Mostrando las entradas con la etiqueta magia o hechizos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta magia o hechizos. Mostrar todas las entradas

miércoles, 14 de mayo de 2025

Pelea de hermanos

-¡Oye! ¿¡Qué demonios te crees haciendo eso!? ¡Suéltala, pervertido asqueroso! ¡Te repudio!-
-Cálmate, hermanita, no es para que te pongas así-
-¿De verdad vas a seguir con eso? Eres un enfermo-
-¿Lo dices por tu castigo o porque estoy viendo tus bragas azules con rayas bajo las pantimedias? Debo decir que dan un toque nuevo y tu trasero se ve de maravilla-
    Una cara de molestia y vergüenza se notó de inmediato en su rostro cuando mi falsa hermanita me volvió a ver, intentando no dejar de poner toda su atención en la pantalla con el videojuego que estaba utilizando.
    Hace unos días comenzó una guerra de bromas en la familia entre mi hermano menor Joshua de 17 años y yo, Leonel de 19 años.
    No recuerdo muy bien como o porque empezamos, creo que mi hermano me arrojó un huevo al rostro, luego yo le lance una cubeta de agua con hielos mientras dormía, de alguna forma se las arregló para atarme de cabeza mientras yo dormía, después cobre venganza al dejarlo fuera de casa un día y un largo sin fin de bromas que cada vez eran más pesadas para superar a la anterior extendiéndose por semanas.
    Cuando finalmente estábamos en los límites físicos y mentales, yo lance mi última broma con la que "gané" de cierta forma, porque lo que le hice a mi hermano menor era casi imposible de superar. En mi desesperación de tener una broma mejor que la suya, compré un frasco mágico en una tienda muy rara que decía ser capaz de dar otro aspecto a quien fuera por los próximos días, perdiendo gradualmente el efecto sin forma de poder evitarlo o contrarrestarlo. De verdad creí que la chica que me lo vendió se refería a un aspecto ridículo que dejaría manchas difíciles de quitar o algo por el estilo, por lo que sin pedir más detalles, compré el frasco y apenas llegar a casa lo lancé a la habitación de mi hermano menor con él dentro de su recamara.
    Antes de que él pudiera reclamar o vengarse, cerré la puerta e ignore sus intentos de salir, al menos hasta que vi como una extensa neblina morada se deslizaba por debajo de su puerta. Cuando abrí la puerta, ya era demasiado tarde, y vi como mi hermano quedaba envuelto en aquella densa neblina hasta cubrirlo por completo, y así, tal como dijo la chica, darle un aspecto completamente irreconocible a mi hermano menor.
    Cuando el humo se dispersó de la habitación mi hermano menor ya no estaba frente a mi, en su lugar había una dulce y pequeña niña vistiendo uniforme escolar, con el cabello atado en una cola de caballo, con un cuerpo muy desarrollado y una expresión que combinaba el miedo y angustia al verse transformado por completo como por arte de magia.
    La cosa que le lancé lo convirtió en una chica y nadie más que nosotros dos es capaz de recordarlo por alguna razón seguramente por la magia que se utilizó sobre él y que supuestamente en algún momento tiene que desaparecer para que mi hermano vuelva a la normalidad.
    El punto es que han pasado 3 días desde entonces y nadie sospecha nada, todo sigue igual con excepción del sexo de mi hermano quien no sólo se rindió en la guerra de bromas sino que también ha tenido que adaptarse a esta temporal vida como chica, y aunque lo hace muy bien frente a nuestros padres o cualquier otra persona, la mayoría del tiempo es un idiota conmigo, por lo que siempre es bueno darle una sorpresa como ahora para romper su calma y quietud y que así sus insultos o amenazas tengan una razón de ser.
-¡Cállate! De verdad eres molesto cuando haces eso, todavía que tengo que usar faldas y la ropa interior que apareció en mi cuarto, no dejas de estar fastidiando todo el rato. La guerra de bromas terminó hace días así que suelta mi falda o me las vas a pagar-
-Jajajaja suenas como toda una hermanita menor molesta, pero tranquila no quiero que llores y-
    Una patada justo en la entrepierna me borró la sonrisa y me hizo soltar su falda en un instante, volviendo a cubrir sus bragas y trasero de mi vista, al tiempo que ella se levantaba y se iba de mi habitación, dejándome con los ojos llorosos tratando de soportar el dolor que su venganza me había provocado.
-Que ahora sea una niña no significa que no me pueda defender-
    Dijo aún con ese tono molesto que se volvió mucho peor al convertirse en una chica, tratando de ocultar una sonrisa de satisfacción mientras salía de la habitación jugando con la consola y dejándome tendido por un buen rato, sintiéndome derrotado puesto que aún si intento hacer lo mismo, justo ahora no tendría el mismo efecto sobre ella, por lo que para vengarme como es debido tendré que esperar a que vuelva su cuerpo a la normalidad.
    Por desgracia hasta que eso suceda, y que mi hermano vuelva a ser un chico y no una niña, no tengo más opción que recobrar el aliento y guardar este ataque para cuando podamos retomar nuestra pelea de hermanos.
Créditos a quien correspondan.

sábado, 26 de abril de 2025

Deber de la realeza

    Hace mucho tiempo, tanto que ya ni lo puedo recordar, yo era un fiero caballero, de los mejores de mi reino si me permiten decir, y nadie tuvo la fortuna de poder derrotarme, siendo eso uno de los varios motivos por el cual se me asignaban las misiones más peligrosas, quedando como el héroe que el reino entero adoraba tras regresar victorioso en cada ocasión, acompañado de botines y trofeos que reflejaban mi éxito abrumador.
    Sin embargo, mi última misión como caballero era muy ambigua, hablaba de salvar un reino perdido al conseguir una reina, siendo lo más seguro que la suya había sido capturada por algún monstruo y necesitaba ser rescatada, motivo suficiente por el cual acepte la misión, dirigiéndome al lejano reino para regresarles a su reina.
    Una vez en el reino perdido entre al castillo, donde solo había mayordomos por alguna razón, dirigiéndome al jefe de todos estos para saber más detalles de la misión sobre su recuperar a la mujer de la realeza.
    Joseph, el líder de los empleados, me dijo que el rey y la reina se habían embarcado en un viaje diplomático para ir a otro reino y que desafortunadamente a mitad del viaje, su barco náufrago y daban por hecho que nunca regresarían a su hogar.
    Un reino no puede existir sin rey, ni mucho menos puede existir sin reina, por lo que era esencial conseguir alguien que tomará su lugar a la brevedad. Por suerte para ellos había llegado yo, un valiente y noble caballero dispuesto a asumir dicha labor.
    Estaba bastante confundido por la situación, y una vez que la entendí, lo único que tenía claro es que no quería hacerlo, no estaba dispuesto a abandonar mi vida como caballero para estar en un trono todo el tiempo, pero a pesar de mis protestas, los sirvientes fueron capaces de persuadirme y hacerme ver que la situación no era tan malo como yo lo imaginaba y que todo lo que tenía que hacer era tomar una pequeña pócima para volverme de la realeza.
    Sin más opciones, acepte tomar la pócima que los mayordomos me dieron, y de inmediato me hizo caer dormido, despertando después de horas sintiéndome en una pesadilla; llevaba puesto un vestido rosa con blanco y lleno de volantes, también tenía grandes pechos que se veían por lo escotado que se encontraba mi vestido, tacones que apenas podía soportar sin caerme y una gran cabellera castaña la cual portaba una pequeña tiara con gemas que había pasado de generación por generación entre las reinas de este lugar.
    Yo estaba aterrorizado y grité al mirarme como una mujer, haciendo que unas sirvientas llegarán para hablarme y tratar de consolarme, me dijeron que desde ahora yo vivía ahí y era su reina por lo que todas estaban a mí servicio y todo el reino ahora era mío.
    Les exigía volverme a la normalidad, que podía ser su rey y no su reina pero todas me dijeron que la labor de la reina era mucho más importante y que harían todo lo posible para ayudarme con mi nueva vida.
    Lo primero que hicieron las sirvientas, fue guiarme hasta el cuarto de la reina donde me ayudaron a quitarme el vestido mientras me explicaban un montón de cosas: necesidades del pueblo, economía, agricultura, relaciones con otros reinos y el que ahora es mío, brevemente me explicaron de todo menos el porque tenía que ser mujer, dejándome a solas en mi cuarto para poder descubrir el motivo por el cual cambiaron mi género.
    Vi mi nuevo cuerpo, llevaba una diminuta camisa y una tanga blanca acompañada de encajes de oro. Un calor me invadió mientras me veía al espejo, mis manos llegaron hasta mis pechos que de inmediato hicieron poner duros a mis pezones. Jugué un poco con ellos frente al espejo hasta tener los ánimos de llevar la mano más abajo y casi caer de rodillas por el placer de tocar mi nueva parte femenina.
    Tuve que llegar a la cama para explorarme más a fondo por horas hasta que, como si se tratará de una profecía, lo entendí.
-El trabajo de una reina es mucho más importante, después de todo ella satisface al rey, lo hace feliz y le da muchos hijos para continuar con su linaje en el reino, ese es el deber de una mujer de la realeza...-
     Me dije a mi misma al tener en claro porque me había convertido en una mujer, mirando aquel destino con un poco más de emoción de la que esperaba.
-Esto no es tan malo después de todo. Todavía no quiero tener un hombre dentro de mi. Sin embargo, seré una buena reina cuanto sea necesario, al menos hasta que algún hombre pueda dominarme. Claro, si alguien espera estar dentro de mi para tener sus hijos, debe ser alguien digno de liderar a mi pueblo y hacerme feliz a mi, ¿Será posible encontrar un caballero así?-
    Apenas era mi primer día como mujer pero ya tenía claro mi objetivo como reina: vivir llena de lujos y cuidados para dar la mejor descendencia al ansiado príncipe azul que se volvería mi rey.
    Debo admitir que aún no quisiera embarazarme, tener un bebé de cualquier hombre sería muy raro y aunque en algún momento llegará alguien con quien comparta mi reino, por ahora la reina está bien por su cuenta para cumplir con su deber real.
Créditos a quien correspondan.

