Mostrando las entradas con la etiqueta Promesa. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Promesa. Mostrar todas las entradas

jueves, 1 de mayo de 2025

El pacto de la sirvienta

 -Ojou-sama, ¿Qué hablamos de esto?-
    Oí detrás de mí una calmada pero aterradora voz proveniente de la persona que me atrapó con las manos en la masa, mi sirvienta.
-N-no es lo que parece-
    Tartamudee tratando de pensar una excusa acerca de mi videojuego que inútilmente escondía detrás de mi.
-¿Ah, no? Pues parece que a pesar de los castigos impuestos por sus padres, usted buscó en mi cuarto su consola de videojuegos, ojou-sama. Que ahora usted sea una niña no significa que puede entrar a mi recamara como si nada, especialmente a husmear los cajones con mis pertenencias, ambas sabemos donde estaba guardado su aparato, ¿Verdad? Un sitio inapropiado como para que usted lo esté revisando incluso si ahora somos del mismo género-
    Aun con su inquebrantable pero sutil tono de voz la sirvienta sabía lo que hacía y me tenía arrinconado, literal y metafóricamente; estaba jugando con mi consola en su habitación y ella bloqueaba la única salida, incluso si me las arreglaba para escapar ella sencillamente puede informar a mis padres lo que hice al pie de la letra y lo creerán por su leal servicio desde hace años.
-Pero Nina, este es mi videojuego-
    Proteste a lo que ella respondió.
-Y lo sé, he guardado su consola con mucho cuidado y ni siquiera la he encendido, mucho menos utilizado por respeto a usted. Por lo que no puedo evitar sentirme decepcionada al ver que usted no respeta mi privacidad, y aun más importante las reglas de sus padres. Usted desaprobó miserablemente todas sus clases particulares y sus padres le advirtieron que de seguir por ese mal camino sería castigado y enviado a un colegio femenino, donde una vez tenga cuerpo femenino, le harán una buena estudiante y señorita cueste lo que cueste-
-No diría miserablemente....-
    Interrumpí con vergüenza y desviando la mirada, siendo una vez más corregido por la sirvienta que ha estado en nuestra familia durante largos años.
-Pues yo sí le diría miserablemente cuando menos, sus padres usaban un vocabulario menos apropiado y ni hablemos de sus maestros, por lo que llamar "miserable" a su desempeño es amable de mi parte. Volviendo al tema, como parte de su  castigo no sólo le dieron el aspecto de una chica, también me pidieron le enseñará modales y que confiscara todos sus videojuegos. Por el aprecio que le tengo al joven amo, le di la oportunidad de vestirse y comportarse como considera apropiado pese a las órdenes que me dieron y usted ha fallado miserablemente a nuestro acuerdo, los videojuegos que resguardaba estaban a punto de volver a su poder por lo que también es un fracaso que se haya metido a mi cuarto a tomarlos por cuenta propia. Con todo eso dicho, dígame, señorita, ¿Por qué motivo válido debería seguirla protegiendo y no decir todo lo ocurrido a sus padres? Si les dijera lo que ha hecho, sería enviada hoy mismo a la nueva academia sin ningún privilegio y regresaría siendo otra persona, ¿De verdad quiere eso?-
    La idea de volver a hacer mi vida como una chica me aterraba, no sólo perdería todas mis cosas, de cierta forma me perdería a mi mismo para ser convertido en una chica dentro de ese lugar. Y aún sabiendo la gravedad del asunto, no tenía una buena respuesta ni una forma de defenderme más allá de suplicar piedad a mi doncella.
-Por favor, Nina. No le digas nada a mis papás y prometo que haré todo lo que digas-
    Ella se sorprendió un poco y llevando una de sus manos hasta la barbilla comentó.
-¿Lo que diga? ¿Está segura?-
-S-sí, creo que sí-
    Respondí un poco titubeante, dudando rápidamente de mis propias palabras que Nina comenzaba a pensar.
-Muy bien, señorita, este es el trato que puedo ofrecerle; a cambio de mi silencio por todos sus actos indebidos, yo me haré cargo de usted y tendrá que obedecerme al pie de la letra en todo lo que diga: comenzando por darle un buen baño, luego le enseñaré a vestirse apropiadamente y a utilizar un poco de maquillaje que por su estado actual no le vendría mal, como mujer debe dar una buena imagen y actualmente no la está dando ni por dentro ni por fuera-
    No pude evitar verme en el espejo delante mío y notar el cabello rubio despeinado, las calcetas mal puestas, el vestido desarreglado y con una sudadera que es de mi ropa de chico, no pensé que fuera la gran cosa, pero al ver el impecable aspecto de mi doncella, no tengo de otra más que reconocer que mi imagen no es ni la mejor ni la más femenina que pudiera apreciarse.
-La ropa que usa ahora no es de la selección brindada por sus padres y no creo que abajo use lo recomendado para una dama, por esa razón yo misma voy a elegir toda su ropa y le enseñaré a usarla apropiadamente, eso incluye andar en tacones ya que me di cuenta que prefiere ir descalza a usar calzado bajo, por lo que le enseñaré a usar tacones apropiadamente. Una vez bien vestida y arreglada le enseñaré modales, no debe ser un problema ya que sin sus videojuegos, tiene un montón de tiempo libre para aprender a comportarse como una señorita. Por último, estudiaremos juntas los temas de sus clases reprobadas, supongo que estudiaremos una materia por día para abarcar todos sus cursos desaprobados, una vez termine el estudio podrá ir a dormir o repasar lo aprendido en el día dentro de su habitación ya sea en los estudios o en su vida como mi Ojou-sama-
    Su mirada lo decía todo, ella estaba completamente decidida a cumplir con su palabra, ella lo haría y yo mejor que nadie sé que cuando mi maid se propone algo lo cumple. y que Nina por inadvertida que pueda pasar, es de temer cuando se lo propone, incluso más que el colegio al que me quieren mandar.
-P-pero-
-Ni siquiera intente protestar o cambiar mis palabras, señorita, yo no pienso perder el tiempo y si no acepta todo lo que dije y tal como lo dije justo ahora, sencillamente daré media vuelta para informar a sus padres y que lo envíen al colegio para señoritas-
-¡No! ¡Está bien! Tú ganas, prometo hacer lo que digas-
-Como usted diga, señorita. Cabe mencionar que en el momento donde incumpla con su palabra, sin importar nada, iré directo a informar a sus padres sumando a sus actos el hecho de mentirme y hacerme perder mi tiempo, ¿Está bien?-
-Sí, está bien-
    Respondí completamente derrotada ante el horrible acuerdo que acepte, todo por husmear en sus cajones para recuperar mi consola.
-Entonces con nuestro acuerdo pactado, le pido que se adelante al baño, comience a quitarse la ropa y preparé usted el agua a la temperatura que más le plazca, yo iré a su habitación por la ropa de mi elección para usted y así dar inicio a mi pequeña intervención. Cuento con usted mi señorita-
Créditos a quien correspondan.

