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miércoles, 24 de abril de 2024

David y Cristina

David era un hombre de tez morena, cuyo único pasatiempo era divertirse a costa de las mujeres; le encantaba tener sexo con mujeres hermosas y rubias, disfrutando de sus cuerpos aun si ellas no lo disfrutaban del todo, debido a la dureza con las que David las trataba al momento de la intimidad y que sin importar las muchas protestas o peticiones que hacían las mujeres en busca de mejores tratos, el hombre solo se reía y comenzaba a hacerlo más fuerte para hacerlas callar.
Un día cualquiera y sin previo aviso, el hombre despertó sin ropa en el cuerpo, dentro de la cama de su ex novia y sin poder creer que se había transformado en ella.
David no daba crédito de como se veía; ahora medía cerca de 1.60 cm si llevaba tacones, piel blanca y sin imperfecciones; con un enorme trasero que amaba azotar con dureza hasta teñirlo de rojo; unas tetas tan grandes y redondas que no cabían por completo dentro de sus manos al acariciarlas; un par de adorables pezones rosas con perforaciones; todo eso con una cabellera teñida de rubia, ya que el hombre convenció a su ex paraje de teñirse de rubia para verse como una autentica mujer.
El tiempo de su relación fue breve, muy breve por culpa del mismo David, pero conocía tan profundo aquel precioso cuerpo que era imposible equivocarse, David se había convertido en una de las mujeres con quien más amo coger.
Su relación fue breve por muchas razones, todas culpa de David; la chica no podía seguirle el ritmo en la cama, las nalgadas comenzaban a ser dolorosas, el hombre jugaba muy brusco con sus pezones y cuando jalaba el cabello de Cristina había momentos donde arrancaba algunos cabellos; por todo eso y más la mujer se rindió, no pudo satisfacer las necesidades que su hombre le pedía, y aunque lo amaba profundamente, si David no era feliz en la cama, simplemente se iría con otra mujer rubia que fuera lo suficientemente buena como para tenerlo contento; cosa que terminó haciendo sin importarle que rompió el corazón de su ex pareja. 
Varios meses pasaron desde la última vez que estuvieron juntos, y el hombre nunca imaginó que un reencuentro entre ambos sería con él cargando las enormes tetas de Cristina al estar dentro del cuerpo de la rubia, viéndose desnudo frente al espejo e intentando comprender porque se había convertido en ella. 
Lo único que le venía a la cabeza era la noche anterior, donde después de besarse con muchas chicas en un bar, terminó por llevarse a una rubia hasta un motel. Lo único extraño que pudo recordar, fue una neblina morada cuando salía del bar, pero para ese punto había bebido tanto que ni siquiera estaba seguro de lo que había visto.
El hombre estaba tan aturdido y confundido, que no pensó bien lo que estaba haciendo, y cuando la puerta de la habitación se escuchó, él simplemente abrió sin pensar.
Solo tras abrir la puerta, recordó que no era un hombre caminando por su casa, era una mujer desnuda frente a un enorme y musculoso hombre que conocía muy bien, David. 
El shock de la situación fue demasiado, David no supo como reaccionar ante todo lo que sucedía, pues como si fuera poco haberse convertido en su ex novia, ahora podía ver a su cuerpo masculino frente de él, entrando al departamento sin dudar y con una expresión lujuriosa que dejaba muy claras las intenciones del hombre con su ex novia.
Antes de que el hombre atrapado en el cuerpo de Cristina pudiera hacer algo, el cuerpo de David no dudó en cargarla en brazos, dándole un par de duras nalgadas que hicieron retorcer a la mujer por el ardor en su trasero, viendo con impotencia como la llevaban hasta su cama.
David en el cuerpo de su ex novia sabía lo que su propio cuerpo de hombre le haría y quiso detenerlo, argumentando que ya ni siquiera eran pareja y todo lo que se le ocurría, a lo que el cuerpo de David solo se rio y aseguro que ella quería coger al invitarlo a su casa y esperarlo desnuda, por lo que ahora ella debía de comportarse y satisfacerlo, o al menos intentar entretenerlo.