viernes, 18 de abril de 2025

Lo de todas las noches

    Todas las noches cuando mi novia se va a la cama para descansar, estoy bastante seguro de que no lo hace, ya que yo tomo el control de su cuerpo cada noche y me divierto con su ser hasta que me quede satisfecho.
    No tendría que hacer esto si ella no se negara tanto a darme algo de cariño y atención, quiere que todo lo que hagamos sea una vez estemos casados, y aunque ella quiere que eso suceda cuanto antes, yo no estoy tan emocionado por la idea de casarnos, prefiero disfrutar un poco de su compañía antes de estar seguro de quererla como mi esposa.
    Así que decidí divertirme con su cuerpo a expensas de ella para compensar su actitud, usando un hechizo soy capaz de moverme en el plano astral como un espíritu o un alma, la cual se apodera temporalmente del cuerpo de mi novia quien no recuerda nada de lo que sucede cuando está poseída.
    Desde entonces, cada noche desde hace un par de meses, una vez que me da las buenas noches por mensaje o llamada, yo hago los preparativos para poseer su cuerpo, divertirme algunas horas a expensas de ella y regresar a mi cuerpo como si nada hubiera pasado.
    Las cosas no serían así en un comienzo, al principio solo deambulaba por su recamara, revisaba sus cajones, me probaba algo de su ropa más erótica y que ni en fotografías me dejaba mirar, momento que también aproveche para tomar algunas fotografías y mandarlas a mi propio móvil, borrando la evidencia de su propio celular para que ella ni siquiera lo sospechara.
    Sin embargo, comenzaba a aburrirme de esto, ya tenía fotos de todos sus atuendos lindos, sexys o eróticos en varias ocasiones y posiciones, y sin nada nuevo que probarme o algo nuevo que hacer en su cuerpo, quizás dejar de invadir la privacidad de su cuerpo sería lo mejor.
    Y así hubieran sido las cosas de no ser que la última vez que poseí su cuerpo, encontré un cajón falso en su ropero, y en dicho cajón oculto se encontraba el mayor premio de todos, algo que no pude evitar ponerme y comenzar a grabar un video con eso puesto para satisfacerme más tarde cuando regresará a mi cuerpo.
    Parecía una especie de traje de baño de látex o de cuero, con un enorme cierre desde el cuello hasta la entrepierna, dejaba las piernas desnudas, presumía el buen trasero de mi novia y aunque sus pechos resaltaban un montón apretados en el traje, mi parte favorita era bajar el cierre hasta la cintura para ver su abdomen y sus preciosos pechos sacudiéndose como locos después de haber entrado a la fuerza en aquel provocativo atuendo.
    Pensaba que mi pasatiempo de todas las noches con mi chica estaba por terminar al volverse monótono y aburrido pero este atrevido atuendo me devolvió la chispa y emoción que no sentía desde hace semanas, podría hasta compararlo con mi primera vez dentro de su cuerpo, y eso solo me hacía estar más motivado de seguir tomando su cuerpo para divertirme como más me plazca.
    Por ahora solo creo que puedo grabar este video y uno o dos más antes de regresar a mi cuerpo, me tomó algo de tiempo encontrar este sexy atuendo que paso desapercibido para mi por meses pero que ahora encontré y use, tendrá que pasar un buen tiempo en que me aburra de usarlo.
    Ni siquiera he dejado de usarlo y de poseer el cuerpo de mi novia pero muero de ganas por utilizarlo, mañana por la noche no hay duda de que sera una noche divertida que devolverá las noches de emoción a algo que sentía estaba a punto de terminar, una nueva esperanza y emoción que nada podrá superar.
Créditos a quien correspondan.