viernes, 7 de marzo de 2025

Una noche como chica

    No puedo creerlo, no puedo creerlo, al fin después de largas horas de placer esto se ha terminado, ¿No es verdad? Más vale que sea así pues ni mi cuerpo, ni mi cordura, ni mi mente podrían soportar otro asalto como estos.
    Babeando, jadeando, con lágrimas de placer y la cabeza hecha un desastre finalmente mi cuerpo repleto de diversos fluidos empezaba a descansar; podía sentir el calor y lo pegajoso por todo mi cuerpo gracias al sudor propio y el ajeno; mis piernas se sentían como gelatina después de todo lo que he vivido; y mi entrepierna aún sacaba los fluidos con los que mi pareja me había llenado por horas; además de sentir un tremendo ardor en todo el trasero que fue azotado con fuerzas durante gran parte de esta aventura, de verdad ¿Así es como siente el sexo la mujer?
-Y bien, ¿Cómo te sientes? ¿Que tal estuvo?-
    Me preguntaba soltando mis piernas, las cuales exhausta cayeron a la cama húmeda por nuestra intensa actividad y de la cual no me pensaba mover en un largo tiempo.
-M-me...me diste...la cogida de mi vida...-
    Respondí sin pensarlo mucho, no es como que pudiera organizar del todo mis ideas en estos momentos, pero si ni siquiera mis pies o cabello quedaron intactos, no creo estar equivocado al decir que fue el sexo más intenso de mi vida y el primer y único que tendría siendo una chica, todo lo que viví fue demasiado como para repetirlo. No puedo hacerlo, y si llegará a suceder, no creo poder volver a ser el de antes.
-¿En serio? Me sorprende un poco la respuesta tan honesta pero gracias, eso me motiva a esforzarme más el resto de la noche, ya sabes, para que no olvides lo que prometiste si perdías la apuesta-
    Ni siquiera tenía los ánimos o energías de responder la conversación, solo quería descansar un momento y pensar si es que así se siente mi novia en cada noche que me comportaba de esa manera tan brusca al intentar tener algo de sexo con ella.
    A decir verdad pensé que ella no quería hacerlo, últimamente decía que me había vuelto muy intenso en la cama y que no me podía seguir el ritmo, por lo que quería descansar más tiempo antes de nuestra próxima noche de sexo. Sin embargo, yo creí que solo eran excusas suyas, intenté contenerme y varias veces al oprimir sus puntos débiles, ignoraba su opinión para tener lo que tanto quería hasta quedar sin energías y abrazarla para dormir rodeándola con los brazos. Hacerlo me hacía sentir muy satisfecho, y estaba seguro de que mi novia se sentía de la misma manera, por lo que nunca me moleste en preguntar después de acostarme con ella, algo que recién me doy cuenta que estuvo mal de mi parte.
    Como ya era costumbre para mi, esta noche esperaba repetir el proceso con mi novia, pero me dijo que si lo hacía, ella rompería conmigo. En consecuencia una discusión empezó entre los dos y acabó con una retorcida apuesta y un par de pastillas de intercambio de cuerpo que mi novia había conseguido de algún sitio.
    La apuesta era sencilla: Si yo aguantaba una noche normal de sexo entre nosotros, yo como la mujer y mi novia como hombre, nunca más volvería a negarse a tener sexo e incluso dijo que lo haríamos en cualquier lugar a cualquier hora que le diga, bastaría con chasquearle los dedos y ordenarlo para que ella obedecería. Por otra parte, si yo perdía la apuesta y no resistía pasar la noche con ella en su versión masculina, yo me quedaría en su cuerpo durante una semana y el sexo se haría según lo que ella dijera las veces que ella quisiera y tal como se le antojará, terminando conmigo de inmediato en el momento que incumpla nuestra apuesta, añadiendo a mi contra el riesgo de quedarme con su cuerpo si yo rompía con la apuesta.
    Sin pensarlo dos veces acepté la apuesta, en su momento me pareció algo justo, incluso a mi favor, después de todo ¿Qué tan difícil podía ser coger siendo una mujer? Solo tenía que abrir las piernas y poco más. Puede que fuera raro tener el cuerpo de mi novia y que ella en el mio me metiera a mi leal compañero, pero más allá de eso, no parecía algo que no pudiera ganar con facilidad, por lo que acepte la apuesta. De esa manera, cada uno tomó la pastilla de intercambio de cuerpo y una vez que vimos que funcionó, el tiempo empezó a correr.
    Apenas quería bajar la mirada para ver su cuerpo desde una nueva perspectiva cuando ella me arrastró hacia la cama, me quitó toda la ropa y me puso las bragas en la cabeza, quise protestar pero detuvo mis palabras con unas cuantas bofetadas, luego nalgadas, jaló de mi cabello con fuerzas hasta levantarme la mirada, me cargó, me puso de cabeza, me decía casi como órdenes que tenía que hacer para satisfacerlo y por miedo a más placer o castigos simplemente obedecía a cada cosa que ella me exigía. Aunque con vergüenza, también le pedí que avisara cuando se viniera o que simplemente lo hiciera afuera, pero ignoró mi petición tantas veces hasta que perdí la cuenta de todas las ocasiones que lo había hecho sin importar el riesgo del embarazo y quedarnos atrapados en el cuerpo ajeno durante ese tiempo como efecto secundario de sus pastillas.
    Justo cuando comenzaba a perder la esperanza y creer que me volvería loca durante el acto, mi novia se detuvo una vez se volvió a correr dentro de mi, empezando una breve conversación conmigo en la que pude darme cuenta muy tarde del verdadero significado de sus palabras.
-¡Espera! ¿¡Cómo que esforzarte el resto de la noche!?-
    Intenté ponerme de pie para reclamar, pero no pude, mi cuerpo no me respondía como debería, apenas logré despegar mi espalda de la cama unos segundos antes de volver a caer de espaldas por el cansancio que sentía aún a varias horas de distancia de concluir nuestra apuesta.
-Sí, tengo muchos planes todavía; pensaba amarrarte y vendarte los ojos, además de usar esos vibradores que sujetas en mis pezones y claro, para darte un descanso y mayor experiencia usaré tu otro agujero. Siempre quisiste hacerlo por ahí, ¿No es así? El día ha llegado, galán-
    Su sonrisa alegre mientras tomaba agua y buscaba las cosas para continuar la noche genuinamente me asustó, obligándome a buscar una manera de escaparme de esta estúpida apuesta donde tengo todas las de perder.
-¡No puedes hacerlo! ¡Tú tiempo ya acabó!-
-¿Mi tiempo? Para nada, observa-
    Al decir eso me mostró mi celular para enseñarme la hora, empezamos cerca de las 10 pm y recién era la 1 am, lo que significa que faltan 3 horas, 3 horas más para terminar el tiempo de una noche "normal" para nosotros, o mejor dicho una noche normal para mi, pues sin importarme que mi novia estuviera exhausta, no la dejaba descansar hasta que yo también estuviera contento, una cosa más de la que hasta ahora me arrepiento.
-Perdón si te hice creer que habíamos acabado, necesitaba tomar un descanso antes de continuar, tú en serio tienes energía, pero no la supe utilizar para aguantar tanto tiempo sin descanso como tú haces conmigo. Además, quise ser generosa, pensé que a mi cuerpo también le vendría bien un descanso antes de entrar al evento principal, ¿Quieres agua o algo? Te estoy dando la oportunidad de descansar, algo que tú nunca has hecho por mi, querido-
    Al oír sus palabras entendí que ella estaba siendo muy consciente de todo lo que me hacía, y lo disfrutaba de manera genuina, lo cual solo me motivo aún más a terminar con esto lo antes posible.
-Ah...quiero que pares, ¡Ni una mierda de plato principal! No lo resistiré... yo... yo me rindo, pierdo la apuesta, lo que sea pero no me hagas continuar otras 3 horas, me volveré loca porque no puedo aguantar ni un poco más-
    Nunca pensé suplicar a gritos a mi pareja que el sexo terminará antes, pero es que no podía seguir con esto siendo una chica, era demasiado rudo para mí, ¿En serio todas las noches me comportaba así con ella? Perfectamente podría mandarme a la cárcel por una sola noche de este estilo, pero tiene un gran corazón y seguro que con esta disculpa ella me perdonará, yo abre aprendido la lección y podremos mejorar nuestra relación a partir de esto.
    Mi generosa y amorosa novia aún en mi cuerpo se acercó con cautela para besarme en los labios, dándome la sensación de que todo pararía, cerrando mis ojos mientras nos besábamos y dándome una noticia que me haría estremecer al momento de separar nuestros labios.
-Lo siento, galán. Si me detengo ahora yo perderé la apuesta, y tú no te daría la experiencia completa de lo que vivo contigo cada noche que quieres cogerme si me detengo ahora-
    Intenté protestar a sus humillantes y acertadas palabras pero fue inútil, pues al abrir mi boca ella metió la mordaza negra que usaba para callarla, ahora ella me callaba y tenía todo el control sobre mi sin importarle mi opinión o sensación, sencillamente era su juguete y ella mi señor.
    Me hubiera gustado forcejear pero simplemente fui incapaz, el cansancio y la embriaguez del lugar me volvieron débil como nunca antes, y mientras sumisamente dejaba que me atara todo el cuerpo, me azotara, me amara y me castigaba, lo único en lo que podía pensar era en no terminar con la mente rota después de esta noche como una chica.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 16 de enero de 2025

