lunes, 31 de octubre de 2022

La noche más...¿Payasa?

Desde hace ya unos cuantos años, un joven llamado Matías, aprovechaba la noche de Halloween para divertirse un montón a costa de los demás. Puesto que Matías lo que hacía, era ir asustando a chicos y grandes que se encontraba en su camino.
Usaba todo tipo de trampas y accesorios para ello; saliendo de lugares oscuros, gritando y haciendo ruidos extraños, en ocasiones ponía cables invisibles para hacer caer a la gente o mover cosas, hasta en una ocasión utilizó un viejo y enorme cuchillo para sacar chispas al momento de rasgar contra el suelo, el cual provocaba un horrible sonido que erizaba la piel.
Estas cosas las hacía para aterrizar a los niños distraídos, haciéndolos llorar despavoridos mientras huían de él. Si los chicos tenían suerte, dejaban caer sus dulces de toda la noche en el proceso y Matías no los perseguía, pero si los pobres infantes salían con sus dulces, el chico problema los perseguía hasta robar todos los dulces que consiguieron en la noche de Halloween.
Esto se volvió un horrible hábito en la ciudad donde vivía, donde por muchos años que pasaban, siempre había alguien que caía en sus malvadas garras, que no eran nada tontas, puesto que cambiaba de disfraz y ubicación en cada ocasión.
Sin embargo, su suerte se acabaría por azares del destino cuando compró de segunda mano un horrible y desgastado disfraz de payaso: era monocromático, con un sombrero ligeramente quemado de algunas partes, con agujeros por todas partes que resultaban por un color oscuro y carmesí que rodeaba cada agujero, el atuendo daba muy mala imagen y mucho por lo cual pensar pero justo eso es lo que buscaba el joven, quien compró el atuendo sin dudar.
Llegada la noche, el chico preparó todos sus utensilios para molestar a los niños, dejando al último ponerse aquel atuendo de payaso que parecía un overol, y que una vez comenzó a colocarse, sabía que se iba a divertir como nunca antes y que no había vuelta atrás...para él.
Lo puso de las piernas a los brazos, y aunque costaba un poco de trabajo, se las arregló para subir el cierre de la espalda hasta su cuello y ver el resultado, uno que lo dejó bastante confundido puesto que con cada segundo que pasaba, su apariencia cambiaba drásticamente de lo que había imaginado.
Por alguna extraña razón aquellos agujeros de oscuro carmesí en el atuendo se estaban volviendo círculos de un peculiar tono violeta, que parecían estar estampados sobre la tela verde agua que ahora tenía el overol. De hecho, ya ni siquiera era un overol, el atuendo había pasado de un viejo y desgastado overol, a un body de encaje con bordado en las zonas de los muslos, del escote y de las hombreras.
Sus piernas no quedaron del todo desnudas, solo una pequeña parte de sus muslos quedaba al desnudo entre el body de encaje y unas largas medias por encima de la rodilla, estas medias eran de franjas con los mismo colores que el body que vestía. A su vez, de las hombreras emergieron mangas con el mismo patrón de colores que el resto de vestuario.
Si hasta el sombrero quemado y de mal aspecto, se veía lindo e impecable, con el mismo diseño que las medias, y con una enorme flor sonriente justo al frente destacando un montón.
Matías estaba bastante incómodo con ese atuendo, no sólo porque era vergonzoso para él usar ropa de mujer, también resultaba bastante ajustado de algunas zonas como la entrepierna.
Pero eso ya no sería un problema, debido a que su cuerpo empezaría a cambiar para adecuarse al atuendo; sustituyendo su masculina entrepierna por la de una mujer, dotándolo de enormes caderas y trasero; también aquel escote desinflado se comenzó a llenar como si de un globo apuntó de reventar se tratará; su piel se adorno con un blanco tono desde sus desnudo muslos hasta su rostro; el cual fue complementado con un cómico maquillaje a juego del atuendo, con una enorme y redonda nariz violeta que al oprimir hacia "Honk, Honk", acompañando ese sonido cada vez con una linda y vacía expresión pero llena de ternura por parte de la payasa. Finalizando su transformación cuando su corto cabello oscuro, creció y creció de un color violeta que cubría toda su espalda.
De hecho, su largo cabello cubría toda la zona donde antes estaba el cierre del overol y que ahora había desaparecido como por arte de magia.
Por si todo esto fuera poco, dos cosas más ocurrieron que eran de lo más llamativas:
La primera era que la bolsa negra llena de trucos para asustar a la personas con cosas aterradoras, se había convertido en una bolsa colorida llena de juguetes y golosinas.
La segunda cosa llamativa, era que Matías no parecía ser Matías, o quizás no lo recordaba. Quien sabe, pero ni una sola vez intento quitarse el traje, no cuestionó quien era, ni que había pasado, ni nada, parecía que se había olvidado de todo antes de ponerse aquel atuendo, o quizás había cambiado alguno de sus pensamientos. Fuera lo que fuera, Matías se veía feliz con ese nuevo aspecto que podía apreciar frente al espejo.
Se quedó sonriendo con alegría frente al espejo durante varios minutos, hasta que recordó que es lo que estaba haciendo.
Obviamente, Matilda la payasita se estaba preparando para la noche de Halloween más payasa que nadie podría imaginar.
Se puso su mejor atuendo, con su maquillaje más adorable y compró todos los dulces que le fueron posible para esa noche, estando dispuesta a regalarlos junto con muchas sonrisas y alegrías para los niños y adultos que se cruzarán en su camino.
Claro, Halloween podía ser una fecha tenebrosa para muchas personas pero la payasa Matilda se encargaría de que chicos y grandes, disfrutarán de la velada como nunca.
Y al ritmo de una cómica y exagerada marcha, con su enorme bolsa de dulces detrás de ella mientras sonaba su nariz, Matilda se preparaba para brindar la noche más payasa que toda la ciudad podría imaginar. 
Créditos en la imagen


