Mostrando las entradas con la etiqueta mascota. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta mascota. Mostrar todas las entradas

sábado, 29 de marzo de 2025

Gata domestica 3 FINAL

    Al final, supongo que no puedo quejarme por completo, de verdad que me gustaría quejarme de algo con respecto a esos días en la casa de mi novio, pero después de mi primer castigo donde me amarró y me cogió hasta más no poder, no tuve más que buenos momentos bajo el cuidado y supervisión de mi amo; todo el tiempo se preocupó por mí, me consintió, me alimentó, me lo hizo tan rico cada que teníamos oportunidad y cientos de cosas más que me dieron una experiencia maravillosa por el bajo costo de ser su mascota, lo cual visto de otro modo incluso me beneficiaba; no cocinaba, no me preocupaba por nada, no tenía responsabilidad alguna puesto que mi amo hacía todo para mi mientras yo dormía o estaba acostada; mientras yo fuera una buena mascota para él, él sería un buen amo para mi, un trato que muy fácilmente acepté antes de darme cuenta.
    A pesar de que mi idea inicial era volver a la normalidad, ser yo quien domine en la relación y por supuesto que debía averiguar como es que mi novio descubrió que lo engañé, antes de notarlo ya me estaba acostumbrando a la vida como una simple mascota, me estaba acostumbrando a este nuevo papel que cuando el fin de semana estaba por terminar recién recordé todo lo que no hice, y también me sentí triste de que mis días como Kitty llegaran a su final.
    Recuerdo que estaba acostada en el regazo de mi amo quien me besaba y acariciaba a cada momento, yo estaba ansiosa por lo que haríamos en cualquier instante, así habíamos pasado el fin de semana, y cuando finalmente pensé que tendría mi recompensa, mi amado señor se levantó de la cama para entregarme mi mochila y decirme que debía de cambiarme y volver a mi propia casa.
    Fue hasta ese momento que me di cuenta de lo fácil que me adapte a la vida como una mascota, y lo triste que sería dejar de ser mimada y atendida todos los días para volver a ser una mujer adulta que quizás se había quedado soltera.
    Sin protestar me baje de la cama para cambiarme por mi misma después de varios días sin hacerlo, me peine, me vestí, me puse algo de maquillaje y camine hasta la puerta principal para salir del apartamento de mi señor, quien antes de dejarme ir dijo unas bellas palabras a las que no me pude resistir.
-¿Te gustaría volver a venir?-
-Por supuesto-nya-
    Respondí sonriendo y guiñando un ojo a mi novio, hablándole de esa forma tan ridícula que a él le encantaba, y que de cierta forma yo también comencé a disfrutar, pues cada vez que actuaba como una felina, era un recordatorio más de que solo soy su pequeña gatita, y que a pesar de mis pequeños errores, él todavía quiere tenerme en su vida.
Créditos a quien correspondan.
    Desde entonces vuelvo a casa de mi amo cada que tengo oportunidad, haciendo todo lo posible para quedarme a su cuidado por lo menos todo el fin de semana, llevando poco más que mis llaves para volver a casa, porque todo lo demás que pueda querer o necesitar, mi amado amo me lo dará mientras sea una gatita buena para él.
    En cuanto entró a su departamento, me desnudo para ponerme mi ropa de gata doméstica a la cual me he acostumbrado a la perfección, incluso mi collar me resulta cómodo y me gusta como me veo, no hay nada que no me guste o que cuestione, cuando se trata de mi amo y esta vida como su mascota es como si simplemente no lo pudiera rechazar, vivir bajo su cuidado es lo máximo, y de forma genuina espero nunca separarme de este estilo de vida que si bien comenzó como un castigo, se ha convertido en una bendición.
    Una vez bien vestida y con el permiso de mi amo, me subo al sofá y me pongo de rodillas para gritar lo que mi amo me ordenó para cada vez que llegará a su casa.
-He regresado-nya, amo por favor cuide de su pequeña kitty-nya-
    Siempre que digo eso el amo no tardar en salir de su habitación para jugar conmigo, acariciar mi cuerpo, morderme el cuello o hacerme de todo previo al sexo.
-Bienvenida, ahora sube al regazo de tu amo, siéntate en sus piernas-
    Me ordenó sonriendo, acariciando mi cabeza y besando mi mejilla para que se sentará a mi costado, dándome así la oportunidad de obedecer lo que me ordenaba.
    Sentada en su regazo podía sentir su enorme miembro apretado en la ropa siendo restregado en mis nalgas lo cual solo era un pequeño y divertido juego previo a lo realmente interesante donde me pone a su merced, como la simple mascota lasciva que soy.
    Mi amo no perdió el tiempo y empezó a morder, lamer y besar mi cuello mientras acariciaba con libido mis muslos hasta abrirme las piernas, momento en que no dudo en pasar una de sus manos por encima de las bragas para provocar aún más humedad dentro de mi.
    Mi espalda chocaba con su pecho, las piernas me hormigueaban previó a saber lo que se me venía, instándome a mover el culo y dar pequeños brincos para provocar aún más a mi amo y su miembro que estaban tan felices de verme.
    En poco tiempo me corrí solo con el juego previo, tomando un poco de aire en lo que el amo me rompía la ropa para dejarme desnuda, en cuatro sobre el sofá y metiéndome su hombría de una estocada que me haría sentir por las nubes.
-¿Cómo se dice, Kitty?-
-Muchas gracias por el sexo-nya, por favor amo, úseme cuanto quiera-nya, yo soy de su pertenencia-nya-
    Con eso dicho por mi parte, el amo me sujetó del cabello para embestirme con más fuerzas mientras me hacía ver al techo perdiéndome en las maravillas de este sexo. 
Créditos a quien correspondan.
    Seguimos así por más de 2 horas, nuestras aventuras se volvían más intensas tras cada ocasión, con cada visita a la casa del amo, la resistencia de ambos va en aumento y eso me fascina y me deja con la curiosidad de ¿Cuánto tiempo más podremos aguantar en el futuro? Me muero por averiguarlo.
    Futuro.... el futuro... creo que este no es el futuro que me había imaginado hace algún tiempo... y ahora que lo recuerdo, ¿Cómo fue que llegué a esto? Recuerdo vagamente que comenzó como un castigo, un castigo por ser infiel a mi novio... ¿Cómo dijo que lo había descubierto? ¡Magia! Dijo que magia...
    La cabeza me duele un poco al recordar, es como si quisiera mantenerme centrada en mi nuevo lugar y satisfacerlo, y aunque eso me parece muy importante, todavía quiero recordar que más sucedió.
    No estoy segura, pero creo que ese libro brillante tuvo algo que ver al respecto; por ese libro descubrió mi infidelidad, dice que él mismo me vio, pero si era un lugar solo de chicas ¿Cómo le ayudó el libro?
    Además de eso, también es cosa del libro que me sienta tan caliente y sumisa, ¿No es así? En otras condiciones yo nunca hubiera aceptado esta vida, no sería tan sumisa, mi novio nunca estaría encima de mi, y aunque tiene sus cosas buenas, yo no hubiera aceptado la vergüenza de ser rebajada a una simple mascota. 
    Sí... puede que ese libro tenga algo que ver... lastima que lo destruí por accidente la otra vez... ¿O en serio fue un accidente? La cabeza está matándome, y las embestidas de mi novio no me ayudan a mantenerme concentrada, recién lo acabamos de hacer y ya me siento muy ansiosa por repetir ese momento.
    Supongo que ese libro pudo ser el responsable de mi cambio.... o quizás yo simplemente cambié... y una vez que mi novio me puso en mi lugar, entendí que ser la gatita sumisa es algo que de verdad me gusta, y que me gusta tanto como para abandonar por completo mi vida y ser completamente suya gran parte de la semana.
    No lo sé, realmente no lo sé, solo sé que esto se siente muy bien... y si lo estoy disfrutando, ¿De verdad debería preocuparme por los detalles? No lo sé, creo que pensar en eso solo arruinaría la magia y nuestro momento de amo y mascota, algo que no quiero perder.
    Por ahora me dormiré un rato, después del sexo mi amo me ha dado un agradable baño y un lindo atuendo para que pueda descansar y compensar el traje que recién me acaba de romper por jugar pesado. Este nuevo traje también es muy lindo, y un poco más apretado, me gusta, en especial la huella en la parte trasera, apuesto a que mi amo le encantará azotar en ese lugar. 
    Mientras mi amo se baña por su cuenta y yo tengo oportunidad de descansar, creo que he decidido que no me voy a preocupar tanto por lo que pasó antes de ser su mascota: si fui una mala novia, si lo engañé, si es por la magia o simplemente porque él es muy bueno, sea el motivo que sea, creo que vivir como su mascota no es tan malo, me gusta demasiado, y quiero jugar más y más con mi amo, quiero ser el juguete de mi amo y que él haga lo que quiera conmigo, quiero ser su mascota para siempre, ser su pequeña gatita domestica todo el tiempo me haría la mascota más feliz del mundo, así que cuando el amo salga de bañarse y si yo sigo despierta, le suplicaré que me haga suya para siempre y que así podamos tener una nueva y maravillosa vida de amo y mascota.
Créditos a quien correspondan.

