Una mejor vida

Hola, mi nombre era David y tenía 22 años, solía ser un estudiante en sus últimos años antes de entrar al mundo laboral, el cual por alguna razón no me terminaba de alegrar. Algunas personas están felices cuando finalmente dejan la escuela o terminan sus estudios sin embargo yo no sé porque no compartía la misma emoción, quizás porque era un poco apático o no lo sé pero simplemente me ponía triste pensar que la etapa de estudiante que llevo viviendo toda mi vida estaba a punto de terminar.

Por fortuna, un día perdiendo el tiempo en el celular me apareció una app para descargar, "app swap" se llama y sin saber porque la descargue para usarla.

En poco tiempo hice un perfil con mi información, nombre completo, ciudad, contactos y que podían o no hacer con mi cuerpo. Para ser una broma parecía muy realista y llene al pie de la letra todo lo que me pedían solo para ver que tan lejos llegaba esto.

En poco tiempo una hermosa mujer llamada Irma contactó conmigo para hablar sobre un intercambio por unos días ya que sentía un vacío en su vida y no sabía que es lo que debería hacer ahora.

Ella sentía que dedicarse a ser maestra fue un error y que quisiera volver unos días a ser estudiante para pensar mejor las cosas y si se equivocó o no de profesión, ya que alguna vez estuvo interesada en la mía.

Los dos estábamos sin rumbo ni nada mejor que hacer así que acepté intercambiar de cuerpos por unos días, después de todo lo único que ella pedía era no tener sexo con su cuerpo, algo que no tenía problemas en evitar.

Sin más dilación tras hablar un rato ambos aceptamos el cambio desde la app y en un abrir y cerrar de ojos, ella estaba en mi cuerpo y yo en el de ella.

Me pareció increíble que el cambio en verdad funcionará y aun más que la mujer en serio fuera la de la foto, con sus 40 años no dejaba nada que desear al mundo de ninguna forma; era linda, atractiva, por sus títulos de maestra también era inteligente, soltera y con una vida bien hecha por delante, me parecía increíble que teniendo todo esto se sintiera a la deriva al contrario de mi que sin nada hecho me sentía perdido en el mundo.

La app nos volvería a la normalidad en una semana y ambas partes seguimos hablando todos los días  por medio del chat en la app por lo increíble que esto era o por si necesitábamos ayuda de alguna forma.

Pero para mí solo fue lo fundamental como que hacer, como actuar y donde ir, haciendo todo con una naturalidad sorprendente.

Me sentía feliz usando sus vestido escotados y cortos a solas, y vistiendo de forma más profesional para ir a dar clases donde todos los estudiantes y maestros quedaron asombrados al ver como "Irma recuperaba los ánimos de enseñar". Para mí era asombrosa su vida, los estudiantes me apreciaban y respetaban, mientras que los maestros me cortejaban, algo que para mi sorpresa no me incómodo pero que rechace con gentileza a sabiendas de que este cambio no sería para siempre. Cosa que al pensar con el pasar de los días me entristecía, siendo sincero no quería irme de esta vida que era mucho mejor que la mía.

Pero una vez más para mi fortuna, llegando el último día del intercambio al hablar con la auténtica Irma, pensaba decirle que si podíamos extender esto un par de semanas más o algo así pero ella se me adelantó y con una idea mucho mejor.

Me confesó que esta semana viviendo mi vida se sintió fantástica, probar algo más fuera de enseñar resultó maravilloso para ella y que no quería volver a perder una buena oportunidad como esta. Me dijo que no quería dejar mi vida, que ella era una egoísta pero que en verdad se sentía feliz allí y que haría lo que fuera para no volver a su vida verdadera. Pero con una sonrisa leyendo el chat le dije que no hacía falta preocuparse tanto, después de todo yo también amaba su vida y ser una mujer.

Ambos hablamos por horas de lo maravillosa que resultaba la vida del uno para el otro, como ella se adapto de maravilla a ser hombre, algo más valiente que cuando mujer y con un montón de ideas para hacer empezando a destacar como líder en cuestión de días.

Por mí parte le conté lo maravilloso que me sentía al dar clases y que tantos chicos aprendieran de mí y que me encantaba ser tan linda y usar ropa que nunca imagine ver en alguna de mis novias. De verdad que al pie de la letra ambos aceptábamos la vida del otro mucho más que la propia y con eso la decisión por ambos estaba garantizada.

Finalmente decidimos quedarnos así, usando una función de la app swap que volvería el intercambio permanente sin dudarlo, abrazando así nuestras nuevas vidas.

Ahora yo soy Irma, una mujer de 40 años que se dedica a enseñar en una universidad, con una grandiosa vida que no quiero desaprovechar y un hermoso cuerpo que voy a disfrutar.

Cómo ahora que me puse unas bragas y sostén lindos en conjunto a mi vestido favorito para ir a un bar a la vuelta de mi hogar, me siento super nerviosa pero feliz por lo que sea que pueda pasar en mi nueva y mejor vida a partir de ahora.