miércoles, 31 de enero de 2024

Los objetos perdidos

-Maestra, entiendo que soy la alumna y debo hacer lo que usted me diga para mejorar mi magia, pero ¿exactamente cómo me ayudará tirar la basura?-
Ya estaba algo cansada de limpiar, llevaba días y horas tirando pócimas viejas sin morir en el intento, lidiando con maldiciones y encantos incompletos, sacudiendo tanto polvo qué incluso con mis anteojos tenía los ojos llorosos, no veía el final a esta limpieza de inicio de año qué hacia por mi cuenta desde hace ya varias semanas, mientras mi maestra leía algunos libros en la comodidad de su sofá.
-¿Has oído que la basura de unos es el tesoro de otros, Dia? Nuestra basura es un tesoro muy valioso del cual muchos podrían sacar ventaja o causar bastantes problemas, por lo que será mejor que sepas deshacerte de todas esas cosas por tu cuenta-
Yo suspire ante la respuesta de mi maestra, dándole la razón al decir que todo el elemento mágico qué utilizamos no podemos simplemente meterlo en una bolsa negra de basura y esperar al recolector, para evitar hacer más caos del qué ya generamos, limpiar la basura mágica con métodos mágicos es un mal necesario.
-Esta bien, maestra. Le doy la razón sobre cómo debemos tirar la basura mágica pero considero que podría ayudarme y no solo holga...-
Antes de que pudiera terminar esa frase, me agache al oír qué algo salió volando contra mi, logrando esquivar por muy poco uno de los libros que mi maestra estaba leyendo y que no dudó en lanzar contra mi por casi decir que ella estaba holgazaneando en lugar de ayudarme.
-Lo siento, maestra. No quise faltarle al respeto pero llevó semanas organizando esto y no le veo el final, pensé que-
Mis palabras fueron interrumpidas cuando algo duro cayó sobre mi cabeza, haciéndome soltar un quejido y después darme cuenta de lo que sucedió: la maestra lanzó el libro contra una de las cajas qué me faltaba limpiar, la caja se movió de la repisa y cayó, no sin antes golpearme en la cabeza con algo de su contenido que reconocí muy bien. 
-¡Es mi libreta de primeriza! ¿Aquí estuvo todo este tiempo? Hace años deje de buscarlo, pensé que lo había usado como leña o algo así, maestra-
Yo dije con alegría, dándome cuenta que mi libreta no era lo único en esa caja, la caja estaba repleta de mis cosas cuando apenas aprendía sobre la magia. 
-Esta mi libreta, están mis fórmulas, mis cartas de tarot y barajas, incluso los objetos que encante por error-
Mi alegría rápidamente se convirtió en vergüenza cuando oí los pasos de mi maestra al acercarse y decir. 
-Querrás decir, maldijiste. Cuando te encontré usabas maldiciones para tu magia, mocosa-
Suspire ante su sermón a la par que veía mis antiguas pertenencias que daba por pérdidas hace bastante.
-Esta bien, maldiciones. No me culpe por eso, no sabía que podía hacerlo, solo pensé que sería genial usar magia con poesía, era una niña que disfrutaba de rimar y ver que algo sucedía... Pero sigo pagando el precio por todas esas maldiciones qué lance-
Una vez más suspire al recordar todo lo que había pasado por la forma en que utilizaba mi magia, pero hace tiempo que no sucedía, aprender de la maestra ha sido bastante útil, y aunque ella es algo caótica no puedo negar que me he divertido mucho a su lado.
-Oye, Dia, ¿Qué hiciste?-
Oí preguntar a mi maestra, algo que me hizo volver a la realidad, una realidad especialmente confusa debido a su pregunta.
-¿A que se refiere, maestra?-
Mis ojos se abrieron como platos al darme cuenta de que sucedía.
-¿¡Mis cosas donde están!?-
La libreta que sujetaba en mis manos, mis cartas y barajas, todo lo que había en esa caja llena de mis cosas viejas habían desaparecido ante los ojos de mi maestra y de mi.
-¿No lo hiciste tú, Dia? Pensé que usaste tu magia para mandar todo a tu habitación-
Negué con la cabeza mientras revisaba la caja vacía y los alrededores de la habitación sin encontrar rastro alguno de mis cosas.
-Yo no lo hice, maestra. Ni siquiera noté que las cosas habían desaparecido hasta que usted lo mencionó-
Ante mi respuesta, la maestra suspiró y se rascó la cabeza, pensando una solución.
-¿Recuerdas todo lo que había en la caja?-
-No, no revisé todo; estaba mi maquillaje, la perilla, mis cartas y la libreta, pero seguramente habían más cosas en la caja-
-Maldita sea, Dia. Esto sucedió en el peor momento posible. Limpiar la tienda es lo primero que hacemos al iniciar el año, pero ya tenemos previstos varios eventos durante los próximos meses-
La maestra parecía pensarlo muy detenidamente, era raro verla tan concentrada y eso me llenó de ilusión de una grandiosa solución, la cual no llegó.
-Ni modo, ¿Qué se le va a hacer?-
-¿Qué dice, maestra?-
-Lo que escuchaste. Tenemos muchas cosas que hacer, especialmente tú; no solo eres la anfitriona de los eventos en la tienda, también tienes que terminar de limpiar la tienda, hacer los pedidos especiales y no descuidar tu entrenamiento-
Tal como si fuera una maga, la maestra se quitó el sombrero para de ahí sacar un pequeño amuleto que me lanzó.
-Toma eso, ya sabes como usarlo, te ayudará a encontrar tus objetos mágicos perdidos, cuando tengas tiempo-
Tras revisar un poco el amuleto, lo guardé en uno de mis bolsillos, no contenta con la solución de tener aún más trabajo, pero sin los ánimos de contradecir a mi maestra.
-¿Ese es su plan?¿Qué comience una búsqueda del tesoro con el amuleto hasta tener todo lo que se perdió?-
-¡Así es! Y más te vale darte prisa en todo: termina de limpiar esto cuanto antes, recuerda que el primer evento del año será el 14 de febrero y también hay otro en marzo. Usa tu tiempo libre para recuperar tus cosas perdidas, sencillo, ¿No crees?-
Sabiendo que la maestra había tomado su decisión, solo pude suspirar y responder.
-Entendido, maestra-
Sacudía el polvo de mi vestido antes de volver a ponerme a trabajar, con la cabeza llena de interrogantes sobre lo que sucedió con todas mis viejas pertenencias, preocupada por como iba a recuperarlas y hasta que momento, pero estaba especialmente preocupada por una pregunta en especial:
¿Qué es lo que pasaría si alguien encuentra mis objetos mágicos antes que yo?
Créditos a quien correspondan.

martes, 30 de enero de 2024

¿Niña pequeña o niña grande?