En cuestión de segundos el hombre se desnudó mientras ponía en cuatro a la rubia mujer, sujetando con fuerzas sus caderas para guiarla y dando duras nalgadas para que obedeciera. Era la experiencia más humillante que jamás experimentó David, y que por vergonzoso que fuera, no tuvo de otra más que obedecer al quedarse en cuatro para que las nalgadas en su culo se detuviera.
Su ultimo intentó del chico, esta vez sin intentar moverse, fue decir que él era David atrapado en el cuerpo de Cristina, algo que solo hizo reír al cuerpo masculino pensando que era una broma extraña y soltando varios comentarios que hicieron reflexionar al hombre. Su cuerpo masculino decía que si en verdad David estaba atrapado en el cuerpo de Cristina, debía de aprovechar la oportunidad de tener un cuerpo tan lascivo como el de esa rubia hermosa, además de decirle que si en verdad era David, ya debía saber que hacer para tenerlo contento en la cama, y en caso de dejarlo insatisfecho, seguirían cogiendo hasta que aprenda a usar apropiadamente uno de los mujeres cuerpos con los que ha cogido.
 Fue en esos momentos donde David se rindió, o mejor dicho, entiendo que no importa que diga, ahora él era la indefensa mujer que ya había sido colocada en la posición favorita de David quien sin más, metió su miembro dentro de la rubia.
David no sabía que hacer o pensar, su propio cuerpo se lo estaba cogiendo con fuerzas, impactando su pelvis contra su femenino trasero y haciendo que el resto se su cuerpo se sacudiera con fuerzas sobre la cama.
Por fortuna y desgracia del pobre chico atrapado en el cuerpo de su ex, Cristina tenía experiencia soportando el duro miembro del moreno que la embestía sin piedad y haciéndole sentir en carne propia lo que a muchas mujeres le había hecho, dándose cuenta de su error.
Coger en la posición favorita de David tan solo era el comienzo de una larga velada, ambos sabía de sobra que el hombre podía soportar varios asaltos antes de cansarse. Por su parte Cristina, o mejor dicho David en el cuerpo de Cristina, no tendría más remedio que soportarlo como una buena chica, el cuerpo de David no iba a detenerse hasta quedar satisfecho y si eso implicaba romper y agotar tanto al verdadero David al punto de volverse Cristina en cuerpo y mente, eso sucedería.
De cualquier forma, se trate de David o Cristina, tendrán que hacer felices a su fornido novio y satisfacerlo hasta que las deje descansar, seguramente hasta la mañana siguiente.
Créditos a quien correspondan.

lunes, 14 de agosto de 2023

Castigo divino FINAL

-Muy bien, muy bien, corazón. Lo estás haciendo asombroso, ¿mis pechos te gustan tanto? Ya siento que viene algo-
Dije con total tranquilidad, incluso algo de soberbia al animar a Orlando a terminar en mis pechos, tal como si de una madre animando a su hijo a dar sus primeros pasos se tratara; para mi me parecía de lo más tierno del mundo pero Orlando estaba lleno de rabia, al punto que parecía una bestia. Una bestia agotada y en sus últimos respiros.
-¿Ah? ¿Ya terminaste? Si recién estaba comenzando, ni siquiera pude utilizar mis pezones-
Un suspiro de decepción salió de mis labios al sentir un poco de líquido caliente ser disparado a mis pechos, pero no como la primera vez que Afrodita me cogió, está ocasión apenas y salió algo, por no decir que fue mucho más rápido y más que sorprendente, decepcionante.
-Una lastima, supongo que hasta aquí has llegado. Después de todo, un simple humano no puede ponerse al nivel de una diosa-
Tras esas palabras que lejos de consolar, solo hacían enfurecer a Orlando, él me respondió.
