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martes, 17 de enero de 2023

12 Regalos de navidad: Sexto regalo

La cosa es que hace cerca de medio año una fuerte amistad se rompió por una traición y un desamor.
Juan Carlos y Sebastián eran dos amigos que se conocían desde infantes, prácticamente eran como hermanos, toda su vida crecieron juntos y eran los mejores amigos, desde la primaria hasta la universidad, lugar donde una amistad de décadas estaba por acabar.
Victoria, una hermosa joven pelirroja que compartiría clases con ellos, se volvió la novia de Juan Carlos, quien si estaba perdidamente enamorado de ella, a diferencia de la mujer que solo utilizó al chico para aprobar la materia, y de paso conocer a su mejor amigo Sebastián.
Sebastián sin importarle mucho el noviazgo de su mejor amigo, empezó a verse a escondidas con Victoria, luego a besarse, luego a tener citas y finalmente tener relaciones sexuales, momento donde Juan Carlos al fin descubriría el engaño que dolía como nunca al tratarse de su mejor amigo desde la infancia y de su primer amor.
Cómo no podía ser de otra forma, Juan Carlos no quería volver a saber de ningún de los dos, mientras que Victoria y Sebastián se desentendieron del tema culpando de todo a Juan.
Los meses pasaron y aunque los problemas disminuyeron, Juan Carlos quería vengarse de las personas que lo traicionaron, y una peculiar asistencia tendría como regalo de navidad.
Su mayor deseo para navidad, el regalo que más quería, era vengarse de Victoria y de Sebastián, cosa que haría a ambos aunque no lo supiera.
Y es que cuando Juan Carlos bajó a su árbol de navidad pudo ver algo que definitivamente él no había puesto ahí; una caja de regalo de más de un metro, de donde salían ruidos, que se movía levemente y que tras desprender una neblina violeta, la caja se abrió por si sola revelando el regalo del joven.
Dentro de la caja estaba Victoria y Sebastián, aunque de este ultimo no tenía ni idea, después de todo Santa se encargo de meter el alma de Sebastián en el cuerpo de Victoria dejándolo atrapado al chico en el cuerpo de su chica. Victoria también seguía en su propio cuerpo pero al estar Sebastián dentro, era bastante complicado controlarlo, como ambos querían hacer cosas diferentes el cuerpo no tenía idea de cómo responder.
Así fue muy sencillo de vestir con un traje navideño con toques pervertidos, atando a la chica con un enorme listo verde y con una mordaza en la boca para que no dijera nada. El toque de gracia, la cereza en el pastel era una tarjeta escrita con letra hermosa pegada en la frente de Victoria.
Con desconfianza Juan Carlos tomó la nota y la leyó:
"Querido Juan Carlos, este año has sido muy bueno y sé que has pasado por muchos problemas gracias a ella. Así que tu deseo de navidad lo acabo de cumplir, puedes hacer lo que quieras para vengarte de Victoria sin temer por las consecuencias, Santa se encargará de todo lo que pueda suceder."
Juan leyó en voz alta todo lo que decía la carta, viendo como el cuerpo de Victoria trataba de hablar inútilmente y de negar con la cabeza.
Pero no importaba cuanto lo negará, su destino ya estaba escrito, Santa le dio el mejor regalo de Navidad a Juan Carlos, y Juan Carlos no iba a dudar en aceptar dicho regalo que meses atrás le trajo tanto problemas y que ahora al tenerla sometida pensaba que podría volver un excelente juguete personal, o al menos algo en lo que sacar su frustración que le habían dejado 2 de sus personas más cercanas.
Mismas personas que se tendrían que esforzar, ya que la magia de Santa era muy fuerte con las mentes y mientras a Victoria la convencía de ser el juguete personal de Juan Carlos como forma de disculparse, Sebastián olvidaría que era un hombre para creer lo mismo que Victoria, entregando su cuerpo como forma de disculparse. En el momento que sus mentes se rindieran, el regalo perfecto de Santa para Juan Carlos, estaría completo. 
Créditos en la imagen.


domingo, 15 de enero de 2023

12 Regalos de navidad: Cuarto regalo

-¡Oh por Dios! ¿¡Qué me ha pasado!? ¡Me he vuelto una anciana! Espera, está voz, este cuarto, no me digas que ¡Me he convertido en mi tía!-
Gritaba la joven Juliana al verse por primera vez en el espejo con su nuevo cuerpo, el cuerpo de su tía Alicia.
Juliana siempre admiró, y hasta envidio un poco a su tía Alicia, ella era una mujer solitaria pero con mucho dinero; tenía una casa enorme, muchos autos, sirvientes, y sin problemas lo que muchas personas ganaban de salario en su trabajo durante un año, Alicia lo ganaba en un día. Puede que de su aparente perfecta vida de Alicia, solo hubiera un par de problemas; el primero es que estaba sola, no tenía esposo, hijos, amigos ni una mascota que le extrañará, quizás a que se concentró tanto en ganarse la vida, olvidó hacerse una vida. El otro problema era que ya empezaba a ser algo mayor, estaba cerca de sus 40 años, y aunque tenía muchos años por delante, la joven Juliana pensaba que ya había perdido bastante su tía.
Entre cosas buenas y malas, la joven admiraba a su tía y en la noche de navidad, deseo ser justo como ella, un regalo que Santa le cumpliría al pie de la letra con ayuda de una peculiar neblina violeta.
-Esta ropa, tiene un color idéntico al del humo que vi antes de dormir...Tía Alicia, para alguien de su edad usa ropa interior muy atrevida...y apretada, aunque siendo honesta no me desagrada-
Ya frente al espejo, Juliana veía como le quedaba la lencería de látex: unas calcetas unidas a un liguero, bragas y un corset, los colores fuerte de la lencería hacían relucir aún más la blanca piel de la mujer y su larga cabellera, algo que notó de inmediato Juliana, haciéndola disfrutar más de posar frente al espejo.
-Me pregunto, ¿Qué otra ropa tendrá para usted misma? Si con esto duerme, estoy segura que tiene mucho más escondido para usted misma, y lo voy a encontrar-
La joven estaba lista para empezar a husmear en el cuarto de su tía Alicia, deteniéndose de golpe al pensar que estaba mal, meditó un poco sobre ello hasta que llegó a una conclusión.
-Sería malo si Juliana revisa las cosas de Tía Alicia pero ahora yo soy Alicia, su casa, su dinero, su ropa y su cuerpo, todo es mío, por lo que puedo tomar lo que quiera-
Parecía que la menor, igual de pronto que se asustó por estar en ese cuerpo, ahora disfrutaba de los beneficios que le daba, y con una chequera ilimitada, tomarle cariño al cuerpo de una mujer madura no sería tan problemático.
Juliana había deseado su mayor deseo esta navidad, ser como su tía, y aunque no se le cumplió como ella esperaba, al verla jugar con la ropa o pensar en que gastar un poco de su fortuna, Juliana parecía estar muy contenta de ser tal como su tía. 
Créditos a quien corresponda.