sábado, 22 de marzo de 2025

Gata domestica 2

    Los lascivos azotes se oían con fuerzas al igual que mis gemidos ante cada embestida que mi culo recibía, totalmente inmovilizada y sumisa al placer que mi hombre me daba con tantas fuerzas para hacerme correr una y otra vez sin descanso, desde hace más de una hora como consecuencia de la desobediencia y de intentar hacer una escena contra "mi amo", quien no mostraba compasión al mostrarme cual es mi lugar a partir de ahora.
    ¿Cómo fue esto posible? Hasta hace unas horas solo era una visita a casa de mi novia, quien me confrontó con evidencias por haberlo engañado con alguien más. Incluso al ser atrapada, no quise reconocer mi error, y lejos de disculparme, intente convencerlo de que él era quien estaba cometiendo un error al llevarme la contraria, que debía disculparse de inmediato y que solo después de comprarme algo a la altura de la mujer que soy, pensaría en quizás perdonarlo. Estaba segura de que él se doblegaría ante mis amenazas, ¡Él siempre lo hace! O mejor dicho, siempre lo hacía para tenerme contenta, pero está vez no resultó como esperaba, y muy lejos de disculparse o de cumplirme mis caprichos, mi novio se mantuvo muy firme en su postura de disciplinarme porque dentro de su casa soy su mascota. 
    Como era de esperar, yo nunca sería sometida a tal ridiculez ni le dejaría a él ser quien lleve las riendas de nuestra relación, pero muy poco importó mi opinión una vez que él sacó ese viejo y extraño libro.
    Recuerdo que después de nuestra discusión, mi novio con mucha confianza tomó el libro con una mano y comenzó a leer sus páginas, provocando así que todo el libro emitiera un intenso brillo que me asusto un poco. Un libro no tenía porque brillar, menos cuando él lo estuviera leyendo en un idioma que no entendí, y que cuando finalmente terminó su lectura y cerrará el libro, un montón de extraños sucesos comenzaron a suceder dentro de mi.
    Era como si estuviera hechizada o algo así, estoy segura de que ese libro tuvo alguna clase de efecto sobre mi, porque en el momento que él dejó de leer, fue que me percaté de todas esas sensaciones en mi cuerpo.
    Me sentí más dócil de lo que nunca imaginé, ver a mi novio era como ver a una imponente figura de autoridad frente a mi, y aunque hace unos momentos yo quería verlo de rodillas disculparse por acusarme de algo que sí hice, después de que él leyó todo lo que podía hacer era agachar la cabeza debido a la vergüenza de mis acciones, esperando a que él diera una orden o indicación para obedecer.... era muy raro y humillante de pensarlo así, pero era como una niña pequeña que hizo algo malo, y ahora quiere enmendar las cosas con su padre para que ya no esté enojado. De un momento a otro, mi novio dejó de verse como un debilucho al que podía dominar a completa voluntad, a alguien muy poderoso del cual debía sentirme agradecida por tener en mi vida, y que lo menos que podía hacer para él, era portarme bien.
    Además de una extraña sumisión ante la presencia de mi novio, había algo más en mi, algo que ni en mis peores momentos había sentido... un deseo tan intenso... de hacerlo, que me daba vergüenza reconocer lo caliente que me sentía una vez que terminó de leer ese libro. 
    Sentía mis pezones duros, mi entrepierna ponerse húmeda, frotaba mis muslos el uno contra el otro con la cara toda sonrojada mientras hacía mi mayor intento de mantener concentrada y no ceder ante lo que mi cuerpo quería tan desesperadamente de un momento a otro.
    Sentí que me faltaba el aliento, me costaba ver a mi novio, me costaba aún más pensar con claridad, y entre todo ese remolino de emociones tan intensas que sentía, vi como mi novio se acercaba para sujetar mi collar y comenzar a caminar hacía su habitación, cosa que en completa sumisión acepté, caminando en silencio detrás de él tal como una mascota haría al salir de paseo con su amo.
    Dentro de su habitación, mi novio ya tenía prepara la siguiente parte de su "castigo para disciplinarme", puesto que consiguió un juguete muy especial donde me acercó, encadenó mis muñecas y tobillos, para posteriormente quitarme el pervertido atuendo que él mismo me colocó. 
    De solo ver el lugar donde recibiría disciplina todo mi cuerpo se estremeció de emoción, no había experimentado tal sentimiento antes, y no puse nada de resistencia en el momento que él me ató ni mucho menos cuando me desnudo para darme algo que deseaba de forma desesperada.
    No puedo estar segura de si todo esto fue obra suya o el libro tuvo que ver, alguna clase más de duro y directo efecto de lo que sea que él intentó conmigo. Sin embargo, fuera todo mérito de mi novio o no, tengo que reconocer que ha sido la mejor noche de mi vida en la cual sacó su lado más salvaje y dominante para mi, que tal como su deseada "gatita sumisa", disfruté desde una nueva perspectiva tan placentera como degradante. Ni yo misma podría creer que era una mujer dominante que siempre le gusta llevar el control en estás situaciones, porque justo ahora y debajo de mi novio, no pude hacer más que gemir, disfrutar y pedir más de todo lo que él tenga para darme mientras escucho y obedezco cada palabra dada por mi amo.
-¿Vas a obedecer?-
    Me pregunto con completa autoridad, a lo que con completa sumisión le respondí.
-¡Ah! Sí, sí lo haré-
    Una nalgada me hizo retorcerme de placer, solo para recibir otra igual a los pocos momentos, sin detener ni un segundo las embestidas que me hacía suplicar por más.
-¿Si que? ¿Qué harás?-
-Obedecer a mi amo-
-Bien dicho, eres una linda y cachonda gatita, así que como premio podrás elegir si lo quieres dentro o fuera-
    Algo que en otro momento nunca hubiera permitido, ahora me parecía la mejor recompensa, a la cual respondí de inmediato y sin ocultar mi entusiasmo.
-¡Dentro! ¡Dentro! ¡Lo quiero dentro, por favor!-
    No podía creer lo que de mi voz salía, hasta suplicaba por eso y lo pedía por favor, algo que en ningún otro momento haría, ahora lo hacía por culpa del buen sexo de mi novio, y muy seguramente por culpa de su libro también.
