-¿Dónde estoy? Mi voz…no es la misma, es diferente, mucho más femenina y tranquila pero no lo entiendo ¿Por qué? Tampoco puedo ver nada, todo esto es muy raro-
Me repetí a mí mismo una vez que reaccione o desperté, no estoy seguro de que fue, pero fue como volver en mí; tal como si despertara de un largo letargo, con una enorme diferencia sobre todo lo que conocía y había experimentado hasta ahora.
Mi voz era completamente femenina, no había duda de que había cambiado pero eso no era todo, tenía algo en los ojos que me imposibilitaba ver cualquier cosa, dejándome en completa oscuridad; intenté removerlo de mis ojos pero sin importar con cuánta fuerza lo intentará, esta cosa simplemente no salía dejándome en la lúgubre oscuridad.
-¿Qué es esto? ¿Tengo senos? Mi cintura es delgada, mis piernas son anchas, puedo sentir un hueco entre las piernas así que debo estar usando una falda larga y la ropa interior, no estoy seguro de si llamarla moderna o atrevida pero sí puedo llamarla cómoda-
Exploraba mi aspecto con mis manos que poseían una sensibilidad asombrosa, detectando de que materiales eran las telas y cuanta grasa, sangre y esencia mágica recorría mi cuerpo justo por donde mis manos tocaban.
-Espera ¿Cómo que esencia mágica? ¿Por qué puedo sentir la magia? Ni siquiera creía que de verdad existiera la magia-
Intenté moverme, dando con mucho cuidado un paso para oír como se movía mi tacón de 9 cm.
-¿De verdad? Puedo oír con un detalle sobrehumano, me concentrare otro poco-
Me repetí para darle más atención a mis oídos que en cuestión de segundos pudieron escuchar pasos de una mujer acercándose, ella bajaba con cuidado las escaleras y arrastrando la cola de su vestido tras de ella; me parecía sorprendente no solo escuchar a esa mujer acercarse, incluso la tela arrastrándose era capaz de oír como se movía por el suelo.
-Esa mujer…¿ Es mi captora? Puede ser, no escucho nada más en los kilómetros alrededor, estamos en un lugar olvidado por la humanidad... ella ya viene, puedo sentir su poder mágico-
Y de nuevo con la magia, no podía ser verdad pero mi cuerpo parecía reaccionar a esa cosa intangible que conocemos como magia, mi propio cuerpo tiene un poco de eso pero esa mujer que se acerca tiene más poder que sangre en su cuerpo, debería asustarme pero no tengo temor por alguna razón y por mucho que quisiera correr, sin mis ojos en un lugar desconocido no creo llegar muy lejos antes de lastimarme.
-Veo que has despertado, mi oráculo. De rodillas ante tu señora-
Sin poder hacer algo al respecto, mi cuerpo cayó al suelo y agachó la cabeza al oír a la mujer hablarme.
-¿Yo soy un oráculo? Siento que acabo de despertar en un cuerpo diferente y no entiendo nada de lo que ocurre ¿Quién soy yo? ¿Y quién eres tú?-
Pregunté aún en el suelo buscando el rostro de esa mujer poderosa y mágica, levantando la cabeza con torpeza pero con una buena idea de a qué altura estaba el rostro de con quien hablaba por el sonido de su voz.
-Eres mi oráculo, te cree con un deber muy particular que ahora te voy a explicar: Hace algún tiempo realice un hechizo que salió mal y me dejó como esta joven mujer, desde entonces me había dedicado plenamente a restaurar mi poder pero me di cuenta que parte de mi poder está dispersa por el mundo de los humanos, creando brujas y hechiceras por mi fracaso-
-¿Yo soy uno de esos fracasos?-
Pregunté con una abrupta respuesta por ello.
-No y no me vuelvas a interrumpirme, muñeca, eres desechable y puedo crear otra mejor que tú, también recuerda hablarme con respeto por tu propio bien ¿Entendido?-
-Entendido, perdóneme-
Respondí tras unos segundos de silencio, como forma de asegurar que no la volvería a interrumpir, algo que pareció ser del total agrado de mi señora.
-Vaya, entiendes rápido para solo ser una muñeca, eso me gusta-
Añadió sonriendo y dando una caricia en mi largo cabello trenzado antes de seguir con su diálogo.
