sábado, 27 de abril de 2024

Dinámica calurosa: Prólogo

-Maestra, hace mucho calor. Incluso yo me muero de calor, no quiero cuestionarla pero ¿En serio debo ir a cumplir la misión en estos momentos?-
Sabía que era inútil protestar contra mi maestra, sin embargo, me negaba a salir de la tienda sin dejarle saber que estaba en desacuerdo con su decisión.
-Si me voy ahora, usted se quedaría sola algunas semanas, ¿Qué tal si necesita mi asistencia y yo no estoy? o quizás... ¿¡Maestra!?¿¡Qué está haciendo!?-
Recorrí el pasillo entero hasta la habitación de mi maestra mientras le hablaba, sonrojándome por completo una vez que entre a su habitación y vi lo que ella estaba vistiendo.
-¿Por qué gritas, mocosa?¿Acaso no es obvio lo que estoy haciendo?-
Su respuesta fue dura y sarcástica ante mi reacción, donde lo peor de todo era que no sabía como responder a sus preguntas.
-Lo siento, maestra. Realmente no tengo idea de que está haciendo, ¿Usted necesita ayuda?¿Esta sufriendo un golpe de calor?-
Mis respuesta solo hicieron que la maestra negara con la cabeza para después ponerse su sombrero y mirarse frente al espejo.
-¿Cómo me veo?-
Preguntó al pararse de forma orgullosa frente a mi para que diera mi opinión sobre su atuendo; mi respuesta más honesta sería decir que su sombrero desencajaba por completo; la respuesta que diría en su lugar era una que esperaba hiciera feliz a mi maestra, o al menos me librara de su regaño.
-Usted luce hermosa, maestra. Es raro verla ligera de ropa, ¿también está cansada de este calor? De ser así, podría sugerirle posponer la misión y-
Con uno de sus habituales gestos, mi maestra me mandó a callar, algo que obedecí tras suspirar, al menos hasta ver que la maestra tomó unos tacones y salió de su habitación.
-Maestra...¿segura de que se encuentra bien? No puedo seguir su línea de pensamiento, ¿podría decirme que está haciendo?-
De forma nerviosa camine detrás de mi maestra, quien sin mirar hacía atrás me respondió.
-Estoy haciendo tu evento de este mes. Tú estarás fuera, ¿no es verdad? Así que yo me encargaré de la próxima actividad-
-Muchas gracias por tomarse estas molestias, maestra... ¿Era necesario ponerse eso?-
Mi pregunta pareció molestarla por la mirada fulminante que me dedico antes de responder.
-¡Yo también me muero de calor! Aprovecharé para tirar a varios pájaros de un tiro; no solo voy a refrescarme, también daré mi genial idea para este evento y le daré un poco de fanservices a los clientes-
-Ya veo, maestra... solo que-
-¡Tú te disfrazas todo el tiempo! En especial cuando tienes eventos, no creas que no encontré tu traje escondido para el próximo evento. No veo cual es la diferencia en lo que yo estoy haciendo, simplemente me vestí para la ocasión-
Ante la terca y orgullosa respuesta de mi maestra, solo pude suspirar.
-¿Estas triste o celosa? Si tanto te importa, puedo darte un atuendo igual al mío y tú sales a anunciar mi evento-
En cuanto escuche las maliciosas y sádicas palabras de mi maestra volví a sentirme avergonzada, negando varias veces con la cabeza y tomando mi mochila.
-Lo siento mucho, maestra. Iré a mi misión de inmediato, ¿No necesita nada antes de que me vaya?-
Pregunte mientras tomaba mis cosas y caminaba hacía la puerta trasera, al mismo tiempo que mi maestra caminaba hacía la puerta que conecta con la tienda.
-Estaré bien, niña. Solo ten cuidado, ¿Si? No es una misión peligrosa pero sí complicada, mientras te mantengas astuta lo conseguirás-
Pensé un poco en las palabras de la maestra, teniendo el presentimiento de que había algo más de fondo. Sin embargo, un inesperado cumplido me distrajo.
-Por cierto, Dia. Te queda bien el morado, podría acostumbrarme-
-Muchas gracias, maestra. Nos vemos luego-

Dando una patada para abrir de forma dramática la puerta, la mujer de cabello negro entraba a su tienda, robando la mirada de todos alrededor. Su mera presencia ya era digna de atención, y ahora que entraba a la tienda con tacones negros y un traje de baño bastante ajustado, no había persona que no tuviera los ojos sobre ella cuando se subió al pequeño escenario que había montado.
-Hola, estimados clientes, amados visitantes, y toda persona con buen gusto que este dentro de mi tienda-
Dijo de forma orgullosa la mujer, invitando a las personas a acercarse donde ella para prestarle atención.
-No sé que piensan ustedes. Personalmente yo estoy asqueada de tanto calor, ¡Hace mucho calor! Y por lo que dice mi aprendiz, no dejará de hacer calor en el futuro cercano-
Un pesado suspiro salió de los labios de la mujer, seguido de un particular brillo rojo en sus ojos y una maliciosa sonrisa.
-Sin embargo, para mis amados y amadas clientes les tengo una pequeña solución-
Detrás de ella, sacó una pequeña fotografía que en cuestión de segundos se volvió un enorme cartel que dejaba a la vista una playa paradisiaca; aguas cristalinas, un oleaje suave, enormes palmeras y abundante vegetación, en compañía de puestos de comida, tiendas de trajes de baño y un par de pequeños hoteles; un lugar tan sencillo, hermoso y discreto que podía ser visto como una bendición.
-Es lindo, ¿No lo creen? Yo no soy una fanática de nadar, pero con este clima, hasta a mi me parece un oasis digno de explorar-
Una vez que la orgullosa bruja vio que había bastantes personas reunidas, ella siguió con su anuncio.
-Las reglas son las siguientes: quien guste puede visitar esta isla paradisiaca, solo que no podrán hacerlo con su propio cuerpo; algunos sitios dejarán que imaginen su cuerpo a libre elección y otros tanto cambiaran sus cuerpos acorde a los lugares donde estén
Hay 10 lugares por conocer, cada sitio requiere de un día entero para explorar, y como el alma generosa que soy, he decidido darles 3 días para explorar 3 zonas distintas, son como unas vacaciones de fin de semana, ¿no lo creen?-
Con una gran sonrisa en su rostro, la bruja usaba su magia para mostrar algunos detalles superficiales de cada zona que se podría visitar a elección personal.
-Las zonas que pueden visitar son:
1-La Zona Rocosa
2-La 
Zona de Buceo
3-La Zona de Aguas Termales
4-La Zona de Playa
5-La Zona Boscosa
6-La Zona de Trajes de Baño
7-La Zona Hotelera 
8-La Zona de Fiestas
9-La Zona de Comida
10-La Zona Prohibida 
Dichas las 10 zonas a conocer, ¡no le quiten lo divertido a explorar y aprender! Descubran por sus propios ojos que hay en cada lugar que desean visitar. Yo les hablaré un poco de cada zona más adelante, pero para cuando lo haga, mi amabilidad se habrá terminado y no podrán visitar está isla sin desembolsar algo a cambio, por lo que les aconsejo aprovechar la oportunidad-
Tras una gran risa y dejar el enorme cartel de la playa paradisiaca al alcance de toda persona, la bruja volvió a hablar.
-Si quieren participar, solo toquen el cartel y digan los 3 lugares que les gustaría conocer de la isla. Del resto me encargo yo, ¡Que se diviertan!-

