-No, no puede ser, deben estar jugando conmigo, tiene que tratarse de una maldita broma, ¿Verdad?-
Se decía Jorge frente al espejo, dándose cuenta que había cambiado por completo en cuestión de unas horas.
La noche anterior había logrado llevar a Sofía hasta su cama, y ahora al despertar su cuerpo alto y musculoso había desaparecido de la habitación. En la habitación solo se encontraba Sofía, una mujer rubia con enormes pechos y una sexy lencería rosada que volvería loco a Jorge durante la noche cuando la vio, y que ahora lo volvían aún más loco por ser el mismo quien vestía tan sexy y revelador atuendo.
-Se ve tan lindo pero es un fastidio sentir como se mete entre mis nalgas la tanga, y sus pechos, joder, aun con el sostén se sienten tan pesados, ¿Cómo puede soportarlo?-
Jorge empezó a jugar con sus pechos, levantándolos para dejarlos caer, al igual que trataba de estirar la tanga para que no se ajustará tanto a su culo, logrando todo lo contrario, ya que cada intento de estirarla solo provocaba que azotara con fuerzas hacia sus nalgas. Estaba tan inmerso en su sexualidad, que simplemente ignoró algo muy importante justo frente a sus ojos.
-¿Cómo pude terminar de esta forma? ¿Siquiera es esto posible? Parece que estoy soñando pero ¿Por qué demonios soñaría esto? No tiene sentido-
Para Jorge por supuesto que no tenía sentido, en resumen se había ido ir a dormir tras algo de sexo, y despertó en el cuerpo de la chica con quien tuvo sexo. Por otra parte, para Sofía tenía todo el sentido del mundo lo que ocurrió, o más bien, lo que ella provocó.
Sofía estaba cansada de ser mujer y de su cuerpo, quería dejarlo todo atrás y empezar una nueva vida, por lo que robar la vida del ingenuo Jorge fue muy sencillo.
Solo tuvo que acostarse con él y una vez que se quedó dormido, le colocó ese medallón zulú en el cuello para intercambiar de cuerpos permanente; para que el intercambio se cumpliera sólo debía ponerle el medallón a la otra persona, y para hacerlo permanente necesitaba un poco de semen, Sofía cambió un poco el orden de los eventos pero esperaba no alterar el resultado. Y aún si lo hacía, Jorge primero tenía que encontrar su propio cuerpo, solo Sofía puede retirar el medallón para revertir sus efectos de lo contrario Jorge seguirá atrapado en el cuerpo de la rubia.
-Ahora que la veo con sus propios ojos, está mujer es realmente ardiente...pero no me siento como ayer. De hecho me emociona más pensar en mi propio cuerpo y como ayer me...¡NO! Yo no soy gay como para querer estar con un hombre, menos con mi propio cuerpo, ¡mi cuerpo! Debo recuperarlo...¿Pero cómo? Debe haber una forma de volver a mi cuerpo, no quiero ser esta mujer...aunque no pierdo nada por verla un poco, quizás si me exploró frente al espejo y recuerdo cuanto me gustan las mujeres, esas estúpidas ideas que tuve con un hombre puedan desaparecer-
Por un momento Jorge tomo la tanga para quitársela, deteniéndose de golpe al tener un dilema.
-¿En serio debería hacerlo? ¿Qué tal si no es un sueño? Debería hacer algo para volver a la normalidad y no perder el tiempo masturbándome como una mujer...Tengo el presentimiento que no debería hacerlo-
Ese presentimiento hubiera sido muy bueno hace varias horas, Sofía en el cuerpo del joven se habían marchado hace mucho, Jorge no tenía ni idea pero encontrarlo no sería posible, y puede o no, que ese medallón le influyera para no ir en búsqueda de su cuerpo y en su lugar se quedara conociendo su nuevo cuerpo para que así no importara si Sofía cambió o no el orden de los pasos para usar el medallón, ya que el propio Jorge al masturbarse encontraría aunque sea una gota de semen para volver su cambio permanente, si es que no lo hizo desde antes de que despertará.
-Bueno...no creo que hacerlo me tome mucho tiempo, como hombre no necesitaba mucho tiempo para masturbarme, ¿Qué tanto me puede llevar hacerlo como mujer? Apenas termine de hacerlo, iré a buscar a mi verdadero cuerpo pero por ahora...-
Así y sin saberlo, Jorge estaba aceptando su nueva vida, y que nunca más volvería a su antiguo cuerpo de hombre, a partir de ahora en adelante, su vida es la de la hermosa y sensual Sofía.
Me gusto!!
ResponderBorrarGracias por comentar, 222. Me alegra que le guste la historia.
Borrar-Nero.