miércoles, 24 de abril de 2024

David y Cristina

David era un hombre de tez morena, cuyo único pasatiempo era divertirse a costa de las mujeres; le encantaba tener sexo con mujeres hermosas y rubias, disfrutando de sus cuerpos aun si ellas no lo disfrutaban del todo, debido a la dureza con las que David las trataba al momento de la intimidad y que sin importar las muchas protestas o peticiones que hacían las mujeres en busca de mejores tratos, el hombre solo se reía y comenzaba a hacerlo más fuerte para hacerlas callar.
Un día cualquiera y sin previo aviso, el hombre despertó sin ropa en el cuerpo, dentro de la cama de su ex novia y sin poder creer que se había transformado en ella.
David no daba crédito de como se veía; ahora medía cerca de 1.60 cm si llevaba tacones, piel blanca y sin imperfecciones; con un enorme trasero que amaba azotar con dureza hasta teñirlo de rojo; unas tetas tan grandes y redondas que no cabían por completo dentro de sus manos al acariciarlas; un par de adorables pezones rosas con perforaciones; todo eso con una cabellera teñida de rubia, ya que el hombre convenció a su ex paraje de teñirse de rubia para verse como una autentica mujer.
El tiempo de su relación fue breve, muy breve por culpa del mismo David, pero conocía tan profundo aquel precioso cuerpo que era imposible equivocarse, David se había convertido en una de las mujeres con quien más amo coger.
Su relación fue breve por muchas razones, todas culpa de David; la chica no podía seguirle el ritmo en la cama, las nalgadas comenzaban a ser dolorosas, el hombre jugaba muy brusco con sus pezones y cuando jalaba el cabello de Cristina había momentos donde arrancaba algunos cabellos; por todo eso y más la mujer se rindió, no pudo satisfacer las necesidades que su hombre le pedía, y aunque lo amaba profundamente, si David no era feliz en la cama, simplemente se iría con otra mujer rubia que fuera lo suficientemente buena como para tenerlo contento; cosa que terminó haciendo sin importarle que rompió el corazón de su ex pareja. 
Varios meses pasaron desde la última vez que estuvieron juntos, y el hombre nunca imaginó que un reencuentro entre ambos sería con él cargando las enormes tetas de Cristina al estar dentro del cuerpo de la rubia, viéndose desnudo frente al espejo e intentando comprender porque se había convertido en ella. 
Lo único que le venía a la cabeza era la noche anterior, donde después de besarse con muchas chicas en un bar, terminó por llevarse a una rubia hasta un motel. Lo único extraño que pudo recordar, fue una neblina morada cuando salía del bar, pero para ese punto había bebido tanto que ni siquiera estaba seguro de lo que había visto.
El hombre estaba tan aturdido y confundido, que no pensó bien lo que estaba haciendo, y cuando la puerta de la habitación se escuchó, él simplemente abrió sin pensar.
Solo tras abrir la puerta, recordó que no era un hombre caminando por su casa, era una mujer desnuda frente a un enorme y musculoso hombre que conocía muy bien, David. 
El shock de la situación fue demasiado, David no supo como reaccionar ante todo lo que sucedía, pues como si fuera poco haberse convertido en su ex novia, ahora podía ver a su cuerpo masculino frente de él, entrando al departamento sin dudar y con una expresión lujuriosa que dejaba muy claras las intenciones del hombre con su ex novia.
Antes de que el hombre atrapado en el cuerpo de Cristina pudiera hacer algo, el cuerpo de David no dudó en cargarla en brazos, dándole un par de duras nalgadas que hicieron retorcer a la mujer por el ardor en su trasero, viendo con impotencia como la llevaban hasta su cama.
David en el cuerpo de su ex novia sabía lo que su propio cuerpo de hombre le haría y quiso detenerlo, argumentando que ya ni siquiera eran pareja y todo lo que se le ocurría, a lo que el cuerpo de David solo se rio y aseguro que ella quería coger al invitarlo a su casa y esperarlo desnuda, por lo que ahora ella debía de comportarse y satisfacerlo, o al menos intentar entretenerlo.
En cuestión de segundos el hombre se desnudó mientras ponía en cuatro a la rubia mujer, sujetando con fuerzas sus caderas para guiarla y dando duras nalgadas para que obedeciera. Era la experiencia más humillante que jamás experimentó David, y que por vergonzoso que fuera, no tuvo de otra más que obedecer al quedarse en cuatro para que las nalgadas en su culo se detuviera.
Su ultimo intentó del chico, esta vez sin intentar moverse, fue decir que él era David atrapado en el cuerpo de Cristina, algo que solo hizo reír al cuerpo masculino pensando que era una broma extraña y soltando varios comentarios que hicieron reflexionar al hombre. Su cuerpo masculino decía que si en verdad David estaba atrapado en el cuerpo de Cristina, debía de aprovechar la oportunidad de tener un cuerpo tan lascivo como el de esa rubia hermosa, además de decirle que si en verdad era David, ya debía saber que hacer para tenerlo contento en la cama, y en caso de dejarlo insatisfecho, seguirían cogiendo hasta que aprenda a usar apropiadamente uno de los mujeres cuerpos con los que ha cogido.
 Fue en esos momentos donde David se rindió, o mejor dicho, entiendo que no importa que diga, ahora él era la indefensa mujer que ya había sido colocada en la posición favorita de David quien sin más, metió su miembro dentro de la rubia.
David no sabía que hacer o pensar, su propio cuerpo se lo estaba cogiendo con fuerzas, impactando su pelvis contra su femenino trasero y haciendo que el resto se su cuerpo se sacudiera con fuerzas sobre la cama.
Por fortuna y desgracia del pobre chico atrapado en el cuerpo de su ex, Cristina tenía experiencia soportando el duro miembro del moreno que la embestía sin piedad y haciéndole sentir en carne propia lo que a muchas mujeres le había hecho, dándose cuenta de su error.
Coger en la posición favorita de David tan solo era el comienzo de una larga velada, ambos sabía de sobra que el hombre podía soportar varios asaltos antes de cansarse. Por su parte Cristina, o mejor dicho David en el cuerpo de Cristina, no tendría más remedio que soportarlo como una buena chica, el cuerpo de David no iba a detenerse hasta quedar satisfecho y si eso implicaba romper y agotar tanto al verdadero David al punto de volverse Cristina en cuerpo y mente, eso sucedería.
De cualquier forma, se trate de David o Cristina, tendrán que hacer felices a su fornido novio y satisfacerlo hasta que las deje descansar, seguramente hasta la mañana siguiente.
Créditos a quien correspondan.

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