del hogar por un mes, le tocaba volverse una chica y dedicarse al hogar por completo durante el próximo mes, eso era como una medida disciplinaria que se ponían para que ninguno se colgará del esfuerzo de los otros y que hasta la fecha les había resultado muy efectiva.
De los 5 chicos que habían hecho el juramento de obedecer esa regla, los 5 en al menos una ocasión se había convertido en una chica linda que vestía lo que los demás le decían para cuidar de la casa y se comportaba como los hombres querían sin importar lo vergonzoso o humillante que eso fuera.
Esto era posible ya que ellos tenían una pócima secreta que los convertía en mujer, la pócima daba efectos según la cantidad que bebieran por lo que entre más bebieran más tiempo serían una chica. 
Sin embargo en una de sus últimas fiestas todos despertaron en su versión femenina sin recordar nada de lo que había pasado o que habían hecho para terminar así. Ellos no se asustaron puesto que todos ya habían estado como chicas alguna vez, aunque si les preocupaba un poco ¿Qué hicieron para terminar así? y ¿Cuánta pócima bebieron cada uno? ya que donde la guardaban estaba por completo vacía y ahí tenían dosis guardadas para años según la ocuparán.
Sin más opciones tuvieron que quedarse así un tiempo hasta volver a ser chicos sin embargo ya había pasado poco más de un mes y todos seguían en su forma femenina, cosa que ninguno antes había experimentado.
Lance fue el primero en sentirse extraño de todo el grupo, decía que su cuerpo estaba diferente a las otras veces y que un poco de su personalidad se había vuelto más sumisa y temblorosa, tal como siempre le pedían ser cuando era una chica. Pero ahora podemos ver cómo sufre un nuevo cambio, con respecto a su ropa ya que desde la semana pasada había reventado unos sostenes y tuvo que tomarse medidas para otra ropa el tiempo que la necesitará. No obstante, apenas pasó una semana y sucede lo mismo y su querido atuendo predeterminado de limpieza ya no le cierra por sus enormes pechos y caderas, tenía suerte de que todavía no se hubiera reventado al intentar ponérselo o peor, que la dejará semi desnuda al romperse cuando lo vestía su hermoso cuerpo.
-Chicas ¿Pueden venir a ayudarme? Por favor, no logro cerrar esta cosa-
Pedía la chica con una voz temblorosa que seguía intentando vestirse e ignorando sin querer que todas sus amigas estaba tras de ella viéndola y pensando en la situación.
-¿No les parece raro? Nunca había cambiado nuestro cuerpo antes, tampoco nuestra personalidad ¿Por qué ahora?-
Decía Frank, o por ahora como chica, Franky la albina del fondo y teniendo una respuesta de la pelimorada Carly, antes llamada Carlos.
-Seguro es porque la usamos más tiempo del usual, cuando volvamos a ser chicos no debería afectar y estaremos como siempre-
-¿Y volveremos a ser chicos? Teníamos dosis para un muy buen rato y no sabemos cuanta tomó cada uno ¿Qué tal si tomar mucha nos feminizaba por completo? -
Preguntaba con algo de temor la pelinegra Sophia, también conocida como Marco, recibiendo una respuesta por parte de la chica de más abajo de todas, la castaña Luan que cuando hombre se llama Luka.
-No, no, no, no puede ser posible...quizás todo está en la mente de Lacey, ya saben, como que se está volviendo loca o sugestionando, algo así como cuando ves una peli de terror y todo te da miedo-
Un crujido se escuchó, la parte trasera del vestido que usaba la pelirroja se desgarro, mostrando la tanga roja que llevaba y aumentando en ella su preocupación por lo que sucedía.
-Chicas, por favor ¿Dónde están? No me puedo ni mover-
-Ya vamos, Lacey, espera un poco-
Dijo la castaña de forma que su voz sonará más lejos para luego seguir hablando con sus amigos a espaldas del afectado por su ropa.
-Bueno, sí, su cuerpo ha crecido un poco pero no significa que nos quedemos así, con algo de suerte iremos volviendo a la normalidad en los próximos meses, al menos alguno y si en verdad nos vamos volviendo mujeres hay una pócima que nos invierte a chicos ¿No es así?-
Los otros tres chicos que espiaban asintieron con dudas y diversas opiniones por lo que la castaña siguió hablando.
-Perfecto, entonces no hay de que preocuparse por lo que sucede, volveremos a ser los de siempre en algún momento-
-Ok...entonces resuelto esto ¿No vamos a ayudar a Lacey? -
Pregunto la albina ya que todas, incluso ella estaban muy atentas viendo el creciente cuerpo de su amiga atrapado en el vestido pero ninguna hacía nada por acercarse para auxiliarla.
-Claro que la ayudaremos.... en unos minutos ¿No? -
-Sin duda, solo unos minutos más, sería divertido ver que hace si su vestido se hace añicos por su cuerpo... que envidia-
De nuevo todos asintieron para disfrutar un poco más del creciente y sexy cuerpo de su amiga, demostrando que aún estando en un cuerpo de chicas seguían siendo los mismos de siempre, despreocupados y que disfrutaban de ver un buen cuerpo femenino si tenían una oportunidad y en ese momento no había ninguna otra opción mejor que el de la pelirroja.
Créditos a quien correspondan.

