domingo, 29 de mayo de 2022

Esposa de por vida

-Pobre y estúpida Anita, ¿O debería decir "amor"? Pensé que teníamos un trato, si tú te comportabas como una perra durante la visita al lugar para la fiesta, yo te quitaría el sello y no volveríamos a hablar de esto pero en su lugar decidiste pedir ayuda a gritos apenas te di la espalda y bueno, tienes que agradecer que no decidí humillarte en público, o no como imaginabas, fue mucho más hermoso ver como te arrodillabas a mitad de la fiesta para pedirme matrimonio, esposa mía-
-No puedo creer que me hicieras esto, llevo un mes viviendo como tu esposa y ni siquiera me tratas como tal, me obligaste a regalar casi toda mi ropa, solo usó lo que me das cuando debo de salir y sino tengo que andar en ropa interior, bikinis o ese traje de sirvienta-
-Pero eso te queda genial cuando limpias que es lo único que haces, limpiar y cocinar pero también te doy permiso de comprar en línea, incluso te puse esta piscina para que tengas algo que hacer todo el tiempo, por beneficios tiene casi los mismos que antes siempre y cuando me pidas permiso-
-¡Ni siquiera pudiste pagarla! ¡Usaste mi dinero para pagar la piscina!¡No es justo que te deba pedir permiso para gastar mis dinero!-
-Nada de eso, usé el dinero que tu hermano te regalaba por "trabajar" en la compañía pero ahora que eres ama de casa y me concediste tu puesto como subdirectora, yo ganó lo que tu ganabas sin hacer nada, ahora no harás nada y tendrás dinero desde la comodidad de tu hogar, ¿No es genial? Dame las gracias y modela un poco ese bikini para mí, Anita-
La marca en mi espalda se hizo notoria haciéndome obedecer sonriente como una tonta la orden, levantando el culo para enseñarle a mi forzado esposo lo bien cuidado que estaba mi cuerpo, de un lado, luego del otro, luego agachándome, dándome nalgadas, mostrando el busto y mandando besos hacía él. 
Mi cuerpo podría parecer feliz y que disfrutaba de esto pero yo no, solo que me resulta imposible salir de su castigo. 
Ese día de verdad que estaba actuando como una tonta perra por todo el jardín pero poco después de una hora, a lo lejos vi un hombre y traté de pedir ayuda a gritos, sin embargo apenas gritar pude oír como Rafael me silbó y gritó mi nombre haciéndome correr directo hacia él, haciéndome saber que se dio cuenta de lo que intenté y cumplió su promesa, en parte, extendiendo su sello o marca o tatuaje o lo que sea que me pusiera en la espalda dándome la orden de arrodillarme en la fiesta para pedirle matrimonio, darle mi puesto de trabajo y yo vivir felizmente como su esposa para la sorpresa de todos los presentes, incluso la mía. 
Creo que lo peor de todo, más allá de la humillación constante que él me recuerda al tratarme de esta manera, es que ni siquiera me trata como su esposa, por ratos muy pequeños me ha demostrado que es un gran ser humano a diferencia de mi pero no es tan bueno, al final y como dije, no me trata del todo como a su esposa. 
Es cierto, aun si solo tengo poca ropa, lencería y trajes de baño todo es de marcas más caras de las que antes utilice, además que una vez terminó mis quehaceres puedo controlar mi cuerpo en la propiedad que ahora es mi casa, puedo nadar, broncearme, ver la tele o lo que sea mientras esté aquí encerrada, eso si, una vez que mi esposo llega, mi cuerpo actúa por su cuenta para recibirlo en la casa, llenándolo de besos, mimos, cumplidos y abrazos por su arduo trabajo que yo nunca supe realizar.
Sin duda fue malo perder mi plena voluntad por este tatuaje grabado en mi piel que todos los días queda a la vista de Rafael pero tampoco fue lo peor del mundo, supongo que con el tiempo también me acostumbrare, quien sabe quizás hasta mi marido termine teniéndome cariño y cada vez me trate más como la reina que soy, sin trabajar, solo viéndome bonita y haciendo unas pequeñas tareas en el hogar. Si, en definitiva y si juego bien mis cartas, esta vida como esposa no será ni la mitad de mala como imagino Rafael, me portaré bien para ganarme una vida tan digna como la merezco al volverme su esposa de por vida.

