-Mari, ven aquí. Déjame apreciarte tal como eres-
-Sí-
Respondí sin dudarlo a la voz de mi patrón, quien desde la habitación del hotel me llamaba para estar con él. Me sentía un poco nerviosa, era raro verme y vestir de esta forma pero también me sentía linda, pero sobre todo mi patrón lo ordenaba y como su sirvienta tenía el deber de obedecerle sin importar nada más.
-Listo, patrón...¿Qué tal me queda? ¿Es de su agrado?-
Movía mis manos y piernas nerviosa al estar así frente a él, usando una pieza muy peculiar de lencería; las bragas y el sostén eran negros pero una tela oscura y semi transparente conectaba toda mi lencería haciéndola de una sola pieza. Era un body un poco ajustada pero lindo, al patrón le gustó y por eso lo usaba frente a él, esperando su veredicto de como es que me veía.
-Me gusta-
-¿Le gusta? ¿En serio, patrón? Gracias, aunque pienso que se podría ver mucho mejor...apenas llevo un par de días desde que me convertí en mujer, me gustaría tener pechos más grandes que ofrecerle, o unas mejores caderas, también un cabello más largo. Aún si soy una mujer ahora, no dejo de sentirme como un chico con este aspecto tan poco femenino-
-Mari, basta-
-De acuerdo-
Me había dejado llevar al decir mis inseguridades al amo, quien se acercó a mí para acariciar mi mejilla y dar un suave beso en los labios, esas cosas me tranquilizaba pero oír sus dulces palabras fue ir todavía más allá.
-No tienes porque preocuparte o sentirte insegura, tú eres hermosa así como estas, ya no eres ese ladrón que quiso robar en mi propiedad-
Cierto, debería estar más agradecida por ello y aunque se lo quería decir al patrón, me pareció terriblemente descortés interrumpir sus bellas y cálidas palabras.
-Has cambiado para bien. Cuando te descubrí y atrape fuiste grosera conmigo, por no decir agresiva, pero te di oportunidad de mejorar tu vida. Aún recuerdo lo molesto que estabas al darte bragas, sostén y vestido para que limpiaras la casa, fue muy divertido ver como tenías una erección por la tela de las bragas pero con el pasar de los días te fuiste acostumbrando a todo ello; te volviste más gentil, comprensible, amable, y después de un largo entrenamiento pude ponerte ese tatuaje-
Cuando dijo eso, mi patrón y yo dirigimos la mirada hacia mí tatuaje, una hermosa rosa negra por encima de la cintura. Ese tatuaje era un tatuaje Tg capaz de cambiar el sexo o apariencia de la persona que lo porte.
Fue exactamente hace 3 días que el amo me lo colocó y desde entonces mi cuerpo está cambiando de a poco en poco: el primer cambio fue el más evidente al cambiar mi pene por una vagina, también mi voz cambió y todo mi vello desapareció, ayer los pechos empezaron a crecer aunque apenas y se notan, al igual que mi cintura, cambió un poco. Creo que no hay tantos cambios evidentes, cuando era chico era muy afeminado, y ahora que soy una chica, sigo teniendo rasgos que me recuerdan a cuando era chico, eso me daba nervios e inseguridades pensando que nunca sería una mujer bonita, mucho menos la mujer apropiada para el patrón. No obstante, él me pidió ponerme la lencería y a su manera me está calmando todas esas inseguridades.
-No te preocupes tanto, amor. El tatuaje funciona a su tiempo pero no tengas dudas de que seas como seas, serás la mujer perfecta para mí. ¿Quién te dijo que esperaba grandes pechos en ti? ¿O una enorme cabellera? Nada de eso me importa, si te quedas así serás una mujer perfecta, al igual que si tu cuerpo cambia para ser más femenino, o incluso si volvieras a ser hombre, pase lo que pase serás la mujer más perfecta y hermosa para mí-
Un beso del patrón invadía mis labios mientras sus manos acariciaban todo mi cuerpo, se sentía de maravilla, en especial como a cada segundo que pasaba con él, todos mis temores desaparecían.
-Usted siempre sabe que responder, patrón. Por eso es que lo amo, permítame seguir sirviéndole por el resto de mi vida-
-Solo bajo una condición-
-¿Cuál condición, patrón?-
-Que dejes de llamarme "patrón" llámame "esposo" o "cariño" porque quiero que seas mi esposa, solo así pasaremos el resto de nuestras vidas juntos, ¿Aceptas?-
-Estaba más roja y nerviosa que nunca pero actúe sin ninguna duda, alejándome un par de pasos para que mi patrón me viera de pies a cabeza al decir mi respuesta con una sonrisa penosa.
-Solo no se moleste cuando me equivoque al decirle "patrón" me gusta mucho decirlo pero haré el esfuerzo para estar siempre contigo y cumplir tus deseos, "Cariño". Yo aceptó tu propuesta, también puedes llamarme por un apodo pero preferiría que uses el nombre que me diste, Mari, ese es el valioso nombre que le dejaste a tu esposa y el cual voy a atesorar por el resto de mi vida junto a ti-
Créditos a quien correspondan. |
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