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miércoles, 14 de mayo de 2025

Pelea de hermanos

-¡Oye! ¿¡Qué demonios te crees haciendo eso!? ¡Suéltala, pervertido asqueroso! ¡Te repudio!-
-Cálmate, hermanita, no es para que te pongas así-
-¿De verdad vas a seguir con eso? Eres un enfermo-
-¿Lo dices por tu castigo o porque estoy viendo tus bragas azules con rayas bajo las pantimedias? Debo decir que dan un toque nuevo y tu trasero se ve de maravilla-
    Una cara de molestia y vergüenza se notó de inmediato en su rostro cuando mi falsa hermanita me volvió a ver, intentando no dejar de poner toda su atención en la pantalla con el videojuego que estaba utilizando.
    Hace unos días comenzó una guerra de bromas en la familia entre mi hermano menor Joshua de 17 años y yo, Leonel de 19 años.
    No recuerdo muy bien como o porque empezamos, creo que mi hermano me arrojó un huevo al rostro, luego yo le lance una cubeta de agua con hielos mientras dormía, de alguna forma se las arregló para atarme de cabeza mientras yo dormía, después cobre venganza al dejarlo fuera de casa un día y un largo sin fin de bromas que cada vez eran más pesadas para superar a la anterior extendiéndose por semanas.
    Cuando finalmente estábamos en los límites físicos y mentales, yo lance mi última broma con la que "gané" de cierta forma, porque lo que le hice a mi hermano menor era casi imposible de superar. En mi desesperación de tener una broma mejor que la suya, compré un frasco mágico en una tienda muy rara que decía ser capaz de dar otro aspecto a quien fuera por los próximos días, perdiendo gradualmente el efecto sin forma de poder evitarlo o contrarrestarlo. De verdad creí que la chica que me lo vendió se refería a un aspecto ridículo que dejaría manchas difíciles de quitar o algo por el estilo, por lo que sin pedir más detalles, compré el frasco y apenas llegar a casa lo lancé a la habitación de mi hermano menor con él dentro de su recamara.
    Antes de que él pudiera reclamar o vengarse, cerré la puerta e ignore sus intentos de salir, al menos hasta que vi como una extensa neblina morada se deslizaba por debajo de su puerta. Cuando abrí la puerta, ya era demasiado tarde, y vi como mi hermano quedaba envuelto en aquella densa neblina hasta cubrirlo por completo, y así, tal como dijo la chica, darle un aspecto completamente irreconocible a mi hermano menor.
    Cuando el humo se dispersó de la habitación mi hermano menor ya no estaba frente a mi, en su lugar había una dulce y pequeña niña vistiendo uniforme escolar, con el cabello atado en una cola de caballo, con un cuerpo muy desarrollado y una expresión que combinaba el miedo y angustia al verse transformado por completo como por arte de magia.
    La cosa que le lancé lo convirtió en una chica y nadie más que nosotros dos es capaz de recordarlo por alguna razón seguramente por la magia que se utilizó sobre él y que supuestamente en algún momento tiene que desaparecer para que mi hermano vuelva a la normalidad.
    El punto es que han pasado 3 días desde entonces y nadie sospecha nada, todo sigue igual con excepción del sexo de mi hermano quien no sólo se rindió en la guerra de bromas sino que también ha tenido que adaptarse a esta temporal vida como chica, y aunque lo hace muy bien frente a nuestros padres o cualquier otra persona, la mayoría del tiempo es un idiota conmigo, por lo que siempre es bueno darle una sorpresa como ahora para romper su calma y quietud y que así sus insultos o amenazas tengan una razón de ser.
-¡Cállate! De verdad eres molesto cuando haces eso, todavía que tengo que usar faldas y la ropa interior que apareció en mi cuarto, no dejas de estar fastidiando todo el rato. La guerra de bromas terminó hace días así que suelta mi falda o me las vas a pagar-
-Jajajaja suenas como toda una hermanita menor molesta, pero tranquila no quiero que llores y-
    Una patada justo en la entrepierna me borró la sonrisa y me hizo soltar su falda en un instante, volviendo a cubrir sus bragas y trasero de mi vista, al tiempo que ella se levantaba y se iba de mi habitación, dejándome con los ojos llorosos tratando de soportar el dolor que su venganza me había provocado.
-Que ahora sea una niña no significa que no me pueda defender-
    Dijo aún con ese tono molesto que se volvió mucho peor al convertirse en una chica, tratando de ocultar una sonrisa de satisfacción mientras salía de la habitación jugando con la consola y dejándome tendido por un buen rato, sintiéndome derrotado puesto que aún si intento hacer lo mismo, justo ahora no tendría el mismo efecto sobre ella, por lo que para vengarme como es debido tendré que esperar a que vuelva su cuerpo a la normalidad.
    Por desgracia hasta que eso suceda, y que mi hermano vuelva a ser un chico y no una niña, no tengo más opción que recobrar el aliento y guardar este ataque para cuando podamos retomar nuestra pelea de hermanos.
Créditos a quien correspondan.