viernes, 13 de enero de 2023

12 Regalos de navidad: Décimo regalo

-Me sorprende tanto que esto en verdad este pasando. Siempre supe que mi mujer era una perra, pero no esperaba que actuará tal como una-
Me decía al tener de cuclillas y desnuda ante mi, a mi esposa Mariana, que actuaba de una forma que nunca imaginé.
Desde que yo le entregué el anillo de matrimonio y oficialmente se volvió mi esposa, Mariana cambió por completo, al punto de que propios y extraños se sorprendieron de lo cruel y arrogante que podía ser al "tener dinero", mi dinero en realidad pero que ahora por ser esposos, debía tener una parte ella. Darle de mi dinero no me molestaba, de hecho yo estaba dispuesto a mantenerla económicamente por el resto de nuestros días si ella lo quería pero cada vez se volvía más obvio que ella no me quería a mi, quería mi dinero.
Cómo era de esperar, ella quería el divorcio pero llevándose la mayor parte de mi fortuna, algo que no iba a permitir y que rápidamente se volvió mi mayor deseo, mi deseo de Navidad era deshacerme de mi problemática esposa, estaba dispuesto a quedarme soltero o con una mascota pero nunca pensé que ambas cosas se fueran a cumplir con mi esposa.
-Mari, dame la pata-
Con eso dicho y estirando mi mano, mi mujer extendió repetidas veces su mano izquierda hacia mí, dejando de hacerlo hasta que acaricie su cabeza como recompensa.
Desde la mañana de hoy, en navidad, se comporta así.
Cuando desperté solo en la cama pensé que se había ido a dormir a la sala por la noche o que se levantó temprano para ir a otro lugar, por lo que no preste atención a su ausencia, al menos no hasta que escuche su voz de una forma muy peculiar; no gritos, ni palabras o quejidos, todo lo que podía oír desde la sala donde el árbol navideño estaba, era la voz de Mariana haciendo ladridos como de perro.
La encontré desnuda dentro de una jaula violeta, rodeada de accesorios para perro como platos, collares, juguetes y cama, cosas que Mariana veía con mucha atención.
La saque de la jaula donde se metió e intente averiguar que pasaba pero no hablaba, solo me veía desde abajo sin ponerse de pie. Traté de ayudarla pero solo conseguí que se pusiera en cuclillas unos segundos antes de volver a estar en cuatro. Ni siquiera llamándola por su nombre me respondía, o al menos no hasta que se me ocurrió tratar algo diferente.
-Mari, habla-
Ella odiaba que la llamara Mari pero ahora sacudía el trasero con alegría cuando lo hacía y obedecía mis palabras a su forma; cuando le pedí la pata dio su mano, cuando se sentó lo hizo poniendo el culo contra el suelo pero con los pies tocando el piso y sus manos apoyadas también contra el suelo. Ahora que le pedía hablar solo obtenía ladridos de su parte.
-Mari, ¿Esto es en serio? Donde esta la cámara o quien nos está vigilando, seguro me quieres hacer queda mal para quedarte mi dinero, ya deja de actuar-
Pesé a mis regaños ella no respondía, solo me veía en silencio antes de comenzar a divagar, poniendo especial atención a sus juguetes.
Así fue que tomé un hueso para acercarlo a ella, vi que lo iba a morder y entonces lo aleje, a lo que volvió a tratar de morderlo como si de un juego se tratará.
-Esta bien, es bastante claro que lo que te ocurre no es normal, Mari. Así que te llevaré con el doctor...algún día, hasta que te aburras de esto y dejes mi dinero en paz-
Ella no prestaba atención a mis palabras, solo veía con ilusión aquel hueso de plástico que finalmente le dí y mordió un par de ocasiones sacudiendo la cabeza, no había duda que su broma o chantaje o lo que fuera que tramara estaba llevándolo al límite, y por lo mismo, al menos este día la trataría tal como a mi mascota. Apuesto a que se rendirá antes de que acabe el día, por que tiene más sentido que ella este fingiendo todo esto o que algo haya ocurrido, a que Santa mágicamente cumplió mi deseo.
Sea como sea, una trampa o un regalo, al menos por este día de navidad celebrare como un soltero en compañía de su leal mascota, quizás Mari siendo una perra haga mejor su trabajo que Mariana siendo mi esposa, al menos al verla jugar con su hueso mientras sacude su lascivo cuerpo es bastante entretenido pero tengo el resto del día para saber que es capaz de hacer mi mascota Mari. 
Créditos a quien correspondan.