-¡Déjate de bromas, humano! ¿Cómo es esto posible? ¿¡Como!?-
Los gritos y desesperación de Afrodita en mi cuerpo eran desgarradores, pero ya no como antes, ahora apenas y me grita, por no decir que ni siquiera se puede poner de pie.
Afrodita-Record of Ragnarok. Créditos en la imagen
-Orlando, es muy riesgoso para ti que sigas con esto, ¿Sabes? Es dulce que lo intentes pero un mortal no puede competir con una diosa, a este paso terminaras desmayado; el sexo es una actividad física agotadora, y te has corrido un montón de veces, tu cuerpo no podrá con el cansancio-
Mis palabras eran dulces pero tenían un significado especialmente humillante y doloroso para la diosa Afrodita, quien tras no lograr hacerme tener un orgasmo en su cuerpo, ella lo intentó, y lo intentó, y lo intentó sin éxito alguno. Ella utilizo cada posición, cada maniobra, cada recursos qué como diosa del amor pudiera conocerme para hacerme sentir la cima del placer en su cuerpo, pero simplemente no lo logró; yo lo disfrutaba pero no tanto como para llegar al orgasmo, mientras que ella en mi cuerpo, hace mucho perdí la cuenta de todas las veces que se corrió, dentro o fuera de mi cuerpo, agotando su energía tras cada intento.
Aquella diosa lo siguió intentando, quería completar su ritual antiguo cueste lo que cueste. O tal vez ella quería hacerme pagar con un castigo divino al no haber tenido un orgasmo, supongo que la diosa del amor sea incapaz de hacer tener un orgasmo a su propio cuerpo controlado por un humano, era algo que pegaba de lo más duro en su orgullo el cual intento recuperar sin éxito alguno. Al menos no hasta el momento pero dudo mucho que con las pocas energías qué le quedan, sea capaz de lograr su ambiciosa meta.
-Te lo juro, sucio humano. Si te atreves a irrespetarme una vez más, yo-
-Sí, sí, tu me darás un castigo divino o lo que sea-
Interrumpí las palabras de la rubia en mi cuerpo, al usar sus enormes pechos para seguir envolviendo, acariciando y estimulando su miembro masculino, comentando algo que me pareció gracioso.
-Vaya, ya ni siquiera te pones duro, pequeño humano. Es obvio que he sido demasiado-
Afrodita tensaba su cuerpo, soltaba gemidos y sin previo aviso, una vez más terminaba en mis pechos, algo que me hizo reír porque la situación era más que obvia.
-Basta, por favor. Ambos sabemos la realidad, he ganado, Orlando-
Esas palabras fueron algo que la diosa no me pudo negar. 
-Orlando, una pregunta. Ya que has fallado en tu objetivo, ese ritual extraño qué decías, ¿Qué sucederá?-
Afrodita, derrotada en el cuerpo de un humano, solo desvió la mirada, suspiro y me contó todo.
Afrodita-Record of Ragnarok
-Muy bien, plebeyos. Su diosa quiere tomar un relajante baño antes de complacerlos-
Tras decir mi orden, mis sirvientes me desnudaron con cuidado, prepararon el agua y lavaron por completo mi cuerpo de la manera más perfeccionista qué cualquiera pudiera imaginar. Era increíble pero lo mejor era cuando entraba a la enorme tina con agua caliente para mi sola, era como tener una piscina privada en la cual solo me acuesto, me lavo o tengo algo de diversión en compañía o en solitario.
-Al final, las cosas me resultaron de maravilla-
Me decía a mi misma al entrar en la tina para descansar y relajarme, mientras mi servidumbre esperaba desnuda y con emoción al momento en que yo estuviera lista para darles una ligera recompensa, satisfaciendo sus deseos carnales con mi cuerpo perfecto, nadie mejor que la diosa Afrodita para encargarse de esto.
-Y ahora soy Afrodita-
Me decía a mi misma una vez más, sonriendo con satisfacción mientras pensaba en como mi vida cambió tanto en apenas unas semanas.