viernes, 9 de mayo de 2025

Niña de la guardería

    No puedo creer que papá en verdad me haya hecho esto, siempre decía que era una malcriada y que me llevaría a una guardería para que se hicieran cargo de mi y tenerme supervisada hasta que fuera una niña buena, pero fueron tantas sus amenazas con eso que con el tiempo deje de temerle para seguir actuando como siempre y hasta burlarme de él o provocarlo cuando soltaba esas palabras vacías. Las cuales hasta está mañana no eran más que palabras vacías, por primera vez y para mi sorpresa, está ocasión tendrían un autentico valor.
    Yo estaba organizando una fiesta grandiosa para cuando papá se fuera de viaje de negocios y me dejara la casa sola; las invitaciones fueron enviadas y la bebida estaba lista, solo faltaba que llegará la hora acordada, pero de alguna forma papá descubrió mis planes, haciéndomelo saber en unas circunstancias para las que no estaba preparada y mucho menos me podría defender.
    Un par de horas antes de que comenzará la fiesta, papá me pidió acompañarlo al supermercado para comprar algunas cosas que le hacían falta, y como me prometió que me compraría algo a cambio de ir con él, yo acepte pensando que podría tener algunas bebidas extras o botanas para la fiesta. Sin embargo, muy grande fue mi sorpresa cuando papá no se detuvo en el supermercado, él siguió conduciendo, avanzando con el auto por la carretera durante más de una hora. Eso me parecía algo sospechoso, pero papá decía que quería pasar más tiempo conmigo antes de irse a su viaje y que lo que él necesitaba estaba en otra tienda, por lo que de mala gana terminé aceptando eso como la verdad para seguir con el viaje en carretera con papá.
    Después de un viaje enorme en el que casi me quedo dormida, finalmente llegamos al sitio que buscaba papá. Él estacionó frente a un edificio enorme y muy colorido, con una temática infantil que lo hacía parecer un salón de fiestas o algún lugar de juegos para niños. Al ver ese sitio tan ridículo, yo estaba por burlarme de él y preguntar que hacíamos en este lugar, a lo que papá se me adelantó y me dejó sin palabras cuando dijo "¿De verdad creíste que no sabía nada de tu fiesta?". 
    Esa pregunta me tomó por sorpresa, no pude evitar preocuparme y sentirme nerviosa, tratando de inventar una excusa que a papá no le convencía, y que antes de dejarme escapar, ya me estaba sujetando por la muñeca para arrastrarme dentro de ese peculiar edificio donde tendría mi castigo.
    Al entrar al lugar la decoración infantil era todavía más notoria, había muchos colores, juguetes, accesorios y muchas habitaciones de donde salían risas, además de algunos letreros enormes que anunciaban este sitio como una guardería para todas las edades y para todos los gustos y necesidades.
    Este edificio que hasta hace poco no conocía era una guardería, misma en la que yo estaría durante todo el mes que papá se fuera de vacaciones. Mi castigo sería ese, quedarme como una bebé al cuidado de las señoritas en la guardería mientras papá realizaba su viaje de negocios, prometiendo venir por mi cuando termine su trabajo, y deseando que su "pequeña" muestre una mejor conducta.
    Ante esa infame declaración y el humillante plan que papá tenía preparado para mi, yo no tuve mejor reacción que negarme con todas mis fuerzas, diciendo que no quería quedarme en ese sitio, que no era una niña pequeña, que no me había metido en problemas y cientos de cosas más en las que casi terminó lanzándome al suelo con tal de no quedarme en este sitio. Sí, muy tarde pensé y me di cuenta que eso había sido una rabieta total, misma que selló mi destino, puesto que al ver lo que hacía papá suspiró, pagó, y se aseguró de que no me quitarán el ojo de encima durante toda mi estadía.
    Antes de irse a trabajar, papá ayudó a mis nuevas niñeras a quitarme todas mis pertenencias de "niña grande" dejándome sin las llaves de casa, sin dinero, sin ropa y sin celular, por lo que no podía irme de este sitio fácilmente, e incluso si lo intentaba, no tendría como volver a casa más allá de ir andando durante horas usando nada más que mi nueva ropita de bebé, algo humillante por decirlo menos.
    En cuanto lograron quitarme todas mis cosas a pesar del forcejeo, las niñeras guardaron toda mi ropa a la moda para vestirme con enorme y abultado pañal blanco, un ajustado mameluco de color rojo y atando mi cabello en una coleta. Odiaba admitirlo pero me veía como una niña pequeña y definitivamente odiaba verme de esa manera, por lo que quise quitarme ese atuendo lo antes posible. Por desgracia, escuché la cámara y vi el flash de la misma, para luego mirar que papá me estaba sacando varias fotografías con mi nuevo atuendo.
    Papá fue muy claro con que pasaría si era grosera con las niñeras o si intentaba escapar, prometiendo que en el momento en que él reciba malas noticias sobre mi conducta, difundirá las fotografías por toda mi escuela, para qu todo el mundo sepa que cancele mi fiesta para ser una buena niña e irme a la guardería mientras papi no estaba en casa. Por si eso fuera poco, también dijo que la guardería podía recibir visitas, así que mis amigos podrían venir a visitarme si no era una buena niña con las señoritas que me cuidarían.
    Con tantas cosas en mi contra, no tuve de otra más que suplicar por piedad a mi padre, pidiendo que no difunda esas fotografías ni que le dijera a mis amigos donde yo estaba, prometiendo le una y otra vez que sería una niña buena mientras estuviera en la guardería.
    Humillándome ante papá para que su castigo no fuera tan severo, él me dedicó una pequeña sonrisa, besó mi frente y acarició mi cabello tal como cuando yo era una niña, lo cual no hizo más que hacerme sentir más pequeña y humillada por como me trataba. Lo único bueno, es que aceptó no decir nada por ahora, recordándome que si doy problemas a las niñeras, él me castigará con lo prometido.
    Han pasado 3 días desde entonces, papá se despidió de mi y prometió regresar en un mes, dejándome al cuidado de las niñeras que no han hecho otra cosa más que tratarme como una cría todo el tiempo, por lo que no tengo cosas que hacer más allá de jugar, comer y dormir.
    Llevo tres días comiendo papilla con ayuda de las niñeras que me alimentan, además de que no paró de beber leche para que después ellas me hagan eructar, también tengo que dormir en una cuna de la que ni siquiera puedo salir por mi cuenta, teniendo que gritar a mis niñeras cuando despierto de la siesta para que me dejen salir. Entre todas esas cosas degradante, mi único "entretenimiento" es ver caricaturas educativas para aprender los colores y las letras, escuchar los cuentos que leen las niñeras o utilizar los juguetes infantiles que hay en mi habitación.
-Maldición. Lo peor es que ni siquiera son juguetes entretenidos... son juguetes para bebé... solo puedo jugar con cubos, sonajas y esas cosa donde pones círculos de diferentes tamaños uno encima del otro. Que tengo 19 años, no año y medio como para usar estas cosas-
    Al darme cuenta de lo que hacía y que mis quejas se estaban elevando, sin dudarlo me tape la boca, porque no tenía permitido hablar o actuar conforme a mi edad de fuera de la guardería, mientras estuviera en este lugar yo era una bebé sin importar mi verdadera edad, y tenía que actuar tal como lo haría una niña pequeña. Si una de las niñeras descubre que rompo las reglas me van a dejar en el rincón toda la tarde y sin mis juguetes, que por mediocres que sean, son lo mejor que tengo en está situación.
    Esas mujeres van en serio con obligarme a ser una bebé, me hablan como si fuera una niña pequeña todo el tiempo, me alimentan, me cuidan, me bañan, me visten y me cambian, ellas hacen de todo. Entiendo que es su trabajo, pero no deja de parecerme sorprendente lo comprometidas que están con su labor, seguro que lo disfrutan hasta cierto punto, en especial cuando intento negarme y me dicen que van a acusarme con mi papá, algo que odio reconocer, logra calmarme muchas veces para aceptar otro tipo de castigo sin papá involucrado.
-Es su trabajo después de todo y seguramente ya han tenido que lidiar con “bebitas” como yo-
    Arroje mi sonaja por la vergüenza al yo misma llamarme su bebita, pero es que ellas me tratan así, y yo poco a poco me estoy acostumbrando más a la situación y reglas de este lugar. Solo espero no acostumbrarme demasiado a toda esta locura después de todo este tiempo como para querer volver a visitar este lugar, o peor aún, que papá tenga como hábito dejarme en este lugar cada que se vaya de viaje.
    Odio decirlo pero tendré que ser una buena bebita dentro de este sitio,  y ser especialmente buena con papá para que no vuelva a traerme a este sitio y que me convierta en una cliente frecuente de la guardería.
-En definitiva no quiero volverme una niña más de la guardería-
    Suspiré al decir esas palabras, pensando en que me tenía que esforzar para soportar todo un mes en este lugar, y me tendría que esforzar aún más para no meterme en problemas, y como consecuencia, papá me haga venir de nueva cuenta a la guardería.
    De cualquier forma, la niñera no tarda en venir por mí para jugar, darme de almorzar y meterme a bañar, así que seguiré pensando en como sobrevivir a este lugar sin sucumbir por completo a todo lo que me pueda pasar.
Créditos a quien correspondan.

