Cambios interactivos en la playa

-Cielos...no puedo creer que de verdad lo estoy haciendo, que conste que no me gusta, solo estoy cumpliendo mi palabra ¿Entendido? Aposté contigo y perdí... así que este es mi castigo; por hoy seré una chica y haré lo que quieras, aunque no entiendo porque venir hasta la playa si el bikini ya lo teníamos-

¿Reconoces a tu amigo? El mismo con quién apostaste ahora es una chica, cumpliendo el castigo por haber perdido la apuesta que hicieron hace algunos días. Lleva un sombrero largo y elegante con una sudadera que oculta el traje de baño, pues aún le daba vergüenza su nuevo aspecto, aún más al ser vista con ese atuendo.

Créditos a quien correspondan.

-¿Eh?¿Quieres que me quite la sudadera? Eres un pervertido pero lo haré...ves, no fue difícil, ni siquiera me importa ¿Qué entonces porque estoy roja? ¡Es por el calor! Ni creas que es de vergüenza!-

Aunque gritaba se oía adorable y se veía sexy en ese bikini blanco y apretado, que bueno que no perdiste la apuesta o estarías igual que ella siendo molestada por como te encuentras.

-¡No digas tonterías! No me veo linda sonrojada, para empezar ni siquiera me veo linda porque soy un chico así que deja de decir eso o te moleré a golpes cuando vuelva a la normalidad...¿Que diga que soy la chica más linda?... En serio disfrutas de esto, pero vale: y-yo soy la chica más linda del mundo-

Se puso más rojo que antes, en verdad estaba siendo divertido haberlo llevado a la playa y molestarlo un poco aprovechando la situación. En cuanto te vio reír quiso cubrirse un poco más con su sombrero pero ambos sabían que resultaba inútil que intentará negar la situación.

-Me cubrí porque el sol me daba en la cara, solo por eso, tonto. ¿Que dices? ¿Qué haré si alguien me invita a salir por ser tan bonita? Bueno exagere diciendo ser la más bonita del mundo pero es tu culpa, no especificaste nada más y y y eso no puede pasar ¿Verdad? ¡Ya deja eso! Estoy segura que no saldrías conmigo, ni nadie más. Oh... ¿De verdad lo harías?....N-no tienes que describir que haríamos en una cita, ni como me tratarías... aunque ahora que lo dices no suena mal ¿Eh?¿Ahora tendremos una cita y tendré que llamarte cariño?....Estás demente pero si eso quieres, cumpliré mi parte y dejaré que me lleves a donde quieras, c-cariño-

Él bajaba tanto como podía su sombrero para ocultar su cara, roja a más no poder. Hábilmente pudiste ponerla nerviosa, sorprendiéndola con cada cosa que decías, aún tienes ideas de chico pero estas dominando su parte femenina, si todo sale bien en la cita, quizás puedas convencer a tu amigo de quedarse así para que sea tu novia.

Reformación para criminales juveniles

Juan y Luis eran un par de chicos revoltosos conocidos por todos en la ciudad gracias a sus travesuras que hacían a todo el mundo, lo cual por si fuera poco, iba de la mano con ser malo estudiantes que solamente molestaban al resto, los distraían o intimidaban de alguna forma nada especial, lo típico de los bulíes por decirlo así.

Muchas de sus víctimas soportaban sus maltratos para que Juan y Luis se quedaran tranquilos, la otra opción era confrontarlos y hacerlos enfurecer, provocando así que los chicos los ataquen y molesten todavía más a manera de venganza. De igual forma la gente que se veía afectada por sus bromas como lanzar globos con agua, ponerles el pie para que caigan o incluso engañarlos para arruinar su día de alguna forma, se iban acostumbrando a gritar improperios a los jóvenes mientras veían como ellos salían corriendo de un lugar para planear su próxima maldad.

Pero todo eso debía de tener un fin, y un punto de quiebre para hacer algo en contra de ellos, algo tan grave que no se pudo ignorar por las autoridades o vecindario, tal como lo fue el día que intentaron robar a una señora todo el dinero que había ganado durante el mes. Por fortuna para ella un par de policías detuvieron a los jóvenes impidiendo el atraco que intentaron realizar con una pistola de juguete.

Por desgracia para ellos eso era un crimen mayor, que aún si no pudieron realizar y aún si no tenía balas la pistola, no le restaba la gravedad al asunto de un par de chicos problema que estaban a cortos pasos de volverse criminales en potencia. Un simple regaño para después dejarlos ir no iba a bastar está ocasión, está vez tendrían que cumplir la condena en la cárcel, o más bien, en el reformatorio por ser menores de edad.

No obstante del procedimiento habitual que se hacía al detener a un joven, está vez ambos chicos resultaron ser los candidatos perfectos para probar un programa que llevaba meses en desarrollo; ambos chicos cumplirían su condena al ser participantes del programa de "Rehabilitación y reformación para los jóvenes criminales". 

El nombre es bastante intuitivo, y que de funcionar en estos primeros chicos en esta pequeña ciudad, se buscaría extenderlo al resto del país y muchos más. Después de todo, ya había un programa similar en las cárceles que se utilizaba con los delincuentes mayores de edad y cosecho un enorme éxito y aprobación. Por lo que implementar un programa similar en jóvenes criminales o en camino de serlo, podría ser un enorme beneficio, algo tan tentador que con este par de sujetos de prueba a la mano, no se pudo rechazar.

La forma en que estos programas funcionaba ya era muy conocida: los chicos pasan por un proceso de feminización y re educación para re insertarlos en la sociedad y que cumplan una función más que perfecta de acuerdo a su nuevo cuerpo, además que la diferencia hormonal entre chicos y chicas era abismal y ahora en lugar de querer realizar actos violentos o delictivos su cuerpo desearía sexo.

Ambos chicos se negarían al momento o incluso antes de escuchar que es lo que se les haría, por eso simplemente no se les aviso y un día en su celda, ambos fueron obligados a caminar a una parte del laboratorio oculto en el edificio para atarlos a una camilla y en lo que ellos maldecían exigiendo ser liberados, los doctores solamente les pusieron un tatuaje en su cuerpo parecido a una pegatina y tras unos minutos comenzaron los efectos.

A Juan el tatuaje se le grabo en la piel de su pectoral que en pocos segundos empezó a crecer hasta volverse unos senos de muy buen tamaño, por no decir exagerados, atrapado en una prenda similar a un baby doll y un traje de baño de color azul y con un adorno de estrella justo en la parte más baja del escote que tenía.

Su culo creció de golpe al punto que la ropa que llevaba no cubría todo su trasero y dejaba una muy buena imagen de lo apretado que estaba el atuendo justo ahí. También sus caderas y piernas ensancharon de una forma que muchas mujeres podían envidiar tener, dejando un buen trozo de piel a la vista antes de seguir con unas calcetas azules y tacones altos que solo hacían resaltar más su belleza.

Por último, sus rasgos fáciles cambiaron, se volvieron más delgados y atractivos, incluso un poco de rubor aparecía en sus mejillas, con una lengua experta en muchas cosas y por lo cual ahora la conocerían como "Reina" a la chica de un cabello castaño muy suave con ojos rojos y una hermosa corona de reina que mostraba su estatus en la calle, puesto que ahí estaría mucho tiempo.

No lo haría sola, Luis recibió su tatuaje en una de sus piernas haciendo que la transformación empezará de abajo hacia arriba al contrario que su viejo amigo, quien ahora es su compañera de trabajo.

