jueves, 15 de febrero de 2024

Mía

-O-oye ¿De verdad lo vas a hacer?-
Preguntó tímidamente la pelinegra viendo sorprendida todo el cambio que tuvo su novio, quien estaba desnuda y de rodillas recibiendo el pene de otro chico.
Nana era una dulce y tímida chica universitaria con un gran problema. Su novio Milo, el líder del equipo de fútbol, nunca era lindo con ella, incluso siendo brusco o totalmente rudo con ella lastimándola en un par de ocasiones.
Pero todo fue a peor cuando Milo quería tener sexo con ella, Nana no se sentía lista para eso pero no era algo que le importará en lo absoluto a su pareja. De no ser por la llegada de un amigo de Nana el acto se hubiera completado con un dudoso procedimiento.
Este amigo que salvó a Nana era bueno en la ciencia y sabía lo problemático que le resultaba su novio a la chica, por lo que tras estar un rato a solas con ella tuvo una idea; fabricar un compuesto capaz de ablandar al chico para que tratará mejor a Nana. La pelinegra no estaba segura de si era lo correcto pero al pensar que él podía tener sexo con ella sin su consentimiento decidió darle una oportunidad a su amigo para mejorarle la situación.
Pasaron unos días y finalmente el chico terminó su compuesto y atrajo a Milo para probarlo, diciéndole que si bebía eso, él sería irresistible para Nana y podrían hacer lo que quisiera con ella.
Tanto le emocionó la idea a Milo que no preguntó más, quitándole el compuesto al chico para beberlo. Sin embargo los efectos que empezaban a ocurrir no eran los prometidos, haciendo que el chico se quitará la ropa para ver qué pasaba; los pectorales marcados del atleta creciendo y se hicieron redondos, terminando como dos hermosas tetas, su marcado abdomen se volvió plano con grandes caderas y trasero bien marcado, al igual que sus piernas las cuales resaltaban su excelente estado por las calcetas largas blancas que llevaba, terminando el proceso al quitarle unos centímetros de altura al antiguo chico, brindándole de una cabellera más larga y con rasgos faciales más femeninos, dulces y suaves.
-Eso no debía pasar...¿Cómo te sientes?-
Pregunto el joven científico a la chica frente a él, chica que miraba curiosamente su nuevo cuerpo.
-Supongo que bien pero ¿De qué hablas?¿Que es lo que debía pasar?-
-No pierdo nada al decirte ahora, así que: Nana y yo pensamos en volverte más bueno con ella, el compuesto debía cambiar tu carácter...cosa que sospecho hizo, pero no debía cambiar tu físico-
-¡Así que es eso!¿Pero de verdad causaba tantos problemas? Es triste saberlo...pero ¡Al menos así puedo compensar a ambos!-
Habló con mucho movimiento corporal haciendo que rebotaron sus pechos y trasero al aire para rematar yendo sobre el chico para quitarle la ropa.
-¡Oye!¿Qué haces? Basta ya-
-No~ solo disfrútalo, es una recompensa por lo que acabas de hacerme~
Dijo juguetonamente mientras terminaba de quitarle la ropa al chico, quien ya parecía estar preparado para el juego de calentamiento que tenía Milo.
Ya habían pasado unas horas y Nana no tenía respuesta de alguno de los chicos por lo que fue al laboratorio para ver qué pasaba, quedando sin palabras ante la situación que se encontró.
-H-holaa...¿Están a...¿Qué están haciendo?¿Quien es la chica?-
Preguntó con total sorpresa la pelinegra, al ver que su amigo estaba teniendo sexo con una linda chica de cabello rojizo. 
-¿No me reconoces, amor? Soy Milo~ o mejor dicho era, pasa por favor, sería vergonzoso que alguien más nos vea-
Sin terminar de creer lo que acababa de oír, la chica busco respuestas en su amigo, quien estaba más concentrado en no detener sus embestidas con la pelirroja que en hablar con su amiga. 
-Es cierto...Milo terminó así con mi compuesto.. ¡Dios, está tan apretada!... perdón, al principio no quería pero ella es muy fuerte todavía...aunque por otro lado en serio es muy linda y complaciente-
-¡Por supuesto! Una buena chica así debe ser~
Nana cerró la puerta tras ella y se acercó a una silla para ver todo lo que sucedía con un ligero rubor en el rostro además de una profunda emoción y confusión creciente en ella.
-¡Nana quiere jugar~!
Gritó con seguridad la pelirroja para centra su atención en su pareja que estaba más roja que nunca al ser descubierta.
-¡E-eso no es verdad!-
-No puedes mentirme, amor~ desde aquí puedo ver qué te está excitando...si es por tu amigo me dolerá un poquito que lo prefieras pero está bien, ya no puedo ofrecerte "eso" que él me está dando, pero si soy yo quien te calienta...¿Por qué no te quitas la ropa y abres las piernas~? Podré complacerte muy bien-
De cierta forma, si que era más bueno o buena con ella, y aunque era la primera vez, en serio le estaba excitando a Nana ver a la chica así de contenta mientras se la cogían y con la lengua de fuera ante tanto placer.
Sin decir más, Nana se quitó la blusa y el sostén, la falda y sus bragas, con la cara totalmente roja acercando la silla a la cara de su novia para ahí sentarse.
-Me hace feliz que aceptarás, cielo~ ahora abre las piernas~
Pidió la pelirroja sin descuidar el ritmo que llevaba con el chico desde hace rato. 
En cuanto la pelinegra aceptó, el placer le llegó rápidamente en forma de lamidas profundas en su intimidad, las cuales hacían abrir más las piernas a la chica mientras empezaba a gemir. 
-Me encanta oírte así, luego tú podrías hacerme lo mismo, después de todo ambas le podemos sacar provecho a mi nuevo cuerpo-
-Ah~..ah...¿No quieres volver a ser chico?-
Preguntó entre jadeos aferrándose a la silla para soportar el placer. 
-No, con este cuerpo puedo cuidarte mejor y sin duda te ves más feliz y complacida que antes, además tú amigo fue tan amable de llenarme de semen, cosa que según él, hace el cambio irreversible-
-¿Eh?¿No volverás a tu cuerpo de hombre, Milo?-
Intentaba verla cara a cara pero con cada lamida, la pelinegra era incapaz de mantener la mirada, quedando limitada a oír la situación viendo de un lado a otro sin poder resistirse al creciente placer.
-No, pero está bien, así podré pasar más tiempo contigo y cuidarte mejor, me uniré a las porristas y tu amigo me ayudara con unos papeles, diciendo que Milo se fue de intercambio y yo vine en su lugar~ ¿Te gusta la idea? A mi me encanta-
-Sí, sí...ah~...me encanta la idea también, Mía-
-¿Mía?-
-Sí...como chica necesitas un nombre ¿No? Mía me parece uno lindo-
-¡Igual a mí! Sobre todo porque seré tuya, Mía es perfecto-
-Bien... entonces eres Mía-
Tal parece que el cambio le sirvió a todos, pero más a la pareja que ahora se lleva estupendamente por lo linda y complaciente que es Mía, junto con lo linda y pasiva que es Nana, rápidamente se volvieron una pareja perfecta con mucho por explorar ya sea solas, o con alguien más.
Créditos a quien correspondan.

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