lunes, 5 de mayo de 2025

¡Mamá no deja de molestar!: La presidenta escolar

-¡Presi! ¡Casi mata a Maya del susto!-
    Y no solo a Maya, también a mi me asustó bastante. Puede que haya sido error nuestro de estar tan concentrados en la lectura de cartas que no escuchamos el momento en que ella se acercó, pero eso no quita importancia al hecho de que la presidenta escolar llegó como un fantasma a regañarnos por lo que estábamos haciendo en el salón del club. Por un momento hasta me sentí culpable, olvidando que al final del día, leer las cartas sería una actividad diaria en este club.
-Si no gustas llamarme por mi nombre, al menos dime presidenta como es debido, señorita Maya-
-Sipi, presidenta. Maya lo siente mucho-
    Mi amiga se disculpó y agachó la cabeza mientras la presidenta del consejo estudiantil se abría paso entre todas las cajas de cosas que tenemos que sacar y las cosas con las que aún tenemos que decorar el aula.
-Además, siguen sin responder mi pregunta, ¿Qué estaban haciendo que era más importante que limpiar el salón?-
-Bueno, presi-
-Presidenta-
-Presidenta... solo nos tomábamos un descanso, Maya seguirá limpiando un rato más, Maya le promete que todo estará en orden lo antes posible-
    La presidenta recorrió el aula con su mirada y pasó sus dedos de forma discreta por varias de las cajas de cartón, notando como sus dedos quedaban con algo de polvo que limpió con su pañuelo.
-Espero que así sea, Maya. Te recuerdo que estoy haciendo una excepción contigo y tu club. Lo primero que debes hacer es poner en orden este lugar, después podrás concentrarte en reunir miembros para tu club. Seré lo más flexible que pueda para no presionarte con el papeleo y las fechas, pero tú también debes cumplir con nuestro acuerdo-
    La presidenta se cruzó de brazos, recordando a Maya algo que parecía ya habían hablado ellas con respecto al club y que dicho sea de paso, yo ni siquiera estaba enterado.
-Por esos motivos, estaré viniendo los próximos días a supervisar y ayudar en la limpieza. Todas las cajas que no sean suyas, pueden dejarlas afuera junto a la puerta, en cuanto tenga tiempo las moveré a otro salón-
-¡Muchas gracias, presidenta! Maya agradece mucho todo lo que usted esta haciendo por ayudar-
    Entonces ella es nuestra presidenta escolar.
    A decir verdad los rumores que había escuchado sobre ella se alejan bastante de la realidad, o mejor dicho, no eran exactamente como yo pensaba.
    Se supone que la presidenta escolar es alguien implacable, alguien de temer y con quien nunca te quieres cruzar para evitar problemas, las chicas malas suelen evitarla a como de lugar y es peor aún con los matones que tiemblan y maldicen de solo oír su nombre.
    No solo tiene una disciplina asombrosa, su historial es intachable, es de las mejores alumnas de la escuela, y aunque nunca es su elección, tampoco es buena idea usar la violencia contra ella, ya que es una experta en judo y tiro con arco. Recuerdo un rumor donde una chica de último año intentó chantajear a la presidenta cuando ella era una alumna de nuevo ingreso, y cuando no lo consiguió intentó convencer a golpes a la presidenta. Por desgracia para la de último año, la presidenta recién elegida en su cargo, la derribó en un segundo y la sometió con una llave de artes marciales hasta el punto que la matona prometió ponerse a estudiar y no meterse en más problemas a cambio de que la dejará ir, cosa que la presidenta aceptó y no dejó tranquila a la matona hasta el día de su graduación para que cumpliera con su promesa.
    Al pensar en toda esa reputación que la precede, no pude evitar sentir un poco de lástima e imaginar que hubiera pasado si conocía a la presidenta antes, y si ella hubiera sido capaz de lidiar con mi bully, o por lo menos ayudarme. Para mi mala suerte, el semestre anterior cuando ingrese a la escuela, ella estaba de intercambio escolar, y ahora que ella está de vuelta, el bully ha dejado la escuela... aunque no ha dejado mi vida tranquila precisamente.
-¿Qué hay de ti? ¿Cómo te llamas? ¿No piensas ayudar con la limpieza? Si estas aquí, me gustaría pensar que eres un miembro del club o cuando menos alguien interesado en unirse al mismo-
    Oír que la presidenta me hablaba me devolvió a la realidad, yo me había perdido tanto en mis pensamientos que de nueva cuenta no me percaté de cuando ella se acercó a mi y con su fría y distante voz me preguntaba mi nombre y mis motivos para estar aquí.
-¡Él es mi compañero, presidenta! También forma parte del club, es el vice presidente de Maya-
-¿Vice presidente?-
-¡Sipi! Él es el segundo al mando en el club- 
    Aunque la respuesta de Maya fue amable y rápida, la mirada de la presidenta seguía sobre de mi.
-¿Es eso cierto, compañero? No quiero que Maya responda por ti está ocasión-
-S-sí, presidenta. Maya le dice la verdad, estoy interesado en el club y soy o seré el vice presidente del club... No estoy seguro de como va el trámite entre Maya y usted para hacer oficial mi ingreso al club, pero he estado ayudando con la limpieza también-
     Después de mi respuesta, pude percatarme de como la mirada distante y desinteresada de la presidenta se convertía en algo más. A decir verdad creo que solo me pude dar cuenta por la cercanía física entre los dos, porque por un instante pude percatarme de como su mirada se centraba en mi, con una repentina determinación, por un momento me sentí marcado como un objetivo o como si hubiera roto alguna regla que me valiera algún castigo. Y de la misma manera en que esa mirada cambio, la presidenta desvió la vista y volvió a dedicarme su mirada fría y ajena a los problemas que he visto desde que entró a la habitación.
-Entonces, tú eres su verdugo-
    Al escuchar esas palabras, ahora era yo quien no podía ocultar una reacción de sorpresa, y sobretodo confusión, puesto que de entre todas las cosas que podía pensar, no estaba en mi cabeza que la presidenta escolar fuera a llamarme de esa manera.
-¿Disculpe, presidenta?-
    La presidenta desvió la mirada, negó con la cabeza y después retomó la conversación sin quitarme la mirada de encima.
-Solo para confirmar, ¿No eres tú el estudiante víctima de un matón que fue expulsado este semestre?-
    Parecía que a la presidenta no le gustaba perder tiempo, y en apenas unas semanas de regresar a la escuela, ya se estaba poniendo al corriente de la situación. No solo por ayudar a Maya, una de las varias estudiantes nuevas, también al estar enterada de los problemas que tuve con mi bully personal hasta hace poco.
-Así es, presidenta. Yo era la víctima de él-
    Para ser sincero, hoy día sigo siendo la víctima de ese terrible matón, pero las circunstancias son tan raras que mejor omitir ese detalle, respondiendo solo lo necesario a la presidenta y contándole que fui víctima de bullying durante todo mi primer semestre en la escuela.
    Tan pronto como de mi salieron esas palabras, la respuesta de la presidenta fue inmediata, agachando la cabeza para hacer una reverencia ante mi y dar unas palabras.
-Joven Liare, te extiendo mi más sinceras disculpa, compañero. Lamento mucho que la escuela te haya fallado en un momento de necesidad. Se supone que los maestros, director e incluso yo, debemos salvaguardar la integridad física y mental de los estudiantes, y hemos fallado en esa tarea al no poder protegerte de ese chico problema-
    Sin darme tiempo de procesar su disculpa, la presidenta terminó con su reverencia y siguió hablando algo tan ordenado y detallado, que hasta me hacía pensar que su disculpa la había ensayado.
-El hubiera no existe, pero si nosotros hubiéramos hecho bien nuestro trabajo, tú no tendrías que haber pasado por tantas humillaciones en tu vida escolar. Nuestro trabajo fue tan mediocre, que un joven patético y humillado en la escuela tuvo que humillarse aún más al hacer que su madre resolviera su problema por él-
    ¿Perdón? ¿La presidenta escolar en verdad dijo eso? ¿Ella considera humillante y patético lo que hice? Quiero decir, ni yo mismo me siento tan orgulloso de lo que hice al involucrar a mamá en mis problemas, pero que la presidenta escolar reconociera ese acto como humillante me hace sentir un poco mal incluso si ella se está disculpando por todo lo sucedido. A pesar de ser una disculpa, me siento bastante ofendido por la forma en que ella se disculpó.
-N-no se preocupe, presidenta... N-no fue tan malo...-
-Yo diría que sí, he regañado a más de un estudiante que se burlan de ti por lo acontecido-
    No estoy seguro de si quiere ser cruel a propósito o si ella es tan franca que dice todo sin ningún filtro, incluso si lastima a otros, pero mi intento de restarle importancia al asunto solo me hizo enterarme de que sigo teniendo una mala reputación por el tiempo en que fui víctima de ese matón con quien ahora vivo.
-D-de cualquier modo, usted no tiene que disculparse, usted-
-Por supuesto que tengo que disculparme. Yo soy la presidenta escolar, también debo cuidar de mis compañeros estudiantes. Naturalmente, eso te incluye a ti-
-Gracias, pero usted estaba de intercambio, presidenta. Y a los profesores no parecía importarles, evitaban a toda costa la situación. No había manera-
-Debe de haberla, siempre hay una manera-
    Interrumpió la presidenta.
-Yo soy la presidenta escolar, tengo que cuidar de los alumnos. Y si los docente no están dispuestos a asumir esa responsabilidad, yo lo haré.  Acepte este cargo para intentar hacer de la escuela un lugar mejor, no obstante, todavía tengo mucho trabajo que hacer y al haberme ausentado he fallado a mi deber-
    La presidenta me dejó sin palabras, hasta para mi era claro que ella se sentía algo responsable de lo que me pasó. No solo de lo que me pasó a mi, parece una chica muy dedicada a su labor, y a pesar de los rumores que la rodean, creo que es una buena persona con una fuerte determinación que utiliza para ayudar a quienes lo necesitan. Seguro que ella me hubiera ayudado cuando lo necesitaba. No obstante, tal como ella dice, el hubiera no existe.