-¿Así está bien, amor?-
Preguntó con ojos llorosos la chica en bikini blanco y algo inapropiado.
-¡Deja de llamarme así!¿O es que te quiere quedar más tiempo así?-
Amenazó desde atrás una joven de 19 años viendo con atención a la menor.
-¡Perdón! Quise decir hermana ¿Así está bien, hermana?-
-... Si, ahora juega, lo amas ¿No?-
-...¿Lo amo?...-
-Si, amas jugar montada en tu osito Teddy, así que hazlo-
Ante tal orden, la chica en bikini empezó a jugar con el oso móvil para recorrer el sótano donde estaba, tratando de soportar la humillación de actuar de esa forma.
Ricardo era un chico no tan responsable con novia, la cual firmemente creía en su novio pues muchas veces cuando quería salir con él o hacer algo que ella disfrutaba, el chico declinaba la oferta diciendo que debía cuidar a su hermanita o ayudarla con algo y aunque su novia se entristecía, entendía que él cuidara de su hermana tanto por lo que no había más problemas en dejar sus planes para después.
Sin embargo, un buen día cansada de ser rechazada por su novio, quiso averiguar más de su hermana a quien nunca había visto, descubriendo prontamente que dicha hermana era inexistente y solo era una forma rápida de él para evitar cosas que no quería hacer junto a su novia. 
Fue entonces que empezó un plan por parte de Dulce, comprando muchos juguetes y cosas de niñas por internet, algo de ropa para ella y para niña además de una pistola muy especial, capa de cambiar la anatomía de quién recibiera un disparo de tal arma.
Cuando todo estaba listo, llamó a Ricardo diciendo que tenía la casa sola para jugar a lo que quisieran. Dicho mensaje fue la trampa perfecta para llevar al chico hacia todo lo que ella tenía planeado.
En cuanto llegó y quiso abrazar a su novia, está le disparó con la pistola, dejando dormido a su novio mientras todos los cambios le ocurría; dejando al joven como una adorable niña de no más de 13 o 14 años, desnuda y sin forma de salir al cerrar todas las puertas y quitándole sus pertenencias.
-¿Qué demonios?¡Dulce!¿Que me pasó?-
Preguntaba la joven con vos aguda intentando cubrirse sus pechos con los brazos, viendo a su pareja mucho más alta que antes. 
-¡Al fin despiertas! Pues verás, mis padres salieron de viaje por una semana y pensé en lo aburrido que sería estar sola así que te llame...después de todo como no tienes hermana, nadie notará tu ausencia-
Al oír eso la chica palideció.
-¿Desde cuándo lo sabes?-
-Hace como un mes, fue difícil de creer que mi novio inventara una hermanita solo para no hacer cosas conmigo ¿Tienes idea de cómo me hizo sentir eso?-
-Perdona...-
-No te preocupes, lo haré, en cuanto seas una buena hermanita-
De nuevo el chico se asusto, ahora había más sentido en su nuevo aspecto pero aún así pregunto.
-¿Buena hermanita?-
-Si, tendrás que aprender a ser una hermanita buena, que obedece a su hermana mayor, quien siempre la cuida. Claro, espero que colabores si es que quieres volver a ser un chico-
Tras decir eso le entregó un bikini blanco semi transparente con unas calcetas largas a rayas blancas con negro.
-Ponte eso, mi hermanita no puede estar desnuda, mientras te vistes, yo te voy a peinar-
Ricardo estaba dominado completamente por lo que en silencio y con vergüenza se puso las calcetas junto con el bikini, el cual no sentía cómodo por alguna razón, muchas en realidad.
Su novia mientras tanto peinó a la pequeña con dos coletas y una diadema negra, para darse cuenta que su hermana menor no se vistió apropiadamente, dejando muy flojo el bikini.
-Levanta el trasero hermanita, aquí solo podré verlo yo-
Dijo mientras le daba una suave nalgada que la hizo enrojecer pero también obedecer, levantando sus glúteos para que la hermana mayor pudiera apretar bien el bikini y que estos quedarán resaltados.
-Dulce...esto me aprieta un montón, me siento desnudo-
-No me llames Dulce, soy tu hermana mayor y más te vale empezar a hablar como chica, esto puede durar hoy o toda la semana así que depende de ti, ahora voy con tus pechos-
Inmediatamente apretó más las tiras del bikini para que estuviera bien, incluso resaltando más sus pechos en crecimiento.
-Rayos...si soy una niña ¿Por qué tengo que usar esto?-
Volvió a replicar el chico mientras su hermana mayor empezaba a reír. 
-Es normal, estás creciendo y quién mejor que tú hermana para enseñarte de esto. Aunque si lo que quieres es jugar como pequeña eso haremos ahora, sígueme-
Así fue como ambas chicas bajaron al sótano, siendo Ricardo quién ahora veía a medias el suelo y sentía como sus nuevas carnes rebotaban todo el tiempo.
Cuando llegaron al sótano parecía un cuarto de niños con juguetes gigantes y mucha ropa de princesas, con faldas y vestidos. 
De entre todo sobresalía una especie de móvil gigante, similar a los caballos con ruedas y batería pero en vez de uno de esos, tenía forma de un oso de peluche genérico.
-Todo tu palacio hermanita, podemos jugar con lo que quieras después de probar tu favorito, el osito Teddy móvil-
Con dicha orden, la pequeña montón al oso para ponerse a jugar como antes, sintiendo una corriente eléctrica por todo el cuerpo que la hizo gemir en cuanto este se empezó a mover para su paseo.
-¡Ah~!... ¿Qué fue eso, hermana?-
-Eso fue un gemido...no sabía que mi dulce hermanita ya sintiera esos placeres, aún tienes que crecer pero bien podría enseñarte un juego de niñas grandes ¿Qué dices? Mis juguetes están en mi cuarto. Ya sabes, los que tenía que utilizar cuando mi novio me dejaba plantada-
Ante tal idea, el chico se aterrorizó, sabía a qué juguetes se refería su hermana y tener uno de esos era lo último en su mente por lo que abrazo con fuerzas al osito tratando de ignorar el placer más cercano que ahora sentía.
-¡No!¡Soy una niña pequeña y no jugaré con eso!-
-Vaya... entonces mi hermanita, Rita, es muy pequeña ¿Será que quiere jugar a la mamá y el bebé?, tengo biberón, ropita y pañales para eso-
-¡Tampoco qu-
-Elige hermanita, tienes dos opciones ¿Eres una niña pequeña que juega a la casita y es la bebé o eres niña grande y juegas con juguetes de niña grande? Tienes hasta que acabe el paseo de Teddy para decidir una o te obligare a ambas-
Ambas opciones eran terribles y humillantes para el chico pero Rita debía decidir entre ser una bebé que necesita pañales o una niña grande que necesita algo más fuerte que Teddy, después de todo su osito ya no era suficiente para satisfacer a las niñas grandes y solo las dejaban con deseo de algo más pero sea cual sea su decisión, estará muy bien acompañada de su hermana mayor.
Créditos en la imagen.

