lunes, 26 de febrero de 2024

Mi herman...no

Desde hace muchos años, mi hermano mayor se mudó por su cuenta para vivir en otra ciudad, era muy pequeño cuando eso ocurrió pero recuerdo que mamá y papá peleaban con él todo el tiempo por cosas que hacía, la gota que derramó el vaso fue que él quería hacerse un tatuaje; papá y mamá se lo prohibieron diciendo que si lo hacía, se iría de la casa, ese mismo día por la noche se despidió de mí, dejándome un teléfono para que le escribiera siempre que pudiera y que me ayudaría en lo que fuera según sus palabras.
Desde entonces han pasado muchos años, yo dejé de ser un niño y ya soy un adolescente, lo suficientemente mayor como para ir a visitar a mi hermano, aunque sea a escondidas de mis padres.
Pasaron muchos años desde que se fue de la casa pero siempre mantuvimos contacto, y aunque nunca lo pude ver desde entonces, en serio que mi hermano hacía de todo para ayudarme en lo que necesitaba: cosas de la escuela, consejos personales, mi hermano simplemente parecía asombroso y que no había nada que lo detuviera, por ello muero tanto por poder volver a verlo. 
-Aquí estas, sí viniste hermanito. Me sorprende que mamá y papá no se dieran cuenta, has aprendido bien cosas útiles para vivir con ellos, eso me alegra-
Me decía una chica más alta y mayor que yo que se paro justo al frente de mi, yo volteé a todas direcciones para buscar a alguien detrás de mi o algo así pero en todo el parque éramos las únicas dos personas que podía ver. 
-Disculpe, señorita, ¿Me habla a mí?-
-¿A quién más podría? Somos los únicos en este lugar, Joseph-
-¿Cómo sabes mi nombre?-
La señorita en ese momento me miró raro, aun si el cubrebocas ocultaba la mitad de su rostro, la sorpresa se reflejaba en toda su cara.
-Después de tantos años sin vernos, ¿No me reconoces? ¿Nunca te percataste? Soy Liam-
-Liam...mi herman...-
-No, hermano no, hermana. Observa y responde, papá y mamá, ¿Nunca te hablaron de lo que ocurrió?-
La chica de cabello largo se quito el abrigo, mostrando un cuerpo hermoso; vestía una pequeña blusa que dejaba desnudo su abdomen y resaltaba sus pechos, lugar donde descansaba un objeto muy especial para mí.
-El collar...-
-De diamante negro, lo hiciste para mí hace más de un año como parte de un proyecto de vida. Ambos sabemos que no es un diamante pero ha sido divertido cuidarlo así, y al menos para mí, si que vale lo que un diamante, por eso nunca lo dejó-
-¿Liam? ¿En serio eres tú? ¿Qué te paso?-
Estaba en shock, muy sorprendido por lo que veía, yo esperaba ver a mi hermano mayor, y en cambio hay una chica de largo cabello negro, con una mirada serena y algo muy peculiar que resulta en su cuerpo. No es que sea un mirón ni nada así pero en su cuerpo hay algo que simplemente no puedo ignorar.
-Que fea forma de hablarle a una dama, seremos hermanos pero es descortés hablarle así a una chica, creí que ya te lo había enseñado-
-¡Si! Perdón herma...¿Na?...-
-Y no creas que no me he dado cuenta, ¿Dónde estás mirando, hermanito?-
-¿¡Eh!? ¡Perdón solo que!...ya sabes..."eso"-
Diría señalando al tatuaje, a lo que la chica suspiró y retomó todo lo que no habíamos hablado, o más bien, lo que intentabamos hablar.
-¿En serio nunca te diste cuenta? Es decir, que papá y mamá no te lo contarán no me sorprende pero pensé que ya te lo había dejado claro. Desde hace años soy una chica y al parecer nunca te diste cuenta-
-¿Pero como?-
-Es justo lo que me preguntó yo, ¿Cómo no te diste cuenta? Hablamos por teléfono todo el tiempo y en ocasiones hacemos video llamadas, me siento ofendida-
-Bueno....tu voz pensé que se oía distinta por el teléfono, y en las video llamadas solo veía tu rostro, simplemente no pensé que fuera posible todo esto...-
-Esta bien, esta bien, no te preocupes, yo tampoco había sido tan directa por como te lo podrías tomar, pero creo que es el momento perfecto para decirte las cosas, ya que mamá y papá en todos estos años nunca lo hicieron. ¿Puedes ver mi tatuaje? Digamos que no es un tatuaje normal, es un Tatuaje Tg de flores negras, estos llamados tatuajes Tg tienen la capacidad de cambiar el sexo de la persona que lo tenga en su piel, ¿Hasta ahí vamos bien?-
Asentí torpemente con la cabeza, escuchando toda la información, tratando de procesarla pero sin ser conscientes de ella todavía. Era una situación rara, donde no importaba lo lógico o con sentido que se escucharán sus palabras, no dejaban de sentirse irreales.
-Bueno...yo siempre quise ser una chica, así que esos tatuajes eran mi oportunidad de serlo, y ya sabes el resto, o maso menos. Yo me hice el tatuaje y papá y mamá me echaron de la casa para no volver a hablar conmigo o de mí, desde entonces vivo sola en un complejo de apartamentos para mujeres. Soy profesora de break dance por las noches y en las mañanas voy a la escuela de modas, me va bastante bien pero suele ser agotador, y ahora estoy contándole todo esto a mi hermanito, algo que pensé sabía desde hace mucho; es decir, nunca te lo explique como hago ahora pero pensé que había suficientes pistas e información como para entender que yo soy una chica-