-Odio decir que baje la guardia con ese chico. Cuando tomé el cargo de presidenta escolar, trabaje arduamente para reducir el acoso y problemas escolares, bastó con derribar a algunos de los mayores buscapleitos y principales problemas para que las cosas mejorarán en la escuela. Sin embargo, el alumno que te molestaba a ti era bastante escurridizo, apenas y nos cruzamos en un año. Por esa razón, asumí que mejoraría su conducta o que al menos no se metería en más problemas como el resto de estudiantes. Sobra decir que me equivoque, y en cuanto él tuvo la oportunidad gracias a mi ausencia, volvió a sus malos hábitos-
    Ya veo, la presidenta parece bastante ocupada con todo lo que intenta resolver, y entre todos esos problemas con los que trabaja, no pasó desapercibido el peor bully de la escuela, quien supongo supo ser un poco inteligente, ya que se libró de la presidenta escolar durante mucho tiempo.
-Lamento haber hablado tanto, joven compañero. Solo no podía fingir que no hubo un problema con usted, y aunque no pude resolverlo. Lo menos que puedo hacer es disculparme con usted como es debido, y prometer que le debo un favor-
-¿Un favor?-
-Así es, eso es lo menos que puedo hacer por usted. Considérelo una compensación por no estar presente cuando lo necesitaba. No romperé las reglas de la escuela, sin embargo, si necesita ayuda con algo, puede hablar conmigo y me encargaré personalmente de resolverlo-
    Que raro, su mirada seguía siendo fría y distante, por sus ojos negros se veía sombría o que mirabas al vacío. Sin embargo, esos ojos negros y esa voz estaban llenos de determinación, supongo que era su fuerte sentido del debe, una pequeña manera en la que la presidenta trataba de hacer justicia, o lo que ella consideraba justo. Es extraña, muy extraña, la presidenta también es muy peculiar a su manera, pero me alegra que todos esos rumores que había escuchado sobre ella solo sean la primera impresión que deja, puesto que con intercambiar palabras un rato con la presidenta, siento que tengo frente a mi a una persona muy tranquila y capaz, dispuesta a ayudar a quien lo necesite de la forma que ella mejo crea. Parece una heroína, o quizás una antiheroína, con sus propias reglas, justicia y sentido del deber que cumplirá cada que pueda y a su manera.
-¿Dije algo malo? ¿Qué le hace tanta gracia, compañero?-
    Tuve que negar con la cabeza y disculparme, pues las ideas de tener a alguien raro y genial frente a mi me hicieron sonreír, pero que estoy seguro de que si digo lo que pienso de la presidenta me meteré en problemas.
-No, no es nada, presidenta. Solo una pregunta, ¿Puedo usar mi favor ahora?-
    La presidenta se cruzó de brazos al asentir.
-¿Efecto inmediato? Yo no tengo problema, ¿En que le puedo ayudar?-
    Una pequeña sonrisa llena de satisfacción apareció en mi rostro al cobrar mi favor de una manera sencilla, pensando que así podría hacer sentir mejor a la presidenta y de paso conocer algo muy importante de ella.
-Parece que usted ya conoce mi nombre, así que me preguntaba ¿Puede decirme su nombre?-
    Creo que hasta el momento en que lo dije, la presidenta olvidó presentarse, ¿O acaso está tan acostumbrada a llamarse presidenta que lo pasó por alto? Sea como sea, esa era mi petición, un inocente favor que quizás me ayudaría a quedar bien delante de ella.
-¿Seguro que quieres eso como favor?-
-Sí, seguro-
    La presidenta suspiró, y lo que hasta ese momento me parecía una idea genial, ahora me hacía sentir algo tanto, y que quizás fui muy arrogante delante de ella. Intenté averiguar un poco más sobre que pensaba, pero más allá de su suspiró, su expresión ajena a los problemas apenas cambiaba.
-Esta bien, con esto quedamos a mano, joven estudiante. Yo soy Emma J. Wright, presidenta del consejo estudiantil, estudiante de segundo año y miembro del club de tiro con arco y del club de judo. Siempre que necesites ayuda, puedes acudir a mi. Y si ves que alguien rompe las reglas de la escuela, estaré agradecida de que me lo hagas saber-
    Entonces ese es el nombre de nuestra presidenta, misma que me extiende la mano en un saludo formal que torpemente correspondí intentando que ella no notará el temblor en mi mano.
-Disculpa mis malos modales al no presentarme antes. No todos me llaman por mi nombre, por lo regular prefieren llamarme presidenta o sus derivados. Puedes llamarme presidenta o Emma si te parece bien-
-Lo tendré en mente, presidenta Emma. Usted puede-
-Tampoco hace falta que seas tan formal conmigo, solo soy un año mayor. Si lo deseas, podremos hablar en otro momento, por ahora aún tengo asuntos que atender-
    Antes de que yo pudiera decirle a la presidenta como podía llamarme, ella cortó la conversación, revisando la hora en su reloj de bolsillo y dando vuelta para irse por donde llegó.
-Como dije, más tarde vendré por las cajas que no son de su club, ustedes dos dejen de jugar y concéntrense en limpiar-
    Al unísono, Maya y yo le dimos la razón a la presidenta que disculpándose por su salida, se despidió de nosotros dos, y con ello, la presión en el aire se disipó.
    No era como esperaba pero me daba gusto conocer por fin a la presidenta escolar, sintiéndome agradecido por el apoyo que mostró hacía mis problemas de acoso, al igual que la ayuda que dio a Maya para empezar su club... ¡Lo olvidé por completo! No le agradecí como es debido por ayudar a Maya, así que la próxima vez que encuentre a la presidenta, sí o sí, le daré las gracias por cuidar de mi primer amiga en la escuela.
-Disculpa, compañero. ¿Maya puede hacer una pregunta?-
    Mi querida amiga que había estado en silencio como pocas veces, una vez que la presidenta se alejó, volvió a hablar conmigo. Pensé que seguiríamos con lo del tarot, y aunque sí tenía que ver el tema, no era como lo imaginaba.
-¿Es sobre tu predicción?-
-No del todo, más bien Maya quería preguntar ¿Crees que usar tu favor con esa pregunta fue lo mejor?-
    Ante la pregunta de Maya no pude evitar darle una pequeña sonrisa y asentir con confianza.
-Por supuesto, Maya. Creo que hice lo correcto. La presidenta parecía culpable por no haberme ayudado antes, así que pensé que usar ese favor en algo sencillo la haría sentir mejor-
    Mi amiga escuchó con atención mi resolución, cerró los ojos un momento y preguntó algo más, tratando de ocultar una expresión que no podía llamar de otra forma más que un puchero algo infantil.
-Maya lamenta ser tan directa, compañero. Pero en definitiva te mereces la carta del colgado-
    La fuerte declaración de mi amiga desmoronó mi confianza, haciéndome sentir peor con su explicación.
-Maya tiene que darte la razón, compañero. Usar tu favor con la presidenta la hizo sentir mejor, Maya puede verlo. Por otra parte, Maya pregunta ¿No crees que pudiste usar ese favor de la presidenta para resolver tu problema?-
    Supongo que Maya entendió de inmediato que no seguía por completo sus pensamientos, algo que solo la hizo suspirar.
-Maya promete que no está molesta con su compañero, pero ¿Estabas poniendo atención a lo que hablamos? El colgado habla de la auto destrucción, tomar malas decisiones también es una forma de auto destrucción, compañero. Además, Maya te habló del proceso, ¡Proceso! Y que saltarse el proceso hace que te pierdas en el camino... Maya piensa que acabas de desperdiciar una gran oportunidad de mejorar porque los detalles son importantes, y dejaste ir como si nada un detalle enorme-
    A pesar de que se notaba la preocupación por mi y que Maya quería ayudarme, no pude evitar sentirme como un niño sermoneado por actuar antes de pensar, y creo que ahora que Maya lo menciona justo eso fue lo que hice con la presidenta.
-Por poner un ejemplo, ¿No crees que pudiste preguntar a Maya el nombre de la presidenta? También pudiste preguntarlo sin poner tu favor de por medio. Hiciste un sacrificio en lugar de un esfuerzo, compañero, y esa clase de decisiones harán que llegues al lado más negativo de la predicción de Maya-
    Dicho de esa manera, me sentía como un idiota, puesto que algo muy importante lo había gastado sin dudarlo. Ahora que lo pienso, hasta la presidenta parecía algo sorprendida de mi rápida decisión, por eso su cara de decepción, y que leal a su palabra, respeto mi elección aún sabiendo que yo perdía más de lo que ganaba.
-Se más astuto, compañero. Los grandes problemas requieren grandes soluciones, Maya espera que este error te quede de lección-
    Supongo que yo no lo llamaría error, o no del todo. Quiero decir, hasta hace un momento yo estaba muy contento con mi decisión, en definitiva creía que hacía lo correcto, pero con solo unas pocas palabras de Maya mi confianza se había desbaratado y podía darme cuenta de lo tonto que había sido con mi decisión.
-Una vez más, Maya lamenta ser tan directa contigo, compañero. Maya en verdad desea ayudar, y para ayudar, Maya debe decir toda la verdad. Maya no podía dejar pasar esa decisión tuya, compañero. Para Maya, eso fue un error, pero si para ti es algo diferente, el futuro se pondrá de tu lado-
    Después del sermón, pensé que sería todo y que ya podría irme a casa. Sin embargo, Maya todavía no había terminado.
-Maya sabe que ya te tienes que ir, así que Maya dirá una última cosa rápida como prometió. Maya te recuerda que la lectura de cartas es una vista a tu futuro, no a tu destino. Eso significa que es tu decisión, tú tienes la última palabra, y a pesar de que Maya puede ver el futuro, tú serás el encargado de decidir cual será tu futuro, si uno lleno de desesperación o un futuro lleno de esperanza. Las cartas no se equivocan, compañero, pero las cartas no tienen la última palabra, esa la tienes tú, y Maya estará contenta de ayudarte con tu futuro tanto como pueda-
    Entonces eso era lo último que Maya quería añadir a su predicción, nada está escrito todavía, y dependerá de mis decisiones la clase de futuro que me aguarde en la vida, o para ser más preciso, en mi problema para recuperar a mamá. Supongo que eso son buenas noticias, si me esfuerzo de verdad puedo recuperar a mamá y tener un futuro esperanzador, pero si sigo tomando malas decisiones como acabo de hacer ahora, no me sorprendería tener un futuro pésimo y sin esperanza donde nunca pueda recuperar a mamá y me quede atrapado con mu bully para siempre. Ambas cosas puedan pasar, de mi dependerá cual prevalecerá.