domingo, 30 de octubre de 2022

Halloween a mi manera

-¿Q-qué clase de disfraz estoy utilizando, cielo? Esto no es lo que prometiste-
Decía muerta de la vergüenza, tras verme en el espejo de mi habitación, donde el reflejo mostraba a una joven con un atuendo de lo más peculiar. Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos, me puse la tiara con orejas de gato que mi novio me trajo para un disfraz y de repente estaba vestida de esta forma; vistiendo un body negro, parecido a un traje de baño de una pieza pero con la parte de la cintura muy, excesivamente alta; junto a unos tacones de punta; un collar negro con cascabel y una peluca plateada que contrastaba demasiado con mi cabello natural negro que abarcaba toda mi espalda.
Este atuendo era corto y humillante, de lo más ajustado posible y que me dejaba con varias dudas que quise y no preguntar.
-Cielo...¿Por qué no puedo cerrar las piernas?...bueno, sí puedo pero ¿Por que me duele si lo intento?-
-Lo siento pero ambos sabemos la respuesta, esa cola felina no está cosida al traje-
Mi cara se enrojeció todavía más al oír lo que ya me imaginaba, después de todo, una sensación como está no se toma a la ligera, tampoco lo que le había ocurrido a mi cuerpo.
-¿Los cambios en mi cuerpo también son por el traje?-
-Por las orejas más bien, las compré pensando que son una estafa y ahora no podría estar más contento de que fueran reales-
A diferencia de mi feliz y emocionado novio, yo estaba queriendo que la tierra me tragara por la vergüenza.
Hasta antes de ponerme estas orejas, mi altura era de 1.69 cm, ahora debería medir como 1. 50 cm, y mis pechos que no superaban la copa B, sin ningún problema deben ser ahora una copa D o E...o lo suficientemente grandes como para que el piso bajo mis pies desaparezca y solo pueda ver mis dos grandes pechos, o una buena parte de mis enormes muslos, los cuales lucen aún más debido al atuendo que llevo puesto.
Todo era tan molesto y vergonzoso que poco me importaba que mi novio ya tuviera su disfraz listo, yo no usaría esto.
-Lo siento, cielo, pero no pienso usar esto. Sé que te dije que este año en Halloween nos disfrazaríamos y lo haríamos a tu modo pero simplemente no puedo resistir-
Se supone que con quitarme la tiara de gata basta para volver a mi cuerpo normal, mi cuerpo mucho más alto y puede que no tan dotado pero que me gusta más.
Sin embargo, una vez que mis manos intentaron llegar a la cabeza, ambas manos de repente bajaron y se colocaron en una vergonzosa posición que me hacia parecer estar rogando o dando la pata como un animal para llamar la atención, algo que con este atuendo no se ve para nada lindo, solo se ve sexy.
-¿P-por qué estoy haciendo esto? No quiero hacerlo...pero mi cuerpo no me responde, ¿Qué se supone que me hiciste?-
En ese momento, de forma totalmente dramática, mi novio se puso de rodillas cerca de mí y empezó a agradecer por aquel regalo que se encontró para complementar su vida, ignorando por completo que yo no podía salir de esa lamentable posición.
-Lo siento, amor pero no puedes quitarlo tú sola. De hecho esas orejas no sólo cambiaron tu cuerpo, también cambiaron un poco tu mente, y como me anticipe a que de nuevo me fallarías, también cambié un poco tu mente para que me obedezcas y no te quites el atuendo-
-P-pe-pero, cariño, ¿No te parece que estas yendo muy lejos? Es solo un disfraz-
-No, tú todos los años en Halloween me haces disfrazarme de algún personaje que a ti te guste y así lo hacemos, incluso si no me gusta el personaje insistes e insistes hasta que lo hago. Pero no es justo que siempre que te pido un personaje a ti, o quiero elegir los disfraces pones algún pretexto y no lo hacemos, este año será diferente, este año Halloween será a mi manera-
Declaró con fuerza mi novio tras darme una dura nalgada que estremeció todo mi ser, pero ante la cual solo pude gemir, ya que las nalgadas y los tratos duros eran mi debilidad, eso junto a la falta de control en mi cuerpo serían mi perdición durante esta velada de la cual yo misma sé que no saldré bien librada. Por mucho que odie admitirlo, él tiene razón y puede que después de tanto, finalmente colmara la paciencia de mi novio, que desquitaría todos esos años en esta ocasión.
-Cielo, de verdad, ¿No crees que podamos hablarlo?-
-No, ya he oído suficiente así que mejor no hables sin mi permiso, ¿Quedo claro?-
Intenté protestar pero las palabras no salieron de mi boca, apretando los dientes con impotencia por un momento, hasta que sentí otra nalgada que me hizo apretar los dientes pero de emoción, deseado un poco más de eso pero sin poder rogar un poco por ello.
Supongo que hacer esto no será tan malo, y ya que mi chico no me está dejando otra alternativa, lo menos que puedo hacer es disfrutarlo.
-Y ya que no estas protestando, quiero que bailes un poco, sacude ese hermoso cuerpo para mí, una vez me provoque lo suficiente, mí linda gatita tendrá su recompensa-
Con eso dicho, mi novio se sentó al borde de la cama, mientras mi cuerpo empezaba a menearse de forma rápida pero sensual justo delante de él, donde poco importaba mi vergüenza y humillación, ya ni podía protestar, solo me quedaba obedecer y disfrutar, incluso si no lo disfruto, él lo hará. Al final, tras tantos años de espera, podrá disfrutar del Halloween a su manera.


sábado, 29 de octubre de 2022

Por salir de casa

Oh por dios, oh por dios, oh por dios, ¡oh por Dios! No puedo creerlo, juro que no puedo creerlo pero ¡Al fin lo estoy haciendo! Después de tantos años reprimiendo este deseo, al fin me estoy travistiendo.
Incluso con mi atuendo puesto, era tan sorprendente como intimidante hacerlo, pero sin duda la emoción más fuerte que sentía en esos momentos era la alegría.
Desde hace muchos años había tenido el deseo de hacer esto, de vestirme de chica y salir a la calle pero no era algo tan sencillo; maquillarme, comprarme la ropa, ¡comprar la lencería! E inclusive tener una figura más femenina, lo suficientemente femenina como para que al verme no se notará de inmediato que era un chico. La crítica y comentarios nos afectan a todos, a unos más que a otros, pero sin duda nos afecta a todos, en especial a mí con este tema que me parece tan delicado y que de ser descubierto, simplemente no sabría como responder.
No obstante, ese sentimiento constante en mi día a día no lo tenía en este momento, puesto que mis padres y mi hermana habían salido de la ciudad durante los días antes de Halloween y regresarían tras varios días después de esta fecha, dándome el razonable tiempo de 3 semanas para poner mi más oscuro y perfecto plan, en marcha.
Tenía un fondo de dinero guardado especialmente para esta situación, donde empezaría a realizar todas mis compras necesarias, un par de días después que mi familia se marchará de casa. Bien podría ser que desperdicie un par de días pero era una forma de garantizar que mi familia no regresaría por haber olvidado algo, y que ese descuido u olvidó de su parte, significará mi perdición.
Para mi buena suerte todo salió de acuerdo al plan, y no solo no volvió mi familia, también todos los preparativos para mi disfraz fueron a la perfección.
Mi atuendo fue confeccionado a la medida, tomando en cuenta los atributos de una mujer madura, y cuyo personaje está inspirado no sólo es una cara bonita, también es sexy y poderosa.
La peluca tardó un poco en llegar pero en cuanto llegó y la vi, supe que valió la pena cada segundo extra de espera, la peluca era de lo más hermoso en  todo aspecto, dejándome con más deseos de ponerme mi disfraz.
Sin embargo, me contuve. Me contuve todo lo que pude soportar ya que todo este disfraz solo saldría el día de Halloween. Y tal como me prometí, así fue.
Me depile por completo las piernas, coloque el relleno en mi cintura, manteniéndolo firme en su lugar al ponerme unas pantimedias junta las bragas. La parte de superior pasó por algo parecido, al rasurar mi vello por completo y gastar bastante dinero en unos pechos de imitación que incluso pesan lo mismo que unos reales, ¡Hasta me duele la espalda! Y me obligaron a cambiar de postura, ¡sin duda es genial!
Una vez bien vestida con la ropa interior, tocaba el disfraz; la minifalda roja era tan ajustada que sentía a cada paso como se movía para mi deleite, forzándome a tomarla del borde para bajarla a su lugar; mientras que la parte superior tenía un saco a juego, con el cual, al usar cintura destacaba mucho mi cintura y gracias al amplio espacio del abrigo, me queda un escote que no deja nada a la imaginación. 
Por último, mi rostro necesitaba maquillaje, optando por uno que practique mucho tiempo y que sin duda me haría lucir como una mujer, si es que por alguna extraña razón alguien veía mi rostro, ya que la enorme peluca pelirroja que compré y cuide con tanto recelo, cubría mi rostro por completo.
Al verme al espejo simplemente mi corazón aceleraba de la emoción, sintiéndose tan feliz y satisfecho como nunca antes lo había logrado.
Tenía mis dudas sobre todo esto, por un momento pensé que si no me veía como una chica, me quitaría todo esto y fingiría que nunca pasó. Pero gracias a Dios que sí lo intente y que sí me veo como una chica, toda una mujer que estaba ansiosa por salir de casa en la noche de Halloween.
Fue así que tomé mi teléfono temático para la ocasión, y con una confianza que nunca antes en mi vida había tenido, salí de casa con una enorme determinación de disfrutar de esta noche.
Las piernas me temblaban por la presión que ejercía en mi los altos tacones y todavía tenía un poco de presión en el pecho por los nervios pero no me importaba, tampoco me importaba salir en minifalda o un enorme escote, ni siquiera me importaba salir de mi casa vestido como mujer, ni mucho menos me importaba que pudieran decir de mí en este momento y en esta ocasión, me siento tan completo conmigo mismo que creo puedo devorar el mundo, o al menos la ciudad donde vivo, donde tal como una chica saldré a disfrutar de esta hermosa noche, siendo así el primer día que intento este hermoso pasatiempo que espero practicar más y más tiempo, comenzando desde esta noche.
¡Feliz Halloween! 