Promesa por promesa

-¿En serio tengo que hacer esto, Cristina?-
    Le pregunte a mi novia al salir del vestidor usando justo lo que ella me eligió.
-Por supuesto ¿O tiene algo de malo hacer esto por tu novia?-
    Puse los ojos en blanco ante la pregunta de mi novia, sin poder contener mis ganas de responder de una forma sarcástica ante su pregunta tan fuera de lugar, casi parecía que se burlaba de mi, por lo que yo respondí con el mismo ánimo burlón.
-No, para nada. Transformar a tu novio en una chica asiática para vestirlo con una especie de traje ajustado de gimnasia que se le mete al trasero para así llevarlo a la feria es muy normal, justo mi amigo lo hizo ayer con su novia-
-Ok, entendí muy claro y fuerte tu sarcasmo pero no es para tanto ¿O sí? Además, siempre tuve una fantasía con el cambio de cuerpo y te amo mucho, así que no había nadie más a quien le confiaría mi secreto, ni tampoco podía imaginar a otra persona que no seas tú para ayudarme a cumplir con mi más íntima fantasía. Y por último, espero que no hayas olvidado que esto es una promesa mutua, por lo que si tú haces algo por mi, yo haré algo por ti, una promesa por otra promesa, ¿Recuerdas?-
    A pesar de mi incomoda situación al ser mujer y usar un atuendo como el que llevo puesto, la sinceridad con la que hablaba mi novia junto a su bella sonrisa hacían muy difícil para mi seguir molesto con ella. Debo darle ese reconocimiento, ella de verdad confía en mi al revelar ese secreto y pedirme que cumpliera con su fantasía, prometiendo que ella haría algo igual de valioso para mi más adelante. Me gustaría decir que con esta promesa sacaría ventaja de mi novia, pero la verdad es que si puedo hacerla feliz, es motivo suficiente para intentarlo, así que incluso si es algo extraño para mi ser una mujer y vestir con lo que ella me eligió, es algo que haré para poder verla sonreír.
-Vale, si lo pones de esa manera no suena tan mal. Más tarde me pondré a pensar en que haré contigo a cambio de esta enorme petición, pero por ahora ¿Qué harás tú conmigo, Cristina?-
    Intentando ignorar la incomodidad que me hacía sentir el atuendo que llevaba puesto, quería saber que quería hacer conmigo mi novia. 
    En cuanto acepté convertirme en mujer temporalmente, ella dijo que se encargaría de todo; consiguió una medicina que transformaría mi cuerpo por algunas horas, y una vez que los efectos se hicieron presentes, ella me vistió y me arrastró hasta uno de sus sitios preferidos, un pequeño parque donde había diferentes juegos y atracciones, por lo que era como una pequeña feria gratuita para la comunidad que a veces hacía fila por usar los juegos, o como en días como hoy, apenas hay personas por los alrededores.
    Que no hubiera personas hizo más fácil las cosas para mi, aunque seguía sintiéndome avergonzado al menos estaba a solas con mi novia sin que más personas me vieran en está penosa situación o con un atuendo de lo más llamativo.
    Con todo el esfuerzo que mi novia puso a transformarme en chica y cumplir con su fantasía, esperaba un plan elaborado, una extravagante experiencia o incluso esperaba algo más íntimo de chica a chica, después de todo ni ella usa uno de los atuendos que ahora yo llevo puesto simplemente para pasar el rato. Por lo que, con eso en mente, los verdaderos planes de mi novia me tomaron por sorpresa.
-Solo quiero tener una cita contigo en esta forma, cariño. Sé que puede ser muy raro, pero solo quiero que actúes como una chica mientras estamos de paseo, y quizás oír como te sientes también sería algo lindo de tu parte-
-Ok...¿Con respecto a que debo decir como me siento?-
    Pregunte sin entender por completo cual era el objetivo de mi novia en toda está situación.
-A todo lo que puedas pensar o sentir con tu nuevo cuerpo, Cristie-
-Así que "Cristie" será mi nombre de mujer.... Esta bien, me siento extraña con un cabello tan largo, sé que es corto para muchas mujeres pero al menos para mi es el cabello más largo que he tenido-
    Le respondí a mi novia mientras tocaba con cuidado mi nuevo cabello largo y oscuro que apenas llegaba hasta mis hombros. Al estar tocando mi cabello, más ideas llegaron a mi cabeza, y aún si era vergonzoso decirlas, por mi novia lo intentaría.
-La sensación del maquillaje en mi cara también es nueva, nunca antes me había maquillado y supongo que no es tan malo como pensé, el proceso es lento pero si te gustó hacerlo, valió la pena. De lo que no me siento tan seguro es sobre el atuendo que me hiciste vestir, Cristina, ¿De verdad no hay problema en que use algo así en la calle? Me siento bastante desnuda, más que ropa parece un traje de baño, y aunque está algo ajustado de la parte del pecho, no se compara a lo apretado que se siente en mi trasero o a la sensación de tener las caderas y las piernas casi desnudas ante quien se cruce en el camino-
-Cristie, tus piernas son muy bonitas, deberías presumirlas tanto como puedas y con tu trasero debo admitir que luce encantador, tanto que quisiera tocarlo un poco más de lo debido, ¿Sabes?-
    La sinceridad de mi novia me hizo suspirar, pues por muy buenas intenciones que tuviera, no dejaba de ser vergonzoso hablar de "mujer a mujer".
-Al menos no hagas nada pervertido aquí, sé que no hay nadie cerca pero estoy segura de que nos meteremos en problemas si hacemos algo tan explícito y nos descubren-
-Seguramente, y no quiero que mi amada fantasía se vuelva una pesadilla por un error tonto de nuestra parte. Así que me conformo con que luzcas muy linda para mi, Cristie y disfrutemos nuestra pequeña visita a la feria, tal como la primera cita que me trajiste aquí-
    Cuando Cristina dijo eso, la vergüenza que yo sentía desapareció un momento, enfocándome por completo en un detalle encantador.
-¿En serio lo recuerdas?-
-¡Por supuesto!, ¿Qué clase de novia no recordaría su primera cita? Por esa razón este es de mis lugares favoritos, y por esa misma razón estoy muy feliz de poder visitar este lugar contigo, aunque sea un poco distinta. Ahora este lugar es un poco más especial para mi, al poder tener dos primeras citas contigo, ¿No es genial?-
    En esos momentos y con la preciosa sonrisa de mi novia, la vergüenza quedo en segundo plano, las preocupaciones se esfumaron y la emoción me invadió un poco más, al pensar que tal como decía mi novia, este lugar ahora era un poco más especial para los dos.
    Al principio pensé que mi novia solo sacó su lado más fetichista conmigo, y quizás sí que lo hizo, pero ahora también veo su lado encantador del cual me enamore, por el cual sigo con ella y por el cual acepte cumplir con su extraña petición. 
    Ahora poco me importa la promesa que pueda pedirle a cambio a mi novia por cumplir su petición, todo lo que me interesa ahora es poder pasar un lindo día en la feria con mi novia, hacer su fantasía realidad y llevarnos una hermosa experiencia juntas tal como la primera vez que visitamos este lugar.
Créditos a quien correspondan.

