-Prima, estás hermosa, me sorprende cuánto has crecido en todo este tiempo, estás perfecta y mucho mejor de lo que te recordaba pero veamos un poco más, espero que me sigas sorprendiendo-
Me decía a mí mismo con la melodiosa voz de mi prima, la cual tengo como prisionera en su cuerpo sin poder moverlo ni controlarlo, gracias al hechizo de posesión que encontré en Internet.
No fue muy difícil utilizarlo, estando solos y ella ejercitando en su cuarto me fue sencillo recitar el conjuro que justo al terminar expulsó mi alma de mi cuerpo para dejarme mover como un simple espíritu, yendo desde la biblioteca en la casa hasta el piso de arriba donde estaba mi prima encerrada en su alcoba, ella dice que la miró como un pervertido cuando hace deporte pero no es mi culpa que ella se vea tan linda y seductora, tal como lo hace ahora que puedo verla sin que ella tenga idea.
Lleva su cabello amarrado en un par de coletas, su figura es muy delgada pero sexy, lo único malo es que es plana como una niña pero lo que le hace falta arriba le sobra en la parte de abajo; tiene un trasero y unos muslos impresionantes, haría lo que fuera por poder usarlos como almohada, aunque eso solo es el inicio de muchas de mis fantasías que tengo con su cuerpo.
Apenas atravesar la puerta de su habitación pude ver como ella ejercitaba, gozando de la vista por unos instantes antes de entrar en su cuerpo por su espalda, poseyéndolo de forma rápida y precisa para controlar su cuerpo en tan solo unos momentos; sentir que entraba a su cuerpo fue extraño, también lo fue comenzar a moverme, era como si hubiera despertado tras un largo y profundo sueño al que empezaba a acostumbrarme; pensé que mi prima pondría alguna clase de resistencia o algo así al poseer su cuerpo, pero fue muy sencillo dominar su cuerpo como si fuera mío.
Lo más parecido a "resistirse" que está haciendo mi prima, es murmurar en mi cabeza, puedo oír lo que piensa como: ¨¿Qué me está pasando?, ¿Por qué no puedo moverme? Quiero que alguien venga a ayudarme, ¿Cómo puedo llamar la atención de mi primo?" entre otros pensamientos que de vez en cuando llegan a mi cabeza, en especial cuando comienzo a hacer algo pervertido con su cuerpo, tal como ahora al quitarme algo de su ropa y posar frente a su espejo.
Seguro que escucharé todavía más de sus pensamientos y deseos de detenerme, pues no pienso conformarme con solo ver su cuerpo en ropa interior, quiero hacer de todo con su cuerpo, tomar fotos y vídeos y toda clase de cosas que mi prima no haría para mí.
Esta es la primera y maravillosa foto que tome de su cuerpo; presumiendo sus largas piernas y su gran trasero, destacando aún más por la tanga de corte alto que llevaba bajo su ropa de gimnasio, la cual no solo es cómoda para ir al gimnasio, también es perfecta para destacar todas las cualidades que mi prima entrena al ejercitarse; al levantar su sudadera pude ver su plano abdomen, se notaba que su cintura de ensueño era producto de su arduo entrenamiento y aunque no tenía abdominales, no dejaba de ser una vista espectacular del cuerpo de mi querida prima; la parte más esperada para mi, era ver los pechos de mi prima, su tamaño podía ser modesto para mi gusto pero no dejaba de ser atractiva la idea de quitarme la sudadera para ver sus tetas en sostén y luego al desnudo; cada que pienso en eso los pensamientos de mi prima gritan que me detenga por lo vergonzoso que es, algo que solo me motiva a llegar más lejos al explorar su cuerpo.
Sus pensamientos resuenan cada vez más fuerte en mi cabeza, como una voz que me dice que no debería de hacerlo, solo que ignorar esa voz es sumamente sencillo comparado con la emoción y satisfacción de conocer cada parte de su cuerpo.
La sesión de fotos estaba por comenzar, preparando el cuerpo de mi prima para hacer poses y expresiones que jamás pensé serían reales, dejando el recuerdo de estas en mi memoria y en mi teléfono por las fotos y vídeos que pienso compartir con mi propio móvil como un valioso tesoro.
Ya puedo imaginar todo el proceso; primer un par de fotos más con la ropa que tengo, luego me quitaré la sudadera, después me quitaré la ropa interior y para terminar de la mejor forma, buscaré en sus cajones la lencería y ropa más atractiva para hacer una pasarela preciosa y sexy que solo yo disfrutaré.
Una vez que terminé de jugar con el cuerpo de mi prima, simplemente volveré a mi cuerpo de chico y le haré creer que todo el tiempo que ella estuvo "entrenando" en su habitación, yo me había quedado dormido.
¿Podré hacerla creer que fue un sueño? Tal vez funcione; puedo fingir que estuve dormido todo el tiempo y que nunca haría algo que la incomode, también borraré toda la evidencia en su teléfono y la ocultaré aún mejor en el mío; sin ninguna prueba, quizás pueda convencerla de que está enferma o que estaba soñando algo muy raro.
Una vez que la convenza de que nada fue real, podré disfrutar sin preocupaciones de todo el contendido exclusivo que mi amada prima hizo para mí.
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