domingo, 22 de mayo de 2022

Perra por un día

-No puedo creer que te atrevieras a hacerme esto, Rafael, cuando mi hermano se entere te vas a-
-Cállate, él no se enterará porque tú nunca le dirás, perra-
-¿Cómo me llamaste?-
Pregunté con una inmensa furia dispuesta a matar a ese tonto que me llamó así, solo si tuviera control sobre mi cuerpo lo mataría. 
-Perra, te llame perra, porque las próximas horas justo eso serás, siempre fuiste una horrible persona conmigo y ahora con esa marca en la espalda me las pagarás-
-¿A qué te refieres?¿Cuál marca? ¿¡Me pusiste una maldita marca como a un animal!?-
-Puedes verlo como una marca o un tatuaje temporal pero que te hará obedecerme por las próximas horas, aunque puedo volver a marcarte para alargar el castigo, de ti depende cuanto tiempo te gustaría estar así, ahora quítate el abrigo, levanta la cola y de cuclillas-
Tan pronto como el idiota de Rafael me lo ordenó, mi cuerpo le obedeció, arrojando mi abrigo largo de piel al suelo para mostrar mi cuerpo que usaba un diminuto bikini en la parte de arriba, sujetado por una cadena a mi espalda y con una apretada minifalda que sino se rompía dejando al aire mi trasero, en definitiva sería muy apretada todo el tiempo, terminando mi conjunto con unos tacones tan caros que solo yo merecía usar pero que nunca imagine ensuciar en pasto y tierra, mucho menos usar en una posición tan incomoda como lo era estar de cuclillas. 
-Rafael, soy la hermana menor de tu jefe multimillonario ¿Estas seguro de lo que haces? Porque una vez tu cosa rara acabe no descansaré hasta que estés en la cárcel por como me has tratado-
Amenace con seguridad creyendo que con eso lograría detenerlo pero nada más lejos de la realidad, en lugar de ser liberada del hechizo, conseguí un fuerte golpe en la espalda que me dejó ardiendo y con ganas de gritar. 
-Perra mala, extendí tu castigo por una hora a ver si con eso te comportas ya que así como tú me amenazas yo lo puedo hacer, te recuerdo que te puedo dejar esta marca permanentemente y tu me obedecerás para siempre; perfectamente puedo ordenarte fingir estar enamorada de mí y así casarnos, volviéndote mi esposa y a mi parte de la fortuna que tu hermano ganó, después de todo solo eres un parásito que se aprovecha del cariño de su hermano, tú no terminaste la escuela y él te dio trabajo como subdirectora, puesto del cual abusas para tratar mal al resto de personas, en especial a mí por alguna razón ¿Al menos tienes una razón para tratarme así? Responde, Ana-
-No, no la tengo, solo me pareció divertido joder la vida a los demás y despedirlos si se quejaban con mi hermano-
Respondió mi cuerpo sin que yo quisiera una vez más a lo que oí un suspiro de Rafael. 
-Eso imaginé. Por eso aproveché este viaje de campo, ya que buscamos donde hacer una fiesta para los de la oficina yo fui el encargado de elegir el lugar pero como siempre, tuviste que llegar a joder todo para interferir y ese fue tu error, había buscado esta técnica de control de cuerpo por meses y sin duda dio resultados, cuando te toque antes de salir de la oficina te puse la marca y ahora estoy feliz con los resultados te pusiste hermosa tal como ordene y viniste sin nadie que te haga compañía a este lejano lugar donde ni tu hermano sabe que estás-
