miércoles, 3 de abril de 2024

Cuestión de suerte

Créditos a quien correspondan.
-¿Ven? Les dije que era una buena idea y una genial forma de pasar las vacaciones en esta isla paradisíaca; comprar esas pócimas que feminizaron nuestros cuerpos y nos convirtieron en espectaculares chicas sin duda alguna fue maravilloso. Nunca antes me había sentido así de bien en mi vida-
Decía Stephen que ahora se hacía llamar Stephanie, dando un par de vueltas para disfrutar de su nuevo cuerpo, dejando que sus trenzas se elevarán por los aires y que su piel sintiera el calor del lugar en donde estaban, dejando a la vista el increíble paisaje y playa cristalina donde estarían los próximos días.
Su cabello era oscuro y muy largo, incluso trenzado casi que su cabello llegaba a sus glúteos bien desarrollados y que destacaban aún más por su bikini; el atuendo era uno muy sencillo, un bikini blanco y ajustado, con la parte inferior pareciendo una tanga y la parte de arriba un bikini blanco sin tirantes que estaba sujetado con un listón justo entre sus grandes pechos; el traje de baño por sencillo que era, destacaba todas las cualidades del nuevo cuerpo de Stephanie, quien lucía más que satisfecha por el resultado obtenido al convertirse en una mujer. 
Ella no parecía avergonzada o nerviosa, de hecho se le veía bastante confiada con su cuerpo, disfrutando de lucir el pequeño atuendo frente a sus amigas que también eran chicos convertidos en mujeres, y que cada uno tenía sus propios sentimientos al haberse convertido en chicas para sus vacaciones.

Créditos a quien correspondan.

-Eso dilo por ti mismo, yo no quedé tan conforme con mi cuerpo. Quiero decir, ¡mira estas cosas!, ¡son enormes!, siento que se saldrán en cualquier momento del sostén, además me estorban para ver y andar, con tetas tan enormes será insoportable nadar...si con tan solo caminar son molestos no me quiero imaginar como será correr o nadar con estas cosas-
Añadió Peter con tristeza y suspirando, saliendo del vestidor no muy contento por el aspecto femenino que le había tocado.
Decir que su cuerpo como chica era grande no era precisamente un halago para él en estos momentos; el cabello rubio se extendía casi hasta sus muslos, por lo que tuvo que amarrarlo con varias ligas para que no fuera tan molesto, su cuerpo era alto para una chica y sus proporciones algo exageradas.
-¿Qué talla imaginas que son estas cosas? Aunque tuve fantasías de estar con una chica con pechos tan grandes, ahora que yo los tengo no puedo creer lo pesados que son. Este bikini fue el único que conseguí para mis pechos, y aún así me aprieta-
Cada que el chico suspiraba, sus pechos rebotaban con entusiasmo, el bikini azul que usaba apenas podía mantenerlos en su lugar, dejando bastante que mirar por cualquier lugar del bikini que presumía los grandes atributos de la rubia. Puede que sus caderas, muslos y trasero también fueran atractivos, en especial con el bikini azul alto que vestía la rubia, sin embargo, nada de ella se podía comparar con el gran tamaño de sus pechos que eran el encanto de quien los viera, y el mayor castigo de quien los tenía.
El chico levantó sus pechos con ambas manos y los soltó mientras suspiraba, provocando que sus dotes femeninos una vez más rebotaran y presumieran de su grandioso tamaño dentro del bikini que tenía varios nudos para no fallar en su labor.
-Que pésima suerte he tenido-

Créditos a quien correspondan.
-Venga ya, deja de estar llorando, Penny. Acordamos que esto sería a la suerte, todo fue cuestión de suerte; las pócimas que compramos en esa tienda eran diferentes y se nos dijo desde un principio, todo lo que pudimos hacer para no pelear por las pócimas fue dejarlo a la suerte, incluso los bikinis los elegimos según nuestros gustos pero sin saber que tan bien o mal nos quedaría. Sí, fuiste un desafortunado esta vez, pero le pudo pasar a cualquiera, todos estábamos listos para asumir ese riesgo-
Comentaba Cristian, o mejor dicho Cristina, la joven de cabellos rosados atados y cubiertos con un estilo oriental que harían mucho más sencillo entrar al agua, aunque para entrar tendría que quitarse los anteojos que llevaba y que no escondían su mirada presumida, bastante orgullosa de su cuerpo y situación. En realidad, Cristian siempre había sido presumido pero ese modesto cuerpo cubierto de aceite para bronceado y con un bikini rosado de pliegues por arriba y por abajo, le terminaba dando toda una actitud y confianza que ni siendo chico podía presumía, parecía la típica chica sexy y arrogante, algo que iba como anillo al dedo para el chico presumido. 
-Sé que fue cuestión de suerte, Cristina, y por eso dije que mi suerte me ha fallado. Intentaré disfrutarlo, no creo poder hacerlo tanto como tú disfrutas de tu cuerpo de princesa pero en serio trataré de verle el lado bueno a esto-
Contestó la rubia, ganándose una vuelta arrogante del cuerpo que ahora tenía Cristian, quien no dudo ni un momento de sacudir las caderas, pechos y trasero para demostrar cuán seguro estaba de su actual cuerpo, viendo a sus dos amigos y cruzando los brazos antes de seguir hablando de forma orgullosa y arrogante.
-¿Qué te puedo decir? No esperaba que mi cabello fuera tan largo ni rosado, tampoco creí que necesitaría lentes para una buena visión pero ¿Eso qué importa? Me fascina mi nuevo cuerpo y ten por seguro que compraré más de esa pócimas a aquellas chicas con tal de verme así más tiempo, le sacaré un montón de provecho a este cuerpo cuando volvamos a casa, amiga-
Con una nalgada en su propio trasero y sacudiendo cada parte erótica de su cuerpo, Cristina comenzó a reír con un montón de confianza y empezando a generar planes para su futuro en forma femenina una vez dejaran la playa. 