Sus muslos eran más delgados en comparación a Reina pero sus pechos se veían un poco más grandes sin importar estar aprisionados en ese atuendo que parecía mucho más un traje de baño, con un buen trozo de tela faltante en medio de los senos para hacer una hermosa figura de corazón que mostraba las carnes de la rubia.

Sus calcetas y tacones eran a juego de su ropa, no era tan revelador como el atuendo de su amiga y en vez de portar una corona tenía el cabello amarrado en una coleta. Sin embargo no significaba que "Ceci" fuera inferior, usabas sus pechos con gran habilidad además de su trasero, el cual tenía un hueco en forma de corazón igual que en sus pechos para que todos pudieran ver lo mucho que la chica tenía bajo ese atuendo ajustado, y sobre todo que podían usar dichos espacios cuanto quisieran.

Con los tatuajes cumpliendo por completo su feminización al lavarles la cabeza, ahora el par de chicas no tienen idea de que alguna vez fueron chicos problemáticos, más bien ellas siempre han sido chicas sucias que aman a los chicos problemáticos, rebeldes, más jóvenes, más viejos, más fuertes o débiles, mientras tuvieran algo entre las piernas y les llegarán al precio, cualquiera podía usar a una de las dos excelentes prostitutas que aparecieron de repente en la ciudad. Ambas dejaron tanto placer y marca en cuestión de unas noches que sin dudar nadie más se preocupó ni preguntó qué fue de Luis y Juan que desaparecieron misteriosamente algún día del reformatorio. 

Las ahora trabajadoras nocturnas aman profundamente su vocación que además de satisfacerse así mismas y a otros, ellas dan parte de sus ganancias a los científicos del reformatorio para poder financiar su excelente proyecto y así que en pocos meses hubiera, gracias al aumento del presupuesto por parte de las chicas, una gama amplia de opciones atractivas para los jóvenes criminales de todas las ciudades. Puesto que todas merecen una segunda oportunidad como ellas, ambas amigas serían las pioneras en buscar dichos resultados para la rehabilitación de todos esos potenciales criminales que serán convertidos en sensuales mujeres que aporten y sean de ayuda para la sociedad desde ahora.

Créditos a quien correspondan.

Playa Mujeres

En algún lugar del mundo existe una playa muy singular, es hermosa por dónde se vea, sin ningún peligro para quien se adentré en las aguas que ahí hay, aguas totalmente cristalinas y cálidas, un lugar de ensueño en pocas palabras.

Sin embargo, había una única y rara condición para poder visitarlas de forma plena, ya que solo las mujeres tenían acceso sin ningún riesgo. Así el lugar fue nombrado "playa Mujeres", lugar paradisíaco para las féminas que se divertían a sus anchas sin más poder y claro, siendo libres de ser, al no tener hombres cerca.

Pero que los hombres no pudieran entrar no era algo "porque no" o quizás sí, la ciencia no podía dar respuesta a como sucedía pero si un chico, niño o adulto tocaban las arenas, flora o peor aún y entraba a las aguas de la isla sufrirían consecuencias irreversibles provocadas por la playa.

El sitio era exclusivamente para mujeres y de estar ahí en poco tiempo terminarías siendo una, y quedando mucho más tiempo tu mente se volverá la de una chica, entrar al agua te haría una persona diferente a la que antes solías ser.

Cómo ahora con Santiago, un joven recién salido de la universidad que se creyó tan listo de poder entrar a escondidas para ver a las mujeres, quienes sin saberlo fueron espiadas alrededor de una hora con un karma casi instantáneo.

A los pocos minutos de haber entrado, Santiago empezó a tener comezón en todo el cuerpo, su cabello empezaba a pesar por lo que lo amarró en una coleta y así dejaría de notar cuando esté fuera creciendo hasta cubrirle toda la espalda, al igual que el resto de partes en su cuerpo comenzaban a cambiar. 

Cuando bajó la mirada se dio cuenta que tenía un par de pechos enormes junto con unos rasgos más finos, haciendo que saliera de su escondite y siendo encontrado por un par de chicas curiosas de lo que pasaba. Intentó pedir ayuda explicando que era un chico pero las chicas solo reían y lo invitaban a entrar al agua, ayudándole a desprenderse de su ropa. Tras quitarle la playera y short que usaba el chico vio que debajo tenía un diminuto bikini azul que apenas podía cubrirle algo de todo su nuevo cuerpo.

Las chicas solamente empezaron a preguntar cómo estaba en tan buena forma mientras entraban al agua dejando sin palabras al muchacho.

Bastarían unos minutos en el agua para corromper su mente, el chico llevaba media hora ahí y ya era muy tarde para Santiago. Santi es su nuevo nombre, piensa que es una chica muy atrevida que vino a la playa por sus dos amigas y que en cuanto su viaje terminará cada una seguiría su camino.

Quién sabe cuándo pueda volver a la playa Mujeres, así que Santi disfrutará el día tanto como pueda, nunca ha sido una buena nadadora, sus niñas le estorban al nadar, pero hoy estuvo practicando más de la cuenta, así que aprovecharía lo que restaba de sol para poder broncearse un poco, su objetivo sería tener la piel morena unos cuantos días para ver si atraía a alguien lindo en cuanto fuera a su próximo destino, lo único sin broncear sería lo que cubría su bikini de colegiala, realmente le gustaría quedarse desnuda para broncear todo su cuerpo pero una nunca sabía si algún chico estará escondido por ahí para poder espiarla.

Créditos a quien correspondan.

La mejor venganza

-Vamos, Joaquín. Debe haber otra forma de solucionar esto, ¿No crees que estás exagerando?-

Me decía Diego caminando detrás mía, tratando de detenerme de una decisión que ya había tomado y que haría realidad, después de tantos preparativos sería un desperdicio no vengarme de aquel idiota que se lo merece.

-Para nada, ese maldito idiota arruinó a mi familia, y ahora le pagaré con la misma moneda, incluso peor-

Todavía no me acostumbraba a esta nueva y femenina voz, que era tan tranquila como imponente.

Ahora que lo pienso, todavía no me acostumbro a muchas cosas de este femenino cuerpo pero es tal mi odio, mi búsqueda de venganza, que sin saber todas estas cosas de mujer, he salido bastante bien hasta ahora. Espero que el resto de mi plan salga así de bien.

-¿Estas seguro de que es una buena idea?-

-Es la mejor venganza que se me pudo ocurrir. Sé que funcionará, así que necesito tu ayuda para ello-

Me sentía extrañamente segura y confiada de todo esto, nunca dude de mi plan cuando lo planee siendo un chico, pero ahora que soy toda una mujer, estoy seguro de que saldrá mucho mejor de lo esperado.

Todo esto comenzó cuando cierto idiota empezó a cortejar a mi mamá, es un tipo que vive a varias cuadras de distancia y que nadie sospechaba nada, hasta que mi padre los encontró revolcándose, algo que no le hizo ninguna gracia y por lo cual mi familia iría en picada mientras el otro tipo estaba como si nada. 

Así que mi venganza sería tal cual con la misma moneda, ya que investigando a este desgraciado, me di cuenta que él también tiene una familia con hijos y una esposa que ni siquiera sospecha de lo que hace su padre, pero está noche todo llega a su fin. 

Mientras buscaba información suya para joderlo, me di cuenta que tenía muchos perfiles de citas, tanto de personas que buscan una pareja como de quienes quieren algo rápido de una noche, el tipo es de lo peor. Sin embargo, justo esas cosas las usaría a mi favor, haciéndome un perfil falso para quedar con él en una cita mientras su esposa y sus niños estaban dormidos inocentemente en casa. 

