Ah, la vida es bella, ¿No lo creen? Incluso con sus altas y sus bajas, cada persona tiene una vida que vale completamente la pena ser vivida. Sin embargo, siempre habrá quienes arriesguen todo sin dudar a cambio de algo más, algo diferente y emocionante. No importa si ganan o si pierden, lo importante para esas personas es vivir un cambio emocionante en sus vidas y ocuparse por las consecuencias más adelante, tal como sucede con Antonio.
Antonio era un chico dispuesto a dejar su vida como hombre y todo lo que conocía, con tal de experimentar y vivir la vida de una chica. Era un deseo codicioso, donde algunas personas lo llamarían egoísta o arrogante, al igual que otras personas lo llamarían valiente por desear abiertamente algo que muchos siempre iban a callar.
Por mucho tiempo, el deseo de Antonio parecía que siempre sería un deseo y nada más, una fantasía que nunca se haría realidad, un sueño que jamás se iba a cumplir y que tendría que guardar para si por el resto de su vida.
El chico estaba listo para rendirse, aceptar su destino y abandonar su sueño, por lo que fue toda una sorpresa inexplicable cuando tuvo un sueño tan vivido donde llegó a pensar que estaba despierto; en el sueño todo estaba oscuro, lleno de neblina roja y una seductora pero sádica voz de una mujer resonaba por todo el lugar; la mujer fue muy clara con su oferta; "Si tanto quieres cumplir tu deseo, yo puedo convertirte en mujer, a cambio de todo lo que fuiste en tu vida como hombre", esas fueron las palabras exactas que la mujer dijo antes de que el sueño terminará sin poder responder a su arriesgada oferta.
Antonio quiso pensar que solo fue un sueño muy intenso, o directamente una pesadilla, y trato de no darle más vueltas al tema, al menos hasta la noche siguiente donde el sueño se repitió y aquella misteriosa femenina voz le exigía una respuesta.
El chico intento negociar con esa voz la cual solo se burló de sus ideas antes de advertirle que ella no perdería una noche más esperando su respuesta, y que si de verdad quería cumplir su deseo, tenía que tomar la decisión en estos momentos. Incluso se burló de él al decir "Sé un hombre si de verdad quieres ser una mujer".
A diferencia de la noche anterior, Antonio se dio cuenta que estaba por despertar, y si eso sucedía estaba seguro de que se arrepentiría pro el resto de sus días, así que antes de que su sueño terminará acepto la oferta de esa voz, que le prometió al chico descubrir los resultados de su deseo en cuanto abriera los ojos.
La voz de esa mujer cumplió con su palabra al pie de la letra, pues en cuanto Antonio abrió los ojos pudo sentir su nueva cabellera larga y sedosa estorbando un poco, al igual que el peso de sus nuevos pechos que destacaban con solo bajar la mirada.
Como pudo, Antonio saltó de su cama para mirarse al espejo y ver el resultado de su deseo: cabello castaño que llegaba hasta la mitad de su espalda, una piel sumamente clara, con grandes pechos y modestas caderas además de maduros rasgos femeninos dignos de toda una dama. El nuevo cuerpo de Antonio era precioso y tal como siempre deseo, haciéndole sentir una alegría difícil de expresar con palabras, además de una gran satisfacción por haber aceptado el trato ofrecido por aquella voz. Sin embargo, en el momento que dejó de admirar su belleza, se dio cuenta que no solo cuerpo había sufrido un cambio considerable.
Su habitación era distinta, toda su casa había cambiado, no había rastro de su familia o de sus amigos ni nada significativo para el chico. Todo eso fue reemplazado por una linda casita perfecta para vivir su vida como soltera en su nuevo cuerpo, Antonio lo había apostado todo, y si perdió o ganó, es muy pronto para decidir, después de todo recién está teniendo su primer día con el cuerpo que siempre deseo tener y una vida por hacer tal como un lienzo en blanco que él, o mejor dicho, ella puede llenar como más le plazca.
La persona con quien hizo el trato dentro de sus sueños, se tomó la amable molestia de dejar algunas ideas para la nueva chica sin nombre, que tenía ese mismo día para decidir como se llamaría, aunque su apellido ya estaba decidido "Señorita. Liare".
La primer propuesta para la señorita Liare era volverse una oficinista; su día a día sería como una secretaria más en una empresa gigante, trabajando en un ambiente machista donde todos sus jefes intentará acostarse con ella, tocarla y coquetear con ella día con día; siendo hábil podría sacarle mucho provecho a esa situación, pero si quería mantenerse más casta, su trabajo y las horas extras podrían ser complicadas. Junto a esta propuesta, también había una credencial de la señorita Liare, un conjunto de lencería negro con tacones y un traje rosa para comenzar su trabajo de forma inmediata.
La segunda propuesta era mucho más sencilla y cuestionable en comparación, su "atuendo" para el trabajo solo era una mini falda con unas lindas decoraciones para cubrir sus pezones, tacones y una ajustada tanga donde podrían atar sus ganancias. La segunda propuesta era volverse una trabajadora nocturna, ya sea que suba al tubo para bailar, haga privados, lleve bebidas o pase la noche con un montón de hombres, todos esos detalles menores para ganarse la vida tendría que decidirlos la señorita Liare que en este empleo será tratada como una mujerzuela más.
La tercer propuesta también era complicada a su manera, pues se trataba de un empleo con el cual nunca descansaría ni un solo día por lo menos los próximos 16 años; su atuendo del trabajo consistía en ropa holgada y hogareña donde destacaba un delantal con la frase "la mejor mamá del mundo"; la última propuesta de esa voz era que la señorita Liare se convirtiera en la señora Liare, con un esposo al que cuidar, hijos a quienes criar y un hogar el cual siempre debe limpiar y mantener en las mejores condiciones.
También había una en blanco entre todas las opciones pero ¿Qué importancia podría tener para su futuro? Una vez más, Antonio había tomado una decisión, y ya que su deseo fue cumplido, debe rehacer su vida de acuerdo a las consecuencias de una nueva vida que debe comenzar ahora como la señorita Liare.