viernes, 28 de octubre de 2022

Samael

Samael es un fuerte y tenebroso demonio que existe desde la antigüedad, su legado relacionado con la muerte, el caos y la destrucción le precede como ningún otro siendo temido hasta la actualidad o siendo relacionado con eventos desafortunados para la humanidad.
Sin embargo, algunos textos también lo recuerda o mencionan como un seductor, generalmente de bellas mortales a las que atrae tanto como para cometer el pecado de relacionarse con él o peor aún servir de sus muñecas con la intención de darle algún hijo como muestra de su imponente legado.
Pero sin importar cuán delicado y cuidadoso fuera en esa labor ninguna mortal le había resultado de utilidad, todas acababan muertas al no ser dignas de portar al hijo de ese ser, claro que ellas morían meses después de volverse adictas a Samael, quien no les guardaba ningún vínculo o aprecio en especial, todo lo contrario, lo único que aquel demonio llegaba a sentir por esas mujeres que morían por él, era una profunda decepción al ni siquiera ser capaces de dar a luz. 
Cansado de intentarlo, ya que llevaba siglos buscando alguna mortal que fuera digna sin buenos resultados solo le quedaba una opción, hacerlo él mismo.
Le había tomado mucho tiempo tener el poder y la oportunidad pero finalmente había llegado por lo que tanto había esperado, cuando una joven destacó de las demás pero destacar por su cuerpo no bastaba, necesitaba algo del ser demoníaco y futuro padre, y la única forma de darle ese poder era entrando en el cuerpo de la joven para compartirle su esencia con algunos resultados muy buenos para el demonio.
La joven no pudo hacer nada, un escalofrío la recorrió y se acabó, ahora Samael poseía el cuerpo de la mortal provocando cambios en ella al momento.
Lo primero que le pasó fue que de su cabeza brotaron cuernos largos y puntiagudos de color negro, luego alas le salieron por la espalda que asemejaban a las de algún murciélago, sus uñas también oscurecieron y se alargaron como para poder dejar marcas más letales que las de algún animal, tenía unas largas botas de látex que le recorrían casi todas las piernas y por último unos pequeños objetos que cubrían las zonas íntimas de su cuerpo, aunque dejaban por completo al descubierto todo lo demás.
Era tan hermosa que podía confundirse con un ángel, sin embargo ella era todo lo contrario.
-Al fin, una mujer digna, con este cuerpo no me extrañaría ser confundido con la lujuria, es una creadora de pecados andante, de no ser porque será mía, la mandaría de esta forma a ser la manzana de la discordia en todos los hombres, nadie se le podrá resistir, por eso fue la elegida-
Samael caminaba deleitándose con su nuevo aspecto, había sido de lo mejor que tenía en  años y pensaba disfrutar cada mínimo detalle antes de cumplir su cometido, después de todo si quería un heredero debía dejar embarazada a ese cuerpo humano que poseía, la pregunta era como es que lo haría.
Tenía dos opciones, en la primera él mismo pasaría el proceso de la mujer para tener a su primogénito en menos de un año buscando quien fuera digno de tener sexo con ella o por otro lado, él sería quien disfrutaría de cogerse a la humana con el coste de esperar unos meses ha que la transformación se volviera permanentemente, debería vivir cerca de un año mortal en ese cuerpo para que se quedará con esa forma demoniaca  y así poder soportar el sexo y el embarazo una vez el demonio regresara a su antigua forma.
Fuera una forma o fuera la otra, Samael daría inicio a un nuevo legado viviendo como una mujer de la lujuria un tiempo hasta tomar su decisión.

jueves, 27 de octubre de 2022

Bunny Girl

-Oh, ya veo. Así que por eso me pediste que me volviera una chica y me pusiera esto-
Decía con una sádica sonrisa al finalmente comprender la situación ante mis ojos, mostrándome con confianza a pesar de todo.
-Veo que tienes buenos gustos, no te fuiste por el traje negro convencional de conejita que toda chica utiliza para Halloween. En su lugar me elegiste un vestido blanco muy corto pero lindo, acompañado de unos tacones blancos y unas orejas de coneja a juego, ¿Vas a querer que salte sobre ti?-
Reí nuevamente al pensar en esa posibilidad que, cuando menos era realista, después de todo mi cuerpo se prestaba y se daba a la lujuria; grandes pechos que ni siquiera llevan sostén, unas piernas largas que modelar con muslos donde se podían hundir los dedos de quien los tocará, con una fina y delgada cinturita que solo me hacía destacar más, por si mi precioso rostro y cabello dorado no fueran suficientes.
-Eso es lo que haremos, ¿No?¿O como prefieres follarme? Al final, puede que me cueste pensar claramente justo ahora pero si me has hecho todo esto, dudo mucho que solo quieras observarme-
A pesar de todo lo que hablaba y decía, inclusive queriendo provocarte con mi cuerpo, no lograba sacarte ni una palabra, algo que me hizo suspirar y recargarme en el asiento.
-¿Me repites que hiciste conmigo? Sé que me hiciste algo, quizás fue en la bebida que tomé o con esa extraña cosa que probé pero en serio no entiendo que fue lo que me hiciste. Antes de darme cuenta ya me había convertido en esta preciosa y obediente mujer, que por alguna razón, está ansiosa de obedecerte-
Lo último que recuerdo es haber llegado a la fiesta, pasar un buen rato, y poco después de molestarte como siempre hacia, todo se puso muy confuso. Por un momento creí que quizás bebí demasiado o algo por el estilo, pero antes de darme cuenta, ya era una bunny girl en toda regla.
Luego de eso todo se puso aún más confuso, no recuerdo en qué momento salí de la fiesta, ni como llegue aquí pero, entre todas mis borrosas memorias siempre estuviste ahí, como si dirigieras todo un plan secreto y bien orquestado mientras la fiesta transcurría.
-Ja. Siempre tuve envidia de ti en ese aspecto, puede que mis bromas y castigos físicos hacia ti fueran originales pero en cuando a creatividad, nada se compara a ti y tus rebuscados planes donde sacas el máximo provecho-
Mire hacia el techo unos momentos, cruzando las piernas tal como hacía siendo chico, y estruje uno de mis pechos teniendo una agradable sensación cada que lo hacía. Estuve haciendo eso hasta que, de reojo, pude ver como me mirabas y tus labios estaban por moverse, momento en que interrumpí con palabras y acciones.
-Lo siento pero te gané, quiero seguir hablando y lo haré hasta que me ordenes que me calle, aunque para que me calle yo misma no hace falta demasiado-
Mi postura había cambiado por completo, nuevamente me enderece en el asiento y presumía mis grandes pechos, que se veían aún más grandes cuando ambos brazos míos los coloque por debajo de mis pechos, no sin antes levantar un poco más mi ya corta falda, juntando mis muslos uno contra otro para destacar aún más mis lindas piernas.
Era una imagen sencilla pero provocativa, perfecta y acorde a mi linda carita con mirada perversa, que se volvía aún más clara al momento de hablar.
-Lo siento pero, ¿Te parece bien si me entregó a ti? Es decir, basta con verme para notar que soy una chica dispuesta a entregarse a ti, genuinamente me has ganado, y llegados a este punto no veo necesidad de oponerme a ti; digo, podría fingir vergüenza y que mi parte masculina busca vengarse pero no, no siento nada de eso, desconozco si es parte de lo que me hiciste para volverme una chica pero ni siquiera me interesa saberlo, solo dejame disfrutar de ser una chica, ¿Sí? Te prometo que si confías en mí y me das la oportunidad, convertirme en una bunny girl habrá sido lo mejor que jamás te haya podido pasar, ¿Qué me dices?-
Sonreía con confianza, poniendo todas mis cartas y jugadas sobre la mesa, declarando como es que me sentía de esta forma.
A juzgar por tu expresión no esperabas este resultado, quizás demasiado bueno para ser cierto, pero lo era, y sólo necesitaba una oportunidad para demostrarlo.
Oportunidad que me fue otorgada cuando te vi hacerme una seña, en búsqueda de que te acompañé a otra habitación.
-Por supuesto, tú conejita va a demostrar todo de lo que ella es capaz-
Con una sonrisa llena de satisfacción y viéndote abrirme la puerta, sabía que lo mejor de esta fiesta de Halloween estaba por comenzar.


