jueves, 18 de abril de 2024

Una vida más tranquila

Cuando pedí que mi vida fuera sencilla y tranquila no me refería a esto. 
Quiero decir, toda vida tiene sus problemas y fuentes de estrés, la mía para nada era una excepción, por no decir que mi vida tenía demasiado estrés por la escuela, el trabajo, la familia, los amigos, el deporte, mi salud y otros muchos factores que de solo pensar ya hacen que me duela la cabeza.
En un comienzo no me vi tan afectado por todas estas cosas estresantes, cuando más bien, yo intentaba no darme cuenta de que mi situación cada vez estaba peor, intentando dar lo mejor de mi con la esperanza de que todo fuera a mejorar. Por desgracia eso nunca pasó, y entre más avanzaba el tiempo, más cansado me sentía, peor era mi situación y apenas podía estar de pie, tratando de aguantar otro día que parecía ser más horrible que el anterior.
La escuela era cada vez más exigente, consumía mucho tiempo dentro y fuera del salón para mantener mis notas, entregar proyectos, presentar exposiciones o cualquier otra clase de ridículo trabajo que la maestra en turno se le ocurriera pedir, para posteriormente menospreciar.
Aunque tener un ascenso se piensa que es bueno, en mi caso no, ya que el ascenso me dio un aumento de horas de trabajo, de responsabilidades y consecuencias además de actividades a realizar pero sin recibir ninguna clase de aumento en mi salario. Cuando me di cuenta de eso, pensé que lo mejor sería renunciar y buscar otro empleo, lamentablemente quedarme sin trabajo y sin dinero de forma indefinida era algo mucho peor, por lo que no tuve más remedio que soportar mi empleo explotador.
Por si la escuela y el trabajo no fueran suficiente castigo, una enorme discusión en casa dio como resultado que cada uno comenzara a vivir por su cuenta y se las arreglará como pudiera. Así que a mis preocupaciones, tenía que sumar el buscar un nuevo hogar que pudiera pagar y asumir completa responsabilidad del lugar.
Yo estaba agotado, ya no podía más, no tenía ni un momento para descansar de todas las horribles cosas que pasaban en mi vida y como de un niño haciendo berrinche, en soledad pedí un merecido descanso de todo eso. Sin embargo, nunca imaginé que mi deseo se hiciera realidad y mucho menos que fuera de la manera que me tocó experimentar.
No recuerdo haber ido a la cama pero al despertar fue asombroso no sentirme cansado o con dolor en el cuerpo, estaba completamente relajado, algo que hace muchos años había dejado de experimentar y que ahora disfrutaba de una forma tan gloriosa que me costaba poner en palabras.
Lleno de energía y emoción me dispuse a salir de la cama, sin imaginarme que al quitarme las sábanas, vería un cuerpo completamente diferente al que tenía la noche anterior; mi cuerpo de joven estudiante que rozaba la adultez había desaparecido, dejándome dentro del cuerpo de una niña pequeña que no parecía ser mayor de los 10 años.
La confusión fue inmediata y evidente, no podía creer lo que mis ojos veían, me costaba aceptar que mi cuerpo se había vuelto tan suave y pequeño, usando una infantil pijama anaranjada que dejaba a la vista mi clara piel, con el cabello recogido para que no tapara mi suave y redonda cara que me hacía sentir aún más pequeña y avergonzada.
Antes de poder decir algo o de superar la sorpresa de verme de esta manera, me di cuenta de que mamá entró a mi habitación, luciendo ella mucho más joven y feliz, dándome un beso en la frente y un cálido abrazo que fue tan sorpresivo que no pude corresponder.
-¿Cómo durmió mi princesa? ¿Todo bien?-
Preguntó de forma amorosa mamá mientras comenzaba a peinar mi cabello.