Una vez lo tenía comiendo de la palma de mi mano con los mensajes, compre unas pastillas que cambian mi cuerpo, pasando así de un chico en sus veinte años, a una mujer madura de casi el doble de mi edad; una mujer rubia y madura con un cuerpo perfecto para su edad, incluso verme así me recuerda a mi mamá y eso me da la tranquilidad de que ese idiota genuinamente caerá ante este tipo de mujer. 

-Estoy segura de que si me porto como una mujer necesitada de atención, este tipo bajara la guardia y podré exponerlo como el cerdo sin remedio que es. Tú, Diego, necesito que tomes todas las fotos posibles para tener aún más evidencias de este horrible sujeto. Comencemos por aquí, una fuera de su casa con la amante-

Trate de hacer una pose, arreglando el vestido rosa que llevó y sujetando bien mi bolso de mano, para que la foto saliera bien, o al menos lo mejor posible.

-Te ves bien, aunque un poco rígida, tendrás que tener movimientos más femeninos-

-¿En serio? Eso es una buena idea, intentaré hacerlo durante mi cita-

-Hablando de eso, ¿Qué tienes planeado? Jo-

-De entrada no llamarme Joaquín, actualmente soy Ana, una mujer sin compromiso de algún tipo y poco más. Sobre mi cita; primero tengo que venir por él hasta su casa, luego iremos al centro comercial a ver una película y finalmente iremos a cenar, en todo momento necesito que saques fotos, lo tendré tan distraído como sea posible para que tengas más oportunidades-

-Okey, entiendo lo que dices Ana pero ¿Y si te toma la mano?-

-Qué así sea-

-¿Y si te toma de la cintura o te abraza?-

-Le daré las gracias y me acercaré aun más-

-¿Y si te quiere besar?-

-Más te vale que saques la mejor foto de tu vida, que para eso voy a pagarte, amigo-

Después de todos esos ejemplos parecía que Diego quería decir uno más, algo que impedí poniendo uno de mis dedos en sus labios para decirle.

-Diego, no me importa tener que convertirme en una milf y salir con este cretino, incluso podría revolcarme con él pero te juro que todo aquello que haga con este imbécil, se va enterar su mujer de primera mano con las fotos que tomes, con las capturas que he guardado de nuestros mensajes, y el platillo principal será que su mujer vea en persona las infidelidades de su estúpido marido cuando regresé a casa-

-Ana, estas muy cerca y casi se sale algo de tu vestido-

Al bajar la mirada pude ver como uno de mis pechos casi que se sale por el pronunciado escote del vestido, sumando al hecho que no llevo sostén, hacer todos esos movimientos cuando me enoje fue una terrible idea y una buena idea a tomar en cuenta durante mi cita para provocar a este tonto sujeto.

De cualquier forma, volví a acomodarme el vestido a la perfección, peinar un poco mi cabello y asegurarme que el maquillaje esté en buen estado, entre más bella me vea, más sencillo será cobrar venganza por todo lo que ha pasado mi familia.

-Papá se está encargando legalmente de mamá, aunque también me vengue y vengaré de ella, ya que este idiota no dudo en hacerme caso y olvidar a mamá para tener una aventura conmigo. El imbécil le es infiel a la esposa y no duda en dejar a sus amantes, es de lo peor, pero al menos así mamá estará sola al perder a su amante por mi culpa y perder a su familia por su culpa. Y este idiota va por el mismo camino sin saberlo, así que saca muchas fotos lindas, mamá se encargara del resto~

Créditos a quien correspondan.

Vieja tradición

Créditos a quien correspondan.

Mi nombre hasta hace poco era Hajime, siendo de los mejores guerreros en mi familia tenía un dominio espectacular con mi katana con la cual salía al mundo para cumplir misiones de alto nivel de manera exitosa cada una de las veces.

Al menos hasta mi última misión donde todo salió mal, donde caí en una emboscada por parte de muchos otros guerreros sin honor que querían acabar con mi vida. Pude defenderme frente a muchos de estos, no tenía la intención de caer solo, pero como imaginarán la ventaja numérica favoreció a mis oponentes que tras mucho tiempo, al fin fueron capaces de acabar con mi vida.

Sin embargo, en mi clan no morimos tan fácil, tenemos algo característico, una vieja tradición que se usa cuando alguno de nosotros cae en combate o antes de lo previsto. En mi caso cumplí ambos requisitos como para traerme a la vida una vez más.

Fue algo difícil según parece, encontrar mi cuerpo les llevo mucho más tiempo de lo que esperaban y este no se encontraba en el mejor de los estados, haciendo así que los sabios del clan cambiaran un poco los planes sobre como regresarme a la vida.

Cuando el ritual acabó, sentí como si despertará de un sueño profundo, sentándome en donde estaba a la par que notaba mis cambios y recibía algo de ropa por parte de los sabios al ver que todo había funcionado. El cuerpo de joven guerrero que tenía ya no podía ser usado y el único que fueron capaces de usar para albergar mi alma de nuevo era el de una chica pelirroja, con grandes dotes físicos y más juventud de la que poseía en mi viejo cuerpo pero con nulo conocimiento en la espada.

Debo admitirlo, saber que tendría que empezar de 0 con el dominio de mi arma, además de ahora seguir las costumbres y tradiciones de una mujer de clan; como la vestimenta debida, labores del hogar y servir a los guerreros como quisieran al regresar de sus viajes complicaba más todo el proceso, reduciendo mi tiempo de entrenamiento el cual ya era difícil como para sumar que mis pechos no dejan de rebotar todo el tiempo entorpeciendo mis movimientos o que mi cabello en ocasiones me bloquear la vista y aunque la ropa puede ser más cómoda a la hora de pelear por lo poca que es no protege tanto como la que antes usaba, sin mencionar que es una tortura para el uso cotidiano al atraer las miradas de ciudadanos u otros guerreros que quieren verme en su cama como a cualquier otra o incluso más por mi juventud y lo raro que es ver una guerrera.

Aún así, no decepcionaré a mi clan y en cuento me adapte a ser Owari, la nueva y joven guerrera del clan cumpliré mi venganza, junto con los objetivos que deje pendiente, añadiendo ahora que según mi desempeño podría dejar mi katana para se una bailarina o sacerdotisa del templo. Deseo con todo mi ser que esas misiones no me sean otorgadas, pues a pesar de mi cuerpo femenino mi espíritu de guerrero sigue ardiendo, pero de igual forma si me debo volver una sensual bailarina o una servicial sacerdotisa, ese espíritu de guerrero se calmará y me hará aceptar un destino de mujer en mi clan si es necesario.

Créditos a quien correspondan.

Entrevista de trabajo

Créditos a quien correspondan.

Mi novia tenía una cita muy importante para conseguir el trabajo que tanto quería como actriz pero necesitaba una acompañante por alguna razón. Con gusto iría con ella y se lo dije, pero si pedían una mujer como acompañante poco era lo que yo podía hacer para ella como su novio.

O eso creía, ya que mi novia dijo tener una idea por lo que fue a otro cuarto y regresó al suyo, donde la estaba esperando. Ella volvió con un colgante, me dijo que se trataba de un medallón zulú, capaz de cambiar la apariencia de quién lo usé, pensó que si usaba eso podría volverme una chica e ir con ella. Yo no estaba tan seguro de que pudiera funcionar pero la amaba, no perdía nada por intentar así que tome el medallón y me lo coloque.

Tan pronto como escuché el click de haberse cerrado una rara sensación me invadió.

La playera que llevaba se rompió, gracias a que mis pechos se inflaron como locos, hasta los de mi novia se veían pequeños ahora. Pasó lo mismo con el pantalón, cuando mis caderas se ancharon pude oír como se rompió de atrás y como el botón salió volando. Mi altura no cambio demasiado pero mis rasgos faciales sí, tenía cierto parecido a mí novia ahora junto con un peinado simple y corto.