miércoles, 26 de octubre de 2022

Polvos en noche de brujas

-Joder, pero que buen polvo he tenido. Nunca me había sentido tan vivo-
Me decía con entusiasmo al ponerme de nuevo aquel vestuario pervertido pero sin poder bajar mi libido, el cual lejos de atenuarse tras haber cogido, solo me dejó con ganas de tener más y por más tiempo.
-Si pudiera hablar conmigo mismo del pasado, estoy seguro que no creería que nos convertirnos en chica para estar cogiendo. Hasta a mí me costaba creerlo, pero después de sentir un pene dentro de mi cuerpo, estoy seguro que hice lo correcto-
Tenía mucha energía y muchos ánimos, no podía evitar hablar en voz alta, para así oír mi voz femenina repitiendo mis ideas mientras veía mi propio cuerpo frente al espejo del baño donde me vestía.
Esta maldita noche de brujas prometía ser la más aburrida de todas, mis amigos tenían planes en diferentes lados y yo solo tenía unos cuantos billetes para comprar algo y pasar la noche en casa.
Compre un montón de golosinas y mis planes eran comerlas todas mientras veía películas de horror. Sin embargo, en la bolsa donde venían todos mis dulces, también venía un peculiar regalo; se trataba de una diadema para el cabello, que parecía tener ojos u orejas dependiendo quien lo viera.
Ni siquiera le puse atención, solamente me las puse en la cabeza a la par que comía y de repente, ¡Puf! Me había convertido en una chica, con el cabello rojizo y un atuendo que en cualquier otro día sería llamado el de una prostituta.
Pero hoy no, hoy es día de brujas, donde hasta salir en bikini es visto como un disfraz para las chicas.
-Pero desde que me vi al espejo, supe que no estaba disfrazada para buscar golosinas, estaba vestida como una puta que busca vergas-
No pude evitar reírme al verme una vez más tras el espejo, después de haber tenido mi primer sexo como chica con uno de mis vecinos; es un tipo bastante promedio, fue un buen sujeto de prueba para conocer mis límites y es un placer decir que apenas y me hizo jadear para cuando él ya estaba seco.
-Vaya, vaya, parece que ese idiota me dejó un buen recuerdo, le tomaré una foto-
Una vez que terminamos, se quedó acostado y se durmió. Fue ahí cuando aproveche para escabullirme a su baño y ponerme el atuendo de nuevo, fue un milagro que no me quitara la diadema, incluso cuando me jalaba de las trenzas, la diadema siguió en su lugar. Y hasta aquí, estando en el baño, fue que me di cuenta de la buena nalgada que me dio, tan dura y buena que quedó marcada sobre mi piel, me gusta.
-Ese maldito se lució dejando toda su mano marcada en mi culo, ojala los próximos tipos me agarren a nalgadas o me azoten con algo, de solo pensarlo me emocionó demasiado-
Lo que decía no era mentira, de solo imaginarlo me mordía los labios, apretaba mi trasero y la entrepierna me temblaba.
Justo en ese momento, mostrando mi mejor ángulo, tomé la fotografía que recordaría durante muchos años.
-Lo siento por todos los chicos lindos que quiera coger conmigo esta noche, pero las orejas o mierdas estas de mi cabeza se quedan durante el sexo. Aunque como el chico que también soy, sé que por una cara linda y cuerpo jodidamente bueno como el mío, cualquier tipo obedecerá esta regla-
Claro, después de todo, este vecino solo fue un polvo rápido y de prueba, él fue el afortunado de estar conmigo pero eso no lo hace el único en mi vida, de hecho, ni siquiera lo hace el único de esta noche.
¿No es obvio? La noche aún es joven y a este tipo ya lo deje seco, puedo buscarme otro compañero, o compañeros para pasar la noche de brujas, comportándome como toda una brujita mala. Ni siquiera he salido de mi vecindario, estoy segura de que con este cuerpo puedo encontrar un tipo sorprendente con quien coger toda la noche de brujas, incluso si no encuentro un sujeto, puedo liarme con varios hasta que acabe la noche.
-Ahora entiendo porque las chicas se visten como putas durante esta noche, ¡El sexo es lo mejor! Tan embriagante que apenas me puedo contener, pero no me contendré por mucho tiempo, solo lo haré hasta que encuentre al siguiente afortunado que pueda tratarme como una perra-
Con esos arrogantes deseos y determinación que me decía frente al espejo, me asegure de verme lo más puta posible para seguir cogiendo en búsqueda del mejor sexo que alguien pueda tener durante la noche de brujas.