-Como decía, estos fracasos volvieron brujas a humanos lo cual no me importaría lo que sea que hicieran pero ellos se quedaron con mi poder el cual planeó recuperar, aquí es donde entras tú así que pon atención-
Asentí como respuesta para no interrumpir a la mujer que una vez más sonrió, puedo saberlo al oír sus músculos faciales moverse.
-Te cree con algo de mi magia, usando un alma mortal que robe hace mucho tiempo y un recipiente físico que soportará la magia que te di, ya te diste cuenta de que puedes oír muy bien y sentir la magia ¿No es así?-
Una vez más respondí moviendo mi cabeza para hacerle saber a esta mujer que la escuchó con atención.
-No tienes prohibido hablar, solo no me interrumpas, lo detesto pero bien, decirte "muñeca" no era un cumplido por tu aspecto físico sino que literalmente eres como una muñeca con un alma humana atrapada dentro-
-Eso explica por qué me siento tan diferente, esta extraña sensación que no puedo definir y que me dejó pensando en algo: si ahora me siento de está manera al tener un cuerpo de mujer, ¿Puede que mi alma fuera la de un hombre? ¿Eso es posible? ¿Podría decirme algo al respecto?-
Su respuesta fue detallada pero des ilusoria.
-De eso no tengo idea, tú alma la capture hace siglos y no es que fueras mi prioridad como para recordarte. Pero ahora que te traje a la vida y te di algo de mi poder tienes una única función, un único deber-
-¿Cuál es mi deber?-
-Encontrar a esas personas que se robaron mi magia, tienes la capacidad de ser una vidente perfecta para encontrar a todos y todas los que tengan algo de mi poder, tú me dirás dónde encontrarlos para ir tras ellos, además que una sirvienta que me haga compañía no estaría mal después de siglos de soledad-
-No tengo problema en hacerle compañía pero no entiendo eso de ser una vidente ¿Cómo puedo ver el futuro si tengo los ojos cerrados por lo que tengo en mi rostro?-
-Tonta muñeca, eso que llevas precisamente es para que veas al futuro, concentra tu magia, ya la has concentrado en tus oídos, ahora hazlo en tus ojos y notarás la diferencia-
Seguí las instrucciones de la bruja, intentando llevar mi poder mágico hacia mis ojos consiguiendo ver un montón de brujas poderosas a lo largo del mundo, más jóvenes o viejas, vulgares o discretas, puedo verlas a todas a la perfección y como atraparlas con el menor esfuerzo.
-Lo veo, he encontrado a cada una de las personas que busca, estoy seguro…estoy segura de que puedo guiarla hasta ellas-
-Excelente, sabía que no me fallarías así que andando-
La joven bruja estaba lista para irse de donde estábamos pero en un tímido intento de saber más de todo me atreví a hablarle.
-Espere un momento, por favor ¿Puedo hacer unas preguntas antes de irnos?-
-Has sido una buena vidente así que adelante ¿Qué quieres saber?-
Dijo dando media vuelta de nuevo en mi dirección y lanzando su larga cabellera lejos de su rostro, por detrás de su espalda.
-Mi vida pasada supongo que terminó hace mucho pero ¿Qué pasara conmigo una vez cumpla mi deber? Dijo que soy una muñeca con el propósito de servirle pero una vez que lo haga ¿Qué me pasará?-
La hechicera sonrío, dándome la mano para levantarme del suelo antes de responder.
-Te desechare, ya no me servirás, así que te quitaré el poder mágico y esa cosa de los ojos para recuperar mi poder pero eso no implica que te mataré; si haces un buen trabajo te dejaré libre y con vida para hacer lo que quieras, inclusive si quieres seguirme sirviendo lo dejaré pero para que cumplas tu deber aun hace falta mucho tiempo y esfuerzo-
-Entiendo eso, no la decepcionare. Y por último ¿Cómo deberé llamarle? Entiendo que me debo referir como "usted" pero ¿Tiene algún nombre que pueda saber?-
Una mueca arrogante se presentó en la mujer que sujeto mi mano para salir del castillo donde estábamos, esa arrogante y poderosa mujer, esa inigualable hechicera a la que serviré solo me respondió.
-Blair, llámame Blair pero una vez termine mi búsqueda me llamaran Vlad, el hechicero supremo-
Créditos a: @iwbitu |
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