Acariciaba mi cabeza una y otra vez sin que pudiera golpearlo o escupirle, por mucho que lo odiaba estaba completamente a su voluntad con excepción de mi voz. 
-¿Que es lo que planeas? Ni se te ocurra abusar de mi o-
-¿¡Abusar de ti!? Para nada, me das mucho asco como para hacer algo así pero sin duda quiero cobrarme una venganza. Solo planeo llevarte de paseo, por las próximas 3 horas, es decir 4 horas por el nuevo sello, estarás bajo mi control y lo único que quiero es ver que te humilles como la perra que eres, mientras yo veo el lugar para la fiesta tu puedes jugar; corre en cuatro de un lugar a otro, bebe agua del piso o de las fuentes, revuélcate en la tierra y césped todo lo que quieras, lo más nefasto de ti es tu orgullo y justo ahí voy a pegarte, bruja-
-¿De verdad piensas que haré todo eso sin vengarme? Podrás humillarme unas horas pero yo lo haré el resto de tu vida-
Volví a amenazar consiguiendo risas burlona como respuesta. 
-De verdad eres una idiota, ¿Qué no entiendes que puedo extender la marca por el resto de tu vida, puedo hacerlo ahora o mejor aún, hacer que te desnudes y actúes como una perra en frente de tu hermano y toda la compañía ¿Eso te gustaría más? A mi me encantaría ver como te humilla frente a todos ya que con excepción de tu hermano, nadie te ayudaría por lo horrible que has sido con todos, estoy seguro de que en lugar de ayudar se burlaran, tomarán vídeos y todos en el mundo sabrán lo que hiciste ¿Te gusta más eso? A mi me encanta la idea, mejor hagámoslo-
Su mano me acarició con rapidez varias veces mientras se deslizaba a mi espada, justo donde tenía la marca para extenderla y cumplir su amenaza, aterrándome hasta la médula con miedo de verme tan humillada ante tantas personas, viéndome obligada a suplicar como nunca antes lo había hecho ni con mis padres o mi hermano.
-¡Por favor perdóname, no lo hagas! ¡No quiero que nadie me vea, lo que sea menos eso, seré tu perra todo el día pero por favor que nadie más me vea!-
Sentí como su mano tocaba el sello, llorando por no lograr que me tuviera piedad o al menos eso creí hasta que tocó mi trasero y habló. 
-Solo porque me encantó como suplicaste no te humillare delante de otros, en su lugar humíllate para mí por lo que resta del día actuando como una perra, si lo haces te prometo que no te haré actuar como perra en la fiesta de la compañía ¿Tenemos un trato, Anita?-
Preguntó palmeando con suavidad mi trasero una y otra vez, cosa que tenía que soportar por el bienestar de mi reputación aunque me hierva la sangre.
-Sí, es un trato-
-Vale, solo dime "amo" al final de la oración y dame las gracias por tocar tu inútil trasero, Anita-
Casi que rechino los dientes y lloró del coraje pero no tuve de otra más que cumplir la orden de aquel a quien mucho tiempo yo humille y ahora se vengaba. 
-Sí, es un trato amo y muchas gracias por tocar mi trasero-
-Buena niña, ahora ve a correr y jugar, disfruta de tu paseo mientras yo exploró el lugar-
Con una fuerte nalgada que casi me hace caer de cara, Rafael se fue a ver todo el enorme lugar dejándome a mi en una zona verde en la cual jugar, pasear, correr y demás como la perra que soy por hoy, pero mejor humillarme un solo día a manchar mi inigualable legado por el resto de mi vida....o quizás....