Evidentemente había funcionado el medallón y al verme semi desnuda era más que claro, soy una mujer.

Aprovechando el parecido, Sandra mi novia, pensó que sería buena idea decir que era su hermana mayor.

Mi nombre sería Samantha, la hermana mayor y responsable de Sandra. 

Mi hermana me consiguió un sujetador de mi talla, el cual me ayudó a ponerme, para abajo no pudo conseguir bragas y no tuve de otra más que usar una tanga que en serio me apretaba pero que era mejor a no llevar nada según ella. Lo más difícil fue el vestido, uno muy elegante pero que también se pegaba a mi, quedando muy escotado. Unos tacones, maquillaje y una cartera de ella fue lo último para que ambas fuéramos a su entrevista de una manera más que destacable.

La entrevista fue algo complicada, ella estaba muy nerviosa y se equivocó varias veces mientras que yo solo podía ver y tomar su mano para calmarla, pero no más, si hablaba o interfería el apuesto director la descalificaría o castigaría...como me gustaría tener yo un castigo por parte de ese sensual hombre.

Me di cuenta de lo que pensaba mientras mordía sensualmente mi labio inferior, como si quisiera saborear al hombre, cosa que en serio me asustó pero que tal vez era como un efecto secundario del medallón, no solo darme un cuerpo femenino, si no también gustos femeninos y vaya que buenos gustos, tan solo de verlo quiero que me dirija a mí.

La entrevista terminó y ahora tocaba la audición, pensé que sería lo mejor, así no vería más a ese papacito y podría concentrarme en mi hermana. Pero no, la audición era a puerta cerrada por lo que solo Sandra podía entrar. 

Bese su frente y la abrace, restregándole mis pechos en su cara sin querer para luego dejarla ir para que diera lo mejor en su audición.

En cuanto se fue ya no había cómo detener estos impulsos y me fui con ese hombre tan apuesto, empecé a coquetear, fingí descuidados de mi parte que mostraban de más y luego me tenía de rodillas bajo la mesa haciéndole una mamada hasta hacerlo correr en mi boca.

Claro que lo disfruté y él también pero solo fue para asegurar el papel de mi hermanita o mejor dicho papeles, son muchas obras para trabajar y funciones que abran después y me aseguraré de que tenga un papel en todas.

Lo siguiente sería una rusa por lo que me ayudó a quitarme el vestido, tirando el medallón de paso, pensé que sería el final y volvería a ser un chico pero no, seguía con el cuerpo de mujer deseosa de una verga. Tal vez porque se rompió el medallón o por lo que acababa de hacer con mi hombre o lo que fuera, ahora era una mujer y no sabía si había forma de regresar.

Pues mejor así, podría cuidar a mi hermanita todo el tiempo, conseguirle papeles cada que pudiese y por supuesto cogerme a este precioso director adinerado, en cuanto vio lo de mi medallón ofreció comprarme los que quisiera y no suena mal, seguro no encuentra alguno capaz de revertir esto pero si debo quedarme como mujer, lo mejor sería sentar cabeza y casarme, y de nuevo, este director que me trae loca es una buena opción.

Créditos a quien correspondan.

Avisos y peticiones pendientes

Hola, muy buen día, tarde o noche, según tengan la oportunidad de leer. 

Espero que se encuentren muy bien y también espero que las peticiones que he escrito para ustedes hayan sido de su agrado. 

Soy consciente de que todavía me quedan algunas de sus peticiones por escribir pero quería pedirles un poco más de paciencia a esas personas, ya que por algunos contratiempos no he tenido la oportunidad ni el tiempo de escribir como me gustaría. Por esa misma razón, tardaré un poco más de tiempo antes de abrir peticiones nuevamente.

¿Cuánto tiempo más tendrán que esperar para las peticiones pendientes? Yo diría que 1 o 2 semanas cuando mucho, haré lo mejor que pueda para tener listas sus historias pendientes lo antes posible. Además, aún si no son sus peticiones, el blog seguirá siendo actualizado este par de semanas con diferentes historias que espero les gusten. 

Sobre las peticiones en general, está vez lo deje pasar, pero estaré haciendo una petición por persona y bajo mis posibilidades. De antemano lamento no tener la creatividad y tiempo para extender la historia tanto como a ustedes les gustaría.

Por último les quería preguntar, ¿Están bien con tener historia todos los días? Por ahora, comencé a publicar las historias que reescribí un poco junto a sus peticiones, pero también estaré publicando contenido nuevo, siempre y cuando estén de acuerdo y no les resulte agobiante.
De mi parte sería todo por ahora, muchas gracias por leer este pequeño aviso. Estaré encantada de responder sus comentarios, dudas u opiniones que tengan respecto al tema para seguir cuidando y pasando un buen rato en nuestro blog.

-Nero.

No es tan fácil

Angélico era un padre joven cuya única familia era su hija Angélica. Ambos peleaban por todo, pero sobre todo era porque el padre no le ponía verdadera atención a lo que le decía su hija, llegando a ignorarla muchas veces cuando más le necesitaba sin siquiera darse cuenta de ello y así fue por mucho tiempo hasta que en una de sus peleas la joven adolescente gritó.

-¡Desearía que estuvieras en mi lugar para que supieras como me siento!-

Dicho eso fue a encerrarse a su habitación completamente frustrada mientras que su papá solo ignoró todo eso para seguir trabajando en su escritorio hasta irse a dormir pero lo que nunca espero fue que despertaría en el cuerpo de su hija y mucho menos verla tal como estaba. Ella dormía solo con sus bragas o eso parecía ya que era lo único que usaba. Sin siquiera cubrirse corrió a su cuarto para tocar muchas veces creyendo que su hija abriría estando en su cuerpo.

-¡Angélica, abre ahora!¡Necesitamos arreglar esto!-

La puerta nunca se abrió por más insistente que fuera la peligris, su única respuesta fue.

-Papá te quiere mucho pero esta ocupado, luego hablamos-

Era lo que él siempre decía para posponer a su hija y que en la noche apenas y hablarán porque nunca le ponía atención. Se sentía mal por ser ignorada y a la vez no tener idea de que hacer pero sí sabía algo era que no podía darse el lujo de faltar a la escuela, era sumamente estricta y una inasistencia sería severamente castigada, de igual forma así era el trabajo del mayor por lo que de inmediato se sintió abrumado por saber como resolverían eso.

Ahora sumándose a la lista de castigos de ese mal padre estaba averiguar como se vestiría, realmente no tenía idea ya que ni cuando era pequeña le ayudaba en eso, siempre la dejaba sola para que "aprendiera a valerse por si misma" dando un buen resultado que obviamente fue forzado y que también tendría que estar experimentando ahora.

Apenas logro encontrar su uniforme y el sostén para verlo todo y empezar a intentar vestirse.

-No creí que esto fuera tan difícil...sí Angélica me ayudará sería más fácil...pero ahora que lo pienso yo nunca hice eso por ella...ni siquiera me di cuenta de cuanto había crecido hasta ahora...ya no es una niña del todo....-

Paso sus suaves y delgadas manos por el esbelto cuerpo en crecimiento que ahora tenía cubierto únicamente por sus bragas y sus medias negras. No llevaba ni una hora en ese cuerpo y ya se había dado cuenta de lo difícil que eran muchas cosas o más bien todas; ni siquiera se podía vestir, le faltaba peinarse y soportar usar sostén, sin mencionar que tendría que mantenerse actuando como chica y fingiendo ser su hija de la que apenas y sabía algo más que su nombre y edad.

