Mi prima Mary tenía un cuerpo hermoso y una vida prácticamente resuelta, cuyo único problema real era su familia conservadora, por la que tenía que comportarse diferente fuera y dentro de su hogar para que no la echaran a patadas ante el primer acto de rebeldía o "inapropiado para una señorita de casa".
Sin embargo, como su generoso primo Alonso que soy, ofrecí mis conocimientos sobre la magia y hechicería para buscar una forma de ayudar a mi adorada prima.
Por esa razón le conté a mi prima acerca de una pócima que podría ayudarla a cambiar su situación en casa, liberándose de todas las reglas que la limitan y así pudiera vestir, actuar y pensar tal como siempre ha querido sin el miedo a ser castigada o echada fuera de su hogar.
Mi prima no dudó en recibir mi ayuda y en cuestión de días tuve lista la pócima mágica que resolvería sus problemas, misma pócima que bebió de inmediato para mi fortuna, ahorrándome la mentira de que haría sobre ella la pócima.
La pócima no era exactamente lo que prometí, ya que esa pócima servía para poseer el cuerpo de quien la bebía, en otras palabras fue cuestión de minutos para robarme el cuerpo y vida de mi prima, quien ahora solo estaba atrapada en su cabeza; podía pensar, quejarse y pedir ayuda pero nadie la iba a escuchar jamás, solo yo sabía que ella estaba atrapada sin forma de oponerse a lo que hiciera con su cuerpo y con su vida, volviéndola una observadora de lo que yo haría con su cuerpo y su vida que ahora me pertenecen.
No obstante, no todo lo que dije era una mentira, ya que ahora que yo era dueño del cuerpo de Mary, use un par de hechizos para que a ojos de su familia siguiera siendo la hija perfecta, algo así como una ilusión, la cual evitaría muchos problemas para que pueda divertirme con el cuerpo de mi prima.
Por ejemplo, ahora me quité toda la ropa de Mary para ponerme ese ajustado y atrevido mini vestido que suele utilizar a escondidas, dejando mis piernas y buena parte de mis pechos a la vista de todos. Podía escuchar a Mary suplicar que no saliera de esa forma porque la iban a castigar pero le dije que todo estaba bien, puesto que su familia me vería como si estuviera usando una falda larga y esos viejos suéteres de tortuga que cubrían hasta el cuello, un atuendo ordinario para ella en su hogar. Incluso le dije que podía estar desnuda en la casa y toda su familia pensaría que uso la ropa de siempre, poco a poco me levantaba el vestido amenazando con poner a prueba mis palabras pero las súplicas de la antigua Mary me hicieron parar, volviendo a ponerme bien su vestido junto con unos tacones.
Quizás si se comporta bien, un día a la semana le deje tomar el control de su cuerpo y que se divierta tal como le prometí, solo si se comporta. En caso de que siga actuando como una molesta voz en mi cabeza, solo seré yo quien se divierta con la libertad que Mary siempre deseo, cumpliendo sus sueños y mucho más mientras ella no puede hacer más que observar, robarme su cuerpo ha sido el mejor uso de mi magia que he hecho y lo pienso aprovechar mucho más.
Créditos a quien correspondan. |
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