viernes, 26 de abril de 2024

El entrenamiento de Luisa

-Luisa, ¿Dónde estás?-
-¡Por aquí!-
Grite a las orillas del mar, dándome la vuelta para ver como mi guapo y musculoso hombre venía a buscarme, algo a lo que no pude evitar sonreír llena de satisfacción.
-¿Por qué tan nervioso, amor? Te dije que solo quería caminar un poco-
-Lo sé y lo siento, solo que-
-¿Que pensaste me escaparía?-
Una sonrisa nerviosa apareció en el rostro de mi amado, haciéndome saber que tenía razón. No es algo de lo que lo pueda culpar, después de todo intenté escapar por varios meses pero desde hace mucho tiempo entendí mi lección y cual es mi lugar, algo que no he admitido a mi amado, por lo que este puede ser un buen momento para revelar como es que me siento.
-No te preocupes por eso, sé que te di muchos problemas cuando empezó todo esto; antes de mi proceso y de que me mostraras que soy una señorita. Tengo que darte las gracias, amor. Tú me ayudaste a entender mi posición y que era una perdida de tiempo seguir fingiendo que era un hombre, cuando en verdad soy toda una nena, tú nena-
-¿Lo dices en serio, Luisa?-
-Muy en serio, fue difícil entenderlo pero al fin lo logre. Ahora entiendo que todo lo hiciste por mí bien y que entendiera mi lugar. Cuando empezamos este viaje me llamaba Luis, pero desde aquella noche en el bar todo cambió, me dijiste que con un pene tan pequeño y un cuerpo tan afeminado yo no era un auténtico y verdadero hombre, más bien era una delicada y sucia sissy; en ese entonces no me lo tomé tan bien como ahora, te insulté y me negué rotundamente a que se me viera como una mujer, por ello las vacaciones se extendieron durante tanto tiempo-
Cuando Julián me dijo que no era un hombre, que era una sissy, una marica y muchas más cosas humillantes, mi respuesta no fue la mejor, las cosas se salieron de control por el alcohol y empezamos a pelear, una pelea que no pude ganar y que fue la excusa para mi entrenamiento.
Una vez derrotado, Julián me restregó que él tenía la razón y que como castigo por la derrota dejaría de ser un hombre para volverme algo así como su novia, o eso fue lo último que oí antes de perder la consciencia por la mezcla entre golpiza y bebidas.
Cuando me desperté toda mi ropa de hombre se había ido y fue reemplazada por bikinis y ropa de verano para mujer, mi cuerpo entero había sido depilado y mi pene encerrado en una jaula de castidad, cuya llave sólo tenía Julián, quien se tomó muy seriamente su entrenamiento en mi.
Me puso el nombre de Luisa, me obligó a dejar que mi cabello creciera y me inyectaba diariamente unas hormonas que hacían lucir cada vez más femenino mi cuerpo, también hubo lecciones de modales u comportamiento que de no obedecer, implicaría un castigo peor que el anterior.
Trate de resistirme pero no podía, con cada día que pasaba bajo su entrenamiento comenzaba a creer que Julián tenia razón y que yo me merecería este castigo, el cual sin tener forma de evitarlo, poco a poco me fue dominando.
Las hormonas hicieron de maravilla sus efectos en mi cuerpo; en cuestión de días pude sentir una picazón en mis pezones que junto a mis pechos comenzaron a crecer, también mi trasero se volvió enorme mientras mi ya pequeño pene se veía más pequeño cada vez incluso dentro de su jaula; viví toda una serie de cambios que me dejaron lucir de mejor manera la ropa de mujer que tenía, algo que por alguna razón, quizás las hormonas, comenzó a gustarme.
Para ser una sissy no solo debía verme como una chica, también debía comportarme como una, así que modales, posturas y etiquetas femeninas eran cosas que aprendía día con día. Cuando me intentaba negar, los castigos me hacían obedecer lo que fuera sin rechistar, ahora que lo pienso, tantos castigos tan duros desde los primeros días puede que me ayudaran a entender con mayor facilidad que debía de obedecer y satisfacer a mi amor, que debía ser toda una puta y que sería toda una mujer para él.
Entre duros castigos y hormonas femeninas fue sencillo empezar a buscar refugio en los brazos de mi amado, a quien hacia feliz usando lo aprendido y mis nuevas cualidades más femeninas para satisfacerlo.
Los escapes fueron cosa que duraron muy poco tiempo, de vez en cuando dudaba de quien era y trataba de escapar. Sin embargo desde hace un buen tiempo lo tengo bien en claro, simplemente soy una sucia y vulgar sissy que siempre está lista para satisfacer a su hombre, por lo que no hay necesidad de huir o negar mi realidad, algo que después de tanto estoy compartiendo con mi hombre.
-Me encanta que al fin lo entendieras, Luisa, todo lo que hice era por tu bien; no eres ningún hombre, eres una preciosa y encantadora sissy, mi sissy, ¿Verdad?-
-Por supuesto, yo solo sirvo para hacerte feliz y complacerte, deje esa tontería de usar mi pene con mujeres, cuando puedo usar mi trasero para tu pene. Por cierto, ¿Te gusta como se ve? Este bikini es encantador, mis pechos aun son pequeños pero creo que te puede gustar como se ve la parte de abajo, ¿Verdad?-
Sacudía con anhelo las caderas, esperando provocar un poco a mi hombre para tener su verga en mi trasero, hacia días que no lo hacíamos y lo necesitaba, por fortuna conozco los gustos de mi hombre quien se acercó por detrás mío para ponerme un hermoso collar.
-Por supuesto que me encanta, no sabes lo feliz que soy de que al fin lo entendieras, Luisa y solo por eso tengo 2 regalos para ti; el primero es ese collar de lujo que me gustaría nunca te quites-
-Eso haré, nunca me lo quitaré pero ¿Cuál es mi segundo regalo?-
Una fuerte nalgada directo en mi piel me hizo estremecer, pues con dicho acto sabia de sobra lo que se venía, podría hacerlo ahí mismo en la playa pero Julián se dio la vuelta para caminar en dirección del hotel.
-Que mujercita tan ansiosa, tu otro regalo está en la habitación, así que andando-
Julián me chasqueo sus dedos para que yo lo siguiera, algo que hice con suma emoción y comenzando a sentirme algo excitada, algo que intentaba controlar al pensar que solo tenía que aguantar un poco más, unos minutos más y todo mi esfuerzo habrá válido la pena al tener su polla; una vez que la tenga dentro y termine en mi, me hará sentir la mejor sissy del mundo, y la ideal para vivir una vida feliz como mujer a los pies de mi Julián, quien siempre supo de la nenita que yo tenía adentro y que finalmente salió para satisfacerlo como agradecimiento por su amor y su ayuda, haré lo que sea para tenerlo feliz, es mi trabajo como una sissy, su sissy. 
Créditos a quien correspondan.