sábado, 29 de marzo de 2025

Gata domestica 3 FINAL

    Al final, supongo que no puedo quejarme por completo, de verdad que me gustaría quejarme de algo con respecto a esos días en la casa de mi novio, pero después de mi primer castigo donde me amarró y me cogió hasta más no poder, no tuve más que buenos momentos bajo el cuidado y supervisión de mi amo; todo el tiempo se preocupó por mí, me consintió, me alimentó, me lo hizo tan rico cada que teníamos oportunidad y cientos de cosas más que me dieron una experiencia maravillosa por el bajo costo de ser su mascota, lo cual visto de otro modo incluso me beneficiaba; no cocinaba, no me preocupaba por nada, no tenía responsabilidad alguna puesto que mi amo hacía todo para mi mientras yo dormía o estaba acostada; mientras yo fuera una buena mascota para él, él sería un buen amo para mi, un trato que muy fácilmente acepté antes de darme cuenta.
    A pesar de que mi idea inicial era volver a la normalidad, ser yo quien domine en la relación y por supuesto que debía averiguar como es que mi novio descubrió que lo engañé, antes de notarlo ya me estaba acostumbrando a la vida como una simple mascota, me estaba acostumbrando a este nuevo papel que cuando el fin de semana estaba por terminar recién recordé todo lo que no hice, y también me sentí triste de que mis días como Kitty llegaran a su final.
    Recuerdo que estaba acostada en el regazo de mi amo quien me besaba y acariciaba a cada momento, yo estaba ansiosa por lo que haríamos en cualquier instante, así habíamos pasado el fin de semana, y cuando finalmente pensé que tendría mi recompensa, mi amado señor se levantó de la cama para entregarme mi mochila y decirme que debía de cambiarme y volver a mi propia casa.
    Fue hasta ese momento que me di cuenta de lo fácil que me adapte a la vida como una mascota, y lo triste que sería dejar de ser mimada y atendida todos los días para volver a ser una mujer adulta que quizás se había quedado soltera.
    Sin protestar me baje de la cama para cambiarme por mi misma después de varios días sin hacerlo, me peine, me vestí, me puse algo de maquillaje y camine hasta la puerta principal para salir del apartamento de mi señor, quien antes de dejarme ir dijo unas bellas palabras a las que no me pude resistir.
-¿Te gustaría volver a venir?-
-Por supuesto-nya-
    Respondí sonriendo y guiñando un ojo a mi novio, hablándole de esa forma tan ridícula que a él le encantaba, y que de cierta forma yo también comencé a disfrutar, pues cada vez que actuaba como una felina, era un recordatorio más de que solo soy su pequeña gatita, y que a pesar de mis pequeños errores, él todavía quiere tenerme en su vida.
Créditos a quien correspondan.
    Desde entonces vuelvo a casa de mi amo cada que tengo oportunidad, haciendo todo lo posible para quedarme a su cuidado por lo menos todo el fin de semana, llevando poco más que mis llaves para volver a casa, porque todo lo demás que pueda querer o necesitar, mi amado amo me lo dará mientras sea una gatita buena para él.
    En cuanto entró a su departamento, me desnudo para ponerme mi ropa de gata doméstica a la cual me he acostumbrado a la perfección, incluso mi collar me resulta cómodo y me gusta como me veo, no hay nada que no me guste o que cuestione, cuando se trata de mi amo y esta vida como su mascota es como si simplemente no lo pudiera rechazar, vivir bajo su cuidado es lo máximo, y de forma genuina espero nunca separarme de este estilo de vida que si bien comenzó como un castigo, se ha convertido en una bendición.
    Una vez bien vestida y con el permiso de mi amo, me subo al sofá y me pongo de rodillas para gritar lo que mi amo me ordenó para cada vez que llegará a su casa.
-He regresado-nya, amo por favor cuide de su pequeña kitty-nya-
    Siempre que digo eso el amo no tardar en salir de su habitación para jugar conmigo, acariciar mi cuerpo, morderme el cuello o hacerme de todo previo al sexo.
-Bienvenida, ahora sube al regazo de tu amo, siéntate en sus piernas-
    Me ordenó sonriendo, acariciando mi cabeza y besando mi mejilla para que se sentará a mi costado, dándome así la oportunidad de obedecer lo que me ordenaba.
    Sentada en su regazo podía sentir su enorme miembro apretado en la ropa siendo restregado en mis nalgas lo cual solo era un pequeño y divertido juego previo a lo realmente interesante donde me pone a su merced, como la simple mascota lasciva que soy.
    Mi amo no perdió el tiempo y empezó a morder, lamer y besar mi cuello mientras acariciaba con libido mis muslos hasta abrirme las piernas, momento en que no dudo en pasar una de sus manos por encima de las bragas para provocar aún más humedad dentro de mi.
    Mi espalda chocaba con su pecho, las piernas me hormigueaban previó a saber lo que se me venía, instándome a mover el culo y dar pequeños brincos para provocar aún más a mi amo y su miembro que estaban tan felices de verme.
    En poco tiempo me corrí solo con el juego previo, tomando un poco de aire en lo que el amo me rompía la ropa para dejarme desnuda, en cuatro sobre el sofá y metiéndome su hombría de una estocada que me haría sentir por las nubes.
-¿Cómo se dice, Kitty?-
-Muchas gracias por el sexo-nya, por favor amo, úseme cuanto quiera-nya, yo soy de su pertenencia-nya-
    Con eso dicho por mi parte, el amo me sujetó del cabello para embestirme con más fuerzas mientras me hacía ver al techo perdiéndome en las maravillas de este sexo. 
Créditos a quien correspondan.
    Seguimos así por más de 2 horas, nuestras aventuras se volvían más intensas tras cada ocasión, con cada visita a la casa del amo, la resistencia de ambos va en aumento y eso me fascina y me deja con la curiosidad de ¿Cuánto tiempo más podremos aguantar en el futuro? Me muero por averiguarlo.
    Futuro.... el futuro... creo que este no es el futuro que me había imaginado hace algún tiempo... y ahora que lo recuerdo, ¿Cómo fue que llegué a esto? Recuerdo vagamente que comenzó como un castigo, un castigo por ser infiel a mi novio... ¿Cómo dijo que lo había descubierto? ¡Magia! Dijo que magia...
    La cabeza me duele un poco al recordar, es como si quisiera mantenerme centrada en mi nuevo lugar y satisfacerlo, y aunque eso me parece muy importante, todavía quiero recordar que más sucedió.
    No estoy segura, pero creo que ese libro brillante tuvo algo que ver al respecto; por ese libro descubrió mi infidelidad, dice que él mismo me vio, pero si era un lugar solo de chicas ¿Cómo le ayudó el libro?
    Además de eso, también es cosa del libro que me sienta tan caliente y sumisa, ¿No es así? En otras condiciones yo nunca hubiera aceptado esta vida, no sería tan sumisa, mi novio nunca estaría encima de mi, y aunque tiene sus cosas buenas, yo no hubiera aceptado la vergüenza de ser rebajada a una simple mascota. 
    Sí... puede que ese libro tenga algo que ver... lastima que lo destruí por accidente la otra vez... ¿O en serio fue un accidente? La cabeza está matándome, y las embestidas de mi novio no me ayudan a mantenerme concentrada, recién lo acabamos de hacer y ya me siento muy ansiosa por repetir ese momento.
    Supongo que ese libro pudo ser el responsable de mi cambio.... o quizás yo simplemente cambié... y una vez que mi novio me puso en mi lugar, entendí que ser la gatita sumisa es algo que de verdad me gusta, y que me gusta tanto como para abandonar por completo mi vida y ser completamente suya gran parte de la semana.
    No lo sé, realmente no lo sé, solo sé que esto se siente muy bien... y si lo estoy disfrutando, ¿De verdad debería preocuparme por los detalles? No lo sé, creo que pensar en eso solo arruinaría la magia y nuestro momento de amo y mascota, algo que no quiero perder.
    Por ahora me dormiré un rato, después del sexo mi amo me ha dado un agradable baño y un lindo atuendo para que pueda descansar y compensar el traje que recién me acaba de romper por jugar pesado. Este nuevo traje también es muy lindo, y un poco más apretado, me gusta, en especial la huella en la parte trasera, apuesto a que mi amo le encantará azotar en ese lugar. 
    Mientras mi amo se baña por su cuenta y yo tengo oportunidad de descansar, creo que he decidido que no me voy a preocupar tanto por lo que pasó antes de ser su mascota: si fui una mala novia, si lo engañé, si es por la magia o simplemente porque él es muy bueno, sea el motivo que sea, creo que vivir como su mascota no es tan malo, me gusta demasiado, y quiero jugar más y más con mi amo, quiero ser el juguete de mi amo y que él haga lo que quiera conmigo, quiero ser su mascota para siempre, ser su pequeña gatita domestica todo el tiempo me haría la mascota más feliz del mundo, así que cuando el amo salga de bañarse y si yo sigo despierta, le suplicaré que me haga suya para siempre y que así podamos tener una nueva y maravillosa vida de amo y mascota.
Créditos a quien correspondan.

