¿Lista cielo?

-Cariño...no estoy segura, no quiero llegar tan lejos...-

Decía tímidamente y entre jadeos Armando, la chica de cabello oscuro que estaba a punto de ser penetrada por primera vez. Su mujer rubia y mucho más experimentada intentaba calmarla para seguir con su plan lascivo y romántico.

-No te preocupes, si conmigo estabas disfrutándolo a lo grande verás que con la verga de mi amigo será aún mejor-

Erika había conseguido un apuesto novio llamado Armando, el cual tenía el deseo de ser mujer para tener sexo lésbico con su pareja pero era imposible, o al menos eso creía de no ser por una pócima que sabía hacer la rubia. Una de sus amigas era una especie de hechicera que podía hacer el deseo de su novio realidad por una noche y por amor y curiosidad estaba dispuesta a hacerlo realidad.

Armando no podía creer que fuera verdad al inicio, pero una vez que se tomó la pócima, se dio cuenta de los cambios físicos; su cabello creció mucho, su cuerpo se volvía más pequeño y esbelto e incluso su voz cambiaba hasta volverla una autentica mujer.

-¡Dios mío, Erika!¡Ahora soy mujer!¡De verdad funciona!-

Gritaba con emoción la castaña mientras veía a su pareja que de igual forma sonreía por los resultados.

-Te dije que así sería pero todavía no eres una mujer...déjame convertirte en una-

De forma rápida se desnudó seductoramente para después hacer lo mismo con su marido. Ambas estuvieron como locas en la cama, gimiendo fuertemente por el placer que recibían de la otra en sus zonas íntimas, cambiando de posiciones e incluso de roles pasivos o dominantes. Sin embargo, aún había una sorpresa más. Erika contrató a un hombre para que llegará a cierta hora y tuviera sexo con ambas sin comentarle nada a su novio, quien se llevó una enorme sorpresa al verlo entrar desnudo y con su gran polla erecta mientras ambas chicas intentaban reincorporarse, sobre todo Armando pero de manera inútil ya que la rubia a base de caricias lo volvió a poner en 4 frente al hombre y posteriormente ella también se preparó.

-Pero no quería eso...solo te quería a ti...-

Murmuraba sutilmente intentando escapar de esa situación a lo que Erika besó los labios de su chica para callar sus quejas y luego hablarle.

-Dices eso pero incluso ya abriste las piernas y levantaste el culo para que comience a entrar el pene, cielo. Tu cuerpo lo quiere y seguro tú también así que...¡Javier cuando quieras puedes comenzar! Se gentil que es la primera vez de mi dulce Alyssa-

No lo había notado en primer instancia pero Erika tenía razón, el cuerpo femenino de Armando ya estaba más que ansioso de probar esa enrome carne. La verga apenas se acercaba a sus labios vaginales y ya la estaba haciendo gemir, su cuerpo resulto ser bastante sensible y suave por lo que aceptó muy bien la punta del pene pero eso sería solo el comienzo de su primera vez como mujer en varios tipos de sexo que descubrirá a lado de su maravillosa pareja y un nuevo amigo en común.

Créditos a quien correspondan.