jueves, 25 de abril de 2024

Caprichoso castigo

Maldición, ¿Qué rayos hago? Los efectos cada vez son más poderosos en mí, ¿Cómo terminé así? Chupando mi dedo como cualquier mocosa tonta o aburrida. 
Bueno, en realidad yo se muy bien la respuesta, acabe así por caprichosa como un castigo de mis padres. 
Tengo 16 años y desde que tengo memoria, siempre se hacía lo que yo quería, me recuerdo de niña dando ordenes y llorando hasta que papá y mamá cumplían con lo que yo quería, ya sea dinero, juguetes, comida, regalos o lo que sea, repitiendo este proceso de berrinches con éxito en cada ocasión para siempre obtener lo que quería.
Cualquiera pensaría que siendo una niña solo necesitaba disciplina, incluso ahora yo soy consciente de eso, pero a falta de reglas y disciplina por parte de mis padres, es vergonzoso admitir que me volví una mocosa malcriada. No me importaba ser una adolescente o que las personas me vieran raro, yo seguía llorando, gritando y haciendo berrinches para obtener lo que quería en el momento que quería tal como yo quería, eso siempre había funcionado y no pensaba dejar de hacerlo. Al menos no hasta que papá me dio un castigo.
A estas alturas soy consciente de que mi comportamiento era horrible, actuaba como una niña de 3 años en el cuerpo de una adolescente, ahora que veo todo eso me da vergüenza saber que yo hacía todo eso. Sin embargo, poco importar mis palabras o darme cuenta de mi error en estos momentos, mi castigo no se va detener solo por disculparme, y a estas alturas con todo lo horrible que hice durante tanto tiempo, no me sorprendería seguir sufriendo de este castigo durante un buen tiempo.
Mi castigo comenzó hace algunas semanas, cuando en mi berrinche habitual, le exigía a mis padres que me comprarán un nuevo vestido importado y de diseñador con muchos ceros en el precio. Mis padres se negaron a darme lo que quería, en su lugar intentaron comprarme otro vestido de un precio distinto o visitar otras tiendas, a lo que yo respondí gritando, tirándome al suelo, pataleando, llorando y amenazando con cosas crueles a mis padres hasta quedarme sin aliento.
Esa escena que cada vez crecía más y llamaba aún más la atención, al punto que clientes y empleados se acercaban para asegurarse de que todo estaba bien.
Papá suspiró y se agachó junto a mí, aunque seguía con mi berrinche yo me sentía vencedora al pensar que papá iba a comprarme mi vestido. Sin embargo, papá se disculpó conmigo por ser un pésimo padre durante tantos años, y también se disculpó de antemano por lo que estaba a punto de hacer, asegurando que lo hacía por mi propio bien.
Sin mediar más palabra, papá me levantó al tomarme por mi muñeca, me obligó a agachar la cabeza y a pedir disculpas frente a la multitud. Yo no quería hacerlo y me negué muchas veces, argumetando que era culpa de mis padres que yo estuviera enojada, sin embargo, tras oír a papá gritarme por primera vez en la vida, me sentí tan pequeña que lo obedecí y me disculpe frente a todos.
Mi castigo solo estaba por comenzar, una vez que me disculpe y la gente se iba, papá me seguía sujetando de la muñeca hasta llegar a probador, donde me acostó en el suelo y me comenzó a desnudar.
Yo estaba tan confundida y asustada, papá nunca me había regañado, nunca me había gritado y nunca me había castigado, así que vivir todo eso en poco tiempo me dejó en blanco, simplemente no sabía que hacer más allá de disculparme y ocultar mi cuerpo desnudo con ambas manos.
A los pocos minutos de estar desnuda, mamá llegó al vestidor y le entregó una bolsa a mi papá. Intenté pedir ayuda a mamá pero ella solo me ignoró.
Cuando papá abrió la bolsa de compras, mi rostro se sonrojo por completo al ver la ropa que había comprado, intenté protestar una vez más, incluso pedir por favor que se detuviera pero papá solo me dijo que me quedará acostada en el suelo.
Habían pasado más de 10 años de que papá me vio sin ropa, y peor aún, nunca en mi vida había usado ropa tan vergonzosa y humillante como la que mi madre había elegido como parte de mi castigo.
Papá me puso un chupete rosa en la boca para callar mis llantos y palabras; después de eso me levantó un poco para ponerme una camiseta muy corta y apretada que apenas cubría mis pechos, dejando mi vientre al descubierto y con un texto que decía "La niña de papi", la camiseta era incomoda, parecía que se rompería en cualquier momento y el texto apenas se entendía porque mis pechos estiraban mucho la tela donde venía escrito; sin embargo, usar una blusa rosa tan infantil no era lo peor, lo peor fue cuando papá me volvió a recostar y levantó mis piernas con cuidado, dejándome sentir como me vestía con un enorme y abultado pañal rosado con flores; ni siquiera se molestó en ponerme una falda o pantalones, así que mis piernas estaban al descubierto para dejarme aún más en ridículo con mi nuevo atuendo.
A esas alturas ya estaba llorando y traté de quitarme el pañal, algo que hizo enfadar más a papá y me hizo saber que de quitarme el pañal, me arrepentiría, una amenaza que bastó para dejarme en silencio y humillada. Me queje diciendo que no había nada peor que vestirme como una mocosa, a lo que mamá respondió diciendo que bien podrían dejarme desnuda o cortarme el cabello para lucir como un mocoso, lo cual me hizo conformarme con está ridícula ropa.
Una vez vestida como una niña pequeña, papá me hizo ponerme de pie; no podía cerrar bien las piernas por el pañal tan abultado, además que me daba vergüenza una camiseta tan pequeña e infantil, por no mencionar que el chupete en mi boca me hacía sentir como una idiota. Sin embargo, todas estas cosas me las guardé para no meterme en más problemas.
Lo único que pedí con timidez y amabilidad fueron unas zapatillas para poder caminar, a lo que papá sonrió y dijo que no harían falta.
Antes de poder preguntar porque, papá ya me tenía en sus brazos, poniendo su brazo por debajo de mis muslos y con su otra mano sujetando mi espalda para que no me caiga.
Verme en los brazos de mi padre como una niña mientras me vestía con está ropa me hizo sentir una vergüenza que nunca antes experimente, hundiendo mi rostro en el hombro de papá para que nadie me viera mientras suplicaba porque este castigo terminará. Por desgracia, a papá poco le importó lo que pedía y me cargó como a una niña desde el centro comercial hasta mi hogar, lo cual fue un largo camino lleno de burlas y comentarios hacía mi por vestirme de esta forma.
Cuando llegamos a casa no fue mejor la situación, pues papá vacío mis "cosas de adulta" de mi habitación para dejarme encerrada ahí, obligándome a mirar unos vídeos muy extraños que hablaban sobre "re-educarme" para ser una buena niña.
Supongo que esos vídeos eran algo hipnóticos, con mensajes subliminales o simplemente yo comencé a creerlos como algo cierto después de varios días viendo y escuchando eso sin parar; debía portarme como una buena niña; debía usar biberones y chupetes; no debía de usar el baño, para eso estaban mis pañales; debía depender y obedecer a mis padres; debía jugar con mis muñecas; debía usar mi silla de bebé y cuna; además de muchas cosas más que tras escuchar día con día, no pude seguir ignorando, por lo que comencé a hacer caso a todos esos vídeos.
El primer día fue el más difícil por una enorme diferencia, recuerdo estar obligada a ver esos vídeos desde una silla alta de bebé mientras mamá y papá decoraban mi habitación de adolescente, por el cuarto más rosa e infantil para una niña pequeña. Para ello me quitaron mi ropa por cosas nuevas de bebé, mi cama king size por una cuna, mi mueble con maquillajes por una mesita de cambia, por no mencionar que mi teléfono y cosas lujosas fueron reemplazadas por carriolas, muñecas, peluches, colores y todo lo necesario para mi cuidado. En poco más de 4 o 5 horas, todo mi cuarto paso de ser el de una adolescente a ser el de una niña que debe ser cuidada por sus padres.
Cuando papá y mamá terminaron de decorar, fue mi madre quien me ofreció cargarme en brazos y mecerme mientras me daba una mamila con leche para comer, algo que sumisamente acepté hasta quedarme dormida, escuchando vagamente una disculpa de mamá por un castigo tan severo, pero jurando que una vez aprenda a comportarme, volveré a una vida acorde a mi edad real.
Esperaba que toda esta situación fuera una pesadilla realmente retorcida y que al despertar estaría como si nada usando mi baby doll en mi enorme cama pero eso nunca pasó. Al despertarme me di cuenta de lo real que era todo este caprichoso castigo que recibía y lejos de estar como quería, desperté en una cuna diminuta donde apenas cabía y que no podía salir puesto que tenía enormes barrotes con cadena, además que mi pijama tampoco era mi favorita, ya que tenía la misma camisa y el mismo pañal rosado y apretado de ayer solo con una mantita infantil cubriendo mi cuerpo. 