lunes, 29 de enero de 2024

La niñera privada

-D-debe d-de estarme jodiendo...e-es imposible que..uggh...que de verdad lo haya hecho-
Me decía a mi misma, tratando de soportar todo el caos que se hacía en mi estómago, sin poder ponerme de pie, de moverme, ni mucho menos salir de la cuna donde esa mujer me había metido como parte de mi infantil castigo.
Mi nombre es Beatriz, aunque desde hoy en adelante parece que me dirán "la pequeña Bety". Siempre me había gustado causarle problemas a mi mamá, todo el tiempo estaba metida en algo solo para fastidiarla y cuando ella me regañaba solo me burlaba de que no podía controlarme; solía advertirme que de seguir así me contrataría una niñera para que cuidara y se hiciera cargo de mi, cosa que solo despertaba más burlas de mi parte porque ya no tenía 2 o 3 años para que alguien cuidara de mi, con mis 23 años era bastante capaz de hacer y no hacer lo que yo quisiera sin importar lo demás.
Un buen día una de mis bromas cruzó la línea, varias líneas en realidad y tras tantas amenazas vacías, mi madre cumplió con su palabra.
Ella entró a mi habitación y me presentó a Corey, mi nueva y personal niñera, algo que me hizo gracia pues mi madre en serio pensó que una niñera podía detenerme, lo cual para mí pesar sí que tuvo la razón.
Mamá empezó a sacar cosas de mi habitación, de todo: ropa, vestidos, maquillaje, televisión y mucho más. Obviamente trate de detenerla pero fue en ese momento que conocí el potencial de Corey; la mujer a pesar de vestir un uniforme de maestra de preescolar, resultó ser mucho más fuerte que yo, y al ser también más alta que yo, fue la primera que en mucho tiempo me pudo detener.
-Tu mamá me contrató para que te cuide, enseñe modales y te haga una persona responsable, de ti dependerá cuánto tiempo me quede contigo, pequeña Bety-
Dijo la mujer con un tono suave y cariñoso que contrastaba con la fuerza que tenía para impedir que me fuera o me la quitara de encima, haciéndome sentir pequeña e impotente por primera vez en mi vida.
-¡Jodete! ¡Mamá, has algo! Al menos deja mis cosas en su lugar-
Pesé a mis palabras mamá ni siquiera volteo a verme y seguía sacando todas mis cosas de la habitación mientras que Corey suspiraba para volver a hablar.
-Entiendo, supongo que seré un poco ruda, empecemos con tu primer castigo-
Con eso dicho la mujer de largo cabello se sentó al borde de mi cama y posteriormente me puso sobre sus rodillas; sentí mis pantalones bajar seguido de mi tanga para que Corey pudiera azotar mi trasero con su fuerte mano de forma directa y por más de una hora.
Yo me sacudía, gritaba, incluso pateaba pero todo era inútil, no podía quitarme a la mujer que me castigaba y que después de media hora continúa azotando mi trasero, finalmente me rendí y comencé a llorar, cosa que no detuvo el castigo de esta mujer.
-La. Pequeña Bety ya está llorando, me parece que no es tan fuerte y mala como ella pensaba-
Dijo con un tono alegre como si todo fuera una broma, aunque por mucho que me doliera de admitir la niñera tenía algo de razón, y con todo lo mala que siempre había sido, al primer castigo ya estaba llorando como una cría cualquiera.
-¿Vas a ser una niña buena o prefieres que te siga azotando con un peine de madera?-
Me pregunto, a lo que con vergüenza y limpiando las lágrimas de mi cara, le respondí.
-Voy a ser una niña buena-
Con eso dicho, Corey me subió la tanga y pantalón para ponerme de pie y con una toallita húmeda que sacó de su delantal para limpiar mis lágrimas y también todo el maquillaje de mi cara que ya era un desastre.
Intenté quitarme su mano de la cara, tomar su mano con mi mano para que me dejara tranquila pero Corey siguió limpiando mi maquillaje y solo cuando terminó, tomó mi mano para quitarle todo el esmalte de uñas, repitiendo el proceso con mi otra mano.
-Bien, mi pequeña Bety, discúlpate con mamá y dale toda la ropa que llevas puestas-
-Quieres que...-
-Así es, desnúdate y dale todo a tu mamá, junto con una disculpa sincera-
Estaba tan concentrada en mi castigo que ni siquiera me di cuenta de cuando mamá se quedó en la puerta viendo todo lo que provocó, si ella no hubiera contratado una niñera, nunca habría tenido que recibir esta humillación.
En un pequeño momento de valentía e idiotez, rápidamente me quité mi blusa, mi pantalón, el sostén y las bragas hasta quedar desnuda por completo. Junte toda mi ropa hasta hacer una bola la cual le arroje a mamá para decir.
-Esto no se va quedar así-
-En eso tienes razón, pequeña Bety, tu mala conducta amerita otro castigo. Señora, ¿Podría traer esas cosas?-
Antes de que pudiera amenazar por completo a mi mamá, la niñera intervino, sujetándome de los hombros para hacerme retroceder y que mamá pudiera meter algo a la habitación.
-Pensé que después del primer castigo ibas a aprender, pero ya que no lo has hecho, vayamos un poco más lejos-
Ella me puso un moño rosa en el cabello, cosa que por más que odiara no sería buena idea quitarme de inmediato.
Luego de eso me cargó en brazos como si fuera una niña, cosa que también permití temiendo el castigo. Mientras estaba en sus brazos pude oír como metían algo a mi habitación, algo con llantitas que no pude ver, ya que mis intentos de voltear la cabeza hacían a mi niñera tomar mi cabeza para ponerla sobre su hombro y comenzarme a sacudir. Tal como a una niña pequeña a la cual intentan dormir.
Finalmente pude averiguar que es lo que habían metido, puesto que la niñera me dejó acostada dentro de una cuna para bebés. Traté de levantarme pero ella me volvió a recostar y separando mis piernas, quitó todo el vello de mi entrepierna y del resto de mi cuerpo, luego me puso un montón de talco ahí abajo y para terminar un enorme pañal rosa apareció, de nuevo traté de huir pero de nuevo fui controlada por Corey quien sin mayor problema me puso el pañal.
-Te ves preciosa y adorable, bebita, dile "Hola" a tu mami-
Corey apretaba mis mejillas y acariciaba mi estómago, como si fueran los mimos a un bebé para hacerlo sonreír, cosa que solo logró avergonzarme, aun más cuando mamá se asomó a la cuna donde estaba y la tuve que saludar.
-Hola, mami...-
-Que linda esta mi pequeña Bety, ahora ponte en cuatro por favor, y te aconsejo relajarte-
No entendí porque me pedía eso pero yo obedecí a mi niñera, quien bajo un poco mi pañal para meterme algo por el culo y sentir como un líquido llegaba a mi interior, con horror mire hacia atrás y más allá del enorme pañal abultado, había un enema conectado hasta mi trasero.
-Debemos limpiar por completo tu interior, bebita, además que un pañal es todo lo que usaras de ahora en adelante así que acostúmbrate-
-P-pero...uhgmm-
Mi estómago se empezaba a revolver y con la mano de mi niñera en el estómago era mucho peor.
-Sin "peros" de ahora en adelante y hasta que deje de ser tu niñera, así estarás. Yo me haré cargo de todo, incluso de ti, así que más te vale aprender a comportarte-
Jalaba mis mejillas y daba palmadas en mi cabeza, a la par que yo me sostenía de los barrotes de la cuna y trataba de no ceder a lo pesado del enema que poco a poco iba llenando mi interior.
-Está será tu primera vez así que te daremos algo de privacidad para que lo hagas. Tu mami y yo iremos a comer algo, cuando vuelva te cambiare y te daré algo de comer, ¿Quedo claro? Oh, creo que ni hace falta que lo diga pero si intentas algo, cuando regrese te va ir mucho peor-
Con más caricias en mi cabeza y un beso en la mejilla la niñera salió de la habitación, dejándome a solas con mamá.
-Podría acostumbrarme a verte así, tan dócil y linda, hasta parece que de verdad eres una niña pequeña Beatriz, o mejor dicho Bety. Ojala pongas mucha resistencia, así podre ver como la niñera Corey te enseña a portarte como una buena niña, y una vez que seas buena podre hacerme cargo de ti yo sola. De momento iremos a comer algo, puedes llorar si quieres algo tú, te traeré una mamila llena de leche tibia en un rato-
Al igual que la niñera, mamá besó mi frente y salió de la habitación, dejándome a solas con la tortura que sentía, ellas estaban pensando en comer, cuando lo último en lo que pienso yo es en comer, después de todo me pusieron este enema en el trasero para limpiar mi estómago y sacar todo lo que he comido. No saben cuanto deseo ir al baño en estos momentos pero no tengo permiso de ello y tengo miedo de averiguar que castigo puede ser peor que usar un enema y prohibirme ir al baño.
Solo me puedo sostener de los barrotes con fuerza, sintiendo los pechos al aire y como mi estómago se infla y ruge cada vez más por los deseos de ir al baño, trato tanto como puedo de controlar esos deseos pero a este paso, puede que lo más inteligente sea hacer caso al consejo de la niñera y hacerlo ahora que nadie me mira, es cuestión de segundos para que no puedo contenerlo.
Lo único que tengo claro es que haga lo que haga no volveré a meterme en problemas, tengo que comportarme y ser una buena niña para mamá, de lo contrario, la niñera Corey seguirá cuidando de mi y enseñándome modales hasta que aprenda la lección.
-Voy a ser una niña buena, voy a ser una niña buena, voy a ser uggh, una niña buena...-
Me decía vez tras vez, soportando los deseos de ir al baño, y recordándome que los días de rebeldía, locuras y maldades se habían terminado, porque ahora que tengo niñera e incluso una vez que se vaya, yo seré la pequeña Bety, la niña buena de mamá. 
Créditos a: Blackroseseduction

