Joder, ahora todo es tan claro, ahora entiendo a la perfección porque mi novia me ponía el cuerno desde hace meses, era lo más lógico engañarme y hasta yo lo estoy haciendo ahora.
Desde hace algún tiempo pensaba que mi novia me engañaba, las cosas ya no eran las mismas entre nosotros, cada vez discutíamos más o nos ignorábamos todo el tiempo para poder estar a gusto con otras personas. Sin embargo, una pequeña parte dentro de mi todavía la quería y no me gustaría darme cuenta de que ella se estaba viendo con alguien más a mis espaldas.
Le pregunté al respecto e incluso le dije que no tenía problemas si ella quería terminar lo nuestro e irse con alguien más, cosas que negó todo el tiempo para seguir con nuestra relación, por un momento en serio pensé que lo quería solucionar y yo también pondría todo de mi parte para recuperar nuestro amor. No obstante, ese mismo día la atrape en una videollamada subida de tono con otro hombre.
Cómo era de esperar, una enorme discusión entre nosotros empezó, gritándonos mutuamente todos los insultos que se nos ocurrían y diciendo cosas crueles uno del otro hasta que el tema más delicado llegó.
-¡Sí tú supieras hacerlo mejor nada de esto habría pasado!-
-Yo lo hago bastante bien pero que tú nunca quedes malditamente satisfecha! ¡No estás satisfecha ni conmigo ni tus malditos dildos! ¡Eres tú la del problema! ¡Eres una maldita ninfómana!-
-¿¡Ninfómana!? Quedar satisfecha no es ser ninfómana, pedazo de idiota-
-Pues me pregunto que te hará ese tío para dejarte satisfecha, ¡Que pase los consejos para domar a la bestia hambrienta de placer!-
Grite con burla poniendo furiosa a mi novia quien simplemente dijo.
-En 30 minutos, averiguaras las maravillas de ese hombre-
Con esas palabras dichas, mi novia chasqueo los dedos en mi cara y salió de la casa.
La verdad es que ni me importo que se marchara porque no era la primera vez que ella se iba, muchas discusiones terminaban con uno yéndose del departamento por horas o días para volver más tranquilos e ignorar el problema en cuestión. Estaba seguro de que todo sería igual en está ocasión.
Yo me estaba tranquilizando, viendo la televisión en mi cuarto, cuando un chasquido llegó hasta mis oídos y un cambio tan radical de mi situación a la que no sabía como responder.
Ya no estaba en mi habitación, ahora estaba en una habitación que no conocía con un hombre delante mío, él parecía conocerme lo que me fue aún más extraño hasta que lo oí decir: "Danita, ¿Qué te sucede? ¿Quieres que yo comience?"
En ese momento lo entendí y lo confirme cuando al bajar la mirada pude encontrarme con dos pechos que conocía bien desde hace meses, junto a algunos cabellos dorados sobre los pechos que hacían a la figura aún más conocida para mi. Lo último que necesite para confirmar lo que me sucedió, fue mirar a los ojos de ese enorme sujeto, viendo reflejados en sus ojos el cuerpo de mi novia, yo estaba en el cuerpo de mi novia.
De inmediato intenté escaparme del lugar para entender más la situación pero apenas le di la espalda al tipo, este me jalo del cabello hasta amarrarlo y hábilmente tomar el borde del vestido que llevaba para quitármelo.
Ver el cuerpo de mi novia en lencería fue un espectáculo diferente; usualmente yo lo veía desde frente pero ahora ese hermoso y sensual conjunto plateado yo lo vestía, aunque no por mucho tiempo pues el sujeto desabrochó mi sostén para quitármelo, dejando los enormes senos de mi novia al aire y posteriormente darme una nalgada y separar mis piernas para quitarme las bragas.
Me sentía como un idiota al ser dominado pero todo pasaba tan rápido que no sabía ni por dónde empezar a oponerme, simplemente dejándome guiar en esto.
Cuando se me ocurrió hablar, el chico me tomó de la barbilla para acercar mi rostro al suyo y comenzar a besarnos, la posición era un poco incomoda al él seguir detrás mío, comenzando a pellizcar mis pezones hasta ponerlos duros y luego bajar una de sus manos por todo mi abdomen hasta llegar a la entrepierna que rápidamente empezó a acariciar, obteniendo que todo mi cuerpo sintiera una descarga eléctrica a la vez que me humedecía, temblaba y cooperaba a sus caricias.
Tras varios minutos atacándome con fuerte estimulación a la que no me podía resistir, simplemente me tomó por la cintura y me llevo hasta la cama, él se recostó en el borde y yo terminé encima suya.
Me cargó unos momentos para poder desnudarse, pude haber escapado en ese momento pero mi cuerpo no quería, quería seguir estando en sus brazos y fue hasta ese momento donde comprendí las palabras de mi novia; ella se estaba encargando de enseñarme como este tipo la domaba, de alguna forma me metió en su propio cuerpo y ahora yo estoy viviendo como este sujeto la satisface hasta sentir el cielo.
Por eso no huía ni lo intentaba, mi cuerpo genuinamente lo estaba disfrutando y creo que poco a poco, yo también iba cooperando.
Cuando finalmente se había desnudado pude ver su enorme verga erecta, no sé si el tamaño parecía mayor por estar en el cuerpo de mi novia pero sin duda se veía imponente, sentirla en mi trasero y con la ropa de por medio no era nada comparado a lo que se venía ahora que puedo verla tan de cerca.
-Veo que hoy vienes muy motivada, ¿Un mal día?-
-No tienes idea-
-No te preocupes, me aseguraré de que te relajes-
Con eso dicho de su parte, también empezó a sacudir sus caderas.
Cuando yo quedé encima supe lo que debía de hacer y apenas estuvo listo, yo abrí las piernas y empecé a moverme de arriba abajo para complacerlo y aun más, complacerme a mi misma, tenía un calor y deseo voraz que de inmediato empezó a tranquilizarse cuando su miembro sacudía mi interior con dureza ante cada una de sus embestidas.
Por si moverme yo sola era poco, él también comenzó a hacerlo, llegando más profundo, haciendo un ruido más sonoro al chocar mi trasero con su pelvis, sacudiendo mis enormes pechos con más ímpetu que antes y dejándome a mi sin palabras o pensamientos, embriagándome por completo del momento y del placer que otro hombre me estaba haciendo sentir.
Estando de esta forma puedo entender a la perfección a mi novia por hacerme esto, por engañarme y dejarme sentir lo que ella siente.
Dios mío, este hombre me está volviendo un desastre pero no quiero que pare, ojala nunca pare y ojala pueda quedarme con el cuerpo de mi novia y con este hombre para siempre, pero si debo estar condenado a volver a mi cuerpo de hombre, todo lo que me resta hacer por ahora es disfrutar como nunca del mejor sexo de mi vida y del hombre que podría volverme ninfómana, ya que a diferencia de mi, me ha demostrado saber hacer feliz a las mujeres, o al menos sabe hacer feliz a mi novia y sobre todo a mí.
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