Ya qué una vez que Afrodita intercambio de cuerpos conmigo para su ritual, y fracasó, no pudo volver a la normalidad.
Básicamente su soberbia y arrogancia fue lo que la condenó, usó sus divinos poderes para hacer el intercambio, y una vez en mi cuerpo podía volver a la normalidad bajo una condición. No obstante, al no lograr hacerme llegar a un orgasmo, el ritual era un fracasó y forzó tanto sus límites qué cuando quiso regresar a su cuerpo, no tenía las fuerzas necesarias para ello, agotando todos sus poderes de diosa para quedarse solo con el cuerpo y características de un humano promedio.
-Puede que la única que recibió un castigo divino, fue la antigua Afrodita, y dicho castigo vino de si misma-
Me decía a mi misma con una ligera sonrisa, tras haber ganado una disputa a una diosa, que ahora había perdido su estatus como deidad.
Afrodita-Record of Ragnarok
La única opción que le quedaba a Afrodita para volver a su cuerpo y vida de diosa, era pedirme a mi que usará los divinos poderes de su cuerpo para regresarla, algo que me negué. Después de todo lo que viví como mujer y como diosa, ¿Por qué motivo volvería a mi vida ordinaria? No había nada que valiera la pena, y no dejaría esta nueva vida que fue un regalo de los dioses.
Mi única y gentil oferta como agradecimiento para la antigua diosa, era perdonarle la vida.
Ella era libre de poner fin a su vida y ser enviada al tártaro, aceptar su nueva vida como Orlando y vivir como una humana, o volverse uno más de mis leales súbditos para quedarse como uno más de mi servidumbre en el olimpo.
Afrodita lo pensó mucho pero, su única y última decisión, fue volverse parte de mis súbditos con la ciega esperanza de un día recuperar su cuerpo.
Aún me sorprende su determinación, de pasar de ser una diosa a servidumbre, incluso le hice afeitar, vestirse y actuar como el resto de mis sirvientes de los cuales no distingo uno del otro. Toda esta humillación la aceptó con la inútil idea de algún día volver a la normalidad, cosa que juro por los dioses no pasará.
De hecho, ni siquiera es algo personal, le guardo mucho cariño a la antigua Afrodita, y si por aluna razón la reconozco, intentó ser gentil como muestra de gratitud por otorgarme la vida de una diosa. Misma que disfrutó y protejo a capa y espada, ni el mismísimo Dios de la guerra podría oponerse a mi si de defender esta vida se trata.
Para eso, usaré mis dos mayores armas qué sólo como humano pude experimentar; la voluntad de nunca rendirme y el aceptar mis errores para aprender de ellos. Con esas cosas que tanta falta le hicieron a la antigua Afrodita, ella hubiera seguido siendo una diosa y no mi sirviente sin nombre.
Yo no pienso cometer esos errores, y no voy a subestimar a mi querida humanidad.
Después de todo, el ritual qué fracasó la última vez, yo lo llevaré con éxito de una forma que no ponga en riesgo mi valioso y perfecto cuerpo.
Haré lo que sea para conservar esta vida, y sea quien sea la persona que intente quitármela, sentirá un inolvidable castigo divino por parte de Afrodita, la más grande diosa de todas.
Afrodita-Record of Ragnarok

jueves, 10 de agosto de 2023

Castigo divino 2

-Soy su sirviente, diosa mía. Me presentaba pata anunciar qué la habitación para su ceremonia ya está lista, solo hace falta que nos honre con su presencia-
Un hombre alto, casi de 2 metros, con buen aspecto físico pero sin ropa, cabello o mayor rasgo, aparecía en la habitación donde yo estaba desnuda.
Me avergoncé al ser vista sin ropa pero pensé que él podría notar algo raro en mi, por lo que decidí seguir la corriente lo mejor que pude e ignorar el hecho de no reconocerlo.