miércoles, 11 de enero de 2023

12 Regalos de navidad: Duodécimo regalo

Ese año, en esa especifica navidad, había un chico malo, más malo que todos y que aun siendo consciente de lo terrible que era, tuvo el descaro de pedir cosas a Santa que ni de broma se merecía.
Era mezquino, detestable, mentiroso e hipócrita pero destacando por mucho como su peor rasgo, la forma en que él trataba a las personas transgénero, pues según él no eran personas de verdad, eran bichos raros o adefesios que ni siquiera podían saber que es lo que eran, algo tan obvio desde el momento en que naces y miras tu entrepierna.
Sin duda León no era el mejor tipo pero por tener algo de dinero con el cual pagaba cirugías estéticas, se creía la gran cosa, y ciegamente esperaba de Santa el mejor regalo para la navidad.
Santa nunca le daría un buen regalo a ese muchacho, Santa le daría carbón cuando mucho pero la Santa de cabello azulado tenía un "mejor regalo" para el problemático muchacho, que al despertar el día de Navidad, se quedaría sin aliento y sin palabras al descubrir su regalo.
El chico despertó irreconocible entre una densa bruma morada que se fue disipando, al mismo tiempo que dejaba al chico temblando debido al frío que su cuerpo sentía, ya que lejos de usar una pijama común, estaba vistiendo una lencería rosa y delgada que hacía imposible de ignorar, especialmente la parte baja de su cuerpo.
Su cabello le creció hasta los hombros y se volvió rubio, su rostro completamente maquillado y con joyería en el cuello y orejas, siguiendo con un sostén para sus pequeños pechos y endurecidos pezones, atributos propios de una mujer. Pero la cosa no acabaría allí, ya que su delgada cintura tenía un liguero a juego del sostén y de la tanga, misma diminuta tanga que se metía en el trasero de León y de la cual su erecto pene salía por un costado.
Ahora León podía y no llamarse de esa forma, pues el regalo que Santa dejó para él, fue convertirlo en justo el tipo de persona a quien tanto discriminaba y molestaba sin razón alguna.
Su cuerpo se volvió más alto pero también más delgado, con un montón de facciones femeninas, las más destacadas sus nuevos pero pequeños pechos de mujer que contrastaba con su entrepierna de la cual sobresalía un pene masculino que se escapaba de las bragas.
Lo bueno de esto es que le bastaba a León con ver la entrepierna para saber que sexo tenía la persona, ¡Solo un idiota no podría definirlo de esa forma! Y ahora León se sumaba a "esos idiotas", aunque él merecía su propia categoría.
Sin embargo, puede que ya esté sufriendo su merecido castigo, incluso para él o ella, le costará bastante definirse o redifinirse cada vez que se vea en el espejo o en sus documentos donde todo lo referente a su género, sexo y orientación está vacío.
Pero eso no importa, no debe ser un problema para él, si León está tan seguro de quien es, este pequeño y último regalo de Santa no debería ser algo que le quite el sueño, y que en cuestión de días o de semanas podrá resolver, es de lo más sencillo, ¿No? Solo el tiempo lo dirá, pero pase lo que pase con el confundido León, puede que tenga más respeto y perspectiva de un cambio de género y de no sentirse como uno se ve. 
Créditos a quien corresponda.


