-Que lindo cuerpo tienes Lucero, será una pena que todo se filtre en las redes sociales: tus pechos como foto de perfil en todas tus redes, recostada desnuda para todas tus portadas e historias, además de una foto mostrando tu hermoso trasero a todos tus contactos de celular, simplemente será perfecto, darás todo un espectáculo por donde sea que te vean-
José Manuel era un estudiante que sobresalía del promedio y que estaba perdidamente enamorado de Lucero, la chica más popular de todo el colegio.
Ella era de buen cuerpo, largo y oscuro cabello, con una sonrisa encantadora y una manipuladora personalidad que la hacía problemática como pocas personas, algo de lo cual José Manuel se enteraría de la peor forma posible.
En cuanto Lucero descubrió que José estaba enamorado de ella, la joven no dudó en ilusionar y prometer un montón de cosas al chico a cambio de que él hiciera algunas de sus tareas, proyectos y exámenes, todo lo necesario para que ella elevara sus notas como nunca antes. Lucero era una excelente mentirosa y manipuladora, por lo que lograr su objetivo fue bastante sencillo, poniendo a trabajar cada vez más al chico enamorado, que aunque estaba agotado por tanto trabajo, fue capaz de mantener su buen promedio y también subir el de Lucero hasta volverla de las mejores de la clase.
La joven más hermosa del colegio había prometidos prometido fotos y videos exclusivos al chico para que la conociera más a fondo, además de salir con él cuando quisiera una vez que terminarán las clases. Sin embargo, tan pronto como Lucero obtuvo todo y más de lo que quería, ella eliminó por completo el contacto con José, burlándose y amenazando al chico con no intentar volver a hablar con ella, ya que de solo intentarlo, habría graves consecuencias para el chico engañado. Lucero le dejó en claro a José, que él solo era una herramienta desechable para ella, y ahora que había cumplido con su función, esperaba que no volviera a darle problemas nunca en la vida.
Como se podría esperar, José estaba dolido al darse cuenta que todo ese tiempo, no fue más que un peón desechable para la persona que más quería, al menos hasta el momento en que ella se mostró como realmente es y por lo cual ahora él se vengaría.
Para ello, José compró un espejo maldito que le garantizaba poseer el cuerpo de la persona que más odiaba y darle total control sobre dicho cuerpo, mientras que la persona dueña del cuerpo, era obligada a ser una espectadora de como su cuerpo se movía sin que ella lo controlará o pudiera hacer algo al respecto.
El espejo fue muy caro, pero José muy rápido se dio cuenta que había válido la pena, ya que en cuestión de segundos, el reflejo del espejo mostraba a Lucero en su propia habitación, hasta que finalmente Manuel estaba dentro del cuerpo de la chica, a quien no dudó en comenzar a desvestir para su ansiada y prometida sesión de fotos y vídeos.
-Tienes un trasero hermoso y redondo, la combinación de tus bragas rosas y este liguero con medias es un poco extraña pero me gusta, apuesto a que a todo el mundo también le va a gustar, sonríe-
José Manuel levantó bien el trasero frente al espejo y empezó a tomar muchas fotografías de este, incluso posaba y se nalgueaba un par de veces para cumplir con su palabra haciendo todo lo más sugerente posible. Realmente no tenía porqué hablar y decir todo lo que haría pero quería hacerlo, la idea de que Lucero supiera al pie de la letra como su buena reputación se acabaría sin poder hacer algo al respecto era de lo mejor dentro de su venganza y no iba a ahorrarse ningún detalle para hacer que ella se arrepienta de haberlo utilizado.
-Supongo que pensaste que nadie vería tu trasero o ropa interior y por eso no van a juego pero no te preocupes, todos en tu lista de amigos y seguidores ya lo vieron, y será así por las próximas 24 horas, ¡Incluso ya tienes algunas conversaciones y mensajes nuevos preguntando que rayos estás haciendo! algunas otras conversaciones están proponiéndote sexo y por lo que puedo leer, tu familia no está nada contenta con tus publicaciones recientes, te deseo suerte explicando todo cuando vuelvas a la normalidad el día de mañana-
Anunció en voz alta y de forma maliciosa el chico, disfrutando del sexy cuerpo de Lucero, y aún más, disfrutando de poco a poco estar arruinando su gran reputación.
-Bueno, ya está lista y actualizada tu primer cuenta, sé que tienes varias más y otras páginas, así que también es justo que tus amigos y seguidores te vean tal como eres por todos lados. De hecho, estoy viendo que algunas de tus páginas permiten fotos y vídeos mucho más sugerentes, supongo que no será un problema poner a prueba las restricciones de cada página; con algo de suerte cerrarán tus cuentas antes de volverte viral en redes, y con algo de mala suerte, podrías empezar una carrera y una imagen completamente nueva gracias a mí. Te prometo que con todo el contenido que publicaré, tendrás miles de seguidores nuevos-
Sacudió de lado a lado sus caderas, meneando el trasero frente a la cámara y el espejo para subir un estado más a sus redes y que todos pudieran verlo pero tal como dijo, esto solo es el inicio de una meticulosa y dura venganza.
El cuerpo de Lucero controlado por José, abriría las piernas un poco y se acostaría en la cama para más fotos, la blusa también se la quitara y habrá fotos en lencería pero como eso es poco, subir algunas fotos de sus pechos al desnudo no será ningún problema, confiando en que todos sus contactos se aseguren de ver y guardar las imágenes aún si son borradas de las cuentas de Lucero posteriormente.
Aun había un montón de trabajo que hacer y lo mejor era darse prisa en acabar con ella para que una vez su venganza terminará, simplemente José se vea en el espejo hasta volver a su propio cuerpo, tapar con una manta el espejo maldito en su habitación y revisar su celular, no solo para ver la polémica que armaría Lucero sino también para ver un poco de materia que ella hizo exclusivamente para él a cambio de todo lo que hizo por ella en la escuela.
Créditos a quien correspondan. |
Que buena venganza
ResponderBorrarMe alegra que piense eso, y espero haya disfrutado de la historia, 222.
Borrar-Nero.