-De acuerdo, entonces tendrás el honor de guiarme hasta la habitación del ritual-
-Por supuesto, muchas gracias-
El hombre no dudó de mis palabras, no hizo preguntas ni cuestionó, simplemente obedeció y entró a la habitación con otros dos hombres exactamente iguales al primero. Ellos rodearon la cama donde yo estaba y extendieron lo que parecían pedazo de una elegante tela.
-En cuanto usted este lista, permítanos ayudarle a vestir, diosa mía-
Eso me tomó por sorpresa, todo era cada vez más sorprendente, y lo único que podía hacer era seguir el paso qué estos hombres desconocidos me marcaban.
-Estoy lista, adelante-
En cuanto di la orden, con mucho cuidado los tres hombres comenzaron a vestirme, por un momento pensé que simplemente eran telas y ya pero al ellos vestirme, poco a poco la tela se volvió en un elegante vestido digno de las esculturas griegas de antaño.
Afrodita-Record of Ragnarok
Una vez lista, los hombres me llevaron en un trono hasta la habitación, era lindo y vergonzoso qué todos esos hombres cargarán conmigo con si fuera de la realeza, aunque ahora creo que estoy por encima de la misma realeza, los dioses sin duda son un punto y aparte. Y ahora que estoy en el cuerpo de la diosa Afrodita, estoy experimentando lo que se siente ser una diosa.
Finalmente llegamos a la habitación, donde los hombres me abrieron la puerta y la cerrarían una vez que entre.
La habitación tenía una bañera del tamaño de una piscina, el vapor del agua caliente invadía todo el cuarto y una suave fragancia alegraba a mi nariz. Por un momento, la calma me llenaba por completo, por un leve momento deje de preocuparme sobre que había pasado conmigo y con mi cuerpo, pero muy pronto volví a preocuparme al ver a mi antiguo cuerpo esperando desnudo dentro de la enorme bañera.
-¡Mi cuerpo!-
-Exacto, bajo tus ropas de erudito moderno, no tienes un mal cuerpo. Yo nunca me equivocó al elegir un buen partido-
La forma de hablar y la situación en que estoy, me hizo recordar por completo a la mujer de antes, haciéndole una pregunta a mi antiguo cuerpo para confirmar mis sospechas.
-¿Tú intercambiaste nuestros cuerpos? ¿Tú eres Afrodita? ¿¡En serio eras una diosa!?-
La diosa se reían con satisfacción en mi cuerpo masculino mientras yo suavemente me ponía de rodillas en su cuerpo.
-Te lo dije, y tal como también dije, recibirás tu castigo divino. Siéntete honrada, podrás experimentar bastantes cosas con mi cuerpo, un privilegio que muy pocos humanos podrán experimentar-
-Espera, ¡Lo lamento mucho! No creí que fuera cierto y... Y yo... Yo...-
Tan pronto como me acerque a la diosa en mi cuerpo, ella me puso de rodillas, de cara contra mi propio pene qué ahora en su cuerpo no sólo se veía enorme, también se veía tan hermoso que no pude resistir el darle una probada.
-Vaya, así que ni siquiera lo has dudado, puede que este ritual vaya de maravilla para mí, sigue así-
Sus palabras fueron como una orden simple y contundente qué no dude en obedecer, pasando de dar suaves lamidas a la punta de mi pene, a empezar a meterlo a mi boca mientras apretaba y movía la lengua, llegando al límite lascivo de poner todo eso dentro de mi boca, dejándome sentir como mi interior era invadido por la calidez de mi miembro qué palpitaba con deseo a cada momento.
Afrodita-Record of Ragnarok
-Lo estás haciendo bien, aumenta un poco más la velocidad, usa bien la boca para que se sienta mejor, y a menos que te gusten las sorpresas, mantente atenta de cuando van a terminar. De esa forma sabrás que hacer con el amor que les haces sacar a los demás-
Sus palabras eran cautivadoras, como una dulce guía explicando con atención y detalle todo lo que un principiante podría necesitar saber, lo cual me venía de maravilla para aumentar el placer qué yo podía sentir, un placer qué se volvía cautivador mientras más palpitaba el pene dentro de mi boca, con largas y rápidas embestidas junto a una tensión final que supe reconocer, para tragar hasta la última gota del amor que expresaba mi propio cuerpo al cuerpo de la diosa.