lunes, 9 de enero de 2023

12 Regalos de navidad: Primer regalo

-¿En serio? ¿¡Es en serio!? ¡No puedo creerlo! Mi deseo, no, nuestro deseo se hizo realidad-
Se decía un sorprendido Alejandro que saltó fuera de la cama cuando se dio cuenta que su masculino cuerpo había cambiado, y que ahora en su lugar, podía verse un cuerpo idéntico al de su malvada ex esposa Tania, quien dormía en su cama matrimonial usando nada más que una ajustada lencería, liguero y sus medias, con las cuales poco importaba haber salido de golpe de la cama, pues se veía hermosa como siempre.
-Espera, no sólo me veo como ella, también hablo justo como ella y la habitación es idéntica a cuando aun estábamos juntos, tranquilizante un poco hombre, respira y repasemos las cosas-
El hombre dentro del cuerpo de su ex pareja todavía no entendía lo que había pasado, cosa de lo más normal, pues lo que le ocurría sin duda sólo le pasaba a una muy pequeña minoría afortunada o desafortunada, siendo este caso Alejandro alguien bastante afortunado.
Respiro un par de veces más, inflando su generoso pecho en el proceso hasta no aguantar y soltar el aire, repitiendo el proceso un par de ocasiones con muchos ademanes femeninos los cuales trataba de evitar sin mucho éxito.
-Desde hace años estoy divorciado de mi ex esposa Tania, ella era una caza fortuna que me enamoró y engañó para dejar todos mis bienes a su disposición, y una vez que me quitó todo lo material me hizo firmar el divorcio, dejándome muy poco tiempo para ver a mis hijos. Ellos no estaban contentos con que me fuera de la casa ni que se quedarán solos con su madre pero legalmente poco podía hacer más que aceptar los términos de Tania para poder verlos cada tanto-
Un pesado suspiro escapó de sus labios al mismo tiempo que hacía rebotar su pecho y se percataba de tener sus manos en la delgada cintura de su ex mujer, tan pronto como pudo quito las manos de ahí pero sin darse cuenta las volvería a colocar, resaltando su feminidad nueva en el proceso.
-Se supone que después de varios años al fin podría pasar la navidad con ello, tuve que hacer un montón de cosas y trabajar mucho para tener dinero y que la pasarán genial, los chicos estaban emocionados pero su madre tuvo que arruinar todo; se suponía que tenía planes para la navidad y por ello los niños estarían conmigo, pero horas antes de la cena decidió cambiar de opinión y llevárselos a casa sin que pudiera hacer nada. Me invadían la frustración y la rabia pero si hacía algo, ella inmediatamente procedería de manera legal en mi contra, volviendo mi vida y la de los niños aún más complicada-
De tan solo recordarlo le hervía la sangre al hombre, aun más al bajar la mirada y verse de una forma idéntica a la que su sensual ex esposa, quien quizás lo único bueno que tenía era su hermoso cuerpo que sin importar los años parecía no envejecer.
-Tania se portó muy mal, ni siquiera dejó que los niños tuvieran su foto con Santa Claus ni de pedirle su deseo; mi hijo y mi hija todo lo que querían era estar conmigo como antes, justo yo quería lo mismo y disfruta de esta fiesta con ellos pero todo apuntaba a que eso no iba a pasar. Derrotado me fui a mi pequeño departamento donde pasé la noche solo hasta quedarme dormido en el sofá, y de repente....-
El hombre dejó de narrar lo sucedido, todo estaba confuso, empezó a rascar su larga y sedosa cabellera con esas uñas pintadas que ahora tenía, pero no importaba cuanto rascara su cabeza en búsqueda de ideas, no podía recordar nada más que una bruma rosada.
-Y de repente desperté aquí, en mi antigua cama y viéndome como mi ex esposa. No, no me veo como ella, ¡Estoy seguro de que soy ella! Debe ser eso, todo es tan real, por idiota que suene parece que nuestro sueño se cumplió-
Alejandro pellizco varias veces su cuerpo en un intento de despertar pero sólo conseguía sentir dolor en su nuevo cuerpo de mujer, con el cual entre más tiempo pasaba, más cómodo se sentía.
-Por Dios, si me vuelvo Tania para siempre recuperaré todo lo que nunca debí perder: mi casa, mi dinero, ¡Mi familia! Pero los chicos no me aceptarán, después de todo ahora "soy" su madre...¿Debería contarles lo que sucedió? Van a pensar que estoy loca y será todo peor...aunque hay cosas que solo Alejandro sabe de ellos, y quizás así pueda convencerlos de creerme con lo que sucedió. También está la posibilidad de callarlo, hacerme pasar por una Tania mucho mejor, aunque creo que eso puede ser sospechoso para ellos y seguirán buscando a su "verdadero padre". Ahora que lo pienso, ¿Tania estará en mi cuerpo? Si ella está ahí apuesto a que no se quedará con las manos cruzadas....creo que no me debo preocupar por ella ahora, si yo como ella tengo problemas, ella como yo, está en una situación mucho peor y donde yo estoy ahora; "Tania" puede proceder legalmente contra "Mi ex esposo Alejandro" para enviarlo lejos-
Tantas oportunidades, opciones y variables que podrían ocurrir donde Tania o Alejandro salieran beneficiados o perjudicados, pero no, Alejandro no quería volver a perder a su familia y aunque volverse su ex esposa no era su cosa favorita, no estaba dispuesto a desperdiciar el regalo de Navidad que Santa le había hecho. 
-Muy bien Santa, Dios, demonio o lo que sea que me haya concedido mi deseo de estar con mi familia; si estar con mi familia implica volverme mi ex esposa, de ahora en adelante seré Tania, la mejor mujer y madre que mis hijos puedan tener....no puedo creer que lo dijera, pero así será desde ahora, desde ahora seré una señora pero valdrá la pena si es por mis hijos-
Apenas agachar su cabeza todo el cabello cubrió su rostro, algo que trató de arreglar con torpeza, al igual que el resto de sus movimientos, después de todo le esperaba una larga noche. 
Quería ir corriendo a abrazar a sus hijos pero no, Alejandro aceptando lo más pronto que podía su nueva identidad como Tania, se quedó a solas en su habitación para pensar en que hacer. Pasaría toda la noche en vela si era necesario, pensando en que hacer y practicando con su nuevo cuerpo, haría todo por su familia, y volverse Tania su ex esposa con tal de estar por siempre con sus hijos era algo que haría encantado, o mejor dicho encantada, pues como regalo de navidad, a Alejandro le esperaba una vida con su familia y sus riquezas, a costa de ser mujer, un precio más que respetable para él. 
Créditos en la imagen


sábado, 7 de enero de 2023

12 Regalos de navidad: Quinto regalo

Mi hijo Kevin siempre había tenido un carácter complicado, por no decirle horrible; me retaba cada que podía, me causaba problemas, me molestaba y se burlaban de mi, muchas veces traté de mostrarle que me tenía que respetar porque era su madre y siempre cuidaba de él pero una idea tan sencilla como el respeto, en casi 20 años nunca se la pude hacer entender, parecía que simplemente disfrutaba de molestarme todo el tiempo, y por ello nunca dejaba de hacerlo.
Esta navidad decidió ser una "niño malo" por no decir cosas peores, arruinando la noche por completo y haciendo que me fuera a mi habitación para estar más tranquila, con el único deseo de que él cambiaría por completo y pudiéramos tener una mejor relación; él es mi única familiar y yo la única de él, me costaba creer que era tan imposible que se llevara bien conmigo como para tener que desearlo, sin embargo eso hice, deseando llevarme mejor con mi hijo hasta que me quede dormida.
Cuando desperté, mi deseo es había vuelto una realidad, aunque muy alejado de la forma que me imagine.
Karen entró a mi habitación por la mañana, llevándome el desayuno hasta la cama junto con unos cuantos regalos: chocolates, flores, cartas, todo para "la mejor mamá del mundo". Me costaba creerlo pero entre más hablaba con esta señora llamada Karen, más parecía que en realidad era mi hijo, "confirmando" todo con una nota muy especial de Santa, quien deseaba pudiera disfrutar de mi regalo y con mi nueva hija, tener la relación madre e hijo que tanto quería.
Aunque tenía la nota de esta supuesta santa en mis manos, y aunque tenía a mi hija de aspecto mucho mayor, me costaba creer que era la verdad....pero...era todo tan lindo y perfecto, que tampoco quería que dejara de ser verdad. Creo que tenía miedo de que fuera una broma pesada y está hija tan ejemplar en realidad no fuese Kevin, porque fue cuestión de minutos de estar con ella, para hacerme quererla sinceramente. Debo ser una madre horrible por pensar esto pero en serio me gustaría mas que esta chica perfecta pero de aspecto mayor fuera mi hija, a que lo fuera el indisciplinado y grosero de Kevin.
Kevin nunca me ayudaba con nada, nunca me decía "mamá" o "madre", me dolía cuando tiraba la comida que preparaba y un sinfín de cosas más que en menos de una hora, Karen ha hecho completamente distinto: llegó dándome la gracias por todo lo que había hecho estos años, me preparó un desayuno delicioso y me ofreció ir de comprar por la tarde, algo que desde hace años no hacía, y que no imagine haría con mi hijo, mucho menos con mi hija.
Creo que esta vez, solo por esta vez desde hace mucho tiempo, seré un poco egoísta y me quedaré con mi deseo. Si Santa piensa que soy una "chica buena" y este es mi regalo, disfrutaré de mi perfecta hija Karen de ahora en adelante.
Puede que se vea algo mayor, de hecho, ella parece que es mi madre y yo su hija a simple vista pero no, ella es mi hija y le voy a tratar como tal, con ella recuperaré todo el tiempo perdido con Kevin.
Los primeros días puede que sean un poco raros, al final, de un día para otro va haber una mujer de aspecto madura como yo en la casa pero no me desagrada, quiero tener un montón de vivencias y experiencias madre a hija con mi regalo de navidad, y que mejor momento para disfrutar en familia, con mi nueva familia, en estas vísperas de navidad. 
Créditos a quien correspondan.