domingo, 28 de enero de 2024

La maldición gitana

Hasta hace unas horas yo era un chico, ni siquiera yo puedo creer lo que me pasó pero es la única idea factible que tengo en mente. De camino a la escuela, cerca de un callejón había una anciana rara y misteriosa con lo que parecía ser un pequeño puesto callejero de accesorios femeninos; brazaletes, collares, aretes y cosas así. A mi novia le encantan esta clase de cosas así que me acerque a preguntar por un par de brazaletes, azul y rojo, que imaginé le gustarían a mi novia.
Pensaba comprarlos pero al preguntar el precio me di cuenta que eran ridículamente caros, quise saber porque tenían ese precio a lo que la anciana respondió cosas sobre magia que no entendía y mucho menos creía haciendo así que una negociación se convirtiera en una fuerte discusión con esa señora hasta que insulte a la anciana; diciendo que estaba loca y que lo que vendía eran baratijas que sacó de la basura, parecía que eso fue lo peor que pude hacer por la forma en que me miró, en ese momento dijo algo sobre ser una gitana y que esos objetos eran muy valiosos y que en consecuencia de mis actos pagarían un gran precio no monetario sino físico y que por ello me dejaría los brazaletes.
Yo solo reí y me fui con una gran sonrisa hacía la escuela, había conseguido lo que quería solo por discutir con una vieja loca. Sin embargo, conforme transcurría mi camino hasta la escuela me sentía más y más cansado, no recuerdo bien como lo logré pero llegué a mi salón de clases que parecía estar vacío, justo a tiempo para caer dormido en mi escritorio.
Al despertarme, literalmente, era alguien más; tenía el aspecto de una joven chica con piel bronceada, mi cabello había crecido al igual que mis pechos y caderas que quedaba demasiado a la vista con el mini short blanco que ahora usaba y la blusa negra que no podía ni cubrir mi ombligo además de los brazaletes que eran para mi novia y que ahora por más que intento no me puedo quitar ni romper para quitármelos.
Me siento muy raro ahora, aún intentando comprender lo que me paso y a menos que una enfermedad o una niebla mística me volviera mujer mientras dormía, la maldición gitana es responsable de mi estado actual.
Me levante de mi asiento solo para perder el equilibrio gracias a mis enormes pechos y a los tacones que estaba usando, me tomó un par de intentos pero finalmente pude empezar a moverme torpemente, solo que había algo raro; me siento muy caliente y mi cuerpo esta empezando a sudar, no tengo idea si sea parte de la maldición pero ahora me senté en el pupitre con la intención de averiguar que me está pasando; el problema es que no siento el control total de mi cuerpo, mi brazo derecho que porta los brazaletes parece tener voluntad propia y tal como va, estará explorando mi nueva zona íntima sin que pueda oponerme en medio del salón de clases. Debe haber alguna forma en que pueda revertir esta maldición o al menos no me haga sentir así como para hacer estas cosas en lugares públicos, si pudiera iría corriendo a buscarme el perdón de esa señora pero ahora con mi short desabrochado y sin poder controlar mi propio cuerpo creo que tengo planes muy diferentes que atender primero, antes de intentar resolver la maldición.
Créditos a quien correspondan.