Desde entonces todos los días debo esperar a que mamá o papá despierten y me saquen de la cuna para desayunar y ver 5 horas diarias de esos videos tan extraños que de a poco entran en mi cabeza. No es forzoso ver las 5 horas seguidas pero siento que es lo mejor, pues al terminar de ver esas cosas, tengo "tiempo libre" que puedo utilizar en lo que yo quiera siempre y cuando sea "apropiado para mi edad", no me alegra mucho jugar con muñecas, colorear o usar la andadera, pero son cosas mejores que ver esos vídeos que se van grabando en mi memoria.
Al principio me quejaba mucho; odiaba estar encerrada en casa sin ninguna de mis cosas, sintiéndome ridícula con los pañales y ropa que me obligaban a vestir pero con cada insulto, queja o reclamo hacia mis padres, el berrinche era detenido enviándome al rincón, metiéndome a mi cuna o añadiendo horas de videos a mi día a día para cambiar mi conducta, algo que por absurdo que pueda sonar, realmente funcionaba.
Me imagino que eso era otro efecto secundario de ver tanto tiempo esos vídeos, me volví más obediente sin darme cuenta, y de las primeras cosas que comencé a hacer tras ver los vídeos, fue aceptar mis errores y afrontar los castigos por ser una mala niña.
Fue cuestión de días para que no solo obedeciera sus castigos, también comencé a matar el tiempo jugando con mis muñecas, mis peluches y mis princesas, lo hacía por breves momentos donde solo movía mis juguetes de un lado a otra, pero cuando me quedaba a solas en mi habitación, empecé a hacer largas fiestas de té con mis muñecas y peluches a quienes les hablaba y puse nombre a cada uno, tal como una niña lo haría.
Más adelante deje de usar los cubiertos, mamá me alimentaba con biberones o ella misma me daba papilla y otras cosas blandas, no era gran fanática de esa textura pero como era la única forma de poder comer, terminé aceptándolo y ahora espero con calma en mi silla alta a que mamá tenga lista mi comida para que me dé ella, yo no tomo los cubiertos y cuando los sujeto por alguna razón siempre los tiro o no puedo ocuparlos como es debido.
Hablar de comida me hizo recordar que en más de una ocasión mamá termina dándome un baño por lo sucia que terminó tras comer, ahora que lo mencionó todo esto me hizo mucho más obediente, cercana y dependiente de mamá; una bebé debe ser cuidada en todo momento y como mamá se queda en casa conmigo; ella me alimenta, me baña, me viste, juega conmigo, me carga o ayuda a caminar yendo de la mano; en más de una ocasión cuando era una niña grande yo podía estar días sin dirigirle la palabra a mamá, sin embargo ahora hasta duermo envuelta en sus brazos mientras vemos una película animada o caricatura, cosas que se han vuelto muy interesantes estos días pudiendo pasar horas sentado en el suelo frente a la televisión, viendo todo clase de dibujos animados sin darme cuenta de cuanto tiempo dedicaba al día. No es que tenga mucho más que hacer, como una bebé no voy a la escuela ni tengo que trabajar, así que tengo mucho tiempo para jugar a solas o estar con mamá.
Según mamá, el día de hoy se cumplen dos meses de mi castigo que sin duda puso mi vida patas arriba; me portaba como una nena caprichosa y en consecuencia mis padres me han tratado como una para volver a educarme con un cariño diferente al de antes pero sobre todo con una disciplina y reglas muy distintas a las que poco a poco me veo sometida y que cada vez están llegando más lejos; me estoy acostumbrado a todo esto por muy loco que pueda sonar y este rol de bebé cada vez se ve menos feo de lo que pensé en un primer momento. 
Hoy mamá me dejó por primera vez a solas, por la mañana me despertó, me bañó, me puso un vestido rosadito que no ocultaba mi enorme pañal y unos zapatos para dejarme en el lobby. Creí que me daría de desayunar pero no fue así, dijo que papá necesitaba unos documentos urgentes así que ella los llevaría mientras yo me quedaba sola, cosa que acepté sin problemas para desearle buen viaje y ponerme a jugar con mis muñecas. 
No fue hasta cerca de una hora a solas cuando quería ir al baño que me puse a pensar con un leve momento de "claridad" con respecto a todo; yo estaba sola y sin ninguna restricción, podía quitarme esta ridícula ropa y volver a vestirme con mi ropa anterior, o en su defecto algo de mamá; también podría tirar todo lo que compraron para "su bebé" como forma de represalia y con mucha suerte podría tomar dinero o sus tarjetas de crédito para chantajearlos y que además de disculparse me compraran una nueva muñeca...es decir un nuevo teléfono y que de nuevo pudiera ir a la escuela.... y que me carguen más seguido... y me den permiso de gatear en lugar de caminar... y ver muchos más de esos videos de pañales y regresión de edad y comer muchos dulces a la hora que quiera y y y... ¡Espera! ¿Qué estoy pensando? ¿D-de verdad quiero todo eso? N-no puede ser verdad...debe de ser culpa de la hipnosis ¿No? ¡Claro! La Hipnosis tiene la culpa de todo... no hay manera de que genuinamente disfrute de esta forma de vida.
Me puse de pie por mi cuenta, después de un par de semanas al fin camine a solas, tambaleándome un poco y de forma cómica por el pañal, hasta llegar a un espejo en el cuarto de mamá.
Era muy raro verme sin mi lencería hermosa, sin mi ropa de marca, sin los tacones que me encantaban y sin ningún tipo de maquillaje, pensar en todos estos cambios que he vivido en poco tiempo me hizo empezar a chupar mi dedo a falta de un chupete pero con el mismo resultado tranquilizador en mí.
Pensar en como me veía antes y lo diferente que me veía ahora frente al espejo era sorprendente; mi cabello se ve incluso más bonito y brillante que cuando yo lo cuidaba, todo gracias a mamá; no llevo lencería ni ropa de adulta, solo ropa rosa de niña pequeña que supongo me hacen ver más linda que atrevida; el pañal abultado y con corazones es lo único que visto de mi cintura hacía abajo, así que mis muslos y piernas lucen de maravilla; a pesar que mi vestido es completamente cerrado, los pechos que tengo destacan y se ven ajustados; todo esto es muy vergonzoso y emocionante, además de ser muy cómodo, sin problemas me adapte a este tipo de hermosos atuendos, al punto que no recuerdo cuando fue la última vez que me queje por usar esta clase de ropa.
Pensándolo a detalle me acostumbre a toda esta nueva vida muy rápido, incluso lo que no me enseñaron o me dijeron yo misma lo he hecho, papá y mamá me cargan pero nunca me prohibieron caminar por mi cuenta, las largas horas de caricaturas, querer dormir en su regazo, chupar mi dedo o el pacificador, gatear por la casa, no preguntar por la escuela o mis amigas en todo este tiempo, ser libre de responsabilidades, verme bonita y adorable, ¡Dios! ¡Ya ni siquiera se que estoy haciendo o queriendo al darme cuenta de todo lo que estoy haciendo por elección!
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, lo que me hizo volver a enfocarme en que veía en el espejo, a mi como una niña pequeña, a mi con un atuendo muy raro que sin embargo no me disgustaba, al igual que no me disgustaba toda esta nueva vida, fuera por los videos o por mi cuenta propia yo lo estoy disfrutando, de verdad lo estoy disfrutando y como prueba de ello ¡Quiero quedarme como una bebé para siempre!.
-¡Sí, eso quiero. Yo quiero ser la bebé de mamá y papá para siempre!-
Grité con entusiasmo y una sonrisa delante del espejo decidida de lo que quería y temblando de frío por el sitio donde estaba parada, el cuarto de mamá es muy frío junto con la poca ropa que llevo y estar descalza en el suelo, me entraron ganas de ir al baño.
Estaba a punto de salir del cuarto de mis padres para ir al baño, podría estar usando pañales todo este tiempo pero siempre que avisaba a mamá o papá que quería ir al baño, ellos me llevaban y hacia mis necesidades a solas allí como antes, como si no fuera su bebita.
-Pero ahora estoy sola, muy sola y lo siento si esta mal pero esta es mi excusa perfecta para aceptar esta nueva vida, voy a usar el pañal, dejaré salir todo ahí para luego ponerme a jugar hasta que llegue mamá; cuando ella llegue le diré lo ocurrido y que de ahora en adelante haré todo lo que me pidan siempre y cuando me dejen ser su bebé por mucho tiempo más; ellos fueron quienes me obligaron en primer lugar pero ahora que yo acepto y disfruto de esta vida no me quiero despedir de ella, esta primera vez usando mi pañal será humillante sin dudar pero valdrá la pena para poder llorar, suplicar y mostrar mi determinación para quedarme con esta vida así que relajando mi cuerpo, abriendo las piernas y succionando mi dedo doy inicio a este plan, el cual si todo sale bien y aceptan tenerme como su bebé, una vez más puede que sea el último gran berrinche que yo haga, todo con tal de mantener este caprichoso castigo que tanto me gusta y del que nunca jamás me quiero separar. 
Créditos en la imagen

