Te dejo a mi cuidado

-¿Eh? ¿Q-que es lo que me está pasando? Siento como si hubiera estado dormido un largo tiempo...Espera, esa voz, no es mi voz-

Me decía a mi mismo, abriendo los ojos poco a poco y comenzando a sentir cosas extrañas, ya que por un breve momento pensé que mi novia decía las mismas palabras que yo para molestarme o bromear conmigo, pero entre más hablaba y más despertaba, más cuenta me daba de que algo raro estaba pasando.

Me sentía más pequeña y desnuda, solo un pequeño bikini atado por mi cintura cubría mi trasero y zona íntima, la parte superior del bikini ocultaba y sostenía mis pechos, con un largo cabello teñido de azul cubriendo toda mi espalda y con una pequeña flor adornando mi cabeza. Entre más tiempo me veía, más estaba segura, no tenía duda, estaba en el cuerpo de mi novia...

-¿Qué ocurre, Tara? ¿Te dió un golpe de calor? Podemos ir a nuestra habitación si te parece-

Decía mi propio cuerpo al tomarme por la cintura para acercarme a él como si de un abrazo bastante dominante se tratará. Por un momento lo correspondí, ocultando mi cabeza en su pecho y abrazándolo hasta darme cuenta de lo que estaba haciendo, a lo que intente volver a hablar.

-¿Por qué me llamas Tara? Yo no soy Tara, soy Víctor-

Dije con seguridad que rápidamente se transformó en nervios, a lo que mi cuerpo se comenzó a reír.

-Debes estar muy confundida, yo soy Víctor, y tú eres Tara. Después de mucho tiempo juntos y de ahorrar dinero, pudimos venir a este sitio que tanto querías, en serio es fantástico-

-¿En serio?-

-Por supuesto, querida, nos lo hemos pasado fantástico a solas en la habitación y yendo a toda clase de sitios, pero la playa es nuestro sitio favorito, y déjame decirte que ese bikini que usas me fascina, no me canso de verlo-

Unos besos invadieron mi cuello al mismo tiempo que mi cuerpo de chico me sentaba en una de sus piernas, logrando que me sonrojara y sintiera cosas completamente nuevas, aun con eso traté de mantenerme enfocada, es decir enfocado en saber que es lo que pasaba.

Poco a poco recordaba más cosas, hablar conmigo mismo me ayudó bastante aún si era de las cosas más raras que he hecho en mi vida, me estaba siendo muy útil para entender que ocurría.

Todo lo que decía era verdad, hace 5 días llegamos a esta ciudad extranjera que Tara siempre quiso conocer, desde entonces hemos estado más cerca que nunca, recuerdo ser Víctor y toda mi vida pero tengo una pequeña laguna mental sobre el día de ayer y como hoy despierto en el cuerpo de Tara usando este apretado y vergonzoso bikini que "Víctor" parece disfrutar.

-Ya veo, me alegra que te guste, aunque no recuerdo que viniera con la flor-

Dije en un intento de que la conversación fluyera y así averiguara cosas útiles para solucionar la situación.

-¿La flor? Esa no venía con tu bikini, la compramos con una señora en la playa. Hablaba otra lengua que no entendía muy bien, pero nos vendió esa flor y este collar, decía algo que no entendí muy bien sobre ser el uno para el otro, te pareció muy romántico así que tú tienes la flor y yo el collar-

En ese momento vi el collar en su cuello y yo me quité la flor de la cabeza, dejándome entender todo en un momento de absoluta claridad.

Ayer yo todavía era Víctor y fui quien compró estas cosas, supongo que no traduje bien lo que esa señora decía o más bien no lo entendí, quizás eso de "ser el uno para el otro" era más literal y no sólo palabras bonitas para venderle cosas a los enamorados.

-No nos hemos quitado estas cosas desde ayer, ¿Verdad?¿Recuerdas que hicimos después de comprarlos?-

Mi cuerpo se quedó pensativo unos segundos, en serio parecía esforzarse en recordar, pensé que era mi novia despertando en mi cuerpo tal como me ocurrió a mi en su cuerpo, pero tal parece que no funcionó.

-No lo recuerdo pero ¿Qué importa? Lo que importa es que estamos juntos y todavía tenemos un mes para divertirnos en este sitio-

De nuevo comenzó a besarme y a acariciar mi cintura, cosa que permití mientras pensaba en mi siguiente paso; si yo pude recuperar mis recuerdos al quitarme la flor, puede que ella despierte o que ambos volvamos a la normalidad una vez que le quite el collar.

-Víctor, quítate el-

-Como sea, creo que debemos volver a la habitación para que duermas, deja que te cargue hasta ahí, no sin antes ponerle su bella flor a mi bella flor-

Traté de quitar discretamente el collar de su cuello pero no funcionó y en su lugar, al yo estar distraído, no pude controlar sus manos que intentaban ponerme la flor.

-Víctor no, espera, yo...V-víctor, ¿Qué es lo que me está pasando? Siento como si hubiera despertado de un largo sueño-

-No lo sé, estabas preguntando un montón de cosas de ayer, te quitaste tu flor y te la volví a poner-

-¿Me quité la flor? Solo me la quitaría para dormir como hice anoche, pero no te preocupes, amor, no lo volveré a hacer-

-Tú eres la que no debe preocuparse, como dije antes creo que el calor te está haciendo un poco de daño así que ¿Te parece si te cargo en brazos hasta nuestra habitación? Ahí podrás descansar y yo podré cuidarte mucho mejor-

-Esta bien, te dejo a mi cuidado, es una pena no poder usar este bikini para ti en la playa más tiempo-

-Puedes usarlo en la habitación, con solo verte me dejas fascinado sin importar el lugar. Pero suficiente de palabrerías, deja que me encargue de todo mientras tú descansas, mi preciosa Tara-

-Muchas gracias, querido Víctor-

Créditos en la imagen.