jueves, 5 de enero de 2023

12 Regalos de navidad: Segundo regalo

Mi nombre es Sarita, tengo 29 años y 2 novios; el primero es Joshua, un excelente hombre moreno, atleta profesional, guapo y que sabe como tenerme contenta, mientras que mi otro novio...se llama Bell, es rubio, delgado, un poco bajito pero lo quiero, a él lo conocí hace un par de años y me gustó, el único problema es que tenía a Joshua, a quien no pareció molestarle "que tuviera mis dudas" sobre a quien quería más.
El punto es que comencé a salir con los dos, ambos así lo aceptaron por lo que no había mayor problema, al menos hasta que Bell empezó a molestar.
A pesar de que dijo que estaba bien que saliéramos los 3, cada vez era más celoso, buscaba alejarme de Joshua, quería que rompiera con él para quedarse solo conmigo, y llegadas estas fechas navideñas, su actitud solamente empeoró al punto que ni Joshua ni yo la podíamos seguir ignorando.
Mi único deseo de navidad, es que las cosas entre los 3 pudieran mejorar, o que Bell estuviera listo para las consecuencias de sus actos, ya que Joshua estaba cada vez más cerca de hacerlo pedazos, algo que no me terminaba de convencer que ocurriera.
Afortunadamente eso no va a pasar, o al menos no de la forma que yo temía, todo gracias a Santa y el mejor regalo de navidad que pudiera haberme dado.
La noche se volvió espectacular cuando un regalo misterioso apareció para Bell, pensé que era un regalo que hizo Joshua para hacer las paces o algo así, entonces cuando Bell lo abrió y una enorme cantidad de humo rosado salió de la caja me quede sin palabras, tuve que encender el aire acondicionado para limpiar todo el polvo, encontrando en el suelo de rodillas a una hermosa chica rubia; estaba desnuda, con el cabello cubriendo casi toda su espalda, parecía no entender nada de lo que ocurría y yo estaba peor cuando la mujer me habló por mí nombre.
Sabía como me llamaba, preguntaba por Joshua y su regalo, además que también se llamaba Bell. No, esa chica y mi chico no compartían nombres, esa chica era mi chico quien por alguna razón había sido convertido en una mujer, se me ocurre que ese gas que salió del regalo fue lo que lo convirtió en mujer, ¿Cómo es eso posible? Es lo que todavía no puedo entender, más allá de que sea mi mejor y más maravilloso regalo de navidad. Al menos esas fueron las palabras de Bell. 
Él estaba muy molesto y confundido, se levantó y fue directo sobre de mi pero en cuanto le dije que se calmara, él sonrió y con una voz femenina me dijo "Esta bien" antes de obedecer, volviendo a la "normalidad" tras unos segundos. Volví a intentar darle órdenes como explicarme que ocurrió y sucedió lo mismo, Bell el chico estaba molesto y confundido sin poder responder pero de repente sonreía, su voz cambiaba a la de una mujer y obedecía, fue así que supe que su nueva apariencia y comportamiento eran el regalo que Santa me había hecho para esta navidad, con esa forma la relación entre Joshua, Bell y yo, iría a la perfección. 
Ahora que lo recordaba, Joshua alguna vez me dijo que quería hacerlo con 2 mujeres a la vez, algo que nunca pudimos hacer por falta de otra mujer dispuesta a jugar con nosotros. Pero eso ya no era un problema, porque la nueva Bell lo haría.
Le ordene que subiera conmigo a la habitación para darle algo de lencería, "él" se negó y dijo que debía estar loca si creía que se pondría algo de mi lencería, pero "ella" sonrió y me dijo que estaría encantada de utilizar lo que deseara.
Fue así que un babydoll que tengo de repuesto sería su atuendo del día; un trasparente sostén rosado junto a una tanga del mismo color, un poco de maquillaje y de arreglar su cabello fue suficiente para dejar a la nueva Bell tan hermosa como yo. Claro, por momentos el antiguo Bell se negaba, decía que no quería, que la tanga le apretaba, que el sostén era muy grande, que el rosa y el maquillaje lo odiaba y muchas más quejas que fui acallando con una simple orden, haciéndola sonreír y aceptar todo lo que tenía para darle.
Sin embargo, quien verdaderamente nos va a dar algo que recordar es Joshua, apenas terminé de arreglar a Bell, marque a Joshua para que viniera a la casa y disfrutará de su regalo de navidad, seguramente espera encontrarme sola, pero nunca se imaginará el regalo que Santa me dio y que le pienso compartir. Apuesto lo que sea a que, después de jugar un rato con ella, Bell entenderá porque nunca pensé en dejar a Joshua, estoy segura que va a quedar fascinada.
Bell quería más atención y eso tendrá, pasaré mucho tiempo enseñándole las maravillas de ser una mujer, y de lo feliz que un bueno hombre como Joshua nos puede hacer, supongo que él se resistirá un poco como hasta ahora, pero será cuestión de tiempo para que Bell se vuelva nuestra linda, delicada y femenina novia, con ella estoy segura que nuestra relación irá de maravilla para los tres.
Ahora solo debo callarla, ordenar que haga feliz a Joshua y esperarlo con el culo levantando para recibir en nuestros cuerpos todo lo que tenga que darnos, será sensacional. 
Créditos a quien corresponda.