-No es tan fácil ¿Verdad? Ni yo se porque ocurrió esto, quizás un castigo divino para que mínimo me prestes atención pero si quieres que te lleve a la escuela apúrate en arreglarte Angélica-

-No te creas tanto, jovencita-

-Perdón pero la jovencita ahora eres tú y al menos yo sí te ayudaré a diferencia de lo que tú hacías por mí. Sé de tu trabajo así que no tengo problema y una amiga me enseño a conducir así que te lo digo una vez más, Angélica, arréglate bien y date prisa si quieres que te lleve a a escuela, de lo contrario tendrás que arreglártelas  en el transporte público ¿Entendido?-

-Sí, papá...-

Decía con un ligero rubor y rindiéndose ante la situación de vivir la vida de su hija hasta quien sabe cuando, quizás hasta que aprendiera a ser un buen padre pero ahora tendría que aprender a ser una niña de 16 años.

Créditos a @SJMRO2 

La familia de Ana

-Ya te lo dije, Ana. No es justo que te quedes con mi cuerpo, ¡devuélvelo!-

Yo pedí a gritos hacia mi cuerpo, el cual estaba bajo el dominio total de Ana, la hija de mi vecina que he intentado cortejar todo este tiempo.

-Qué lindo berrinche, mocosa. No me importa cuanto ruegues, eso no va a pasar, así que ve a hacer la tarea-

Respondió de forma burlona la verdadera Ana, en el cuerpo de Román, acariciando su cabello tal como a una niña para avergonzar más al hombre atrapado en un cuerpo pequeño y femenino.

Román era un hombre guapo y soltero qué a sus 30 años, estaba bastante enamorado de su vecina Paulina; una mujer en sus 28 años que vivía con su hija Ana de 9 años, era madre soltera una carismática mujer y un encanto de persona con el que apenas podía pasar tiempo Román, ya que si Paulina no estaba trabajando, estaba cuidando de su casa y de su pequeña hija.

Fue así que Román tuvo una idea, usar un hechizo para intercambiar cuerpos con la hija de Paulina por 24 horas; de esa forma, Román podría fingir ser la hija de su vecina un rato, conocer todo lo que pudiera de ella y con esa información, intentar seducirla más adelante. Era un plan perfecto en su cabeza pero la ejecución fue de lo más desastrosa.

Si bien, el intercambio de cuerpos fue un éxito, nunca imaginó que esa pequeña e inocente niña, no tuviera nada de pequeña e inocente.

Román apenas y se estaba acostumbrando a su cuerpo pequeño, a ser una niña y tener que controlar sus deseos de hombre para portarse bien delante de "mamá" cuando alguien llamó a la puerta.

Era Román, y en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba cortejando y pidiendo una cita a una avergonzada Paulina qué aceptó.

Román no lo podía creer, pues acababa de ver como su cuerpo controlado por una niña, había progresado mucho más que él durante meses, eso le hizo hervir la sangre, nunca se imagino que la niña fuera tras su propia madre, y aunque Román en el cuerpo de Ana quiso interponerse, rápidamente Paulina la mandó a su habitación.

Román estaba sin palabras, quería hacer un berrinche tal como si fuera una niña pero a regañadientes para evitar el castigo, termino por ir a su habitación y esperar que las 24 horas del intercambio de cuerpos se acabará para volver a la normalidad.

Sin embargo, al despertar la mañana siguiente, Román siguió en el cuerpo de Ana, y sin tener forma de investigar que había sucedido y porque no estaba en su cuerpo, Paulina le hizo vestir el uniforme escolar a su hija, la envío al colegio por el día, por la tarde a ballet y al anochecer, el pequeño cuerpo de Ana estaba tan cansado qué sólo hacia la tarea y estaba con mamá un rato antes de caer dormida.

De esa forma, Román lleva atrapado una semana en el cuerpo de Ana, con quien finalmente se ve las caras cuando la niña entró al departamento con su mamá, misma que los dejó solos mientras ella preparaba algo de comer.

Créditos a quien correspondan.

-Ana, estoy cansado de vivir tu vida; no me gusta ir a la escuela, y el ballet es vergonzoso. El intercambio de cuerpos lo hice para conocer a tu madre y salir con ella, no está en mis planes quedarme como su hija por tu culpa-

Decía con su aguda e infantil voz Román, discutiendo con una Ana que ni siquiera se lo tomaba en serio, se reía y bromeaba de las reacciones de la chica, tal como un adulto qué juega con un niño.

-Así que el responsable eres tú, ya entiendo. No sabía que sucedió, gracias por decirlo y dejarme tu cuerpo, yo cuidaré muy bien de mamá mientras vas a la escuela o juegas a las muñecas, mocosa-

Ana despeinaba el largo cabello de su antiguo cuerpo, algo que Román odiaba ya que era muy difícil cuidar de un cabello tan largo y cada que le despeinaba, sabía que perdería un buen rato arreglándolo. Intentó sacudirse y quitarse la mano de encima pero la diferencia de edad, peso y tamaño era abrumadora, dejando a la pequeña con un enorme puchero cuando el cuerpo adulto terminó de molestarla.

-¡No juegues conmigo! No me despeines, y no finjas qué no sabes que ha ocurrido, estoy segura que tú hiciste algo para que el intercambio de cuerpos se extendiera-

-¿Extenderse? ¿Tenía un tiempo límite?-

Pregunto con sorpresa Ana, a lo que Román respondió.

-Pues claro, mi idea era intercambia de cuerpos contigo temporalmente, solo quería hacerlo por 1 día, 24 horas, pero ya llevo una semana atrapado en tu cuerpo sin poder volver a la normalidad-

-¿Has intentado solucionarlo?-

Al oír esa pregunta, Román se sonrojo y confesó.

-No mucho... Tu cuerpo se cansa mucho, todo el tiempo estoy en la escuela o en el ballet, y cuando estoy en casa pierdo mucho tiempo haciendo la tarea. Por si fuera poco, debo mantener tu imagen de niña pequeña, sería muy problemático qué mamá, tus amigas o las profesoras vean que Ana empezó a actuar como alguien distinto-

-¿Mamá se ha dado cuenta?-

Una vez más, el hombre se sonrojo y suspiro.

-A mamá... A Paulina solo la veo por las noches, cuida mucho de mi así que me tengo que esforzar mucho por actuar como tú. Por su culpa no puedo investigar tampoco... Mamá no me da permiso de usar su teléfono, y ese es el único aparato en la casa donde puedo revisar el hechizo de Internet para volver a la normalidad. Prometió prestarme su celular mañana pero ella está más ocupada qué se costumbre, a veces llega cuando estoy dormida entonces ha sido imposible seguir investigando-

Después de varios minutos hablando con detalle de como Román ha vivido como Ana esta semana, el hombre ahora quería saber la versión de la niña, quien tenía una sonrisa maliciosa en su rostro.

-Ya veo, en otras palabras mientras tu haces la tarea y vas a ballet, yo estoy teniendo citas con mamá-

Oír eso hizo que Román se tensara de pies a cabeza y con incredulidad, negándose a aceptar lo que bien escucho, preguntó.

-¿Citas?-

Créditos a quien correspondan.

De repente, la voz de Paulina se escucho desde la otra habitación.

-¡Ana! Tu amiguita y su mamá van a llevarte al cine y estarás con ellas un rato, ¿vale?-

-Pero-

La opinión de Román no era considerada, una niña pequeña debía obedecer a mamá, y mamá ya había tomado la decisión de que Ana saldría de casa en cuestión de minutos, algo que hizo reír a la antigua Ana en el cuerpo de Román, y confesó lo que había hecho.