sábado, 22 de marzo de 2025

Gata domestica 2

    Los lascivos azotes se oían con fuerzas al igual que mis gemidos ante cada embestida que mi culo recibía, totalmente inmovilizada y sumisa al placer que mi hombre me daba con tantas fuerzas para hacerme correr una y otra vez sin descanso, desde hace más de una hora como consecuencia de la desobediencia y de intentar hacer una escena contra "mi amo", quien no mostraba compasión al mostrarme cual es mi lugar a partir de ahora.
    ¿Cómo fue esto posible? Hasta hace unas horas solo era una visita a casa de mi novia, quien me confrontó con evidencias por haberlo engañado con alguien más. Incluso al ser atrapada, no quise reconocer mi error, y lejos de disculparme, intente convencerlo de que él era quien estaba cometiendo un error al llevarme la contraria, que debía disculparse de inmediato y que solo después de comprarme algo a la altura de la mujer que soy, pensaría en quizás perdonarlo. Estaba segura de que él se doblegaría ante mis amenazas, ¡Él siempre lo hace! O mejor dicho, siempre lo hacía para tenerme contenta, pero está vez no resultó como esperaba, y muy lejos de disculparse o de cumplirme mis caprichos, mi novio se mantuvo muy firme en su postura de disciplinarme porque dentro de su casa soy su mascota. 
    Como era de esperar, yo nunca sería sometida a tal ridiculez ni le dejaría a él ser quien lleve las riendas de nuestra relación, pero muy poco importó mi opinión una vez que él sacó ese viejo y extraño libro.
    Recuerdo que después de nuestra discusión, mi novio con mucha confianza tomó el libro con una mano y comenzó a leer sus páginas, provocando así que todo el libro emitiera un intenso brillo que me asusto un poco. Un libro no tenía porque brillar, menos cuando él lo estuviera leyendo en un idioma que no entendí, y que cuando finalmente terminó su lectura y cerrará el libro, un montón de extraños sucesos comenzaron a suceder dentro de mi.
    Era como si estuviera hechizada o algo así, estoy segura de que ese libro tuvo alguna clase de efecto sobre mi, porque en el momento que él dejó de leer, fue que me percaté de todas esas sensaciones en mi cuerpo.
    Me sentí más dócil de lo que nunca imaginé, ver a mi novio era como ver a una imponente figura de autoridad frente a mi, y aunque hace unos momentos yo quería verlo de rodillas disculparse por acusarme de algo que sí hice, después de que él leyó todo lo que podía hacer era agachar la cabeza debido a la vergüenza de mis acciones, esperando a que él diera una orden o indicación para obedecer.... era muy raro y humillante de pensarlo así, pero era como una niña pequeña que hizo algo malo, y ahora quiere enmendar las cosas con su padre para que ya no esté enojado. De un momento a otro, mi novio dejó de verse como un debilucho al que podía dominar a completa voluntad, a alguien muy poderoso del cual debía sentirme agradecida por tener en mi vida, y que lo menos que podía hacer para él, era portarme bien.
    Además de una extraña sumisión ante la presencia de mi novio, había algo más en mi, algo que ni en mis peores momentos había sentido... un deseo tan intenso... de hacerlo, que me daba vergüenza reconocer lo caliente que me sentía una vez que terminó de leer ese libro. 
    Sentía mis pezones duros, mi entrepierna ponerse húmeda, frotaba mis muslos el uno contra el otro con la cara toda sonrojada mientras hacía mi mayor intento de mantener concentrada y no ceder ante lo que mi cuerpo quería tan desesperadamente de un momento a otro.
    Sentí que me faltaba el aliento, me costaba ver a mi novio, me costaba aún más pensar con claridad, y entre todo ese remolino de emociones tan intensas que sentía, vi como mi novio se acercaba para sujetar mi collar y comenzar a caminar hacía su habitación, cosa que en completa sumisión acepté, caminando en silencio detrás de él tal como una mascota haría al salir de paseo con su amo.
    Dentro de su habitación, mi novio ya tenía prepara la siguiente parte de su "castigo para disciplinarme", puesto que consiguió un juguete muy especial donde me acercó, encadenó mis muñecas y tobillos, para posteriormente quitarme el pervertido atuendo que él mismo me colocó. 
    De solo ver el lugar donde recibiría disciplina todo mi cuerpo se estremeció de emoción, no había experimentado tal sentimiento antes, y no puse nada de resistencia en el momento que él me ató ni mucho menos cuando me desnudo para darme algo que deseaba de forma desesperada.
    No puedo estar segura de si todo esto fue obra suya o el libro tuvo que ver, alguna clase más de duro y directo efecto de lo que sea que él intentó conmigo. Sin embargo, fuera todo mérito de mi novio o no, tengo que reconocer que ha sido la mejor noche de mi vida en la cual sacó su lado más salvaje y dominante para mi, que tal como su deseada "gatita sumisa", disfruté desde una nueva perspectiva tan placentera como degradante. Ni yo misma podría creer que era una mujer dominante que siempre le gusta llevar el control en estás situaciones, porque justo ahora y debajo de mi novio, no pude hacer más que gemir, disfrutar y pedir más de todo lo que él tenga para darme mientras escucho y obedezco cada palabra dada por mi amo.
-¿Vas a obedecer?-
    Me pregunto con completa autoridad, a lo que con completa sumisión le respondí.
-¡Ah! Sí, sí lo haré-
    Una nalgada me hizo retorcerme de placer, solo para recibir otra igual a los pocos momentos, sin detener ni un segundo las embestidas que me hacía suplicar por más.
-¿Si que? ¿Qué harás?-
-Obedecer a mi amo-
-Bien dicho, eres una linda y cachonda gatita, así que como premio podrás elegir si lo quieres dentro o fuera-
    Algo que en otro momento nunca hubiera permitido, ahora me parecía la mejor recompensa, a la cual respondí de inmediato y sin ocultar mi entusiasmo.
-¡Dentro! ¡Dentro! ¡Lo quiero dentro, por favor!-
    No podía creer lo que de mi voz salía, hasta suplicaba por eso y lo pedía por favor, algo que en ningún otro momento haría, ahora lo hacía por culpa del buen sexo de mi novio, y muy seguramente por culpa de su libro también.