martes, 3 de enero de 2023

12 Regalos de navidad: Undécimo regalo

Cuando pedía ser como mi mamá en mi carta para Santa Claus no esperaba que ocurriera de esta manera, en realidad ni siquiera esperaba que en verdad ocurriera pero aquí estamos, tal como mi madre se fue a dormir la noche antes de que Santa llegara a casa. 
Mamá siempre había sido buena conmigo, como su único hijo y siendo mamá soltera, ella y yo somos bastante cercanos, siendo ella mi ejemplo a seguir sobre lo que quiero ser cuando sea grande. 
Por esa misma razón, tal como pongo cada año, deseo a Santa ser como ella, y aunque nunca tenía un regalo o una respuesta sobre ello, este año si que ocurrió.
Recuerdo ver a una chica pelirosa vestida de Santa, incluso recuerdo como se arrodilló y acarició mi cabello antes de decir que haría realidad mi deseo. No tengo dudas de que eso sucedió en mi sueño, soy muy bueno recordando mis sueños, y sin duda aquella chica tan llamativa tenía que ser de mi sueño por la emoción de que iba llegar Santa a mi hogar.
Pero cuando finalmente me desperté y quise ver mis regalos de Navidad, me encontraba en el cuerpo de mamá; ella estaba usando su "pijama" que en realidad era una ropa interior muy delgada, y que me sorprendía no sintiera frío, me sentía desnudo estando de esa manera pero más sorprendente hubiera sido encontrarla desnuda.
No, todo esto ya era muy sorprendente desde el hecho de despertar en el cuerpo de mamá, que mamá sólo usará esta ropa interior pequeña y ajustada sólo aumentaba la sorpresa. De hecho era más sorprendente que mamá no estuviera en su habitación, ella estaba en calzones en la sala donde el árbol de navidad está lleno de regalos, ¡No me puedo creer que mamá haya buscado los regalos sin mí! Ella siempre me despierta cuando Santa ya dejó los regalos pero esta vez no lo hizo y ella estaba sola con los regalos, apuesto que ella quería alguno de los juguetes que Santa me dejó por ser un niño bueno todo el año...ay mamá, si me hubieras dicho, te hubiera prestado mis juguetes cuando quisieras, no tenías porque venir en calzones y tacones a buscarlos sola. 
Ahora que lo pienso, ¿Dónde está mi cuerpo? ¿Ó donde esta mamá? ¿Mamá estará en mi cuerpo porque yo estoy en el suyo? ¿Ó será que mamá sigue estando en su cuerpo conmigo dentro? Pero mamá ya hubiera dicho o hecho algo si estuviera en su cuerpo, ¿No? ¿Qué se supone debo hacer ahora? ¿Cómo debo buscar a mamá? Ni siquiera puedo caminar con estos tacones, apenas puedo mantenerme en pie sin temblar o tirar el árbol de navidad conmigo. 
Mamá siempre resuelve todo, ella es increíble y por eso mi deseo era ser como ella, pero ahora que soy ella no se muy bien que debo hacer. 
Pero si ahora soy mamá, debo actuar como mamá, y mamá se esforzaría un montón para que todo salga bien y perfecto. Lo primero que voy a hacer es quitarme los tacones y ponerme algo de ropa, después buscaré a mamá por toda la casa, ya sea a otra mamá como yo o mi cuerpo o lo que sea, voy a buscar a mamá, y si no la encuentro trataré de nuevo de irme a dormir; con algo de suerte al dormir podré volver a ver a esa santa pelirosa y pedirle que me devuelva a mi mamá, seguro ella podrá ayudarme a ayudar a mamá. 
De repente me siento extrañamente confiada y orgullosa, como si pudiera resolver todo a la perfección, ¿Así es como siempre se siente mamá? Seguro que si, y usaré eso a mi favor para volver a la normalidad, y que juntos, mamá y yo podamos abrir nuestros regalos de navidad. 
Créditos a quien correspondan.


