viernes, 12 de abril de 2024

Vacaciones de hermanos

Ese desgraciado, obligándome a entrar aquí como si fuera otro chico, yo mejor que nadie sé que soy una maldita chica plana pero esto pasó el límite.
La última vez que mi hermano y yo nos vimos, yo lo feminice a él y lo obligue a acompañarme a sitios solo de chicas para darle la cura, debo admitir que fue muy divertido avergonzarlo todo el día y tratarlo como si fuera mi hermanita para que al final volviera a la normalidad. Sin embargo, eso fue hace tanto tiempo que olvidé por completo sus amenazas de venganza, nunca había hecho algo para saldar cuentas y simplemente pensé que lo decía para asustarme. Lamentablemente para mí, no lo olvidó y su venganza se hizo a fuego lento, esperando por más de un año antes de devolvérmela.
¿Debí haber sospechado de eso? Quizás sí, fui confiada y descuidada, subestime a mi hermano y ahora pago el precio. En mi defensa, el desgraciado nunca había hecho algo tan elaborado, no recuerda ni su cumpleaños, en cambio ha recordado y planificado esta venganza por más tiempo del que yo me pude haber preparado.
Aún con todo esto dicho, no sé si su venganza es justa o está siendo muy cruel conmigo.
El idiota me invitó a unas vacaciones de hermanos durante 7 días con todo pagado, ni siquiera debía llevar mucha ropa o equipaje porque la agencia del viaje nos daría de todo, mi hermano supo manipularme y me convenció de creer todo lo que decía, al punto que el día de las vacaciones, yo llegué apenas con una mochila.
Fue hasta hoy por la mañana que descubrí su plan, muy tarde cuando en vez de presentarme como su hermana menor Camila, me presentó como su hermano menor Santiago con quien compartiría estas vacaciones de hermanos.
Al principio sospecharon de que fuera una chica por el femenino aspecto pero con unas pocas mentiras convenció a los encargados de que yo era un chico andrógeno y que estaba un poco acomplejado por ello, cosa que para bien y para mal nos evitaría más cuestionamientos de mi sexo de ahora en adelante.
El único problema que nos resta, o mejor dicho a mi me resta, son todos los demás chicos en el viaje. Es un viaje de hombres y la única mujer aquí soy yo, y ni siquiera cuento como mujer en el papeleo del hotel.
Sé muy bien que mi cuerpo no es el ideal o estereotipo femenino con grandes pechos y caderas pero estar rodeada de hombres y fingir que soy un hombre es bastante vergonzoso; justo ahora mi hermano se está desnudando a lado mío para ponerse un traje de baño mientras yo intento hacer lo mismo sin que descubran lo que hay en mi entrepierna. No sé si es idea mía o los nervios de que me descubran quitándome las bragas pero siento que todos me miran como si ya supieran que soy una chica en realidad.
Este no es el viaje de ensueño que me imaginaba pero tendré que vivirlo porque no hay forma de que pueda volver a casa yo sola, pues tal como planeó mi hermano, no tengo dinero ni los medios para irme por mi cuenta.
Solo espero que ni mi hermano ni yo volvamos a llegar tan lejos con estas bromas con el sexo opuesto, porque al menos yo estoy segura de que no quiero volver a ser Santiago una vez termine nuestro viaje de hermanos. 
Créditos a quien correspondan.

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