-De mi lado, soy el hombre del qué mamá está enamorada; ella siempre hablaba de ti, le gustaba Román pero nunca la invito a salir, ¡así que yo lo hice! Si mamá no ha estado contigo, es porque ha salido conmigo; no sólo tengo el cuerpo de un hombre que le gusta a mamá, también la conozco mejor que nadie, así que es muy fácil hacer qué mamá se enamore de mi y comencemos a salir-

Ana en el cuerpo de Román se agachó y murmuro al oído de la nueva y pequeña Ana.

-No te lo ha dicho, pero mamá es mi novia ahora, y en cuanto te vayas de casa, Paulina y yo intentaremos darte un hermanito nuevo, como hemos hecho todos estos días, seremos una hermosa familia, pequeña Ana. En poco tiempo tu familia será más grande con un papá y un hermanito-

Aquella niña pequeña era de temer, Román no sabía si lo hacía con inocencia pura o una malicia más allá de lo que imaginaba, pero el resultado de que Ana cortejara con éxito a su madre en menos de una semana. Lleno de impotencia al hombre que fracasó en su plan, y que ya no sólo se veía, también se sentía como una niña pequeña que no podía hacer nada de lo que quería.

Ya no podía ver a Paulina de la misma forma, tampoco a Ana, pero sobre todo, a él mismo.

-Niña, te juro que yo-

-Listo, Ana. Tu amiguita ya está fuera así que andando-

La conversación que se llevaba entre Ana y Román, fue interrumpida por Paulina, que con una enorme sonrisa le puso su mochila con dinero, ropa y bocadillos a su hija mientras la acompañaba a la salida.

-Mamá, pero dijiste que podía usar tu teléfono, ¿y si también vienes al cine?-

Preguntaba Román, que no podía hacer más que tratar de convencer a Paulina de estar con ella. Sin embargo, Paulina tenía sus necesidades, y después de aguantarlas tanto tiempo, ahora que sale con un guapo hombre no lo puede seguir negando más tiempo.

-Tengo trabajo que hacer, pequeña. Es tanto trabajo que el vecino me tiene que ayudar, tú diviértete mientras mamá trabaja, ¿Si?-

Paulina abrió la puerta y ahí estaba la amiga de Ana y su madre, quienes se llevaron consigo a un impotente Román que sabía lo habían sacado de la casa, para que la mujer que tanto le guste tuviera algo de privacidad con su hombre.

Ese hombre pudo ser Román, y aunque claro que Paulina está saliendo con el cuerpo de aquel hombre, dentro de el está su antigua hija pequeña Ana, quien está completamente determinada a hacer feliz a mamá, a ser un buen hombre para ella, y ser un padre para la nueva Ana y su próximo hermanito.

De esa forma, mientras un derrotado Román tomaba la mano de su amiguita para ir al cine y al parque, del otro lado una arrogante y vencedora Ana sonreía con satisfacción al tener en sus brazos a su madre, quien apenas cerrar la puerta comenzó a desnudarse para que ese hermanito llegará cuanto antes, y así consolidar la hermosa familia que Ana, sus padres y su hermano pueden y van a ser.

Créditos a: @safu_marokichi

Auténtica princesa

Mi nombre es Francisco, el príncipe Francisco y realmente no tengo un reino todavía. Mi hermana mayor, la princesa Fátima, es la legítima heredera al trono, bajo la condición de tener un príncipe con quién se vuelvan reina y rey. Para ello nuestros padres han organizado citas para mí hermana con buenos partidos de otros reinos para unirlos y expandir su poder.

Sin embargo, el problema fue cuando estos pretendientes planearon una cita con mi hermana el mismos día. Una fue en un castillo al norte mientras la otra se daba al sur en una playa privada única para ellos.

De faltar o cancelar con alguno de estos pretendientes podía ser de lo peor, hasta causar una guerra entre los reinos por la humillación de dejar plantado a alguien de la realeza. Por lo que mis padres buscaron la forma de solucionarlo, llevando así conmigo a un brujo.

Este brujo me dio un elixir amarillo el cual todos me ordenaron beber, cosa que tuve que hacer sin saber que pasaría, aunque muy pronto lo iba a averiguar. 

Justo al terminar la pócima, una bola de humo me rodeó y al desaparecer era una copia idéntica de mi hermana, de pies a cabeza, no había detalle alguno que pudiera hacer ver que yo no era la auténtica princesa.

Mis padres me dijeron que es lo que yo harían; mi hermana ya estaba de camino con el príncipe del norte para la fiesta en su castillo mientras que a mí me habían preparado un carruaje para ir a la playa del sur con el príncipe del otro reino.

Fue tan repentino que no tuve ni tiempo de rechistar, me dijeron que solo actuará como la auténtica princesa, o sea mi hermana, y viera que tan lejos podía llegar con aquel príncipe. Debía hacerlo lo mejor posible para conocerlo, después de todo, el reino contaba con tener un próximo rey y está era una de esas oportunidades única de tener un buen partido.

Ahora llevo puesto un bikini, que dejaba a la vista tanta piel que seguro habían pasado más de 10 años desde que viera a mi hermana así con tan poca ropa, para ese entonces solo era una niña que empezaba a crecer y no era una hermosa princesa con grandes pechos y caderas para encantar a cualquiera cómo lo es ahora.

Bien, el plan hasta ahora es ser la auténtica princesa; todo lo que me pregunté responderé lo más parecido a mí hermana, ella no le gusta nadar así que tendré un paseo romántico con el príncipe y luego tomaré el sol para broncearme hasta llegar el atardecer donde el príncipe tiene preparada una pequeña embarcación para llevarme a mar abierto. Según como resulté todo, puede ser la última cita de Fátima con él o bien, la primera que tendría que narrar a detalle para su próximo encuentro con él.

Créditos a quien correspondan-Peach. Mario Bros.

Más placeres

No entiendo que fue lo que sucedió, estaba buscando en Internet como experimentar cosas mejores que la masturbación, mucho más placenteras que las que conocía hasta ahora como hombre. Sin embargo con la aparición de ese extraño anuncio nunca imagine lo que se venía.

Siempre había una ventana emergente anunciando un producto extraño o alguna otra página se abría con imágenes de mujeres que dejarían babeando a más de uno pero nada de eso me interesaba o llamaba mi atención por parecer sumamente falso o simplemente porque eso no me importaba en lo más mínimo.

No obstante había uno entre todos ellos que fue más raro de lo usual, diciendo que sentiría todo el placer que cualquier hombre y mujer desearía. No pude evitar tener curiosidad y entre a la página para ver de que se trataba. Tenía muy poca información a decir verdad, solo decía que eligiera uno de muchos aspectos, muchos eran de chicos y otros de chicas. Como no entendía muy bien que pasaría elegí a una linda chica de rasgos asiáticos, imaginaba que habría una videollamada o imágenes de esa joven pero en su lugar, todo se volvió oscuro por unos instantes dejándome sin razón aparente.

Al volver poco a poco los pensamientos en mí fue que me di cuenta que estaba en un lugar extraño, totalmente distinto a mi habitación, me encontraba en lo que parecía una sala de estar, en frente de mi estaba una laptop abierta pero con la pantalla negra junto con un enorme consolador negro al lado de donde estaba sentado.

Estaba totalmente en shock, mi cuerpo era el de aquella linda asiática que había elegido en la computadora, quise darme la tarea de pensar en que había pasado, porque es que termine aquí y como pero en poco tiempo una sensación de calor empezó a invadir el cuerpo donde estaba, haciendo cada vez más difícil que me concentrará y volviendo mucho más fácil el volverme loca.