domingo, 15 de mayo de 2022

Encuentro con un hada

-Madre mía, que dolor de cabeza tengo, desde que me encontré con esa hada el día no ha hecho más que ir empeorando-
Decía para mi mismo, o por mi aspecto, para mi misma, después de todo las cosas parecían indicar que volver a ser un hombre estaba fuera de mis posibilidades y todo por culpa de esa hada...aunque siendo bien honesto, muy en el fondo yo sé que me lo busque.
Soy un joven adulto, que trabaja y vive solo desde hace ya un buen par de años. Era un día normal y corriente, me tocaba descansar de la oficina y no se me ocurrió mejor forma que comprando pizza y jugando videojuegos en la televisión que tengo en mi sala.
Así lleve un buen rato hasta que tras varias horas note un brillo en la ventana, pensé que era un mosquito o una luciérnaga y quise ignorarlo pero al ver que no se iba decidí ahuyentarlo o matarlo, lo que pasará primero.
Pero mi sorpresa fue enorme cuando me acerque a la ventana y pude ver como tras todo ese brillo había una mujer diminuta con pequeñas alas, parecía una diminuta y detallada muñeca que me veía con asombro, demasiado realista como para ser una muñeca o algún tipo de juguete.
Al comienzo no quería aceptarlo pero tras jugar un poco con ella usando mis dedos para que ella los siguiera del otro lado del vidrio, tuve que creer que tenía un hada delante mía, o cuando menos algo digno de cuentos de fantasía. 
De inmediato saque el móvil y lo enfoque en ella para fotografiarla mientras pensaba en como es que podría capturarla. No obstante, apenas la apunte con el móvil, vi como extendía sus manos hacia mí, apagando de sorpresa el teléfono.
Eso no detuvo mi plan de capturarla, lo que me llevó a no pensarlo mucho para abrir la ventana e intentar tenerla en mis manos. Pero resultó un fracaso al ni estar cerca de atraparla y ver como se alejo volando, pude atraerla con un pedazo de comida para volver a intentarlo pero una vez más falle en mi intentó.
Por desgracia eso no fue todo, esta vez me lanzó un poco de brillo que me dio justo en el pecho, seguido de otro que me dio en la cabeza antes de que aquella mágica y extraña criatura se fuera volando a quien sabe donde por la ventana que había dejado abierta.
Me sentía mal por haber fallado pero lo mejor sería olvidarme de ella para continuar con mi día entre la pantalla y el sofá. Sin embargo mi pecho prendía, haciéndome bajar la mirada para ver como en el lugar que me golpearon los brillos, aparecía una mariposa azul cambiándome todo.
Fue como una película de princesa, aquella mariposa salió de mi camisa para volar a mi alrededor cambiando mi atuendo y mi cuerpo, ni siquiera supe que decir o hacer, ya que antes de darme cuenta ahora era una mujer de pies a cabeza.
El cabello largo y sedoso, aunque un poco despeinado con una figura increíblemente fina, delgada y sexy con un ajustado pantalón y una diminuta blusa que resaltaba por su azul y brillosa mariposa.
Por si todo esto fuera poco la cabeza empezó a dolerme dándome ideas falsas y conocimientos femeninos; de repente en mi cabeza aparecían recuerdos de mi infancia y juventud pero siendo una niña, incluso de mi trabajo actual pero como una mujer. Conocimiento de modas y maquillaje llegaba a mi cabeza, incluso el dolor de cabeza disminuyó un poco al pensar en ropa y que podría combinar para mañana en el trabajo.
Tenía una extraña calma en mi interior, puede ser que también sea por esos polvos mágicos pero fuera lo que fuera, no me dejaba entrar en pánico por ver como todo mi ser iba cambiando.
-Quizás no sea tan malo, podría acostumbrarme a esto-
Me dije viendo y cerrando la ventana de donde encontré a la pequeña hada que me cambio la vida. Justo ahora no se si sea para bien o para mal, no se veía malintencionada a diferencia mía y quien sabe puede que algún día vuelva por este lugar y me reconozca a pesar del cambio que me hizo, incluso podría invertirlo pero fuera lo que fuera, estaba lejos de pasar por su reciente escape.
Lo mejor sería volver a mi sofá para seguir jugando, mañana entrenare un montón para quemar las calorías que coma ahora y sobre todo descubrir como será mi vida tras el encuentro con un hada, todos en el trabajo pensaran que estoy loca al no tener ni fotos ni a la criatura así que este será mi pequeño secreto de fantasía que sucedió en la realidad.

