-Entonces, eso tampoco funcionó...supongo que es buen momento de tirar la toalla-
Me decía una vez sentada en la barra de la cocina, con algo de frío en el trasero y resto de mi cuerpo, por vestir solamente un delantal y un horrible collar que casi segura fue lo que provocó todo.
Mi nombre real es Gabriel, aunque si justo ahora alguien me pregunta, creo que le diría que me llamó Gabriela; la dulce y sumisa esposa de Ángel, quien cabe mencionar fue el quien me tendió esta trampa.
Bueno, si somos totalmente honestos puede que yo tuviera la culpa. Desde que ese solitario hombre se mudó al vecindario, había aprovechado más de una ocasión para entrar a escondidas a su casa y robarle algo de valor para tener dinero fácil en que gastarlo.
Sin embargo, diría que hoy se acabó mi suerte, ya que al intentar llevarme un collar de oro en forma de corazón, una enorme y densa neblina violeta cubrió todo mi cuerpo.
Una vez que la neblina se fue, yo me había convertido en una joven mujer; con pechos de lo más encantadores y unas curvas de infarto, usando únicamente aquel collar que intente robar y un delantal a cuadros que cubría mis intimidades y poco más.
Por si todos estos cambios fueran poco, había dos o tres cosas más que no podía ignorar:
La primera es que mi rostro, aunque perdió la barba y tenía rasgos mucho más femeninos en su lugar, no dejaba de ser una copia idéntica a mi rostro de hombre, tal como si fuera una hermana gemela o algo así. Cualquiera que me viera de esta forma femenina, no podría evitar pensar en mí forma masculina.
Lo segundo es que tengo recuerdos mezclados, sé muy bien que soy un hombre y toda mi vida que he vivido como Gabriel. Pero ahora también tengo recuerdos de Gabriela; como empecé a salir con Ángel, como me enamore de él, como decidimos vivir juntos y que yo sería la ama de casa más perfecta y servicial posible, entre muchos otros recuerdos más que prefiero no pensar.
Lo tercero y último es que lo tengo bastante jodido para salvarme de esto, ya que por muchas vueltas que le haya dado y planes que haya pensado, ninguno ha funcionado.
-Repasemos: Ya intente abrir las puertas pero están cerradas con llave, muchas ventanas están cerradas con tal fuerza que ahora en este cuerpo no las puedo abrir, no puedo pedir ayuda a gritos puesto que aún si alguien viene tengo todas las de perder, ni siquiera puedo explicar que me sucedió....Ah, mi última esperanza era aquella ventana cerca del lavabo de la cocina, mis pechos apenas y pasaron pero mis caderas ya no....Que maldita vergüenza hubiera sido quedar atascada en una ventana semi desnuda y de está forma. No tuve de otra que quedarme atrapada aquí dentro y no en la ventana-
Suspiré al pensar en la horrible posibilidad de que Ángel llegará y me encontrara indefensa con el culo al aire, presiento que no me haría daño pero puede que otras cosas sí y eso es igual o incluso más terrible.
Como sea, he pensado en absolutamente todas las formas posibles de escapar y en ninguna lo consigo así que estoy pensando en rendirme con la idea de huir y buscar formas de salir bien librado por aquí dentro.
-De nuevo sólo se me ocurren 3 opciones más-
La primera sería esconderme todo el tiempo posible hasta encontrar la oportunidad de escapar, como cuando él se vaya a dormir o deje abierta la puerta, aún así la idea de esconderme de alguien en su propia casa suena complicado.
La segunda opción seria disculparme, así de sencillo. En cuanto Ángel llegue, ponerme de rodillas y suplicar por su perdón, humillándome todo lo que sea necesario para que él me vuelva a mi cuerpo normal. Esta idea tiene como desventaja que Ángel simplemente puede rechazar mis suplicar y hacer conmigo lo que le plazca, o en un mejor caso, humillarme y castigarme lo necesario para que me vuelva a la normalidad.
La tercer y última opción, es fingir ser Gabriela, si todo esto es un castigo que Ángel planeó quizás él también me puso esos recuerdos de Gabriela, podría aprovechar esos recuerdos falsos y fingir que los recuerdos de Gabriel no existen, que ya sólo queda Gabriela y para cuando baje la guardia Ángel, huir. Puede que sea la idea más arriesgada de todas pero tiempos desesperados requieren medidas desesperadas.
-Siempre y cuando no intente propasarse conmigo lo podría intentar....pero con este cuerpo tan bueno y vulnerable, hasta a mi me costaría no darle una mirada-
En ese momento levante la zona del delantal que cubría mis pechos para echar un vistazo, tal como suponía son preciosos y destacan aún más con este collar que empezó todo mi problema.
Entonces ¿Qué será lo mejor? ¿Qué es lo que haré? ¿Cuál de mis 3 ideas puede darme mejores resultados? ¿O habrá una cuarta idea que se mejores resultados que las 3 anteriores? El tiempo se me acaba así que sea lo que sea, debo decidir a la brevedad.
Créditos a quien correspondan. |
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