-¿¡Rubén!? ¿¡Pero que demonios haces vestido así!?-
Me gritaba con furia y sorpresa mi novia en cuanto estuvo lo suficientemente cerca, desde que entró al parque y me vio a lo lejos empezó a caminar más rápido, y una vez que se aseguró que yo era yo, no dudo en comenzar a hacer un escándalo con el que simplemente no pude evitar reír.
-¿Pero que te pasa? ¿Te sientes bien? Recuerda que tú eres Rubén y que yo soy Violeta-
Mi calma y despreocupación solo hacían que la antigua Violeta dentro de mi cuerpo se enojara más y más. Sin duda se había llevado una buena sorpresa después de un par de semanas sin habernos visto, algo me dice que justo de eso vamos a hablar.
-Rubén, estoy hablando en serio, ¿Cómo pudiste? Me mentiste-
-Yo también habló en serio, así que más te vale obedecerme, y no me vengas con "me mentiste" cuando ambos sabemos que tus mentiras provocaron esto-
Mi tono seguía siendo tranquilo y juguetón pero sin duda mis palabras iban en serio, algo que mi novia comprendió y que la obligó a pensar más en que sería lo siguiente que haría.
-Esta bien, lo entiendo y en serio me disculpó. Cariño, siento mucho haberte mentido para que cambiáramos de cuerpo; es solo que no me siento muy cómoda con mi cuerpo y ya que tú eres un excelente atleta, quise saber como se sentía tener un cuerpo perfecto. Lo lamento-
Así estaba mucho mejor, fue una disculpa sincera e incluso se arrodilló para mostrar como se sentía, eso era más que suficiente para que yo quisiera hablar pero no tuve oportunidad, ya que mi querida novia seguiría hablando, dejándome ver algunas más de sus preocupaciones.
-Pero dejarte en mi cuerpo, no creo que fuera motivo para arruinarlo aún más o salir con esa ropa, Rubén, ahora cuando vuelva a mi cuerpo me sentiré peor-
-Entonces lo notaste, ¿Cuántos kilos crees que subí? En realidad no me he pesado pero yo diría que entre 5 a 8 kilos-
En ese momento baje la mirada y tome unos gorditos de carne de mi cintura, grasa sobrante mejor dicho. Vaya que había de esa por todo mi cuerpo; muslos enormes y por encima del promedio; mi trasero y las caderas ni se digan ya que también son bastante más grandes, no tengo un vientre plano como modelo o abdominales como un deportista, tengo una enorme y redonda barriga donde están muchos de mis kilos extras; tampoco tengo una cintura de reloj de arena, más bien de montaña rusa por todos los rollitos que tengo a los costados de mi barriga; puede que lo "mejor" al igual que con el trasero, sea que tener tanta grasa ha favorecido a mis pechos para ser más grandes pero hasta mis brazos son regordete y mi cara bastante redonda por unas grandes mejillas.
Creo que podría seguir y seguir describiendo todo mi cuerpo con lujo de detalle y en ninguna parte habrá algo ideal, adecuado o perfecto. Mi cuerpo no es de esa manera.
La ropa que elegí tampoco ayuda, o mas bien ayuda pero en diferentes formas; un top amarillo que solo cubre los pechos y que deja a la vista tanto el escote, los brazos, cintura y abdomen, incluso todo lo que ya dije queda aún más a la vista gracias a mi reciente aumento de peso. Lo mismo pasa de la cintura para abajo ya que elegí los pantalones recortados más pequeños que tenía, fue una tortura hacerlos subir por mis muslos tan dotados y cerrarlos fue imposible por mi barriga, pero aún con todo eso, este fue el atuendo que elegí para nuestra cita después de semanas dentro del cuerpo y la vida de Violeta.
-Eso es un montón...-
-Lo sé pero no lo pude evitar, creo que habían pasado cerca de 3 o 4 años que no comía muchas cosas que tú tenías por montones, supongo que me excedí un poco pero dime, ¿Cómo me veo?-
Pude ver en su mirada mucha confusión ante mi pregunta, parecía querer decir algo pero no se atrevía, Violeta tenía un lío tan grande en su cabeza que no sabía ni que responder o por donde empezar.