sábado, 27 de enero de 2024

Te he enamorado

-Te encontré-
Le decía a mi amada esposa al abrazarla por detrás tomando sus caderas, algo que correspondió con una sonrisa y tomando mis manos para juntarlas con las suyas. 
-Te extrañé tanto durante tu viaje de negocios, que apenas puedo contenerme, cariño-
-Lo mismo te digo, llevo días deseando verte, tenerte y arrancarte toda la ropa pero parece que tú misma me ayudaste con eso-
-Lo siento, cariño. Cuando escuche la puerta abrirse antes de lo previsto no pude terminar mi sorpresa a tiempo, pero si quieres puedo volver a vestirme con tu ropa favorita para que me arranques todo-
Sacudía sus caderas hacia mi pelvis, dejándome sentir todo su trasero con el bulto en mi entrepierna que se iba formando por el placer, al mismo tiempo que empezaba a quitarme la camiseta para presumir mi bien formado cuerpo, algo que sin duda haría estremecer a mi mujer, tal como siempre ocurre desde que la hice volverse una mujer hace ya algunos años. 
Antes, en su vida pasada, este idiota se llamaba Javier. En ese entonces era un hombre blanco y racista, que cada que me veía inventaba algo a la policía para intentar mandarme a la cárcel por el simple hecho de tener otro tono de piel; yo desde siempre supe que me odiaba y yo lo odiaba a él, sin embargo, nunca hice nada en su contra hasta que encontré un castigo apropiado para el racista idiota. 
Gracias a una bruja, un buen día, hice que lo transformará en una mujer madura; cabello negro y largo, pecho enormes, un culo aún mejor y un bolso con algunas pocas pertenecías de su nueva vida como una mujer. 
Ese tonto no tendría ni la menor idea de que hacer o porque despertó como una mujer, y al desaparecer todo lo de su antigua vida simplemente parecería estar acabado; el empleo, la renta y cientos de cosas suyas ya no estaban, solo le quedaba mirar adelante como una mujer. 
Y en ese momento, el peor momento de su vida, aparecería yo para salvarla, enamorarla y volverla mía, aunque claro que ella no lo sabía. 
Me acerque a ella apenas tuve la oportunidad, y aunque se notaba que desconfiaba de mi, solo podía aceptar mi ayuda o seguir estando sola en la calle. Ver como se tragaba su orgullo y aceptaba mi ayuda fue de lo más encantador, ese tonto racista se estaba humillando ante mi sin siquiera ser consciente de ello, y aunque podía abusar de ella fácilmente al meterla a mi hogar, decidí que haría algo mejor. 
La dejaría dormir unos días en mi casa, al igual que le daría comida, e incluso la llevaría por un poco de ropa para no usar el mismo vestido con el cual se le veían las bragas y el culo todos los días. Algo que, gracias a la magia de mi amiga, haría que ella se pusiera más y más contenta, la haría feliz cada día, y por ello usaría su cuerpo para agradecerme de formas cariñosas: se dejaba abrazar, besar, toquetear, mostraba de más, todas esas eran acciones que hacía sin saberlo y que esa tonta disfrutaba por culpa de la magia. 
Así con el poder mágico de mi amiga, el idiota de Javier poco a poco dejaba de despreciarme ciegamente, para empezar a ponerse nerviosa y con deseos de estar a mi lado hasta que finalmente se enamorara de mi; era increíble que, a quien por años había fastidiado, poco a poco se volviera su amor platónico, hasta aceptar esos sentimientos de querer estar conmigo. 
Nunca entendió porque se volvió una mujer madura, ni tampoco pudo encontrar una cura o forma de volver a la normalidad, pero estoy seguro de que ella no se arrepiente, pues su vida como Janet es de lo mejor. Después de un tiempo cuidándola le pedí que fuéramos novios, y después de varios meses le propuse matrimonio, algo que sin dudar aceptó. 
Desde entonces Janet se volvió mi sirvienta personal, aunque decirle "ama de casa" es lo que la convenció de todo pero la verdad es esa, solo la utilizo por su ardiente cuerpo y cuando no tenemos sexo, lo menos que puede hacer es limpiar y cocinar en la casa como agradecimiento por todo lo que he hecho por ella. Por ello cuando nos casamos, le dije que no tenía que preocuparse por el dinero o por trabajar, que solamente siguiera cuidando de la casa y de verse jodidamente ardiendo para mi, así mientras yo traigo el dinero a la casa para cuidar de ella y comprarle todo lo que quiera, ella sin saberlo sería mi sirvienta personal y muñeca que obedecería lo que le ordené y usaría lo que yo quisiera. 
Diría que el mayor cambio entre nosotros fue en la habitación, deje que ella durmiera en mi cuarto un tiempo y yo dormía en el sofá, pero una vez empezamos a ser novios, también compartimos la cama y habitación, la cual en pocos días se empezó a llenar de maquillaje, vestidos, faldas y lencería que disfrutaba dejar por todos lados por órdenes mías. 
Después de todo, desde que nos hicimos novios es normal divertirme con ella y su excelente cuerpo durante las noches, algo que no había hecho los últimos días por mi viaje de negocios, y hoy día que regresé no pienso perder ni un minuto más para jugar con mi muñeca. 
-Ahora que lo mencionas, si me gustaría. Voy a salir y volver a entrar, te daré unos minutos para que te pongas esa lencería rosa que me encanta junto a tus tacones, te prometo que nos vamos a divertir tanto hasta compensar los días que estuve fuera-
-Aw, eres todo un hombre, cariño-
-Y tú la mejor mujer que pude tener, te amo-
-Y yo a ti-
-¿Nos damos prisa para la acción?-
El momento "romántico" se interrumpió con una nalgada en su buen culo para hacerla estremecer, oírla chillar así me encanta y me hacia recordar que todo el tiempo que invertí cuidándola valió la pena para tener una excelente muñeca que me amaba: tan débil y femenina, sumisa, obediente, toda una mujercita dentro de la cama que hace de todo para tenerme satisfecho, además que aún con los años su cuerpo en vez de envejecer parece que cada vez se pone mejor. Por donde lo viera, ese idiota y racista de Javier ya no existía, sólo quedaba una tonta y voluptuosa mujer que ciegamente me amaba y obedecía gracias a la magia que lo transformó en mujer, por donde se le viera se había convertido en una auténtica mujer que sabía como tratar a un auténtico hombre como yo, y demostrarle todo esto con la magia, demostrarle quién era ella en realidad fue con lo que la enamore para volverla dependiente de mi. Era eso, simplemente la había enamorado, y aquel tonto racista que siempre me molestaba, ahora limpiaba mi casa y me suplicaba por llevarla a la cama. 
-Ya voy, cariño. En unos minutos nos vemos-
Diría para separarme del abrazo y ponerme de nuevo la camisa, saliendo hacía la puerta de la casa, pensando en lo tonta que ella era al quedar enamorada, y más importante, pensar en lo muy ardiente que se pondría para disfrutar de estar juntos en la cama, eso era lo que más deseaba. 
Cada que la veía, estaba feliz de cumplir mi venganza, venganza de la cual Javier ni siquiera supo que yo fui responsable y que ahora ha dejado atrás esa vida para volverse Janet, una tonta mujer que está feliz de vivir conmigo, de tener la vida que le he dado y de volverla mi obediente esposa, todas esas cosas que no hubieran pasado sin la magia de mi amiga que no solo le feminizó, también hizo que cayera enamorada. Y ya que se ha enamorado, todo lo que resta hacer, es seguir tratando la cómo una sirvienta y mujerzuela que ciegamente se esfuerza por mí para ser una excelente esposa. 
Créditos a quien correspondan.

viernes, 26 de enero de 2024

Para estar a la par

Cristina es una chica de 17 años que se lleva muy bien con su primo Paúl, desde niños jugaban juntos y cuando crecieron la costumbre no se perdió, teniendo pijamadas donde jugaban algo pesado y se molestaban mutuamente hasta la madrugada. Cristina siempre intentaba ganarle pero no era una atleta, cosa que sí era Paúl teniendo una gran ventaja física sin mencionar que Cristina se volvió algo más sensible cuando creció, haciéndola un poco más débil en comparación de su primo.
Esa noche en especial Cristina no fue capaz de hacer mucho, Paúl se divirtió cargándola en brazos como si nada hasta marearla para ver cómo se tambaleaba al intentar caminar para seguir jugando con ella, así hasta que la noche llegó y ambos se fueron a dormir.
La chica estaba frustrada, antes podía defenderse o ganar pero ahora no, si fuera más alta o fuerte o algo más, podría estar más a la par de su primo, pero no era así y con ese deseo en mente se fue a dormir.
En medio de la noche sentía mucha sed, cosa que le hizo levantarse sin darse cuenta de su cambio hasta encender la luz, momento en que sin dudar se alarmó. 
No tenía sus pechos, estaba más alta y aún más destacado, tenía en su entrepierna un pene erecto que sobresalía de su blusón para dormir que ahora apenas y le quedaba.
De inmediato gritó y trató de bajar más su blusa para cubrir su miembro, lográndolo por poco y sintiendo un poco del mismo, bien duro y algo caliente, totalmente nuevo para la chica que enrojecía más a cada instante.
-¿Cristina?¿Quien anda ahí? Voy abrir la puerta y más te vale que mi prima este bien-
-No se te ocurra abrir, Paolo, no tengo ni idea de que sucedió y no quiero que me veas así-
La puerta se detuvo en ese momento, solo ella sabía que en verdad se llamaba Paolo por mucho que le dijeran Paúl todo el mundo.
-Pero tú voz suena a la de un chico, déjame entrar para ayudarte-
-Me transforme en un chico, por eso sueno así y por eso no quiero que me veas, ¡Idiota!-
-Pero ahí encerrada no podrás hacer nada, voy a entrar te guste o no-
En cuanto Paúl abrió la puerta pudo ver a un chico de su estatura, con cabello blanco y sin pantalones, en una pose algo femenina buscando ocultar su entrepierna. Más arriba podía ver la cara roja y furiosa del mismo sosteniendo un cojín de panda.
-¡Te dije que no entrarás!-
El cojín le dio de lleno en la cara, momento que aprovechó Cristina para empujar al chico afuera de su cuarto y ponerle llave, sin notar cuan fuerte se había vuelto.
Ahora debe pensar en como volver a su cuerpo y como hacer las paces con su primo, él solamente quería ayudar pero no podía verla con una erección. Pero antes de todo eso, debería buscar algo de ropa, ella solo tiene bragas, faldas y tacones, quizás pueda seguir usando su ropa de chica ahí dentro pero para poder salir o dar la cara a su primo definitivamente no, ahora tenía que vérselas como un chico.
Créditos a: @AGOnaoe