sábado, 26 de abril de 2025

Deber de la realeza

    Hace mucho tiempo, tanto que ya ni lo puedo recordar, yo era un fiero caballero, de los mejores de mi reino si me permiten decir, y nadie tuvo la fortuna de poder derrotarme, siendo eso uno de los varios motivos por el cual se me asignaban las misiones más peligrosas, quedando como el héroe que el reino entero adoraba tras regresar victorioso en cada ocasión, acompañado de botines y trofeos que reflejaban mi éxito abrumador.
    Sin embargo, mi última misión como caballero era muy ambigua, hablaba de salvar un reino perdido al conseguir una reina, siendo lo más seguro que la suya había sido capturada por algún monstruo y necesitaba ser rescatada, motivo suficiente por el cual acepte la misión, dirigiéndome al lejano reino para regresarles a su reina.
    Una vez en el reino perdido entre al castillo, donde solo había mayordomos por alguna razón, dirigiéndome al jefe de todos estos para saber más detalles de la misión sobre su recuperar a la mujer de la realeza.
    Joseph, el líder de los empleados, me dijo que el rey y la reina se habían embarcado en un viaje diplomático para ir a otro reino y que desafortunadamente a mitad del viaje, su barco náufrago y daban por hecho que nunca regresarían a su hogar.
    Un reino no puede existir sin rey, ni mucho menos puede existir sin reina, por lo que era esencial conseguir alguien que tomará su lugar a la brevedad. Por suerte para ellos había llegado yo, un valiente y noble caballero dispuesto a asumir dicha labor.
    Estaba bastante confundido por la situación, y una vez que la entendí, lo único que tenía claro es que no quería hacerlo, no estaba dispuesto a abandonar mi vida como caballero para estar en un trono todo el tiempo, pero a pesar de mis protestas, los sirvientes fueron capaces de persuadirme y hacerme ver que la situación no era tan malo como yo lo imaginaba y que todo lo que tenía que hacer era tomar una pequeña pócima para volverme de la realeza.
    Sin más opciones, acepte tomar la pócima que los mayordomos me dieron, y de inmediato me hizo caer dormido, despertando después de horas sintiéndome en una pesadilla; llevaba puesto un vestido rosa con blanco y lleno de volantes, también tenía grandes pechos que se veían por lo escotado que se encontraba mi vestido, tacones que apenas podía soportar sin caerme y una gran cabellera castaña la cual portaba una pequeña tiara con gemas que había pasado de generación por generación entre las reinas de este lugar.
    Yo estaba aterrorizado y grité al mirarme como una mujer, haciendo que unas sirvientas llegarán para hablarme y tratar de consolarme, me dijeron que desde ahora yo vivía ahí y era su reina por lo que todas estaban a mí servicio y todo el reino ahora era mío.
    Les exigía volverme a la normalidad, que podía ser su rey y no su reina pero todas me dijeron que la labor de la reina era mucho más importante y que harían todo lo posible para ayudarme con mi nueva vida.
    Lo primero que hicieron las sirvientas, fue guiarme hasta el cuarto de la reina donde me ayudaron a quitarme el vestido mientras me explicaban un montón de cosas: necesidades del pueblo, economía, agricultura, relaciones con otros reinos y el que ahora es mío, brevemente me explicaron de todo menos el porque tenía que ser mujer, dejándome a solas en mi cuarto para poder descubrir el motivo por el cual cambiaron mi género.
    Vi mi nuevo cuerpo, llevaba una diminuta camisa y una tanga blanca acompañada de encajes de oro. Un calor me invadió mientras me veía al espejo, mis manos llegaron hasta mis pechos que de inmediato hicieron poner duros a mis pezones. Jugué un poco con ellos frente al espejo hasta tener los ánimos de llevar la mano más abajo y casi caer de rodillas por el placer de tocar mi nueva parte femenina.
    Tuve que llegar a la cama para explorarme más a fondo por horas hasta que, como si se tratará de una profecía, lo entendí.
-El trabajo de una reina es mucho más importante, después de todo ella satisface al rey, lo hace feliz y le da muchos hijos para continuar con su linaje en el reino, ese es el deber de una mujer de la realeza...-
     Me dije a mi misma al tener en claro porque me había convertido en una mujer, mirando aquel destino con un poco más de emoción de la que esperaba.
-Esto no es tan malo después de todo. Todavía no quiero tener un hombre dentro de mi. Sin embargo, seré una buena reina cuanto sea necesario, al menos hasta que algún hombre pueda dominarme. Claro, si alguien espera estar dentro de mi para tener sus hijos, debe ser alguien digno de liderar a mi pueblo y hacerme feliz a mi, ¿Será posible encontrar un caballero así?-
    Apenas era mi primer día como mujer pero ya tenía claro mi objetivo como reina: vivir llena de lujos y cuidados para dar la mejor descendencia al ansiado príncipe azul que se volvería mi rey.
    Debo admitir que aún no quisiera embarazarme, tener un bebé de cualquier hombre sería muy raro y aunque en algún momento llegará alguien con quien comparta mi reino, por ahora la reina está bien por su cuenta para cumplir con su deber real.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 24 de abril de 2025