miércoles, 24 de abril de 2024

David y Cristina

David era un hombre de tez morena, cuyo único pasatiempo era divertirse a costa de las mujeres; le encantaba tener sexo con mujeres hermosas y rubias, disfrutando de sus cuerpos aun si ellas no lo disfrutaban del todo, debido a la dureza con las que David las trataba al momento de la intimidad y que sin importar las muchas protestas o peticiones que hacían las mujeres en busca de mejores tratos, el hombre solo se reía y comenzaba a hacerlo más fuerte para hacerlas callar.
Un día cualquiera y sin previo aviso, el hombre despertó sin ropa en el cuerpo, dentro de la cama de su ex novia y sin poder creer que se había transformado en ella.
David no daba crédito de como se veía; ahora medía cerca de 1.60 cm si llevaba tacones, piel blanca y sin imperfecciones; con un enorme trasero que amaba azotar con dureza hasta teñirlo de rojo; unas tetas tan grandes y redondas que no cabían por completo dentro de sus manos al acariciarlas; un par de adorables pezones rosas con perforaciones; todo eso con una cabellera teñida de rubia, ya que el hombre convenció a su ex paraje de teñirse de rubia para verse como una autentica mujer.
El tiempo de su relación fue breve, muy breve por culpa del mismo David, pero conocía tan profundo aquel precioso cuerpo que era imposible equivocarse, David se había convertido en una de las mujeres con quien más amo coger.
Su relación fue breve por muchas razones, todas culpa de David; la chica no podía seguirle el ritmo en la cama, las nalgadas comenzaban a ser dolorosas, el hombre jugaba muy brusco con sus pezones y cuando jalaba el cabello de Cristina había momentos donde arrancaba algunos cabellos; por todo eso y más la mujer se rindió, no pudo satisfacer las necesidades que su hombre le pedía, y aunque lo amaba profundamente, si David no era feliz en la cama, simplemente se iría con otra mujer rubia que fuera lo suficientemente buena como para tenerlo contento; cosa que terminó haciendo sin importarle que rompió el corazón de su ex pareja. 
Varios meses pasaron desde la última vez que estuvieron juntos, y el hombre nunca imaginó que un reencuentro entre ambos sería con él cargando las enormes tetas de Cristina al estar dentro del cuerpo de la rubia, viéndose desnudo frente al espejo e intentando comprender porque se había convertido en ella. 
Lo único que le venía a la cabeza era la noche anterior, donde después de besarse con muchas chicas en un bar, terminó por llevarse a una rubia hasta un motel. Lo único extraño que pudo recordar, fue una neblina morada cuando salía del bar, pero para ese punto había bebido tanto que ni siquiera estaba seguro de lo que había visto.
El hombre estaba tan aturdido y confundido, que no pensó bien lo que estaba haciendo, y cuando la puerta de la habitación se escuchó, él simplemente abrió sin pensar.
Solo tras abrir la puerta, recordó que no era un hombre caminando por su casa, era una mujer desnuda frente a un enorme y musculoso hombre que conocía muy bien, David. 
El shock de la situación fue demasiado, David no supo como reaccionar ante todo lo que sucedía, pues como si fuera poco haberse convertido en su ex novia, ahora podía ver a su cuerpo masculino frente de él, entrando al departamento sin dudar y con una expresión lujuriosa que dejaba muy claras las intenciones del hombre con su ex novia.
Antes de que el hombre atrapado en el cuerpo de Cristina pudiera hacer algo, el cuerpo de David no dudó en cargarla en brazos, dándole un par de duras nalgadas que hicieron retorcer a la mujer por el ardor en su trasero, viendo con impotencia como la llevaban hasta su cama.
David en el cuerpo de su ex novia sabía lo que su propio cuerpo de hombre le haría y quiso detenerlo, argumentando que ya ni siquiera eran pareja y todo lo que se le ocurría, a lo que el cuerpo de David solo se rio y aseguro que ella quería coger al invitarlo a su casa y esperarlo desnuda, por lo que ahora ella debía de comportarse y satisfacerlo, o al menos intentar entretenerlo.
En cuestión de segundos el hombre se desnudó mientras ponía en cuatro a la rubia mujer, sujetando con fuerzas sus caderas para guiarla y dando duras nalgadas para que obedeciera. Era la experiencia más humillante que jamás experimentó David, y que por vergonzoso que fuera, no tuvo de otra más que obedecer al quedarse en cuatro para que las nalgadas en su culo se detuviera.
Su ultimo intentó del chico, esta vez sin intentar moverse, fue decir que él era David atrapado en el cuerpo de Cristina, algo que solo hizo reír al cuerpo masculino pensando que era una broma extraña y soltando varios comentarios que hicieron reflexionar al hombre. Su cuerpo masculino decía que si en verdad David estaba atrapado en el cuerpo de Cristina, debía de aprovechar la oportunidad de tener un cuerpo tan lascivo como el de esa rubia hermosa, además de decirle que si en verdad era David, ya debía saber que hacer para tenerlo contento en la cama, y en caso de dejarlo insatisfecho, seguirían cogiendo hasta que aprenda a usar apropiadamente uno de los mujeres cuerpos con los que ha cogido.
 Fue en esos momentos donde David se rindió, o mejor dicho, entiendo que no importa que diga, ahora él era la indefensa mujer que ya había sido colocada en la posición favorita de David quien sin más, metió su miembro dentro de la rubia.
David no sabía que hacer o pensar, su propio cuerpo se lo estaba cogiendo con fuerzas, impactando su pelvis contra su femenino trasero y haciendo que el resto se su cuerpo se sacudiera con fuerzas sobre la cama.
Por fortuna y desgracia del pobre chico atrapado en el cuerpo de su ex, Cristina tenía experiencia soportando el duro miembro del moreno que la embestía sin piedad y haciéndole sentir en carne propia lo que a muchas mujeres le había hecho, dándose cuenta de su error.
Coger en la posición favorita de David tan solo era el comienzo de una larga velada, ambos sabía de sobra que el hombre podía soportar varios asaltos antes de cansarse. Por su parte Cristina, o mejor dicho David en el cuerpo de Cristina, no tendría más remedio que soportarlo como una buena chica, el cuerpo de David no iba a detenerse hasta quedar satisfecho y si eso implicaba romper y agotar tanto al verdadero David al punto de volverse Cristina en cuerpo y mente, eso sucedería.
De cualquier forma, se trate de David o Cristina, tendrán que hacer felices a su fornido novio y satisfacerlo hasta que las deje descansar, seguramente hasta la mañana siguiente.
Créditos a quien correspondan.