-¿Lo tragaste todo? Nada mal, pero comprenderás qué no estoy satisfecha todavía-
Dijo con arrogancia la diosa en mi cuerpo, a lo que respondí de forma complaciente, aun saboreando la cálida muestra de amor que recorría mi lengua, mis mejillas y mi garganta.
-Por supuesto, una diosa no quedaría contenta con tan poca cosa, ¿continuamos?-
Ella sonrió y rápidamente se inclino sobre mi, yo me puse de espaldas y me prepare, siendo guiada en la posición que ella prefería y que era muy bien conocida, hasta yo la había practicado antes pero nunca como una diosa.
-Tu cuerpo está listo, estas bastante húmeda y eso es bueno. No podía esperar algo menor de mi propio cuerpo. Y en cuanto al tuyo, no lo hace tan mal-
La diosa parecía satisfecha tanto de estar en el cuerpo masculino, como de mi al estar en su cuerpo femenino.
Mismo cuerpo que deseaba ir más lejos, yo también anhelaba ese momento y cuando finalmente abrí las piernas, se volvió realidad.
-Ah... Así que... Así es como se siente...-
-¿Te gusta? Si quieres que te haga sentir mejor, dime como te sientes-
Me ordenó con firmeza, algo que no dude en obedecer.
-Me siento de maravilla.... Me siento tan caliente y mojada... Mi lugar privado se siente tan apretado... No hay dolor, solo un placer qué no conocía... Es tan... Satisfactorio sentir algo caliente ahí dentro... Podría quedarme de esta forma para siempre... Es como un sueño-
Afrodita parecía complacida por mi respuesta, lo demostró con una arrogante sonrisa, como si ella ya conociera la respuesta antes de haberme hecho la pregunta. Por mucho que no me guste admitirlo, una diosa se mueve en un nivel superior al de una persona ordinaria... Y ahora que tenía un poco de esa sensación, ser la diosa de la belleza, la naturaleza y el amor, todo era grandioso.
Una vez que ella quedó satisfecha con todo lo que dije y como mi cuerpo deseaba seguir con esto, finalmente la diosa decidió moverse, revolviendo todo mi interior, aumentando mi placer, llenándome de una satisfacción y sensación que nunca imagine y que solo pude corresponder mostrando todo el amor que como diosa podía ofrecer.
Afrodita-Record of Ragnarok
Para mi sorpresa, las embestidas aumentaron, mis deseo de amor y placer también, todo era una maravilla qué terminó, una vez la diosa terminó dentro de mi tras hacerme sentir como una reina por un tiempo que no puedo describir.
-¿Ya fue suficiente?-
Pregunte con una cálida y tranquila sonrisa, aun disfrutando de la sensación caliente en mi interior qué contrastaba con una Afrodita realmente confundida, a juzgar por la expresión qué tenía mi rostro masculino.
-Espera, humano. ¿Tú no estás satisfecho? ¿Cómo es que no te has vuelto loco?-
Preguntó con confusión, a lo que yo respondí con una broma qué sólo la enfureció.
-¿Volverme loca? Si no has logrado hacerme terminar, menos volverle loca-
-No digas tonterías, ¿En serio no has alcanzado el orgasmo?-
Ella preguntó con severidad, a lo que respondí con una tranquilidad que hasta parecía insultante.
-Para nada, pero no te ofendas, puede que el cuerpo de una diosa incluso sea demasiado para ti en forma humana-
-¿Osas a decir que la diosa Afrodita es insuficiente para ella misma? Es la insolencia más grande que he escuchado-
Tras esas duras palabras, sentí como me cargaba en sus brazos, sujetando mis caderas y moviéndome a su libre voluntad para embestirme con más ímpetu qué antes. Mi respuesta fue moverme también, gemir de placer y apretarlo aun más pero, todavía no sentía que iba a terminar.
