-¿Que? Debes estar bromeando, yo soy una guerrera, no una vaca de corral, idiota. Puede que en mi vida pasara fuera un simple granjero pero ahora que reencarne en este mundo, puedo ser alguien importante; me convertí en una guerrera para explorar este mundo y demostrar de lo que soy capaz, no me rendiré por la simple predicción de una bruja-
Tal como le decía a esa vieja bruja, yo era de otro mundo y mi muerte no la puedo recordar. Sin embargo, estoy seguro de mi vida pasada como granjero y que de repente me vi como dueño de este femenino cuerpo en un mundo diferente al mío tras haber reencarnado, así que decidí aprovechar esta segunda oportunidad de vida en un mundo de fantasía, volviéndome una guerrera que viaja por todos los sitios en busca de volverse una auténtica leyenda.
Entre mis múltiples viajes, busque descanso en un pequeño poblado donde una misteriosa bruja se acercó para ganarse unas monedas mediante su adivinación, no quise ser grosero y estuve dispuesto a darle algunas monedas por su adivinación, pero no pude evitar sentirme molesto y sorprendido cuando de alguna forma esa bruja reveló información de mi vida pasada reencarnado en un mundo mágico.
No era la primera vez que estaba frente a una bruja pero ninguna bruja antes había sido capaz de adivinar mi vida pasada, lo cual me puso bastante a la defensa y aún más con su horrible propuesta.
Sonriendo de una forma retorcida, la bruja me dijo que podía volver a una vida en la granja, esta vez como una vaca que sea ordeñada para vender su leche al mejor postor.
-Negativo, soy una guerrera, no porque mis pechos sean grandes o tenga una vida previa, significa que haré tales cosas-
Sin dudar me negué a tan absurda propuesta de la bruja que solo seguía riendo y diciendo que mi futuro estaba decidido, que no me estaba preguntando si quería ser una guerrera o una vaca, me estaba diciendo que a partir de ahora sería su mejor vaca, ya que la gente de otro mundo es especialmente buena para algunas tareas.
Cansada de esa conversación decidí irme del lugar, a lo que la bruja intentó detenerme, eso fue la gota que derramó el vaso de mi paciencia, desenfundando mi espada y lista para atacar, algo que no sabía sería mi último intentó de ser una guerrera y de empuñar mi espada.
-Pero...¿Que demuuuunios?-
Dije sin poder evitarlo, incluso sentí como estiraba un poco mi cuello al hacer ese sonido de vaca.
Antes de poder atacarla, la bruja se me adelantó y me había arrojado un polvo rojizo al rostro que de inmediato cambió mi mal humor y actitud agresiva, por una pasiva, adormilada y complaciente; estaba condenada, caía en la trampa de la bruja sin ningún problema, y por mucho que intentaba oponerme, su magia parecía ser muy efectiva.
La bruja chasqueó sus dedos y yo empecé a caminar detrás de ella, sin poder pedir ayuda o defenderme, tal como un pobre animal tras de su ama.
Esa noche la guerrera que creía tener en mi desapareció, dándome cuenta de mi verdadero lugar, y que no soy más que una pobre animal de coral que pertenece a la bruja más poderosa de la región.
El control que ejerció su magia sobre mi mente y mi cuerpo era demasiado, no lo pude resistir, especialmente cuando comenzó a darme esos afrodisíacos para volverme la vaca que ella tanto quería.
Todavía era consciente cuando me hizo despojarme de mi armadura, de mi ropa, mi espada y mi orgullo, todo lo valioso que tenía como aventurera fue lanzado al fuego donde se convirtió en cenizas para ayudarme a olvidar mi anterior vida.
Una vez desnuda, me dio mi nueva ropa y otro aspecto usando su magia: me vistió con guantes y medias blancas con negro para asimilar la vaca que soy, también limpió mi cabello y quitó los accesorios para hacer crecer unas orejas y cuernos en su lugar; añadiendo una cola auténtica de vaca por encima de mi trasero la cual tal como los cuernos y orejas, ahora se sentían una parte de mi cuerpo; pero lo último fue lo que más me dolió, al ver como mi collar del valor ganado por cumplir una misión en una tierra lejana era sustituido por una dura correa de cuero con un enorme cencerro que haría ruido al mínimo movimiento que yo hiciera, de esa forma no podría dar ni un paso sin que ella lo supiera. Aunque no es que me pueda mover mucho en mi zona de lactancia, lugar donde paso casi todo el día desde que ella me transformó.
Mi ama muy temprano por la mañana me trae a este sitio, atando mis tobillos con unas cadenas al suelo y haciendo que me sostenga con mis manos por medio de un tubo metálico; una vez que estoy lista, ella conecta unos succionadores a mis pezones obligándome a lactar por horas, usa un potente afrodisíaco en mi que permite seguir lactando sin descanso además de estar excitada para darle mejor sabor a la leche. Por si fuera poco, estar tan excitada todo el tiempo y que mis pechos no dejen de ser estimulados, ha provocado que mis pechos crezcan un poco más con cada día, al punto que me parecen exagerados.
El primer día sentí que moriría de cansancio y placer, ni siquiera me había masturbado en este cuerpo y de repente tenía que dar leche materna en cantidades absurdas, fue algo que nunca imagine hacer pero que por culpa de la bruja hice y también disfrute.
En cuanto la máquina empezó a succionar tuve un orgasmo, las piernas me temblaron y al fin entendí porque debía sujetarme del tubo, era para no caer de rodillas y poder pasar toda la jornada en una posición "cómoda", ya que ni tumbada en el suelo detendrían la máquina.
Los pezones comenzaron a arderme, incluso dolieron un poco y finalmente la leche comenzó a salir de ellos a un ritmo exagerado, no podía creer lo que estaba haciendo mi cuerpo, que sumado a mi apariencia, sin duda me había convertido en una chica vaca como cualquier otra del corral donde comencé a vivir.
Desde entonces he vivido una vida tranquila como una chica vaca; trabajo casi todo el día todos los días, tengo mis descansos en el jardín de la bruja, duermo y como dentro de mi corral con paja; puede que las condiciones no sean las mejores para una persona pero yo ya no soy una persona, mucho menos una guerrera; soy solo una vaca lechera que pasara el resto de sus días dando su leche para ser puesta en venta, y quizás más adelante, pueda tener algunas crías, solo si mi ama consigue un buen semental para mí.
De momento, ya ni siquiera necesito mucho afrodisíaco o la magia de mi ama para forzarme a trabajar, he entendido por mi cuenta que nunca fui una guerrera y que mi vida en este mundo, es para ser la mejor vaca lechera de todo el reino.
Nada de gloria, espada, dinero y trofeos de una guerrera, todo lo que quiero es que mi ama me siga cuidando y poder dar la mejor leche a todo el reino, ese es mi único deseo.
Créditos a quien correspondan. |
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