¡Así que la ayudaría!
-¿No te gusta como me veo? ¡A mi me encanta! Esto estaba ocultó hasta el fondo de tu ropa pero sé mejor que nadie cuanto morirás por utilizarlo-
-Y tienes razón...pero no con ese cuerpo...-
-¿Querías usar esto con mi cuerpo de chico?-
-No, no me refiero a eso, yo me refiero a que mi cuerpo debería ser diferente para usar ese atuendo-
-¿Cómo que diferente?-
Con esa última pregunta de mi parte pude oír como chasqueaba la boca antes de comenzar a hablar, mucho más viva que antes; rápida pero entrecortada, con ira pero también tristeza, tantas emociones a punto de desbordarse que ni su voz ni su cabeza sabían a cual darle prioridad haciendo un caos en este proceso.
-¿En serio me vas hacer decirlo?...¡Bien! ¡Te lo diré! Yo quería usar es atuendo cuando mi cuerpo fuera más delgado...¡Mucho más delgado que ahora!... Quería verme linda con ropa de chica, quería verme muy bonita, quisiera vestir cosas mas cortas y atrevidas, usar ropa más corta o ajustada sin el miedo de verme ridícula....¡Me gustaría verme mucho mas linda!....quisiera que todas esas miradas que me juzgan, al menos apreciarán y se dieran cuenta de cuán duro es que lo intento, ¡Pero todavía no es suficiente! Y después de esto mi meta esta aun más lejos...-
En ese momento, al oír su voz llena de frustración y como se esforzaba por contener las lágrimas, pude ver muchos sentimientos que Violeta había guardado desde antes que fuéramos pareja, y que en esta extraña situación, al fin los confesaba.
-La dieta estaba siendo insostenible para mí y al tomar tu cuerpo atlético, solo quise descansar unos momentos y estar segura que mi cuerpo estaría en buenas manos...nunca imagine que aprovecharías para comer todo eso y hacer que subiera tanto de peso....me tomo meses bajar algunos kilos pero ahora estoy peor que cuando comencé....así nunca tendré un cuerpo perfecto, ni seré una chica linda...ni podré usar ropa bonita...ni-
-Oye, Violeta, ¿No te parezco linda?-
Interrumpí sus palabras con una pregunta que sin duda la dejó en blanco, me vio de pies a cabeza durante unos segundos antes de desviar la mirada e intentar hablar, algo que yo interrumpí.
-No, sea lo que sea que vayas a decir dímelo a la cara. Solo así puedo creerte-
Tomé su barbilla para que nuevamente me viera de pies a cabeza, terminando por dejar sus ojos sobre los míos que estaban llenos de determinación, a diferencia de los suyos que se veían conflictuados.
Espere unos minutos más y seguía sin haber respuesta, por lo que volví a tomar la delantera, abrazando con cariño su cabeza para hundirla en mi pecho, acariciando su cabello para intentar calmarlo.
-Ya, ya, todo estará bien, solo cálmate un poco y abrázame muy fuerte por favor, ¿Puedes hacer eso por mi? Tómame de donde sea, prometo que no voy a molestarme-
Sus manos tembloroso se acercaban lentamente a mi cadera, tomándome por una parte bastante rellena. En realidad donde pusiera las manos se sentiría de esa forma, todo mi cuerpo es bastante relleno y no había de otra. Pero lo que comenzó como un tímido abrazo, con cada segundo se volvió más fuerte y sincero, aguantándolo con una cálida sonrisa sin dejar de abrazarlo.
-¿Sabes algo? Tú siempre me has parecido hermosa, linda, adorable y perfecta como pocas cosas. Por eso elegí ponerme esta ropa, para mi, tú eres lindísima en todas formas posibles y ya que tú no habías tenido el valor de mostrarte así, yo quise mostrarme así para ti-
En ese momento una pequeña y juguetona risa se me escapó pero de nuevo tomaba mi seriedad para hablar.