martes, 6 de junio de 2023

Un gran cambio en el momento exacto

Franco solía ser un hombre criado a la antigua, muy machista y con ideas sobre la mujer de otra época, siendo así muy cruel con su mujer. No era tanto de golpearla para buena suerte pero aún así era horrible por forzarla a tener relaciones sexuales con él, ella lo amaba pero la forma en que lo hacía al principio no le gustaba y desde que intentó hablar sobre eso con él,  fue que empezó a usarla como objeto para satisfacer sus necesidades sexuales cada que quisiera cuando más se le antojará.
El día no había sido bueno para él y quería aliviar el estrés con una buena cogida que le daría a su esposa, así fue como llegó y apenas la vio la arrastró hasta su habitación ignorando las suplicas que ella hacía. Justo cuando ya estaba listo y arrojó a la cama a su pareja, algo raro sucedió.
Una extraña neblina los envolvió a ambas y al desaparecer él había perdido como 30 cm de altura y ganado un buen par de tetas, un culo de ensueño y una virgen vagina, Franco había sido afectado por la neblina convirtiéndolo en mujer. No obstante, no era el único en la habitación, menos el único afectado: ahora la que era su pequeña y sumisa mujer tenía el aspecto de un hombre joven con un físico mucho mejor del que jamás tuvo Franco, dándoles un gran cambio en el momento exacto a ambos.
Ahora con los papeles cambiados su esposa, o mejor dicho, su nuevo esposo quería darle una probada de lo que tanto tiempo ella había tenido que soportar y tomando un cinturón inmovilizó las manos de su nueva mujer para arrojarla sobre la cama y quitarle la ropa, metiendo su gran erecto miembro de un empujón hasta el fondo de la vagina de su esposa; cogiéndosela con fuerzas por alrededor de una hora hasta que termino viniéndose dentro de ella, quien apenas podía mantener la conciencia dejando colgar sus pies por el borde de la cama.
Pero eso no fue todo, el nuevo hombre saco una caja con sus viejos juguetes de mujer, consoladores y vibradores que usaría justo ahora con su nueva esposa que suplicaba porque se detuviera de darle placer, lo que le dio como respuesta un beso en los labios y un gran dildo en su vagina. Él nunca se detuvo y aunque ella si lo haría, solo por hoy no, hasta que se volviera una adicta a esos placeres o terminará el día.
Llevaban unas horas y ya había perdido la conciencia varias veces solo para despertar por el placer que le daba el próximo juguete de su pareja, la mayoría ya estaban bañados en sus fluidos o sudor así que los dejaba secarse un poco en la cama mientras usaba algún otro aparato, sin mencionar que había perdido la cuenta de cuantas veces había tenido un orgasmo y se limitaba a sentir lo que tuviera entre las piernas, a babear de placer y gemir a gritos.
Todavía le quedaban algunas horas al día pero a ese paso Franco se volvería toda una mujer puta adicta al placer como tanto había soñado que fuera su esposa.
Créditos a quien correspondan.

