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domingo, 5 de mayo de 2024

Una porrista de BluePink

En la preparatoria BluePink, un extraño evento afecta a chicos y chicas por igual, es como una iniciación escolar, aunque muchos más lo ven como una maldición de la cual ningún estudiante puede escapar.
Tal como ocurrió con Sergio, o más bien Serena por el resto del ciclo escolar.
Sergio era un tipo problemático, el chico que molestaba a todos en la escuela, robaba las tareas, incomodaba a sus compañeras, y en general, era una mala presencia de la cual ni los profesores se podían deshacer, ya que con las calificaciones mínimas y sus actuaciones destacadas en fútbol americano, Sergio lograba seguir adelante en sus cuestionables estudios sin que nadie pudiera hacer algo al respecto.
Sin embargo, cuando menos lo pensaba nadie, Sergio se transformó en una hermosa estudiante para dar inicio a lo que sería un ciclo escolar como mujer; del vestidor de chicos se vio a varios varones salir en búsqueda de ayuda mientras una voz aguda y femenina gritaba por su repentina transformación qué la dejo desnuda frente a sus compañeros de clases.
Una vez que la sorpresa inicial pasó, algunas de sus compañeras de clase acompañaron al recién transformado Sergio a la enfermería, donde se le dio ropa adecuada a su nuevo cuerpo, y se le registro como un afectado del cambio de género al cual apoyar durante el semestre escolar en curso.
Al comienzo, Sergio no estaba nada contento, montón una rabieta en la enfermería mientras exigía volver a ser un hombre, algo a lo que el personal de enfermería, no podía dar solución más que apoyarlo en este periodo transformado.
El joven no estaba nada contento de su cuerpo con enormes pechos, tampoco le hacía feliz tener que usar sostenes y bragas, hasta intentó cortarse el cabello para verse un poco más masculino, pero sabía que sin importar el largo de su cabello, cualquier persona que lo mirara sabría que es una mujer.
De esa formas y tras algunas semanas de negación, el chico se resignó a ser una estudiante, comenzando a responder por el nombre de Serena, quien con el pasar de las semanas, iba formando una personalidad completamente diferente a la de Sergio.
El nombre le quedaba perfecto, ya que Serena era una chica de lo más tranquila en las clases, sus notas mejoraron de forma impresionante, poco a poco fue disculpándose con todas las personas a quienes molestó, destacando a las chicas que incómodo en más de una ocasión, y que ahora como una chica, entendía de todo corazón el mal rato que les hizo pasar cuando Serena era un hombre.
Con un carácter amable y humilde, la linda Serena fue haciéndose de amigas que le enseñaron como cuidar de su nuevo cuerpo, personas cariñosas con quienes pasar el rato y que cuidaban mucho de ella, tal como si la chica nueva fuera la hermana pequeña de todas sus compañeras en la clase. 
Estas mismas chicas, le llegaron a sugerir a Serena unirse al club de porristas. Cuando chico fue de los mejores en el fútbol americano, pero con su cuerpo actual no podía seguir compitiendo en la misma liga, por lo que la idea de unirse a un club distinto con todas sus amigas, fue algo que no dudo en intentar. 
Sergio había cambiado mucho en cuestión de un par de meses, a veces hasta olvidaba que él era un chico en realidad y que al terminar el semestre volviera a la normalidad. 
El primer día, montón un escándalo diciendo que nunca usaría ropa de chica, sintiéndose avergonzado de la sola idea de tener nombre de mujer o usar una falda, por no mencionar que amenazó a sus compañeros que si alguno se atrevía a tratarla como una mujer, lo iba a machacar. 
Ese mismo complicado y rebelde chico, se había convertido en toda una señorita; una joven de buenos modales y buen vestir, una favorita de los profesores por su buena conducta y resultados en las pruebas, una chica amable qué siempre está dispuesta a ayudar a quien lo necesita, y más recientemente, una chica que fue aceptada orgullosamente en el club de porristas de la escuela.
Era difícil de creer que el chico que podía podía aplastar al equipo contrario por su propia cuenta, ahora estaba usando un uniforme rosa bastante ajustado con pompones amarillos para animar a sus ex compañeros.
Con su largo cabello castaño atado en una coleta lateral, un crop top qué presume desde sus pechos hasta su cintura de ensueño, junto a una mini falda qué siempre deja a la vista las bragas qué lleva, Serena grita con entusiasmado para animar a su equipo, distrayendo a compañeros y rivales por igual ante su carisma y belleza, mismos rasgos qué la convirtieron en la amada, femenina y perfecta líder de las porristas, quien mientras pueda seguir con su cargo y haciendo felices a los demás, disfrutará todo el tiempo que tenga como una chica más de la preparatoria Blue Pink.
Créditos a quien correspondan.

