Femenino estado

-Listo, ¿Qué te parece?-

-Horrible, todavía no entiendo porque debo de hacer esto-

-¿A que te refieres?-

-Ponerme esto; el vestido de látex y el traje de piel que me hizo una chica-

-Es tu culpa, Sergio. Yo te dije que este fin de semana vendrían mis amigas y que no podías quedarte, no queríamos a ningún chico para lo que vamos a hacer y sin embargo aquí te quedaste. ¿No pudiste ir a un motel o con uno de tus amigos?-

Me reclamó con un tono juguetón mi hermana menor Lucía, quien estaba metida en un traje negro de látex y ocultando su rostro gracias al gran espejo que llevaba en manos con el cual me veía a mí mismo en este femenino estado. 

-No pensé que fuera para tanto, al igual que no pensé tuvieras una de estas cosas, ¿Es normal que se sienta tan apretado? ¿No exageraste un poco con el maquillaje?-

Le pregunté al ver mis grandes labios pintados por un rojo labial, al igual todo el contorno de mis ojos lleno de un brillante azul que combinaba a la perfección con el apretado vestido donde mi hermana me había metido; los pechos que ahora tenía se apretaban en el escote, aunque en realidad todo mi cuerpo se sentía asfixiado en este vestido que sin importar cuánto jalara para tratar de estirar, volvía a su sitio e incluso apretaba un poco más en cada ocasión.

-Es normal que te apriete, también lo del maquillaje, e incluso si me excedí no es como que nadie te vaya a ver, ¿O no? La idea es que ahora como chica te puedas quedar en casa pero no salgas de tu habitación-

En el momento que escuché su tranquila explicación, una incertidumbre creció en mi y me hizo preguntar algo que hasta ahora no había cuestionado.

-Espera, si yo no voy a salir de mi habitación, ¿Por qué tuviste que meterme en este atuendo, Lucía?-

-Me pareció un buen castigo por arruinar nuestra noche-

Contestó riendo mi hermana menor de una forma burlona y maliciosa, quien de nuevo empezaría a hablar con más seriedad tras humillarme unos momentos más.

-Además, las chicas sabrían que estas aquí, ver a mi hermana Serena las dejaría tranquilas pero a menos que quieras hacer lo mismo que nosotras por la noche, te recomiendo estar encerrada en tu habitación-

Trague saliva por un momento, viendo el atuendo de mi hermana y el que yo mismo tenía, para preguntar.

-¿Que demonios se supone que harán?-

-Cosas de chicas, si lo quieres averiguar y participar baja con nosotras, de lo contrario no preguntes y quédate en tu habitación-

Su sonrisa tenía cierta malicia y a decir verdad, la curiosidad no valía la pena de estar con todas esas chicas, mejor me quedaría en mi habitación viendo un poco más de mi propio cuerpo de chica.

-No, gracias. Diviértete tú y tus amigas, nos vemos hasta mañana-

Créditos a quien correspondan.