-¡N-no es j-justo!...ustedes solo tienen que soportar un par de dedos...mientras yo aguanto su pene...-
-Cállate...aún así es insoportable...-
-Si es así...podrías rendirte ahora....-
-¡De ninguna forma!..¡Lo siento chicos pero no me quedaré así!...-
El grupo de amigos que ahora eran chicas peleaban entre sí mientras eran follados.
Los 4 se habían reunido en la casa de uno de ellos para jugar o hacer algo, sin embargo, Jake, la actual bien dotada castaña de en medio, llegó con un libro de hechizos antiguo que había recogido de la calle antes de llegar.
Como broma creyó que sería divertido decir algunos conjuros y así lo hicieron, pero nunca imaginaron que uno de tantos hechizos que recitó, haría aparecer un espíritu muy molesto por jugar con ese libro y que como castigo transformó a todos en chicas de enormes pechos.
Todos estaban molestos y asustados, quería volver a la normalidad y juraron que no lo volverían a hacer algo así. No obstante de todas sus suplicas, solo consiguieron que aquel espíritu tuviera piedad de volver a la normalidad a uno que se decidiría con un juego.
El trato era que volvería a su sexo original a quien soportará más tiempo teniendo sexo sin correrse, mostrando así su gran fuerza de voluntad para volver a como eran antes; el más hombre de todos serían quien soporte más, y los demás que serían perdedores e inferiores, debían estar agradecidos de ser hermosas mujeres.
Sam, otro de los chicos, se negó rotundamente a participar, por lo que el espíritu de inmediato usando su magia le hizo abrir las piernas para penetrarla hasta llegar a su límite varias veces y al del propio espíritu apenas un par de ocasiones. Todo el semen que salía de su entrepierna mientras intentaba recuperarse del coito que acababa de tener demostraba quien fue el primero en quedarse como chica para siempre.
El resto fue más obediente tras ver esa escena y aceptaron el trato aún si no querían tener sexo como una mujer, era claro que el espíritu lo haría de todas formas, al menos al aceptar la apuesta tendrían más oportunidad de ganar y quedarse con su hombría por lo que siguiendo sus ordenes se colocaron en 4 esperando a que ese reto comenzará.
Aún sin tener la estimulación en sus nuevas vaginas por completo, era un placer extremo; sudaban, jadeaban, gemían, babeaban, se aferraban a las sabanas y gritaban por igual intentando no ser quien se rindiera al placer.
Lamentablemente para ellos solo podía haber un ganador por más que aguantarán los demás así que todo se decidiría entre:
Alexander, la castaña con diadema que intentaba ver a sus "amigas" para medir que tanto más podrían aguantar, ya que sentía mucha humedad dentro de sí, en los dedos del espíritu e incluso hasta sus muslos sobre la cama.
Paul, la pelimorada de cabello corto ya no podía usar la fuerza de sus brazos y se dejaba caer en sus pechos viendo hacía la cama e inconscientemente levantando más las caderas lo que le hacía más fácil el movimiento del par de dedos del espíritu dentro de su vagina.
Y Jake, la castaña que soportaba el enorme pene del espíritu aferrándose aún más a las sábanas y siendo quien más fuerte gritaba pero quien más había soportado, después de todo un pene es mucho más placentero que un par de dedos o al menos así parecía en su opinión y la de las chicas a sus lados que parecían interesadas en tenerlo dentro también.
Fuera quien fuera el ganador, las chicas perdedoras sin duda no extrañarían mucho su forma masculina, el placer por el que pasaban se volvería adictivo tanto como para que fueran las 3 chicas con el único ganador que conservará su hombría, a pedir que las hicieran gemir de placer y llenarán de semen como ahora lo hacía el espíritu.
Créditos a quien correspondan. |
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