martes, 10 de mayo de 2022

Ramona y Jonathan

Ramona había despertado algo tarde, y eso lo imaginaba por lo llena de energías que se sentía; ser madre soltera no era tarea sencilla pero con la muerte de su marido no podía quedarse sin hacer nada, ella aún vivía y su hijo también por lo que debía buscar la forma de salir adelante, teniendo suerte al encontrar un empleo de secretaria a los pocos días. Así ella trabajaba para no descuidar al pequeño Jonathan y él solo debía dedicarse a la escuela y ser un buen niño.
Sin embargo, sentirse llena de energía no era lo único que había pasado, tampoco le dolía la espalda como muchas veces por sus senos, ni sentía su largo cabello, simplemente estaba rara pero no fue hasta que se levantó de la cama que entendió porque. De alguna manera ella estaba en el cuerpo de su hijo de primaria, se puso roja de la vergüenza y entró en pánico por estar ahí sin embargo le puso más atención en ver donde estaba su cuerpo, encontrándolo rápidamente en la sala tras buscar en su hogar.
-¿Ma, eres tú? Bonito día-
Decía la mujer algo ebria mientras jugaba con la consola de videojuegos en la sala, sin dudas ahí estaba el muchacho.
-Jonathan ¿Qué ha pasado? ¿Por qué estoy en tu cuerpo y tú en el mío?-
-Jajajaja...no tengo idea-
-¿¡Y porque rayos tomaste una cerveza!?-
-Eso si lo sé, tenía ganas de probar a que sabía y me gustó, aunque sólo llevo 3 latas-
-Eran para la comida de mañana...nunca he bebido en mi cuerpo, no me llevo bien con el alcohol-
-Pero yo si jajaja-
-¡Claro que no, por eso estas así! Suficiente, vamos a la cama para que descanses y quien sabe con algo de suerte volver a la normalidad-
El menor le quito el mando a la mayor, quien por su estado no pudo poner mucha resistencia. Sin embargo, si pudo dar algunos problemas al empezar a desnudarse justo ahí.
-¿¡Hijo, que estas haciendo!?-
Preguntaba con la cara enrojecida Ramona, soltando el mando e intentando que la mujer no se quitara la blusa ahí mismo, sintiendo un extraño hormigueo entre las piernas al mismo tiempo.
-Me dijiste que fuera a la cama y ahí no puedo usar ropa ¿No? Seria incómodo, como esa cosa que tenían tus pechos-
-¿Esa cosa?-
-Si, esa cosa negra con flores que los cubrían-
-¿Mi sostén? ¿Hablas de mi sostén? ¿Qué le hiciste?-
-Solo me lo quité, aunque creo que lo rompí-
-¿Entonces mis pechos están...-
-Si ¿Quieres ver?-
La mujer empezaba a bajar con más ánimos su blusa, demostrando que no tenía un brasier en ellos pero Ramona no quería que su cuerpo andará semi desnudo fuera de su recamara.
-Vale, vale, te creo, tú puedes andar así pero solo en mi habitación. Vamos a que duermas un rato para despertar de esta pesadilla, con algo de suerte así será y yo tendré que vivir la resaca sin siquiera haber probado una cerveza-
Con las risas del menor en el cuerpo de su madre fue llevado ha dormir, la mujer agradecía que le obedeciera, sería mucho peor si no lo hiciera, aunque también algo que podía ser muchísimo peor era no regresar a sus cuerpos tras la siesta, todo estaría arruinado. Ella sería un niño que debe ir a la escuela primaria y su hijo tendría que irse a trabajar, cuidarlos, hacer comida, el gasto del dinero, cuidarse a sí mismas y sus nuevas necesidades, Dios, era demasiado lo que hacía y el pequeño no podría hacerlo con su corta edad. 
Quedarse intercambiados sería lo peor así que solo quedaba desear que al dormir y volver a despertar volvieran a la normalidad, de lo contrario no sabría que hacer.