-No te ofendas, simplemente dije la verdad. Si no has hecho esto en mucho tiempo, puede que perdieras habilidad-
De nuevo, sus ataques placenteros solo aumentaron más y más, me sentía muy satisfecha cada que mis caderas chocaban con las suyas, hacia un lío en mi interior, sentir mis enormes pechos rebotar y muchas cosas más que, por muy buenas qué fueran, no eran tan buenas como para llevarme al orgasmo.
-Esto está mal. Guarda silencio, humano. Solo estaba siendo gentil con mi cuerpo pero, si quieres que te vuelva loca, ¡juro por mi titulo de diosa qué lo haré!-
El sexo era más frenético qué antes, un ritmo acelerado, antes era como una dulce carta de amor pero ahora, era mucho más duro y salvaje, de esta forma lo disfrutaba mucho más. Sin embargo, todavía no era suficiente.
-Inténtalo todo lo que quieras... No me estoy aguantando... Yo también quiero sentir un orgasmo... Pero falta algo...-
Dije entre gemidos y jadeos cada vez más altos, al intentar hacer qué mi voz se escuchara un poco más fuerte que los sonidos lascivos de nuestros cuerpos al chocarse.
No estoy seguro, pero creo que este no era el plan que tenía en mente Afrodita.
Aquel ritual de placer y amor imaginó que sería cosa sencilla, y ahora que ella ha llegado al clímax pero sin lograr que yo también lo haga, puede que haya hecho que se lo tome personal.
Que así sea, si siento más placer durante más tiempo en este hermoso cuerpo, estaré encantada de continuar. Si por ahora soy una diosa, estoy completamente dispuesta a asumir ese papel hasta que mi cuerpo de diosa quede satisfecho, y el orgullo de la diosa también.
En serio se está esforzando, y lo amo pero, entre todo este amor y placer qué siento, no puedo evitar preguntarme una cosa.
Afrodita-Record of Ragnarok

miércoles, 2 de agosto de 2023

Castigo divino

-Vaya, vaya. Entonces, estos son los humanos qué viven en la Tierra actualmente. No los veía de cerca desde la caída de la Antigua Grecia; los espartanos eran implacables, fuertes y guapos... Aunque algo salvajes para mi gusto, pero ahora que te veo a ti, me doy cuenta que deje pasar una mejor oportunidad-
¿Quién rayos era esta mujer? ¿Y por que habla con tanta arrogancia? Viéndola es innegable su belleza pero eso no le da derecho de sentirse por encima de cualquier persona, incluyéndome a mi, quien estaba de visita por Grecia y lo que quedaba de sus templos dedicados a los dioses antiguos, tomando fotos y notas de lo que veía.
Yo emprendí este viaje solo, y por lo temprano que es, no había visto a nadie más en todo el día. Simplemente, mientras tomaba fotografías y hacia anotaciones en mis diarios, esta mujer apareció y me comenzó a hablar.
-¿Disculpe? ¿Quién es?-
-Bueno, al menos tienes la educación de hablarme con respeto, pero antes de responder, tú debes presentarte-
Dijo con tranquilidad aquella mujer rubia, con flores en el cabello y que la viera por donde la viera, simplemente podía pensar o decir que era hermosa. Su belleza era tan abrumadora qué incluso ese "vestido" qué más bien parecía tela desgastada, la hacía ver como la mujer más hermosa del planeta. 
Seguramente ella es consciente de su belleza y por ello habla con tanta arrogancia. No obstante, sea cual es su motivo, no pienso soportarla mucho tiempo. 
-Mi nombre es Orlando, solo soy un turista qué quería conocer estos lugares, ¿Tú quien eres?-
Mi respuesta pareció no gustarle a la mujer que suspiro y señaló. 