-Para ser la primera vez que intentamos por este lugar lo haces como una campeona, pero mi linda gatita lo tendrá todo a dentro y después seguiremos negociando como vivirás el resto del fin de semana para que no olvides la lección, ¿Entendido?-
    Sintiendo como su miembro palpitaba dentro de mí y mis piernas me fallaban con la entrepierna totalmente húmeda, tuve otro orgasmo al sentir como mi amo terminaba en lo más profundo de mi, deteniéndose solo unos segundos antes de iniciar el siguiente round sin importarle que yo estuviera lista o no, eso también era parte de su ejemplar castigo.
Créditos a quien correspondan.
    Horas, después de largas horas de dura y severa disciplina por parte de mi novio, él finalmente se había quedado sin energía, algo que le tomó mucho más tiempo que a mi, que incluso si no podía estar de pie, no lo detuvo de seguir dándome un castigo que tal como buscaba, no podré olvidar con facilidad... Supongo que para bien o para mal, ni yo lo quiero olvidar.
    Al menos una vez que terminamos, mi novio estaba dispuesto a soltarme del juguete en donde me metió para "negociar" como sería mi vida bajo las ordenes de mi amo siempre que estuviéramos en su casa, lo cual parecía sería mucho tiempo como compensación por haberlo engañado, algo a lo que por muchos motivos no me podía negar.
-De acuerdo, empecemos por algo sencillo: quiero que mi kitty cada que quiera hablar ronronee o diga "nya" al final de sus frases, eso la hará aún más linda y no olvidará tan fácil su lugar dentro de mi casa-
    Aunque mi instinto buscaba pelear y quejarme de la petición de mi novio, por alguna razón me puse completamente roja ante sus palabras, necesitando un momento para armarme de valor y responder.
-Eso... eso... eso sería muy humillante...-
-Exacto, esa es la idea-
    Mi intento de protesta fue cuando menos patético, después de eso no pude decir nada más para negarme a su cruel y unilateral decisión, dando pie a que él pudiera seguir aumentando sus exigencias.
-Otra cosa que quiero es que siempre me llames "amo", nada de apodos o usar mi nombre, si lo haces serás castigada-
    Una vez más intenté hablar, estoy segura de que moví mis labios, pero de mi boca no salió palabra alguna.
-Además, el amo tiene total control sobre su mascota, así que él decide que comer, vestir, hacer y como cuidar de su gatita-
    Una de sus manos, la misma con la que tantas veces me azotó hace poco, ahora acariciaba mi barbilla con cariño tal como haría cualquier persona al mostrarle afecto a un animal del hogar. En otro momento le hubiera quitado la mano de un golpe o lo hubiera mordido, pero en está ocasión solo pude levantar la barbilla y acercarme a su mano para que él me mimará de una forma muy distinta a la habitual. Cuando me di cuenta de eso y como lo disfrutaba, intenté retroceder, pero el daño ya estaba hecho y mi novio había sido testigo de cada una de mis reacciones.
-Por último, y no por eso menos importante: cualquier intento de desobediencia al amo, por muy pequeño que parezca, deberá y será castigado como el amo quiera. Por está ocasión el castigo fue uno bastante íntimo, pero no esperes que siempre sea tan amable contigo-
    ¿Eso fue ser amable conmigo? Tengo todo el trasero adolorido, las piernas temblando y apenas recuperé el aliento. Si a eso lo llama "ser amable", la sola idea de enojarlo de verdad o recibir un peor castigo, hacía que mi cuerpo temblará y que la idea de ser "una buena gatita" se sembrará más y más dentro de mi cabeza tal como una doctrina que se debe obedecer al pie de la letra y sin realizar cuestionamientos.
-No te preocupes, gatita. Si te portas bien, recibirás caricias, podrás dormir en mi regazo, te compraré cosas lindas y disfrutarás mucho de tus días en mi apartamento, pero no te portes mal, porque no tendré problema en encerrar a mi gatita traviesa dentro de su juguete favorito por todo el fin de semana-
    De solo pensarlo pude sentir como mi piel se erizaba, y por mucho que me humillará reconocerlo, ser una linda y obediente gatita para mi novio sería cosa mucho más sencilla que soportar la vergüenza y dureza de su castigo al dejarme expuesta dentro de nuestro juguete que tanto placer me ha dado está ocasión.
    Con las reglas establecidas, el amo se acercó un poco más a mi y se agachó para mirarme a la cara.
-¿Alguna objeción, Kitty?-
    Incluso si la había, no es como que pudiera decirla, no tenía objeciones en estos momentos, por mucho que me doliera, me humillaría y me sometería a sus reglas. Sin embargo, solo una vez más pude hablar, y lo hice para preguntar algo que de no tener respuesta, no me dejaría tranquila por el resto de mis días.
-¿Cómo?-
-¿Perdón?-
-Cómo me descubriste?-
    Aún si eran pocas palabras, me tomó un gran esfuerzo poder decirlas. No obstante, ese esfuerzo fue respondido por una burlona sonrisa de mi novio.
-Si lo dices de forma correcta, quizás tengas respuesta-
    Toda mi cara se tiñó de rojo al oír eso, puesto que sabía de sobra a que se refería mi pareja. Fue un debate breve dentro de mi, el cual tuvo la respuesta que mi novio deseaba.
-¿Cómo... cómo me descubriste... nya?-
    Contra todo mi orgullo y buen juicio, dije justo lo que mi pareja quería, "recompensando" mi esfuerzo con unas cuantas caricias más.
-Solo fue un truco de magia, Kitty-
-¿Un truco de magia?-
-No tienes de que preocuparte, pero si quieres saber los detalles, tendrás que ser una buena gatita por lo que queda de visita-
    Sin dejarme responder, mi novio me desató y me metió a la bañera, donde cuidadosamente me limpió, me vistió y posteriormente me acostó sobre su regazo para descansar un rato. No era exactamente lo que quería como respuesta y recompensa, pero con todo el cuerpo cansado y adolorido, supongo que una siesta es necesaria para en otro día seguir descubriendo como él se dio cuenta de mi infidelidad, y como fue capaz de dominarme a completa voluntad. Solo espero ser capaz de hallar toda la verdad, antes de que este juego de ser su gatita llegué demasiado lejos, puesto que una vida como su gatita sumisa dentro de su apartamento es algo que difícilmente creo ser capaz de soportar.
Créditos a quien correspondan.