martes, 13 de febrero de 2024

Preparatoria blue pink

En la escuela preparatoria blue pink, hay una única condición para entrar, o más bien una tradición que aunque no quieras, aceptarás. 
Todos los estudiantes de cualquier grado académico, en algún momento cambiarán de sexo por todo un semestre; puede ser un solo alumno, un grupo de chicas, todo el salón y hasta a personal docente le ha tocado cambiar de sexo un tiempo en algún momento de su estadía en está peculiar escuela; no se sabe cuando sucederá, a quienes ni como, pero es cuestión de tiempo para que a todo estudiante del plantel, le toque vivir una temporada como el sexo opuesto.
En está ocasión, una clase fue elegida por el azar, haciendo que todos los estudiantes sufrieran del cambio de sexo; la vez anterior todas las chicas se habían convertido en varones, pero está ocasión son los hombres quienes vivirán como mujeres por el resto de ciclo escolar.
Todos despertaron con un cambio total, desde el más bajo y flaco de los chicos hasta el campeón de boxeo escolar, todos sin excepciones se habían vuelto chicas con grandes cabelleras, pechos destacables, traseros por encima del promedio o caderas sin igual, en alguno de sus lugares se destacaban de manera esplendida y ese mismo hecho les daba un enorme problema que ya era común de resolver para la escuela. 
Ninguno de los chicos ahora convertidos en señoritas, tenía nada de ropa de mujer a la mano,  más allá que una u otra prenda que consiguieron de alguna chica, por lo que vistiéndose o cubriéndose como podían llegaron a la enfermería escolar donde recibirían ayuda del personal femenino.
Lo primero fue sacar a todos los hombres que habían en la enfermería para que pudieran desnudarse las nuevas estudiantes, obvio que era extraño estar en un cuerpo nuevo; algunos no habían cambiado mucho su personalidad a como eran de chicos llegando a los extremos de empezar a explorar un poco sus cuerpos o el de alguna de sus amigas, mientras que otros estaban sumamente avergonzados y cubriéndose para que no fueran vistas por nadie que no fuera del personal.
Lo segundo fue explicarles como serían las cosas; la escuela sería igual para sus evaluaciones y entre ellos tendrían que aprender a comportarse como las chicas que eran ahora; se les daría su tiempo y se asegurarían de no tener problemas con otros estudiantes por ello, en más de una ocasión alguien de otra clase se había enamorado del aspecto temporal de alguno o alguna de ellos dando un poco de problemas a lo largo del semestre, algo que también ha hecho tomar medidas a la escuela.
También se les explico todo lo que necesitaban saber sobre cuidarse así mismas en sus nuevos cuerpos además de cualquier duda personal que tuvieran las alumnas con respecto a sus cuerpos.
Por último, y lo más importante era ayudarles con su ropa; la escuela proporcionaba algo de ropa interior y uniformes a las nuevas medidas que necesitarán, pero para ello deberían tener sus medidas por lo que las enfermeras fueron pasando de una en una a las chicas para tomar sus medidas y darles ropa interior de sus tallas. Posteriormente, las medirían y pesarían, tomar los registros básicos que fueran necesarios, un nuevo chequeo medico general y finalmente ayudarles con consejos de mujeres a esas nuevas adolescentes, muchas seguían con dudas que preguntaban con las enfermeras  de como vestirse o maquillarse, algunas con consejos mucho más íntimos o pervertidos que intentaban responder de una u otra forma las enfermeras e incluso había algunas que simplemente se quedaban viéndose al espejo o charlando con otras chicas sobre todo lo que estarían por vivir.
Todo quedaba a criterios de cada uno, o más bien cada una, para poder sobrevivir a su nuevo semestre como estudiantes femeninas de la escuela preparatoria blue pink.
Créditos a quien correspondan.