Cinthia

-Cinthia, date prisa-
    Grité desde la cocina terminando de preparar un montón de deliciosa comida.
-¿Es en serio? ¿Tengo que usar esto?-
-Por supuesto, tú misma lo prometiste-
    Escuché un gruñido como queja habitual de ella para luego oír pasos y finalmente ver cómo se paraba con los brazos cruzados bajo el marco de la puerta.
-Esto es ridículo, ¿Ya estás contento ahora? ¿Ya puedo quitarme esto?-
    Decía refiriéndose al atuendo que elegí para ella y que se tenía que poner por una buena temporada: unas calcetas de franjas moradas con blanco hasta la mitad de sus bien dotados muslos, dejándome disfrutar de una buena parte de sus muslos desnudos hasta llegar a la cintura donde tenía los broches de su pañal morado y que había elegido a propósito más pequeño pero quedando encantado con el resultado, finalmente tenía una blusa rosada sin mangas donde podían verse sus pezones, así como no tenía permiso de usar bragas tampoco le había dado permiso de tener un sostén, su cara además de tener una expresión molesta no tenía ningún maquillaje y arregló su cabello en un par de coletas que me encantan, aún más con esa expresión tan molesta en su cara debido a su adorable atuendo.
    No había duda alguna en que ella estaba muy molesta pero así como ella estaba de peor genio que nunca, yo estaba contento como pocas ocasiones, pues de cierta forma mi fantasía se cumplió.
    Desde hace algún tiempo pensaba en tener un bebé, me gustaba la idea y se la comenté a mi pareja Cinthia quién rápidamente dijo que ella no se veía teniendo niños todavía, o incluso nunca. Fue decepcionante para mí oír esa noticia, pero decidí no insistir y pensar que con el tiempo su pensamiento cambiaría.
    Meses después pregunté una o dos veces más esperando algún indicio de cambio de opinión por parte de mi novia, cosa de la que se burló diciendo que sería más fácil ella ser mi bebé antes que ella me diera un bebé. 
    Okey, puede que todo fuera mi culpa por insistir de esa forma pero tampoco era necesario que ella se burlara tanto de mi deseo, así que decidí presionarla; le hice prometer que lo hiciera, que fuera mi bebé por unos días y que si lo aguantaba, nunca jamás volveríamos a tocar el tema, algo que sin creer mucho de mí aceptó, supongo que nunca imaginó que lo hiciera realmente.
    Pero este fin de semana se haría realidad, un día antes le advertí de que la haría cumplir con su promesa y ella burlonamente lo aceptó una vez más pensando que yo solo estaba exagerando. Sin embargo, hoy es cuando mi novia despierta en nuestra cama y todo lo que encuentra para poder usar es esa ropa infantil que elegí para ella, se estuvo quejando y diciendo que era algo extremo pero después de pelear un rato y recordarle que lo prometió, parece que finalmente cumplirá con lo que dijo.
-No, tienes que usar esos atuendos durante lo que queda del fin de semana, si no lo haces no volverás a ver tu armario como lo conocías-
-Es increíble que me hagas esto A-
-Nada de llamarme por mi nombre, me tienes que decir papá o cosas por el estilo-
-¿Bromeas? No esperes que haga eso-
-Bueno, no esperes que te dé de comer, eres horrible en la cocina y no creo que puedas sobrevivir tú sola todo este tiempo. Para comer, tú siempre has dependido de mi tal como una bebé-
    Parecía que poco a poco dominaba la situación y sin importar la mala cara que me ponía mi bebé, estaba aceptando todo lo que yo le decía, todo lo que me había prometido.
-Okey, entonces "papá", ya estoy vestida, ¿Ya puedes darme algo de comer?-
-Por supuesto pequeña, ven-
    Sin preguntarle algo, la tomé en mis brazos dando un par de palmadas en su trasero mullido por el pañal, besando su cuello para distraerla y que no pudiera liberarse.
    Vi su rostro enrojecer por la vergüenza, y todo el enojo que tenía se había vuelto en una expresión sumisa por mis caricias que al final solo eran un señuelo y que cuando notó, ya era demasiado tarde.
-Espera, ¿Cuando conseguiste esta cosa? Es una silla de bebé enorme y no puedo salir sola, no me digas que-
-No te preocupes, hermosa, ya conseguí todo para que la pases bien en tu fin se semana en pañales pero por ahora no te concentres en tus juguetes o en lo que se aproxima, mejor disfruta de la comida, di "ah"-
    Al ver que no la sacaría de su nueva silla y mesita para comer, Cinthia obedeció lo que pedí, momento que aproveché para darle un gran bocado de puré de manzana, algo que se comió pero le sorprendió.
-¿Por qué me diste eso? Yo no quería puré, dame de lo que cocinaste-
-No. Las bebés comen puré con laxante, lo que yo voy a comer es para niños grandes-
-No,yo quiero comer...¿Dijiste laxante?-
    Le mostré la botella de laxante vacía que había usado para mostrarle que era verdad y seguir con mi plan.
-No te preocupes, bebé. Tienes tu pañal puesto en caso de accidentes y siempre que me avises puedo llevarte al baño si eres una niña buena. Dime, ¿Eres niña buena?-
    Pregunté acercando otra cucharada de puré, el cual mi niña comió a regañadientes diciendo.
-Yo soy una niña buena-
-Así me gusta, ahora hay que seguir comiendo para que tengas energías y una hermosa sonrisa en este fin de semana que tenemos por delante. Te aseguro te vas a divertir-
    Con eso dicho y con Cinthia no muy convencida, siguió comiendo su puré mientras pensaba lo siguiente que haríamos en nuestro fin de semana y tomaba unas fotos de mi bebé que guardaría para siempre.
Créditos a quien correspondan.