Créditos a quien correspondan.
-Veo que como siempre estás haciendo planes para el futuro, Cristina pero por ahora concéntrate en el presente y como nos divertiremos juntas...es un poco extraño hablar de "nosotras" y como chicas pero supongo que me acostumbrare en estos días-
Saliendo de los vestidores apareció Javier, ahora Julieta, quien era la última del grupo en salir con su nuevo cuerpo y atuendo para reunirse con sus amigas. 
Ella tenía un cabello castaño atado en una larga cola de caballo que cubría su espalda, vistiendo un bikini verde de tiro alto y con pequeños triángulos detallados para ocultar sus intimidades. Su actitud era muy parecida a la de Stephanie, calmada ante la situación y a su nuevo cuerpo, moviendo un par de veces las tiras que sostenían su traje para asegurarse de que no se cayera y tratando de acostumbrarse a la sensación de tener senos y trasero tan al aire con ese traje, una sensación muy diferente a cuando un chico anda sin camiseta pero que no le resultaba del todo desagradable.
-Finalmente apareces, Julieta. Por un momento creí que tendríamos que sacarte a la fuerza de los vestidores, y si eso pasaba no me haría responsable de quitarte el bikini o manosear tu cuerpo en el proceso.
Decía con algo de malicia Cristina, moviendo sus manos alrededor de la recién llegada, cosa que la castaña intentó ignorar para hablar con el grupo. 
-Perdón por la demora, tuve unos problemas al ponerme mi atuendo y a decir verdad también me distraje viendo mi cuerpo, es increíble que esas cosas que compraron de verdad funcionan, ¿Quién diría que las pócimas fueran reales?-
-Yo siempre creí en esto, por eso les dije que lo compráramos y tuve razón, fue todo un éxito y ahora todas somos hermosas chicas en una playa reservada para nosotras a precio especial solo por ser chicas; podemos nadar, pescar, jugar con los balones y en la noche podemos hacer una fogata y comer a la orilla del mar, ¿No es genial? Aunque también, si cada una quiere explorar su cuerpo a solas o acompañada tienen todo el día para pensarlo, nadie juzga a nadie y con tantos años de amistad sobra decir que no habrá problemas ¿Verdad?-
Dijo en respuesta Stephanie quién planeó todo el viaje de vacaciones y ahora daba un pequeño esquema de lo que podían hacer durante sus vacaciones, añadiendo una idea que hizo a todos los chicos comenzar a pensar en pasar el rato a solas en algún momento.
Todas las chicas gritaban con emoción a lo desconocido del lugar y de sus cuerpos pero con la certeza de que se llevarían buenos recuerdos de ello, empezando con el mar y la playa hacia donde todas corrían con alegría para así dar comienzo a sus vacaciones femeninas. 

4 comentarios:

  1. Una pregunta hace tiempo tenías una historia donde un hijo quería ir a la playa así que quería poseer el cuerpo de su padre pero en menos de poseer a su padre, posee a su madre, esa ya no lo pondrás de nuevo, verdad?

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    1. Hola, Rafael1711, gracias por comentar.
      Espero no le moleste lo que voy a decir, pero todo lo que diré es que no arruine las sorpresas.
      -Nero.

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  2. Muy buena
    Las chicas de hotd son lo mejor
    Yo no me hubiese quejado como peter de haber tenido ese cuerpo

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    1. Hola, MelodyV. Gracias por comentar, espero poder leerla más a menudo.
      Cada persona tiene sus gustos, y me alegra saber su opinión, compartiendo lo que piensa de las chicas de HOTD.
      -Nero.

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