domingo, 8 de mayo de 2022

De José a Josefa

Del cuarto llevaban horas saliendo ruidos sucios y lascivos, con leves gemidos ya que la mayoría de estos eran reprimidos por una pequeña bola de juguete en la boca de la mujer pasiva, o más bien dominada ante la repentina situación.
Ella estaba cansada, con varios orgasmos ya tenidos y de los cuales aún no recuperaba el aliento sin embargo estaba atada y sin opinión aún si tuviera la boca descubierta, así que su pareja se la seguirá follando con lo que se le ocurra y como quiera un par de horas más, tal como le sucedía a ella, invirtiendo por completo los roles con esa ayuda misteriosa de hace poco.
-Yo nunca te obligue a nada en la cama pero tú a mí si, y a pesar de que te pedía muchas veces que pararas, parecía que lo hacías más fuerte, en serio que te excedías, este cuarto es un ejemplo de ello pero no te preocupes, pronto tu cuerpo conocerá todo aquí tal como lo hiciste conmigo, con la diferencia de que tú no lo soportarás-
Sofía daba fuertes nalgadas al culo en alto de su esposo José, quien como ya era costumbre apenas llegar del trabajo quiso tener sexo con su mujer, usándola como quisiera en su cuarto de juegos sin importar que quisiera u opinará ella. Sin embargo ese día algo rescató a la mujer, puesto que una extraña y densa neblina morada apareció de la nada, envolviendo al hombre que ya preparaba unas cuerdas para su mujer, "dejándolo" desnuda y atada en una vergonzosa posición en cuanto la neblina se fue.
Ni él ni ella sabían que ocurría, José de inmediato empezó a gritar para que su mujer le ayudará a levantarse de ahí y que le quitará todo lo que la neblina le puso, sin embargo la mujer vio una oportunidad de oro en esa situación, cargando a su "esposa" hasta la mesa de juegos en el centro, dispuesta a invertir los papeles que desde hace años llevaban soportando ahora que su propio marido de repente se volvió una mujer.
Lo primero fue acariciar su vagina para humedecerla y luego usando un strap-on, Sofía empezaría a cogerse a su indefensa mujer que gemía, gritaba y lloraba con fuerzas por lo que sucedía, o al menos así era hasta que le taparon la boca con esa esfera atada a su rostro, cosa que sucedió hace ya casi 2 horas, dándole hasta ahora un pequeño descanso.
-¿Que tal amor? ¿Te gusta? ¿Lista para cambiar de posición?-
Decía Sofía dando un par de últimas nalgadas a José, soltándole el cabello antes de quitarle lo que cubría su boca.
-Ah...ah....estaahhhs loca...mi culo y cabello duelen... y mi vagina no...no deja de sentirse rara...-
Respondió jadeante el hombre que descubría de forma forzada como es que reaccionaba su cuerpo femenino, aunque sin muchos ánimos de querer continuar.
-Eso es porque lo estas disfrutando pero no te preocupes, aun hay mucho más para que quedes satisfecha-
-Deja de hablarme como mujer, suéltame para que busquemos como volver a mi cuerpo-
-¿Quién dijo que volverías a tu cuerpo, Josefa? ¿O prefieres Johana? ¿Cuál te gusta más?-
Preguntó dándole media vuelta a la mujer atada para volver a meter el dildo en su vagina y empezar a tener sexo otra vez.
-¡Prefiero regresar a mi cuerpo! ¡Ah! ¡Para con esto!-
Su tono de nuevo se volvió un poco más agudo mientras sentía una tras otra de las embestidas que hacían sacudir sus pechos y todo su nuevo ser.
-Pero eso no va pasar, o quien sabe, al menos yo no pienso perder el tiempo buscando una neblina que podría hacerme daño. En su lugar prefiero divertirme con mi nueva chica hasta que ella también se divierta ¿No?-
-¡No! Ah...es una horrible idea, no...n-no me quiero quedar así-
-Pues lo harás y te vas a acostumbrar, no me importa, en este lugar te trataré tal como lo hacías tú conmigo, con la diferencia de que no me detendré hasta que te vuelvas una mujer adicta al placer como tú querías conmigo, es algo que yo no puedo disfrutar pero parece que tu cuerpo si que puede así que mis reglas: no saldrás de aquí un tiempo, yo te daré de comer y bañare, el nombre lo puedes elegir pero a mi tienes que llamarme "señora" y hasta que te vuelvas una adicta al sexo no tienes derecho de salir o usar ropa ni estar desatada, las sesiones de sexo serán de 10 horas diarias y usarás y amarás todos los juguetes que hay aquí pero en especifico a mí como para obedecerme y nunca hacerme nada malo ¿Quedo claro?-
-¡Te dije que te detengas! En cuanto aaahhh me desate vas a pagar muy caro y-
Sus amenazas se vieron detenidas por ponerle de nuevo su bola en la boca, oyendo ruidos ahogados como única respuesta ante cada embestida.
-Supongo que me tendré que esforzar para que entiendas, pero no te preocupes cariño, una vez que aprendas tu lugar tendremos sexo cuando tú quieras y te tratare mejor de lo que tú nunca jamás podrías hacerlo conmigo. Pero por ahora espabila y disfruta, que nos hacen falta 7 horas y media más de sexo por esta noche-
La mujer dominante sonreía feliz por su nuevo papel y situación mientras debajo de ella veía como la mujer pasiva aceptaba cada embestida dentro de ella, al igual que aceptaría cada cosa que le hicieran hasta que se rindiera y disfrutará su castigo, volviéndose Josefa todo lo que José alguna vez quería.