viernes, 6 de diciembre de 2024

Cumpliendo una promesa FINAL

-Entonces, ¿Lo has disfrutado, Jeanne? Tú primera vez como una niña-
    Con una pregunta directa mi novia sonreía al verme mientras yo apenas podía caminar sin tambalearme y temblando no solo por lo que ella me hizo, también por el frío de caminar desnuda en medio de la noche. 
    Una vez que mi ex novia y actual castigadora, literalmente y en varios sentidos terminó conmigo, volvió a darme el abrigo y tomó mi correa para llevarme a casa dejando atrás el motel donde pude disfrutar de estar con la otra chica, pero que en está ocasión me tocó a mi ser "la otra chica" con quien mi novia libero todas las frustraciones que le había causado en los últimos meses; látigos, correas, esposas, arneses, nalgadas, cera y muchos juguetes que ni siquiera puedo recordar o de los cuales no sabía ni de su existencia hasta que estuvieron dentro de mi cuerpo; por si fuera poco mi novia me colocó en posiciones que nunca imaginé vivir desde la perspectiva de ser la chica que lo recibe; después de todo lo que ella me hizo me sorprende que mi novia pudiera ser tan salvaje... y por desgracias también me sorprende que yo pueda ser tan sumisa frente a ella. 
    Cuando ella terminó de castigarme, no me dejó recuperar el aliento o darme una ducha, de inmediato tomó mi correa y me ordenó que recogiera el abrigo para irnos a casa. En ese momento apenas podía estar de pie y la única forma de que yo pudiera moverme era gateando o con las piernas tambaleando a cada paso, por un momento pensé en protestar y pedirle un respiro, pero ni siquiera salieron palabras de mi boca cuando con la cabeza gacha obedecí y a duras penas podía dar pasos detrás de ella para irnos a casa.
-Te he preguntado algo, pequeña Jeanne. Aunque de pequeña tienes poco después de todo lo que hicimos, estoy casi segura que tus caderas y tu pecho crecieron más por todo eso, ¡Has madurado y te has convertido en toda una mujer!-
    Un jalón en mi correa me hizo volver a la realidad y soltar un pequeño gemido justo como en el motel, además de obligarme a caminar más rápido para que mi ama no me volviera a jalar, porque estoy segura de que si caigo, me hará gatear el resto de camino a casa como la mascota que ahora soy para ella.
    Hablando de ella, estoy muy sorprendida de mi novia, después de todo lo que me hizo parece increíble que no este cansada, al contrario, se ve alegre y llena de energía caminando delante de mi con la frente en alto. Ella se ve completamente satisfecha, algo que nunca había sucedido cuando estábamos juntos, lo cual solo me hace sentir peor al tener la idea de que de una u otra forma no fui tan bueno con ella. Puede que también ella este tan feliz por haberse vengado de mi y mi pequeño error, pero sea como sea no tengo el valor de hacer esa pregunta por el temor de la consecuencia. 
    El camino de regreso era silencioso, con pequeños jadeos míos y con el sonido de la correa cada tanto. A pesar del cansancio me sentía nerviosa y avergonzada, puede que no fuera la primera vez que caminará semi desnuda por la ciudad, pero eso no lo hacía menos humillante; cuando me obligó a "salir de paseo" a plena luz del día mi corazón latía con fuerzas y corría cada que tenía oportunidad para llegar antes al motel; en ocasiones ella me seguía el paso y en otras me obligaba a caminar detrás de ella sin importarle las consecuencias; estoy seguro de que más de una persona me vio sin decir nada, creo que hasta me tomaron algunas fotos antes de llegar a nuestro destino lo cual solo hizo el viaje más humillante y terrible de lo que me gustaría. En cambio, ahora apenas hay personas por las calles y gracias a la oscuridad de la noche creo que no sospechan nada, nadie ha caminado cerca de nosotras y espero siga así, todavía es pronto para sentirme tranquila, pero en comparación de la primera vez, este camino a casa es un poco más calmado pero igual de humillante.
-¡Oye, perra tonta! No lo repetiré una vez más a menos que quieras dormir desnuda en el suelo, ¿Cómo estuvo tu primera vez? ¿Valió la pena cumplir tu fantasía, chica?-
    Mi novia ni siquiera se molestaba en ocultar su malicia y cuanto disfrutaba de estos momentos, repitiendo la pregunta en conjunto de unas amenazas que sin duda ella cumpliría si no le respondía.
-No sé si valió la pena... pero sí me hiciste sentir cosas nuevas... y no tenía idea de que podías ser tan dura, cariño-
    Respondí con la voz temblorosa, recordando todo lo que había pasado en el hotel y evadiendo a toda costa la dura mirada de mi novia o ama o como ella prefiera que la llame.
-Como te dije, yo no iba a romper mi promesa. A diferencia de una escoria como tú, yo sí cumplo todo lo que prometo, ya lo has descubierto y creo que no lo olvidarás. Es más, diría que hasta podrías acostumbrarte a esto, ¿No es así?-
-Por supuesto que puedo, amor-
    No solo yo, mi novia también se detuvo de golpe cuando dije eso. Hablé sin pensarlo, no sabía porque había dicho esas palabras y ahora no tenía donde esconderme, teniendo toda la cara sonrojada cuando mi novia me miraba con sorpresa e incredulidad, su tono lleno de malicia había desaparecido por un semblante perplejo por lo que acababa de escuchar y que no había forma de negar.
-Vaya... eso es... interesante. Yo solo quería humillarte un poco más, pero parece que fui demasiado buena en el hotel, lo suficiente como para que tú seas honesta y supliques por más. Pensé que tu expresión sumisa mientras mordías la almohada sería mi favorita, pero al verte tan sonrojada ahora, esta cara está mucho mejor-
    Mi novia sonrió con picardía mientras una de sus manos acariciaba mi mejilla, no intente apartarme de ella, solo me quede quieta sintiendo como todo mi rostro se ponía más rojo de lo posible después de haber dicho algo que podía cambiar por completo la perspectiva de este día.
-Tonta pervertida, incluso de esta forma patética eres capaz de arruinar mis planes. La idea era cumplir mi promesa y castigarte un poco más al dejarte como Jeanne un tiempo antes de volverte a la normalidad, pero ya que lo disfrutaste tanto, será un castigo más duro para ti volver a ser hombre de inmediato, ¿No es así? Dime que piensas, sé honesta, te prometo que lo voy a considerar-
    Acortando la distancia entre ella y yo, mi novia sujeto mi barbilla para que de nuevo la viera y respondiera a su pregunta, esperando con ansias mi respuesta en medio de la oscuridad de la noche. Por un momento pensé en negar mis deseos.... solo que a diferencia de mí, ella sí cumplía sus promesas, por lo que me arme de valor para responderle con sinceridad.
-Yo no lo sé... todavía no estoy segura de lo que siento... disfrute mucho de ser mujer, y aunque fuiste dura, eso me encanto... si algo así se repite... no me molestaría quedarme contigo y ser una chica por más tiempo.... podría ser tu mascota Jeanne el tiempo que quieras-
    Al decir eso pude sentir todo mi rostro ardiendo, quise evitar la mirada de mi novia una vez más pero el firme agarre en mi correa y en mi barbilla, me obligó a seguir viéndola después de haber hecho la confesión más sincera y humillante de mi vida. 
    Mi novia se quedó en silencio unos instantes, parecía estar pensando algo hasta que finalmente lo compartió conmigo a la vez que me mostraba la sonrisa más linda y maliciosa que jamás había visto.
-¿Te parece si hacemos una nueva promesa? Yo te dejaré seguir siendo una chica a cambio de que seas mi obediente muñeca, en el momento que me decepciones, simplemente te volveré mitad chico y mitad chica para arrojarte a la calle. Puedes prometer ser mi muñeca y correr el riesgo de arruinar tu vida una vez más, o rendirte de una vez por todas y volver a ser chico en cuanto lleguemos a casa-
    Otra promesa... su idea es con otra promesa... si me detengo a pensarlo ya he arruinado dos promesas con mi novia por mis estúpidas dudas y excusas, y aún así me está dando una oportunidad más. Creo que en cualquier otro momento hubiera celebrado lo idiota e ingenua que es al darme otra oportunidad, pero en estos momentos, por alguna razón solo puedo sentirme agradecida y determinada al tomar mi decisión.
-Cariño... por favor, permite que sea una chica. Prometo ser tu obediente muñeca y cumplir hasta el más pequeño capricho que mi ama pueda tener-
    La sonrisa en el rostro de mi novia se expandió ante mi descarada petición. Su mano que sujetaba mi barbilla, ahora acariciaba con cariño mi mejilla, mostrando lo satisfecha que ella estaba ante los repentinos acontecimientos.
-Eso fue rápido más rápido de lo que pensé, me gusta. Veamos si esta promesa realmente la cumples, de lo contrario, no tendré problemas en hacer que te arrepientas para siempre por fallarme una vez más, Jeanne-
    Su cálida mano pasó de mi mejilla hasta mi cabeza, dando unas palmaditas en mi cabello y sacudiendo el mismo como si fuera su mascota. O más bien, como primeros pasos ante mi nueva vida como su mascota, algo que felizmente podía aceptar.
-¿En serio? Pongamos a prueba tu compromiso solo para estar seguras: ponte en 4 y camina así hasta la casa, perra tonta-
    Aquella orden me sorprendió un momento, dejando en claro que mi novia no me dejaría las cosas tan fácil en está ocasión, ella no solo pondría a prueba mi compromiso, también se divertiría pasando por encima de mí cada que tuviera oportunidad, algo lo cual estaba más que dispuesta en aceptar.
    En el momento que superé la sorpresa inicia, yo asentí con vergüenza, poniendo mis manos y rodillas en el suelo, dejando al aire mis pechos, sintiendo mi largo cabello por todos lados e incluso tapando un poco mis ojos por culpa del mismo, levantando la mirada para ver desde abajo a mi novia, quien se veía más que satisfecha por mi pronta respuesta.
-Nada mal, Jeanne. Aunque solo vamos comenzando-
    Tras decir eso, mi novia puso sobre mi espalda el maletín con cosas pervertidas que antes estábamos usando, eran un par de kilos extra que no pasaban desapercibidos para mi pequeño y femenino cuerpo, pero que no me detendrían de cumplir con mi objetivo.
-Además de una buena perra, puede que también seas una buena mula de carga, Jeanne. Por ahora date prisa que muero por descansar, en cuanto lleguemos a la casa te daré algo de ropa y podremos descansar y cuando despertemos, podré poner reglas sobre cómo será nuestra nueva vida, ¿Quedó todo claro?-
-Sí, ama-
    Sin rastro de duda o vacilación en mi voz, entregue todo de mi a mi novia que me recompensó con una caricia en mi cabello antes de comenzar a caminar detrás de ella, con una perspectiva tan cerca del suelo a la que me tendría que acostumbrar y con el peso de cargar las pertenencias de mi ama con las cuales me dejaba disfrutar un poco del placer que solo una mujer puede conocer.
    Con la vergüenza y emoción creciendo en mi interior, caminaba detrás de mi ama, ansiosa por comenzar está nueva vida en la que daría lo mejor de mi para nunca fallar a nuestra promesa.
Créditos a quien correspondan.