-Para ser la primera vez que intentamos por este lugar lo haces como una campeona, pero mi linda gatita lo tendrá todo a dentro y después seguiremos negociando como vivirás el resto del fin de semana para que no olvides la lección, ¿Entendido?-
    Sintiendo como su miembro palpitaba dentro de mí y mis piernas me fallaban con la entrepierna totalmente húmeda, tuve otro orgasmo al sentir como mi amo terminaba en lo más profundo de mi, deteniéndose solo unos segundos antes de iniciar el siguiente round sin importarle que yo estuviera lista o no, eso también era parte de su ejemplar castigo.
Créditos a quien correspondan.
    Horas, después de largas horas de dura y severa disciplina por parte de mi novio, él finalmente se había quedado sin energía, algo que le tomó mucho más tiempo que a mi, que incluso si no podía estar de pie, no lo detuvo de seguir dándome un castigo que tal como buscaba, no podré olvidar con facilidad... Supongo que para bien o para mal, ni yo lo quiero olvidar.
    Al menos una vez que terminamos, mi novio estaba dispuesto a soltarme del juguete en donde me metió para "negociar" como sería mi vida bajo las ordenes de mi amo siempre que estuviéramos en su casa, lo cual parecía sería mucho tiempo como compensación por haberlo engañado, algo a lo que por muchos motivos no me podía negar.
-De acuerdo, empecemos por algo sencillo: quiero que mi kitty cada que quiera hablar ronronee o diga "nya" al final de sus frases, eso la hará aún más linda y no olvidará tan fácil su lugar dentro de mi casa-
    Aunque mi instinto buscaba pelear y quejarme de la petición de mi novio, por alguna razón me puse completamente roja ante sus palabras, necesitando un momento para armarme de valor y responder.
-Eso... eso... eso sería muy humillante...-
-Exacto, esa es la idea-
    Mi intento de protesta fue cuando menos patético, después de eso no pude decir nada más para negarme a su cruel y unilateral decisión, dando pie a que él pudiera seguir aumentando sus exigencias.
-Otra cosa que quiero es que siempre me llames "amo", nada de apodos o usar mi nombre, si lo haces serás castigada-
    Una vez más intenté hablar, estoy segura de que moví mis labios, pero de mi boca no salió palabra alguna.
-Además, el amo tiene total control sobre su mascota, así que él decide que comer, vestir, hacer y como cuidar de su gatita-
    Una de sus manos, la misma con la que tantas veces me azotó hace poco, ahora acariciaba mi barbilla con cariño tal como haría cualquier persona al mostrarle afecto a un animal del hogar. En otro momento le hubiera quitado la mano de un golpe o lo hubiera mordido, pero en está ocasión solo pude levantar la barbilla y acercarme a su mano para que él me mimará de una forma muy distinta a la habitual. Cuando me di cuenta de eso y como lo disfrutaba, intenté retroceder, pero el daño ya estaba hecho y mi novio había sido testigo de cada una de mis reacciones.
-Por último, y no por eso menos importante: cualquier intento de desobediencia al amo, por muy pequeño que parezca, deberá y será castigado como el amo quiera. Por está ocasión el castigo fue uno bastante íntimo, pero no esperes que siempre sea tan amable contigo-
    ¿Eso fue ser amable conmigo? Tengo todo el trasero adolorido, las piernas temblando y apenas recuperé el aliento. Si a eso lo llama "ser amable", la sola idea de enojarlo de verdad o recibir un peor castigo, hacía que mi cuerpo temblará y que la idea de ser "una buena gatita" se sembrará más y más dentro de mi cabeza tal como una doctrina que se debe obedecer al pie de la letra y sin realizar cuestionamientos.
-No te preocupes, gatita. Si te portas bien, recibirás caricias, podrás dormir en mi regazo, te compraré cosas lindas y disfrutarás mucho de tus días en mi apartamento, pero no te portes mal, porque no tendré problema en encerrar a mi gatita traviesa dentro de su juguete favorito por todo el fin de semana-
    De solo pensarlo pude sentir como mi piel se erizaba, y por mucho que me humillará reconocerlo, ser una linda y obediente gatita para mi novio sería cosa mucho más sencilla que soportar la vergüenza y dureza de su castigo al dejarme expuesta dentro de nuestro juguete que tanto placer me ha dado está ocasión.
    Con las reglas establecidas, el amo se acercó un poco más a mi y se agachó para mirarme a la cara.
-¿Alguna objeción, Kitty?-
    Incluso si la había, no es como que pudiera decirla, no tenía objeciones en estos momentos, por mucho que me doliera, me humillaría y me sometería a sus reglas. Sin embargo, solo una vez más pude hablar, y lo hice para preguntar algo que de no tener respuesta, no me dejaría tranquila por el resto de mis días.
-¿Cómo?-
-¿Perdón?-
-Cómo me descubriste?-
    Aún si eran pocas palabras, me tomó un gran esfuerzo poder decirlas. No obstante, ese esfuerzo fue respondido por una burlona sonrisa de mi novio.
-Si lo dices de forma correcta, quizás tengas respuesta-
    Toda mi cara se tiñó de rojo al oír eso, puesto que sabía de sobra a que se refería mi pareja. Fue un debate breve dentro de mi, el cual tuvo la respuesta que mi novio deseaba.
-¿Cómo... cómo me descubriste... nya?-
    Contra todo mi orgullo y buen juicio, dije justo lo que mi pareja quería, "recompensando" mi esfuerzo con unas cuantas caricias más.
-Solo fue un truco de magia, Kitty-
-¿Un truco de magia?-
-No tienes de que preocuparte, pero si quieres saber los detalles, tendrás que ser una buena gatita por lo que queda de visita-
    Sin dejarme responder, mi novio me desató y me metió a la bañera, donde cuidadosamente me limpió, me vistió y posteriormente me acostó sobre su regazo para descansar un rato. No era exactamente lo que quería como respuesta y recompensa, pero con todo el cuerpo cansado y adolorido, supongo que una siesta es necesaria para en otro día seguir descubriendo como él se dio cuenta de mi infidelidad, y como fue capaz de dominarme a completa voluntad. Solo espero ser capaz de hallar toda la verdad, antes de que este juego de ser su gatita llegué demasiado lejos, puesto que una vida como su gatita sumisa dentro de su apartamento es algo que difícilmente creo ser capaz de soportar.
Créditos a quien correspondan.

sábado, 15 de marzo de 2025

Gata domestica

    Cuando mi novio me trajo a este lugar con la promesa de tener una experiencia inolvidable no me imaginé algo como esto, pensé que tendríamos algo de diversión, que me compró algo bonito o miles de cosas más antes de pensar en algo ligeramente parecido a lo que estaba por suceder.
    Cada uno vive por su lado y esta es la primera vez que me traía a su departamento, por lo que yo estaba tan nerviosa como emocionada de lo que ocurriera, cargando una mochila con ropa y poco más para irme todo un fin de semana a vivir con él.
    Sin embargo, en cuanto llegue a su departamento no tuve la bienvenida que esperaba, él me dejó entrar y cerró la puerta tras de mí para de inmediato colocarme un collar, pensé que sería algo bonito o elegante, pero al intentar verlo y por lo incómodo que se sentía, me di cuenta que era el collar que le pondría a cualquier animal.
    Luego me quitó la mochila con mis cosas mientras me besaba por el cuello, mi mayor debilidad y que me hizo bajar la guardia, ya que entre beso y beso, él me quitaba toda la ropa dejándome desnuda sobre el sofá, totalmente dispuesta a seguir con el acto.
    Supongo que fui algo tonta en ese momento, imaginaba que el collar y lo que me estaba haciendo era una especie de juego previo subido de tono, el cual continuo cuando él me puso una diadema para el cabello con unas enormes y peludas orejas de gato que con mi cabello oscuro, parecían salir de mi cabeza.
-Amor, ¿Que estas-
-Silencio, no te di permiso para que hablaras-
    Me respondió con fuerzas mientras me abría de piernas para ponerme aún más ropa, algo que sumisamente acepté al nunca antes haber visto a mi novio tan serio; él me vistió con unas medias de nylon negras y unas bragas negras con rayas blancas, deje que lo hiciera pero aun no entendía su propósito ni porque me hablaba así; después de eso siguió vistiéndome con unos largos guantes oscuros en conjunto de una blusa muy corta de color negro, cosas que deje que él me hiciera sin protestar.
-Se ve mucho mejor de lo que esperaba, te queda muy bien-
    Decía mi novio al terminar con los últimos detalles de mi nuevo atuendo, uno tan atrevido como vergonzoso, yo no usaría esto por cuenta propia, ni siquiera por mi novio. No obstante, tenía un mal presentimiento de toda está situación, aunque no quería vestirme de está manera, algo me decía que oponerme a mi chico solo desataría el infierno, o al menos un infierno mucho peor al que él ya estaba preparando para mi.
-No lo pregunte el otro día, Karlita, pero dime, ¿Te divertiste en casa de tu ex?-
    Intenté controlar mis emociones y reacciones, pero sé muy bien que por un momento mi cuerpo se estremeció mientras mi cabeza trataba de pensar ¿Cómo es posible que mi novio se diera cuenta de ese secreto? Yo estaba siendo muy cuidadosa, no había fotos o vídeos, ¡Y solo había visto a mi ex un par de veces a la semana desde hace unos meses! Pensé que lo estaba haciendo perfecto, sin embargo, al ser descubierta era evidente que había hecho algo mal.
-¿No vas a responder?-
-Y-yo... yo no sé de que estas hablando, amor-
    Mi novio suspiró con mi respuesta, algo que me haría enojar en otro momento, ahora solo me mantiene preocupada y a la expectativa de lo que pueda suceder.
-Tal vez te confundiste, no he visto a mi ex desde hace meses. Así que está bien, solo disculpate y deja que me cambie para que puedas invitarme algo rico de cenar-
    Al no tener respuesta, pensé que era el mejor momento para ponerme arrogante y mostrarme en control de la situación, si volvía a mi encantadora personalidad seguro que él terminaría por disculparse y hacer lo que le pidiera. Después de todo, no puedo negar que comencé a salir con este chico por lo fácil que es de manejar y por todas las cosas que me pueda dar. Por desgracia para él, aún es algo malo en una necesidad muy importante, por lo que para estar contenta, paso el rato con mi ex cumpliendo mis necesidades, mientras que todo lo demás puedo dejarlo en manos de mi novio.
-No sé de donde sacaste este atuendo, pero ya me viste usarlo, así que ya voy a quitármelo. Si tienes dinero para estas cosas, deberías tener dinero para llevarme al cine o comprarme el bolso del que te hable hace unos días. Además-
-Ya guarda silencio, Karla. ¿En serio crees que caeré en eso otra vez? No voy a disculparme ni a darte más cosas a cambio-
    Su negativa me hizo dudar un momento, yo quería mantener mi actitud dominante con mi novio, pero él nunca antes se había opuesto a mis deseos con tanto esmero, no estaba acostumbrada a ser quien reciba las ordenes, y aunque nunca permitiría eso, si mi novio de verdad me atrapó engañándolo, no sabría que hacer para convencerlo de quedarse conmigo.
-Por última vez, yo no hice nada de eso, así que si no quieres que terminé contigo en este momento, ye exijo-
-¡Karla!¡Yo te vi! Y aunque te amo, estoy dolido de que me engañarás y muy frustrado de lo egoísta que siempre has sido conmigo. Mientras yo trabajaba tiempo extra para comprarte lo que tú querías, tú te fuiste al bar con tu ex y saliste de su casa hasta la mañana siguiente-
    No pude responder a esas palabras, de alguna manera mi novio me había atrapado, describió lo que hice y aunque una parte de mi quería preguntar como es que lo sabía, la otra estaba más preocupada por salvar su relación o recibir un castigo de su novio.
-Es todo, terminamos. No quiero ser más tu pareja, pero antes de dejarte ir, merezco algo a cambio-
    Tomando con fuerza y determinación el collar en mi cuello, mi novio me acercó un poco hacía él, a lo que tímidamente agaché la cabeza al oírlo hablar.
-Al menos por este fin de semana, no te trataré como a mi novia, serás mi mascota Kitty y obedecerás todo lo que yo diga y aceptarás felizmente todo lo que quiera hacer contigo, ¿Te quedo claro?-
-¡Oye! ¿Quién te crees que-
    Por un momento quise revelarme contra mi novio, después de todo nadie me daba ordenes a mi ni mucho menos me humillaba. Sin embargo, antes de poder responder, su nuevo y habitual castigo para mi se hacía presente al jalar el collar en mi cuello para hacerme callar.
-Como ya te dije, tú no hablas sin mi permiso, y mientras estés conmigo, tendrás que obedecer. Si no lo haces, te castigo y la severidad del castigo cada vez será peor, por lo que depende de ti averiguar cuanto castigo vas a soportar. Pero esta bien, solo por esta vez haré una excepción y responderé a tu pregunta: a partir de ahora, soy tu dueño-
    Estaba sorprendida por lo en serio que se estaba tomando su rol mi novio, quien estaba más que listo para darme un castigo enorme solo por un pequeño error que tuve al verme con mi ex. Mi novio es quien está equivocado, no yo, y de alguna forma se lo haría saber. No obstante, hasta que logré volver a ponerlo en su lugar, haría mi mejor esfuerzo para no ser completamente dominada por él y su extraña afición de hacerme su mascota.
    En un acto de valentía me levante del sofá para pararme frente a él, no dejándome intimidar por la diferencia de alturas ni por el hecho de que él pensaba que yo estoy comportándome mal, mirándolo a la cara como muestra de desafío al preguntar.
-¿De verdad esperas que obedezca? Perfectamente puedo irme de nuevo a casa o pedir ayuda ¿Sabes?-
-Claro, kitty, sal en lencería a pedir ayuda por las calles, serás un espectáculo andante para todo el mundo y no creo que puedas ponerte otra cosa, le puse un candado a tu mochila y no tienes tu teléfono o dinero. Tal como mi mascota, solo tienes un lindo atuendo que yo te di-
    No pensé que también me quitaría mis pertenencias... eso hace aun más difícil ponerme al mando de la situación, por lo que rápidamente cambie la estrategia.
-¡Bien! Entonces no saldré hasta recuperar mis cosas, pero no haré lo que quieras, tú siempre eres el que cede y no será la excepción, ni aunque tú vida dependa de esto podrás lograrlo, idiota-
    Yo sonreía con malicia, tratando de mantener la calma y el control dentro de está situación, totalmente segura de que con un poco más de presión a mi chico, este se arrepentiría y me compraría ropa o algo como disculpa por todos los problemas que me está ocasionando.
-¿Estas segura de eso?-
-Segura... ¿Qué hay con ese libro?-
    Mi novio parecía ignorar mis amenazas, mostrándome un libro de aspecto antiguo que al comenzar a leer emitía un brillo extraño que debo reconocer me alteró un momento.
-¿Por que eso esta brillando tanto? ¿Qué estás planeando?-
    Pregunte con preocupación, la cual solo aumentó por la ambigua respuesta de mi novio.
-Solo me aseguro de tener a la mejor mascota, y este libro me ayudará. Veamos quien domina a quien, mi linda gatita-
Créditos a quien correspondan.