sábado, 19 de abril de 2025

Mi problema

    Ah, ya no tiene caso que intente negarlo, no puedo negarlo, ni ocultarlo, ni evitarlo, me he vuelto una pobre y dependiente adicta que no puede pasar ni un miserable día sin la enorme hombría negra de su amo.
    ¿Cuánto tiempo ha pasado? Ya ni siquiera lo recuerdo pero no debieron haber pasado más de 2 o 3 meses, así que me rendí mucho más rápido de lo que yo mismo esperaba.
    Antes de ser una esclava, yo era un tipo que disfrutaba de las mujeres blancas, no es que fuera racista o quisquilloso con el tema, pero era un hecho que las mujeres "distintas" eran inferiores, ni siquiera podían ser atractivas para mi ni mucho menos ser dignas de dirigirme la palabra, así que nunca me acostaba con ninguna de esas cosas por mucho que me desearan.
    Los problemas comenzaron cuando me acosté con una chica que ya tenía un novio "distinto" e inferior a mí. De alguna forma el tipo se entero de que su novia lo engañaba y me encontró junto a ella; intercambiamos unas palabras poco amistosas, él estaba furioso por lo que hizo su novia y yo estaba de un humor peor porque él nos interrumpió, y en un intento de solucionar pronto el problema trate de golpearlo para que se largará y me dejará continuar trabajando a su ex chica.
    Sin embargo, eso no funcionó y quien terminó siendo golpeado hasta perder la conciencia fui yo, algo especialmente triste y patético para mi por el tipo de persona contra la que perdí.
    Cuando me desperté todo era tan diferente, después de meses todavía no entiendo lo que pasó en aquel momento, pero desde que desperté nunca volví a ver a esa chica con la que cogía y tampoco volví a verme como un hombre superior. Desde ese día me había convertido en una chica rubia de pequeños pechos y baja estatura con una piel blanca, era justo mi tipo ideal y se parecía un montón a la novia del perdedor a quien se la quite, una verdadera lástima que esa hermosura de mujer fuera yo.
    Lo que también era una lástima era estar atrapada con ese sujeto. Nunca quiso darme los detalles de que sucedió tras dejarme inconsciente ni de que le ocurrió a su novia ni de como yo acabe siendo una chica pero desde entonces me mantuvo en su casa donde se vengo por lo que hice con su ex chica usando mi nuevo cuerpo para igualar las cosas.
    Ahora que era una chica, por culpa de ese tipo, no era muy alta ni tampoco muy fuerte, tenía que andar desnuda o usar la ropa de su ex novia por no mencionar que tenía que complacerlo cada que él lo dijera o me metía en problemas, mismos problemas que pasaban mucho más seguido de lo que me gustaría reconocer.
    En sus palabras era el mejor castigo para mí, ya que yo siempre "insultaba" a las "personas de color", pensó que el mejor castigo que me podía dar era volverme una pequeña y frágil mujer blanca que dedique el resto de su vida a satisfacer a un hombre "de color" que sería claramente superior a ella.
    En cuanto dijo su plan yo lo mande diablo, nunca en mi vida como hombre ni como mujer, se la chuparía a otro hombre, mucho menos de uno inferior y sucio como él.
    El idiota comenzó a reír diciendo que ya había imaginado una respuesta tan negativa de mi parte y que también tenía un plan para ello. De repente mi cuerpo empezó a sentir mucho calor, mis piernas temblaban y antes de notarlo, ya estaba de rodillas besando su hombría oscura; cuando me di cuenta trate de alejarme pero mi cuerpo no respondía, tarde varios minutos en alejarme sin poder quitarme el dulce....sin poder quitarme el sabor de su verga en mi boca.
    Cuando al fin lo logre y me aleje, me di cuenta que solo era el inicio y que además de volverme una chica, ese hombre también había puesto deseos e ideas en mi cabeza a las que no me podía negar por mucho que lo intentará.
    No podía dejar de pensar en abrazarlo, en besarlo, en ponerme de rodillas y en cuatro para tener sexo con él, que me azotara, que me recordará lo inferior que soy, que me tratará como una esclava para ser feliz en esa posición, una posición a la que dedicaría el resto de mis días.
    Intente huir de su casa pero era inútil, las puertas y ventanas estaba cerradas, no tenía ninguna llave disponible y él definitivamente no me las daría, y a cada intento de encontrar una salida, había un nuevo obstáculo que me recordaba que no había escapatoria de la nueva vida que se me había preparado.
    Así fue como pasé mi primer noche viviendo con él, fue horrible y cada vez se puso peor; los deseos aumentaban día con día, tenía menos ganas de escapar y más de obedecerlo, empezaba a seducirlo con mi cuerpo y hasta tenía sueños húmedos donde finalmente me cogía para sentirme mujer completamente.
    De verdad pensé que podría escapar antes de que fuera demasiado tarde pero no fue así, ni siquiera pude soportar una semana antes de empezar a ser tentado por esos deseos, y para cuando pasaron 5 días de esta humillante forma ya me había rendido, y cuando entre al cuarto de mi amo vistiendo la mas ajustada y sexy lencería que su ex novia tenía, sabía que no había vuelta de hoja.
    En realidad él me había dicho que yo dormiría en su cama con él, pero yo prefería estar en el piso a tener que estar en sus brazos, pero ya no más. Esa noche camine tímidamente usando una tanga y un sostén para tirarme encima de él y suplicar que me cogiera, me disculpe por discriminarlo por su piel y le dije que ya había entendido lo estúpido error: los de su raza no son inferiores, son superiores, y yo como una mujer blanca, tenía que ser su esclava.
    Mi amo pareció sorprendido por mis palabras y después de pensarlo me felicito, dándome un beso y un par de fuertes nalgadas que me hicieron estremecer antes de cogerme hasta el amanecer.
    Desde esa noche todo cambió, se volvió más sencillo para mí vivir mi nueva vida, ya que como una sumisa y blanca esclava, solo tenía que complacer a mi amo cuando él lo deseara.
    Me prohibió usar la ropa, solo puedo andar en lencería para volver más fácil y rápido que tengamos intimidad, toda mi comida tiene que esta bañada en su semilla y debo darle las gracias por ese privilegio, también puedo dormir en sus brazos compartiendo cama, además de tener el privilegio de hacer lo que me pida; desde traerle una cerveza del refrigerador hasta pasar horas sentada en sus piernas y recibiendo sus nalgadas.
    Todo eso y más son cosas maravillosa que mi amo me enseñó, y en realidad solo hay una cosa mala en esta vida, mi problema.
    Al comer, tragar, tener encima y dentro de mi cuerpo su semilla todo el tiempo, mi cuerpo sufre de abstinencia cuando no tenemos intimidad o yo no tengo algo de eso, y esa sensación es lo más horrible que he vivido en mis dos vidas. No puedo pensar, trabajar, seguir órdenes ni hacer nada bien sino he recibido su semilla en un aproximado de 12 horas, poniéndose peor a cada momento que sigo en abstinencia.
    Descubrí esto desde los primeros días tras comenzar a tener intimidad, pero después de tener sexo con mi amo y que me castigará sin hacerlo durante unos días, nunca más volví a molestarlo por la abstinencia que sentía la ausencia de su hombría en mi vida.
    Y sin importarle mi condición y que he estado portándome mejor que nunca, mi amo ha tenido un montón de trabajo y cosas que hacer por lo que no hemos tenido sexo, lo cual no hace más que dificultar mi día a día. La última vez fue la semana pasada, y cuando le pedí que por favor me diera un poco de su semilla, fui duramente regañada al olvidar que era una blanca inferior y que nunca podía darle órdenes a mi amo, algo que nunca más volví a intentar a hacer sin importar lo necesitada que me sentía.
    Pero al fin, al fin, después de 20 largos y horribles días sin la semilla de mi amo, finalmente me ha perdonado y me dio la orden de seducirlo si quería tener algo de él.
    No tuvo que decirlo dos veces y fui a ponerme la lencería blanca que tanto le excitaba, junto a unos tacones y un suave labial para tirarme a sus brazos a seducirlo con éxito.
    Finalmente me dio una nalgada y su aprobación, salivando con ambas bocas al ver como mi amo sacaba su enorme compañero que tanto adoro, en especial después de semanas sin haber estado con el.
    Ese pedazo de carne me hizo recordar porque me esfuerzo tanto y como desde que me volví una adicta mujer blanca, mi vida se volvió lo mejor.
    No puedo soportarlo más, de tan solo ver su hombría ya me estoy volviendo loca y no quiero ni imaginar cuando la ponga dentro de mi, espero poder recibirla toda sin desmayarme para compensar la ausencia que había hecho en mi vida.
    Me encantaría seguir pensando en lo maravillosa que es mi vida desde que me volví una esclava blanca de su hombría superior pero no puedo hacerlo, todo lo que puedo hacer ahora es en ser usada por mi amo para satisfacerlo a él con placer y satisfacer también mi pequeña adicción, mi pequeño problema del que no me quiero separar jamás.
    No tengo duda, basta con mirarlo para estar segura, desde que me volví una chica, esta noche será la mejor.
Créditos a quien correspondan.

viernes, 18 de abril de 2025

Lo de todas las noches

    Todas las noches cuando mi novia se va a la cama para descansar, estoy bastante seguro de que no lo hace, ya que yo tomo el control de su cuerpo cada noche y me divierto con su ser hasta que me quede satisfecho.
    No tendría que hacer esto si ella no se negara tanto a darme algo de cariño y atención, quiere que todo lo que hagamos sea una vez estemos casados, y aunque ella quiere que eso suceda cuanto antes, yo no estoy tan emocionado por la idea de casarnos, prefiero disfrutar un poco de su compañía antes de estar seguro de quererla como mi esposa.
    Así que decidí divertirme con su cuerpo a expensas de ella para compensar su actitud, usando un hechizo soy capaz de moverme en el plano astral como un espíritu o un alma, la cual se apodera temporalmente del cuerpo de mi novia quien no recuerda nada de lo que sucede cuando está poseída.
    Desde entonces, cada noche desde hace un par de meses, una vez que me da las buenas noches por mensaje o llamada, yo hago los preparativos para poseer su cuerpo, divertirme algunas horas a expensas de ella y regresar a mi cuerpo como si nada hubiera pasado.
    Las cosas no serían así en un comienzo, al principio solo deambulaba por su recamara, revisaba sus cajones, me probaba algo de su ropa más erótica y que ni en fotografías me dejaba mirar, momento que también aproveche para tomar algunas fotografías y mandarlas a mi propio móvil, borrando la evidencia de su propio celular para que ella ni siquiera lo sospechara.
    Sin embargo, comenzaba a aburrirme de esto, ya tenía fotos de todos sus atuendos lindos, sexys o eróticos en varias ocasiones y posiciones, y sin nada nuevo que probarme o algo nuevo que hacer en su cuerpo, quizás dejar de invadir la privacidad de su cuerpo sería lo mejor.
    Y así hubieran sido las cosas de no ser que la última vez que poseí su cuerpo, encontré un cajón falso en su ropero, y en dicho cajón oculto se encontraba el mayor premio de todos, algo que no pude evitar ponerme y comenzar a grabar un video con eso puesto para satisfacerme más tarde cuando regresará a mi cuerpo.
    Parecía una especie de traje de baño de látex o de cuero, con un enorme cierre desde el cuello hasta la entrepierna, dejaba las piernas desnudas, presumía el buen trasero de mi novia y aunque sus pechos resaltaban un montón apretados en el traje, mi parte favorita era bajar el cierre hasta la cintura para ver su abdomen y sus preciosos pechos sacudiéndose como locos después de haber entrado a la fuerza en aquel provocativo atuendo.
    Pensaba que mi pasatiempo de todas las noches con mi chica estaba por terminar al volverse monótono y aburrido pero este atrevido atuendo me devolvió la chispa y emoción que no sentía desde hace semanas, podría hasta compararlo con mi primera vez dentro de su cuerpo, y eso solo me hacía estar más motivado de seguir tomando su cuerpo para divertirme como más me plazca.
    Por ahora solo creo que puedo grabar este video y uno o dos más antes de regresar a mi cuerpo, me tomó algo de tiempo encontrar este sexy atuendo que paso desapercibido para mi por meses pero que ahora encontré y use, tendrá que pasar un buen tiempo en que me aburra de usarlo.
    Ni siquiera he dejado de usarlo y de poseer el cuerpo de mi novia pero muero de ganas por utilizarlo, mañana por la noche no hay duda de que sera una noche divertida que devolverá las noches de emoción a algo que sentía estaba a punto de terminar, una nueva esperanza y emoción que nada podrá superar.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 17 de abril de 2025