martes, 3 de diciembre de 2024

Mi vida como... maestra sustituta

    Cuando mi hermana enfermó gravemente y me pidió que tomara su lugar dando clases en su universidad me pareció una locura, sobre todo la parte donde yo me convertiría en ella usando una especie de pendientes que al ponerme cambiarían mi sexo y me transformarían en una copia idéntica de ella. En el momento que ella me dijo su idea no creí en absoluto en ella, parecía una tontería, no había forma de que eso fuera posible, pero después de mirarme al espejo tras ponerme los pendientes, no había parte de mi cuerpo que no fuera completamente idéntico al cuerpo de mi hermana; ahora tenía el mismo largo cabello negro azabache, con las mismas facciones que ella, igualando su altura y hasta me pude percatar que tengo el mismo lunar que ella tiene en el trasero; me veía como una copia viviente de mi hermana, por no mencionar que también tenía muchas de sus habilidades; caminar en tacones, maquillarme y sus dotes como maestra eran algunas de las cosas que noté al poco tiempo de haberme convertido de pies a cabeza en mi hermana.
    A pesar de todos estos asombrosos beneficios, había una extraña sensación en mi cuerpo, como si hubiera algo malo o no me diera cuenta de algo importante después de convertirme en mi hermana. Sin embargo, pensé que solo eran imaginaciones mías que no podía controlar, y que lo mejor en ese caso sería ignorar esos pensamientos para no afectar mi "trabajo" como maestra en la universidad.
    Así que una vez acepté que los pendientes me transformaron en una copia idéntica de mi hermana, me puse la ropa que ella eligió; ropa interior sencilla pero vergonzosas, pantimedias negras, una falda ajustada y un saco del mismo color, junto con una blusa blanca, tacones oscuros y un repuesto de sus anteojos que ahora necesito para ver a la perfección. Incluso una desventaja como la mala visión de mi hermana fue copiada por los pendientes, y en consecuencia debía usar los lentes con la misma graduación que utiliza mi hermana.
    Después de vestirme y tener el visto bueno de mi hermana con mi apariencia, estaba listo para ir a la escuela e impartir las clases del día, notando una vez más lo natural que parecía todo esto para mí. Aunque al entrar a la universidad me sentí nervioso de que alguien descubriera que soy un impostor, eso nunca sucedió, pasando inadvertida por muchos estudiantes y recibiendo saludos de mis alumnos y otros profesores mientras caminaba hacía mi salón de clases. Mi cuerpo actuaba natural, casi por si solo, así que todo lo que tuve que hacer yo era seguir la corriente lo mejor posible para dar clases a unos jóvenes universitarios que son mucho más tranquilos de lo que podía haber imaginado, la mayoría prestaba atención a la clase y aunque podía escuchar a algunos hablar entre ellos o hablar sobre mí, preferí dejarlo pasar para evitar algún escándalo durante la lección.
    No es que me hiciera feliz, pero sé lo bella que es mi hermana y no me sorprendió que algunos de sus estudiantes murmuraran sobre ella y como desearían tener una oportunidad con ella. Sin embargo, lo que realmente me sorprendió es que estas intenciones no venían solo de los estudiantes masculinos, también había una joven en los primeros lugares del salón de clases quien en silencio no paraba de mirarme, en más de un momento parecía que estaba fantaseando y su mirada no era tan discreta como ella imaginaba, cada que yo me daba la espalda para escribir algo o pasaba de un lado a otro en el salón, podía sentir su intensa mirada sobre mi hasta volver a girar, momento donde ella se agachaba y fingía escribir algo en su libreta.
    Sabía que no debía hacer una escena, no tenía que montar un escandalo ni avergonzarla frente a la clase, pero a pesar de todos esos pensamientos, no me pude resistir a pedirle un momento a solas cuando terminó la última clase.
-Señorita Aiko Haruki-san ¿Podría explicarme a qué se debe su atención en mí, señorita? Si tiene un consejo para que pueda mejorar mi clase mejore estoy dispuesta a escucharlo. En especial si su consejo evita que este tan distraída como hoy lo estuvo usted durante todo el día-
    Mis palabras firmes pero amables sonaban como un sermón típico de mi hermana, cruzándome de brazos a una corta distancia de la estudiante que parecía cada vez más nerviosa y sonrojada por mi sola presencia.
-Lo siento mucho, Akeno-sensei. Tal vez estaba un poco distraída, pero intentaba prestar atención a la clase-
    Al escuchar esas palabras negué con la cabeza, viendo por completo a través de la mentira de ella y llamando de forma cuidadosa su atención una vez más.
-Disculpe, señorita. Considero que usted no estaba prestando atención a mi clase, me estaba prestando atención a mí, ¿Estoy en lo cierto?-
    Cuando dije esa pregunta, Aiko se sonrojó todavía más, agachando la cabeza y evadiendo mi mirada como si su vida dependiera de ello.
-De verdad lo siento, Akeno-sensei...¿Es que que?-
    Su voz temblaba, sujetaba sus manos como si estuviera rezando y evitaba aún más hacer un contacto visual. La chica se veía linda, pero sin duda se veía muy avergonzada, mucho más de lo que podía esperar, pensé que solo estaba nerviosa como cualquier alumno con temor a ser reprendido por su maestro, pero la reacción de Aiko era difícil de ignorar, parecía que saldría corriendo o se pondría a llorar en cualquier momento lo cual me preocupó.
-Esta bien, Haruki-san. No estoy molesta con usted, solo intente prestar más atención en la próxima clase, ¿de acuerdo? Es todo lo que quería decir, ya se puede retirar-
    Solo quería saber que sucedía con ella, no quería hacerla pasar un mal rato y mucho menos meter en problemas a mi hermana con una de sus alumnas. Lo mejor que pude pensar fue en una retirada para evadir el conflicto y ahora sí hacer como si nada hubiera pasado, yo estaba lista para retirarme, dándole la espalda a la chica para salir del salón de clases, cuando un fuerte agarre en mi muñeca me detuvo y me hizo girar para ver la cara de la estudiante.
-¡Lo siento mucho, maestra Akeno! Y-yo... y-yo no puedo dejar de prestarle atención a usted, p-porque... p-porque... ¡porque yo estoy enamorada de usted, Akeno-sensei!-
    El cambio tan repentino en la chica me dejó sin palabras, hasta hace unos momentos parecía al borde de las lágrimas, tan pequeña e indefensa como una niña pequeña. Y a pesar de eso, ahora estaba de pie, sujetando mi mano y mirándome a la cara mientras se confesaba a mi, o mejor dicho, se confesaba a mi hermana.
    ¿Cómo había pasado esto? Mi hermana es una persona muy seria y profesional, ella nunca intentaría algo con uno de sus estudiantes, incluso si ellos coqueteaban o se confesaban, ella rechazaría a cada chico en su camino, mi hermana nunca ha tenido problemas en rechazar los sentimientos de los hombre... oh, ya veo. Eso tiene sentido.
    Mientras yo procesaba el descubrimiento que acaba de hacer sobre mi hermana, mi cuerpo ya había tomado la iniciativa, tomando por sorpresa a la estudiante y a mi que no podía controlar del todo mi cuerpo transformado.
    Mi cuerpo puso una sonrisa, acarició la mejilla de la estudiante y de forma cuidadosa pero dominante la arrastró de vuelto a su asiento de clases en frente del resto del salón. La joven parecía muy sorprendida y no sé resistían a nada de lo que estaba sucediendo, mientras que yo estaba más que sorprendido pero no podía hacer algo para detener a mi cuerpo, pues tal como había estado sucediendo durante gran parte del día, mi cuerpo se movía de una forma tan natural e instintiva, que intentar hacer algo diferente era completamente rechazado por mi cuerpo, dejándome atrapado como un espectador de lo que estaba sucediendo.
-Akeno-sensei que esta-
-No digas ni una palabra, señorita Aiko, ¿Entendido? No interrumpas a tu maestra cuando está dando clases-
    La muchacha detuvo por completo sus palabras ante la forma segura y dominante de hablar que ahora usaba mi cuerpo, el cual sujetó el apuntador de madera para el pizarrón y lo colocó cuidadosamente sobre los labios de la joven Aiko, quien con una mirada llena de sumisión, estaba nerviosa pero lista de aceptar lo que sea que pudiera pasar con su docente.
-Por desgracia, Aiko-San. No puedo corresponder tus sentimientos, no mientras seas mi alumna. Aunque tu confesión fue encantadora, tengo que decir que no... de momento-
    Yo estaba sorprendido por las palabras que salían de mi boca, la estudiante también parecía muy sorprendida y lista para responder, algo que mi cuerpo evitó al seguir sosteniendo la vara sobre sus labios y acortar la distancia entre nosotras cuando una de mis piernas se colocó sobre la silla donde Aiko estaba sentada, moviendo de forma juguetona la falda de la universitaria en completo estado de sumisión.
-Ciertamente te tengo un cariño muy especial, ¿Cómo no voy a adorar a mi estudiante estrella? Sin embargo, voy a rechazar tus sentimientos hasta que te gradúes de esta escuela, y más te vale ser de las mejores en tu generación, no quieres decepcionarme, ¿o si?
    Podía sentir el aroma de Aiko mientras mi pierna se divertía al jugar con el borde de la falda ajena de una tímida chica que aceptaba todo lo que se le hiciera.
-No solo eres inteligente, eres toda una belleza que sabe ser discreta con su cuerpo, y espero puedas ser igual discreta que tú maestra si de verdad esto es lo que quieres. Ya no eres una niña, Aiko, pero estaremos en problemas si alguien nos descubre, así que tendrás que saber guardar muy bien tus sentimientos, y este secreto, ¿Estas dispuesta a ello, Aiko-chan?-