martes, 23 de abril de 2024

Vacaciones en familia

-Después de tanto te percataste, ¿No es verdad?-
Me decía mi hermana mayor con la sonrisa más cínica y burlona que podía darme cuando finalmente me di cuenta de lo que estaba haciendo. Ella no era mi hermana mayor, era ella mi hermanito menor.
-Te lo advertí una infinidad de veces, hermanita, y nunca me hiciste caso. Ahora tendrás que vivir las consecuencias de tus actos, después de todo, no esperabas que fuera tu obediente mascota por el resto de mi vida, ¿Verdad? ¿Verdad? Te estoy hablando, si no respondes me levantaré para jalarte las orejas-
Quería responderle a sus burlonas palabras pero simplemente las palabras no me salían de la boca, no podía creerlo, o mejor dicho no quería creerlo, puesto que ver mi propio cuerpo delante mío, y a mi verme en tan pequeña forma, solo significaba que mi hermano no estaba jugando, y en serio tenía la capacidad de cumplir su amenaza.
Mi nombre es Noelia, mi edad 25 años, mi estatura es 1.67 cm, mi color favorito es el verde, y lo que más amo es molestar a mi hermano. Él se llama Leo, tiene 12 años, y ya que nuestros padres siempre salen de viaje por su trabajo, yo he tenido que cuidar de mi hermano durante años, lo que ha sido bastante problemático para los dos.
Básicamente nos molestábamos el uno al otro cada que podíamos, con la pequeña diferencia de que yo siempre me las arreglaba para hacer queda mal a mi hermano frente a papá y mamá, ellos no dudaban de mi palabra, así que cada que podía no solo le gastaba bromas crueles a mi hermano, también hacía otras travesuras de las que él no se enteraba hasta que yo iba con mamá y papá a acusarlo para que a él le cayera la bronca y su respectivo castigo.
Mi hermano menor me pidió que dejará de hacer eso, que una cosa eran nuestras peleas y bromas de hermanos, y otra cosa muy distinta era que yo le culpará de todo y lo castigaran sin cuestionar. Algo de lo que me reí e ignoré.
Eso empezó a fastidiar mucho a mi hermano, quien siempre me decía que lo dejara de hacer o me iba a arrepentir, algo a lo que nunca le hice caso y como la hermana mayor que soy, lo seguía haciendo más y más travesuras que provocaban castigos peores en cada ocasión.
La gota que derramó el vaso, fue cuando dejé un rayón en el auto de papá, algo de lo cual lo culpe a mi hermano diciendo que él fue el responsable cuando estaba jugando. Mi hermano me imploró que dijera la verdad, me dijo que el castigo de papá era terrible y que haría lo que fuera si decía la verdad.
Por primera vez pensé en que esto era serio, papá nunca había estado tan enojado y mi hermano en serio se veía preocupado. Sin embargo, tenía miedo de esas consecuencias por lo que dije que yo vi a mi hermano hacerlo.
Lo último que recuerdo es a papá arrastrando a mi hermano consigo hacía su habitación, no sin antes oír a mi hermano jurar que se vengaría, algo que creo que hizo hace mucho tiempo y solo soy consciente hasta ahora.
-Leo, tomaste mi cuerpo, ¿Cómo? ¿Desde hace cuanto?-
Pregunte al oír mi nueva voz, la voz de mi hermano menor.
-Tranquila, hermanita, solo llevo 5 o 6.... meses en tu cuerpo, el tiempo suficiente para que el intercambio se haya vuelto permanente-
Decía mi antiguo cuerpo sentado a la orilla del mar.
Vestía un bikini ajustado de franjas azules y blancas, con una pequeña sudadera blanca que se quitó cuando comenzamos a hablar y un sombrero de playa que la cubre del sol, sin impedirme ver su sádica y burlona sonrisa que me dedicaba. ¿Así es como me veía yo cuando me burlaba y lo humillaba? Por alguna razón, siento que esa cruel sonrisa es mucho peor ahora que yo estoy en el pequeño cuerpo de mi hermano Leo.
-¿Qué dices? ¿¡Cómo que llevo 5 o 6 meses en tu cuerpo y tú en el mío!?¡No juegues con eso!-
Reclame de forma nerviosa y angustiada desde el cuerpo de mi hermano, algo que contrastaba con la calma y malicia que se veía en mi cuerpo de chica.
-Lo que oyes, así que dime, ¿Qué es lo último que recuerdas? Si me dices eso seguiré respondiendo lo que quieras, por no decir que será muy útil para las dos-
Lo pensé unos momentos antes de intentar recordar lo ocurrido, mis memorias eran borrosas y desordenadas, viendo cosas que nunca había vivido desde la perspectiva de mi hermano menor.
-Recuerdo que papá y mamá llegaron a casa diciendo que iríamos de vacaciones durante dos semanas a la playa, era justo lo que quería e intenté hacer que te dejarán atrás como parte de tu castigo pero no lo logré....no recuerdo mas hasta ahora, que me veo en tu cuerpo, y a ti te veo en el mío-
Explique sin ser capaz de recordar que habían pasado todos estos meses donde estuve en el cuerpo de mi hermano menor.
-Corrección, a ti te ves en tu cuerpo, y a mi en el mío, hermanito-
Su sonrisa desvergonzada era lo que más me molestaba, se reía de mi como si nada y por alguna razón, tenía el extraño sentimiento de que no era la primera vez que ocurría eso.
-Bueno, soy alguien de palabra y ya que respondiste, ahora yo responderé-
Su forma burlona de hablar, por un momento se volvió seria.
-Sé que teníamos nuestras diferencias, ambos éramos crueles el uno con el otro, pero fue un golpe realmente bajo que empezarás a involucrar a papá y mamá en todo esto. Lo peor fue cuando me culpaste del daño en el auto de papá, yo ni siquiera tengo edad para manejar y cuando le dije eso, solo empeoró mi castigo del cual me ahorraré los detalles, solo diré que te excediste con eso-
Me sentía avergonzada, agachando la cabeza y sin tener palabras para responder a mi hermano, pues yo misma sabía que lo que hice fue horrible, no había forma de negarlo o arreglarlo.
-Lo siento-
Susurré con timidez, algo que no pareció importarle mucho a mi hermano antes de que él siguiera hablando.
-Yo en serio quería venir a la playa, quería conocer el mar, y aún después de todo lo que me hiciste, también intentaste sabotear las vacaciones para mí. En ese momento me canse de ti, hermanita, y decidí cumplir mis amenazas de la mejor forma que se me ocurrió, ¿Sabías que la magia existe? Yo lo averigüe después de hacer un ritual de intercambio de cuerpos; solo necesite tomar un poco de tu cabello y la noche antes de nuestro viaje, realice el ritual; cuando desperté yo estaba en tu cuerpo y tú en el mío, con la ligera diferencia de que tú no eras consciente del intercambio-
-¿Qué quieres decir?-