El trabajo de mi hermana

-Nunca me escucha, le dije que era una estupidez pero ¿Me escucho? No, nunca lo hace, y ahora estamos metidos en este problema por su culpa-
    Me quejaba en voz alta en la soledad de mi cubículo a la hora de mi descanso, uno que ya no lo necesitaba, puesto que no soportaría mucho más tiempo este estúpido disfraz que mi hermana me hizo poner y que mi cuerpo no pudo aguantar más sin alguna clase de reacción. Solo afloje toda la ropa un poco y deje que mi "hombría" tomará un poco de espacio, porque eso de tenerlo apretado y con las piernas cerradas se estaba volviendo un infierno de soportar.
-Me las pagará cuando vuelva a casa, esa idiota se va arrepentir-
    Amenazaba para reconfortarme aunque sea un poco, puesto que lo único que me mantenía a flote en estos momentos, era el profundo deseo de arrancarle la cabeza a mi hermana por todo este día tan horrible por el cual me está haciendo pasar.
    A esa idiota le pareció muy divertido irse de fiesta con gente de la compañía un día antes de trabajar, lo cual no ocasiona mayor problema. A no ser que al día siguiente su jefe amenazara con despedir a todo aquel que no se presentará puntual al trabajo y peor aún que se presentará en estado de ebriedad.
    Básicamente mi hermana estaba jodida y yo también lo estaba pues ella es quien paga las cuentas para que yo pueda seguir estudiando y así en un futuro ayudarme a conseguir un buen puesto en la empresa donde trabaja, por lo que su despido arruinaría todo para ambos.
    La única y más estúpida opción que teníamos para salir bien librados de un enorme problema era que yo tomará su lugar; con mi complexión, una buena peluca y mucho maquillaje podríamos engañar su jefe, o al menos eso es lo que creía ella; según mi hermana, la vista de su jefe no era la mejor; y aunque su idea no me generaba mucha confianza, sin otra opción más, no tuve más remedio que ponerme en los tacones y ropa de oficina de mi hermana para tomar su lugar por un día.
    Por mucho que intentará pensarlo, no había de otra, era imposible que ella pasara como alguien sobria en cuestión de horas, así que en lugar de seguir en su fiesta apenas se enteró de la amenaza del jefe, ella vino a la casa para preparar todo en un desesperado intento de salvar su trabajo.
    Apenas y pude dormir por todo lo que tuvimos que hacer en cuestión de unas horas: mi hermana rasuró todo mi cuerpo, eligió "un buen atuendo" y me ayudó a ponérmelo, luego vino la peluca y al final la parte más jodida que fue el maquillaje. Yo nunca había utilizado maquillaje y ella estaba demasiado ebria para lograr ponerlo bien a la primera por lo que gran parte de la madrugada fue haciendo un maquillaje adecuado para ocultar mis facciones masculinas y resaltar las femeninas que compartía con mi hermana.
    Ni yo mismo estaba convencido del resultado final, pero mi hermana puso todo su esfuerzo en prepararme antes de ir a vomitar y quedarse dormida, así que todo lo que podía hacer era tomar su bolso, ponerme sus tacones y presentarme a trabajar.
    El lado bueno es que toda la transformación había logrado su resultado y su jefe me recibió en la entrada, dándome un beso en la mejilla y felicitando mi excelente presentación para el trabajo, a diferencia del resto de compañeros a quienes ya había despedido por venir alcoholizados o en su defecto despedidos por ni siquiera presentarse al trabajo. Por lo que además de la felicitación del jefe, también comentó la posibilidad de un aumento o mejor oferta de trabajo, todo a discusión después de ese día de prueba en el que de momento, yo era "la única ganadora".
    Entre las cosas buenas creo que también puedo mencionar que no sólo el jefe, si no que nadie más parece haberme descubierto, en el edificio había poca gente y quienes estaban tenían sus lugares de trabajo alejados del mío, por lo que casi todo mi turno he estado alejado de los compañeros encerrado a cal y canto dentro de mi cubículo.
    Pero no todo podía ser tan bueno, y es que fingir ser mujer ha sido más agitado que el propio trabajo que debo de realizar, especialmente por aquellos imbéciles que no saben tratar a una dama como la que ahora soy por mi disfraz.
    Justo antes de mi receso tuve que ayudar a un tipo que parecía de lo más normal hasta que por "accidente" dejó caer unos documentos tras los escritorios. Por educación me agache a recogerlos pero en el reflejo pude ver que lo hizo para verme el trasero, cosa que logró por completo ya que olvidé estaba usando falda y pudo ver mis bragas y trasero en todo su esplendor. Al darme cuenta de eso me levanté de inmediato con la cara roja tratando de jalar aún más mi falda pero lo hecho, hecho estaba, y parecía bastante satisfecho por lo que había mirado ese pervertido, cosa de la cual no podía quejarme demasiado puesto que él si gritaba o daba una mala reacción era una obvia indicación de que vio algo más que mi trasero y las bragas... por lo que sí, por muy humillante que eso haya sido, tenía que estar agradecido de que no vio nada "poco femenino" por llamarlo de alguna manera.
    Por si su pervertida idea fuera poca cosa, mientras le ayudaba con sus documentos me dijo varios cumplidos e intento invitarme a salir, cosas que ignore en todo momento para cumplir con mi trabajo hasta que al fin termine, me levante de mi asiento y sujetando con mucho cuidado mi falda, invite al tipo a salir de mi despacho, cosa que hizo despidiéndose al darme una fuerte nalgada que por los tacones casi me hizo tambalear.
    Tuve que tragarme todo mi orgullo y ganas de darle un puñetazo, sonriendo amablemente hasta que saliera del cuarto, momento donde cerré con llave la habitación y finalmente pude suspirar un momento, en este breve momento de reflexión al iniciar con mi descanso.
    Los malditos tacones me los quite, las bragas que apretaba a mi amigo también por un momento y aquel escote con relleno que cuide todo el día también lo saque para poderme relajar en la privacidad de mi espacio de trabajo.
-Espero que mi hermana no deba lidiar con idiotas como este todo el tiempo, debe ser de los más horrible que solo por vestirse linda los hombres se crean la gran cosa. Ni siquiera en su casa los quiere o los extrañan y tienen la estúpida fantasía de que mujeres que ni conocen los tratan de seducir. Digo, ¿Que tan estúpido y subnormal debes de ser para creer que un tipo disfrazado de mujer te está coqueteando?-
    Podría seguir todo el día quejándome sin llegar a una respuesta que no fuera que son estúpidos pero no tengo tiempo para ello, todavía tengo trabajo que hacer y largas horas fingiendo ser mi hermana.
    Así que de vuelta a los tacones, me volví a poner el escote y su relleno, revise el maquillaje y lo arregle con las cosas de mi bolso y finalmente me volví a poner las bragas ocultando lo mejor posible a mi compañero, dándome cuenta de que mi hermana y yo tenemos buenas piernas en el proceso pero que no lo vuelven el pretexto para andar mirándolas todo el día o peor al intentar tocarlas como aquel idiota de hace rato.
    De nuevo me desvío del tema y no tengo tiempo para ello, ya que mi descanso está por terminar y mi próximo cliente está por llegar.
    Ya tendré tiempo para admirarme y para quejarme cuando llegue a la casa pero por ahora, debo seguir actuando y trabajando tal como lo haría mi hermana.
Créditos a quien correspondan.