-Sí, mamá de maravilla ¿Y tú?-
-Muy bien, aunque deberías darte prisa en arreglarte para ir a la escuela mientras preparó el almuerzo-
-¿Harás el almuerzo de todos?-
-Pues sí, como siempre lo hago, el tuyo y el mío-
-¿Y el de papá o mis hermanos?-
-¿Hermanos? Ya deberías despertar Dani, no tienes hermanos, aunque quizás en unos años puedas ser una gran hermana mayor-
Las palabras de mi madre me dejaron sin respuesta, no sabía que decir ante lo que había escuchado, pues todo parecía indicar que solo estamos mamá y yo en está situación, que por irreal que pudiera parecer, a cada momento se esforzaba más en parecer autentica, como si mi vida anterior solo fuera un mal sueño y mi atentica vida fuera como una niña pequeña al cuidado de su madre.
-Rápido, amor. Si no te das prisa, el desayuno se va enfriar-
Las palabras de mamá me hicieron volver a la realidad, o reaccionar.
-Date prisa, ¿Si?-
Me pidió con un tono amoroso que ya casi había olvidado, dándome un beso en la frente y entregándome mi ropa a utilizar; ella me dio un uniforme escolar femenino, era el mismo que use cuando niño solo que ahora el suéter iba con falda, calcetines largos y una blusa que de inmediato supe cómo ponerme.
En cuanto mamá salió de mi habitación comencé a ponerme el uniforme escolar a la para que pensaba acerca de la situación que estaba viviendo; ella y yo somos muy jóvenes, por no mencionar que ahora yo soy mujer, o mejor dicho soy una niña: ahora no tengo hermanos ni a papá, por lo que tampoco deberían haber problemas familiares ni económicos, es cruel decirlo de esa forma pero es la realidad.
Una mezcla de confusión, preocupación y alegría me invadían más y más; por una parte me sentía mal de haber dejado de ser un hombre, perder la mitad de mi edad y de mi familia, pero otra parte de mi estaba contenta por finalmente tener la oportunidad de descansar y hacer las cosas mejor ahora como una niña; ahora puedo tener una vida mucho más feliz y tranquila, quizás me estoy emocionado pero creo que tengo muchas oportunidades en está vida, lo cual me hace feliz desde el fondo de mi corazón.
La mezcla de emociones me hicieron darme prisa en vestirme con mi uniforme, para salir de mi habitación y conocer el mundo distinto a mi vida anterior.
Todo sería mejor esta vez, podía apostar lo que fuera a quien fuera que lo haría mejor está ocasión, y con esta nueva oportunidad, una mejor y más tranquila vida para mí estaba a punto de comenzar. 
Créditos a quien correspondan.
-Wow, enserio que son enormes-
Decía mi amada pareja mientras jugaba y estrujaba con cuidado mis pechos, algo que me hacia sonreír llena de alegría.
-Jejeje ¿Supongo que gracias? Parece ser que lo estas disfrutando-
-Un poco a decir verdad....debo verme como un pervertido, perdón-
-No te disculpes, yo te quiero mucho y en serio quería que llegáramos a esto, aunque debo decir que eres algo lento; cuando te conocí no pensé que fueras tan tímido, amo ese rasgo de ti, pero también eso hizo que te tomarás tu tiempo antes de pedirme una cita-
La cara de mi pareja se puso roja por mi confesión, enterneciendo mi corazón aún más por la reacción de mi amado, quizás hoy no era el día en que nos volveremos uno para mostrar nuestro amor pero estaba bien, me gusta el ritmo de este amor y estoy completamente segura de que en este momento se va a consolidar. Él no me dio un anillo de compromiso, me dio este hermoso collar que desde hace años nunca he descuidado y nunca descuidare ya que es la muestra más pura de nuestro perfecto amor.
Nuestro plan de vida juntos está listo hace mucho tiempo; sé que una vez nos graduemos y tengamos trabajo vamos a vivir juntos; él me prometió ir a pedir mi mano delante de mis viejos padres, lo cual me haría muy feliz, en especial si aprueban nuestro compromiso; pero no tengo duda de que el momento que más añoro es el de nuestra boda, ver vestidos de novia es un pasatiempo que tengo y quiero verme lo mas hermosa que nunca para ese día tan especial que cada vez veo un poco más cerca de volverse realidad.