-Oh, ¿Es mucha información para aceptarla?¿o simplemente eres menos lista en mi cuerpo? De cualquier forma, no es que puedas hacer nada para cambiarlo algo de esta situación; llevas medio año actuando como Leo y yo como una mejor Noelia de lo que tú jamás pudiste ser, por lo que estos últimos meses nuestra relación de hermanos ha mejorado tanto que papá y mamá no podrían estar más contentos-
Las palabras de mi hermano eran abrumadoras, era tanta información en muy poco tiempo, era difícil de creer que él decía la verdad y se lo hice saber.
-No puedo creer lo que dices-
Proteste con timidez, a lo que ella respondió haciendo aún más grande su sádica sonrisa.
-Tengo un montón de fotos como prueba: juntos en el mar, comiendo, bañándonos, ¿Ves este sombrero? Le pediste a mamá que me lo comprara la última vez que venimos porque pensaste que me vería muy linda con el, gracias, me gusta como se ve-
-Pero todo es una farsa, le diré a mamá y papá-
-¿Crees que me importa? Te recuerdo que ahora yo soy la hermana mayor perfecta, mamá y papá van a pensar que estas haciendo una travesura, y ahora que eres Leo, tú serás quien sufra de las consecuencias. De hecho, podría ponerme a llorar y decir que me rompe el corazón ver que mi hermano menor está volviendo a ser un niño mezquino conmigo, y que quizás papá haya tenido razón donde la única solución es mandarlo a colegio militar-
Su amenaza me hizo temblar, pensando en que si "mi hermana mayor" lloraba frente a papá y decía esas cosas, ahora que yo estaba en el cuerpo de Leo, estaría en un colegio militar hasta ser mayor de edad.
-No te saldrás con la tuya-
Le dije apretando el puño con impotencia y pensando alguna forma de volver a la normalidad, algo que mi antiguo cuerpo respondió con una fuerte risa para seguirme molestando.
-Pero sí ya me he salido con la mía, hermanito. El intercambio es permanente, y mientras tú estabas dormido, yo empecé a aprender un montón de cosas esenciales de mi vida-
-¿Cómo que?-
-Veamos, ¿Puedes decirme cuanto mido? En este cuerpo para ser exactos-
-....1.61-
-Noup, 1.67. Una más, ¿Cuál es mi apodo?-
-¡Lilia!-
-Noup, odio los apodos, nadie tiene un apodo conmigo. Por último, ¿Cuál es mi color favorito?-
-El verde-
-¡Que sorprende! No sabes nada de tu cuerpo, o más bien, no sabes nada de tu hermana mayor. Mi color favorito es el azul, por eso mi bikini es de este color, me veo tan linda y tan sexy, tu personalidad era horrible pero tenías un cuerpo que enamora, prometo que lo aprovecharé, Leo-
Mientras decía esas palabras, hizo rebotar sus pechos, ajustó la cintura de la parte baja para mostrar más su trasero y su blanca sudadera se la empezó a quitar para dejar al descubierto su espalda, todo con esa sonrisa llena de burla y arrogancia que me dedicaba cada vez que me molestaba. Por mucho que me molestara, ella seguía hablando, y solo me quedaba prestar atención a sus palabras para entender un poco más de lo que ocurría.
-¿No lo entiendes todavía? Mientras dormías yo aprendía todo sobre tu vida: gustos, disgustos, conocimientos, habilidades, recuerdos y todo, menos la horrible parte de fastidiar a mi hermano pequeño, ¿No entiendes? Soy más Noelia de lo que tú jamás podrás ser, al final tengo una larga vida como tu hermana mayor por delante mientras que tú ni siquiera eres capaz de recordar los últimos seis meses, pero lo harás, poco a poco te irás volviendo más como era yo, incluso podrás recordar que estas no son nuestras primeras vacaciones en la playa, es la tercera vez que venimos desde que intercambiamos cuerpos-
¿No eran nuestras primeras vacaciones? Tal vez ella estaba mintiendo para molestarme y asustarme más... pero de estar diciendo la verdad, me he perdido de muchas cosas estos meses, y los recuerdos que poco a poco empiezan a venir a mí no son mis recuerdos como Noelia, son los recuerdos y sentimientos que albergan el cuerpo de Leo, los cuales poco a poco estoy haciéndolos algo mío, o más bien su cuerpo y su mente me están convirtiendo más en mi hermano menor.
Por eso es tan difícil entender cosas que me dice, comienzo a olvidar lo que sabía como Noelia y solo tengo lo que sabe Leo, mis conocimientos disminuyeron tanto que por obvio que fuera, me costaba entender por completo todo lo que ella decía, y la razón de que su sonrisa me moleste tanto y la recuerde, es porque cada que podía, me burlaba así de él pero ahora yo soy quien siente la burla de aquella sonrisa llena de malicia.
-No quiero quedarme con tu vida-
-Es una lastima, porque lo harás. Yo estoy verdaderamente contenta con tu vida, tan contenta que te daré una última advertencia, tienes dos opciones; la primera es que al negarte tanto a ser Leo, todo tu ser como Noelia puede desaparecer, olvidarás por completo quien eras para volverte Leo no solo en cuerpo, también en mente, para ti nunca habrá ocurrido un intercambio de cuerpos o algo así, simplemente pensaras que toda tu vida has sido Leo y yo tu hermana mayor Noelia, con quien comenzaste a llevarte bien después de las primeras vacaciones en familia-
Esa opción era terrible, básicamente yo nunca existiría si eso pasaba, pero no sabia si la siguiente opción era peor, ¿Cómo lo podría ser? Me daba miedo averiguar.
-La segunda opción que tienes es simplemente actuar como te corresponde, en esta opción tú tendrás que vivir como Leo pero podrás recordar que alguna vez fuiste una horrible hermana mayor que acabo en esa segunda vida por su propia culpa, no podrás hacer nada para volver a ser Noelia, solo podrás recordar que alguna vez lo fuiste, tal como me ha pasado a mi con tu cuerpo-
Explico con tranquilidad una opción que tampoco me emocionaba tener que tomar.
-Por si no entendiste, hermanito. En ambas opciones vas a ser Leo de ahora en adelante, en una opción olvidarás que fuiste Noelia mientras que en la otra no, ¿Y te digo algo? Sinceramente no me importa cuál opción ocurra, ya que yo seré mejor hermana mayor de lo que tú jamás fuiste. Me pregunto si la vieja Noelia seguirá existiendo para ver como soy mejor que ella, apuesto a que será divertido-
Con esas palabras, mi hermana mayor daba por concluido el tema, dejándome a mi con un lio de emociones por que decisión iba a tomar para más adelante, ya que en estos momentos, mi hermana tenía una nueva petición.
-Ahora dame el bloqueador, o bien podrías ponerme bloqueador en la espalda, hermanito. Solo te recuerdo que hagas lo que hagas, la decisión es tuya, yo solo disfrutaré el resultado sea cual sea, estoy segura que tendré mi respuesta antes de que terminen nuestras vacaciones. Mucha suerte con tu decisión, Leo-
Créditos a quien correspondan.

