Clarisa era una pequeña niña que disfrutaba su vida como cualquier otra, teniendo apenas 7 años y viviendo con su mamá por lo que cualquiera pensaría que todo iba bien para ella.
Sin embargo, no todo iba bien todo el tiempo, su padre decidió divorciarse hace un par de años y desde entonces la pequeña lo extrañaba un montón. A pesar de sus súplicas e insistencia, Fabiola, la madre de Clarisa, nunca accedía a dejarla ver a su papá inventando excusas tontas o simplemente diciendo que no.
Un buen día la niña y la adulta discutieron fuertemente por lo que Fabiola decidía para su hija. La menor, por su parte, deseaba con todo su corazón poder ser una adulta como su madre para tomar sus propias decisiones y no solo tener que obedecer.
Dicho puro y noble deseo se le cumplió de una forma peculiar, ya que tras un fuerte mareo por el que ambas féminas cayeron al suelo, al despertar habían cambiado de cuerpos entre ellas.
Fabiola ahora era una niña pequeña que no media ni la mitad de altura que su madre y que estuviera ella de acuerdo o no tendría que obedecer: Al ser la pequeña ahora, entendería dicha posición de hija obediente como tanto tuvo que hacer Clarisa por mucho que no quisiera obedecer a su mamá.
Mientras tanto para Clarisa no había tanto problema, ahora era una adulta con un cuerpo hermoso, tan hermoso que su padre lo amaba, con ese aspecto tenía una meta nueva bien clara después de todo ahora ella podía hacer lo que quería, tenía dinero y sabía cuidar de si misma como para tomar sus decisiones.
Sin importar las protestas de la pequeña, su nueva madre le hacía obedecerla; hacer la tarea, limpiar su recamara y todas las actividades de Clarisa ahora le tocaban a Fabiola sino quería terminar castigada u en otro problema. De igual forma a Fabiola le tocaba trabajar como oficinista, cocinar y cuidar a su hija pero eso no era todo, en cuanto su vieja madre se iba a dormir ella se las arreglaba para ir con su papá para retomar el contacto que habían perdido hace un buen tiempo.
Al principio todo fue muy algo extraño porque el hombre trataba a la pequeña como trataba su madre siendo algo frio y distante de ella. Sin embargo, la niña se disculpo por todo y prometió ser una buena niña que obedecería a papá, con eso y sin saberlo despertó un pequeño juego de rol que revivió la chispa del viejo matrimonio.
Clarisa complacía todo lo que el hombre pedía a cambio de juguetes y pasar el tiempo con él, cosa que nunca se cuestionó el hombre para poder seguir disfrutándolo. Ahora mismo a cambio de usar la lencería que su ex marido le eligiera podía tener el peluche que quisiera, siendo su elección un grande unicornio rosado, del mismo color que la lencería diminuta que usaba sonriente al abrazar al peluche y preguntándose ¿Cuánta ropa así tendría que usar para que su familia se volviera a juntar? Ella podía hacerlo y mucho más, su padre podría enseñarle los juegos que hacía antes con su vieja madre a solas en la habitación. La joven e inocente niña pensaba que sería bien divertido; después de todo su mamá siempre salía con una sonrisa después de ello y la menor se preguntaba si es que ella terminaría igual, esperaba que si y que con eso su matrimonio con papá estuviera unido otra vez.
Créditos a quien correspondan. |
Buena historia
ResponderBorrarMuchas gracias, es bueno saber que les gusta para traer más contenido de este estilo.
BorrarBuena historia :3
ResponderBorrarMuchas gracias por su apoyo, Kary.
BorrarBuena historia :3
ResponderBorrarBuenísima historia,haz mas de estas por favor!!
ResponderBorrarClaro, próximamente habrá segunda parte.
BorrarXmarilix
ResponderBorrarEspero logré soportar los juegos a los cuales su padre ( marido) planea para ella
Es la primera vez que veo un deseo tan inocente hacerse realidad espero clarisa logré verle el lado bueno a su situación
Las historias donde el niño pequeño queda atrapado en un cuerpo adulto mientras conserva su mente infantil son 100% impredecibles
Uno no tiene idea de cómo terminará todo
Quizás logré soportar su cambio de vida o nesecite la ayuda de alguien para sobrevivir
. digamos que una mujer adulta es castigada por algún ente magico pero en vez de hacer algún tipo de cambio en ella este cambio mágico es recibido por alguien inocente como su hijo imaginen a una prostituta de 45 o 50 años que trabaja en un club nocturno es castigada por burlarse de alguien y al regresar a su apartamento donde vive con su hijo de 10 años descubre que algo está cambiando a su hijo transformándolo de su forma original a una mujer pero no cualquier mujer si no una copia de su propia madre almenos físicamente ya que su mente infantil sigue activa
Por lo cual sin tener idea de cómo solucionar el asunto su madre decide entrenar a su hijo en el mundo femenino por lo cual para ocultar lo ocurrido presenta a doble ante todos como su hermana gemela pero no antes de obligarle a aprender a caminar hablar y comportarse como ella osea como una puta que solo piensa en verse bonita para los hombres obligando a su hijo a desaparecer para transformarse en una mujer adulta ante todos
.n///n.
Muchas gracias por comentar y dejar una idea más al aire, Xmarilix.
Borrar-Nero.
Recuerdo haber leído esta historia antes. O algo parecido. Tal vez lo estoy imaginando. Pero realmente me gusto. Seria ver mas como estas :3
ResponderBorrarTal vez no lo estés imaginando, anónimo. Está historia fue una re edición de una historia de hace ya algunos años y que recién vuelvo a publicar.
BorrarNo obstante, ya sea que la recuerda vagamente o sea una historia nueva para usted, me alegra que le guste.
-Nero.