lunes, 6 de enero de 2025

Chica vaca

    Maldición ¿Cómo es que pude terminar de esta forma tan patética? No soy más un hombre, ahora soy una chica. Peor aún, ni siquiera soy una chica ordinaria, soy una maldita chica vaca que no puede moverse libremente ni pensar por su propia cuenta, con este cuerpo y en esta manera todo lo que puedo hacer es obedecer a ese tonto granjero quien ahora es mi dueño, mismo que me obliga a salir de "paseo" para que todos sus clientes puedan verme. De esa manera todos los clientes sabrán de que clase de chica vaca salió esa leche, que por desgracia para mi, parece ser de las preferidas por todos en el pueblo debido a su sabor delicioso y cremoso cuando está recién exprimida. Ese es uno de los motivos por el cual el dueño me obliga a salir por todo el pueblo con él ofreciendo "mi producto", otros motivos por las cuales me arrastra con él es para castigarme e intentar disciplinarme a base de la humillación, algo que por desgracia a veces da mejores resultados de los que me gustaría reconocer.
    Todo esto sucedió tan de repente que todavía me cuesta creer que es la realidad, puesto que antes de que pudiera procesarlo, yo me había convertido en está extraña semi humana.
    Recuerdo que yo iba de regreso a mi departamento muy tarde por la noche, agotado de tanto trabajo y deseando poder empezar de nuevo en alguna otra compañía o empleo. Cuando de repente la inmensa oscuridad de la noche se iluminó por unas farolas por encima de mi cabeza, las cuales a su vez reflejaban algo muy brillante en el suelo.
    Al agacharme para recoger ese objeto brillante me sentí decepcionado al ver que solo era una tiara, que por muy brillante que fuera, no me parecía fuera algo valiosa ni mucho menos algo que de lo cual pudiera sacarle provecho. Por desgracia, esos pensamientos en contra de la tiara cambiaron de un momento a otro.
    Cuando me di cuenta que solo era una tiara para chicas, la arroje al suelo nuevamente y seguí con mi camino, o al menos esa era mi intención hasta que mi cuerpo se paralizó y todo se volvió aún más negro de lo que ya era.
    No me dolía el cuerpo ni un poco, pero de igual manera no podía mover ni una de mis extremidades ni aunque fuera un poco, estaba completamente paralizado en la oscuridad sin poder ver completamente lo que le ocurría a mi cuerpo y a mi ropa.
    En medio de la inmensa oscuridad pude ver un poco y sentir como mi ropa caía al suelo haciéndose añicos hasta quedar desnudo por completo, y en cuanto toda mi ropa desapareció, las cosas solo fueron a peor.
    Pude ver como mis caderas crecían, se estaban ensanchando y tomando una forma muy distinta a la que ya tenían, al mismo tiempo que mi trasero me hormigueaba, al igual que se ponía más redondo y más pesado, mucho más de lo que me gustaría imaginar. 
    En el momento que mi trasero y mis caderas dejaron de crecer pensé que todo había terminado, pero por desgracia no fue así, y aquel hormigueo en mi trasero se intensificó un poco más al sentir como algo me crecía en la parte más baja de la espalda antes de llegar a mi trasero. Cuando esa cosa terminó de salir de mi, pude sentir como se movía y como la punta tenía un poco de pelo que me hacía cosquillear los glúteos y los muslos.
    Luego los cambios comenzaron a presentarse en mis piernas, las cuales no solo se volvieron más pequeñas y de grandes muslos, también se volvieron extremamente débiles hasta el punto de no poder mantenerme de pie por mi mismo y hacerme caer de rodillas en esa noche fría y oscura.
    Después de que mis piernas, mi trasero y mi cintura se modelarán de una forma muy distinta a la mía, mis brazos le siguieron al perder mucho de su musculo hasta volverse pequeños brazos delgados y finos, dejándome sentir en mis diminutos hombros algo caía sobre ellos, ese "algo" no era otra cosa más que mi nuevo y largo cabello que no dejo de crecer hasta llegar a mis hombros donde pude apreciar el color albino que tenía y un enorme flequillo que podía cubrir mis ojos por completo para bloquearme la vista.
    A pesar de que no podía verlo, y a la fecha sigo sin poder verlo, estaba seguro que en esos momentos mi rostro también se transformó en un bastante distinto, con facciones más finas y suaves, que según las personas que me ven o hablan de mi, son facciones muy lindas y muy pervertidas cuando estoy siendo ordeñada. Un rumor horrible y humillante que suelo escuchar de mi, es que mis expresiones se vuelven más pervertidas cuando me ordeñan, y entre más lasciva sea mi expresión mejor sabor tendrá lo que produzco, algo que bajo ningún concepto me gustaría poner a prueba o descubrir la realidad.
    Otra cosa más que cambio en mi cuerpo y que no quiero averiguar cuanto fue que cambio, fue mi pecho, que con una creciente picazón en los pectorales, estos empezaron a aumentar más y más su tamaño, volviéndose muy grandes y suaves, con los pezones duros por el frío y sintiendo como la brisa nocturna pasaba sobre ellos haciéndolos sacudir de manera exagerada. No sé si es por su gran tamaño o alguna clase de rasgos extraño de mi nueva raza, pero el tamaño de mis pechos parece irreal al igual     que la formaba en que se mueven a cada "paso" que tengo que dar.
    Para el momento en que todo mi cuerpo se transformó en una forma femenina, de la nada comenzó a aparecerme "ropa" que poco o nada ayudaron a sentirme menos humillada o protegida del inmenso frío de la noche. El atuendo que en mi cuerpo apareció era cuando menos patético, constando solo de un par de calcetas largas y unos guantes que casi llegaban a mis hombros, ambos de color blanco con manchas negras por todos lados para imitar el aspecto más clásico de una vaca 
    Todavía acostumbrándome a la escaza ropa ajustada que apareció en mi cuerpo, sentí como algo más aparecía en mi cuerpo, era un poco duro y grueso, además con el viento emitía un sonido, por lo que entendí que ahora yo estaba utilizando un enorme y grueso collar con un aún más grande cencerro que siempre anuncia mis movimientos o cada paso que pueda dar.
    Por último, sentí aparecer algo más sobre mi cabeza, y aunque sigo sin poder ver que tengo puesto realmente, asumo que estoy utilizando la misma tiara que había desechado aquella noche oscura. Es un presentimiento que no puedo ignorar, y aunque de verdad me esfuerzo en no pensarlo, cada tanto vuelve a mi cabeza la idea de que esa tiara que encontré y tiré es la responsable de cambiar mi vida para siempre.
    Una vez que mi transformación terminó, y aunque no del todo, ya estaba en condiciones de mover mi cuerpo... estando de rodillas y apoyándome con las manos, pero incluso si era gateando, al menos ya podía moverme por mi cuenta.
    La oscuridad que parecía interminable de repente cambió, cegándome por un instante cuando una puerta se abrió y me mostró a quien en este mundo se convirtió en "mi amo", un apuesto y musculoso granjero que tras acariciar mi cabello, puso una cuerda en mi collar y me forzó a salir del oscuro establo donde yo aparecí, revelando para mi un mundo de fantasía lleno de criaturas fantásticas e historias maravillosas.
    Por desgracia, una vez más, esas cosas espectaculares no eran para mi, ya que al reencarnar en este mundo lo hice como una chica monstruo del tipo vaca, por lo cual mi mejor y único atributo es producir leche deliciosa que ayuda a crear pociones curativas y platillos muy sabrosos.
    Desde entonces no estoy muy segura de cuanto tiempo ha transcurrido, estimo que han pasado algunos meses debido, unos tres meses, y aún con todo ese tiempo viviendo como una chica vaca más del ganado, no he podido acostumbrarme a esta vida, y dudo mucho que algún día pueda aceptar esto como mi vida.
    Yo quiero volver a ser un humano, sé que me quejaba del trabajo pero lo que me sucedió me parece excesivo, yo no pedí nada de esto, y por muchos elogios que me hagan las personas del pueblo o el granjero, me rehusó completamente a aceptar que el resto de mis días voy a pasarlos como una chica vaca tetona que anda semi desnuda por todo el pueblo para ser ordeñada frente a todo el mundo.
    No quiero seguir saliendo desnudo cada mañana para que un montón de desconocidos vean mis tetas casi tocar el suelo o mis caderas balancearse, tampoco deseo que toque, azoten o acaricien mi cuerpo sin siquiera preguntarme, más de una vez han azotado mi trasero o jalado mi cola sin que pueda detenerlos, ya que apenas moverme o intentar hablar el granjero jala de mi correa para obligarme a estar en silencio mientras trabaja con mi cuerpo.
    Lo peor es el trabajo, odio que el granjero me toque y me ordeñe como si nada... sé que soy su pertenencia ahora, y también sé que discuto con el todo el tiempo por intentar escaparme o negarme a "trabajar", pero a pesar de todas esas protestas diarias y que le digo que no me ordeñe frente a todo el mundo. Cuando él pone sus manos en mis pechos para acariciarlos y después de preparar mi cuerpo tirar de mis pezones, no puedo evitar soltar un montón de gemidos, estremecerme, disfrutarlo, pedirle que sea más duro conmigo y finalmente comenzar a dejar salir la leche más cotizada por todos en el pueblo. Sin importar cuanto me intente negar, a la hora de la verdad no puedo evitar disfrutar demasiado ser ordeñada, es el placer más grande que he experimentado en ambas vidas, me pone la mente en blanco y me hace babear y sonreír mientras agradezco al granjero por ordeñarme y a los clientes por beber mi producto. Dándome la oportunidad de volver a pensar con claridad hasta varios minutos después y repetir el proceso, tal como sucede ahora.
    Esta mañana el granjero y yo salimos a nuestro recorrido habitual, y después de nuestra pelea habitual, y después de hacerme babear por todo el placer que me produce ser ordeñada, finalmente estoy volviendo a pensar con un poco más de claridad hasta antes de llegar con el siguiente cliente ansioso de beber mi leche deliciosa y especial.
    Al pensarlo, definitivamente no quiero quedarme con esta forma de vida en la que soy una chica monstruo de ganado, pero al dejarme llevar por el placer de ser ordeñada, pensar que puedo dejar de experimentar este placer es algo que de igual forma me aterra.
    Tarde o temprano, en algún momento en el futuro, encontraré la forma de recuperar mi vida y volver a la normalidad en mi mundo real, tal vez si logró escapar y hablar con alguna bruja o criatura mágica de este lugar puedan ayudarme, o si logro quitarme la tiara de la cabeza tal vez pueda volver a la vida que conocía, pero hasta que logré encontrar la forma de recuperar todo eso que perdí, no tengo más remedio que disfrutar y no perderme por completo en el inmenso placer que siento gracias a ser una chica vaca. Sé que será complicado, en especial porque con cada día el placer parece aumentar, pero si no sucumbo completamente al embriagante placer que me produce ser ordeñada para que todos en el pueblo puedan beber de mi deliciosa leche y jugar con mi cuerpo, si no me rindo ante todas esas cosas maravillosas, estoy segura de que en algún momento dejaré de ser una vaca lechera más en este mundo para volver a la normalidad.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 26 de diciembre de 2024

