Había una enorme convención de anime y videojuegos a la que deseaba ir con todo mi ser. Sin embargo, tenía un grandísimo problema y era que la convención era sumamente cara, llevaba meses juntando para un boleto pero ni siquiera así era capaz de poder pagarlo. Eso me entristeció mucho pero no todo estaba perdido, había una forma en que podía entrar gratis y era usando un cosplay fenomenal.
Yo no tenía ninguna experiencia en ello, no había forma en que pudiera lograr hacer uno de los mejores cosplay siendo un novato como para que me dejaran entrar gratis, pero era muy pronto como para rendirme y empecé a buscar por todo tipo de páginas web para hacer un cosplay de Final Fantasy.
En mi búsqueda apareció un página emergente que iba a cerrar de no ser por lo que decía, ofrecía el cosplay que yo quisiera a la perfección, diciendo algo de ser un traje de cuerpo completo que imitaba absolutamente todo del personaje. Era la oportunidad que quería sobre todo por el bajo costo a comparación del boleto y sin dudarlo ordene el atuendo del personaje que deseaba, lo único malo era que debido al tiempo de envió el traje llegaré poco antes de una hora de que iniciará la convención.
Estaba totalmente ansioso y nervioso, deseaba que no pasará nada malo y que llegará mi traje y así fue, un paquete fue dejado en mi puerta antes de siquiera poder ver de quien lo había dejado pero no podía importarme menos, de inmediato abrí la caja para ver mi atuendo y darme cuenta que estaba mal, sí era del videojuego pero era de Tifa, se veía increíble pero era de mujer, por una parte no quería usarlo a ser un traje de chica...no obstante quería aún más ir a esa convención.
Poco a poco empecé a ponérmelo, comenzando por los pies hasta la cabeza y una vez que subí el cierre que tenía en la espalda y que quedó cubierto por el cabello, fui a verme en el espejo, quedando sin palabras por el asombroso resultado; era una copia idéntica de ella, ni siquiera podía entender como es que mi voz cambió o que todo mi cuerpo se sintiera diferente. Lo único que se me ocurría era que con el tiempo usándolo me acostumbraría, así que con mucha vergüenza y aprendiendo a controlar este cuerpo fui a la convención.
Moría de la vergüenza al estar en la entrada de la convención, muchos chicos e incluso chicas me decían todo tipo de cosas lindas por mi atuendo que sin cuestionarlo era tan bueno como para poder entrar gratis. Pase de un lado a otro comprando figuras y todo tipo de coleccionables, con algunas pausas para tomarme fotos con quienes se me acercaban a pedirlo pero uno de ellos me tomó de sorpresa, empezando a platicar conmigo y después de un rato invitarme a comer algo fuera. No entendía bien porque pero me estaba gustando mucho como me trataba y conforme pasaban las horas me daba cuenta que era muy lindo y que estaba coqueteando conmigo. Aunque esto último lo note muy tarde, la comida había sido cerca de un bar al que también pasamos y nos excedimos de tragos, no tenía el mismo aguante al alcohol que cuando era un hombre y eso me jugó a traición.
Finalmente llegamos a un motel por los alrededores, en poco tiempo me quitó bastante ropa y empezó a tocar mi cuerpo a lo que respondí con gemidos placenteros. Ahora que él se empezó a desnudar, me fui a la cama y abriendo mi boca empecé a lamer su pene que se iba haciendo más grande de lo que ya estaba, lo bastante para poder sostenerlo con una mano a la par que con la otra me levantaba la blusa dejando que mis enormes pechos se movieran libremente y quitándome la parte inferior de mi ropa para empezar a tocar mi vagina humedeciéndola aún más dejándome ansiosa de que su miembro me penetrará por primera vez volviéndome loca. En todo el día durante la convención me la pase genial pero sin duda puedo decir que lo mejor viene después de la convención.
Créditos a quien correspondan. |
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