Después de tantos años, mi vida se ha llenado de hermosos recuerdos, al mismo tiempo que muy profundo dentro de mi, recuerdo ese día donde desperté siendo una niña pequeña.
¿Quién diría que después de casi 10 años aún tengo recuerdos de mi vida pasada? Son lindos y vergonzosos por partes iguales, e incluso más que eso, son nostálgicos.
Hace años pensaba que esos recuerdos serían un problema para mi nueva vida, en especial para mi vida amorosa, un tiempo intenté salir con chicas pero no funcionó y aunque no me sentía tan cómoda estando con hombres, el gusto fue creciendo y todo mi amor cayó en este hombre que robó mi corazón. 
Comenzar a salir con un chico no fue fácil, no solo por la cuestión del género, diariamente me debatía sobre contarle o no de mi pasado, teniendo miedo de cual podría ser su reacción; me daba mucho miedo perderlo o que él pensará que yo estoy loca; toda clase de malos escenarios no dejaban de aparecer en mi cabeza, ya que no había una forma fácil o sencilla de contarle mi historia a la persona que más quería en el mundo.
Tras pensarlo durante meses largos meses, terminé por contar "una historia", presentándole a mi novio un escenario "ficticio" y preguntando si después de todo eso él aún me amaría. 
Su respuesta me robó aún más el corazón, fue simple y honesta, me hizo sentir mucha alegría y de inmediato supe que él era la persona correcta para compartir el resto de mis días.
Con una gran sonrisa, le expliqué que ese escenario hipotético se me acababa de ocurrir, pero que me hacía muy feliz saber que incluso si antes yo era un hombre, él me seguiría amando.
Me sorprendió un poco que mi novio preguntará detalles sobre ese escenario ficticio, a lo que dije que había sido un sueño raro de cuando era niña:
Le conté que mi vida en el sueño era muy difícil, que mis padres peleaban, que mis hermanos me odiaban, que todo era terrible y por mucho que me esforzará, no parecía que nada fuera a mejorar. Así, un día desperté como una niña pequeña sin más problemas que ir a la escuela; acostumbrándome a ir a la escuela, con vergüenza y poco a poco también acepté que me cuidarán, aprendí a ser más femenina, a amar mi nueva vida y sobre todo, conocí el amor con un increíble chico con el cual deseo estar casada, vivir juntos y tener una hermosa familia algún día en nuestro futuro.
Mi amada pareja pensó que tenia una gran imaginación, no solo por el sueño de mi pasado, también por mis sueños a futuros en los cuales él estaría encantado de participar.
Las confesiones de amor y los deseos de estar juntos que eran correspondidos el uno por el otro nos llevó hasta este momento; mi corazón latía como loco, yo estaba tan avergonzada de mostrarle mis pechos y aún más de dejar que él los tocará, pero aún más grande que la vergüenza, era mi amor hacía mi novio que estaba muy contento por este momento.
Aún no era el momento correcto de darle todo de mi, sin embargo, quería demostrarle aunque sea un poco todo mi amor, mi cariño, mi afecto y que soy una mujer por donde me vea; quitándome la blusa y la falda, quedando con mis calcetas negras, mi linda ropa interior y claro, el collar que él me otorgó como muestra de nuestro amor.
Mi cuerpo se estremecía con cada toque y eso que es por encima de la ropa, no sé cómo voy a reaccionar cuando vayamos más lejos pero no hay duda de que estoy disfrutando el momento, ambos lo estamos y con este chico tan encantador no hay duda que tendré una vida linda y tranquila por el resto de mis días. 
Tal como siempre lo desee y después de tantos años esforzándome, creo que al fin lo cumpliré.
Créditos a quien correspondan.

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