La ovejita

-Oh, ¿Mi ovejita ha engordado últimamente? Quizás debería ser más cuidadoso con su alimentación-
-A-amo...basta...-
-No te avergüences, me encanta que te veas así. Te hace ver aún mejor-
    Respondió mi amo besando mi mejilla mientras me abrazaba por detrás, aunque más bien sujetaba mis llantitas cerca de mis caderas que últimamente estaban creciendo y que me da mucha vergüenza tener a pesar de que el amo lo está disfrutando.
    Cuando reencarne en este mundo mágico no imaginé que sería de esta manera, pensé que tendría la vida de un valioso guerrero con increíble potencial para vencer a todas las fuerzas del mal que se avecinan a estas tierras y que me lo agradezcan con un banquete tras cada intento de conquista que yo rechazaría.
    Pero no, en su lugar desperté en una cama dentro de un pequeño corral, con pechos enormes y vistiendo ropas muy simples y cortas, despertando no sólo como una chica sino como una chica monstruo. No soy humana, al menos no del todo y los cuernos, orejas y cola de oveja en mi nuevo cuerpo femenino eran una excelente prueba de ello, no son de adorno, estas cosas demuestran que soy un buen espécimen de mi raza, ya que según mi amo, no a todas las chicas ovejas le crecen los cuernos tan largos como a mí.
    Por eso motivo el amo está algo encaprichado conmigo desde que llegué a este mundo; todo el tiempo me peina, me baña, cuida de mí y me alimenta, cosas que por ser una holgazán terminé por aceptar y viviendo ahora sus consecuencias al sentir como jugaba con las muestras de que tenía unos kilos de sobra.
    Aunque sé que tengo cierta responsabilidad, no todo mi cambio es mi culpa, no puedo salir del establo porque hay hombres lobo u otras bestias que en el mejor de los casos me matarían, en el peor me harían su hembra a la fuerza. Mi idea de ser el héroe de otro mundo se vio totalmente retorcida al reencarnar en otro mundo como una chica monstruo de una de las clases más bajas, y que sufren mucho viviendo por su cuenta, tal como me sucede ahora al vivir o depender del dueño de este establo.
-Que linda te ves tan rojita, ovejita. Apuesto que de venderte podría sacar 5 veces más de lo que gano normalmente-
-No...amo, me pondré a hacer ejercicio hasta recuperar mi figura pero no me venda...no quiero ser comida-
-Ahora que lo pienso en serio que te he consentido, se supone que te vendería apenas crecieras pero en su lugar te he cuidado mucho mucho más ¿Verdad?-
    Presionó mi pancita haciéndome gritar y estremecerme por completo aunque ni de broma me movería de ahí, es mi amo después de todo y está en su derecho de hacer conmigo lo que quiera.
-Sí, amo...perdone por ser una consentida-
-No te preocupes, me encanta así como eres, tan linda y tierna, incluso con esta figura me pareces más atractiva que antes-
-¿D-de verdad?-
    Muchas veces el granjero bromeaba conmigo o sobre mi, en especial desde mi cambio de una figura esbelta por una más llenita y regordeta, pero en está ocasión podía sentir algo de confianza en sus palabras y por muy vergonzoso que eso fuera, también me pude sentir un poco alagada de ser recibida tal como soy ahora.
-No harás ejercicio, o al menos no tanto para bajar mucho de peso y verte como antes, me gustas tal como estas así que nunca te venderé, seguiré dándote lo mismo para comer y te cuidaré como siempre. A cambio de eso, dejarás de ser una chica de ganado para ayudarme con las labores de la granja y a vigilar al resto de chicas monstruo, ¿te parece bien?-
-¿Esta seguro de eso, amo?-
-Por supuesto, con lo atenta que eres, pocas chicas se negarán a obedecerte. Por si no lo habías notado ya has hecho una gran reputación-
    Sus palabras me sorprendieron un poco, quiero decir, yo habló mucho con el resto de chicas monstruo, a veces les ayudó a resolver sus disputas, ser una intermediaria o hablar con el granjero sobre que les gustaría a ellas, nada más. Pensé que hacer eso era muy normal o que nadie lo notaría, pero si el granjero lo está diciendo, supongo que no he pasado tan desapercibida como lo imaginaba.
-V-vale, amo... Si esta seguro, podría ayudarle a cuidar del resto de chicas-
-Genial, ovejita. Desde ahora serás la segunda al mando aquí, así que cuida bien de todas y todos como yo cuido de ti-
    El granjero, mi amo, siguió jugando con mi cuerpo mientras yo ardía de vergüenza al sentir sus grandes manos sobre mi barriga y pensando que la vida como un guerrero que imaginé nunca sucedería, en especial ahora que he aceptado volverme una asistente del granjero para ayudar con el resto de chicas monstruo a las que ahora pertenezco.
    Si me detengo a pensarlo, supongo que puedo ayudar de una forma distinta a la que imaginé; puede que no defienda a grandes aldeas pero ahora como una asistente del granjero, tengo que cuidar a las chicas del establo, y en lugar de tener grandes tesoros por mis hazañas, tendré muchos mimos, ropa y alimento del querido amo que siempre cuida de mi... Aunque sigo creyendo que cuida mucho de mi, destacando la hora de comer, pero si al amo le gusta verme así, ¿Qué se le puede hacer?
    Sí, estoy segura que puedo hacerlo, aun con unos kilos de más el amo me adora y yo a él y esta segunda vida que me fue concedida en un mundo de fantasía, así que no puedo fallarle y cuidaré de todos como la segunda al mando que ahora soy.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 19 de diciembre de 2024

