En la preparatoria BluePink, un extraño evento afecta a chicos y chicas por igual, es como una iniciación escolar, aunque muchos más lo ven como una maldición de la cual ningún estudiante puede escapar.
Tal como ocurrió con Sergio, o más bien Serena por el resto del ciclo escolar.
Sergio era un tipo problemático, el chico que molestaba a todos en la escuela, robaba las tareas, incomodaba a sus compañeras, y en general, era una mala presencia de la cual ni los profesores se podían deshacer, ya que con las calificaciones mínimas y sus actuaciones destacadas en fútbol americano, Sergio lograba seguir adelante en sus cuestionables estudios sin que nadie pudiera hacer algo al respecto.
Sin embargo, cuando menos lo pensaba nadie, Sergio se transformó en una hermosa estudiante para dar inicio a lo que sería un ciclo escolar como mujer; del vestidor de chicos se vio a varios varones salir en búsqueda de ayuda mientras una voz aguda y femenina gritaba por su repentina transformación qué la dejo desnuda frente a sus compañeros de clases.
Una vez que la sorpresa inicial pasó, algunas de sus compañeras de clase acompañaron al recién transformado Sergio a la enfermería, donde se le dio ropa adecuada a su nuevo cuerpo, y se le registro como un afectado del cambio de género al cual apoyar durante el semestre escolar en curso.
Al comienzo, Sergio no estaba nada contento, montón una rabieta en la enfermería mientras exigía volver a ser un hombre, algo a lo que el personal de enfermería, no podía dar solución más que apoyarlo en este periodo transformado.
El joven no estaba nada contento de su cuerpo con enormes pechos, tampoco le hacía feliz tener que usar sostenes y bragas, hasta intentó cortarse el cabello para verse un poco más masculino, pero sabía que sin importar el largo de su cabello, cualquier persona que lo mirara sabría que es una mujer.
De esa formas y tras algunas semanas de negación, el chico se resignó a ser una estudiante, comenzando a responder por el nombre de Serena, quien con el pasar de las semanas, iba formando una personalidad completamente diferente a la de Sergio.
El nombre le quedaba perfecto, ya que Serena era una chica de lo más tranquila en las clases, sus notas mejoraron de forma impresionante, poco a poco fue disculpándose con todas las personas a quienes molestó, destacando a las chicas que incómodo en más de una ocasión, y que ahora como una chica, entendía de todo corazón el mal rato que les hizo pasar cuando Serena era un hombre.
Con un carácter amable y humilde, la linda Serena fue haciéndose de amigas que le enseñaron como cuidar de su nuevo cuerpo, personas cariñosas con quienes pasar el rato y que cuidaban mucho de ella, tal como si la chica nueva fuera la hermana pequeña de todas sus compañeras en la clase.
Estas mismas chicas, le llegaron a sugerir a Serena unirse al club de porristas. Cuando chico fue de los mejores en el fútbol americano, pero con su cuerpo actual no podía seguir compitiendo en la misma liga, por lo que la idea de unirse a un club distinto con todas sus amigas, fue algo que no dudo en intentar.
Sergio había cambiado mucho en cuestión de un par de meses, a veces hasta olvidaba que él era un chico en realidad y que al terminar el semestre volviera a la normalidad.
El primer día, montón un escándalo diciendo que nunca usaría ropa de chica, sintiéndose avergonzado de la sola idea de tener nombre de mujer o usar una falda, por no mencionar que amenazó a sus compañeros que si alguno se atrevía a tratarla como una mujer, lo iba a machacar.
Ese mismo complicado y rebelde chico, se había convertido en toda una señorita; una joven de buenos modales y buen vestir, una favorita de los profesores por su buena conducta y resultados en las pruebas, una chica amable qué siempre está dispuesta a ayudar a quien lo necesita, y más recientemente, una chica que fue aceptada orgullosamente en el club de porristas de la escuela.
Era difícil de creer que el chico que podía podía aplastar al equipo contrario por su propia cuenta, ahora estaba usando un uniforme rosa bastante ajustado con pompones amarillos para animar a sus ex compañeros.
Con su largo cabello castaño atado en una coleta lateral, un crop top qué presume desde sus pechos hasta su cintura de ensueño, junto a una mini falda qué siempre deja a la vista las bragas qué lleva, Serena grita con entusiasmado para animar a su equipo, distrayendo a compañeros y rivales por igual ante su carisma y belleza, mismos rasgos qué la convirtieron en la amada, femenina y perfecta líder de las porristas, quien mientras pueda seguir con su cargo y haciendo felices a los demás, disfrutará todo el tiempo que tenga como una chica más de la preparatoria Blue Pink.
Créditos a quien correspondan. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario