jueves, 7 de septiembre de 2023

Madre primeriza

-Muy bien, sobrino. Has estado escondiéndote de mi durante muchos meses y finalmente decides aparecer, ¿al fin estas listos para devolverme mi cuerpo?-
Decía con molestia mi tía, ya que desde hace unos 9 meses, yo intercambie de cuerpos con ella y me escape.
No sé en qué estaba pensando, simplemente pensé que sería divertido ser mujer uno o dos días pero el cuerpo de mi tía Marisa me pedía más y más, al punto que decidí irme de viaje y dejar a mi tía atrapada en mi cuerpo de 22 años mientras yo vivía a lo grande en su cuerpo de 32.
Al menos así era hasta que hace unas semanas el dinero comenzó a agotarse, y más importante, tenía que revelar algo a mi tía. Por esa razón me puse en contacto con ella y aquí estoy, siendo sermoneando por mi tía dentro de mi cuerpo, sin tener el valor de decir lo más importante.
-Eh, algo así, tía. De hecho, yo no tengo problema en que intercambiemos cuerpos de nuevo pero... No te vayas a enojar-
Con mucha vergüenza al decir eso, yo me quite el enorme abrigo qué llevaba puesto y le dejé ver a mi tía lo mucho que su cuerpo ha cambiado en esta temporada.
-Javier... Por amor a Dios, dime. No, te ruego, dime que solo estas gorda, dime que subiste de peso como si no hubiera consecuencias-
Mi antiguo rostro masculino estaba más furioso qué nunca, incluso si quería verse tranquilo, las venas qué sobresalían de su frente y el cuello junto a ese tono de voz, demostraban la furiosa qué estaba mi tía al verme de esta forma.
-S-sí... Sí, tía... Yo simplemente estoy muy gorda pero en un par de semanas volveré a la normalidad... Cuando mucho 2 semanas....-
Dije en voz baja, todo lo contrario a mi tía que finalmente explotó y alzó la voz.
-¡Javier! ¿¡Cómo rayos pudiste hacerme esto!? Primero robas mi cuerpo y mi vida, escondiéndote más de medio año, y ahora vuelves embarazada esperando que te regrese tu vida y yo me haga cargo del desastre que hiciste con la mía-
-Yo...yo... Yo ni siquiera se que decir, tía. Pensé que sería divertido ser mujer por un día pero.... Pero tu cuerpo me pedía más y más...-
-¡oye!-
-Lo siento pero fue así... No pasó más de una hora cuando las ganas de.... Ser más femenina me invadieron; verme bonita, usar sexy lencería, salir de fiesta, conocer chicos, esos deseos eran más y más grandes. Nunca los pude controlar... Al menos no hasta que me paso esto-
Baje la mirada y después de ver mis enormes pechos, pude ver la barriga más grande que jamás había visto, y mucho menos imagine sentir y cargar por mi cuenta.
-Al principio no me di cuenta, solo me sentía mareada o cansada. Después mi cuerpo comenzó a crecer y cuando fui al médico, ya llevaba casi 3 meses de embarazada. Sabía que lo había arruinado pero no tuve lo necesario para dar la cara antes. He hecho lo mejor que puedo, pero no quiero seguir más con esto, así que pensé que tú-
-No-
Interrumpió mi tía
-Tía, he cuidado su cuerpo desde entonces y creo-
-No-
-Pero tía Marisa-
-No, olvídalo. No pienso ser madre ni dar a luz o vivir los últimos días de un embarazo. Lo siento mucho pero si yo estaba soltera era por una razón, no quería ser madre y apenas robar mi cuerpo, fue lo primero que hiciste, sobrino idiota-
Sus palabras eran duras y su sermón era humillante, no tenía forma de responder, incluso yo sabía que lo mejor que podía hacer era quedarme callado frente a ella... Aunque estar de pie mucho tiempo comenzaba a ser difícil, mi cuerpo es más vulnerable que nunca y debía tener cuidados qué nunca imagine.
-Lo siento, no fue mi intención tía, y sé que estás molesta pero pensé que debía decirte todo lo que paso antes de... Ya sabes... Dar a luz-
Puse una de mis manos en mi barriga, sintiendo algo de movimiento del bebé que crecía en mi.
-Bueno, supongo que agradezco me dijeras la verdad, por ello yo también te diré la verdad. Y es que no pienso volver a mi cuerpo-
-Pero tía-
-No, es momento de que comiences a llamarme sobrino o Javier, ya que ese soy yo desde hace 10 meses; he asistido a la escuela, conseguido amigos, incluso tengo una novia y un montón de cosas nuevas qué no pienso dejar. Perder mi vida como Marisa fue un golpe duro pero pude con ello y estoy feliz con mi vida como Javier, y no pienso perderla de nuevo por un capricho de la misma persona-
-Tia, yo solo-
-¿Tú solo que? No tuviste problemas para robar mi cuerpo y tomar un montón de decisiones que yo no pienso arreglar al intercambiar de cuerpos. Tuviste lo necesario para robar mi cuerpo, irte lejos y hacer de mi vida lo que tú quisiste, ahora hazte cargo, Marisa. Un bebé es una gran responsabilidad, aun más cuando eres madre soltera porque, supongo no tienes idea de quien es el padre o donde esta-
Yo negué con la cabeza.
-Entonces, creo que no hay mucho más que decir, tía Marisa. Yo seguiré siendo Javier y tú serás Marisa, una mujer que esta a pocos días de comenzar su vida como madre. Si necesitas ayuda llámame, ah, y avísame cuando pueda visita a tu bebé, volver a tener un sobrino o sobrina va ser tan nostálgico, ¿no lo crees?-
Javier dijo eso con una sonrisa totalmente maliciosa antes de irse.
Sinceramente pudo ser algo mucho peor esta reunión, yo mismo dudaba recuperar mi cuerpo, y aun si hubiera esa posibilidad, estaría dudando. Después de todo, he estado embarazada mucho tiempo y no puedo negar los sentimientos que tengo por este bebé, y así como los deseos de este cuerpo me hicieron irme a experimentar muchas cosas, esos mismos sentimientos me piden quedarme con mi bebé ahora. Que complicadas son estas cosas.
Aún tengo muchas cosas que hacer, tengo mucho que aprender sobre Marisa, ser madre y ser mujer, y también debo hablar un poco más con mi sobrino Javier pero me siento extrañamente motivada; una mezcla de vergüenza, miedo y alegría que solo puedo atribuir a que mi nueva vida recién está por comenzar, ya que no tengo más opciones que asumir la realidad y que en cosa de pocos días, seré madre por primera vez.
Créditos en la imagen.


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