domingo, 1 de enero de 2023

12 Regalos de navidad: Noveno regalo

-Al fin, después de tantos años de fracaso y teniendo regalos que no quería, al fin Santa me dio lo único que quería con todo mi ser-
Me decía delante del espejo donde posaba con mi nuevo cuerpo y nueva ropa, ya que esta mañana al despertar, mi regalo de navidad, era lo que más quería en el mundo desde que tengo memoria.
-Aw~ mi querida Ruka ha crecido tanto estos años, que aunque sea más joven que antes no puedo evitar sentirme más viejo-
Así era, el hermoso y lindo cuerpo de mi hermanita menor me pertenecía, era mío ahora, su maravillosa vida se volvió mi vida. 
-Debo dar las gracias a Santa por tan maravillosa sorpresa, cuando empezaba a perder la esperanza, despierto así-
Al estar en el cuerpo de Ruka no pude evitar recordar todo lo que había pasado durante tantos años; gracias a ella fui visto como un bicho raro por toda mi familia mientras ella se iba ganando más y más el aprecio de todo el mundo, hasta que antes de darme cuenta, había sido excluido por todos dentro y fuera de la familia. 
Ella fue haciendo una vida perfecta, es una chica linda, llena de talentos y habilidades, por no decir que su personalidad con todos menos conmigo, la hace bastante querida por donde esté, se podría decir que ella era lo contrario a mi, o al menos yo era bastante diferente a la horrible imagen que me dio. 
Por eso deseaba tanto su vida perfecta, merecía algo mejor de lo que tenía por su culpa.
Nunca pude ponerlo en mi carta, sabía que estaría en problemas si mis padres o mi hermana descubrían ese deseo, así que fue un deseo secreto que había guardado tanto tiempo en mi vida y del cual no me rendía en esperar que se volviera realidad.
Hoy mi deseo se hizo realidad, y de una mejor forma de la que imaginé por varias cosas: estoy seguro de que este bello y llamativo atuendo es algo que Santa también me obsequio.
-¿O será que mi hermanita le gusta usar esto cuando esta sola? Seria un gran escándalo salir de mi cuarto usando esta ropa, es tan encantadora que muero de ganas por hacerlo pero arruinar mi nueva vida y reputación seria una tontería-
Empecé a jugar con la tela de mi atuendo en las partes mas delgadas, para poder apreciar mi nuevo cuerpo con mayor detalles; era una deliciosa vista que casi la podía saborear, al usar esta prenda como traje de baño lleno de volantes rosas, con ligas del mismo diseño en mis piernas y atando mi cabello en coletas; dando una imagen tan pura y linda como sugerente y atrevida, me encanta.
-Pero por mucho que me encante ser Ruka, me encanta más que mi antiguo yo y la antigua Ruka no están-
Sonreía al pensar en eso y es que no había ni rastro de mi cuerpo masculino, ni de otra Ruka, ni fotos, ni menciones ni nada, era como si "Ruka" siempre hubiera sido una hija única, lo cual a mi me ahorraba montones de problemas.
-Bueno, gracias a que Santa cumplió mi deseo y mucho más, volviéndome hija única y dándome ropa linda, me pregunto ¿Qué es lo primero que debería hacer?-
-¡Ruka! ¡Hija! Baja un momento, Santa te trajo un regalo-
Entonces eso es lo primero que haría, vestirme apropiadamente para ir con papá por su regalo, conociéndolo seguro que es algo super caro que no dudo en comprar para su adorada hija.
-¡Ya voy, papi!.... Luego tendré que acostumbrarme a ser su niña mimada, pero más importante, tengo que acostumbrarme a todo esto-
Sacudía con descaro mi cuerpo, sonriendo por el atrevido resultado que veía en el espejo pero no podía tardar demasiado, debía vestirme para ir con papá, seguramente mamá hará de desayunar y más cosas que no estoy seguro de si puedan o no suceder ahora que soy mi hermanita. Sin embargo de lo único que estoy seguro es de que.
-Nunca podré dejar de agradecer a Santa por su regalo-
Créditos a quien correspondan.


jueves, 29 de diciembre de 2022

12 Regalos de navidad: Séptimo y Octavo regalo

-Cielos, corazón. Nunca pensé verte así de excitada, incluso me emociona el solo ver como rebotas en las piernas de nuestro regalo, estoy ansiosa porque sea mi turno, Susana-
-Ah...no lo digas así, Cecilia, es vergonzoso-
-Lo dices pero no puedes parar de gemir o de rebotar en su inmensa verga, estoy segura que serás una gran señorita-
Diría Susana dando una fuerte nalgada a su "amiga" Cecilia, misma que soltó un fuerte gemido y se abrazo con más fuerzas al regalo que la Santa pelirosa les había traído a ambas pero del cual disfrutaba primero la joven Cecilia montada en el hombre.
Marcus y Susana eran una joven pareja que pasaban su tercer y posible último aniversario juntos en Navidad.
Desde hace años la pareja se conocían, Marcus propuso matrimonio a la chica y también Marcus fue quien después de años de una relación, tuvo una aventura con otra mujer, evento que fue descubierto semanas antes de la Navidad, dejando a la pareja muy incomoda para esa celebración tan especial.
Todo apuntaba a que esa era la última Navidad de ellos como un matrimonio, de no ser que la misteriosa y mágica Santa cumpliera el deseo de ambos para Navidad, cosa que estaba a punto de realizar cuando la pareja vio un enorme regalo que ninguno preparó y que al abrirlo, libero un montón de humo morado que envolvió por completo a la pareja.
Cuando el humo se disperso, los deseos de navidad de ambos se habían vuelto realidad, aunque no de la forma que ninguno imagino: Marcus había deseado que su novia entendiera como se debe comportar una mujer de verdad, mientras que Susana deseo tener un auténtico hombre que hiciera feliz a una mujer, de esa forma santa hizo lo mejor que pudo para satisfacer el deseo de los dos.
Así fue como Marcus se convirtió en una hermosa y sensual chica desnuda, con un largo cabello oscuro que cubría casi toda su espalda, un pequeño trasero pero pechos de buen tamaño, también su estatura era mucho menor al punto de que Susana ahora era más alta usando tacones, y ni hablar de su fuerza que ahora era casi nula.
Marcus ni siquiera acababa de comprender lo que le ocurrió, cuando unas manos empezaron a estruja sus pechos para el asombro de ambas chicas. El regalo de Susana era un hermoso y fornido hombre que con cada brazo llevaba a la sala a las mujeres: con su brazo izquierdo cargo sobre su hombro a una feliz Susana, y con el brazo derecho rodeó la cintura de Marcus, quien aunque se negaba a avanzar pero que no podía a oponerse al ejemplo de hombre que tenían con ellas.
Finalmente en la sala, lanzó a Susana en uno de los sillones mientras que él se sentaba en otro para concentra toda su atención en la nueva mujer que no supo negarse a las caricias de un buen hombre. 
-Basta, no quiero hacer esto contigo, yo soy un hombre. No soy una mujercita-
-Eres mi mujercita, ambas lo son, ¿Quedo claro?-
-Clarooo-
Respondió con felicidad Susana para la sorpresa de Marcus, quien sin poder evitarlo, terminó sobre las piernas del hombre que se empezó a desnudar, dejándole ver y sentir su miembro, el cual su cuerpo femenino ansiaba por usar, Marcus quería tener sexo como mujer y eso estaba por hacer. 
Así fue como en cuestión de minutos sus pezones estaban duros, su nueva vagina humedecida y abriendo las piernas, Marcus empezó a tener sexo con aquel maravilloso regalo para ambas mujeres; con una teniendo sexo por primera vez mientras la otra se excitaba al verlos y guiaba a la chica nueva con su primera vez. 
A estas alturas era más evidente sobre lo que ocurrió con sus deseos, los cuales la mágica Santa cumplió como más le gustó: ya que Marcus deseaba con todo el corazón una mujer de verdad y competente con sus labores, ahora él era una auténtica mujer la cual debe aprender como comportarse tal como una. Para ello se hizo realidad el deseo de Susana, pidiendo un hombre de verdad que le enseñaría como portarse a Cecilia, el nombre que ese hombre perfecto le eligió mientras tenían sexo, tras advertir a Susana que ella también tendría esos buenos tratos tal como su amiga. 
-Entonces está decidido, a partir de ahora viviré con ustedes; Susana y Cecilia serán mis novias, pero ya que Susana tiene un trabajo, Cecilia hará todas las labores del hogar por la mañana al igual que le enseñaré a tener sexo, tú Susana podrás disfrutar de estar conmigo por la noche, ¿Están de acuerdo?-
-Aceptó encantada, puedo regalar mi ropa y otras cosas a Cecilia, aunque quisiera tener sexo contigo para estar más segura-
-Cecilia estará siempre en casa, puede que tampoco necesite usar ropa, y no estés tan ansiosa, en cuando le enseñemos algo a tu amiga seguirás tú-
-Ah....ah...ah...Yo estoy aquí....no pueden decidir sobre mí...-
-Claro que puedo, soy un hombre perfecto, mi novia Susana es una mujer perfecta y juntos, te enseñaremos como ser una buena mujer, empezando por el sexo-
-¿Novia? Eso no suena mal, después de todo necesitamos un hombre, en especial Cecilia que debe aprender muchas cosas-
-Pero yo no quiero...ah...Joder...no puedo con esto-
Decía una exhausta Cecilia que tras varias rondas de sexo, estaba en las últimas, escuchando como conversaban de su destino sin poder opinar al respecto. 
-Entonces está decidido, ahora somos tus novias pero tendremos que ponerle más atención a la pequeña Cecilia, será una extensión de su regalo de navidad pero valdrá la pena educarla como la mujer que ahora es. Hablando de eso, feliz navidad, santa nos ha dado los mejores regalos este año-
Con aquella declaración pervertida y alegre de una Susana ansiosa por empezar su turno con su enorme regalo, Cecilia se resignaba a su nueva vida como chica teniendo que estar con ese enorme regalo todo el tiempo. 
Después de todo, Santa se lució en ese problemático hogar y en lugar de dejar un solo regalo para navidad, dejó dos, que serían enormemente aprovechados por la nueva pareja de chicas que harán feliz a su hombre. 
Créditos en la imagen.