miércoles, 4 de mayo de 2022

Linaje de hermanos

Susana se levantó muy temprano por la alarma de su celular, tenía muchas cosas que hacer como el desayuno, ir a la escuela, de regreso hacer las comprar y una vez que llegara a casa e hiciera la cena debía estudiar lo visto en la escuela, un ritmo bastante intenso para sus 19 años. Sin embargo Susana no haría su rutina por un buen tiempo.
La blusa de su pijama salió volando a la cama y luego el pantalón dejándose en ropa interior y con una extraña sensación.
-Yo no uso pijama...ni tampoco sostén ¿¡Mierda, sostén!? Y...-
La joven bajó sus manos hasta su trasero, pudiendo sentir con las manos esa fina tela azul y de encaje que cubría sus caderas e intimidades. Con vergüenza en forma de rubor en la cara tomó el extremo de las bragas, levantándolas y soltándolas para sentir como se pegaban aún más a su piel tras echar un vistazo a lo que tenía en la entrepierna.
-¿Porque demonios soy una mujer?...esa voz, no soy cualquier mujer ¡Soy Susana!-
Gritaba con asombro Javier de 18 años y el hermano menor de Susana.
Los dos  hermanos se habían mudado de casa a un pequeño departamento para poder ir a la escuela, juntos se encargaban de sobrevivir cuidando uno del otro, aunque siendo bien honestos, la hermana mayor es quien hacía casi todo en esa casa mientras el hermano se divertía o entrenaba.
-Joder, no pensé volver a ver a Susana así, desde que somos niños no la veía con tan poco encima y es...-
No podía definirlo, eran hermanos después de todo y no solo eso, si no que también no podía ponerlo en palabras; si bien estaba disfrutando un poco de verse así, a su vez no le importaba tanto, como si fuera algo a lo que ya había estado acostumbrado, al menos el cuerpo lo estaba.
El joven siguió con las manos en su trasero, piernas, abdomen, pechos cara e incluso cabello, se vio delante del espejo y simplemente no había forma de negar que él ahora estaba semi desnudo en el cuerpo de su hermana, quien finalmente dio rastros de despertar.
-¿¡Pero que carajos!? ¡Javier!¿¡Qué demonios ha pasado!?-
-Ahí viene-
Pensó el chico dejando por completo de jugar con el cuerpo que ahora tenía para ponerse otra vez la pijama y fingir que estaba sorprendido, justo a tiempo antes de que la puerta se abriera.
-Susana ¿Qué ha pasado?¿Porque estoy en tu cuerpo?-
Su hermana podía verse realmente furiosa cuando quería y ahora en el cuerpo marcado del chico esos rasgos resaltaban mucho más.
-Júrame que no hiciste nada, dime que no tienes nada que ver con esto-
Amenazó la hermana y teniendo una respuesta con velocidad.
-No, ¿Cómo lo haría? Ni siquiera tengo motivo para querer estar en tu cuerpo-
La hermana escucho con atención la sencilla pero segura respuesta, con ello se le vio más calmada aunque frustrada, por lo que con un suspiro volvió a hablar.
-Perdón, creo que estoy muy alterada, no fue nada grato despertar y verme así-
El cuerpo del chico solo vestía una playera de tirantes y unos boxers, vestimenta a la cual no le había puesto atención por la furia de su hermana y quizás por no ser la primera vez de ambos en ver a Javier así, aunque sí que era la primera vez para Susana con sus nuevas perspectivas.
-Tú despertaste por mis gritos ¿Cierto?-
Preguntaba otra vez la hermana con total atención a su cuerpo que parecía estar nervioso.
-Si...estaba dormida y desperté con tus gritos, aunque estoy segura de que hubieras hecho lo mismo-
El chico no lo noto pero su hermana si, algo muy raro y que de inmediato le preocupo.
-Vístete, hablaste como yo y ni siquiera lo notaste, lo que significa una cosa: Linaje familiar-
La chica en el cuerpo de su hermano sacó una falda y una blusa para dársela al chico y de inmediato irse al cuarto del chico para ponerse más ropa.
-¿Que es el linaje familiar?-
Sin saber que más hacer después de esa pregunta, vio la ropa un par de veces antes de volver a quitarse el pijama para cambiarse.
-Mamá y papá me hablaron una vez de ello, le sucedió a una de sus amigas con su hijo, sin razón aparente cambiaron de cuerpos por ser familia y si en verdad no hiciste nada, eso nos está pasando a nosotros-
-Suena irreal-
Respondió Javier en ropa interior y lanzando un zapato a su hermano al ver que se acercaba a ella.
-¡No me mires cuando me cambio, pervertido!-
Grito dándose cuenta de lo que sucedió, en verdad le estaba pasando algo que no haría él normalmente pero si Susana, él no tenía problemas en andar en ropa interior pero Susana era tan penosa que había ocasiones que se aseguraba de estar a solas para quitarse la ropa incluso dentro de su propia habitación.
-Pero es muy real, empieza con el cambio de cuerpo y puede terminar siendo irreversible, si la persona quiere mucho su nuevo cuerpo o lo odia puede acelerar el cambio, al punto que la propia mente cree que siempre ha sido esa persona. Los primeros síntomas de eso es que la persona afectada actúe como lo haría el dueño original del cuerpo y como ya dije, ser familia-
-Lo que me está pasando-
Respondió Javier dando prisa a vestirse sin problemas, como si estuviera acostumbrado a ello.
-Si, por eso llamaré a papá y mamá, les pediré el número de esa mujer y esperemos pueda ayudarnos a conseguir una cura, o si no...-
La hermana no quiso terminar esa frase pero ambos ya sabían lo que pasaría, sobre todo Javier quien daba un último vistazo de pies a cabeza al cuerpo de su hermana esperando revertir el linaje familiar, de lo contrario ya no vería el cuerpo de su hermana, él sería su hermana y viviría el resto de su vida como Susana, la hermosa y responsable hermana mayor que cuida de Javier.