En un comienzo quise ignorarlo quitándome la ropa, ella había estado usando una falda negra que arrojé lejos, dejándome ver las pantys blancas que usaba. En la parte superior usaba un suéter blanco que también me quise remover pero al pasar de mis pechos estos se movieron con mucho placer al liberarlos de la presión de la ropa, una sensación nueva y muy placentera como para ignorar.

Desde que hice eso solo me sentí peor y por momentos veía el dildo, pensando en como me sentiría al meterlo, cada una de esas veces me dije a mi mismo que no pensará en idiotez y me concentrará pero el cuerpo decía otra cosa; lo buscaba cada vez más hasta que finalmente lo volvía a ver intentando oponerme sin tanto esfuerzo. Mientras hacía eso mi mano izquierda empezó a bajar hasta tocar mi vagina, era una sensación  sumamente placentera que empezó a mojar las bragas que llevaba. Sin embargo no era suficiente, solo me hacía desear más y más aquel consolador el cual no podía sacarme de la cabeza y que con solo verlo, me hacía dudar de todo lo que creía.

Rindiéndome al placer arrojé las bragas humedecidas lejos con una mano mientras con la otra tomaba el consolador, abrí mis piernas y por unos segundo vi lo que estaba a punto de hacer, sin hacerme cambiar de parecer, levanté mis caderas y de a poco acerque el dildo al ano de este cuerpo para que de un sentón entrará todo ahí acompañado de un gemido de placer.

Mi cuerpo parecía moverse solo, mis caderas como locas subían y bajaban para más placer en ese hoyo obsceno mientras que mis dedos jugaban directamente con el interior de mi vagina a la par que gritaba de placer, no tengo idea de cuanto tiempo me llevo pero al llegar al orgasmo me sentía totalmente exhausto, sin aliento y con las piernas temblando.

Intentando recobrar el aliento aún con el dildo en ese lugar y mis manos en el otro fue que me percaté que la cámara de la laptop estaba encendida y que había grabado cada momento que tuve en este cuerpo dejando una frase en la pantalla con dos opciones a elegir:

"¿Deseas continuar? Podemos llevarte a otro cuerpo para algo más intenso o que sigas ahí ¿Qué dices?"

"Opción A; Continuar"

"Opción B: Volver a tu cuerpo"

Aún jadeaba por lo intenso que fue eso y ya me ponían a pensar en más placeres, aún no se si volver a mi cuerpo o intentar algo más pero de momento esperaré un poco más en esta posición hasta decidirme.

Créditos a quien correspondan.

La pervertida

Desperté sin saber que demonios me pasaba, yo me fui a dormir por la noche y hoy en día desperté en el cuerpo de una niña que cuando mucho sería mayor de edad sin tener la menor idea de quien era o donde estaba.

En mi intento de saber que me ocurrió, empecé a revisar lo que parecía el departamento de la chica pero lo único que encontré fue cosas de la escuela y mi ropa. De alguna manera logré ponerme una falda y blusa para no seguir en ropa interior y de cierta manera violando la privacidad de este cuerpo que apenas y conocía.

Paso el rato sin dar ningún buen resultado hasta que alguien llamó a la puerta y que sin pensarlo fui a abrir solo para ver a un chico pelinegro que de inmediato me besó en los labios y me abrazaba desde mi trasero por debajo de la falda. Naturalmente me lo quise quitar de encima pero fue inútil, con este cuerpo que aceptaba eso, no podía hacer nada más que desear que se quitará de encima lo más pronto.

-¿Quien es mi pervertida favorita?-

-¿Eh?-

-No te hagas la tonta, cielo. Sabes que tienes que decir que eres tú-

-¡Ni loca!-

-Sí no dices lo que quiero oír, nos iremos de paseo-

-No hay forma de que diga algo así, idiota-

Dije con mi aguda voz de chica al que parecía ser el novio de esta chica o al menos alguien con quien tiene una relación tan cercana como para besarla, tocarla y decirle que respondiera a como él la llamaba.

-Entonces no tengo de otra-

El chico rápidamente impuso su fuerza contra mi y me desnudo arrancándome la ropa y arrojándola por todo el lugar hasta llegar al dormitorio donde me arrojó a la cama mientras sacaba una caja de debajo de la cama. Me quede congelado al ver que había, eran muchos juguetes eróticos que parecían ser usados en este cuerpo y por las condiciones, sobre mi ahora que estoy en este cuerpo.

-N-no, no uses eso-

-¿Entonces que dirás?-

Mi estúpido orgullo pudo más que el resto en esos instantes y preferí quedarme callado a lo que el pelinegro suspiró y prosiguió con lo que hacía, intente defenderme pero a su lado parecía una niña pequeña y con suma facilidad fue tomándome para ir haciendo amarres de bondage en mi cuerpo actual, sellando todo su trabajo poniéndome un collar rojo que me jalaba por la cadena que tenía conectada, todo eso ya me hacía bastante sumisa pero por su fuera poco el cuerpo reaccionaba muy bien por todas las cuerdas, le gustaban y se empezó a mojar dejándome sin ninguna forma de ocultarlo.

-Ni siquiera hemos comenzado y ya estas mojada, sí que eres una pervertida-

No podía decir nada por frustración y que seguramente gemiría antes de siquiera terminará una oración por lo que de nuevo me quede en silencio viendo al chico.

Él empezó a caminar jalándome por mi cadena, con cada paso que daba para no caer sentía como las cuerdas rozaban y apretaban todo mi cuerpo; mi entrepierna se humedecía y con cada paso mis pechos rebotaban hasta donde la cuerda se los permitía pero lo que más me preocupaba era que de verdad se veía decidido a sacarme así.

-¿¡Qué crees que haces!?-

-Lo que dije, como no quieres admitir la verdad, como castigo te llevaré de paseo-

No parecía que fuera broma ni que tuviera un límite con cada paso más cerca de la puerta que nos llevaría fuera de la residencia a lo que con algo de pánico me tuve que rendir para no seguir con esa humillación.

-¡De acuerdo!¡De acuerdo!¡Soy tú pervertida favorita!...¿Ahora podrías soltarme?-

Hubo un rubor innegable cuando dije eso y en cuanto abrí los ojos vi como el chico se me acerco para acariciar mi cabello.

-Así se hace, bien ahora podemos comenzar-

Dicho eso dio media vuelta y empezó a caminar hacía la recamara nuevamente pero yo para no quedarme con esa duda pregunté.

-¿Comenzar con que?-

-¿No es obvio? Con el sexo, ya que eres una pervertida que incluso se humedeció sin importar estar desnuda con cuerdas en su cuerpo lo menos que puedo hacer es calmar tus deseos así que date prisa-

Ni siquiera pude quejarme, con el último tirón que dio a la cadena interrumpió mi débil intento de pararlo y no tenía oportunidad de escapar. creo que solo me queda esperar que sea gentil en la cama conmigo, después de todo será mi primera vez teniendo sexo como mujer pervertida.

Créditos a quien correspondan.

Un cuerpo de ensueño

Verónica, quien se hacía llamar Bel, era una chica gótica con varios kilos de más, con una personalidad difícil de tratar, toda una asocial qué no era bien recibida por sus compañeros de clase, algo que estaba perfecto para ella ya que no soportaba a ninguno de ellos. Bueno, había una pequeña excepción a la regla.

Eliot era el chico más guapo de la clase, alto, musculoso, carismático, capitán del equipo de fútbol y la única persona que podía hablar con Bel sin ser insultado o ignorado en el proceso, básicamente, porque Bel estaba vuelta loca por él.