jueves, 25 de enero de 2024

Me he enamorado

-Te encontré-
Decía mi amado esposo al abrazarme por detrás tomando mis caderas, algo que correspondí con una sonrisa y tomando sus manos para juntarlas con las mías.
-Te extrañé tanto durante tu viaje de negocios, que apenas puedo contenerme, cariño-
-Lo mismo te digo, llevo días deseando verte, tenerte y arrancarte toda la ropa pero parece que tú misma me ayudaste con eso-
-Lo siento, cariño. Cuando escuche la puerta abrirse antes de lo previsto no pude terminar mi sorpresa a tiempo, pero si quieres puedo volver a vestirme con tu ropa favorita para que me arranques todo-
Sacudía mis caderas hacia su pelvis, dejándome sentir en el trasero como un bulto se iba formando en su entrepierna cada vez más grande y duro, al mismo tiempo que veía de reojo como mi marido se quitaba la camiseta, dejándome ver su bien formado cuerpo en el proceso, algo que sin duda me haría estremecer tal como siempre me ocurre desde que acepte ser su mujer, hace ya algunos años. 
Antes, en mi vida pasada, yo me llamaba Javier. En ese entonces era un hombre blanco y racista, que siempre intentaba enviar a la cárcel a su vecino negro Patrick, él mucho tiempo supe que lo odiaba pero en ningún momento hizo nada para vengarse, e incluso me ayudó, aún si no sabe que lo hizo.
Un día, sin más, desperté siendo una mujer madura; cabello negro, buenos pechos, culo enorme y un  bolso con mis cosas mas básicas de mujer.
No tenía idea de que hacer o porque me ocurrió, simplemente todo parecía acabado, pues mi empleo, mi renta, cientos de mis cosas ya no estaba para mi.
Y en mi peor momento apareció mi amado, aunque no lo sabía en ese entonces. De hecho, seguía desconfiando de él por el color de su piel pero entre recibir su ayuda y estar en la calle, no tuve más remedio que tragarme mi orgullo y aceptar su compañía.
Me dejó dormir unos días en su casa, al igual que darme comida, e incluso me llevó por un poco de ropa para no usar la misma ropa todos los días. Algo que sin notarlo hacia feliz a mi cuerpo, me hacía feliz a mi, y hacía que agradeciera de formas cariñosas.
El desprecio que ciegamente le tenía, de repente se fue transformando en nervios y deseos de estar a su lado, por dios, me estaba enamorando de Patrick y lo único que se me ocurrió hacer, era aceptar esos sentimientos.
Nunca entendí porque me volví una mujer madura, ni tampoco pude encontrar una cura o forma de volver a la normalidad pero no me arrepiento o pienso en eso, mi vida como Janet es de lo mejor; Patrick me propuso ser novios después de unas semanas viviendo con él, y después de varios meses me propuso matrimonio, algo que sin dudar acepté.
Desde entonces soy una ama de casa, bueno, en realidad lo fui desde que llegué a vivir con él, lo único que podía hacer como agradecimiento era limpiar y cocinar en la casa, algo que a Patrick siempre le gustó y me agradeció. Por ello cuando nos casamos, me dijo que no tenía que preocuparme por el dinero o por trabajar, que solamente siguiera cuidando de la casa y de él, mientras él traía el dinero a la casa para cuidarme y comprarme todo lo que quisiera.
Diría que el mayor cambio entre nosotros fue en la habitación, yo dormía en su cuarto y el en su sofá, pero una vez empezamos a ser novios, también compartimos la cama y habitación, la cual en poco tiempo se empezó a llenar de maquillajes, vestidos, faldas y lencería, que esta última me gustaba dejarla tirada por todos lados para provocarlo. Después de todo, desde que nos hicimos novios es normal divertirnos el uno con el otro durante las noches, algo que no habíamos podido hacer debido a su viaje de negocios, y hoy día que ha regresado no pensamos perder ni un minuto más.
-Ahora que lo mencionas, sí me gustaría. Voy a salir y volver a entrar, te daré unos minutos para que te pongas esa lencería rosa que me encanta junto a tus tacones, te prometo que nos vamos a divertir tanto hasta compensar los días que estuve fuera-
-Aw, eres todo un hombre, cariño-
-Y tú la mejor mujer que pude tener, te amo-
-Y yo a ti-
-¿Nos damos prisa para la acción?-
El momento romántico se interrumpió con una nalgada en mi trasero que me hizo estremecer, eso me encanta y me hizo recordar del porque amaba a mi hombre: tan fuerte y masculino, dominante, todo un caballero conmigo que me compra todo lo que quiero, además que esta muy bien dotado de allí abajo, por donde se le viera era un auténtico hombre que sabía como tratar a una auténtica mujer, y por eso fue que me enamore. 
-Ya voy, cariño. En unos minutos nos vemos-
Diría para separarme del abrazo e ir a la habitación, pensando en lo mucho que lo amaba, y aún más en lo mucho que lo deseaba, estaba feliz de estar con él, de tener esa vida y de volverme su obediente esposa, todo ello son cosas que no hubieran pasado, si yo no me hubiera enamorado. Pero ya que me he enamorado, todo lo que me resta por hacer, es ser una excelente esposa. 
Créditos a quien correspondan.

miércoles, 24 de enero de 2024

Dinámica interactiva parte 2 ¡Tú historia!

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Créditos a quien correspondan.
Si elegiste este portal, tu nombre es Antonia y temó decirte que ha ocurrido algo inusual con tu cuerpo y es que aterrizaste en una joven mujer en sus 30 años que NO había dejado su cuerpo así que hay dos almas conviviendo en un cuerpo; la tuya y la de ella, lo cual puede ser bastante problemático. 
Por ratos o días tienes total control del cuerpo, de que hacer y que no hacer con tu "nueva vida" pero también hay días en los que solo te sientes como observador de la vida que lleva la mujer intentando que no tomes control de su cuerpo. 
Quizás haya una solución y dialogando de alguna forma puedan llegar a un acuerdo para compartir o controlar lo que deseen del cuerpo o su vida pero sino lo resuelven, sus almas entrarán en conflicto y tarde o temprano una de las dos será expulsada para seguir vagando en busca de una nueva vida entonces ¿Qué es lo que harás en este nuevo cuerpo y nueva vida?
Créditos a quien correspondan.
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Créditos a quien correspondan.
Si elegiste este portal, tu nombre es Talía y ahora tienes 29 años, puedes tener un cuerpo sexy y hermoso además de vivir en esta lujosa mansión que es la envidia de todos sin embargo estas comprometida con un hombre que más que amarte, ama tu cuerpo; él te dice que usar, como vestir y actuar, además de como ahora pedir que modeles para él. 
No todo es malo, él puede ser muy lindo y detallista cuando quiere pero cuando no, te trata como poco más que un objeto, trato al que Talía ya se había acostumbrado. 
Bien podrías irte de la casa y rechazar su propuesta de casarse pero tendrás que pensar como y donde vivir además de como mantenerte, llevas años con esa vida y aunque es posible desprenderse no será fácil estar por tu cuenta por lo que ¿Qué harás con tu nueva vida y tu nuevo cuerpo?
Créditos a quien correspondan.
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Créditos a quien correspondan.
Si este portal fue de tu elección, tu nuevo nombre es Sam y eres un hombre tranquilo cerca de sus 35 años y que vive en las afueras de la ciudad con su perro, Boston. 
Heredaste una buena fortuna así que tienes la vida resuelta y aun si tu estilo no es quedarte en casa puedes conseguir un empleo en la ciudad aunque no esperes ser dueño de alguna empresa o que todos te obedezcan, más bien al revés, puedes tener trabajos mas sencillos o físicos, serán los disponibles al no haber terminado tus estudios pero fuera de ello parece una buena vida que puedes moldear a tu antojo así que ¿Qué dices? ¿Qué harás con tu nuevo cuerpo y vida?
Créditos a quien correspondan.
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Créditos a quien correspondan.
Si este destellante portal lo elegiste tú, tu nombre ahora es Steven y eres un chico de 21 años, no tienes un hogar ni a donde ir exactamente, lo único que tienes es dinero para unos cuantos meses y una motocicleta con la cual moverte. 
El antiguo dueño de este juvenil cuerpo se alejó de toda su familia y conocidos para hacerse una nueva vida pero ahora que es tu vida y tu cuerpo puedes elegir que hacer con tu vida, eso si, serás joven pero puede que más que nunca debas pensar en tu futuro, donde vivir, trabajar y en general que será de tu vida que estará a punto de empezar según la dirección que escojas en tu motocicleta una vez tengas el tanque de gasolina lleno así que dime ¿Qué harás con tu nuevo cuerpo y nueva vida?
Créditos a quien correspondan.
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Créditos a quien correspondan.
Si tu decisión fue tomar este portal, tu nombre es Melisa, tienes 34 años y tu nueva vida puede ser muy sencilla o muy complicada según como eras en tu vida pasada. 
Ahora eres una ama de casa y tus deberes son los de una: cocinar, lavar la ropa, planchar, cuidar a tus hijos; un niño y una niña de 6 y 4 años respectivamente, además tienes que satisfacer a tu hombre todo el tiempo, en especial ahora que le gustaría tener un tercer hijo al cual deberás criar.
Sin embargo, tú cuerpo también quiere otro bebé y una forma en que provocas a tu esposo es al andar solo en lencería cuando están a solas como ahora. 
Podrías acostumbrarte y disfrutar de esta nueva vida con toda una familia bien hecha o solo fingir que lo disfrutas, después de todo no solo tu pareja, también tus hijos y vecinos se darían cuenta si de repente la esposa perfecta cambia drásticamente como si fuera otra persona, lo que podría complicar tu días, así que dime ¿Qué es lo que harás con tu nuevo cuerpo y nueva vida?
Créditos a quien correspondan.
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Créditos a quien correspondan.
Si escogiste este portal, tu nuevo nombre es Jennifer y llegaste en el momento perfecto para acabar lo que ella empezó, como verás por tu cuerpo y atuendo ella es una modelo de play boy y lo que estas usando es el modelo más nuevo y atrevido de la revista pero no te preocupes muy pronto te lo quitaras, después de todo primero va la sesión en solitario donde tendrás que modelar muy linda ese atuendo pero luego vienen la sesión al desnudo con un hombre, tú hombre por todo el tiempo que dure la sesión sonriendo y amando todo lo que te haga. 
Quizás puedas gozarlo y finalmente te atrevas a dar un paso más y en vez de protagonizar revistas, protagonices vídeos, los cuales la antigua Jennifer nunca se atrevió, o por otro lado sólo acabar la sesión y buscar hacer tu vida fuera del espectáculo para adultos que por muy bien pagado que sea no es para todas. 
Sin embargo, hagas lo que hagas no puedes huir de esta situación, a menos que quieras salir corriendo a la calle como una exhibicionista. Tu ropa y pertenencia te serán devueltas una vez la sesión finalice pero por ahora sonríe y piensa ¿Qué es lo que harás con tu nuevo cuerpo y nueva vida?
Créditos a quien correspondan.