    Después de un montón de insinuaciones de lo más directas, finalmente retiré el apuntador de madera de los labios de la chica, una que estaba aún más roja que nunca, su rubor era exagerado en estos momentos e incluso al taparse la cara no podía ocultar lo apenada que se sentía, y que aún sintiéndose de esa manera, pudo dar una respuesta inmediata a lo que mi cuerpo preguntaba.
-Lo aceptó, maestra…. sea lo que sea que usted quiera, yo lo aceptaré, maestra. Y-yo... yo de verdad la amo Akeno-sensei, no solo por ser una mujer fuerte y hermosa, también estoy muy agradecida por todas las veces que me ha ayudado y ha sido amable conmigo. Me costó mucho aceptarlo, pero una vez que me di cuenta, no puedo evitar está emoción y estoy muy feliz de finalmente decirle como me siento, Akeno-sensei. Si es lo que debo hacer para estar con usted, ¡Me esforzaré en ser la mejor de mi generación! Y una vez que terminé la universidad, volveré a confesarme y pedirle que sea mi novia para siempre, Akeno-sensei-
    Esa declaración fue aún más asombrosa y sentimental que la anterior, mi cuerpo controlado por los deseos de mi hermana también se vio sorprendido por un momento, pero solo fue por un breve momento antes de volver a sonreír y mostrarse con la misma confianza dominante que tanto encantaba a la joven Aiko.
-Y-y-yo s-seré discreta, maestra, ¡Se lo prometo! Guardaré bien mis sentimientos hasta que los pueda corresponder... y guardaré con cariño para siempre todo lo que usted quiera darme, Akeno-sensei. Soy suya, amada profesora-
    Con una mirada suplicante en su rostro, la estudiante aceptaba con amor guardar todos los secretos que su maestra tuviera para ella, lo cual hizo que mi cuerpo reaccionará una vez más para poder otorgar un momento que la estudiante pudiera recordar firmemente hasta el lejano día en que ella completará sus estudios universitarios. Si antes no podía moverme o controlar mi cuerpo, la sensación ahora era mucho peor, incluso ser un espectador era difícil puesto que de forma instintiva mi cuerpo que copiaba a mi hermana, actuó.
Créditos a quien correspondan.
    Un mes ha pasado desde que empecé mi vida como maestra sustituta y puedo decir que no he tenido ni un solo momento descanso; mi hermana ha mejorado mucho su salud pero sigue necesitando cuidados que le doy y daré alrededor de otros 6 meses más, ella prácticamente se ha perdido el año escolar por culpa de su enfermedad, pero estará mejor el próximo ciclo escolar. Hasta entonces, yo soy la maestra Akeno y no encuentro momento para descansar entre los cuidados que doy a mi hermana, la preparación de mis clases, las evaluaciones parciales y por supuesto, la entrega de calificaciones finales. Puede que estoy haya comenzado como un cambio temporal, cosa de apenas unos días, pero mi transformación se ha prolongado por mucho más tiempo y eso ha traído muchos cambios en mi vida fingida como Akeno-sensei.
    Recuerdo que los primeros días tan pronto como llegaba a casa me quitaba los pendientes y la ropa de mi hermana para volver a la normalidad, volver a ser hombre y sentirme cómodo en mi cuerpo verdadero. Sin embargo con el pasar de los días comencé a dejarme los pendientes en casa, incluso he dormido con ellos puestos, por lo que cada día me acostumbro más y más al cuerpo de mi hermana, y por ende a sus deseos. Mi hermana ha comentado algunas veces que ya parecemos gemelas viviendo en la misma casa y compartiendo la ropa, pero intento no prestarle mucho atención a esos comentarios que son más que verdaderos, desde hace días es como si solo vivieran dos mujeres en este lugar, algo que realmente no me desagrada.
    Mi día a día como maestra universitaria puede ser realmente agotador, y en casa lejos de relajarme, tengo más trabajo al cuidar de mi necesitada hermana, hay días que en cuanto llegó a la cama, caigo dormida hasta el siguiente día. Por fortuna, cuando no estoy tan agotada, tengo una forma muy buena de aliviar el estrés y relajarme en mi apretado día a día, en compañía de una persona que se ha vuelto cada vez más especial para mi.
-Me sorprende que compraras un uniforme de mi talla para usarlo después de la clase, mi adorable Aiko-chan tiene gustos peculiares, ¿no te avergüenza ser tan descarada con tu maestra?-
    Pregunté de forma juguetona para meterme un poco con ella mientras le modelaba el uniforme de la universidad que ella había comprado para mi. No pensé que a mi edad volvería a usar un uniforme escolar, menos uno de mujer, pero por tener contenta a mi linda estudiante, haría lo que fuera.
-No se burle de mi, maestra... S-solo pensé que sería muy lindo verla con el uniforme: usted es hermosa, y estoy segura de que muchos estudiantes pensarían que usted es una alumna más por lo joven y bella que es, Akeno-sensei.
-¿En serio? Yo diría que todos se darían cuenta, o al menos pensarían que me he quedado algunos años extra en la universidad-
    Respondí al tirar de su cabello para provocarla, dejándome ver como todo su cuerpo se estremecía, su rostro se sonrojaba y su mirada mostraba lo ansiosa que se sentía por compartir este momento donde la hice sentarse sobre mi regazo; sentir su piel desnuda contra la mía, nuestros muslos rozando de forma directa y nuestros pechos tan cerca los unos de los otros; todo era tan emocionante con ella, tenerla tan de cerca me encantaba, en especial cuando Aiko ponía esa expresión tan sumisa y suplicante de más del amor que yo le pudiera brindar; a su manera Aiko se volvió irresistible para mi, y aunque intento mantenerme fiel a nuestra promesa, en ocasiones es difícil que ambas podamos controlarnos.
    Aiko-chan, mi pequeña alumna estrella ha sido mi compañera leal todo este tiempo, ha cumplido su palabra y nadie sospecha nada de lo nuestro, ha vuelto a concentrarse en mi clase y sus ya buenas calificaciones están cerca de la perfección. Aiko ya era una de las mejores alumnas de la universidad, pero desde nuestro primer encuentro, no hay quien pueda competir con Aiko-chan, quien se ha coronado como la mejor estudiante de la universidad. Y como recompensa a sus arduos esfuerzos, muy de vez en cuando, tengo asesorías extras con ella donde "refuerzo" y "recompenso" toda su dedicación con cariño, con abrazos, con besos, con regalos e incluso pasando el tiempo juntas. A pesar de los deseos intensos que tenemos la una por la otra, hacemos lo posible para controlarnos en la escuela, rozando peligrosamente con romper nuestra promesa en más de una ocasión.
    Aiko es una chica buena, de corazón puro y que siempre intenta dar lo mejor, en todo este mes con ella me ha dejado claro que sus sentimientos son sinceros y que no dejará de esforzarse hasta el día en que podamos ser una pareja de manera oficial. Esa determinación me encanto, pasar el tiempo con ella es agradable, y aunque ahora soy capaz de controlar un poco mejor los deseos de mi cuerpo convertido, muchas veces decido seguir la corriente para pasar el rato con mi querida Aiko.
    Además de eso, aprendí que no debía dejarme engañar por ella, su cara es linda como muy pocas, es tímida y reservada, hacerla sonrojar es muy sencillo y claramente disfruta de ser dominada en cada ocasión. Sin embargo, su lado sumiso puede ser algo sorprendente a veces; la primera vez que le jale el cabello fue un accidente tonto de mi parte pero ella respondió con un gemido y una mirada suplicante en vez de enojarse o pedir que pare. Desde entonces me di cuenta que hay muchas cosas un poco subidas de tono que ella disfruta demasiado, por no decir que sus peticiones son apasionadas y no pueden ocultar en absoluto lo que ella desea, como ahora que me hizo vestirme de colegiala y acariciar su cuerpo mientras ella esta sobre mi regazo, provocando que me abrace con fuerzas mientras mueve sus caderas para restregar su cuerpo contra el mío, suplicando porque le hable de una manera dura para que ella ponga una expresión aún más sumisa en su cara y sea todavía más obediente de lo que ya es. Aiko es muy intensa, y eso me encanta de ella.
    Sin duda he comenzado a tener sentimientos reales por ella, ya no solo mi cuerpo la desea, yo también la quiero, y aunque tengo medio año para encontrar una solución a esto, probablemente me quede como mi hermana para hacer mi vida con Aiko. 
    Los detalles sobre el futuro no me parecen tan importantes por ahora, en estos momentos solo puedo pensar en mi linda Aiko, lo feliz que ella se ve por haber cumplido su capricho, lo emociona que esta al frotarse contra mi sentada en mi regazo y una creciente tentación de cumplir nuestra promesa un poco antes de lo previsto.
-Akeno-sensei... ¿No he sido una buena chica? Si quiere que le ruegue eso haré, pero dese prisa, por favor. No me haga esperar mucho tiempo-
    Maldición, estaba tan concentrada en mis pensamientos que Aiko ya casi llegaba a su límite, y por muy sumisa que ella sea, también dice lo que quiere, y en estos momentos me quiere a mí, pero incluso al morirse de ganar por estar conmigo, ella sabe que la maestra soy yo y quien pone las reglas soy yo. 
    Seré buena con ella, la mimaré un poco más que de costumbre, la dejaré de disfrutar verme con un uniforme idéntico al suyo y le daré una pequeña muestra del amor que siento por ella al corresponder sus deseos, dejándole en claro una vez más que todo lo que hacemos ahora no se podrá comparar al día que yo deje de ser su profesora para finalmente ser una amorosa pareja libre de restricción. Pero hasta que ese día llegué, ella tiene que dar las gracias a su maestra por todo lo que le puede dar.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 28 de noviembre de 2024

