Mike y Minerva son una joven pareja de novios que disfrutan mucho de su tiempo juntos, aún más si se trata de la intimidad, en la cual disfrutan de hacer diversas cosas en la cama; BDSM, pet-play, juegos de rol, ropas y más.
Así fue como poco a poco fueron perdiendo el interés al no tener cosas nuevas que hacer hasta llegar a sentirse estancados, su última opción fue una bastante peculiar, tal parecía que había un conjuro que podía hacerles cambiar de cuerpo entre ellos por algunas horas. Ambos dudaban de que tal cosa pudiera ser verdad pero sin nada mejor que probar, hicieron el conjuro al pie de la letra para que en cuestión de minutos pudieran darse cuenta como habían dejado su propio cuerpo en cuidado de su pareja.
Mike en el cuerpo de Miverva no lo podía creer pero aún así empezaba a tocarse con el fin de explorar cada rincón del cuerpo de novia desde una nueva vista.
-Vaya, no creí que de verdad iba a funcionar pero me alegra, ahora tendremos algo que hacer esta noche ¿O que opinas?-
-Yo estoy igual que tú, no entiendo como es que esta pasando esto pero lo que sí sé, es que quiero amarrarte y probar el sexo como hombre-
-¿Amarrarme? Bueno, yo te lo he hecho así que me parece bien, solo que tendrás que ingeniártelas para sujetarme-
-No te preocupes, creo que tengo una idea-
Dicho eso, Minerva en el cuerpo de su novio salió de su habitación, en esos momentos Mike aprovecharía para comenzar a desnudarse quedándose únicamente con las bragas blancas que llevaba hasta la llegada de su pareja, quien regresaba con unas cuerdas y un libro sobre como hacer los nudos para esos momentos especiales.
-Con esto podré lograr algo, ahora de rodillas para ver como lo hago-
Anunció Minerva para que su pareja le obedeciera, a partir de ahí ella también se desnudó mostrando su pene erecto que le hacía estremecer cada que estaba dentro de ella, sería el turno de su chico para sentir ese placer, en cuanto pueda hacer los nudos, pasaba la cuerda de un lado a otro, la regresaba y enredaba solo para corregirlo momentos después sin conseguir demasiado progreso a pesar de sus esfuerzos.
-Maldición, cuando tú lo haces hasta parece fácil Mike. Tú ni siquiera necesitas este libro-
-¿Qué te puedo decir? La práctica hace al maestro-
-¿En serio? Entonces mi cuerpo es un experto en el placer, desde lo más suave lo hace reaccionar pero es difícil de terminar ¿Sabes?-
En esos momentos dio un tirón a la cuerda tensándola y haciendo que saliera un gemido de los labios de su pareja.
-¿Estas seguro de querer hacer esto?-
-Ah...por supuesto, no te preocupes, estaré bien...siempre y cuando te apures, me empiezo a sentir caliente y deseo que empecemos...de verdad que tu cuerpo esta ansioso-
-¿Solo mi cuerpo? Ya veremos cuanto tiempo sigues creyendo eso, dentro de poco te haré sentir como nunca...espero-
Minerva quería terminar con la cuerda para experimentar el sexo como hombre pero esa tarea complicada le estaba distrayendo demasiado, tanto como para no notar el rubor en el rostro de su pareja y que empezaba a mover las caderas ansiosa de que su propio pene fuera a ser introducido en su cuerpo temporal, tan solo imaginarlo le hacía ponerse más ansiosa de comenzar. Sin embargo, una indefinida espera por parte de su pareja le haría rogar por bastante tiempo más, dejando la idea en su mente, que sea el tiempo que le tomé a su pareja, valdrá la pena.
Créditos a quien correspondan. |
Me gustan mucho estas historias soy nuevo en tus lecturas^^
ResponderBorrarHola, muchas gracias por comentar... aunque me siento algo culpable de llamarlo por su nombre, me alegra que le gusten estás historias que hago para ustedes con todo el cariño que tengo.
BorrarLamento mucho la demora en responder, pero espero poder volver a leerle más adelante.
-Nero.