Yo siempre había querido ser una chica. Lo sé, debe sonar raro, sobre todo porque ni siquiera recuerdo porque quería tanto ser una chica, mi vida como chico era buena; tenía buenos amigos y familia e incluso llegue a tener novias muy atractivas y que me querían mucho pero a pesar de ello no me sentía del todo contento, como si algo me faltara para tener una buena vida plena.
Quería ser una chica, por algún motivo creí que eso era lo que me haría sentirme bien pero no tenía nada más que esa leve intuición si es que se le puede llamar así.
Fue muy complicado decirle a mis padres como es que me sentía y aunque mi padre simplemente se alejo por no entender nada mi madre fue quien intento comprender el porque decía eso, hablamos seriamente y me dijo muchas cosas que me hicieron pensar en si era en serio lo de volverme una chica, dejar atrás mi vida como un estudiante para volverme una estudiante.
Sin embargo, con todo lo que me dijo solo me motivo más y más a querer dejar todo atrás y pasar a una nueva vida como chica, algo que pareció admirar mi madre de cierta forma y que paso a decirme que ella le hablaría de esto a mi papá.
En cuestión de meses en donde ahorré mucho dinero junto con mis padres empezó el proceso, pase por muchas cirugías que fueron cambiando poco a poco mi cuerpo masculino por uno que se volvería totalmente femenino; alargando mi cabello, dándome atributos femeninos, voz linda y aguda además de hormonas que convirtieron mis ideas y pensamientos más femeninos pero sin volverme totalmente en otra persona que ni siquiera yo pudiera reconocerme.
Al terminar con todos esos procesos podía verme como una linda chica, de buena figura, lindo cabello rojizo pero que por encima de todas esas cosas ahora era se sentía muy feliz.
Nos mudamos a otro estado donde nadie nos conocía y mucho menos a mí, quien ahora soy una estudiante más de preparatoria, vivo una vida cotidiana con buenas notas en la escuela, con muchas amigas con las que salgo a divertirme cada que puedo como ahora. Quede de verme con mis amigas en una hora para ir al cine y a un café, solo vine rápido a mi casa para quitarme el uniforme escolar para ponerme algo de ropa linda y verlas en el centro comercial.
Puede que haya sido una decisión repentina, sin bases para hacerla e incluso el tiempo me haga arrepentirme de esta decisión pero hoy en día soy muy feliz, no me arrepiento de nada y esta nueva vida apenas esta comenzando para mi, sin duda alguna puedo decir que mi vida es mucho más feliz que antes, ahora soy feliz.
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