Cumpliendo una promesa

    Despertaba por la mañana con un montón de frío de pies a cabeza, con un intenso dolor en todo el cuerpo y los rayos del sol golpeando mi cara cegándome por un instante, me gustaría seguir durmiendo hasta tarde como había planeado pero nada parecía estar a mi favor; a pesar de que me movía todo se sentía muy frío y duro, buscaba mis cobijas por la cama pero no las encontraba, mi última opción era levantarme en busca de mis cobijas y cerrar la cortina para que el sol no golpeara más mi cara y así seguir durmiendo, pero apenas intente levantarme sentí un jalón que me llevó contra el suelo; el jalón me obligó a despertar por completo y darme cuenta de todo el cambio en mi cuerpo al ahora tener enormes pechos al aire y que me rebotaban, además de un largo cabello dorado que cubría mi visión. Sin embargo, las cambios que veía en mi cuerpo solo hicieron que una aterradora idea llegará a mi cabeza: una promesa por cumplir a la que nunca imaginé me tendría que enfrentar.
-No, no, no, no, ¡No! No puede ser, ¿¡Cómo me descubrió!? ¿¡Cómo lo consiguió!? No lo sé, solo sé que debo escapar de aquí-
    Viendo mi cuerpo convertido en el de una mujer y conmigo muy cerca del suelo, recordé por completo la noche anterior: ayer estaba con mi novia, vine a pasar el rato con ella y aunque mi idea era irme a casa, terminé dormido con ella. Supongo que mientras yo dormía, mi novia no desaprovecho la oportunidad de cumplir con su extraña fantasía de convertirme en una chica.
    Por si cambiar de sexo de la noche a la mañana no fuera suficientemente problemático, no pude evitar recordar que ella no me haría esto por un simple capricho, ella me había advertido, o más bien amenazado sobre transforme en mujer si hacía una estupidez. Por desgracia, la estupidez sí la hice, ¿pero como rayos fue que ella lo descubrió?
    Hace casi un año tuve la oportunidad de engañar a mi novia varias veces durante un viaje, estuve con muchas chicas hermosas y vaya que lo disfrute, incluso cuando mi novia me descubrió no puedo decir que estaba arrepentido del todo. Sin embargo, no estaba dispuesto a perder a mi novia por un simple error, y después de suplicar y dar la mejor actuación de mi vida pude convencerla para no terminar conmigo. En ese momento no pensé que fuera la gran cosa, solo una amenaza vacía o un sermón para que ella no se viera como una completa idiota al darme una nueva oportunidad, pero ahora que lo estoy viviendo, sus palabras aparecen en mi cabeza como si hubieran sido dichas hace solo un momento.
    "Yo te estoy dando otra oportunidad porque te quiero, y si la aceptas, estás prometiendo ser honesto conmigo. Si me vuelves a fallar, yo te prometo que te convertiré en mujer y te haré pagar muy caro por todo lo que me hiciste: por romper tu promesa y por engañarme dos veces" esas son las palabras exactas que mi novia me dijo hace un año, y ahora que yo he sido convertido en mujer, me doy cuenta de lo en serio que ella estaba hablando.
    Maldita sea, en ese momento solo acepté la promesa porque pensé que era una chica tonta que perdonaría cualquier cosa, pero ahora me doy cuenta de lo loca que está por haberme convertido en una mujer, y por haber descubierto mi última aventura de alguna manera.
    Sé que lo había prometido y en realidad mi relación con mi novia estaba yendo bastante bien... pero quería probar algo diferente, incluso intenté negociar con mi novia que me dejará hablar con una chica solo una vez, algo a lo que ella se negó y provocó que yo fuera con la chica a espaldas de mi novia hace algunas semanas. Y como ya había ido con esta otra chica una vez, pensé que ir un par de veces más no sería problema, solo para estar satisfecho y volver a estar feliz con mi novia para siempre.
    Mientras recordaba todo lo que había pasado con mi novia, intentaba quitarme el collar con correa que seguro ella me colocó cuando yo dormía. Por si tener un collar digno de una mascota fuera poco, mi novia también ató los pies a su cama, por eso al intentar levantarme me caí, y sin importar mis esfuerzos en quitar los nudos, el progreso era demasiado lento. De verdad que me esforcé en quitar los nudos, tirando, jalando hasta intenté morderlos para quitarlos más rápido, pero todos esos métodos fueron inútiles, quedando a merced de mi novia cuando entró a la habitación.
-Veo que ya despertaste, y con muchas energías, Jeanne. Te ves tan hermosa-
    Oí decir a mi novia al abrir la puerta y verme desde arriba con una sádica expresión en la cara. Quizás era porque yo estaba tirado a lado de la cama, pero cuando mi novia entró se veía enorme, era más alta que yo, y su presencia era imposible de ignorar, haciéndome sentir aún más pequeño a mi que intentaba ocultar con vergüenza las nuevas partes íntimas de mi cuerpo usando los brazos.
-C-c-cariño, yo-
-¿En serio tienes el descaro de decirme así, imbécil? Ya veo porque te interesaba tanto ese "juego", sin duda te queda ser una perra-
    Ella ni siquiera me dejó hablar, estaba completamente furiosa y no tenía duda de que sabía la verdad, aun si ella no lo había dicho, era una situación que me lo daba a entender y mis oportunidad de escapar parecían cada vez más escazas.
-Bien, creo que ya sabemos porque estas así. Si no hubieras roto tu promesa, yo no tendría que estar cumpliendo la mía-
-¿¡Cuando rompí la promesa!? Todo debe ser un error o malentendido, solo quítame la correa y hablemos, ¿Si? No hace falta que me conviertas en hombre todavía-
    Al negar los hechos ni siquiera yo podía creer por completo mis palabras, ¿pero que más podía hacer? No estaba dispuesto a aceptar un castigo injustificado, por lo que no tenía más remedio que intentar mentir o convencer a mi novia de que ella estaba exagerando.
-¿Quieres que te quite la misma correa que le pusiste a esa chica? Puede que no la veas, pero es la misma, ella me la dio, lo único que yo hice fue modificarla para que no te la quites y ponerle una plaquita con tu nombre: Jeanne-
-P-pero yo me llamo...-
-Jeanne, te llamas Jeanne. Tu otro nombre y vida quedaron en el pasado cuando volviste a fallarme. Algo me decía que no te diera otra oportunidad pero quería creer en ti, confiaba en ti, y me decepcionaste, otra vez-
    Era difícil decir algo o argumenta para librarme de este problema, mi novia interrumpía mis palabras en cada ocasión y por lo que ella decía, mi novia ya había conocido a la otra chica, por lo que hablar demasiado solo haría que mi castigo fuera mucho peor.
-Perdón-
    Dije en voz baja y agachando la cabeza, después de pensarlo por minutos, no había mejor elección. Si no había palabras suficientes para hacerla creer que es un malentendido, solo me restaba intentar ganarme su piedad como la última vez para volver a la normalidad.
-¿Me engañaste dos veces y eso es lo que vas a decir? Como sea, no esperaba nada de un mentiroso y una disculpa no cambia las cosas, ni cambiará el hecho de que yo sí cumpla mi promesa-
    Con eso dicho pudo ver como mi novia buscaba algo fuera de mi vista, oculto del otro lado de la puerta y que posteriormente puso frente a sus pies. Ella tenía consigo un maletín oscuro que al abrirlo reveló todo su contenido para juegos de adultos, enfocado especialmente en juguetes para las chicas, ella se dio el placer de tomar algunas de esas cosas pervertidas, mirarlas con detenimiento y luego hablar conmigo.
-Me pregunto ¿Cómo se usará todo esto?, algunas pocas cosas las he visto y aún más pocas cosas he utilizado, sabes que no me gustan las cosas rudas pero a ti sí, ¿verdad, cariño? Así que compré todas estas recomendaciones y cosas que tú querías probar conmigo, para que ahora tú y yo las probemos en tu nuevo cuerpo, señorita. Así que, ¿Con cuál te gustaría empezar?-
    En ese maletín había de todo, la mirada de mi novia era una más que maliciosa, disfrutando de la mera idea de humillarme con todos esos juguetes que definitivamente yo quería utilizar, pero no en mi propio cuerpo. 
    El pánico comenzaba a apoderarse de mí, me costaba creer que mi novia en serio llegaría tan lejos por un pequeño error, y antes de que pudiera decir cualquier cosa para evitar este injusto castigo, mi novia volvió a tomar la iniciativa.
-¿No puedes elegir? Entonces lo haré yo. Empezaremos con esto, aquí están las orejas y ya tienes puesto el collar, así que solo falta ponerle la cola a la perra. Tú sabes muy bien donde va-
    Del maletín sacó todo lo que había usado para engañarla con esa otra chica. El atuendo era idéntico al que le puse a la otra chica, y de verdad quiero creer que solo es parecido y que no es el mismo que utilizó la otra chica cuando pasamos la noche haciendo ese juego de rol pervertido, solo que entre más tiempo lo miro, más humillado me siento y la incertidumbre se vuelve aún más grande, haciéndome rogar porque yo ni utilicé el mismo atuendo pervertido que usó la chica con quien engañe a mi pareja.
-No... No lo hagas...por favor-
    Suplique una vez más, que tal como las veces anterior, no conmovió a mi novia ni le quitó su maliciosa sonrisa del rostro.
-Puedo y lo haré, una promesa es una promesa, y como te dije, yo sí cumplo mis promesas. No obstante, no lo haremos aquí, no pienso ensuciar mi habitación contigo nunca más. Iremos a un motel que hay varias calles abajo, ese que ya conoces tan bien-
    Cada que mi novia tenía ocasión me golpeaba con insultos y sobre todo con hechos de los que no podía defenderme, puesto que ese motel que mencionaba era el motel donde había estado pasando el rato con la chica de mi aventura. Creí que era pequeño y discreto, ni siquiera es la primera opción en la ciudad, pero de alguna forma mi novia lo descubrió y hará de ese pequeño paraíso mío un sitio donde castigarme.
    Sin más que decir ella empezó a guardar todos los juguetes y prendas eróticas en su maletín, tomando todo lo necesario para llevarme al motel. Cuando ella preparó sus cosas, se acercó a la correa para desatarla, pensé que ese era el mejor momento para escapar, el único intento que tendría para huir, era mi última oportunidad, y aún así, simplemente me quede quieto en el suelo viendo como ella tomaba mi correa para arrastrarme consigo.
-Espera, ¿Piensas llevarme desnuda hasta el motel?-
    Le pregunté con timidez aún en el suelo.
-Por supuesto, y más te vale que camines o jalare de tu correa las veces que sea necesario-
-¿Y si alguien nos ve?-
-A mi me da igual que te vean. Y si es la policía simplemente te dejaré atrás o algo así, no podrás hacer nada, dudo que la policía crea que una chica sin historial como yo fui capaz de volver mujer a un hombre y dominarlo como a una perra para ir al motel. Suena ridículo, ¿No lo crees? Apuesto que sí dices eso, a quien llevarán presa es a ti, y no creo que en la prisión te traten mejor que como yo lo pienso hacer-
    Por muy horrible e irreal que fuera así era la situación, ahora que mi novia lo decía, incluso si escapaba de alguna manera, nadie creería en mi, pensarían que soy una mujer loca y si debo elegir entre la cárcel, el manicomio y mi vengativa novia... Es difícil decidir cual de todas es la opción menos mala para mi.
    ¿Alguien podría ayudarme? No tengo forma de comprobar mi identidad, no tengo nada de valor más allá de mi cuerpo, si pido ayuda ¿Qué me garantiza que van a ayudarme y no ser más maliciosos que mi novia? Entre más pienso en las posibilidades peor me siento, y me hace sentir que solo tengo una manera para seguir adelante, incluso si es en pésimas condiciones.
-¿Vas a seguir perdiendo el tiempo, perra tonta? Ya date prisa, toma el maletín y camina, Jeanne. Si no lo haces, te pondré tu cola y orejas ahora mismo para que sufras un poco más al caminar-
    Esa terrible amenaza me hizo reaccionar, tener una cola en el trasero con la cual caminar era una experiencia que me quería evitar, así que me puse de pie, tomé el maletín con ambas manos y lo sujete contra mis pechos para intentar ocultar un poco la desnudez en mi cuerpo mientras mi novia en silencio caminaba varios pasos por delante de mi, tal como una dueña que lleva de paseo a su mascota.
    Al estar en está situación, convertido en mujer y a merced de mi novia, no puedo dejar de creer que es un castigo excesivo para el pequeño error que yo cometí, tanto al engañarla como al romper nuestra promesa. Ya aprendí la lección, no debería romper una promesa, no hace falta que ella cumpla la suya para que yo entienda mi error. Sin embargo, no importa lo que diga, lo que piense o como me sienta, la única realidad aquí y ahora es que estoy desnuda, sujetando un enorme maletín con cosas pervertidas para ir a un motel, donde mi novia hará todo lo posible con mi nuevo cuerpo de mujer para que nunca me olvidé de lo importante que es cumplir una promesa.
Créditos a quien correspondan.