martes, 25 de octubre de 2022

Diablita de compañia

En mi clase hay un chico llamado Lalo, bastante afeminado con un cabello rubio muy largo, al que suelo molestar por ello, muchas veces le digo que es como una chica y que solo le haría falta una faldita y algo de maquillaje para que pueda salir a conseguir novio. 
Él soportaba cada una de mis burlas sin decir nada, haciéndome creer que no habría consecuencias por lo que yo seguía con mis abusos, hasta que un día tuve que ir a su casa para hablar de un tarea que nos había tocado juntos poco antes de Halloween.
Al llegar fui muy bien recibido por él, me dijo que ni me preocupara por el ruido ya que no estaban sus padres y que no había problema si quiera quedarme a dormir para terminar el trabajo, cosa que yo acepté para no tener que ir otro día y avisando a mamá para no preocuparla.
La tarde transcurrió de maravilla terminando el proyecto mucho antes de lo previsto, dejando bastante tiempo para jugar en la consola que él tenía. 
Pero todos los problemas comenzado cuando Lalo resbaló con una jarra de agua con colorante, manchándome por completo y a él mismo.
Lo primero que hizo fue disculparse y ofrecer lavar mi ropa mientras tomaba una ducha. Él solo ensució su ropa pero yo estaba sucio de pies a cabeza sin mencionar que mamá me mataría si volvía así por lo que acepte su oferta.
El baño era justo lo que necesitaba, perdiendo el tiempo dentro de este sin darme cuenta de lo que pasaba fuera hasta que fue demasiado tarde.
Al intentar salir para secarme y vestirme no estaba mi ropa, ni siquiera una toalla por lo que pedí al chico ayuda. 
Este entró de una forma que me dejó sin palabras, tenía maquillaje, su cabello cepillado, usado una diadema con alas rojas y totalmente vestido de chica; con una blusa extraña, pechos y hasta unas bragas rosas donde resaltaba su entrepierna por la diferencia de sexo, pues a pesar de su femenino aspecto no dejaba de ser un chico.
-Decidí hacerte caso, Tina ¿Cómo me veo? Lo conseguí de oferta por estas fechas-
-Como una chica-
Susurré sorprendido y viendo como Lalo se movía completamente como una chica, pude oír sus palabras con un tono tan dulce y perverso como amenazante.
-Me harás sonrojar, amigo, pero tú también te verás hermosa en cuanto te pongas esto, después de todo estaban al 2x1-
En ese momento saco de detrás de si un gancho con un atuendo idéntico al de él, y que insinuaba yo fuera a utilizar.
-Ya que tú me diste la idea de probar hacer esto, quería compartir la experiencia contigo, Tina. En mi habitación está toda la ropa de chico y está cerrada con llave para que no la uses, así será hasta mañana por la mañana-
-Estas loco ¿Y como porque usaría esa ropa ridícula? Nunca usaría algo de niña así que deja eso y deja de llamarme Tina, soy Tim-
Dije con aires desafiantes, ocultando mi intimidad con las manos, ante el chico travestido que en total confianza respondió.
-Porque si no lo haces te puedo sacar de mi casa para que andes desnudo por las calles o porque puedo culparte de muchas cosas como acoso escolar y "sexual" no suena mal, tengo algunas fotos de evidencia-
Cuando dijo eso último sacudió sus caderas pequeñas pues dependiendo como sucedieran las cosas bien podría decir que lo obligue a vestirse así y muchos le creerían por las burlas que le hago todo el tiempo.
-Tina, solo ponte esto, te verás adorable y así no te meterás en líos-
Mi respuesta fue cerrar la puerta para no saber nada más de él pero al poco tiempo empecé a sentir mucho frío que quise ocultar metiéndome a bañar con agua caliente, la cual nunca salió pues seguro Lalo había cortado el agua en su casa, dejándome cada vez más y más arrinconado a una situación.
No fue hasta que estuve temblando de frío que abrí la puerta, encontrando al chico con una cara de satisfacción entregándome la ropa diminuta que ofrecía antes para mí.
En esos momentos moría de frío y por muy corta o justa que fuera era mejor que nada. Así me puse el sostén de alguna forma, luego la blusa corta y pegada que hacía ver mis pequeños pechos falsos, la diadema para controlar un poco mi cabello y por último las bragas rosas idénticas a las que Lalo usaba, tuve que ponerme las para cubrir mi zona íntima y una parte de mi trasero aunque por todos lados me apretaba el ridículo atuendo.
-Más te vale salir para verte si no quieres que baje aún más la calefacción-
Escuché del otro lado de la puerta sabiendo lo que se venía. 
Me tomé un momento para verme al espejo y odiando admitir que de no ser por lo que había en mi entrepierna, podía pasar como una linda chica más tal como siempre decía de Lalo.
Al abrir Lalo soltó un grito bastante afeminado y tomándome muchas fotos con su celular.
-¡Oye, Lalo! Deja de hacer eso-
-Lily, mi nombre de chica es Lily y soy una traviesa diablilla...¡Tú eres Tina, mi dulce diablita de compañía!-
Grito señalándome y sin dejar de tomarme fotos mientras torpemente buscaba como cubrirme sin éxito, dando como resultado imágenes borrosas pero otras tantas con poses o enfoques bastante sugerentes, como si a propósito quisiera estar en esa situación.
-Di quien eres y posa de forma muy linda para que nos tomemos fotos, si lo haces te juro que solo yo las veré y que todo esto acabará antes-
-¿Y si me niego?-
-Bueno, las fotos que ya te tome aparecerán en la fiesta de Halloween que habrá en la escuela, ¡Definitivamente serás la sensación si muestro estas fotos!¿No lo crees?-
Mientras Lili sonreía de forma tan confiada que me resultaba molesta, no tuve otra más que suspirar y aceptar sus condiciones, tratando de terminar lo más pronto posible con todo esto.
-No tengo de otra ¿Verdad?...Soy Tina, la dulce diablilla de compañía de Lily-
Dije con la voz más femenina que pude simular y ocultando mi rostro al decirlo, no había forma de caer más bajo sin mencionar que el frío me seguía matando mientras Lalo o Lily ni se inmuta.
-Perfecta, ahora posa conmigo como una diablilla, si lo haces te ganaras una faldita, luego unas medias y demás, puede que incluso cambiemos de atuendos pero todo depende de ti, Tina-
No respondí está vez, él me estaba usando como su juguete por pésimas recompensas pero que en estos momentos harían maravillas para protegerme de este frío.
-...Umm, Tina tiene que responder, aunque esta bien, por ahora me confirmaré con que sea una diablilla muy linda en cada una de las fotos-
En cuanto dijo eso se acercó un montón a mí para tomar una foto y luego otra y luego otra, obligándome a cambiar y posar en cada una para tenerla contenta. 
Ahora no tenía forma de oponerme y como decía, por mi bien todo lo que me quedaba hacer era ser una diablilla para recuperar mi hombría...si es que me queda alguna tras este día.