domingo, 4 de junio de 2023

Me veo ridicula

-Adelante Shawn, deja que todo el mundo pueda verte-
Decía Sonya, la esposa de Shawn y quien esperaba exhibir un poco el reciente cambio de su marido.
-Ni de broma, no pienso salir con esto, hay demasiada gente-
Comentó una voz femenina escondida entre los callejones para que nadie pudiera verla, proveniente del antiguo esposo de Sonya.
-Deja de llorar, solo perdemos tiempo con tus escondites, ella no debe estar muy lejos-
-Me veo ridícula..-
Decía una sensual mujer dentro de un vestido entallado en el cual apenas podía moverse gracias a sus tacones, intentando seguirle el ritmo a su pareja.
La feliz pareja estaba de paseo por una nueva ciudad a unas cuantas horas de su hogar, todo se veía muy nuevo y elegante, hasta los puestos callejeros de los que podías esperar poco, tenían cosas de calidad que ni en tiendas departamentales eran vistos.
No obstante, entre tantos llamativos lugares había uno que llamaba la atención por su singularidad, siendo una mesa con mantel morado, bola de cristal, cartas de tarot y demás elementos mágicos que no solían verse en ningún lado, atendido por una señora de avanzada edad con un ojo rosado y otro azul.
Sonya tuvo curiosidad y convenció a Shawn de acercarse a ver, hablando un poco con la señora y Soyna preguntando con ilusión de lo que había tras cada cosa que llamaba su atención siendo en su mayoría conjuros de protección o que podían cuidar a sus seres queridos. 
Todo iba bien hasta que Shawn se cansó, él no creía en lo absoluto en nada de la magia y aseguraba que cada cosa ahí era una estafa que solo los tontos compraban.
Este comentario y posteriores no solo enfureció a su esposa sino también a la señora que esperaba una disculpa por parte del hombre.
-Muchacho, no sabes con quien te estás metiendo, las fuerzas mágicas están fuera de tu comprensión y deberías respetarlas-
-En lo absoluto, no creo sus tonterías ni a usted anciana loca, así que mejor nos vamos-
-Pero antes discúlpate por todo lo que estás diciendo-
-¿Disculparme? Para nada, anciana olvidada, usted es quien debería darnos algo por todos los problemas que causa-
-¿Yo?¡Esta bien! Toma, nunca volveremos a vernos-
Tras decir eso la señora entregó una especie de talismán con forma de árbol al hombre e incitándolos a irse, cosa que el hombre hizo sin rechistar mientras su esposa pedía disculpas e intentaba pagar el talismán sin éxito alguno.
De regresó al auto Sonya regañaba a Shawn por lo que hizo, siendo las respuestas del hombre burlas sobre la magia y aquella anciana. Al menos era así hasta que el talismán brilló por alguna razón hasta deslumbrar a ambos.
Mientras ninguno podía ver, Shawn tampoco podía sentir los cambios que le estaban pasando; mientras se encogía, le empezaron a crecer tetas más grandes que las de su mujer y un culo enorme y firme junto con una cintura de reloj que era envidia de cualquier mujer, perdió casi 30 cm de altura, siendo ahora más pequeño que su esposa, ganando una gran cabellera peinada y labios carnosos maquillados, su miembro desapareció dejándole una linda hendidura bajo una apretada tanga bajo el vestido. 
Su vestido era cuando menos llamativo porque tenía un gran escote que apenas soportaba sus tetas, luego desdecía de forma apretada hasta la mitad de sus muslos para terminar con una falda transparente que dejaba a la vista sus blancas piernas pero lo más llamativo de todo era que el talismán ahora no estaba en papel, era un estampado que cubría gran parte del vestido que llevaba Shawn. 
-¿Eres tú Shawn?¿Que te paso?-
Decía su mujer quien se acercaba con curiosidad para tocar a la chica que apareció en lugar de su esposo.
-Sí...soy yo ¿¡Que mierda me paso!?-
-No grites, llamarás la atención de todos así-
-Mierda...hasta mis uñas están pintadas...¿Por qué ocurrió esto?-
-Seguro fue por el talismán, es cosa de la señora seguramente-
-Y vas de nuevo con eso...-
Dijo molestó Shawn, bajando la mirada y viendo sus enormes tetas que ya empezaban a llamar la atención de quienes pasaban por ahí.
-Cielo todos me están viendo-
-Es de esperarse, eres demasiado llamativa-
-¿Llamativa?-
-Sabes a que me refiero y si quieres volver a tener un pene, deberías disculparte con aquella señora-
-Pero..-
Antes de poder acabar su frase unos silbidos empezaron a escucharse además de unos cuantos piropos dirigidos a la hermosa mujer del vestido llamativo quien solo quería ser tragada por la tierra en ese momento intentando cubrirse lo más posible con ambas manos.
-Vamos con esa mujer o ve por el auto y vamos a casa, aceptando que ahora tienes vagina-
-No, me veo ridícula y no quiero quedarme así-
Eso fue más que suficiente para que ambas mujeres buscarán a la señora, con la sorpresa de que ya no estaba, se había ido sin dejar rastro sin nadie que tuviera idea de donde encontrarla, y dejando como mejores opciones ser el centro de atención en las calles buscando a la mujer con la esperanza de transformar a Shawn en hombre otra vez o regresar a casa y aceptar que Sonya ahora tenía una pareja llamada Sharon la cual por más que intenté cambiar, solo podrá ser una cara bonita en la sociedad y en la cama solo sabrá morder las almohadas con total entrega a la excitación y placer.
Créditos a quien correspondan.