Puso sus manos en la cintura, haciendo que esa parte visible de su tatuaje destacará aún más para mí pero por mucho que viera su tatuaje, toda mi mente estaba asimilando lo que me decía, había pasado años sin saber todo esto, sin saber la verdad, pero ahora que la sabía me costaba creerla y aceptarla.
-¿Sabes? Lo siento, ¿Si? Creo que fue una tontería pedirte venir hasta aquí solo para que me descubrieras así. No sé en que estaba pensando, mejor-
-No, espera un poco-
Mi hermana se veía un poco incomoda, supongo que por mi culpa, tras la confesión de todo lo que ocurrió me quede callado pero no dejaría las cosas así, tenía algo que decir.
-Solo me tomó por sorpresa. Nunca pensé que te volviera a ver de esta forma...pensaba que sería más alto y fuerte que yo pero apenas me llevas algunos centímetros más que yo y seguramente soy más fuerte que tú ahora. Después de tantos años queriendo ver de nuevo a mi hermano, no pensé que vería a una chica hermosa en su lugar pero dime una cosa, Liam, ¿Tú eres feliz así?-
Sus ojos se abrieron como platos por un momento, su cubrebocas se movía, como si estuviera por hablar pero sin decir ninguna palabra hasta varios intentos después, donde con ese tranquilidad que parecía inamovible en ella, volvió a aparecer con lo que parecía un rostro contento bajo su cubrebocas.
-Sí, soy feliz de esta forma. Si quieres una respuesta más larga o profunda de porque lo soy de esta forma, simplemente no la tengo, incluso tras tanto tiempo no la tengo, pero soy mucho más feliz de esta forma-
-Ya veo, entonces no le veo el problema-
Respondí sonriendo.
-¿Cómo dices?-
-Sí, justo eso. No le veo el problema; es un poco raro verte como una chica pero, llevas años siéndolo y seguiste cuidándome tal como prometiste, pensé que eras un chico cuando ya eras una chica, así que poco importa eso,  sigues siendo un asombroso hermano mayor, y también una hermana mayor asombrosa. Creo que aún no entiendo todo lo que hiciste pero, sé muy bien que te quiero y que me has ayudado bastante, así que solo dame tiempo para llamarte como chica y no como chico, ¿Te parece bien?-
-¿Desde cuando los niños crecen tan rápido? Si mamá y papá tuvieran un poco de tu mentalidad las cosas serían muy diferentes-
No podía ver su sonrisa, pero creo que sonreía bajo el cubrebocas cada vez más, al punto que ella estaba mostrándome una amable sonrisa mientras acariciaba mi cabeza tal como la última vez en que nos vimos, que nostálgico.
-Gracias por entenderlo, en serio Joseph, gracias. Sé que puede ser complicado pero no te agobies, puedes seguirme llamando como chico pero más te vale tratarme como tu hermana mayor: nada de espiarme como has estado haciendo con mi tatuaje, ni tampoco revisar mis cosas, además, ¿Me estás diciendo pequeña y debilucha? Así las chicas te odiarán. Acércate "hombrecito", te mostraré lo que "una niñita" puede hacer-
De repente la caricia que sentía en mi cabeza se volvió en suaves tirones a mi cabello de un lado a otro, no dolían en realidad pero no pude evitar reírme al sentir como mi cabeza daba vueltas por los tirones, y reír aún más por las bromas que hacía mi hermano, digo mi hermana, sobre como tratar a una chica.
-¿Qué clase de bromas son esas? Nunca te espiaría, ni a ninguna chica, tampoco pienso pelear contigo-
-Y más te vale porque te moleré a golpes si haces algo indebido a una mujer, también sirve que te enseño que no puedes valerte simplemente de tu tamaño...Me da mucho gusto verte, Joseph. Ven, déjame mostrarte mi casa, puedes venir cuando quieras-
-Muchas gracias, vendré a visitarte de vez en cuando, hermana Liam-
-Es un poco raro pero me gusta como suena, podré acostumbrarme a ello, andando-
Así fue que dejamos de bromear para caminar a su hogar, me parece que esta a unas calles de este parque, lo que nos da la oportunidad perfecta de seguir poniéndonos al día con todo lo que ha pasado mientras estábamos separados. 
Puede que nuestros caminos se distanciarán algo por el tiempo, pero he aprendido que ya sea como hermano o como hermana, Liam siempre estará ahí para apoyarme, y lo menos que puedo hacer, es estar para ella para apoyarla en lo que quiera. De eso se trata que seamos hermanos, o a partir de ahora, hermano y hermana.
Créditos a quien correspondan.

2 comentarios:

  1. Esta historia es una alegoria transgenero y nadie puede convencerme de lo contrario

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    1. Muchas gracias por comentar, anónimo. Y personalmente, no creo que hay nada de lo que convencerle, después de todo, esa fue mi intención al escribir está historia.
      -Nero.

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