domingo, 1 de mayo de 2022

Lupita y Gustavo

-Oh que lindo cuerpecito oculta la vecina, Lupita es tan sexy y hermosa, un verdadero desperdicio que no lo aproveché-
Se decía en un completo deleite visual Gustavo, un joven chico de de 17 años perdidamente enamorado de su vecina Lupita quien prácticamente le doblaba la edad, cosas que no fueron un impedimento como para intentar poseerla y ahora disfrutar de su cuerpo paseándose en lencería junto a una diminuta blusa que casi rompe al intentar ponérsela, pero ahora qué la tenía puesta sabía que no se había equivocado al escogerla; los pechos no se cubrían por completo, dejando con la tela y el escote demasiado a la vista por no decir que parecía que en cualquier momento se rompería la prenda para revelar aún más sus senos descubiertos a falta de sostén.
-En serio que probar ese hechizo de posesión, valió la pena, ahora puedo disfrutar cuando quiera de Lupita-
De nuevo, hablaba para si mismo el chico, posando de forma linda y exagerada para presumir todo el cuerpo que la bella mujer tenía y con el cual no sabía que hacer a continuación por todas las bellas opciones que tenía en mente. 
Una era probarse toda su lencería, ropita erótica y vestidos, posar delante de el espejo y hablar como si estuviera perdidamente enamorada de él, ansiosa por tenerlo. Ya había echado un vistazo a los cajones para ese momento y ella tenía desde las típicas y hermosas bragas blancas hasta sostenes de encaje y tangas que nunca le había visto y que sería todo un deleite usar mientras suplicaba por el chico vistiendo y jugando con esas prendas puestas. 
También estaba la idea de andar desnuda, ver porno y tocarse, oír la dulce y perfecta voz de la mujer gemir su nombre lo emocionaba un montón y le hacía temblar las piernas en su nuevo cuerpo por no decir que tenía curiosidad de ver que se sentía hacer eso como una chica. 
Por último estaba la opción de vivir un día como ella; sería lindo tener cumplidos y halagos de todo el mundo al vestirse de forma hermosa y salir a las calles, aunque claro que para él todos esos posibles cumplidos o halagos no serían nada a en comparación de todo lo que piensa el propio Gustavo sobre su vecina. 
Todas eran buenas opciones y no podía decidir por alguna así que mientras jugaba como tonto en el cuerpo de su vecina pasaba el tiempo, yendo cada vez más por la idea a que haría todas esas ideas en el cuerpo de la persona que más quería. 
Si, ella era algo mayor pero soltera y muy bien parecida, tierna con todos, aun más amable que el resto, una hermosa cara tallada por los dioses con un cabello cuidado y sonrisa perfecta, hermosos y grandes pechos seguidos de un fantástico trasero bien firme y un increíble abdomen plano que solo podía ser superado por sus bien moldeadas y depiladas piernas que si con ropa no dejaban nada que desear, ahora que podía verlas desnudas o solo siendo cubierta por la ropa interior era aún mejor para la vista de cualquiera o en este precioso caso, de Gustavo.
El chico llevaba toda la pubertad enamorado de ella y deseando poder estar juntos pero nunca confesaría sus sentimientos al estar seguro que de una u otra forma serían rechazados, cosa que no estaba dispuesto a aceptar al igual que no aceptaría dejar sola a Lupita.
Por ello uso un ritual que encontró en Internet para poseer cuerpos de forma ilimitada y con ciertas consecuencias aunque él no lo sabe, la página era muy larga hablando de cada mínimo detalle para que su posesión, tiempo de esta y posibles problemas que pudieran surgir fueran controlados para no arruinar la experiencia o peor aún quedarse atrapados dentro del cuerpo que poseyeran. Sin embargo era tanta la emoción y desespero del chico porque esa situación se convirtiera en realidad que hizo lo que quiso sin ponerse a pensar en las muchas consecuencias que habría. Sí, ahora puede disfrutar del cuerpo que tanto amaba sin embargo no podrá salir de el sin conocer a pie de la letra el ritual, incluso sino sale del cuerpo será mucho peor para él. El alma de la chica sigue en su cuerpo junto con su mente, las cuales después de haber pasado viviendo toda su vida de una forma tan reservada y cariñosa como lo hacía Lupita, todo su ser resentiría como es que Gustavo la obliga a actuar y buscaría la forma de volver a actuar como en realidad ella es, no como los deseos de Gustavo querían. 
Las consecuencias serían graves, fusionando el alma del chico a la de Lupita en el proceso de volver a ser ella misma, quedando atrapado de por vida en el cuerpo de esta; primero sería como estar atrapado en su cabeza siendo un simple espectador sin control en Lupita pero con el tiempo el alma de Gustavo se uniría a la de Lupita hasta que finalmente se vuelvan uno y el alma de Gustavo termine convencida de que toda la vida ha sido Lupita, una hermosa chica desinteresada en encontrar el amor y que prefiere divertirse muy a su manera.
Pero por ahora Gustavo puede divertirse todo lo que quiera, el proceso de fusión ni es tan rápido pero si que es paulatino así que más le vale notar como él mismo va cambiando o incluso antes decida volver a la normalidad, o sino él en verdad nunca dejará a la persona que más ama, aunque nunca más sea consciente de ello y que Gustavo quedé olvidado.