lunes, 24 de octubre de 2022

La gran tragedia de cambio de disfraces

Muchas personas fueron víctimas de este suceso, y muchas tienen su explicación de cómo es que sucedió; algunos dicen que fue por un lugar maldito, otros se lo atribuyen a alguna bruja o ser maligno que quiso castigarnos por alguna razón, algunos otros a un experimento secreto del gobierno y un sin fin más de teorías que no se ha identificado pero que lo único donde todos pueden estar de acuerdo es que sucedió el día de Halloween sin discriminación.
Aun no se esta seguro de cómo se inició, ni siquiera quien fue el primer caso sobre este extraño incidente, sin embargo hay muchas historias que podrían contarse al respecto sobre esta tenebrosa fecha.
Mi historia comienza un par de horas antes de que me fuera a un festival donde todos iban disfrazados para festejar el día, yo era un chico común que vivía con su madre y su hermana menor, la idea era ir juntos pero sin más se arruinó nuestro plan.
-¿Qué acaba de pasarme?-
Pregunté viéndome al espejo, o mejor dicho viendo a mi madre frente al espejo. Estaba semi desnuda, gracias al cielo tenía su ropa interior y unas pantimedias negras que si bien no era lo mejor era mucho mejor que nada.
Simplemente no sabía que hacer o decir, hace un momento estaba en mi cuarto buscando que podía ponerme de disfraz y ahora estaba en el cuerpo de mi madre quien ya se estaba preparando para ir al festival, no sabía que usaría hasta ahora ya que en su cama había extendido un vestido blanco de enfermera que al tener tan de cerca dudaba en poder entrar.
-Joaquín, hijo ¿Qué está ocurriendo?¿¡Porque estas de esa forma jovencito!?-
Reclamaba desde la puerta mi madre dentro de mi cuerpo y dejándome sin palabras sobre que responder, por la posición prácticamente le estaba enseñando el trasero en alto sin poder moverme bien por la falda que se había dejado a medias antes de cambiar.
-No fue mi culpa, mamá, así estabas cuando llegué aquí, no mires-
Pedí con torpeza haciendo que ella respondiera de inmediato.
-¿¡Como que no vea!? Es mi cuerpo, ya deja de mirarlo y ponte algo de ropa-
-Lo siento...eso haré pero ¿Cómo esta Susy?-
-Santo cielo, no lo sé, me estaba arreglado para el festival cuando de repente me vi frente a tu armario, luego vi tu cuerpo y salí corriendo aquí. Se cancela el festival, me aseguraré de que tu hermana esté bien y luego veremos que pasa con nosotros, por ahora vístete-
-¿Esta bien si me pongo algo más? Ese atuendo de enfermera es-
-¡No desobedezcas a tu madre! Termina de ponerte eso y en cuanto lo hagas nos vemos, espero que, con tu hermana libre de esto, no tengo idea de con quien podría haber cambiado ella si no fue con nosotros-
Dicho eso mamá salió, dejándome a solas para batallar con su traje, que me gustara o no era lo más rápido que usar para buscar a mi hermana.
La noche de brujas ni había empezado y ya había dejado una gran huella en muchas personas y cambiarme de cuerpos con mi madre fue solo mi experiencia, por lo que sé hay cientos de casos más que sufrieron de este suceso u otras muchas de sus variables en la noche de brujas.

sábado, 22 de octubre de 2022

Misión fallida

Maldición, fui una idiota descuidada, ¿Una idiota descuidada? Esto es perfecto, mi cerebro también se vio afectado por esa cosa, como si automáticamente quisiera ir más acorde con mi nuevo y frágil cuerpo de niña, cuando mucho joven o adolescente. 
Yo era un buen hombre que trabajaba en misiones de encubierto, como un detective básicamente; tomaba lo que mis jefes me pedían u observaba a quienes me pedían y listo, es el trabajo más cercano a espía que podría haber hoy en día y a pesar de llevar años haciendo lo mismo no fue suficiente para salvarme de esta trampa.
Tenía como misión robar los planos que tenía una gran empresa, con ellos podía detener por un tiempo sus planes, para darle tiempo suficiente a mi empresa como para meter a todos los rivales a la cárcel, demostrando todas sus falsificaciones. 
Sin embargo no fue así y cuando me escabullí, cerca de la mitad de mi camino, se activó un sistema de seguridad lleno de trampas, tantas que por más que lo intenté me era imposible pasar por ahí sin caer en alguna. 
Pero eso no fue todo, un extraño gas morado empezó a salir de la ventilación y pensando en que este sería letal, al intentar cubrirme el rostro para que no lo respirara, termine activando una de las tantas trampas que me atrapó con unas esposas al techo. 
Mi misión secreta de detective falló, me atraparon y me convirtieron en esto; en cuanto el gas se disperso ya no era el imponente hombre de antes, dejándome ahora como una chiquilla disfrazada de forma extraña, incluso mi ropa se adapto a este pequeño cuerpo y lo odiaba, era tan vergonzoso y humillante estar de esa forma sin poder hacer nada para defenderme.
Otra cadena salió del techo atrapando mis pies y levantándolos, parecía que era un animal recién cazado, mostrando las bragas que ahora llevaba bajo mi diminuta falda.
En esta posición podía ver que mis piernas tenían unas largas botas que las cubrían casi por completo, mis brazos tenían unos guantes largos y que se ajustaban, la falda por mi posición ya no cubría mi trasero, dejándome sentir como el aire entraba de lleno hasta mis bragas. Todo es tan humillante que no se puede poner peor, o eso me gustaría creer, ya que la situación si que puede y va empeorar. Después de todo, estoy en la base del enemigo, así que será cuestión de tiempo para que vengan por mí y me castiguen por lo que intentaba hacer. Una simple y lógica consecuencia tras haber fallado mi misión.

jueves, 20 de octubre de 2022

Efecto secundario

Cuando el virus de cambio de cuerpos invadió las consolas yo me vi afectado; siendo hombre, con el nombre de Ezequiel en la vida real y bajo el usuario "Estrella del juego" en mis videojuegos, un nombre que me gané en base a mi dedicación a los juegos, y que a su vez, fue un regalo obtenido por ser el mejor en muchos torneos de diferentes juegos al punto de ser contratado como un evaluador de dificultades o simplemente probar los demos que tenían de futuros lanzamientos.
Volviendo al punto, cuando el virus invadió los videojuegos cambiado de personajes, clases y demás no me importó, juego tanto con aspectos de chicas y de chicos así que la sensación realista del cuerpo femenino no era tanta novedad para mí como lo era para otros.
Así fue como seguí mi aventura, cruzando todo sin problemas y de la mejor forma posible para salir de este juego siendo un récord personal para mí, el juego en promedio se acaba en unas cuantas semanas, yo lo acabe en 5 días cuando mucho.
El mundo de fantasía se apagó como señal de que había terminado el juego para poder quitarme el casco de realidad virtual, y siendo el primero a nivel mundial en librarme de tal virus, fui el primero en descubrir su efecto secundario en la realidad.
Mi cuerpo no sólo se volvió el de una chica en el juego, también lo hizo en la vida real aunque mucho más modesto para mí fortuna, sería un martirio tener el cuerpo enorme de mi personaje fuera del mundo virtual.
Me quito un par de años, antes tenía 21 y ahora tengo 16; junto con un cabello sedoso, un cuerpo en desarrollo y demás, lo único malo es que mi trabajo se vería afectado drásticamente por las horas de sueño que me pedía este cuerpo, no estaba acostumbrado a pasar las noches en vela jugando aunque por fortuna no perdí ni un poco de habilidad.
Ha pasado un mes desde que el virus comenzó y no hay señales de que nadie más haya podido salir pero sus cuerpos ya tienen los resultados del virus, creo que todos cambiaron de género pero por ahora estoy ayudando al gobierno con la esperanza de encontrar una solución, si es que existe alguna.
Por los días tengo que ir a hacer pruebas para mi nuevo cuerpo y viendo como podrían ayudar a esta futura crisis universal, mientras que en las noches debo mantenerme económicamente de alguna forma, así que me la paso jugando, con controles esta vez, los cascos han sido retirados del mercado y a pesar de volver a entrar y salir del juego mi cuerpo no volvió a la normalidad.
Así que todo lo que podía hacer era esto, continuar con mi vida de la mejor forma posible tras el efecto secundario que todos los jugadores habríamos de sufrir. 

martes, 18 de octubre de 2022

Flores y polen feminizador

Samuel estaba de regreso de la escuela en un día lluvioso que parecía no acabaría pronto, pero para poder llegar a su hogar debía de cruzar un hermoso y largo jardín con plantas protegidas por científicos que deseaban saber más de ellas, ya que con los miles de millones de años que llevaba viviendo el planeta Tierra, estas plantas simplemente aparecieron ahí de un día para otro en ese lugar.
Los científicos sólo habían encontrado una cosa en particular en todas estas plantas y era que su polen tenía algo en especial, una sustancia que no habían podido identificar o saber que hacía al no ponerse en contacto directo con aquella sustancia, sin embargo Samuel sin saberlo acababa de descubrir la respuesta a esa pregunta.
El joven estudiante de 19 años corría con prisa hacia su hogar cuando la lluvia se volvió más fuerte y el agua se combinó con el polen creando una densa cortina de humo rosa por todo el lugar la cual solo intentaba ignorar.
El chico siguió caminando con dificultades, el humo no sólo no le dejaba ver del todo, sino también le hizo sentirse extraño en todo el cuerpo, así que busco la desviación del camino para informar a los científicos que estaban en sus laboratorios, pensando que quizás ellos podrían hacer algo con respecto a como se sentía.
El humo se empezó a dispersar pero no salió el chico de ahí, en su lugar había una bella joven con el uniforme escolar totalmente mojado y algo trasparente por la lluvia haciendo así que dejara ver un poco más de la cuenta, su cabello azabache se extendió por toda su espalda en una larga cola de caballo, con una mirada que parecía avergonzada mientras caminaba hacia el lugar y exprimía con las manos su ropa antes de que cualquiera pudiera verla demasiado.
-No puede ser...quisiera ir a darme un baño pero debo ir con los científicos para decirles...¿Qué les iba a decir? Era algo sobre las plantas...muy importante según yo...espero recordar antes de llegar, sino habrá sido en vano mojarme y venir por este camino-
La joven no lo recordaba, no recordaba que hasta hace pocos minutos era un hombre, al parecer el polen no sólo cambió su aspecto físico, también cambió su mentalidad pero para saber todos los detalles de esas flores y el efecto detallado del polen les tocaba trabajar a los científicos, aunque si ella no es capaz de informar lo que sucedió,  será un poco difícil de averiguar para los científicos los efectos de esas flores y su polen.

domingo, 16 de octubre de 2022

Compañía cambiadora

Sergio era un hombre mayor, jubilado y con una mujer e hija a las que cuidaba con todo su corazón pero que como siempre pasa, mientras su mujer y él envejecían veían como su pequeña crecía pasando mil y un experiencias en el proceso.
Sin embargo, la joven Verónica creció tanto que llegó el día de mudarse de su casa para irse a la universidad a unas cuantas horas en auto. Ambos padres estaban muy orgullosos de ella pero a la vez tristes por su partida, su única hija después de tantos años se estaba yendo para seguir sus sueños, una mezcla de emociones que no pensaron sentir jamás y con las cuales, ahora que las sentían, no sabían del todo como lidiar.
A la madre de Verónica todavía le quedaban un par de años para trabajar y en general fue quien mejor aceptó la despedida de su hija, sintiéndose triste cada cuanto pero llevando su vida con normalidad.
Por otra parte, Sergio no tuvo la misma fortaleza, tenía muchísimo tiempo libre y por más que trataba de distraerse de alguna forma, siempre se acordaba de su pequeña hija a la que hostigaba por teléfono para saber de ella, cansándola con el tiempo y pidiendo que no llamara tan seguido porque muchas veces estaba en clases como para hablar al teléfono.
Ella regresaría para las vacaciones pero faltaban meses para eso y su padre no lo podía soportar, buscando por muchos medios la forma de seguir viendo a su hija sin ser una carga para sus estudios.
Así fue como encontró un anuncio que decía darle el poder de estar con cualquier ser querido, su precio era algo costoso y con instrucciones ambiguas pero al leer que su presencia no sería detectada por el ser querido llamó a la tienda para conseguir el producto.
Todo lo que tuvo que hacer fue depositar el dinero a la cuenta que le dijeron, dar sus datos personales y los de la persona que quería ver, con todos los arreglos y listo, el efecto sucedió de una forma que el mayor no esperó.
No sólo estaba con el ser querido, se había vuelto en el ser querido, Sergio estaba dentro del cuerpo de su preciosa Verónica quien parecía usar un extraño atuendo el cual mostraba demasiada piel y él, como su padre, no lo gustaría verla así. Claro que era su cuerpo y su vida pero la parte de arriba no le tapaba su abdomen y no sabía ni que pesar sobre su ropa interior, sin duda se veía hermosa pero no la veía con lujuria, al contrario nadie tendría que verla así por lo que buscaría ropa más decente que usar estando en ella.
El hombre llamaría a la compañía que le cambió de cuerpo con su hija para saber que hacer para volver a la normalidad pero eso lo haría mañana, por ahora quería ponerse al tanto de la vida de su hija y no había mejor forma de hacerlo que viviendo un día de su vida con el fin de cuidarla.

viernes, 14 de octubre de 2022

Un hermoso ser

-Vaya, que hermoso ser ¿Por qué no intente hacer esto desde hace mucho? Cierto, porque no creía que funcionará-
Nicolás era un joven escéptico de muchas cosas como cualquier otro, sin embargo hace poco apareció un rumor en su escuela sobre un ritual para cambiar de cuerpos con otra persona el cual tenía en furor a todos los estudiantes y hasta a algunos profesores. 
En la escuela oía muchos de esos rumores, sobre que era verdad o que sólo era mentira, lo típico en una situación así pero cansado de toda la incertidumbre, el joven hizo por cuenta propia el ritual. Estaba más inclinado a que no sucedería nada pero sin hacerlo no podría estar tan tranquilo de ello. 
Con tanto tiempo oyendo rumores sabía los pasos del ritual de memoria, tenía que hacer un par de cosas por aquí y por allá, recitar unas palabras y esperar a que funcionará en las próximas 24 horas  por lo que en cuanto terminó su ritual se fue a su hogar para descansar con la expectativa de que algo bueno pasara. 
Sin embargo, apenas llegar a su casa se sintió muy cansado, tambaleándose para llegar hasta el sofá, donde finalmente perdió la consciencia. 
Al despertar tenía frío en todo el cuerpo y sentía como solo una pequeña tela tapaba ciertas partes que antes no tenía, esa sensación le hizo abrir los ojos y darse cuenta del tremendo tamaño de sus pechos. 
De inmediato se puso de pie para verse, viendo rebotar sus pechos al no tener puesto un sostén y también intentar mantener el equilibrio por su nuevo centro de gravedad. 
Era una locura, tenía el cuerpo que jamás en su vida pensó ver tan de cerca, sus pechos eran enormes, con una cintura de envidia que terminaba en sus sexys caderas que conducían a sus delgadas y suaves piernas, cubriendo su intimidad con unas braguitas blancas y llevando en el resto de su cuerpo una especie de bata con la tela delgada semi transparente que se usaba en los baby dolls, simplemente no podía creerlo pero para su deleite era verdad. 
-Es...increible, no solo soy una chica, soy demasiado hermosa, tengo la figura de una Diosa y no la quiero desaprovechar-
Relamía sus suaves y delicados labios al pensar en las posibilidades, ahora que se aseguró que el ritual fuera verdadero le tocaba explorar a fondo su cuerpo, cualquiera quisiera hacerlo pero sólo el tenía la oportunidad de disfrutarlo, todo lo que fuera necesario para eliminar cualquier rastro de escepticismos que al joven le pudiera quedar sobre su nuevo ser el cual ni de loco dejaría, una vez que conociera por completo su cuerpo se haría una nueva identidad digna de su hermoso cuerpo.