viernes, 27 de octubre de 2023

Mi deber

-¿Dónde estoy? Mi voz…no es la misma, es diferente, mucho más femenina y tranquila pero no lo entiendo ¿Por qué? Tampoco puedo ver nada, todo esto es muy raro-
Me repetí a mí mismo una vez que reaccione o desperté, no estoy seguro de que fue, pero fue como volver en mí; tal como si despertara de un largo letargo, con una enorme diferencia sobre todo lo que conocía y había experimentado hasta ahora.
Mi voz era completamente femenina, no había duda de que había cambiado pero eso no era todo, tenía algo en los ojos que me imposibilitaba ver cualquier cosa, dejándome en completa oscuridad; intenté removerlo de mis ojos pero sin importar con cuánta fuerza lo intentará, esta cosa simplemente no salía dejándome en la lúgubre oscuridad. 
-¿Qué es esto? ¿Tengo senos? Mi cintura es delgada, mis piernas son anchas, puedo sentir un hueco entre las piernas así que debo estar usando una falda larga y la ropa interior, no estoy seguro de si llamarla moderna o atrevida pero sí puedo llamarla cómoda-
Exploraba mi aspecto con mis manos que poseían una sensibilidad asombrosa, detectando de que materiales eran las telas y cuanta grasa, sangre y esencia mágica recorría mi cuerpo justo por donde mis manos tocaban. 
-Espera ¿Cómo que esencia mágica? ¿Por qué puedo sentir la magia? Ni siquiera creía que de verdad existiera la magia-
Intenté moverme, dando con mucho cuidado un paso para oír como se movía mi tacón de 9 cm.
-¿De verdad? Puedo oír con un detalle sobrehumano, me concentrare otro poco-
Me repetí para darle más atención a mis oídos que en cuestión de segundos pudieron escuchar pasos de una mujer acercándose, ella bajaba con cuidado las escaleras y arrastrando la cola de su vestido tras de ella; me parecía sorprendente no solo escuchar a esa mujer acercarse, incluso la tela arrastrándose era capaz de oír como se movía por el suelo.
-Esa mujer…¿ Es mi captora? Puede ser, no escucho nada más en los kilómetros alrededor, estamos en un lugar olvidado por la humanidad... ella ya viene, puedo sentir su poder mágico-
Y de nuevo con la magia, no podía ser verdad pero mi cuerpo parecía reaccionar a esa cosa intangible que conocemos como magia, mi propio cuerpo tiene un poco de eso pero esa mujer que se acerca tiene más poder que sangre en su cuerpo, debería asustarme pero no tengo temor por alguna razón y por mucho que quisiera correr, sin mis ojos en un lugar desconocido no creo llegar muy lejos antes de lastimarme. 
-Veo que has despertado, mi oráculo. De rodillas ante tu señora-
Sin poder hacer algo al respecto, mi cuerpo cayó al suelo y agachó la cabeza al oír a la mujer hablarme. 
-¿Yo soy un oráculo? Siento que acabo de despertar en un cuerpo diferente y no entiendo nada de lo que ocurre ¿Quién soy yo? ¿Y quién eres tú?-
Pregunté aún en el suelo buscando el rostro de esa mujer poderosa y mágica, levantando la cabeza con torpeza pero con una buena idea de a qué altura estaba el rostro de con quien hablaba por el sonido de su voz. 
-Eres mi oráculo, te cree con un deber muy particular que ahora te voy a explicar: Hace algún tiempo realice un hechizo que salió mal y me dejó como esta joven mujer, desde entonces me había dedicado plenamente a restaurar mi poder pero me di cuenta que parte de mi poder está dispersa por el mundo de los humanos, creando brujas y hechiceras por mi fracaso-
-¿Yo soy uno de esos fracasos?-
Pregunté con una abrupta respuesta por ello. 
-No y no me vuelvas a interrumpirme, muñeca, eres desechable y puedo crear otra mejor que tú, también recuerda hablarme con respeto por tu propio bien ¿Entendido?-
-Entendido, perdóneme-
Respondí tras unos segundos de silencio, como forma de asegurar que no la volvería a interrumpir, algo que pareció ser del total agrado de mi señora.
-Vaya, entiendes rápido para solo ser una muñeca, eso me gusta-
Añadió sonriendo y dando una caricia en mi largo cabello trenzado antes de seguir con su diálogo. 
-Como decía, estos fracasos volvieron brujas a humanos lo cual no me importaría lo que sea que hicieran pero ellos se quedaron con mi poder el cual planeó recuperar, aquí es donde entras tú así que pon atención-
Asentí como respuesta para no interrumpir a la mujer que una vez más sonrió, puedo saberlo al oír sus músculos faciales moverse. 
-Te cree con algo de mi magia, usando un alma mortal que robe hace mucho tiempo y un recipiente físico que soportará la magia que te di, ya te diste cuenta de que puedes oír muy bien y sentir la magia ¿No es así?-
Una vez más respondí moviendo mi cabeza para hacerle saber a esta mujer que la escuchó con atención. 
-No tienes prohibido hablar, solo no me interrumpas, lo detesto pero bien, decirte "muñeca" no era un cumplido por tu aspecto físico sino que literalmente eres como una muñeca con un alma humana atrapada dentro-
-Eso explica por qué me siento tan diferente, esta extraña sensación que no puedo definir y que me dejó pensando en algo: si ahora me siento de está manera al tener un cuerpo de mujer, ¿Puede que mi alma fuera la de un hombre? ¿Eso es posible? ¿Podría decirme algo al respecto?-
Su respuesta fue detallada pero des ilusoria.
-De eso no tengo idea, tú alma la capture hace siglos y no es que fueras mi prioridad como para recordarte. Pero ahora que te traje a la vida y te di algo de mi poder tienes una única función, un único deber-
-¿Cuál es mi deber?-
-Encontrar a esas personas que se robaron mi magia, tienes la capacidad de ser una vidente perfecta para encontrar a todos y todas los que tengan algo de mi poder, tú me dirás dónde encontrarlos para ir tras ellos, además que una sirvienta que me haga compañía no estaría mal después de siglos de soledad-
-No tengo problema en hacerle compañía pero no entiendo eso de ser una vidente ¿Cómo puedo ver el futuro si tengo los ojos cerrados por lo que tengo en mi rostro?-
-Tonta muñeca, eso que llevas precisamente es para que veas al futuro, concentra tu magia, ya la has concentrado en tus oídos, ahora hazlo en tus ojos y notarás la diferencia-
Seguí las instrucciones de la bruja, intentando llevar mi poder mágico hacia mis ojos consiguiendo ver un montón de brujas poderosas a lo largo del mundo, más jóvenes o viejas, vulgares o discretas, puedo verlas a todas a la perfección y como atraparlas con el menor esfuerzo. 
-Lo veo, he encontrado a cada una de las personas que busca, estoy seguro…estoy segura de que puedo guiarla hasta ellas-
-Excelente, sabía que no me fallarías así que andando-
La joven bruja estaba lista para irse de donde estábamos pero en un tímido intento de saber más de todo me atreví a hablarle.
-Espere un momento, por favor ¿Puedo hacer unas preguntas antes de irnos?-
-Has sido una buena vidente así que adelante ¿Qué quieres saber?-
Dijo dando media vuelta de nuevo en mi dirección y lanzando su larga cabellera lejos de su rostro, por detrás de su espalda.
-Mi vida pasada supongo que terminó hace mucho pero ¿Qué pasara conmigo una vez cumpla mi deber? Dijo que soy una muñeca con el propósito de servirle pero una vez que lo haga ¿Qué me pasará?-
La hechicera sonrío, dándome la mano para levantarme del suelo antes de responder. 
-Te desechare, ya no me servirás, así que te quitaré el poder mágico y esa cosa de los ojos para recuperar mi poder pero eso no implica que te mataré; si haces un buen trabajo te dejaré libre y con vida para hacer lo que quieras, inclusive si quieres seguirme sirviendo lo dejaré pero para que cumplas tu deber aun hace falta mucho tiempo y esfuerzo-
-Entiendo eso, no la decepcionare. Y por último ¿Cómo deberé llamarle? Entiendo que me debo referir como "usted" pero ¿Tiene algún nombre que pueda saber?-
Una mueca arrogante se presentó en la mujer que sujeto mi mano para salir del castillo donde estábamos, esa arrogante y poderosa mujer, esa inigualable hechicera a la que serviré solo me respondió. 
-Blair, llámame Blair pero una vez termine mi búsqueda me llamaran Vlad, el hechicero supremo-
Créditos a: @iwbitu