martes, 27 de diciembre de 2022

12 Regalos de navidad: Tercer regalo

Desde hace algunos años me había enamorado de él, cuando ese chico me ayudó en la escuela, fue cuestión de tiempo para que me enamorará.
Intente ocultarlo y negarlo muchas veces, durante mucho tiempo pero todo era tan inútil, por mucho que me esforzara, no podía ignorar los sentimientos que cada vez eran más intensos al estar cerca de él, sin importar cuanto lo tratará de negar, yo sabía que estaba enamorada.
Por meses intente de todo para llamar su atención; detalles, regalos, comida, arreglarme pero parecía que no se daba cuenta de nada, o peor aún, ni siquiera le importaba.
Fue mucho tiempo el que pase de esa manera hasta que llegadas las fechas navideñas tuve el valor de confesarme, deseaba tener una romántica Navidad con él y poder unir sus labios con los míos pero eso no sucedió. En cuanto me confesé, él suspiro y también me hizo una confesión, al parecer si que sabía que yo estaba enamorada de él pero no quería rechazarme, también dijo que no me rechazaba por no ser bonita, por ser amigos u otras cosas, la razón por la cual me rechazaba era que él no gustaba de las chicas, le gustaban los chicos y contra eso no podía competir.
Me dolió su rechazo, y daba por hecho que esta navidad sería una navidad más donde la pasaría sola en mi departamento sin poder cumplir mi deseo, pero parecía que Santa tenía otros planes. Una chica con anteojos disfrazada de Santa interrumpió nuestra conversación para darnos un regalo y se fue, así que como un "alivio" o forma de romper el incómodo momento, se me ocurrió abrir el regalo que de inmediato sacó un montón de humo rosado hasta que me perdí por completo dentro de el.
Lo siguiente que supe fue que mi regalo de navidad se había vuelto realidad pero con un enorme precio, y es que lejos de ser una chica, me había convertido en un hombre atractivo para estar con el chico de mis sueños.
Todo era tan raro, este cuerpo se sentía tan diferente, mi cabello era muy corto, el peso en mis pechos desapareció, también me sentía más fuerte y muchas cosas más que no pude terminar de descubrir ya que "mi novio" interrumpió.
El chico que hace un rato me rechazó, ahora estaba esperando que le pusiera atención, él actuaba tal como siempre, incluso un poco más cariñoso al ser yo "su pareja", de quien esperaba un beso bajo el muérdago que colocó.
¿Esto está bien? ¿Es lo correcto? No entiendo nada después de recibir ese regalo de Santa pero....ahora yo soy un chico, y mi amor platónico es mi novio que espera un beso mío para pasar juntos la noche de navidad.
Si tan solo todo esto fuera verdadero...¿O no lo es? Me cuesta creer que mi deseo de navidad se haya cumplido, todo parecía demasiado bueno para ser cierto, con la única condición de que deje mi feminidad para volverme un chico.
Pero, si volviéndome un hombre puedo estar a lado de él para navidad, y ser su pareja, creo que esta bien para mí; quizás todo esto solo sea una alucinación provocada por ese gas o un sueño que tengo por tristeza o incluso ser la realidad pero sea como sea, al menos quiero disfrutar de su compañía por esta navidad y tener un beso en sus labios como siempre soñé, después de eso, no me molestaría volver a la normalidad, o quedarme a su lado por un tiempo más, pase lo que pase, puedo decir que seré feliz de estar con él. 
Créditos a quien correspondan.