Compañeros

    Antes yo era y vivía como un gato callejero, la vida no me trataba de maravilla al quedarme solo desde que tengo memoria, tenía que comer las cosas que encontraba en la basura y moverme de un lado a otro para evitar ser atrapado por algún animal más grande o algún humano malintencionado.
    Un día lluvioso Gina me encontró, yo estaba dormido debajo de su auto y antes de poder huir, ella ya me tenía en sus brazos. Pensé morderla o rasguñarla, pero ella solo me acarició y dio calor, me dejó entrar a su hogar que también se volvió mi hogar y antes de darme cuenta, nos volvimos compañeros: yo cuidaba de la casa mientras ella estaba fuera y una vez que volvía, éramos inseparables, una vida tan buena que no pensé tener jamás.
    Así pasaron los años y deje de ser un pequeño gatito, al igual que ella dejó de ser una pequeña humana, aunque creo que es un decir porque ambos aún si somos grandes de edad seguimos siendo pequeños en tamaño, en especial ella.
    La vida iba de maravilla hasta hoy, cuando por perseguir una paloma subí al tejado y caí del mismo, recuerdo que mi humana salió de la casa para intentar que yo bajará e incluso recuerdo oírla gritar cuando caí pero después de eso todo se volvió confuso. Y aunque podía caer de pie, el lugar era tan alto que poco importaría y el destino sería cruel conmigo y mi querida compañera.
    Pensé que había sido el fin, esa caída acabaría conmigo y quizás con mi amiga, pero al abrir los ojos estaba de nuevo en mi hogar, solo que todo era mucho más pequeño, o más bien yo era mucho más grande.
    Tampoco tenía mi cola peluda, ni pelaje en todo mi cuerpo, mis ojos, orejas y olfato cambiaron drásticamente, tenía ropa puesta y dos pechos, junto a un largo cabello, caminaba en dos patas y tenía dos patas con pulgares, abriendo un mundo de posibilidades como para quitarme la molesta ropa con facilidad, aunque puede que no fuera tan buena idea porque sin mi pelaje el frío es mayor por todo mi cuerpo.
    Todos esos cambios en mi figura eran extraños pero familiares de cierta manera, una que pude comprender al mirar mi reflejo, el cual ahora no era mío, era el reflejo de mi humana en la que por alguna razón yo me había convertido.
    No sólo eso, después de un rato tratando de asimilar este cuerpo, me di cuenta que mi propio cuerpo estaba rondando por ahí. Actuaba tal como yo lo hacía, ¿Mi humana estaría en mi cuerpo? Ninguno de los dos podía hablar por el momento y por mucho que me esforzara en comunicarme con ella, mi cuerpo felino no parecía tener nada raro, y si lo tenía no podía decirlo o directamente no le importaba.
    Tantas preguntas y tan pocas ideas de cómo ocurrió o cómo solucionarlo, solo sé que ahora yo soy Gina, soy humana y tengo que comportarme como humana y así como ella cuido de mí cuando más lo necesitaba, yo cuidaré de ella porque es mi compañera.
    Realmente no sé si podré solucionarlo, o si hay una solución, solo soy un gato que se volvió una humana, y tengo mucho camino por recorrer pero lo único que sé y de lo que estoy absolutamente seguro es que pase lo que pase, no la dejaré, quizás Gina está en mi cuerpo y lo último que quiero para alguien tan buena, es que pase por cosas tan horribles como las que yo pase.
    Me encargaré de cuidarla, si no puedo regresarnos a nuestros propios cuerpos, ten por seguro que no te abandonaré y haré todo lo posible para que tengas una buena vida. Tómala, si es necesario disfruta de mi tranquila vida todo el tiempo que sea necesario Gina, pero por ahora tomaré tu lugar y trataré de que todo vuelva a la normalidad, es una promesa, pequeña compañera.
Créditos a quien correspondan.

