jueves, 19 de octubre de 2023

Probando ambas entradas

Créditos a quien correspondan.
Hace unos pocos días conseguí un arma muy especial, es una especie de pistola con una gran singularidad; si le disparó a alguien con esta pistola y luego a mi, me convierto en una copia exacta de esa persona dejándome con todas las posibilidades de tomar su identidad por algunas horas, días o incluso semanas. Llevo algunos intentos usándola para probar sus límites y esta vez la utilice con mi hermosa vecina que siempre anda muy bien vestida y formal, sé que es una mujer soltera por lo que hacía muy fácil la tarea de pasar inadvertido en su hogar al tomar su puesto en la privacidad de su hogar.
Lo primero que hice fue cambiar su atuendo por algo más llamativo, cosa que fue difícil en su armario ya que tal parecía de verdad era una gran mujer santa. Lo más atrevido que pude conseguir fue una minifalda y una blusa blanca sin mangas que con las medias largas blancas y zapatillas que estaba usando me daba cierto look similar al de una colegiala.
Así pase gran parte de mi día en su vida explorando cada rincón de su casa, fingiendo ser ella teniendo "descuidos" que me dejaban en posiciones atrevidas, cosa que solo en mis fantasías había podido tener y que ahora yo misma hacía para excitarme, pero con este cuerpo era mucho más complicado que con el mío de hombre.
Créditos a quien correspondan.





Finalmente regrese a su habitación, algo decepcionado de no encontrar nada entretenido en la casa de mi vecina, preparándome para tomarme unas fotos atrevidas  con su cuerpo desnudo y enviarlas a mi celular. Sin embargo, por un desliz o golpe de buena suerte. mi celular terminó cayendo al suelo, debajo de la cama de mi vecina. Me agache para poder sacarlo pero en vez de alcanzarlo, primero encontré algo muy interesante, mi vecina tenía un enorme dildo escondido debajo de la cama que al tenerlo en mis manos me hizo estremecer; seguramente era algo que el cuerpo deseaba y ya que nunca lo había intentado también yo quería probar que se sentía meterme uno de esos y ser la chica que recibe todo el placer que podía darme  masturbarme con ese tremendo falo hasta más no poder. Así fue como me desnude de inmediato, dejándome solo las medias blancas y después coloque el dildo sobre una silla de madera que había en la habitación, había visto mucha pornografía como para saber imitar lo que se hacía en esos momentos así que me subí a la silla y con las piernas abiertas me empecé a deslizar hacía abajo hasta sentir como poco a poco entraba en mí esa cosa gigante. 
Me hacía volverme loco, ni siquiera me había lubricado bien y entró sin ningún problema, haciéndome gritar de placer para que después de quedarme perdido en esa sensación por unos minutos empezará a subir y bajar frenéticamente para llegar cada vez más profundo y hacerme gritar y tener aún más placer cada vez hasta llegar al orgasmo.
Pero un orgasmo no fue suficiente, aún no podía recuperar el aliento cuando levante mis caderas y de un solo sentón me metí el dildo por el trasero, haciéndome gritar aún más fuerte y sin control, en tan poco tiempo ya estaba probando ambas entradas en el cuerpo de mi vecina pero no terminaba todavía, igual que con mi vagina, me empecé a sacudir con fuerzas abriendo rápidamente un lugar para que el enorme dildo pudiera entrar hasta su máximo cada vez más fácil hasta dejarme exhausta sin siquiera poder levantarme para poder quitarme el juguete del ano.
Puede que mi vecina no fuera una santa después de todo pero yo mucho menos lo soy, sobre todo porque creo que de ahora en adelante la visitaré con más frecuencia para seguir probando ambas entradas.
Créditos a quien correspondan.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias por comentar, anónimo. Sin embargo, honestamente dudo hacer una continuación; tanto por ser una historia bastante antigua que acabo de reescribir, y porque recién he terminado sus peticiones.
      -Nero.

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