-"Usted" quisiste decir, que sea amable, no implica que me debas rebajar a tu nivel-
La respuesta que ella me dio, me hizo apretar un poco los dientes antes de preguntar otra vez. 
-¿Y que tú te crees para exigirme tanto a cambio de tan poco?-
Una vez más ella suspiro, sus suspiros eran especialmente molestos, sonaban lleno de lastima y condescendencia, como si de un animalito tonto se tratara y que no castigaba por la misma pena que le producía el solo verlo de esa forma. 
-No me creo, soy la diosa Afrodita. Y soy consciente de que las cosas en el mundo han cambiado, ustedes humanos ya no veneran como es debido a las deidades más antiguas como yo. Si cuando compartíamos lazos con ustedes, destruyeron todo a su paso, ahora que les interesan otras cosas, es natural que sean ignorantes de su historia-
Afrodita-Record of Ragnarok
Ella habla con una arrogancia y soberbia qué rosaban lo ridículo, como si ella fuera la perfección absoluta... Bueno, incluso si su cuerpo fuera perfecto, su personalidad dejaba mucho que desear, por no mencionar los sinsentidos qué decía. 
-¿Tú? ¿Afrodita? Debes estar jugando, ¿En serio quieres que crea que estoy hablando con una diosa?-
La supuesta afrodita, con un suspiro y sonrisa arrogante volvió a hablar. 
-No, en realidad no me importa lo que quieras o creas. Lo único que importa es que tomaré prestado tu cuerpo un rato; he estado tan ocupada cuidado de la naturaleza qué ustedes arruinan, qué termine descuidando un poco del amor que puedo dar y recibir. Naturalmente, yo soy la única digna de disfrutar mi cuerpo de diosa, por lo que tomaré tu cuerpo un momento para asegurarme que sigo siendo tan buena diosa del amor como siempre lo he sido-
Para este punto, por muy confiada qué esa chica pueda sonar, simplemente la ignore y seguí con lo mío, pensando que eras un nuevo tipo de estafa o algo parecido. 
-Tú... ¿De verdad estas dándome la espalda?... Vaya insolencia-
Su tono gentil y condescendiente de hablar estaba acumulando algo de ira, pero poco me importó y la seguí ignorando hasta que fue demasiado tarde. 
-Eso me pasa por ser bondadosa con una criatura tan irrespetuosa como tú. Por ello, este es tu castigo divino-
Antes de poder voltear y pedirle que se vaya, todo se oscureció; recuerdo caer de rodillas y luego al suelo, mis ojos no veían nada más que oscuridad hasta que quede inconsciente a los pies de esa mujer. 
-Pero... ¿Qué me ha pasado?-
Pregunte al despertar en la enorme cama de un blanco palacio, era como si aquel templo en ruinas qué visite volviera a la vida, y a quien todos prestaban atención era a mi. 
Pechos tan grandes que rosaban el ridículo pero sin duda eran naturales, una delgada y perfecta cintura qué se cruzaba con un trasero y muslos de ensueño, mi estatura cambio a una más pequeña y mi rubio cabello con flores tapaba mi visión. 
No había duda alguna, yo estoy en el cuerpo desnudo de aquella misteriosa y problemática mujer. Me había convertido en una chica, y si ella decía la verdad y es la responsable de esto. 
-¿Significa que si ella es Afrodita? ¿Ahora soy Afrodita?-
Me preguntaba aun incrédulo de la verdad, pensando que todo esto era un mal sueño y que en cualquier momento iba a despertar, algo que no iba a suceder de nuevo. 
Ya he despertado, y lo hice en este cuerpo, un cuerpo digno de una diosa, en un palacio para una deidad. 
Una situación imposible y que aun no puedo asimilar, en especial porque alguien ha llamado a la puerta. No estaba seguro de que decir o hacer y todo lo que pude responder fue. 
-¿Quién es?-
La respuesta de quien es esa persona, la conocí cuando abrió la puerta.
Afrodita-Record of Ragnarok