domingo, 22 de mayo de 2022

Perra por un día

-No puedo creer que te atrevieras a hacerme esto, Rafael, cuando mi hermano se entere te vas a-
-Cállate, él no se enterará porque tú nunca le dirás, perra-
-¿Cómo me llamaste?-
Pregunté con una inmensa furia dispuesta a matar a ese tonto que me llamó así, solo si tuviera control sobre mi cuerpo lo mataría. 
-Perra, te llame perra, porque las próximas horas justo eso serás, siempre fuiste una horrible persona conmigo y ahora con esa marca en la espalda me las pagarás-
-¿A qué te refieres?¿Cuál marca? ¿¡Me pusiste una maldita marca como a un animal!?-
-Puedes verlo como una marca o un tatuaje temporal pero que te hará obedecerme por las próximas horas, aunque puedo volver a marcarte para alargar el castigo, de ti depende cuanto tiempo te gustaría estar así, ahora quítate el abrigo, levanta la cola y de cuclillas-
Tan pronto como el idiota de Rafael me lo ordenó, mi cuerpo le obedeció, arrojando mi abrigo largo de piel al suelo para mostrar mi cuerpo que usaba un diminuto bikini en la parte de arriba, sujetado por una cadena a mi espalda y con una apretada minifalda que sino se rompía dejando al aire mi trasero, en definitiva sería muy apretada todo el tiempo, terminando mi conjunto con unos tacones tan caros que solo yo merecía usar pero que nunca imagine ensuciar en pasto y tierra, mucho menos usar en una posición tan incomoda como lo era estar de cuclillas. 
-Rafael, soy la hermana menor de tu jefe multimillonario ¿Estas seguro de lo que haces? Porque una vez tu cosa rara acabe no descansaré hasta que estés en la cárcel por como me has tratado-
Amenace con seguridad creyendo que con eso lograría detenerlo pero nada más lejos de la realidad, en lugar de ser liberada del hechizo, conseguí un fuerte golpe en la espalda que me dejó ardiendo y con ganas de gritar. 
-Perra mala, extendí tu castigo por una hora a ver si con eso te comportas ya que así como tú me amenazas yo lo puedo hacer, te recuerdo que te puedo dejar esta marca permanentemente y tu me obedecerás para siempre; perfectamente puedo ordenarte fingir estar enamorada de mí y así casarnos, volviéndote mi esposa y a mi parte de la fortuna que tu hermano ganó, después de todo solo eres un parásito que se aprovecha del cariño de su hermano, tú no terminaste la escuela y él te dio trabajo como subdirectora, puesto del cual abusas para tratar mal al resto de personas, en especial a mí por alguna razón ¿Al menos tienes una razón para tratarme así? Responde, Ana-
-No, no la tengo, solo me pareció divertido joder la vida a los demás y despedirlos si se quejaban con mi hermano-
Respondió mi cuerpo sin que yo quisiera una vez más a lo que oí un suspiro de Rafael. 
-Eso imaginé. Por eso aproveché este viaje de campo, ya que buscamos donde hacer una fiesta para los de la oficina yo fui el encargado de elegir el lugar pero como siempre, tuviste que llegar a joder todo para interferir y ese fue tu error, había buscado esta técnica de control de cuerpo por meses y sin duda dio resultados, cuando te toque antes de salir de la oficina te puse la marca y ahora estoy feliz con los resultados te pusiste hermosa tal como ordene y viniste sin nadie que te haga compañía a este lejano lugar donde ni tu hermano sabe que estás-
Acariciaba mi cabeza una y otra vez sin que pudiera golpearlo o escupirle, por mucho que lo odiaba estaba completamente a su voluntad con excepción de mi voz. 
-¿Que es lo que planeas? Ni se te ocurra abusar de mi o-
-¿¡Abusar de ti!? Para nada, me das mucho asco como para hacer algo así pero sin duda quiero cobrarme una venganza. Solo planeo llevarte de paseo, por las próximas 3 horas, es decir 4 horas por el nuevo sello, estarás bajo mi control y lo único que quiero es ver que te humilles como la perra que eres, mientras yo veo el lugar para la fiesta tu puedes jugar; corre en cuatro de un lugar a otro, bebe agua del piso o de las fuentes, revuélcate en la tierra y césped todo lo que quieras, lo más nefasto de ti es tu orgullo y justo ahí voy a pegarte, bruja-
-¿De verdad piensas que haré todo eso sin vengarme? Podrás humillarme unas horas pero yo lo haré el resto de tu vida-
Volví a amenazar consiguiendo risas burlona como respuesta. 
-De verdad eres una idiota, ¿Qué no entiendes que puedo extender la marca por el resto de tu vida, puedo hacerlo ahora o mejor aún, hacer que te desnudes y actúes como una perra en frente de tu hermano y toda la compañía ¿Eso te gustaría más? A mi me encantaría ver como te humilla frente a todos ya que con excepción de tu hermano, nadie te ayudaría por lo horrible que has sido con todos, estoy seguro de que en lugar de ayudar se burlaran, tomarán vídeos y todos en el mundo sabrán lo que hiciste ¿Te gusta más eso? A mi me encanta la idea, mejor hagámoslo-
Su mano me acarició con rapidez varias veces mientras se deslizaba a mi espada, justo donde tenía la marca para extenderla y cumplir su amenaza, aterrándome hasta la médula con miedo de verme tan humillada ante tantas personas, viéndome obligada a suplicar como nunca antes lo había hecho ni con mis padres o mi hermano.
-¡Por favor perdóname, no lo hagas! ¡No quiero que nadie me vea, lo que sea menos eso, seré tu perra todo el día pero por favor que nadie más me vea!-
Sentí como su mano tocaba el sello, llorando por no lograr que me tuviera piedad o al menos eso creí hasta que tocó mi trasero y habló. 
-Solo porque me encantó como suplicaste no te humillare delante de otros, en su lugar humíllate para mí por lo que resta del día actuando como una perra, si lo haces te prometo que no te haré actuar como perra en la fiesta de la compañía ¿Tenemos un trato, Anita?-
Preguntó palmeando con suavidad mi trasero una y otra vez, cosa que tenía que soportar por el bienestar de mi reputación aunque me hierva la sangre.
-Sí, es un trato-
-Vale, solo dime "amo" al final de la oración y dame las gracias por tocar tu inútil trasero, Anita-
Casi que rechino los dientes y lloró del coraje pero no tuve de otra más que cumplir la orden de aquel a quien mucho tiempo yo humille y ahora se vengaba. 
-Sí, es un trato amo y muchas gracias por tocar mi trasero-
-Buena niña, ahora ve a correr y jugar, disfruta de tu paseo mientras yo exploró el lugar-
Con una fuerte nalgada que casi me hace caer de cara, Rafael se fue a ver todo el enorme lugar dejándome a mi en una zona verde en la cual jugar, pasear, correr y demás como la perra que soy por hoy, pero mejor humillarme un solo día a manchar mi inigualable legado por el resto de mi vida....o quizás....

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