viernes, 13 de diciembre de 2024

Casi un deseo

    Ahí me encontraba yo, completamente feminizado por un mal deseo que me volvió pequeña, con cabello rojo atado en coletas, un cuerpo muy esbelto y de piel blanca, además de ropa interior muy…no sé si decir: cómoda, apretada, vergonzosa o de niña; es blanca por todas partes y con un montón de lacitos rosas por todo el diseño de mi ropa interior; además de un bordado extraño que hace parecer a la ropa estar holgada y colgando cuando en realidad está muy cómoda, dejando pequeños pliegues ondulados en la parte del busto y la cintura.
    La ropa interior era muy poca, tenía algo de frío en el resto de mi cuerpo, pero esa sería la menor de mis preocupaciones en estos momentos, después de todo ahí viene mi novia que se transformó en un hombre alto, de cabello largo y apuesta voz, quien venía con algunas cosas para mi que de inmediato me comenzó a colocar, siendo lo primero una cuerda para retener mis brazos en la espalda. 
-Que vergüenza es esto-
-No te di permiso de hablar, ¿O si, perrita?-
    Con esas palabras todo mi cuerpo se estremecía, dejando mis brazos atados detrás de mi para sentirme aún más indefensa y vulnerable a lo que sea que mi novia quisiera hacer con mi cuerpo.
-Debo admitir que te ves muy linda, puede ser que hasta disfrute de este paseo, mi amor-
    Añadió "mi novio" con un tono atrevido y juguetón, sin apartar la mirada de mi cara sonrojada, casi tan sonrojada como mi rojo cabello el cual "mi novio" acariciaba. Su mano me parecía fuerte y enorme ahora, por no mencionar que era un recordatorio más para mi de que ahora soy yo quien se encuentra bajo el completo deseo y voluntad que mi pareja pueda tener, tal como siempre había querido.
-No me digas que me veo linda, es muy vergonzoso, siento como me devoras con la mirada-
-¿Te molesta que te devore con la mirada? Perfecto, mejor lo haré con la boca-
    Mi débil intento de protesta fue callado no solo con palabras sugerentes de mi novio, también hubo acciones de su parte. Él se puso de rodillas frente a mi, dando suaves besos en mi cintura para luego besarla y dejar algunas marcas de sus labios por esa zona de mi cuerpo.
    Sus besos me dejaban sin aliento, las piernas me temblaban pero él las sujetó para que no me moviera y pudiera seguir disfrutando de su descarado acto de amor que no solo me provocaba vergüenza, también me provocaba una extraña pero cálida sensación en mi piel. Descubrir que unos pequeños besos podían hacerme estremecer ahora que soy una mujer era demasiado sorprendente para mi, haciéndome aceptar un papel más sumiso como la mujer de la relación, mientras mi "novio" cada vez mostraba más dominio, más confianza y más iniciativa como el hombre de la relación. Lo único más sorprendente que el cambio en nuestros cuerpos, fue el cambio en nuestros roles, donde de una u otra manera, tanto mi novia como yo estábamos entrando cada vez más en una nueva dinámica dentro de nuestra relación.
-Ah…B-basta... por favor, creo que me volveré loca…-
    Le decía en voz baja a mi pareja, intentando contener los jadeos que el repentino placer de sus besos y caricias sobre mi cuerpo me hacía sentir.
-No creo que las mascotas den órdenes, así que serás castigada si lo vuelves a intentar, amor-
    Mi penosa voz empezó a salir con más fuerzas cuando mi pareja dejó de besar mi abdomen para empezar a besar y acariciar mis muslos pequeños pero carnosos hasta dejarlos rojos y repetir el proceso con la parte alta de mis pechos, dejándome peor tras cada lamida y mordisco en toda la extensión de mi femenino cuerpo.
-Te lo ruego… no más... mi cuerpo no podrá resistirlo-
    Susurré con una temblorosa voz, que una vez salió de mi, me dejó verme como hombre por un escaso segundo antes de volver a transformarme en mujer, dándome a conocer que esto estaba funcionando tal como lo habíamos planeado.
    Mi deseo más osado era una fantasía fetichista de la mano de mi novia, yendo sobre pet play, un poco de dominación y BDSM con unos toques importantes de exhibicionismo. Toda esa idea estaba cargada con fantasías sexuales que nunca obligaría a mi novia a hacer si ella no estaba de acuerdo, por lo que muy en el fondo lo había dejado como un deseo que nunca se iba a cumplir. 
    Sin embargo, un día cuando estaba paseando con mi novia, nos encontramos un pozo de los deseos, nos pareció muy raro a los dos ya que ese parque era un sitio habitual en nuestras citas y nunca vimos el pozo de los deseos ni escuchamos algo sobre su construcción, era como si hubiera aparecido de un día a otro, pero sin prestarle mayor importancia al origen de ese pozo de los deseos, mi novia y yo decidimos divertirnos con el, lanzando una moneda cada uno para pedir una fantasía con la esperanza de que se volviera realidad. No sé que habrá deseado mi novia, pero yo no tenía nada especial en mente, por lo que esa pervertida idea fue lo primero en lo que pensé para al lanzar esa moneda. Después de todo, una fantasía no se vuelve realidad gracias a otra fantasía, ¿verdad? Por desgracia, si esas palabras fueran ciertas, no tendría que solucionar este problema.
    Ya se podrán imaginar mi sorpresa cuando al poco tiempo de llegar a casa con mi novia, mi deseo se hizo realidad, solo que lo haría de una forma distinta a lo que soñaba. Tal vez fue error mío, pero no pensé demasiado en mi deseo, además que di por sentado que mi fantasía la quería volver realidad conmigo siendo el hombre.
    Ante los ojos de mi novia, mi cuerpo poco a poco se fue feminizado; con un cabello largo y pelirrojo, un cuerpo bajito y regordete, una voz suave y temblorosa, y solo usando lencería de mi color favorito frente a mi novia, misma que frente a mis ojos pude ver como se transformaba en un hombre alto y musculoso, con ropa ajustada que presumía de su cuerpo, una voz grave e intimidante que la hacían el modelo perfecto de un hombre dominante como el que yo me imaginaba. En cosa de segundos, mi novia se convirtió en mi ideal de hombre dominante a la par que yo me convertía en el ideal de mujer sumisa, ambos roles completamente definidos para hacer mi fantasía fetichistas en una realidad.
    Mi novia no tenía idea de que había pasado y se le notaba nerviosa por su nuevo aspecto, y al verla tan preocupada, incluso siendo yo una chica pequeña y regordeta tuve que ponerme los pantalones para decirle que este era mi deseo, o más bien era casi mi deseo. Fue vergonzoso confesarle todo eso pero me pareció importante para calmarla, además que eso nos hizo tener la idea de que si cumplíamos con mi fantasía, quizás ambos volveríamos a la normalidad.
    La idea de ser la chica pequeña y sumisa no me emocionaba para nada, pero mi novia no me permitió negarme, me obligó a tomar la responsabilidad por mi deseo y después de un rato intentando cumplir con mis fantasías, nos dimos cuenta que en verdad había una posibilidad de volver a la normalidad si hacíamos todo lo que yo quería. Ese breve momento donde me vi como hombre y ella se volvió a ver como mujer significaba que podía funcionar la idea, pero si volvimos a ser mujer y hombre es porque no cumplimos con mi fantasía al pie de la letra, por lo que en otras palabras, es un todo o nada para recuperar nuestros cuerpos tales y como son.
-No funcionó del todo... lo siento, cielo. Esperaba que con intentarlo bastaría para volver a la normalidad, pero si queremos que esto funcione, creo que debemos hacer realidad toda tu fantasía-
    Dejando de lado su papel de hombre dominante, mi novia suspiró al ver que volvió a ser hombre, pero manteniendo una expresión firme que demostraba su determinación en recuperar su cuerpo.
-Trataré de no ser tan dura. Y si voy demasiado lejos tenemos la palabra clave para que me detenga, hasta que no digas eso yo continuaré jugando contigo para volver a nuestros cuerpos, ¿entendido?-
    Explico con amabilidad mi pareja, recordándome las importantes reglas que acordamos para hacer estos intentos de recuperar nuestras vidas antes de mi cuestionable deseo.
-Entendido, amor. Tú te llevas la peor parte, pero también me esforzaré con esto. Cuando quieras puedes continuar-
    Le respondí con una ligera sonrisa, intentando darle confianza para seguir con nuestro intento, algo que mi novia agradeció antes de volver a meterse en su rol.
-Bien... ahora levanta la cabeza, mascota-
    Con esas palabras dichas ella no esperó a que obedeciera y levantó mi mentón con dos de sus dedos para exponer mi cuello y que me pusiera un gran collar para perros con su cadena. 
    En el primer intento probamos a medias este fetiche junto con otros pero no fueron todos ni fueron tan intensos como me gustaría, así que para volver a la normalidad hay que cumplir todos en toda regla e intensidad, incluyendo está ocasión el exhibicionismo.
    Debo decir que no tengo miedo de salir a la calle de está manera, pero sí que me da vergüenza ver todo lo que tengo que hacer con este cuerpo femenino el cual ya está un poco dispuesto a más cosas por el juego previo de mi pareja; ahora siento un cosquilleo en mi entrepierna el cual trato de ocultar apretando bien las piernas además que mis pechos arden un poco, creo que incluso mis pezones están un poco duros por todo lo que ya me hizo mi novio pero debo continuar; debo de aguantar un poco más y disimular todo lo que siento con este cuerpo; y en caso de que me deje llevar por el deseo que me genera mi cuerpo, tengo que hacerlo en mi vergonzoso paseo; de esa manera si cumplo con todos los fetiches, si vuelvo mi deseo realidad, puede que mi novia vuelva a ser mujer y yo vuelva a ser hombre... y si para recuperar nuestras vidas debo llegar hasta las últimas consecuencias de esta forma, estoy dispuesta a hacerlo.
-Hey, perrita. Andando, más te vale ser una niña linda y obediente durante tu paseo, ¿te quedo claro?-
-Sí, señor-
    Respondí con sumisión, sintiendo como la cadena era jalada por mi temporal novio, haciendo que mi collar también se jalara y me obligará a avanzar, dando pasos con cuidado y lentamente con vergüenza y emoción al verme cada vez más fuera de mi hogar. 
    Será todo un desafío y una experiencia hacer esto, pero si la única forma de volver a la normalidad es volver mi fantasía una realidad, estoy dispuesta a ser la mascota pervertida de mi ama para volver a la normalidad. 
Créditos a quien correspondan.