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Créditos a quien correspondan.
Si este fue tu portal, tu nombre es Tony y eres un hombre a la mitad de sus 40 años aunque con la ropa elegante y buen aspecto puedes verte más joven o más viejo, cual de los dos depende de ti. 
El dinero no es problema, como dueño de múltiples negocios y empresas tienes dinero hasta para regalar y eso no sólo lo sabes tú, también tu esposa con quien recientemente has tenido tantos problemas que ella está considerando no sólo el divorcio sino también parte de tu fortuna. 
Podrías intentar arreglar las cosas con ellas y quizás ser ese mejor Tony que ella siempre quiso y nunca pudo tener para vivir juntos por siempre o también podrías divorciarte, dependiendo tu abogado y suerte podrías pagar esa pensión o no y ser un hombre libre que haga lo que le plazca como tener otra pareja, o incluso parejas, después de todo eres el dueño de tu vida y tu decides que es lo que ocurre pero dime ¿Qué es lo que harás con tu nuevo cuerpo y nueva vida?

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Créditos a quien correspondan.
Si elegiste este portal, tu nombre es Sebastián aunque suelen decirte Sebas, eres el típico hombre promedio que empezó a trabaja en una oficina hace poco, como un año desde que te graduaste de la escuela de leyes y como tal todavía te toca picar piedra en el buffet de abogados. 
Hay días buenos y días malos, pero lo que importa ahora es acostumbrarse al ritmo de trabajo que puedas tener ya que como habrá días donde estés pegado a la silla viendo al techo hasta acabar tu turno, como habrá otros días donde por semanas no pegues la cabeza a la almohada pensando como evitar que tu cliente pierda su caso y tú reputación y futuro trabajo. 
Más allá del trabajo no tienes mucho todavía, puedes dedicarte en hacer una familia, amigos o subir puestos en el trabajo hasta hacerte conocido, todo depende de tu ambición y sea lo que sea que quieras así que ¿Qué es lo que harás con tu nueva vida y tu nuevo cuerpo?
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Créditos a quien correspondan.
Si este es tu portal, tu nombre es Booby un hombre recién casado que disfruta de su luna de miel con su mujer, tu esposa es increíble y hará todo para mantenerte contento en la casa y en la cama sin embargo te tiene una condición o deseo que ella tiene contigo desde que se conocieron y es que la dejes embarazada y trabajes con su padre, tu suegro que nunca te perdono robar a su nenita. 
Puede que llegaras en un mal momento a la vida de Booby pero ahora tú eres Booby y tienes una vida por delante que decidir, si aceptas podrás tener el mejor sexo que nunca imaginaste pero a costa de tener 1 o más hijos los cuales criar por no decir que tus primeros meses en la empresa serán complicados a menos que te ganes el favor de tu suegro, puedes sentar cabeza y aceptar lo que tu esposa desea o podrías huir y tratar de disfrutar tu nueva vida como un "soltero" sin embargo ahora que saliste del baño, tu mujer te espera para un segundo asalto en la cama así que dime ¿Qué es lo que harás con tu nuevo cuerpo y nueva vida?
Créditos a quien correspondan.
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Créditos a quien correspondan.
Con este portal, tú nuevo nombre es kitty y eh, bueno...eres una chica complicada, a tus 26 años te ves y actúas mucho más joven por fuera usando cosas lindas y siguiendo la moda fashion asiática en todo tu atuendo pero por dentro de ti y de la ropa eres mucho más atrevida y exigente, gustando de usar correas, ligueros y lencería erótica todo el tiempo para no solo verte linda, sino también sexy.
Por si fuera poco eres una consentida y caprichosa todo el tiempo, quieres que alguien resuelva todos tus problemas, te cuide y te haga muy feliz a cambio de ser leal y complacer a la persona que te cuide tanto. 
Puedes adaptarte a tu linda, nueva y muy caprichosa vida la cual no estuvo nada mal hasta el momento para kitty pero también puedes intentar hacerte una nueva vida más independiente o como sea que se te antoje. Este es tu nuevo cuerpo y tu nueva vida así que dime ¿Qué es lo que harás?
Créditos a quien correspondan.