lunes, 22 de abril de 2024

La sesión de Azul

-Okey, con este moño y la gargantilla bien puesta, ya está completo el vestuario de azul. Todavía me sorprende que ella tenga un atuendo como estos pero me alegra poder usarlo, supongo-
Mi mejor amiga, llamada azul, estaba en una situación realmente complicada, ya que tenía que  entregar una sesión de fotos a la brevedad, y al mismo tiempo tenía que estar en un evento familiar.
Que yo sepa no existe la magia capaz de duplicar a mi mejor amiga para que ella pueda estar en ambos lugares al mismo tiempo, lo que sí que existen son pastillas transformadoras que vuelvan a una persona, temporalmente idéntica a otra.
Azul me pidió ayuda con esto, pues como su mejor amigo y a quien más confianza le tenía; ella me pidió que me pusiera su atuendo de conejita y tomará unas fotos con su cámara mientras posaba de forma seductora después de tomar un par de esas pastillas; si yo le ayudaba con este enorme favor, ella podría ir a su evento familiar sin problemas; además que prometió dejarme el dinero de la sesión de fotos completamente  para mí.
Entonces aquí estoy, en la habitación de mi mejor amiga, en un cuerpo idéntico al de ella y usando su traje de conejita, accesorios y hasta una peluca para su sesión de fotos. 
Me sorprende haber podido ponerme todo a la primera, incluso pude maquillarme y cerrar el traje sin problemas, algo que imagino es un efecto secundario de la medicina que me dio para cambiar mi cuerpo por uno parecido al suyo. No sé si sea una especie de sentido femenino para usar estas cosas o compartir sus experiencias, sin embargo eso es algo en lo cual no quiero entretenerme mucho tiempo.
-Ahora que lo pienso, ¿Cómo es que ella tiene estos medicamentos y por qué? Supongo que cuando regrese le puedo preguntar-
Me decía a mi mismo para calmar mi curiosidad frente al espejo.
Peinaba mi peluca rubia con recelo, asegurándome que las orejas de conejita estuvieran en el lugar correcto, el maquillaje pálido también se veía hermoso y contrastaba con sus grandes ojos azules y su labial rojo llamativo. Todo en mi rostro era precioso y preciso, pero todavía quería echar un último vistazo al resto del atuendo.
Los guantes blancos estaban bien puestos, las pantimedias negras eran sorpresivamente cómodas, el traje azul de conejita no intentaba ocultar ninguna de las grandes características de mi mejor amiga, de hecho las correas transparentes de su traje solo ayudaban a resaltar el gran busto de Azul.
Solo para estar seguros, me miré de pies a cabeza una vez más, asintiendo con una pequeña sonrisa una vez que me sentí listo para dar inicio a la sesión.
Créditos a quien correspondan.
-Veamos, cual es la primera pose...¿De cuclillas y con las manos así? Supongo que lo puedo hacer pero no veo porque imitar orejas con las manos cuando ya tengo orejas como parte de mi atuendo. Como sea, esto parece lo más complicado así que lo haré primero-
Azul me preparó un escenario y unas cámaras para tomar las fotos siguiendo la lista de poses que ella escribió para mi, hasta me dejó imágenes de referencia para hacerlo correctamente, Azul en serio se esforzó en que todo lo que yo tenga que hacer, es verme linda frente a la cámara, algo que sinceramente nunca pensé tener que hacer y que es mas complicado de lo que parece, en especial con esta posición. 
-Me sorprende la fuerza de sus piernas, y de mis piernas, ¿Cómo Azul puede aguantar estar en tacones tan altos de esta forma? Ni siquiera se tambalea-
Las piernas hacían presión al estar en esa posición y las pantimedias negras que vestía, al igual que la parte inferior del traje de conejita se sentían más apretados que antes, era algo raro sin duda, a la par que sorprendentemente agradable. Algo desconocido y emocionante.
Me tomó varios intentos posar de forma correcta, ya que a veces llegaba a temblar por descuidos, no sonreía o cerraba los ojos, y cada vez que fallaba significaba volver a aquella posición para intentarlo de nuevo, algo que conseguí tras varios intentos.
-Listo, vayamos con las siguientes tomas-
Con una amplia sonrisa al ver los buenos resultados, estire un poco las piernas y me prepare para hacer lo que seguía de la sesión. Se trataban de muchas tomas sencillas, tan sencillas que casi siempre me quedaban bien a la primera y me hicieron ganar confianza hasta que me sorprendí por lo siguiente que tenía que hacer. 
-¿Es en serio?-
Revisé las notas de mi amiga y vi varias veces las fotos de referencia, no había espacio a duda de que eso es lo que quería. No era ninguna foto explícita o sugerente, al menos no de la forma convencional. Sin duda está parte de la sesión de fotos sería la más peculiar, intentando dar lo mejor para que las fotos cumplan con lo que espera el cliente y Azul.
Créditos a quien correspondan.
-Tengo que hablar con ella. No puedo juzgar su trabajo, ella lo disfruta y hasta me ha comprado cosas con el dinero que gana... solo que saber algunas poses que ella hace para ese dinero, no puedo negar que estoy sorprendido. Cada persona es un mundo-
Cuando pensaba en eso mientras hacía las nuevas poses frente a la cámara por primera vez sentí algo de vergüenza; no era una pose tan reveladora como otras que ya hice y usar esta ropa tampoco fue la gran cosa, sin embargo está nueva pose con un ángulo que enfocaba cierta parte de mi cuerpo, sí logró hacerme sonrojar. Intenté disimularlo varias veces, pero tuve que repetir las fotos varias veces hasta que mi expresión fuera mucho mejor.
Estaba posando hacia mí perfil izquierdo, con mi mano derecha por detrás de la cabeza y mi mano izquierda en lo alto saliendo del enfoque de la cámara, algo completamente intencional para destacar aún más, según las instrucciones de Azul.
Por la parte más baja del encuadre podría verse su trasero y la adorable cola blanca del traje azul de conejita; con esta posición destacaba la esbelta figura de mi amiga, subiendo para presumir sus pechos sin ninguna obstrucción por las tiras invisibles del traje, este ángulo hacía destacar otras partes preciosas del cuerpo de Azul; pero por imposible que pueda parecer, sus pechos no eran el punto fuerte desde este ángulo durante está parte de la sesión.
Sin lugar a duda sus pechos destacaban, incluso yo me dio cuenta que se ven mucho más grandes de lo que ya son, pero lo que más destaca de esta fotografía es su limpia y pura piel de la axila. 
-No puedo negar que es linda, supongo. No es mi estilo, así que intentaré que esto terminé pronto y no hablaré mucho del tema-
Me decía a mi mismo tratando de tomar una buena foto, la cual tras algunos intentos más al fin había conseguido, acercándome un poco más al final de este peculiar que estoy haciendo por Azul
-Sé que me veo idéntico a ella, espero que las personas que quieran sus fotos no sé den cuenta del cambio, me estoy esforzando por dar la talla y pasar inadvertida como si fuera mi amiga-
Créditos a quien correspondan.
-Bueno, al menos ya voy a terminar y esta es sencilla. No pensé que tomarme fotos podría ser agotador-
Casi al final de la sesión me puse a pensar en todo lo que había estado haciendo las últimas horas, descubriendo cosas de mi mejor amiga que nunca había imaginado, dejándome una extraña satisfacción por haberla ayudado y vivir este momento en sus zapatos, o tacones mejor dicho. Supongo que me alegra que sea feliz a su manera y que pueda apoyarla en lo que le gusta, ¿será que habrá una próxima vez?
-Sí, sin duda es espectacular-
Me decías tras sonreír y ver las últimas fotos que tenía tomar, lo cual solo hizo que mi sonrisa y mi alegría crecieran un poquito más, ya que las últimas poses parecían ser las mejores, al menos para mi.
Era una idea final sencilla pero muy linda, adorable al igual que atrevida, mostrando un lado inocente y un poco perverso por igual, algo que de solo ver en las referencias, ya tenía ganas de ver el resultado con Azul. 
Era un ángulo similar al anterior, enfocando más uno de mis perfiles pero esta vez mis manos las unía cerca de mi barbilla mientras sonreía, mostrando con orgullo todos los puntos fuerte que tenía mi amiga, dejándome extrañamente contento y satisfecho por igual frente a la cámara.
-Me pregunto si Azul me regalaría una de estás fotos como recuerdo.... yo podría enviarla a mi teléfono o algo así... no, lo mejor será pedirle la foto, no creo que me niegue una de mis propias fotos-
Me decía al revisar que las últimas fotos habían quedado a la perfección, dando por concluida está sesión y empezando a mandar todas las fotografías a mi amiga para que ella de el visto bueno y comparta el contenido con su cliente. 
-Espero no tenga contratiempos o algún fallo, no molestaría tomarme más fotos. No sé si el cliente opine lo mismo-
Puede que estar a solas contra la cámara fuera más agotador de lo que imaginé, sin embargo estaba contento por esta experiencia en un cuerpo como el de Azul.
¿Lo volvería a hacer? Sin lugar a duda por ayudar a mi amiga, de quien conocí un nuevo lado, sintiéndome feliz de haberlo conocido, admirando esta bella foto de recuerdo, del día en que hice una sesión de fotos como Azul.
Créditos a quien correspondan.

domingo, 21 de abril de 2024

Tras la convención

Todavía no me creo que me esté pasando esto, ¡Es una maravilla! Sabía que podía llegar lejos, pero nunca imagine llegar tan lejos. Y aún así, no me arrepiento de lo que estoy haciendo.
Durante casi toda mi vida, se me ha confundido con una chica debido a mi cuerpo andrógeno. Y a decir verdad eso no me molesta, me encanta, y aunque nunca tuve el valor de vestirme como mujer, eso cambiaría tras ir a esa convención. 
Dicha convención estaría llena de cosplayer que viste y son tal como ellos quieren, algo que yo también quería hacer desde hace mucho tiempo, por lo que hacerlo en una convención parecía la oportunidad perfecta de finalmente mostrarme como mejor me siento.
Así fue como tras mucho tiempo pensándolo, compré aquel atuendo y peluca de una chica que me encanta, y que también tiene un parecido sorprendente a mí.
Su atuendo era bastante sencillo; unas botas de tacón y un body con cuello y manga larga, que junto a la peluca y algo de maquillaje, me hicieron ver como toda una mujer, ¡Que va! Parecía que habían sacado del videojuego al personaje, era cosa una sensación.
Tan sensación era mi disfraz que un tipo fornido y enorme se me acercó a pedirme algo más que una foto, y que estaría encantado de darle si él no tenía problemas en que debajo del traje había otro chico y no una linda mujer.
Siendo bien honesto, pensé que me decepcionaría con un rechazo de su parte al enterarse que soy hombre pero nada más lejos que eso, su ánimo no se había esfumado, al igual que mi ánimo se ponía cada vez más y más alto hasta llegar a un love hotel donde ni siquiera entrábamos a la habitación cuando ya veníamos jugando mi enorme cita y yo.
Todo el camino estuvo tocando y azotando mi culo, algo que sinceramente me hacía temblar las piernas. Había sido un jodido martirio soportar esa pequeña tela en mi trasero, el cual quedaba bastante al aire pero ahora que siento estas enormes manos estrujarlo, se de sobra que valió la pena mostrarme de una forma tan atrevida durante horas a cambio de tan maravillosa recompensa.
Rápidamente mi cita se desnudo mostrando su buen cuerpo, a diferencia de mi quien prefirió quedarse con el disfraz puesto y no pudo evitar pedir algo antes de nuestra aventura.
Le pedí al chico que se acercara conmigo al espejo, algo que obedeció tomándome por una de mis nalgas y que yo correspondí acurrucándome cerca de su pecho.
La imagen era tan lasciva como hermosa, parecíamos una pareja de verdad, solo que en esta pareja "la chica" tiene algo que sobresale de la entrepierna de su pervertido traje. Aunque no sobre sale ni la mitad en comparación del compañero de mi cita y que ya ansío tener por todo mi cuerpo. Quisiera guardar una imagen de este momento pero estoy tan ansioso que no puedo, no puedo, quiero hacerlo cuanto antes y tener todo su miembro por todo mi ser. Solo así y hasta quedar satisfecho, podré decir que fue un éxito la convención y lo que hice tras la convención. 
Créditos a quien correspondan.