Sin embargo, Bel también sabía de sobra qué no tenía ninguna oportunidad con él, eran polos opuestos en todo sentido; gustos, cuerpo, pasatiempos, amistades y todo lo que la chica gótica pudiera pensar, era todo lo contrario al chico de sus sueños.

De esa forma, ella misma se resignó y aceptó la idea de que nunca podría estar en una relación con su amado Eliot. Sin embargo, a pesar de que su cabeza ya lo había aceptado, su corazón no, y el amor no correspondido que tenía con aquel chico, hacían qué Bel algunas ocasiones buscará consolarse a si misma. 

No lo hacía tan seguido... Solo un par de veces por semana, cada que estaba sola y su cabeza se llenaba de deseos por estar con el chico de sus sueños, justo como está noche, donde la joven y regordete chica comenzó a masturbarse, pensando en estar con Eliot; lo buen chico que es con ella, como podría hacerlo feliz, y que por mucho que su cabeza lo negara, el deseo más profundo de Bel era estar con Eliot todo el tiempo que pudiera. 

Cuando la chica finalmente llego al clímax pensando en esa persona tan especial, y todo su cuerpo se relajo, fue que se dio cuenta que algo había pasado. 

-¿¡Eliot!? ¿¡Por que estoy viendo a Eliot sin camisa!? Mi voz... Mi cuerpo...-

La joven lentamente llevo su mano hasta el espejo delante de ella, viendo como sus movimientos eran imitados por el reflejo de su amado Eliot, quien estaba sin camiseta en la privacidad de su habitación, regalando así una vista única, en varios sentidos, qué la chica nunca imaginó. 

-Eliot tiene un cuerpo de Dios griego... Definitivamente nunca estaría con alguien como yo-

Bel se decía con cierta tristeza que fue aplacada en cuanto volvió a ver el reflejo del chico. Por pura curiosidad, Bel tenso los músculos, viendo como sus brazos, pechos, abdomen, todo en Eliot se marcaba con el mínimo esfuerzo, algo que sin duda hizo sonreír a la joven. 

-Bueno, esto no es como lo imagine pero no puedo negar que me esta gustando-

Se confesó a si misma con una tímida sonrisa para seguir explorando los músculos del chico que tanto le gustaba. Y quizás.... no. Ella también quería ver incluso más, y hacer mucho más, no había un "quizás" era seguro que Bel haría mucho más que solo mirar.

Aún no sabía que sucedió o como sucedió, mucho menos sabe como volver a la normalidad pero al tener en su posesión el cuerpo de su amado Eliot, la joven y enamorado Verónica prefería no preocuparse tanto, disfrutar un poco de la situación, y cuando se sienta lista, buscar como volver a la normalidad. 

-Puede que esto sea algo divertido, ¿No? Quiero estar un poco más en el cuerpo de Eliot. Y si el verdadero Eliot quiere su cuerpo, supongo que comenzará a buscarlo, ¿No? Es de esperar, no creo que mi amado Eliot renuncie a su cuerpo de ensueño o su asombrosa vida por quedarse en el cuerpo de una chica gótica y gorda como yo. Así que, esta decidido, viviré la vida de Eliot unos días hasta volver a la normalidad-

Se decía a si misma la chica que comentaba para si misma al posar y tomar más fotos frente al espejo, disfrutando tanto del cuerpo de su amado, quien también estaba envuelto en esta situación.

Créditos a quien correspondan.

-¿Cómo... Como termine así?-

Se decía el chico aun jadeando, tratando de recuperar el aliento en el cuerpo de Bel, la chica gótica de su escuela qué sin saberlo, había provocado un evento FOSE entre ambos.

Cuando Bel se masturbo y terminó, no podía dejar de pensar en Eliot, lo cual provocó qué ambos intercambiarán de cuerpos justo al momento en que la chica termino de complacerse.

Así, Bel terminó en el cuerpo de Eliot, disfrutando de la experiencia mientras que Eliot apenas se recuperaba de sentir un orgasmo femenino; con la piernas temblando y mojadas, sus gigantes pechos aun entusiasmados y con algo de dificultades, se logró sentar en la cama mientras sentía como todos los kilos extra que tenía el cuerpo de Bel, se movían ante la más mínima oportunidad.

-Esta chica.... ¿Se estaba?...-

El joven en el cuerpo de la gótica negó varias veces con cabeza, sin creer que estaba en el cuerpo de una Verónica qué recién se terminaba de masturbar, dejando una extraña sensación de placer y curiosidad recorrer todo el cuerpo del chico, quien todavía no se acostumbra a moverse en el cuerpo de Verónica que seguía buscando satisfacer su más profundo deseo.

-Es el cuerpo de Verónica... ¿Bel estará bien? Yo estaba en mi cuarto antes de bañarme y ahora... Ahora creo que también necesito bañarme-

El cuerpo de Bel estaba algo sudado y húmedo por lo que había hecho, además estaba casi desnuda, permitiendo así que Eliot viera bastante con detalle el cuerpo de Bel qué a sus ojos era hermoso, igual que ella.

-Nunca pensé que la primera vez en que te viera sin ropa, es porque estoy en tu cuerpo, Bel...-

Se decía con lastima el chico, quien llevaba un tiempo enamorado de ella y que nunca se atrevió a declarar. Se acercaba a ella e intentaba pasarla bien, pero cuando se trataba de una confesión, simplemente nunca lo logró.

-Estar en tu cuerpo, ¿es una recompensa o castigo por no decirte como me siento?-

Se preguntaba el chico que con algo de esfuerzo se levantaba de la cama y buscaba algo de ropa de la chica, era vergonzoso y emocionante buscar la ropa interior qué Bel utilizará. Sin embargo, era necesario y él quería cuidar del cuerpo de la chica.

-Debemos volver a la normalidad... ¿No? Bel es dura pero muy linda, estoy seguro que quiere volver a su cuerpo de ensueño... Me encanta como ella se ve pero mi vida es algo que no quiero perder-

Se decía a si mismo el chico al contemplar la belleza del cuerpo que tenía bajo su control en esos momentos, qué mientras más lo veía, más irresistible se volvía.

-Debo darme prisa... Pero primero debo bañarme, no creo que a Bel le guste estar sucia. Además, ¡estoy seguro que ella también busca como volver a la normalidad! No creo que le haga mucha ilusión estar en mi cuerpo, así que tal vez después de bañarme... Y hacer eso... No, después de bañarme, tal vez Bel ya este por aquí o haya encontrado una solución. Si yo estoy en su cuerpo, ella debe estar en el mío, ¿No? Sea como sea, habrá una solución-

Con una ligera sonrisa y llevando la ropa que más le gustó, el joven se convenció de que todo iba salir bien, y que podía darse un baño y conocer un poco más a Bel antes de volver a la normalidad.

Por que él quería volver a la normalidad, gustaba de Bel, quería estar con ella, pero definitivamente no quería perder su vida para empezar a vivir la de ella. De esa forma, su innegable meta era volver a ser Eliot otra vez.

Sin embargo, Bel no parece tan entusiasmada, ella sí que quiere quedarse en el cuerpo de Eliot por un tiempo, quizás el tiempo necesario para quedarse satisfecha o que el cambio de cuerpos se vuelva permanente, lo que pase primero. Y donde toda solución tendrá que ser por parte de Eliot en el cuerpo de Bel, ya que a corto plazo, la chica no planea dejar el cuerpo del hombre que tanto le gusta, aún si para cumplir su capricho, el verdadero Eliot queda atrapado en el cuerpo y vida de Bel.

Créditos a quien correspondan.