sábado, 15 de marzo de 2025

Gata domestica

    Cuando mi novio me trajo a este lugar con la promesa de tener una experiencia inolvidable no me imaginé algo como esto, pensé que tendríamos algo de diversión, que me compró algo bonito o miles de cosas más antes de pensar en algo ligeramente parecido a lo que estaba por suceder.
    Cada uno vive por su lado y esta es la primera vez que me traía a su departamento, por lo que yo estaba tan nerviosa como emocionada de lo que ocurriera, cargando una mochila con ropa y poco más para irme todo un fin de semana a vivir con él.
    Sin embargo, en cuanto llegue a su departamento no tuve la bienvenida que esperaba, él me dejó entrar y cerró la puerta tras de mí para de inmediato colocarme un collar, pensé que sería algo bonito o elegante, pero al intentar verlo y por lo incómodo que se sentía, me di cuenta que era el collar que le pondría a cualquier animal.
    Luego me quitó la mochila con mis cosas mientras me besaba por el cuello, mi mayor debilidad y que me hizo bajar la guardia, ya que entre beso y beso, él me quitaba toda la ropa dejándome desnuda sobre el sofá, totalmente dispuesta a seguir con el acto.
    Supongo que fui algo tonta en ese momento, imaginaba que el collar y lo que me estaba haciendo era una especie de juego previo subido de tono, el cual continuo cuando él me puso una diadema para el cabello con unas enormes y peludas orejas de gato que con mi cabello oscuro, parecían salir de mi cabeza.
-Amor, ¿Que estas-
-Silencio, no te di permiso para que hablaras-
    Me respondió con fuerzas mientras me abría de piernas para ponerme aún más ropa, algo que sumisamente acepté al nunca antes haber visto a mi novio tan serio; él me vistió con unas medias de nylon negras y unas bragas negras con rayas blancas, deje que lo hiciera pero aun no entendía su propósito ni porque me hablaba así; después de eso siguió vistiéndome con unos largos guantes oscuros en conjunto de una blusa muy corta de color negro, cosas que deje que él me hiciera sin protestar.
-Se ve mucho mejor de lo que esperaba, te queda muy bien-
    Decía mi novio al terminar con los últimos detalles de mi nuevo atuendo, uno tan atrevido como vergonzoso, yo no usaría esto por cuenta propia, ni siquiera por mi novio. No obstante, tenía un mal presentimiento de toda está situación, aunque no quería vestirme de está manera, algo me decía que oponerme a mi chico solo desataría el infierno, o al menos un infierno mucho peor al que él ya estaba preparando para mi.
-No lo pregunte el otro día, Karlita, pero dime, ¿Te divertiste en casa de tu ex?-
    Intenté controlar mis emociones y reacciones, pero sé muy bien que por un momento mi cuerpo se estremeció mientras mi cabeza trataba de pensar ¿Cómo es posible que mi novio se diera cuenta de ese secreto? Yo estaba siendo muy cuidadosa, no había fotos o vídeos, ¡Y solo había visto a mi ex un par de veces a la semana desde hace unos meses! Pensé que lo estaba haciendo perfecto, sin embargo, al ser descubierta era evidente que había hecho algo mal.
-¿No vas a responder?-
-Y-yo... yo no sé de que estas hablando, amor-
    Mi novio suspiró con mi respuesta, algo que me haría enojar en otro momento, ahora solo me mantiene preocupada y a la expectativa de lo que pueda suceder.
-Tal vez te confundiste, no he visto a mi ex desde hace meses. Así que está bien, solo disculpate y deja que me cambie para que puedas invitarme algo rico de cenar-
    Al no tener respuesta, pensé que era el mejor momento para ponerme arrogante y mostrarme en control de la situación, si volvía a mi encantadora personalidad seguro que él terminaría por disculparse y hacer lo que le pidiera. Después de todo, no puedo negar que comencé a salir con este chico por lo fácil que es de manejar y por todas las cosas que me pueda dar. Por desgracia para él, aún es algo malo en una necesidad muy importante, por lo que para estar contenta, paso el rato con mi ex cumpliendo mis necesidades, mientras que todo lo demás puedo dejarlo en manos de mi novio.
-No sé de donde sacaste este atuendo, pero ya me viste usarlo, así que ya voy a quitármelo. Si tienes dinero para estas cosas, deberías tener dinero para llevarme al cine o comprarme el bolso del que te hable hace unos días. Además-
-Ya guarda silencio, Karla. ¿En serio crees que caeré en eso otra vez? No voy a disculparme ni a darte más cosas a cambio-
    Su negativa me hizo dudar un momento, yo quería mantener mi actitud dominante con mi novio, pero él nunca antes se había opuesto a mis deseos con tanto esmero, no estaba acostumbrada a ser quien reciba las ordenes, y aunque nunca permitiría eso, si mi novio de verdad me atrapó engañándolo, no sabría que hacer para convencerlo de quedarse conmigo.
-Por última vez, yo no hice nada de eso, así que si no quieres que terminé contigo en este momento, ye exijo-
-¡Karla!¡Yo te vi! Y aunque te amo, estoy dolido de que me engañarás y muy frustrado de lo egoísta que siempre has sido conmigo. Mientras yo trabajaba tiempo extra para comprarte lo que tú querías, tú te fuiste al bar con tu ex y saliste de su casa hasta la mañana siguiente-
    No pude responder a esas palabras, de alguna manera mi novio me había atrapado, describió lo que hice y aunque una parte de mi quería preguntar como es que lo sabía, la otra estaba más preocupada por salvar su relación o recibir un castigo de su novio.
-Es todo, terminamos. No quiero ser más tu pareja, pero antes de dejarte ir, merezco algo a cambio-
    Tomando con fuerza y determinación el collar en mi cuello, mi novio me acercó un poco hacía él, a lo que tímidamente agaché la cabeza al oírlo hablar.
-Al menos por este fin de semana, no te trataré como a mi novia, serás mi mascota Kitty y obedecerás todo lo que yo diga y aceptarás felizmente todo lo que quiera hacer contigo, ¿Te quedo claro?-
-¡Oye! ¿Quién te crees que-
    Por un momento quise revelarme contra mi novio, después de todo nadie me daba ordenes a mi ni mucho menos me humillaba. Sin embargo, antes de poder responder, su nuevo y habitual castigo para mi se hacía presente al jalar el collar en mi cuello para hacerme callar.
-Como ya te dije, tú no hablas sin mi permiso, y mientras estés conmigo, tendrás que obedecer. Si no lo haces, te castigo y la severidad del castigo cada vez será peor, por lo que depende de ti averiguar cuanto castigo vas a soportar. Pero esta bien, solo por esta vez haré una excepción y responderé a tu pregunta: a partir de ahora, soy tu dueño-
    Estaba sorprendida por lo en serio que se estaba tomando su rol mi novio, quien estaba más que listo para darme un castigo enorme solo por un pequeño error que tuve al verme con mi ex. Mi novio es quien está equivocado, no yo, y de alguna forma se lo haría saber. No obstante, hasta que logré volver a ponerlo en su lugar, haría mi mejor esfuerzo para no ser completamente dominada por él y su extraña afición de hacerme su mascota.
    En un acto de valentía me levante del sofá para pararme frente a él, no dejándome intimidar por la diferencia de alturas ni por el hecho de que él pensaba que yo estoy comportándome mal, mirándolo a la cara como muestra de desafío al preguntar.
-¿De verdad esperas que obedezca? Perfectamente puedo irme de nuevo a casa o pedir ayuda ¿Sabes?-
-Claro, kitty, sal en lencería a pedir ayuda por las calles, serás un espectáculo andante para todo el mundo y no creo que puedas ponerte otra cosa, le puse un candado a tu mochila y no tienes tu teléfono o dinero. Tal como mi mascota, solo tienes un lindo atuendo que yo te di-
    No pensé que también me quitaría mis pertenencias... eso hace aun más difícil ponerme al mando de la situación, por lo que rápidamente cambie la estrategia.
-¡Bien! Entonces no saldré hasta recuperar mis cosas, pero no haré lo que quieras, tú siempre eres el que cede y no será la excepción, ni aunque tú vida dependa de esto podrás lograrlo, idiota-
    Yo sonreía con malicia, tratando de mantener la calma y el control dentro de está situación, totalmente segura de que con un poco más de presión a mi chico, este se arrepentiría y me compraría ropa o algo como disculpa por todos los problemas que me está ocasionando.
-¿Estas segura de eso?-
-Segura... ¿Qué hay con ese libro?-
    Mi novio parecía ignorar mis amenazas, mostrándome un libro de aspecto antiguo que al comenzar a leer emitía un brillo extraño que debo reconocer me alteró un momento.
-¿Por que eso esta brillando tanto? ¿Qué estás planeando?-
    Pregunte con preocupación, la cual solo aumentó por la ambigua respuesta de mi novio.
-Solo me aseguro de tener a la mejor mascota, y este libro me ayudará. Veamos quien domina a quien, mi linda gatita-
Créditos a quien correspondan.

martes, 11 de marzo de 2025

Iniciando de nuevo

    Me levanté por la mañana con el ruidoso sonido de mi despertador, normalmente tardaría varios minutos más en tener los ánimos para levantarme temprano, pero por alguna razón, hoy fue diferente y me levanté sin problemas para apagarla y comenzar con mi día.
    Una vez fuera de la cama, busqué mi uniforme para ponérmelo en la oscuridad de mi cuarto, el sol no salía por completo todavía y con las luces apagadas, era algo difícil distinguir todo lo que podía ver. No obstante, seguí así para ponerme mi falda, mi blusa, mis medias y mi calzado escolar.
    Fue hasta el momento donde quise acomodar mi cabello que me percate de algo raro; mi cabello es extremadamente largo y hasta lo amarró para poder irme a dormir, pensaba que lo tenía amarrado como siempre y que por ello no me estorbaba al cambiarme pero para mi desgracia, no era nada de eso.
    Caminé con prisa para encender las luces en mi habitación y ponerme de frente al enorme espejo de mi tocador, viendo así algo que me dejaría sin palabras por un instante; lleve mi mano hasta el espejo para tocarlo, observando con incredulidad como se reflejaba lo mismo por el cristal, es lo normal, eso hacen los espejos, pero el reflejo que tenía para mi no era de mi agrado.
-¿¡Qué me pasó!? ¡Soy una niña! ¿¡Por qué me veo como una niña de nuevo!? No puede ser...Incluso mi voz cambió y mi pecho se encogió y mi cuerpo también y mi cabello se recortó...-
    Grité viéndome al espejo sin poder aceptar que lo que mis ojos veían no era mi cuerpo actual, sino que se veía en el reflejo mi cuerpo de hacía al menos 10 años en el pasado cuando todavía era una niña pequeña que recién ingresaba a la escuela.
    Mis facciones eran más suaves, mucho menos definidas, el largo cabello que me cubría toda la espalda ahora estaba tan corto y peinado con dos coletas humillantes e infantiles que ni siquiera llegaban a mis hombros.
    No pude evitar ver como mis pechos habían desaparecido casi por completo, mis cajones estaban llenos de sostenes como C, algunos hasta eran copa D, pero intentar usar uno de esos ahora sería una ridiculez, estoy casi segura de que si lo intento, algunos caerán automáticamente al suelo por todo lo pequeño que es mi cuerpo en estos momentos.
    No sólo mis pechos desaparecieron, mi figura de reloj de arena, muslos gruesos y buen trasero se habían perdido por completo, el cuerpo de modelo en el que tantos años trabaje desapareció en su totalidad, dejándome con el cuerpo de cuando era una niña de nuevo. Ahora que lo pienso, hasta me puso el uniforme escolar de mi vieja escuela, en la oscuridad pensé que se trataba de mi uniforme habitual pero ahora que lo veo es el mismo horrible uniforme de esa escuela de niñas a la que iba cuando era pequeña.
-Mi amor, ¿Estás lista para tu primer día de clases? Debes estar muy emocionada, hasta te vestiste tú solita, felicidades-
    Dijo mi mamá al entrar a mi habitación, dando unos últimos arreglos a mi uniforme antes de ir al colegio, actuando con una normalidad que me aterro.
-¡Mamá! ¿Qué te ocurre? ¿No te das cuenta?-
-¿De qué mi amor?-
-¡De qué soy una niña!-
-Oh, claro que me dio cuenta, yo misma lo provoque aunque me sorprende que tú te dieras cuenta, mi hechizo no salió completamente bien-
    En ese momento me alejé de ella, teniendo que ver hacia arriba para encontrar su cara que tenía una mirada totalmente tranquila, mientras la mía estaba más furiosa y confundida que nunca.
-¿Cómo que tú me hiciste esto? ¿Me transformaste en una niña y pensabas hacer que no lo supiera?-
-Básicamente, pero creo que tenerte con tus recuerdos será un mayor castigo. Te habías vuelto muy arrogante de tu cuerpo y creo que es normal, a tu edad hacía lo mismo y lo dejaría pasar, pero no es normal intentar seducir a maestros y alumnos para tener mejores notas en la escuela; uno de los tantos chicos a los que mentiste te delató, y dedique algo de mi tiempo a corroborar sus palabras...me sorprendió que mi hija que estudió modales tantos años cuando niña hiciera ese tipo de cosas, así que se me ocurrió este castigo ideal para recordarte como es que una buena niña se debe de comportar-
    Dijo apretando mis mejillas con fuerza, justo como tanto odiaba cuando era niña. Trate de quitarme sus manos de encima, pero la fuerza ahora estaba de su lado, así que soportaba sus apretones en mi cara mientras me seguía hablando y yo balbuceaba por culpa de su fuerte agarre sobre mi cara.
-La idea era volverte a criar como es debido, gracias a un poco de magia pude transformarte en una niña la cual volvería a asistir al colegio de modales para niñas, esperaba que volviéndote a criar pudieras ser alguien mejor. Sin embargo, no esperaba que conservaras tus recuerdos, así que el castigo se cambiará un poco: tú irás de nuevo al colegio de niñas para refrescarte los modales que se supone habías aprendido, y más te vale obedecer a las profesoras y actuar conforme a tu edad, ya no tienes 21 años, tienes 9 y medio, incluso tienes unos dientes de leche todavía y la pubertad está lejos de llegar. Por lo que, si quieres volver a tu cuerpo de antes, más te vale comportarte bien esta vez-
    Mi madre me explicó la situación, que es lo que yo debería de hacer y terminó al hacerme una amenaza, a la cual intente responder "¿Y si me resisto?" pero con sus manos jugando con mi rostro, solo pude escuchar que dije.
-¿Y shi mhe eshisto?-
-Aw~casi olvidaba lo linda que eras cuando pequeña, podría acostumbrarme a esto y decir que eres mi segunda hija, serias tu propia hermanita menor.... De hecho es una buena idea, a "tu hermana mayor" le pediré una ausencia escolar por todo el año ya que saldrá del país, mientras que tú "su hermanita menor" vendrás conmigo todo este tiempo e ingresaras al mismo colegio que tu hermana para seguir el ejemplo. Con respecto a tu pregunta, en caso de que te resistas o pidas ayuda, sencillamente volveré a hacer el hechizo y está vez te mandaré al jardín de niños con unos adorable 5 añitos para que hasta lo más básico no lo puedas hacer tú sola, o podría hacerte aún más pequeña con 2 años para cuidarte como a una bebé incapaz de hablar o moverse sola, incluso podrían ser 2 meses y que seas una recién nacida de nuevo. No creo que quieras nada de eso, ¿Verdad?-
-Por supuesto que no-
    Dije con una voz quebrada, dándome cuenta que contenía mis lágrimas, no sólo mi cuerpo cambió, aparentemente y tal como cuando era niña, me estaba portando mucho más dócil y emocional por lo que al darme cuenta que mamá estaba en pleno control de mi y la situación, lejos de intentar discutir, tal como hacía cuando niña me puse a llorar.
    Mamá al darse cuenta de eso, me soltó las mejillas y me abrazó, hablando con más sinceridad, que una vez más, fue recibida por mi pequeño cuerpo de una forma mucho mejor de la que pensé. Si fuera adulta seguro hubiera discutido, gritado y alejado a mamá, pero en estos momentos cuando ella me abrazó, solo pude corresponder su abrazo en silencio mientras oía sus palabras.
-Sé que es un duro castigo y que estabas orgullosa de tu cuerpo, pero en serio me decepcionó saber que hacías todo eso y como tal, es un castigo que espero te ayude a crecer como persona, de una u otra forma, ya sea aprendiendo tu lección en este cuerpo, o repitiendo 10 años de tu vida con los mismos malos pasos-
    Ella besó mi frente y salió de la habitación, diciéndome desde el marco de la puerta.
-Apresura a tomar tus cosas, zapatos y ropa que te haga falta, utiliza tu mochila antigua del colegio. Yo iré a prepararte el desayuno para llevarte a la escuela-
    Con eso dicho la escuche alejarse, quedándome sola una vez más en la habitación delante del espejo, planteando cómo sería mi vida de ahora en adelante iniciando de nuevo como una niña, "mi propia hermanita", inscrita al colegio de señoritas al que asistí durante tantos años para que aprenda la lección de mamá, o para que repita los últimos 10 años de mi vida.
Créditos a quien correspondan.

lunes, 17 de febrero de 2025

Un reencuentro entre amigos

-¿¡Gerardo!?-
-.... Fátima en realidad...-
    Respondí apenada tratando de pensar cómo explicaría toda la situación a mi amigo de muchos años, quién me acababa de descubrir saliendo de una tienda con un montón de ositos de peluche en mis manos. Aunque al detenerme a pensarlo, explicar los peluches es el menor de mis problemas en estos instantes.
    Mis ositos de peluche eran el menor de mis problemas, pues más allá de eso tenía que explicar porque llevaba puesto un corto vestido blanco de tirantes con un lindo estampado de osos y muchos listones para adornarlo, combinando mi vestido con unas zapatillas blancas a juego y decorando mi cabello con más listones y un peinado adorable. Además de eso, también debería explicar porque yo olía como a dulce, y aunque eso suena sencillo, me cuesta pensar las palabras para decirle que compré un perfume a mi amigo.
    Por donde él me viera, desde los pies a la cabeza, yo me veía como una linda chica que optaba por un estilo de vestir más adorable e infantil, apuntando a una imagen tierna e inocente, esa era mi intención y me sentía muy contenta cuando me ganaba más de un cumplido de la gente a mi paso. Sin embargo, toda está emoción que sentía al ser como quiero ser, se esfumó para convertirse en ansiedad pura en el momento que mi amigo me descubrió.
    A él fue de las pocas personas en mi vida a quienes confesé un pequeño accidente que tuve al estar jugando con magia, y como con un hechizo que salió mal, yo me transforme en una chica. En cuanto explique que todo fue un accidente, le prometí a mi amigo que no debía de preocuparse por mi, que no pasaba nada y que buscaría la forma de volver a la normalidad lo antes posible.... Desde esa conversación ya han pasado varios meses, mi amigo ha vuelto de su internado en el extranjero y yo soy más mujer que la última vez que nuestros caminos se cruzaron. 
-¿Fátima? No, estoy seguro de quién eres en realidad. No hay forma de que pueda confundirme-
-Lo sé... pero estamos en público... ¿Podrías aparentar? No quiero montar una escena...-
    Intentando mantener la voz baja, buscaba que mi amigo no llamará tanto la atención en una de las calles más transitadas en la ciudad, ya que lidiar con ese tipo tan particular de atención no era mi especialidad.
    Sin dejar de mostrarme su incredulidad ante la situación, mi amigo camino conmigo hasta un sitio más tranquilo donde apenas había algunas pocas personas para así evitar no solo hacer drama frente a muchos desconocidos, también evitaba que los transeúntes se enteraran de lo que hice, esos vergonzosos detalles eran algo que solo mi amigo tenía el derecho de escuchar en este preciso instante.
-Okey, Fátima, ¿Qué es lo que planeas vestida de esa forma?-
    Mi amigo se cruzó de brazos, con una mirada que me juzgaba duramente al hacer una pregunta directa, la cual después de pensar no tuve otra forma de responder de una manera cuando menos decepcionante para mi amigo.
-Nada-
-¿Perdón?-
-...Así es... no planeo nada vestida de está forma....-
    La confusión en el rostro de mi amigo era evidente, incluso después de repetir mis motivos él no parecía creerlo, por lo que era cuestión de tiempo para que siguiera indagando sobre mis motivaciones de hacer lo que yo estaba haciendo.
-¿Y entonces?-
-....¿Entonces que?...-
-Déjate de tonterías, Ger.. Fátima. No juegues conmigo, ¿No me dijiste que no me preocupara y que encontrarías la forma de volver a la normalidad? Hoy que por fin regreso de mi internado para darte una sorpresa y jugar como antes, te encuentro saliendo de una tienda de chicas con un montón de ositos de peluche y con el cuerpo que prometiste "corregir", incluso llevas vestido y adornos en el cabello-
-...Pero se ven lindos...-
    Murmure sin pensarlo mucho y dejando sorprendido a mi amigo que por solo un momento dejó su reprimenda por lo que yo acababa de decir. 
    Él me hablaba con dureza y tenía razón, yo prometí que todo saldría a la perfección y que volvería a ser su amigo de antes cuando él volviera del internado, pero nunca pensé que hubiera un problema de por medio en la situación, mismo problema que me hizo responder de forma inocente y sincera cuando él volvió a preguntar.
-¿Como que lindos? ¿Te gusta verte así?-
-....Es complicado. En serio, trate como loca de buscar una solución; los primeros días encontré muchos resultados y los fui probando uno por uno, de hecho creo que estaba cerca de la solución...pero...-
-¿"Pero"?-
-Pero día con día que pasaba de esta forma, yo me volvía más femenina por alguna razón. Al comienzo busqué cosas para cuidar de mi cuerpo de niña mientras lo tuviera, pero pase de cuidados básicos a ver videos de maquillaje, a buscar peinados y aprender sobre moda. Luego comencé a actuar más como chica, sin darme cuenta ya me refería a mí como una mujer, la cual no quería seguir usando ropa de chico por lo que vendí casi toda mi ropa de hombre para comprarme todo lo que pude y me pareció lindo para una chica, creo que así fui desarrollando mi propio estilo más infantil y tierno, todas esas cosas me empezaron a gustar y por lo mismo comprar golosinas y peluches con mi dinero se volvió algo habitual. Esta semana vi todos estos ositos y no pude evitar comprarlos, son tan adorables como yo, y con solo abrazarlos me siento feliz, son todos preciosos y... y fue ahí cuando me atrapaste... y ahora estamos teniendo esta confusa conversación la cual tenía mucho miedo por cual pudiera ser el resultado.... ¿Será que me odias ahora? Puede ser muy extraño para ti, debería serlo y no me molestare si quieres dejar de hablarme, pero quiero saber ¿Qué es lo que opinas sobre mi ahora?-
    Antes de darme cuenta comencé a hablar, hablé demasiado y me sentí algo apenada por ello. Sin embargo, pude hablar de todo corazón con mi amigo para explicarle todo lo que yo había estado haciendo mientras él estaba en su internado, y como yo no había perdido el tiempo, solo que había encontrado una "solución" distinta a la que le había prometido.
    Al pensar en todo eso, no pude evitarlo y oculte mi rostro en el oso de peluche más grande entre mis manos. En serio que fue difícil dar toda esa explicación a una persona tan especial para mi, pero creo que de alguna forma pude decirle todo sobre como me siento y ahora solo me queda esperar por su respuesta y saber que pasara con una de las mejores amistades que he tenido desde hace años, pues así como yo tomé mi decisión, él tiene derecho a tomar la suya, y aunque hay una posibilidad de separar nuestros caminos, no me gustaría que eso sucediera.
-¿Acaso importa?-
    Le escuché decir, por lo que yo asomé mi cabeza de entre los osos de peluche para seguir la conversación.
-¿Eh?¿A qué te refieres?-
-Me refiero a que, ¿Eres feliz de esta forma?-
    Lo pensé por un momento, solo un breve momento porque a estas alturas la respuesta ya era obvia para mi, por lo que rápidamente asentí varias veces con la cabeza ante la pregunta de mi amigo.
-Sí, yo me siento muy feliz de esta forma-
    Un ligero golpe de sus nudillos en mi frente me tomó por sorpresa, pero ni siquiera fui capaz de reclamar por prestarle atención a sus palabras.
-Sigues siendo un idiota, ¿Sabes? Sin importar que seas hombre o mujer, sigues siendo un idiota, e igual, sin importar que seas hombre o mujer tú seguirás siendo mi amigo. Después de todo, ¿Qué clase de amigo se opondría a la felicidad del otro?-
    A pesar de que su ligero golpe me dolió, su respuesta sincera y tranquila, acompañada de una gran sonrisa, me hizo sentir una alegría que no había podido experimentar hace tiempo, pues por mucho que pudiera disfrutar mi nueva vida como chica, pensar que mi amigo me odiaría al volver era un temor constante en mi día a día. Así que oír una respuesta tan rápida y sincera, era algo muy especial para mi para poder seguir.
-¿Hablas en serio? ¿No estás molesto?-
-Me molesta que me hayas mentido sobre volver a ser un chico, si no querías "volver a la normalidad" solo tenías que decírmelo, para eso son los amigos. Fuera de eso, si te quedas como una chica o vuelves a ser un chico es tu decisión, yo seguiré siendo tu amigo sea cual sea tu decisión. Quizás algunas veces haga cosas tontas o que te incomoden, no estoy seguro de si nuestras tonterías de chicos ahora que eres una chica puedan ser mal vistas por las personas o por ti, pero haré lo posible por tratarte bien-
    Supongo que mi amigo tiene razón y yo soy toda una idiota, ya que me había imaginado tantos escenarios negativos o donde yo perdía a mi amigo por mi decisión, que enfrentarme a una realidad en la que a él no le incomoda mi decisión, es simplemente maravillosa.
-Poco me importa que digan las demás personas, solo me importa seguirla pasando bien contigo, así que nada me haría más feliz que me sigas tratando tal como cuando yo era un chico-
    Respondí con alegría y una gran sonrisa que dedicaba a la persona que me aceptaba en todas mis presentaciones.
-Entonces, amiga... ¿Quieres que te gané como siempre lo hago en los videojuegos?-
-¿Ganarme? Eso está por verse, algunos gustos han cambiado, pero mi amor a los videojuegos es eterno. Espera, ¿Podrías sujetar a mis osos? Siento que se me está saliendo una zapatilla-
-Soy tu amigo, no tú novio, arréglatelas tú sola. El último en llegar a tu casa invita la cena-
    Cuando estiré mis brazos para que mi amigo ayudará, él se burló de mi y me dejó atrás con los brazos extendidos, algo que lejos de enfadarme solo me hizo sonreír para intentar alcanzarlo mientras arreglaba mi zapatilla e intentaba no tirar ninguno de mis peluches.
-¡Oye, espera! No es justo, además no puedo pagar la cena, ya gaste mi dinero de la semana en estos peluches, ¡Oye!-
    Cómo pude corrí tras de él empezando a reír con satisfacción y un enorme alivio al saber que no había perdido a alguien tan especial en mi vida. Por un momento pensé que perdería a un gran amigo por haberme hecho este cambio, pero recién ahora me doy cuenta que los grandes amigos no se alejan tan fácilmente, por mucho que uno cambien ellos no cambian y se quedan a nuestro lado. Nunca se lo diré pero para mí, ese valioso amigo me lo ha enseñado pero ahora no es momento de divagar, tengo que concentrarme y mostrarle lo mucho que he mejorado durante toda su ausencia.
Créditos a quien correspondan.