miércoles, 12 de octubre de 2022

Sakura

Yo solía ser el dueño de un pequeño taller automotor en la ciudad que vivo, toda mi vida había hecho el mismo trabajo por lo que era excelente en ello, además cuando tenía algunos problemas en la reparación no dejaba que mi reputación se ensuciara y me encargaba de dejar tan jodido el auto que nadie pudiera repararlo sin preferir querer comprarse un auto totalmente nuevo porque le saldría más barato que reparar el malogrado.
Sin embargo, un día llegó un hombre al que había atendido hace ya varios meses, él me había traído un auto de lujo que simplemente no podía creer tener en mi taller pero le sucedió algo que no entendí y que por más que busque nunca tuve idea de que le paso. Finalmente, con el dolor que me ocasionaba hacerle eso a tan hermoso auto, le destroce tanto como pude la maquina que cuando su dueño volvió solo me dio las gracias por haberlo intentado, un pequeño pago y con una grúa se llevó su auto por lo que creí que había sido todo de él.
No obstante, ahora que él volvió lo hizo en el mismo auto que juré era imposible de reparar, el hombre reafirmo mis palabras, me dijo que fue un milagro que lo pudieran reparar ya que un idiota destrozó toda la maquinaria sin razón aparente, dejándome bien en claro que fui descubierto y que si aquel hombre estaba ahí, no era con las mejores intenciones.
Intente persuadirlo para que no dijera nada a nadie, que le daría lo que fuera sin rechistar para ello y él aceptó exigiendo algo que creí imposible, dijo que sí tanto me importa mi orgullo de hombre él quería eso, por lo que me disparó con una pistola muy extraña antes de que siquiera pudiera pedir que no lo hiciera. Por un momento pensé que iba a morir, todo el cuerpo me dolía y me desmaye, en ese momento pensé que morí pero no, y al despertar fue claro que no morí. Sin embargo, ese hombre cumplió su palabra y se llevó lo que más quería, mi hombría. Cuando desperté era una joven de aspecto asiático, con cabello largo y castaño además de una ropa similar a las que usaban las modelos en mis calendarios de mecánico que tenía por todo el lugar.
Fue muy difícil para mi aceptarlo, era muy humillante estar así pero desde entonces tuve que continuar con mi vida. Para empezar me di el nombre de Sakura y explique ser una joven que se mudo recién y se dedica a lo automotriz, tomando el lugar que mi "yo" hombre había dejado, mientras hacía toda mi nueva identidad también aprendía a usar mi cuerpo, la fuerza no era la misma que cuando hombre pero no había duda en que era más precisa, rápida y entregaba mejores resultados que antes, algo bueno entre todo lo malo a decir verdad.
Aunque tuve que hacer un cambio drástico en mi taller, siempre tenía las puertas abiertas para quien llegaran conmigo pero con mi actual cuerpo el trabajo era más difícil, todos los hombres me observaban e invitaban a salir pensando que sería una chica fácil, seguro que mi ropa les da malas interpretaciones pero por ridículo que suene, con esto me es mas fácil trabajar y moverme pero claro a los tontos dueños de los autos eso ni les importa, estoy segura que les interesa más verme a mi que a sus autos, es más, ahora me pregunto si alguna vez yo le hice lo mismo a una chica y espero que no porque sencillamente es horrible tener las miradas encima todo el tiempo. 
Perfectamente me podría aprovechar de ello y cobrar un poco más por cómo me exhibo pero no, de haber sido honesto antes ni siquiera estaría en esta situación así que esta nueva vida mejor llevarla con honestidad y algo de decencia si me es posible, por muy difícil que eso suene, al menos Sakura la mecánica lo quiere intentar.

lunes, 10 de octubre de 2022

El tatuaje que cambio mi vida

Ricardo era un joven desempleado que recién había terminado sus estudios y que tras meses de intentarlo no había podido conseguir un trabajo, gracias a que las empresas pedían cosas ridículas para trabajar en ellas, dejándolo sin más opción que buscar una mejor oportunidad que simplemente parecía nunca iba a llegar. 
Lo peor de todo para él es que aún debe vivir con sus padres, teniendo que soportar sus reglas e ideas por ser su casa en la cual a pesar de ser un graduado todavía lo veían como un niño y en más de una ocasión lo trataban como tal. Obedecía a regaña dientes muchas veces, después de todo eran sus padres y en esos momentos no aportaba nada a la casa pero su plan desde años antes de graduarse era que una vez tuviera dinero irse de ahí lo antes posible para hacer su vida como quería. Un sueño que simplemente no podía realizar tal y como quería.
Sin embargo, tras una discusión padre e hijo el joven se cansó y en un acto de rebeldía decidió tatuarse, algo que por años su padre le había pedido y dicho que no hiciera, por no decir que lo tenía prohibido. Y justo aquella prohibición que tanto odiaba estaba a punto de romper, ni siquiera por querer un tatuaje de verdad, simplemente sus deseos de llevarle la contraria y molestar a su papá eran muchos más. 
Entró al primer lugar que vio y pidió un singular tatuaje de dos mujeres en su abdomen, donde aunque no siempre se vería resultaba más difícil y caro de quitar, así para que al cabo de unas horas en el estudio de tatuajes, estuviera listo para regresar a su vivienda y mostrar la tinta que había marcado su piel.
En cuanto llegó a su casa quiso molestar a su padre por el tatuaje pero un repentino y fuerte sueño lo invadió, esforzándose en llegar a su cama para dormir ahí.
Al despertar no podía creerse lo que pasó, se pellizcó y abofeteó un par de veces antes de entender que no era un sueño y que ahora era toda un mujer de cabello largo y oscuro, con grandes senos, buenas curvas, un físico delgado y con su tatuaje un poco más abajo de lo que recordaba. 
Ese cuerpo era un par de años mayor al que antes tenía como hombre pero no importaba, era una mujer de ensueño que cualquier hombre desearía tocar, y con ese cuerpo podía hacer montones de cosas, aprovechando desde el día 1 los beneficios de su nuevo aspecto.
Usando ropa de su madre para ir a buscar un empleo lo consiguió en el personal femenino donde antes fue rechazado, con su primer sueldo y unos ahorros que tenía desde hace años consiguió rentan un pequeño departamento en una residencia femenina cerca de su vieja casa y con lo que le sobró todavía pudo darse el lujo de comprar algo de ropa femenina para su nuevo cuerpo, en especial disfrutó de comprar la ropa interior que con su tremendo cuerpo mucho le hacía en falta los primeros días; así sus pechos además de pesar menos ya no eran tan obvios para los hombres y mujeres, y con el modelo de braga que usaba podía presumir su tatuaje, el tatuaje que cambiaría su vida por completo por algo mucho mejor.
Su vida independiente no ha sido fácil como era de esperarse, y adaptarse a ser una mujer tampoco era pan comido pero si ha sido mucho mejor en comparación de la vida que estaba llevando; ahora estaba libre de estrés y reglas absurdas de su padre, decidiendo libremente como y porque hacer las cosas, quizás ya no como lo haría si fuera hombre, pero hacer las cosas como mujer no estaba tan mal, Rita era su nuevo nombre e identidad en la maravillosa y sensual vida que un tatuaje le había obsequiado.