-Lo siento, solo que es un poco extraño todo esto, nunca pensé consolar a mi novia con sus propios pechos y cuerpo mientras ella está tan frustrada en el mío pero hablando de cuerpos, ha sido toda una experiencia estar en el tuyo. Voy a serte honesto y diré todo por igual: ser tan pequeño y lento, sin buena condición como en mi cuerpo ha sido bastante raro, cosas de lo más sencillas me dejan sin aliento, tengo mucha hambre todo el tiempo y eso de no ver el suelo por mis pechos y barriga es algo a lo que todavía no me acostumbro, por no mencionar todas las miradas todo el tiempo...sin duda fueron días complicados....¡Pero no me arrepiento!-
En ese momento mi novia se separó de mis pechos para poder verme a la cara sin creer lo que dije y lo que estaba por decir.
-Al estar en tu cuerpo pude entender mejor tus sentimientos, como te sentías, que es lo que vivías, supongo que no es lo mismo puesto que apenas pasaron unos días pero sin duda estoy feliz de que una chica tan pura, hermosa y que se esfuerza todos los días sea mi novia, te amo mucho Violeta y eso nunca cambiaría. Por eso quise ponerme este atuendo, no lo hago como burla, lo hago como una muestra de cariño hacia tu cuerpo y hacia ti, ya que eres lindísima. Y justo por eso me gustaría oírlo de tu propia boca, que te llames a ti misma linda, no me hagas posar de forma vergonzosa-
Esa última broma después de tantas palabras serias parece haberla hecho sonreír pero para su buena o mala suerte, todavía no terminaba de hablar.
-Eres hermosa tal como eres, tu cuerpo es perfecto tal y como es; si dejo de lado mi amor por ti, solo te puedo decir que el sobrepeso tiene consecuencias en tu salud tal como cualquier otra cosa, ya sea buena o mala, no me gustaría que también te pongas en algún riesgo por bajar mucho de peso. Yo simplemente quiero que te sientas contenta con tu cuerpo y haré todo lo posible por ayudarte con ello, déjamelo a mi, préstame tu cuerpo unos días más para bajar al peso que ya estabas y luego de eso, volvamos cada uno a su cuerpo, donde te seguiré apoyando: si quieres ayuda con el ejercicio lo haremos juntos, lo mismo para una dieta, o si decides quedarte de esta forma yo también estaré encantado de estar a tu lado-
No pude contenerme más, y aunque apenas hace unos minutos nos separamos, nuevamente corrí a los brazos de Violeta, tomándola por las mejillas para besarla, tuve que ponerme de puntillas y hacer que se agachara pero sin duda ha sido el beso más lindo y extraño que he tenido en toda mi vida.
-No tienes porque responderme todo lo que dije ahora, puedo esperar lo que haga falta para que te decidas, mientras estés feliz contigo misma yo también podré estar feliz-
-Sin duda eres de lo más extraño, Rubén. Incluso en mi cuerpo lo sigues siendo-
-Cambio la presentación pero sigo siendo el mismo, al igual que tú, ¿No lo crees?-
-Muchas gracias, por todo. En verdad me has hecho feliz, ¿Te parece bien si respondo después de nuestra cita? Siento que ha pasado una eternidad desde que llegamos al parque-
-¿Verdad que si? Me parece perfecto tomarnos un descanso, ¡Y un helado! Hace mucho que no pruebo uno-
Mi búsqueda alegre de algo de comida hizo que Violeta me mirara con dureza, algo que respondí sonriendo y a su vez, ella respondo sonriendo y tomándome de la mano para caminar.
-Por cierto, Rubén, en verdad te gusta ser una chica y estar en mi cuerpo, ¿No es así?-
Reí en cuando hizo esa declaración, claro que me pregunto pero conocía bien a mi pareja y ella a mi, así que negarlo era inútil.
-¿Tan obvio te resultó? ¡Es bastante lindo ser una chica y estar en tu cuerpo! Me gusta demasiado pero sobre todo me gustaría verte sonriendo, eso me haría aún más feliz. Quizás, la próxima que visitemos este parque sea una vez que hayas tomado y cumplido tu decisión, sería precioso el día que te vea usar esta ropa para una cita, pero hasta que tengas el valor de utilizarlo, yo lo haré por ti y disfrutaremos de esta cita, como una de la más importantes en nuestra vida-
Créditos a quien correspondan. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario